Está en la página 1de 1

Hola Tati, acá estoy escribiendo una vez más.

Tratando de decirte lo que siento e intentando de que


sepas lo que sos para mí.

Todo comenzó hace unos días cuando me contaste que te ibas de enfrente, que te ibas un poco más,
cada vez más. Y me lo tomé bien, porque te vi bien. Pero hoy a la mañana vi tu ventana, que ya no
es más tu ventana, y me quebró. Más tarde me mandaste audios y me puse a temblar, literal, me
puse muy nervioso y me dieron ganas de llorar. ¿Otra vez llorar? Ya lloré tantas veces todo lo que
pasó, la parte horrible que traumó y la parte bella que se esfumó, que pensé que ya no quedaban
más lágrimas con tu nombre. Pero evidentemente quedan, todavía me pasan cosas con vos y
sospecho que siempre me van a seguir pasando.

Hasta este momento en mi historia sos “el amor de mi vida”, y es jodido sentirlo porque no estás,
pero estoy claro y ya no espero tu regreso; y es por eso que no entiendo como puede ser tanto lo que
siento por vos. Me pasa que te cruzo en el trabajo segundos y se me derrite el corazón. Es que tu
voz, tu perfume y ese lunar de tu boca me alteran las neuronas del alma. Y hablamos cualquier cosa
y sonrío, porque todavía tengo la suerte de compartir tiempo/espacio con vos, y me sigue
pareciendo mágica tu existencia. Lo bueno es que no sufro, es más, me pone contento saber que esa
persona increíble alguna vez fue parte de mi vida cotidiana, fue mi amor, fui su amor. Pero como ya
dije, el tema es que hoy se me revolvió todo. Hoy te extrañé, hoy tenía ganas de hablarte, abrazarte,
besarte y preguntarte ¿Cómo haces para ser cada día más hermosa?

A veces me pasa que habló de vos con amigos, con personas nuevas que conozco o con mi familia,
y para mí nombrarte es nombrar al amor, porque si hay algo que sé es que te amé con todo mi ser, y
que todavía hoy siento amor por vos. No es un amor romántico, porque ya no nos relacionamos
desde ese lugar hace años, pero es amor. Es amor sin etiqueta, es amor porque cada vez que te veo
se me sale el corazón por el cerebro, me hago pis por el pupo y sonrío con los glúteos. Es como
dicen ahora en Dominicana: “tu ere el veldadero final”. Y sí, si sos alucinante, sos colosalmente
preciosa. Sos arte, sos colores brillantes, sos como una hada loca revolucionaria picante que se la re
banca. Joder, me fui por las ramas y perdí el hilo, es que no me acordaba todo esto de vos. Cerebro
tonto, alma inquieta y corazón arrítmico que intentaron protegerme.

Como decía, es inesperado que algo tan simple como una mudanza, tu mudanza, me haya
desarmado una vez más y me haya invitado a decir todo esto. Estoy seguro que volver a estar con
vos ya queda para otra vida, pero supongo que tu ida de acá cerquita me hizo recordar más fuerte
que en esta ya se terminó. Suena medio interestelar, pero no encuentro otra explicación que no
tenga que ver con algo místico o álmico. Es un montón lo que me pasa con vos, sos muchísimo.
Creo que estamos conectados desde siempre en todas dimensiones, todas las vidas y todos los
planos. Es probable que pienses que exagero, pero cuando nos volvamos a ver en 10 o 20 años y
nos tomemos un café, estoy seguro que voy a seguir sintiendo y pensando lo mismo. Voy a mirar tus
ojitos verdes y te voy a seguir preguntando: ¿Cómo haces para ser cada día más hermosa?

También podría gustarte