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Durante mucho tiempo, las Tierras Robadas se han resistido a cualquier intento de

colonización. Situada entre los Reinos Fluviales y Brevoy, esta franja de tierra
salvaje de unos 90.650 km2 no pertenece a nadie y han sido muchos los que han
tratado de reclamarlas como propias, pero las ruinas abandonadas, los bandidos y
monstruos que pueblan la región son un testimonio de la dificultad que supone
gobernar estas tierras.

ha sido considerada desde siempre una región ‘robada’; en los Reinos Fluviales la
impresión general es que Brevoy permitió que las tierras cayeran en manos de
monstruos y criaturas aún peores, y de esa manera privaron a los señores de los
Reinos de más tierras para controlar. En el interior de la región, las tierras cambian
continuamente de manos debido a las continuas luchas que mantienen las
diferentes tribus de centauros, kóbold, hadas, troles, bandidos, hombres lagarto,
boggard, bárbaros y muchos más, que pelean constantemente para aumentar sus
territorios al tiempo que se defienden de los ataques de sus enemigos.

Pero lo cierto es que las Tierras Robadas no pertenecen a nadie, han sido muchos
los que han tratado de reclamarlas como propias, pero las ruinas abandonadas
que salpican el territorio son un testimonio de la dificultad que supone gobernar
estas tierras. Han impedido todos los intentos por civilizarlas con una tenacidad
feroz, se han convertido en un refugio para monstruos, criminales y secretos
peligrosos, y han supuesto una amenaza para las naciones vecinas desde hace
tanto tiempo que nadie es capaz de recordar desde cuándo. Pero lo que muchos
de los países de su alrededor desconocen es que en su interior existe una
jerarquía oculta de poder latente organizada bajo la vigilante mirada de Nyrissa,
una princesa tan hermosa como demente, procedente del misterioso reino del
Primer Mundo. Consulta el resumen de la campaña en la página 88 para más
información sobre las motivaciones y objetivos de Nyrissa. Sin embargo, la época
de relativa calma que viven las Tierras Robadas se acerca a su fin. Obligados a
actuar en principio por el aumento de las agresiones de los bandidos y bárbaros
de las Tierras Robadas, y por otro lado por las crecientes tensiones políticas del
norte, los señores de la espada de Restov han enviado agentes y colonos a estas
tierras en disputa para que las exploren, las repueblen y, si es necesario, las
conquisten.

La fundación de cuatro nuevos reinos títere bajo los auspicios de los señores de la
espada de Restov y del resto de Rostlandia, no sólo acabará con el bandidaje y
los ataques en su frontera meridional, sino que también proporcionará los recursos
y la influencia necesarios para asumir un papel mayor en el complicado escenario
político de Brevoy. Si todo va bien, el simple regreso de las Tierras Robadas a
manos brevias podría darle a Rostlandia lo que necesita para desafiar el control
que los Surtova mantienen sobre la corona.

Trabajando rápida y silenciosamente, y utilizando todo tipo de representantes y


subalternos, numerosos agentes han puesto en funcionamiento cuatro campañas
diferentes contra las Tierras Robadas que, aunque en apariencia se supone que
acuden a encargarse de los numerosos grupos de bandidos, o a asegurar las
rutas comerciales, en realidad lo que están es allanando el camino para que
Rostlandia pueda anexionarse y conquistar toda la región. Por desgracia, los
señores de la espada no han anticipado las consecuencias de estas cuatro
ofensivas en las Tierras Robadas, pues en cada una de estas regiones los aliados
de la ninfa Nyrissa tienen sus propios planes, y cuando se enfrenten a los
exploradores y colonos del norte, sus reacciones no serán precisamente tranquilas
y serenas. Los señores de la espada puede que no se hayan dado cuenta, pero
están llevando la guerra a sus fronteras, y sus propios agentes se pueden
convertir en sus enemigos cuando se den cuenta de lo que está en juego.

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