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Traducción del Inglés del Capitulo #15 del libro Achieving Sustainable Cultivation of Bananas,

Volume 1: Cultivation Techniques – G. Kema & A Drenth (edit.)

El Cultivo de Banano Orgánico y su Sostenibilidad


Frans Wielemaker, consultor (Exdirector de investigación de Dole Fresh Fruit
Internacional), Costa Rica
1. Introducción
2 Producción de banano orgánico
3 Requisitos clave: ubicación, suelo y uso de la rotación
4 Fertilidad y fertilización del suelo
5 Manejo de enfermedades
6 Manejo de plagas de nematodos e insectos
7 Manejo de malezas
8 Discusión
9 Dónde buscar más información
10 Descargo de responsabilidad
11 Sobre el autor
12 Referencias

1. Introducción
Acerca del cultivo de banano orgánico y su sostenibilidad se pueden plantear las siguientes preguntas: ¿Cuáles son las prácticas que hacen
posible el cultivo y la exportación de banano orgánico certificado y cuáles son los obstáculos agronómicos que limitan su expansión? La
demanda de banano orgánico parece imparable, pero ¿podría éste llegar a ser predominante (Fig. 1)? Estas preguntas se plantean debido a
las cantidades substanciales de fungicidas y fertilizantes necesarios en los sistemas de producción convencional de bananos de la variedad
Cavendish cultivados en los trópicos húmedos para la exportación, las cuales han sido criticadas por muchos como ambientalmente
insostenibles. Las razones del enfoque de la industria en las variedades Cavendish es diverso e involucra un deseo por la estandarización
en la cadena de suministro, las preferencias del consumidor y su excelente característica agronómica (alta producción) y logística (fácil
transporte en largas distancias).

Figura 1. Vista de la finca de banano orgánico Nueva Esperanza ubicada en Manabí, Calceta,
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provincia de Ecuador.
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2. Producción de banano orgánico


2.1 Demanda y mercados
La demanda de banano orgánico certificado en los mercados internacionales ha aumentado exponencialmente en los últimos 25 años y
durante el 2016, alcanzó 57 millones de cajas (ver Tabla 1; Wielemaker, 2013; e inteligencia de mercado continua). Este volumen
representa el 8% de las exportaciones totales de banano de América Latina, lo cual es enorme en comparación con cualquier otro producto
agrícola en el mundo, y por lo cual se le deja de considerar como un mercado nicho. Las cifras exactas de estadísticas de aduanas no están
disponibles en la mayoría de países exportadores e importadores, ya que no existen códigos separados para los bananos orgánicos.

Tabla 1. Volúmenes de exportación de banano orgánico (2016) por país y volumen destinado
por continente.

País Millones de cajas (18Kg)


Ecuador 20
República Dominicana 19
Perú 11.5
Colombia 4
México 2.5
Total de cajas exportadas 57
Exportaciones a Europa 33
Exportaciones a Norteamérica 22
Exportaciones a Asia 2

2.2 Sostenibilidad
Sostenibilidad en términos simples significa satisfacer las necesidades actuales sin comprometer el futuro. Para el cultivo de banano, esto
implicaría la implementación de un sistema de cultivo que se mantuviese productivo sin causar daños a largo plazo en el medio ambiente.
El objetivo final para la industria bananera en su entorno ya sea orgánico o convencional, es cultivar bananos mientras se protege el medio
ambiente, asegurar el sustento y salud de los trabajadores agrícolas, garantizar un producto saludable al consumidor y asegurar un ingreso
justo a la entidad agrícola. Para lograr estos objetivos la industria bananera debería invertir más en investigación. Las variedades Cavendish
son muy susceptibles a múltiples plagas y enfermedades y tienen una alta demanda de fertilizantes, lo que hace que sea un desafío
cultivarlos orgánicamente.

2.3 Certificación
El estatus de 'Certificado Orgánico' (o 'Certificado Biológico') tiene un marco legal en los principales mercados [Unión Europea (UE),
Estados Unidos, Canadá, Japón y Corea]. La implementación de regulaciones orgánicas en los Estados Unidos y la UE ha sido un factor
importante para el crecimiento del sector orgánico en su conjunto. En los Estados Unidos, 'orgánico' es un término legal definido por el
Departamento de Agricultura de EE. UU. (United States Department of Agriculture, USDA), respaldado por la Regulación Federal 7 CFR
Parte 205, que describe los 'Estándares Orgánicos del USDA', que entró en vigor en Octubre de 2002. Información detallada sobre lo que
esto implica de acuerdo con la legislación estadounidense, y cómo funciona en la práctica se puede encontrar en la página web del
“Programa Orgánico Nacional” (National Organic Program, NOP), operado por el Servicio de Comercialización Agrícola (Agricultural
Marketing Services, AMS) del USDA (https://www.ams.usda.gov/about-ams/programs-offices/national-organic-program). Para la UE, la
Regulación del Concejo (EC) No. 834/2007 de junio de 2007 sobre la 'Producción Orgánica y Etiquetado de Productos Orgánicos' detalla
su reglamento. Lo anterior fue publicado como Regulación de la Comisión de la UE No. 889 en 2008, y sus enmiendas han sido expuestas
en el Reglamento de la Comisión de la UE No. 354 de 2014. La versión original, Regulación (CEE) No. 2092, se publicó en 1991 (casi 10
años antes que Estados Unidos). Todas estas regulaciones se pueden encontrar en la página web oficial de la UE sobre agricultura orgánica
(https://ec.europa.eu/agriculture/organic/index_en). Las normas agrícolas japonesas sobre producción orgánica se hicieron realidad en
2001 y se pueden encontrar en el sitio web del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca (http: // www.
maff.go.jp/e/policies/standard/jas/). Los logotipos aprobados para estos estándares se muestran en la figura 2.

Estos estándares continúan evolucionando. Como ejemplo, en respuesta a continuas peticiones y a un constante cabildeo se ha obtenido y
mantenido la inclusión del etileno como sustancia aprobada para la maduración de bananos orgánicos de acuerdo con las reglas del USDA-
AMS-NOP (Wielemaker y Monge, 2015). Sin este compuesto, la comercialización del banano orgánico en Estados Unidos sería imposible
ya que no existe una alternativa adecuada para el etileno, el cual es una simple molécula orgánica (2HC = CH2) abundante en la naturaleza.
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Figura 2. Sellos oficiales de las normas de producción orgánica (biológica) de la UE (a), EE. UU. (b) y Japón (c).

2.4 Comprender e interpretar los estándares orgánicos


Hace una década se escribió el libro 'Historia internacional completa de la agricultura orgánica' (Lockeretz, 2007), el cual proporciona una
descripción de prácticas agrícolas orgánicas y alternativas desde sus diversas raíces hasta los estándares orgánicos contemporáneos. Las
prácticas de agricultura orgánica están basadas en el mantenimiento y la mejora de la salud del suelo, lo cual no infiere 'libre de residuos'
o saludable como muchos consumidores erróneamente piensan. La agricultura orgánica a menudo se ve de una manera simplista,
relacionándola con lo prohibido y generalmente enfocada hacia diferentes productos químicos (fungicidas, insecticidas, nematicidas). Se
infiere que los alimentos orgánicos contienen menos residuos químicos, y por ende son más seguros o más sanos, pero la agricultura
orgánica no pretende reclamar tales beneficios, ya que es un procedimiento de producción, no un estándar de calidad o de salud. De hecho,
la producción libre de pesticidas (o no detectable) teóricamente sería más fácil que la producción de bananos orgánicos. Aunque en general,
los productos orgánicos no contienen o contienen menos residuos de pesticidas, no es objeto de este capítulo defender o impugnar esta
afirmación.

Para aquellos que deseen profundizar, la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU., la Asociación de Consumidores Orgánicos
con sede en EE. UU. (https://www.organicconsumers.org/) y la Asociación de Comercio Orgánico (OTA) (https://www.ota.com/) tienen
datos en sus sitios web que corroboran una menor detección de residuos en los productos orgánicos en comparación con productos
desarrollados a través de métodos de producción convencionales. En última instancia, lo que es importante para muchos consumidores
bien informados, es la prohibición del uso de pesticidas sintéticos, la prevención de daños al medio ambiente y la seguridad para los
trabajadores agrícolas. A medida que aumenta la conciencia del consumidor, también lo hace la necesidad de conocer el origen del producto
y el método de producción (Wielemaker et al., 2009). Esto se ha logrado mediante el uso de etiquetas en los bananos con un 'Código del
Productor' por medio del cual la finca productora se puede identificar virtualmente.

Una buena fuente de información sobre los aspectos filosóficos y prácticos de la agricultura orgánica es la Federación Internacional de
Movimientos de Agricultura Orgánica (por sus siglas en inglés, IFOAM). Esta organización mantiene 'Las NORMAS IFOAM para la
Producción y el Procesamiento Orgánico' (IFOAM, Versión 2014) como referencia y documento básico para cualquier país que desee
implementar regulaciones orgánicas, así como un 'Manual de Capacitación para la Agricultura Orgánica en el Trópico '(Eyhorn et al.,
2002). El CODEX Alimentarius tiene normas conjuntas sobre alimentos orgánicos con la Organización Mundial de la Salud y la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, entidades que a su vez han publicado información sobre
agricultura orgánica en sus sitios web, aunque no específicamente sobre el cultivo de bananos orgánicos
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(http://www.fao.org/docrep/010/a1385e/a1385e00.htm).
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En la práctica, las fincas de banano orgánico y las instalaciones de empaque están certificadas por entidades acreditadas que cumplen con
los requisitos de EE. UU. y la UE. Estas entidades certificadoras inspeccionan las fincas y de ser necesario, exigen a los productores que
verifiquen y mejoren sus programas orgánicos, y a su vez revisen cualquier insumo que no esté aprobado. Sin embargo, sigue siendo la
responsabilidad del productor el cumplimiento de las reglas. Obtener una finca certificada para producción orgánica requiere una cantidad
considerable de trabajo, y es muy importante la documentación y el mantenimiento de registros. La entidad certificadora también verifica
que el volumen vendido sea acorde con el número de hectáreas en producción y también puede recolectar suelo, hojas y frutas para análisis
de residuos. Una vez que se cumplen todos los requisitos, el sello 'Orgánico' ('Biológico') se puede utilizar en el embalaje como garantía
para los consumidores. La certificación orgánica normalmente implica una verificación anual y a veces, inspecciones sorpresa. En la
agricultura convencional los agricultores deberían cumplir con las regulaciones, pero con poca frecuencia sus procesos son inspeccionados,
por lo cual, problemas de seguridad de alimentos no son detectados de manera temprana. Las certificadoras orgánicas ofrecen inspecciones
'combo' que combinan la regulación orgánica con la certificación de seguridad de alimentos 'Global Gap' y muchas otras normas. La
implementación de un sistema de trazabilidad para cada caja de banano orgánico es de suma importancia y es obligatorio rastrear cualquier
residuo detectado hasta un lugar exacto para que sea posible identificar cualquier individuo o actividad fraudulenta.

2.5 Fuentes y orientación


Entender e interpretar correctamente todas las reglas y regulaciones para determinar qué insumos agrícolas están permitidos o prohibidos
es complejo. Afortunadamente, hay organismos a los que se puede consultar para obtener orientación, como el Instituto de Revisión de
Materiales Orgánicos o por sus siglas en inglés OMRI (OMRI; https://www.omri.org/) y el Departamento de Agricultura del Estado de
Washington (por sus siglas en inglés WSDA; https://agr.wa.gov/). Ambos enumeran materiales de insumo, de acuerdo con la información
recibida de los proveedores y fabricantes y de acuerdo con la investigación independiente y exhaustiva que ellos mismos realizan;
cumpliendo con las regulaciones NOP de EE. UU. para cultivos, ganado o distintos procesos orgánicos. Desafortunadamente, no existe un
instituto o un conjunto de recursos que evalúen los insumos permitidos por la ley orgánica europea. El Anexo II de la legislación de la UE
se queda corto y permite más de una interpretación, lo que puede agregar incertidumbre y dificultad para llegar a un veredicto. La revista
de Estándares Orgánicos (TOS, 2016) es un recurso recomendado para mantenerse actualizado sobre los desarrollos en certificación. Es
una revista internacional publicada electrónicamente, que trata sobre los desarrollos en la certificación orgánica: acreditación, producción,
procesos y tendencias del mercado.

Debido a que el cultivo de banano orgánico certificado para el mercado de exportación es relativamente nuevo, solo existe un pequeño
numero de investigaciones científicas publicadas que han sido revisadas por expertos, lo cual da lugar a que el sector dependa de pruebas
circunstanciales e historias anecdóticas. Diseños básicos experimentales para pruebas comparativas simples casi nunca se adoptan y al
igual que en la investigación convencional, experimentos no concluyentes o aquellos que no arrojaron resultados significativos nunca se
publican.

Las memorias de dos reuniones específicas sobre banano orgánico y sostenibilidad han sido publicadas por la Red Internacional para la
Mejora de Banano y Plátano (por sus siglas en inglés, INIBAP), ahora conocida como Bioversity International (Rosales et al., 1999;
Holderness et al., 2000).

Para cualquier principiante, una muy buena introducción al tema del cultivo de banano fue escrita por Robinson y Galán Saúco (2010), sin
embargo, solo una de sus páginas está dedicada al cultivo orgánico y solo en dos páginas se hace referencia a ‘la degradación del suelo y
el aumento de la nutrición orgánica’. El documento establece que 'con el cultivo de banano orgánico, lograr la sostenibilidad a largo plazo
es más importante que maximizar la producción'. Los autores también definieron 'las enfermedades de las hojas como el principal problema
para la producción orgánica además de los nematodos y gorgojos”. En consecuencia, indican que 'la búsqueda de cultivares resistentes es
una necesidad’. Paul y Duarte (2011) también han escrito recientemente un muy buen capítulo de revisión sobre el cultivo de banano y
plátano, aunque no hace ninguna referencia al cultivo de banano orgánico. Otro muy buen tratado general sobre el banano es el Documento
de Consenso (# 48) sobre la Biología del Banano y el Plátano (OCDE, 2009), el cual también carece en gran medida de información sobre
el cultivo de banano orgánico. La monografía 'Growth Stages of Mono- and Dicotyledonous Plants' de Uwe Meier (2001) es una referencia
casi obligatoria para las etapas de crecimiento del banano.

Soto (2016) publicó 'Bananos, Tecnologías de Producción', en el que se incluye un capítulo dedicado al cultivo de banano orgánico y otro
a la nutrición, el cual hace referencia a enmiendas orgánicas del suelo, que son la base para la producción sostenible de banano orgánico.
En En general, sin embargo, hay poca información sobre el cultivo de banano orgánico, incluso en reuniones de ‘bananeros’ en ACORBAT
(Asociación para la Cooperación en Investigación Bananera en el Caribe y América Tropical) y CORBANA (Corporación Bananera
Nacional de Costa Rica). Por tanto, existe una necesidad urgente de realizar más investigaciones en métodos de producción de banano
sostenible y orgánico. El Centro Francés de Investigación Agrícola para el Desarrollo Internacional (CIRAD) ha invertido en la producción
sostenible de banano porque las islas del Caribe de Guadalupe y Martinica, donde se cultivan bananas para el mercado francés, son
territorios franceses y por lo tanto debe cumplir con todas las regulaciones de la UE. Estos productores están tratando con dificultad de
cumplir con las regulaciones ambientales y necesitan técnicas prácticas que les ayuden a desarrollar sistemas de producción ambientalmente
más sostenibles. Esto es también aplicable a la industria bananera australiana donde los efectos de la carga química hacia la Gran Barrera
de Coral están siendo monitoreados de cerca, especialmente en la zona norte del estado de Queensland.

Cuidar el medio ambiente conlleva costos, y estos se externalizan en la mayoría de los sistemas de producción convencionales. Paul
Hawken (2010), en la primera edición de 1993 de su libro pionero 'La Ecología del Comercio: una Declaración de Sostenibilidad', destacó
que 'producir un cultivo orgánicamente tiene que ser más costoso porque el cuidado del medio ambiente es parte de la ecuación de costos’.
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Los bananos no son una excepción y el cultivo de banano orgánico es más costoso que la producción convencional. Las siguientes secciones
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discuten las razones de la expansión de la producción, exportación y comercialización de bananos cultivados orgánicamente y los desafíos
de producirlos, poniendo así su elevado costo en perspectiva.

3. Requisitos clave: ubicación, suelo y uso de la rotación

3.1 Ubicación
Para evitar la enfermedad de la Sigatoka Negra en la producción de banano orgánico se requiere un clima seco (<600 mm de precipitación
por año). Estas zonas climáticas se encuentran principalmente en regiones áridas, algunas cerca de los subtrópicos. Como resultado, en

Figura 3. Mapa con ubicaciones donde se cultivan bananas orgánicas en la actualidad.

América Latina, importantes volúmenes de bananos orgánicos certificados para el mercado de exportación se producen principalmente en
la República Dominicana (alrededor de Ázua en el sur, y Máo, Valverde y Montecristi en el Norte), Ecuador (Manabí al Noroeste, y hacia
el Sur desde Puerta Inca hasta Santa Rosa), Perú (región desértica costera Norte cerca de las regiones de Tumbes, Sullána y Piura) y
Colombia (bordeando el desierto de La Guajira en el noreste desde Palomino hasta Riohacha). Los bananos orgánicos también se cultivan
en Colima, México, donde las condiciones de lluvia y humedad no son tan bajos , siendo más vulnerables a las epidemias de Sigatoka
Negra (Fig. 3). El desafío bajo estas condiciones áridas es encontrar suelos razonablemente buenos sin niveles elevados de salinidad y con
un suministro garantizado de agua de buena calidad durante todo el año para irrigación.

3.2 Suelos
Las primeras fincas y cooperativas de banano orgánico en República Dominicana y Ecuador se establecieron en antiguas fincas bananeras
convencionales, poco competitivas y medio abandonadas que ya no eran capaces de producir bananos de buena calidad a un precio
competitivo. Estas granjas insostenibles se convirtieron a orgánicas por defecto y tuvieron éxito debido a la demanda de los consumidores
por bananos orgánicos, que eran muy escasos en el mercado en ese momento (principios de la década de 1990). Mejores precios para estos
bananos y primas de comercio justo (FairtTrade) tuvieron un papel importante en su éxito. Por lo tanto, la necesidad y las fuerzas del
mercado jugaron papeles cruciales en la reactivación de estas fincas y organizaciones de productores.

A medida que aumentó la demanda de banano orgánico, se iniciaron nuevas fincas orgánicas 'por diseño' (ver Fig. 1). Se utilizaron
pastizales ya que no tenían antecedentes de uso de productos químicos y podría certificarse ‘orgánico’ casi de inmediato. Las tierras de
pastoreo, sin embargo, tenían suelos muy compactados y durante mucho tiempo habían sido 'minados' por el ganado sin haber ganado nada
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a cambio (por ejemplo, mediante fertilización). Estas áreas obviamente presentaron un desafío para el establecimiento de plantaciones de
banano orgánico. Un buen subsuelo (hasta 0,8-1,0 m de profundidad) y un arado sin voltear la capa superior del suelo era importante ya
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que el banano no crece bien en suelos compactados. Estas prácticas garantizan el establecimiento de un buen drenaje interno y aireación y
dan como resultado un prolífico crecimiento de las raíces del banano.

3.3 Rotaciones
Debido a la compactación del suelo, replantar cada 6 a 10 años se ha convertido en una práctica normal en fincas bananeras convencionales
de Centro y Sudamérica. Esta práctica también debería ser adoptada en las fincas de banano orgánico y adicionalmente se debería mantener
una séptima parte de la finca libre de banano durante al menos un año, dejando esas zonas en rotación o en período de barbecho. El
programa de rotación debe convertirse en parte del plan de manejo de la finca, como parte de la estrategia para mantener un sistema
sostenible que mantendrá a los nematodos y los gorgojos (o picudo negro del banano) a niveles manejables.

Los nematodos parásitos de las plantas que afectan el cultivo son un indicio de mala salud del suelo. Los requisitos orgánicos de EE. UU.
y la UE exigen específicamente que la rotación sea parte del manejo de la finca, pero las organizaciones de certificación no suelen explicar
esto a sus clientes, ya que consideran el banano como cultivo perenne (como el café o el cacao). En climas templados, la rotación de
cultivos suele ser una parte esencial del plan de manejo de nematodos, motivo por el cual, varios cultivos anuales (especialmente la papa)
se cultivan de manera alterna, cumpliendo a su vez con las regulaciones oficiales.

Para rejuvenecer el suelo, las fincas deben reservar parte de una plantación (por ejemplo, 14%) cada año y plantar un cultivo de rotación o
incorporar un período de barbecho. Esto debería ser considerado en todo plan de manejo de la finca, llámese orgánico o convencional.
Comprensiblemente, la mayoría de los agricultores prefieren cultivar bananos 'de cerca a cerca', utilizando toda el área de cultivo cada año,
lo que da una mejor rentabilidad, aunque solo a corto plazo. Sin embargo, apartando parte de la finca durante 8 a 12 meses suprimirá los
nematodos y las plagas de forma sostenible. Este rejuvenecimiento anual se puede tomar como una oportunidad para cultivar una gran
cantidad de biomasa que puede ser incorporada o compostada. También ofrece la oportunidad de alivianar la compactación del suelo (por
ejemplo, por arado profundo y disquear), facilitar la aplicación de enmiendas orgánicas, cambiar la variedad de banano, rediseñar y mejorar
los sistemas de drenaje y comenzar de nuevo con una óptima distribución y densidad de plantas.

Cuando una sección de la finca se rejuvenece de esta manera, se crea una oportunidad para una conversión hacia la producción orgánica.
De acuerdo con las regulaciones orgánicas, la transición de cultivos normalmente toma 3 años o 2 años más la duración del cultivo de la
planta. Debido a la compleja infraestructura de una plantación bananera, la combinación de la rotación y la preparación de suelos resulta
en una operación costosa ya que puede requerir la eliminación parcial de equipos de riego y cableados para dar acceso al tractor.

Rotación con cultivos de ciclo corto como el sorgo forrajero o brassica silvestre como período de barbecho durante al menos 6 meses,
revitalizará un área y reducirá la población de nematodos. Los cultivos de cobertura de Brassica, una vez completamente crecidos e
incorporado en el suelo, liberan isotiocianato y metabolitos que contienen disulfuro que reducen las poblaciones de nematodos. Por si solo
el barbecho con el crecimiento natural de malezas no reducirá los nematodos significativamente ya que diversas malezas son hospederos
alternativos.

Cultivos de rotación de crecimiento rápido que generan un gran volumen de biomasa, denominados “estiércol verde (o green manure en
Ingles)”, incluyen el frijol terciopelo (Mucuna spp.) y Kudzú (Pueraria spp.). Estos pueden ser plantados después de la preparación del
suelo, ya que crecen rápidamente y sofocan las malezas. Después, estos se pueden cortar justo antes de plantar las plantas de banano 'a
través' del mantillo que mantiene las malezas bajo control durante un tiempo considerable. Las semillas de estos abonos verdes están
disponibles comercial y localmente donde las prácticas agrícolas tradicionales todavía son valoradas y forman parte del sistema de
conocimiento. Otra planta de rápido crecimiento que produce biomasa sustancial en poco tiempo es Ricinus communis, ya que su 'torta', -
después de la extracción del aceite de ricino - es un buen supresor de nematodos.

4. Fertilidad y fertilización del suelo


4.1 Tipos de suelo y nutrición
Las recomendaciones sobre enmiendas orgánicas, fertilizantes, tasas y frecuencias deben ser basados en análisis de suelo y hojas, con
muestras tomadas al menos dos veces al año, además de observaciones del agricultor experimentado. Es de suma importancia que se tenga
conocimiento básico sobre la nutrición vegetal, se monitoreé y se realicen ajustes de acuerdo a las necesidades del cultivo de banano. Un
buen mapa del suelo ayuda a adaptar la aplicación de fertilizantes orgánicos y enmiendas. El monitoreo aéreo por drones o aviones también
puede proporcionar una buena visión general del color de las hojas de las distintas áreas de una finca.

Las regiones áridas donde se cultivan principalmente bananos orgánicos tienen predominantemente suelos alcalinos (pH > 7.0), que
inherentemente resulta en serias deficiencias de microelementos, particularmente zinc y boro, los cuales podrían ser incorporados mediante
aplicaciones foliares. Estos suelos son a menudo bastante bajos en contenido de materia orgánica (< 0.5% o incluso menos) lo cual no
cumple con los requisitos básicos para un suelo orgánico saludable capaz de producir un buen crecimiento de raíces y retención de
nutrientes. Estos suelos van desde francos arcillosos y francos arenosos hasta suelos arenosos y en su mayoría están muy erosionados. Esto
está lejos de ser ideal para una buena producción de banano. Es por lo tanto esencial practicar el principio orgánico de nutrir el suelo y
mejorar la fertilidad. Como mínimo, los nutrientes que se exportan cuando se cosechan los bananos deben ser reemplazados, teniendo en
cuenta la eficiencia o ineficiencia relativa de la conversión de fertilizantes orgánicos.
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La producción de banano orgánico por hectárea por año es a menudo baja (entre 1500 y 2850 cajas de 18 kg/ha/año) en comparación con
el banano convencional (entre 2500 y 3200 cajas de 18 kg/ha/año). Los bananos convencionales se cultivan en ricos suelos aluviales con
alta precipitación, regiones de tierras bajas tropicales húmedas con altas temperaturas diurnas y nocturnas y emplean grandes cantidades
de fertilizantes sintéticos. Los bananos orgánicos cultivados en los subtrópicos se enfrentan a temperaturas extremas que afectan el buen
crecimiento del banano, alta radiación UV que quema las hojas y frutos desprotegidos, y a menudo vientos de alta velocidad que trituran
las hojas. Todos estos factores influyen negativamente en la producción como compensación por las condiciones áridas necesarias para
evitar la Sigatoka Negra.

4.2 Nitrógeno
En plantaciones bananeras convencionales, urea sintética (46% N), sulfato de amonio (21% N), nitrato de calcio (15,5% N), fosfato
diamónico (18% N), fosfato monoamónico (11% N) y mezclas químicas o físicas con fósforo (P) y potasio (K) se utilizan con frecuencia
para suministrar nitrógeno (N) al cultivo. En el cultivo orgánico, es mucho más difícil y costoso suplir las altas necesidades de N de los
bananos.

Las fuentes de N en el cultivo de banano orgánico son básicamente materiales vegetativos compostados y estiércoles (0,5-2,0% N como
máximo), y diversos derivados de la industria del renderizado. Los subproductos animales se convierten en aminoácidos producto de la
hidrolización de las proteínas en harina de plumas (13,5% N) y harina de cuero (12,0% N). Como el N no se acumula en la planta de
banano y el requerimiento en una plantación establecida es continuo, éste debe suministrarse con frecuencia o como una aplicación de
liberación lenta, teniendo en cuenta que el N, independiente de si su origen es sintético u orgánico, puede volatilizarse o lixiviarse del suelo
si no está bien manejado.

4.3 Fósforo
Para cumplir con los requisitos de P en la producción convencional de banano, se emplean fertilizantes producidos sintéticamente como el
fosfato monoamónico (48% P2O5) y fosfato de diamonio (46% P2O5) y mezclas químicas o mezclas físicas con N y K. Aunque el banano
no necesita mucho P, este nutriente solo está disponible en cantidades muy bajas en suelos de pH alto. Por lo tanto, debe ser monitoreado
de cerca y corregido particularmente porque solo el fosfato de roca está permitido en la agricultura orgánica. Este material extraído solo
está disponible para la planta bajo condiciones acídicas, que solo ocurre alrededor de las raíces en suelos alcalinos.

4.4 Potasio
El potasio es un nutriente muy importante para el crecimiento del banano y la formación de frutos que es rico en K. Las principales fuentes
de K utilizadas en la producción convencional de banano son: cloruro de potasio (60% K2O), sulfato de potasio (48% K2O), Sul-Po-Mag
(22% K 2 O) y productos de mezclas químicas o mezclas físicas con N y P. Los niveles de potasio en el suelo deben ser monitoreados
porque cantidades excesivas pueden lixiviarse. En la planta, la cantidad disponible debe controlarse para que se reponga antes de que la
planta se vuelva deficiente. El agricultor orgánico está restringido a lo que es permitido para mejorar las deficiencias de nutrientes. Sul-
Po-Mag extraído (22% K 2 O) está permitido bajo los estándares orgánicos. El sulfato de potasio (48% K2O) también está permitido en la
agricultura orgánica, pero solo en casos excepcionales. Es la fuente preferida cuando los niveles de sodio son altos para el lavado del sodio
(como sulfato de sodio) con agua de riego y precipitación. Sin embargo, el sulfato de potasio extraído solo puede usarse en la producción
de banano orgánico cuando se comprueba su necesidad. Este es el caso cuando Sul-Po-Mag extraído no se puede utilizar debido a un
desequilibrio en el suelo entre K y Mg y donde el Mg adicional haría empeorar el desequilibrio. Este desequilibrio ocurre en muchos suelos
áridos subtropicales con un pH alto. En este tipo de suelos la entidad de certificación aprobará el uso de sulfato de potasio, el cual es soluble
en agua, y se puede aplicar a través del sistema de riego. Sul-Po-Mag no es soluble y por ende se aplica a mano.

4.5 Abonos orgánicos e inorgánicos


Los fertilizantes nitrogenados utilizados en la agricultura convencional y orgánica están disponibles para la planta sólo después de ser
procesados por microorganismos, que luego los hacen disponibles a la planta en forma de NO3- y NH4+. Sin embargo, los fertilizantes
orgánicos deben descomponerse primero, ya que contienen proteínas, aminoácidos y minerales enlazados a materiales orgánicos complejos.
Esto significa que los fertilizantes orgánicos tienen una liberación retardada en comparación con los fertilizantes convencionales utilizados
en la agricultura convencional, los cuales no requieren ser descompuestos. Sin embargo, cuando se aplican fertilizantes nitrogenados
orgánicos a intervalos constantes, el suelo se abastecerá con un flujo constante de N. Este es particularmente el caso cuando el suelo es
rico en materia orgánica que servirá como esponja y amortiguador, mientras que convencionalmente el banano fertilizado puede
experimentar pérdidas considerables de nutrientes debido a la nitrificación y lixiviación. La liberación real de N de un fertilizante orgánico
o enmienda depende de la relación C/N. A largo plazo, el compost es beneficioso, pero puede ser problemático a corto plazo. Esto se debe
a que el compost con una alta proporción de C/N puede fijar el N en el suelo, resultando en una "inanición" temporal y un amarillamiento
de los cultivos de banano. Soluciones rápidas como en la agricultura convencional con fertilizantes sintéticos no existe en el cultivo de
banano orgánico lo que requiere una buena gestión y programación.

4.6 Fertilización y riego


Aunque el fertirriego (una combinación de riego y aplicación de fertilizantes) no es posible con la mayoría de los fertilizantes orgánicos,
algunos nutrientes se pueden aplicar a través del sistema de riego, dependiendo del sistema y la apertura de la boquilla. Los sistemas de
riego en las fincas orgánicas necesitan mojar los fertilizantes orgánicos, las enmiendas y el compost aplicado en la parte superior del suelo
ya que los nutrientes no se moverán de otra manera hacia las raíces del banano. Dado que estos materiales no se mojan lo suficiente, el
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riego por goteo no es una opción para las fincas de banano orgánico, lo cual genera una dificultad ya que el agua suele ser limitada en las
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zonas áridas aptas para producción de banano. Por esta razón, la 'plantación en doble línea de tranvía' con riego por microaspersión justo
por encima del nivel del suelo, (lo que garantiza la humectación de los fertilizantes orgánicos y el compost, pero no entre hileras), es el

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diseño preferido (Fig.4). Esto concentra la mayor parte del agua en las hileras de las plantas de banano y facilita el control mecánico de
malezas en la franja entre hileras.

Figura 4. Siembra de doble línea de tranvía con riego por microaspersión justo por encima del nivel del suelo, lo que garantiza el humedecimiento de
fertilizantes orgánicos y el compost aplicado pero no el área entre hileras.

4.7 Producción y uso de compost


Los suelos de la mayoría de las plantaciones bananeras convencionales se han degradado y la erosión del suelo se ha generalizado. Es
necesario proteger los suelos bananeros de la erosión mediante el uso de cultivos de cobertura y regresando el contenido de materia orgánica
a niveles adecuados. En una plantación orgánica el manejo de la fertilidad del suelo es la base para cultivar una cosecha saludable y
estabilizar la producción. El compost y otras enmiendas orgánicas mejoran las propiedades físicas, químicas y biológicas de los suelos y,
en última instancia, aumentan la producción de banano. Estos siempre deben ser parte del programa de fertilidad de la finca orgánica. En
una finca bananera todos los residuos orgánicos de la planta de empaque debe ser compostados para su uso en la finca y otros ingredientes
deben ser obtenido en la región. El trueque de banano de rechazo a cambio del estiércol del ganado suelen ser una opción.

Identificar, explorar y desplegar corrientes de desechos es crucial para la producción del banano orgánico. Como ejemplo, el jacinto de
agua (Eichornia grasipes), que es una molestia en ríos y lagos de todo el mundo, es un ingrediente excelente para el compostaje, siempre
y cuando se pueda cosechar de forma fácil y económica en un lugar cercano. Entre más fincas bananeras se convierten a la producción
orgánica, la demanda por flujos de desechos para compost se aumentará y potencialmente se volverá más costoso. Lo mismo ocurre con
los fertilizantes orgánicos provenientes de la industria del renderizado.

4.7.1 Beneficios de las enmiendas orgánicas


Los verdaderos productores orgánicos reconocerán la importancia y los beneficios a largo plazo de las enmiendas orgánicas porque saben
que éstas proporcionarán cantidades significativas de materia orgánica estable y una variedad de macro y micronutrientes a lo largo del
tiempo. Mejorará la estructura y porosidad del suelo, reduciendo la compactación y por lo tanto mejorando la aireación, la permeabilidad
e incrementando la infiltración de humedad y reduciendo la escorrentía superficial. También mejorarán la absorción y la capacidad de
retención de humedad de los suelos arenosos, lo que reduce la pérdida de agua y la lixiviación de nutrientes. El compost estimula la
proliferación de raíces, que se expandirán a una masa de suelo más grande y por lo tanto proporcionara acceso a más nutrientes. Las
enmiendas también aumentarán el número de lombrices de tierra y mejorará la actividad microbiana del suelo, reduciendo las poblaciones
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de nematodos y el impacto de enfermedades provenientes del suelo. Por último, estabilizará el pH del suelo, mejorando la absorción de
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nutrientes y mejorando su retención de nutrientes mediante la mejora de la capacidad de intercambio catiónico (CIC).

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4.7.2 Elaboración de compost


Debe tenerse en cuenta que la elaboración de compost requiere equipo, mano de obra y administración. El sitio de compostaje,
almacenamiento de materias primas y almacenamiento del producto final puede ocupar una superficie considerable de terreno y espacio
de construcción. Olores excesivos y las moscas pueden ser un problema, especialmente en las primeras etapas del aprendizaje sobre la
práctica. Los malos olores se generan cuando el proceso no se gestiona correctamente, especialmente cuando se utiliza abonos frescos.
Idealmente, se debe detectar cero nitratos en el producto final de compost. En la producción orgánica, no se permite la aplicación de abonos
frescos 90 días antes de la fecha de cosecha proyectada debido a las regulaciones de seguridad de alimentos. Existen numerosos libros
sobre compostaje, algunos son de lectura obligada, básicos o clásicos, como 'The Rodale Book of Composting' editado por Martin y
Gerchuny (1992), publicado por Rodale Press. El origen de este texto clásico se remonta al Sr. JL Rodale, uno de los fundadores del
movimiento orgánico en América del Norte.

El compost puede ser hecho en casa o comprado a terceros, pero conseguir una oferta suficientemente grande puede ser un desafío. El
origen y la calidad de los ingredientes debe ser revisado a fondo. Es recomendable utilizar proveedores confiables que idealmente tengan
sus instalaciones de producción de compost certificadas. Si un agricultor tiene tierra libre, la biomasa debe ser cultivada para la producción
de compost. En los trópicos áridos donde la mayoría de los bananos orgánicos se cultivan, las instalaciones de compostaje suelen estar al
aire libre. Sin embargo, es preferible hacer compost bajo un techo fijo o temporal durante los pocos meses de lluvia o cubrir las hileras que
se encuentran al aire libre (líneas de residuos de cultivos cortados) con lonas para evitar el exceso de humedad.

Hay varios tipos y tamaños de equipos de volteo de compost, como las máquinas jaladas por tractor y volteadores autopropulsados que
pasan sobre las hileras. Voltear a menudo, especialmente en las primeras semanas, es importante para mantener una aireación adecuada en
la hilera y por tanto las condiciones aeróbicas minimizarán los malos olores. Condiciones anaeróbicas (deficiencia de oxígeno) debe
evitarse en todo momento. Si un techo no se puede financiar, se recomienda una lona de tela (con protección UV) para evitar el exceso de
humedad. En todo momento, es importante mantener la relación C/N por encima de 25 en el producto final terminado. Nitrógeno en el
compost se fija principalmente como proteína orgánica y con el tiempo se convertirá en nitrato. No debe haber nitrito en el compost
terminado, ya que es tóxico para la vida del suelo.

Se deben recolectar todos los lixiviados del compost (o tés de compost) de las losas de concreto al aire libre y utilizar como inoculación
rociada sobre las hileras recién formadas con el fin de facilitar el inicio del proceso de compostaje. También se pueden inyectar los tés a
través del sistema de riego de la finca en áreas recién plantadas. Se puede esparcir una fuente finamente molida de fosfato de roca sobre
las nuevas hileras para que se mezclen completamente con el compost, ya que la actividad microbiana hace que los nutrientes estén
disponibles para las raíces de las plantas.

El compostaje aeróbico, por medio de vueltas frecuentes, no contribuye a la emisión de dióxido de carbono y previene la producción de
metano y óxido nitroso, que contribuyen al calentamiento global. El compostaje aeróbico se considera parte del ciclo natural del carbono
y secuestra carbono con el compost y el humus, convirtiéndose en un almacenamiento a largo plazo que retiene el carbono a medida que
el compost se esparce en el campo. El carbono es esencial para la actividad microbiana y por lo tanto para la fertilidad. Esto se discutirá
en más detalle a continuación.

4.8 Mantenimiento de la salud del sistema radical


Además de proporcionar un soporte físico para anclar la planta de banano, las raíces saludables son la base para un buen crecimiento
vegetal y una producción sostenible. El sistema de raíces de los hijos altos (Plantas de 1 metro, o estadio F-10) proporciona al tronco una
multitud de raíces vivas conectadas que estabiliza la planta y mejora la absorción de nutrientes, incluso después de podarlas por encima
del punto de crecimiento (llamado 'molares' - ver Fig. 5).

La planta de banano se nutre a través del flujo vascular masivo cuando el agua con nutrientes en la solución del suelo se aspira desde las
raíces hasta el follaje por transpiración ('el tirón'). Parte del carbono capturado por las hojas a través de la fotosíntesis se transporta a las
raíces y exudados. Esto posteriormente alimenta y estimula a los microorganismos alrededor de las raíces. Para estimular la actividad
microbiana, también se puede agregar carbono al suelo, por ejemplo, a través del compost, pero la forma más eficiente es mediante el uso
de ácidos húmicos solubles aplicados en agua. Los ácidos húmicos se derivan de depósitos naturales y son básicamente materia orgánica
concentrada.

Existen varias enmiendas de suelo a base de ácido húmico aprobadas orgánicamente. Contienen ácidos orgánicos naturales (ácidos
húmicos, precursores de ácidos húmicos, ácidos fúlvicos y huminas). El carbono que contienen estos productos activa los microorganismos
del suelo, que luego liberan varios elementos principales, secundarios y trazas a la rizosfera acuosa. También mejoran la estructura del
suelo y el movimiento del agua, son especialmente efectivos en suelos arenosos, y aumentan la capacidad de intercambio catiónico (CIC).
Los ácidos húmicos puros contienen 9% de P (como P2O5) y 14% de K(como K2O), pero cero N.

Algunos fertilizantes orgánicos están hechos de peces capturados en el océano. Estos fertilizantes contienen aminoácidos y elementos
menores. Por lo general, contienen 5% de N, 1% de P2O5 y 1% de K2O. Sin embargo, estos son costosos ya que generalmente se basan en
peces de mar y pueden contener hasta 4% de cloro (y sodio, así como metales pesados), lo que requiere análisis químicos y certificación
antes de la aplicación.
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Figura 5. Proliferación de nuevas raíces extensas y saludables conectadas a hijos podados (llamados 'molares').

Otros fertilizantes orgánicos se basan en algas marinas, que se cosechan en las aguas frías del hemisferio Norte y se convierten en un polvo
que contiene un 17% de K soluble. Es importante que estén certificados ya que las algas deberían haberse producido y cosechado de forma
sostenible. Los fertilizantes a base de Quelpo se elaboran a partir de grandes algas pertenecientes a las algas pardas (Phaeophyceae) y se
recolectan en aguas oceánicas frías y poco profundas en bosques de quelpo. Dichos fertilizantes contienen hasta 60 elementos minerales.
Los Quelpos pardos, por ejemplo, contiene una alta concentración de yodo y varias hormonas vegetales, así como aminoácidos que mejoran
el crecimiento de las raíces.

Productos orgánicos de caja o caseros que contienen nitrógeno, y vienen en general en forma líquida, como extractos de algas y té de
vermicompost, se puede aplicar como abono foliar, a veces junto con micro y oligoelementos. Vermicompost (humus de lombrices
cultivadas, generalmente Rojas Californianas) es probablemente la mejor enmienda orgánica y puede ser hecho en casa, pero esto requiere
un esfuerzo sustancial.

Se puede utilizar estiércol de gallina compostado de gallinas ponedoras, pero la conductividad suele ser alta, lo que constituye un problema
en suelos con alta salinidad. Estiércol de murciélagos o aves, descompuesto de forma natural (guano) está disponible de varias fuentes. Se
encuentra en grandes cantidades en islas costeras de Chile y Perú donde se extrae estacionalmente y de forma sostenible para evitar
perturbar las colonias de aves. El guano contiene cantidades sustanciales de sodio, por lo que no es aconsejable su uso en suelos con
problemas de salinidad. Las reglas del USDA NOP permiten que hasta el 20% del requerimiento anual de N de un cultivo se suministre
como nitrato de sodio (o nitrato chileno con 16% de N), un mineral extraído del desierto de Chile, que también presenta un alto contenido
de sodio, pero los estándares orgánicos de la Unión Europea lo prohíben, complicando así la exportación de banano orgánico a la UE.

Todos los fertilizantes orgánicos aplicados a mano o cualquier enmienda orgánica como el compost deben aplicarse en un círculo sólido
completo sobre toda el área de la 'línea de goteo' en el primer cultivo (plantilla). Una vez seleccionada la unidad de producción de la
próxima generación, se debe aplicar en un arco, tres cuartas partes alrededor de cada hijo de la producción con al menos un radio de un 1,0
metro para evitar raíces 'quemadas' debido al exceso de nutrientes cerca de la mata.

5. Manejo de enfermedades
5.1 Sigatoka negra
El principal problema de la Sigatoka Negra, además de necrotizar el follaje y reducir la producción, es que también induce una 'maduración'
prematura de los bananos en tránsito a los mercados internacionales (ver Fig. 6). Además, la reducción del área fotosintética afecta
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negativamente las reservas del cormo (bulbo) de la planta, retrasa el rebrote (ciclo para la próxima generación) y reduce el tamaño del
racimo (número de manos y llenado de los dedos), y por tanto el peso total del mismo. La poda de hojas (o partes) infectadas para reducir
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la carga de inóculo también abre el dosel de la planta de banano, reduciendo así la sombra en la superficie del suelo y provocando un

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abundante desarrollo competitivo de malezas. En combinación, estos factores llevan rápidamente a la finca bananera a experimentar serias
dificultades económicas debido a la disminución en la producción y al aumento en costos.

Figura 6. Planta Cavendish con síntomas graves de enfermedad causada por Sigatoka negra en los trópicos húmedos.

5.1.1 Control en la producción convencional de banano


Para el control de la Sigatoka Negra en plantaciones convencionales de banano en los trópicos húmedos, se hace necesaria la aplicación
de fungicidas aproximadamente cada semana. Esta practica claramente no es sostenible y se debe cambiar. El número de aplicaciones
depende de las condiciones climáticas en términos de lluvia, humedad y temperaturas mínimas nocturnas. Cuando la evaporación no se
acumula a > 45 mm por semana y las temperaturas nocturnas son > 20 ° C, la Sigatoka Negra aumentara su propagación en las plantaciones
de Cavendish y obstaculizará significativamente la producción de banano orgánico.

En los trópicos húmedos, para controlar la Sigatoka Negra, cada hoja emergente debe ser protegida mediante la aplicación de fungicidas,
tales como clorotalonil o mancozeb , ya que los fungicidas sistémicos han perdido su eficacia debido a la selección de cepas con sensibilidad
reducida. Guzmán (2006) escribió una revisión completa de los procedimientos de control de la enfermedad de Sigatoka en bananos
convencionales desde sus inicios cuando esta enfermedad llegó al Nuevo Mundo. Orozco (2013) editó una monografía completa sobre
Sigatoka Negra la cual, también incluye diversas prácticas de evaluación y controles, necesarios para mantener la enfermedad bajo control.
Díaz-Trujillo et al. (2017) discuten investigaciones recientes sobre el desarrollo de resistencia a fungicidas en Sigatoka negra. En
conclusión, debido a la extrema susceptibilidad de los bananos Cavendish a la Sigatoka Negra; todos los intentos de producción orgánica
para el mercado de exportación de banano fresco, han fracasado a lo largo de las regiones húmedas tropicales.

5.1.2 Control en la producción de banano orgánico


La filosofía de la agricultura orgánica es lograr la sostenibilidad 'mediante el uso de técnicas que fomentan la conservación del suelo y
mejoran la fertilidad de éste; lo que a su vez resulta en plantas resistentes a plagas y enfermedades, mientras producen un cultivo nutritivo
y saludable'. Generalmente se pueden ver resultados positivos en el campo cuando se emplean prácticas orgánicas, sin embargo, éstas no
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funcionan para controlar enfermedades diseminadas por el aire como la Sigatoka Negra. Es erróneo creer que la mejora en la fertilidad y
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Figura 7. Enfermedad grave de la sigatoka negra de los bananos en los trópicos húmedos con hojas cuidadosamente podadas para reducir la probabilidad de
maduración prematura.

la salud del suelo producto de las prácticas orgánicas, pueda dar lugar a que las plantas de banano resistan esta enfermedad tan agresiva,
que afecta su follaje. Las plagas y enfermedades del sistema radicular son una historia totalmente diferente, ya que la vida microbiana
puede ser mejorada por medio de aplicaciones de materia orgánica. Lo anterior estimula la actividad microbiana, ayudando en el manejo
de poblaciones de nematodos y enfermedades transmitidas por el suelo.

A pesar de todas las afirmaciones contrarias, no existe ningún fungicida orgánico eficaz para el control de la enfermedad de la Sigatoka
Negra en los trópicos húmedos. Todos los productos del mercado actual que se 'justifican' a través de anécdotas o evidencias
circunstanciales, sufren deficiencias en el diseño experimental, lo cual imposibilita análisis estadísticos sólidos y conclusiones sobre su
eficacia. Los microorganismos antagonistas aislados de la filosfera de hojas viejas de banano, previenen que las esporas de Sigatoka Negra
germinen en condiciones de laboratorio, pero carecen de eficacia en condiciones de campo. Esto podría deberse a la falta de sustratos
alimentarios adecuados en la hoja 'cigarro' emergente, antes de que llegue una nueva salpicadura y/o un inóculo aéreo, que provoque nuevas
infecciones.

Los fungicidas a base de cobre, algunos permitidos en la agricultura orgánica, tienen eficacia limitada para la Sigatoka negra. De hecho,
pueden ser fitotóxicos para las hojas jóvenes de banano, dependiendo de la formulación, la concentración y el tamaño de las gotas.
Adicionalmente, no pueden ser aplicados de manera frecuente, ya que las regulaciones sobre orgánicos prohíben las aplicaciones continuas
de cobre, con el fin de evitar la acumulación excesiva de este elemento en el suelo, el cual resulta venenoso para la vida en el mismo y a
su vez afecta el desarrollo de las raíces. Las aplicaciones aéreas de aceite mineral están permitidas para banano orgánico, estas retrasan
ligeramente la expresión de la enfermedad, pero no controlan la Sigatoka Negra, y mucho menos son suficientes si las condiciones
climáticas son propicias para la enfermedad. Del mismo modo, y a pesar de ciertas afirmaciones que aseguran su efectividad, los aceites
de origen vegetal (como el aceite de palma y otros) tienen una eficacia insuficiente para el manejo adecuado de la enfermedad.

Hasta ahora, la única práctica capaz de mitigar en cierta medida los efectos de la enfermedad, es la eliminación meticulosa de todas las
áreas necróticas de las hojas afectadas ('quemaduras') de la planta de banano dos veces por semana. Una vez implementada esta práctica
(ver Fig.7), conjuntamente con el desmane (cuatro, cinco y hasta seis manos distales) para así adelantar la fecha de recolección, se puede
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reducir la incidencia de maduración prematura. Sin embargo, esta práctica es extremadamente costosa en mano de obra y reduce la
producción, motivo por el cual, no puede considerarse como un método sostenible a largo plazo. En general, es importante tener en cuenta
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que la Sigatoka Negra es muy agresiva, ya que sus esporas infectan fácilmente la hoja más joven que se desenrolla (hoja 'cigarro') en cada
planta de banano. En los trópicos húmedos, nunca hay una racha seca significativa que pueda reducir el progreso de la epidemia y, por lo

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tanto, la única forma de producir orgánicamente bananas Cavendish de exportación es evitar la Sigatoka Negra plantando en ambientes
muy secos (Ver Fig. 8). Los micro-aspersores aéreos seguirán facilitando el desarrollo de la enfermedad de Sigatoka negra (Wielemaker y
Lobo, 1990).

Figura 8. Imagen de Google Maps que muestra dónde se cultivan bananas orgánicas en el desierto en la
Costa norte del Perú donde el agua es provista por la represa Poechos.

5.2 Pudrición de la corona y moho


Otro desafío importante para los productores de banano orgánico es la ocurrencia de enfermedades poscosecha como la pudrición y el
moho de la corona. Este complejo de enfermedades es causado por una variedad de hongos. Los patógenos más comunes y prevalentes son
especies del género Fusarium, Colletotrichum, Gloeosporium y Chalara (anteriormente conocido como Botryodiplodia). Este último es
especialmente agresivo (ver Fig. 9). La limpieza en la planta de empaque es importante para reducir la presión del inóculo y así evitar la
contaminación. Como el tejido de la corona de una mano cortada, es en esencia, una herida grande, es difícil entregar un gajo de banano
al consumidor final con una corona sana, fresca y limpia.

5.2.1 Métodos de tratamiento


Los bananos convencionales se tratan con fungicidas como tiabendazol, imazalil o azoxistrobina, que se aplican solos o en combinación.
La nebulización mecánica en cámaras, con boquillas fijas, son frecuentemente parte de la línea de empaque, tratando cada bandeja de gajos
de banano durante unos segundos, utilizando tanques de inmersión, cascadas, rociadores de mochila o aplicaciones con brocha. Las coronas
del banano orgánico se tratan con productos naturales como extracto de semilla de cítricos.

Un método más reciente y práctico que conserva eficazmente las coronas de banano orgánico es el de la aplicación de una envoltura de
poliolefina parafinada (Parafilm o ParaSeal) a cada corona individual (Ver Fig. 10). Esta envoltura priva de oxígeno a las esporas de
podredumbre y moho, creando un entorno de atmósfera modificada en miniatura (AM) alrededor de cada corona. Estos materiales no son
baratos y la operación es laboriosa, pero ahorra el mayor costo de alternativas como bolsas al vacío y el costo de mano de obra involucrado
con la apertura de bolsas en las instalaciones de maduración. Por lo tanto, permite enviar bananos orgánicos en contenedores refrigerados
estándar y permite la maduración normal. La protección de la envoltura de poliolefina parafinada permanece en la corona hasta la etapa de
minorista, mientras que los tratamientos de Ambiente Controlado (AC) o de atmosfera Modificada (AM) se eliminan varios días antes al
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inicio del proceso de maduración. La herida cubierta evita que el látex exude de la corona, manteniendo la turgencia del tejido, y dando a
la corona un aspecto fresco.
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Figura 9. Chalara sp. (anteriormente conocida como Botryodiplodia sp.) es una enfermedad poscosecha muy agresiva.

Una solución orgánica para controlar la pudrición y el moho de poscosecha durante el tránsito a mercados de exportación sin el uso de
fungicidas, supone un empacando de los bananos en bolsas de plástico cerradas dentro de la caja de cartón. Esta práctica de larga data se
conoce como empaque al vacío y también se utiliza en el comercio convencional del banano, ya que prolonga la vida verde de la fruta.
Esta técnica de empaque elimina el oxígeno, aumentando así el nivel de dióxido de carbono, creando un AM que inhibe el crecimiento de
patógenos. El cambio en la proporción de estos gases es causado por la respiración de los bananos. Como las bolsas son apropiadamente
cerradas, los bananos utilizan el oxígeno que queda dentro de la bolsa. El nivel de oxígeno dentro de la misma, cae lenta pero
constantemente, reduciendo así, la intensidad respiratoria al mínimo metabólico requerido, extendiendo sustancialmente la vida verde de
los bananos.

Se recomienda la práctica de emplear bolsas al vacío para transportar bananos orgánicos y bananos convencionales, ya que no implica el
uso de ningún producto químico. Si la bolsa no es cerrada herméticamente en su totalidad, no se lograrán los beneficios. El nivel de oxigeno
no debe caer por debajo del 2% (lo que evita que la fruta madure normalmente) ya que provocaría síntomas de "piel negra".

Los contenedores de envío más nuevos con puertas de cierre más ajustadas y tasas de fuga de aire más bajas pueden poner en riesgo una
carga de banano y provocar 'piel negra' debido a la falta de oxígeno, especialmente si los bananos ya están empacados en bolsas al vacío.
Como se señaló, las bolsas se deben cortar y abrir de manera manual antes de ser ingresadas en la cámara de maduración. Bolsas especiales
de polietileno microperforado han sido desarrolladas con permeabilidad variable al O2 y CO2 mediante micro perforaciones en el plástico.
Estos se conoce como empaques en atmósfera modificada (EAM). Varias tecnologías comerciales existen en el mercado. A diferencia de
las bolsas al vacío, la fruta se puede madurar sin tener que cortar las bolsas EAM para abrirlas, lo que ahorra mano de obra y reduce costos.

En lugar de alcanzar el equilibrio del 2% de oxígeno mediante el uso de vacío o bolsas de plástico microperforado, ahora se cuenta con
contenedores de envío de 40 pies que hacen exactamente lo mismo en escala macro. Todas estas unidades funcionan según el principio de
reducir O2 o generar CO2 . La atmósfera gaseosa se cambia añadiendo más N del que ya existe en el ambiente, el cual reemplaza el oxígeno
presente en el contenedor, denominándose atmósfera controlada (AC). Existen procedimientos detallados para el establecimiento de AM
o AC para que alcancen niveles óptimos de N2, O2 y CO2, en contenedores refrigerados, y en bodegas de carga completa.

Las técnicas AM, EAM y AC están permitidas bajo la regulación orgánica y representan soluciones perfectas, ya que únicamente implican
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la alteración de la atmósfera gaseosa alrededor de la fruta, preservando la frescura, sin necesidad de aplicar fungicidas químicos poscosecha.
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Figura 10. Coronas envueltas individualmente en poliolefina con parafina.

Involucra más costos en mano de obra, materiales y equipos y aún así no se utilizan ni siquiera en los principales mercados para bananos
convencionales de América del Norte y Europa. Los mercados más distantes, sin embargo, generalmente se suministran mediante AC.

6. Manejo de plagas de nematodos e insectos


6.1 Nematodos y barrenadores del cormo
Además de la Sigatoka negra, existen otros desafíos para el cultivo del banano sembrado de manera sostenible y orgánica, como lo son los
nematodos y los gorgojos del cormo. Si bien Radopholus similis es el nematodo predominante en cuanto a la afectación de los bananos en
América Central y del Sur, existen otros nematodos que también contribuyen en la infestacion de sus raíces. Estas infestaciones provocan
la pérdida de agua y alteraciones en la absorción de nutrientes, causando pérdidas sustanciales, como la disminución en el peso del racimo,
debido a un numero menor de manos y dedos más cortos, la pérdida en la proporción de retoños (racimos por mata por año) y, las pérdidas
inmediatas de unidades de producción debido a plantas caídas ('vuelcos').

Los productores de banano convencionales controlan estos nematodos y el barrenadores del cormo (Cosmopolites sordidus ) al mismo
tiempo, utilizando nematicidas sintéticos. Los organofosforados fenamifos, etoprop, terbufos o cadusafos se rotan con los carbamatos,
oxami o carbofuran para evitar la selección de poblaciones con reducida sensibilidad. De no aplicarse estos productos químicos, una gran
cantidad de plantaciones convencionales de banano, serían económicamente inviables. El uso de nematicidas es la principal razón por la
cual ha sido posible cultivar monocultivos de Cavendish durante décadas, sin rotación de cultivos o períodos de barbecho. Sin embargo si
el cultivo convencional de banano pretende ser más amigable ambientalmente, el uso de nematicidas sintéticos deberá prohibirse o reducirse
drásticamente.

El enfoque orgánico para mantener los nematodos en niveles aceptables, se basa en el principio de que los suelos sanos darán como
resultado raíces sanas. Aplicaciones anuales de 20 toneladas por hectárea de un abono orgánico maduro, han demostrado mantener las
poblaciones de Radopholus bajo control. Nematicidas biológicos existen y se basan en el nematófago natural del género de hongos
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Paecilomyces. Adicionalmente, los microorganismos que mejoran la salud de las raíces, Streptomyces, Pseudomonas , Bacillus y
Trichoderma también se aplican con frecuencia.
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Las poblaciones de barrenadores del cormo en las plantaciones de banano orgánico se pueden reducir utilizando trampas de 'sándwich'
hechas de pseudotallos frescos. Mediante la adición de una feromona a la trampa, de la cual existen varias versiones comerciales, se
aumentan considerablemente las tasas de captura, manteniendo así las poblaciones a niveles manejables a lo largo del tiempo. Aplicaciones
alrededor de la base del cormo de productos biológicos comercialmente disponibles a base de hongos Beauveria y Metarhizium, infectan
los barrenadores ayudando a reducir sus poblaciones. Ambos hongos pueden ser 'cultivados en casa' en instalaciones relativamente
sencillas.

6.2 Insectos
Existen numerosas plagas de insectos que afectan a los bananos. La plaga mas critica y a su vez más difícil de controlar es aquella que
afecta el racimo. Aunque existe una gran variedad de insectos causantes de daños en las plantaciones de banano, las plagas de racimo de
principal preocupación son los trips, las escamas, las cochinillas y los escarabajos. En el cultivo convencional de banano, bolsas de plástico
(tiras o bufandas) son impregnados con insecticidas (ingredientes activos como clorpirifos, buprofezina, bifentrina e imidacloprid) y
colocadas sobre el racimo en crecimiento durante aproximadamente 3 meses.

El concepto de bolsa impregnada, que solo protege el racimo, es un buen ejemplo de manejo integrado de plagas en el contexto de
producción convencional de banano, ya que evita la fumigación general. Este método obviamente no puede ser utilizado en la producción
de banano orgánico. Sin embargo la bolsa plástica usada en el cultivo de banano orgánico, puede contener insecticidas botánicos no
sintéticos. Las bolsas plásticas ya mencionadas, protegen los racimos del banano de los arañazos de los pájaros y los murciélagos y también
estimulan la tasa de desarrollo de la fruta, lo cual se traduce en una cosecha más temprana y en un ciclo más corto.

6.2.1 Trips del óxido rojo


El trip de Mancha Roja (Chaetanaphothrips spp.) Es probablemente la amenaza de plaga más compleja para la producción de banano
orgánico. El daño cosmético causado por este insecto dificulta su comercialización debido al rechazo por el consumidor (ver Fig. 11). El
límite en términos del número de insectos por racimo es por lo tanto extremadamente bajo. Se requieren ciclos de aspersión frecuentes
para que los racimos de banano emergentes puedan controlar los trips en las fincas de banano orgánico. Los insecticidas botánicos más
eficaces son la piretrina, derivada de la flor de piretro y la espinosad, cuyo ingrediente activo es producto de la fermentación de la bacteria
del suelo Saccharopolyspora spinosa. Una vez que las infestaciones se agravan, se requiere rociar pseudotallos enteros, con o sin racimo.
Todos estos procedimientos también reducirán la infestación de los trips de las flores (Frankliniella spp.), los cuales también pueden causar
daños a la fruta en fincas de banano orgánico.

De acuerdo con las regulaciones orgánicas de la EPA de los EE. UU. y del Programa Nacional Orgánico (por sus siglas en inglés, NOP),
los agricultores orgánicos ya no están autorizados para utilizar ciertos insecticidas naturales. Estos incluyen la nicotina y la rotenona,
debido que para sus fabricantes no es rentable proporcionar la información toxicológica necesaria para poder registrar nuevamente estos
productos botánicos. Los insecticidas botánicos como la sabadilla y la piretrina pueden también ser prohibidos en el corto plazo, debido a
la falta de apoyo de datos toxicológicos. Dichos datos son extremadamente costosos de generar y no se justifican ya que como sustancias
naturales, estos productos no se pueden patentar y no devuelven la inversión.

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Figura 11. Daño severo causado por trips del óxido rojo, que causa daño cosmético y hace que el banano no sea comercializable.
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6.2.2 Escarabajo cicatrizante de la fruta del banano
El escarabajo Colaspis (Colaspis ostmarki) es otro insecto desafiante para los productores de banano orgánico. Los adultos de Colaspis
pueden volar y ambos sexos dañan la fruta. En la actualidad, su único tratamiento, es la prevención mediante el uso de una funda de tela
'no tejida', hecha de polipropileno. La funda debe colocarse muy temprano sobre la bellota joven recién emergida y debe cerrarse
herméticamente en ambos extremos. Para proteger la fruta en una plantación orgánica, los ciclos de enfunde deben realizarse dos o tres
veces por semana.

6.2.3 Cochinillas e insectos escamas


Las cochinillas y los insectos escamas son difíciles de controlar. Hay varias cochinillas pertenecientes a los géneros Pseudococcus,
Dysmicoccus, Planococcus y Ferrisia . Las cochinillas adultas dejan una secreción pegajosa, llamada 'moho pegajoso’, el cual facilita el
desarrollo de mohos negros y genera goteos en las manos inferiores, agravando así el problema.

La escama del coco Aspidiotus destructor y la escama de orquídea Diaspis boisduvalii son insectos comunes en América Latina. Las
escamas generalmente se mueven lentamente pero eventualmente llegan a la fruta si no se controlan de manera oportuna. Las cochinillas
y las escamas no causan necesariamente grandes daños, sin embargo, se consideran como organismos de cuarentena 'bichos accionables'
en muchos puertos de llegada, resultando en contenedores retenidos durante varios días hasta que los insectos son identificados por un
entomólogo calificado. Dependiente del resultado de la identificación, todo el contenedor debe ser fumigado o devuelto a su país de origen.
Ya que en los bananos orgánicos, la fumigación sintética no es permitida y al no existir un fumigante natural eficaz, los contenedores son
rechazados, devueltos o destruidos.

La presencia de pequeñas cantidades de cochinillas e insectos escamas es muy difícil de detectar debido a que estos se esconden entre los
dedos y el cuello de los bananos e incluso en los restos de las cicatrices de las flores en la punta del banano, por lo que se requiere de una
inspección minuciosa (Fig. 12). Además de ‘insectos accionables' presentes desde la cosecha, insectos 'polizontes' pueden arrastrarse o
volar dentro del contenedor cuando las puertas están abiertas durante el proceso de carga, potencialmente causando problemas de
cuarentena. Para prevenir la incursión y el posterior transporte de insectos durante la carga se han instalado mallas de protección en los
puertos. Estos insectos presentan un desafío considerable para los productores de banano orgánico ya que un solo insecto detectado en el
puerto de entrada resultará en pérdidas económicas muy elevadas.

Figura 12. Los bananos orgánicos destinados a Japón y Corea necesitan una inspección minuciosa antes de ser enviados al mercado, ya que un solo insecto
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puede causar problemas de cuarentena en el puerto de entrada.


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7. Manejo de malezas
Mantener las malezas bajo control presenta un desafío considerable en el cultivo de banano orgánico, ya que las malezas compiten con los
bananos por los nutrientes. El objetivo básico del control de malezas es asegurar que la competencia por los nutrientes favorezca el cultivo
del banano. La proliferación escalada de las malezas debe ser prevenida para evitar la necesidad de una limpieza excesiva del pseudotallo
y el racimo.

Es importante mantener cubierta la superficie del suelo de una finca bananera, idealmente con un cultivo de cobertura, lo cual además
ayudará a prevenir la erosión. Bananos cultivados convencionalmente reciben al menos cuatro ciclos anuales de herbicidas utilizando los
siguientes herbicidas en rotación: glifosato, glufosinato de amonio, paraquat, diquat, una mezcla de paraquat con diquat, diurón, glifosato
trimesio o indaziflan. Ametryne se usa exclusivamente alrededor de la plantación por ser fitotóxico para el banano. Aplicar un sello
presiembra pre emergente del herbicida oxifluorfeno ayuda a los productores de banano convencionales durante al menos el primer mes
después de plantar en suelo desnudo, ya que evita que las semillas de malezas germinen.

Ninguno de estos herbicidas sintéticos está permitido en la producción de banano orgánico. En una plantación de banano convencional
bien gestionada libre de la defoliación causada por Sigatoka Negra, los ciclos para el control de malezas pueden reducirse ya que la sombra
la suprime las malezas. Únicamente parches con presencia de las complicadas malezas de césped, necesitan ser mantenidos bajo control.

7.1 Cortar y segar


Aparte de las aplicaciones de vinagre concentrado, no existen productos no químicos eficaces en el control de malezas para el agricultor
de banano orgánico. El control de malezas por lo tanto requiere de la aplicación de métodos culturales. Únicamente el corte manual de las
malezas es permitido en el cultivo de banano orgánico, lo que se traduce en un costo significativo en mano de obra. Las malezas gramíneas
son más problemáticas que las malezas de hoja ancha, ya que compiten de manera más agresiva con el sistema radicular relativamente
superficial de una planta de banano.

Los pastos invasores como el pasto elefante y el pasto ‘Nutsedge’ deben controlarse o incluso erradicarse a mano para ser sacados de la
plantación antes de que se multipliquen. Las malezas pueden albergar plagas o serpientes, por lo tanto, deben mantenerse bajas por razones
de control de plagas y seguridad. A su vez pueden albergar virus como el Virus del Mosaico del Pepino, el cual puede ser transmitido a los
bananos a través de insectos, provocando una reducción del rendimiento y dando lugar a una maduración con manchas y aumentando así
la necesidad de eliminar las plantas con el virus.

Las malezas en las plantaciones de banano orgánico se controlan principalmente con machete y cortadoras que utilizan un hilo de nailon
giratorio. Se debe tener cuidado de no dañar las plantas de banano recién sembradas o sus flores. Los ciclos de control deben ser lo
suficientemente frecuentes para evitar que las malezas formen semillas y se dispersen. Una vez que un banano orgánico recién plantado
cierra su follaje, se aumenta el área de cobertura de sombra sobre la superficie del suelo, disminuyendo así la abundancia de malezas.

7.2 Cobertura del suelo: residuos del cultivo, plantas coberturas y otras técnicas
Como se señaló anteriormente, el control de las malezas realizado antes de que se alcance la etapa del follaje cerrado es bastante desafiante.
Una vez comienza la cosecha, todos los residuos del cultivo deben estar bien distribuidos por el piso de la plantación para sofocar las
malezas tanto como sea posible. Estos residuos no deben eliminarse de la base de las plantas, ni ser colocados en montículos. Las malezas
deben mantenerse lo más bajas posible y en un círculo de al menos 1 m de diámetro alrededor de cada planta. La limpieza de hojarascas
en la base del cormo solo debe permitirse justo antes de la aplicación de un fertilizante orgánico.

Cultivar una cubierta vegetal utilizando plantas seleccionadas, adaptadas para crecer bajo el follaje de banano cerrado, es una buena práctica
para controlar las malezas y prevenir la erosión del suelo, promoviendo condiciones saludables en el suelo para la producción a largo plazo.
La forma más efectiva es manejar y fomentar el crecimiento de malezas de hoja ancha nativas, creando una mezcla de plantas como cultivo
de cobertura. Idealmente, el cultivo de cobertura debe adaptarse a las condiciones cambiantes estacionales como sombra, exposición total
a la luz solar, estrés por frío y calor, tolerancia al estrés hídrico y capacidad de recuperación después de una inundación.

La selección, multiplicación, introducción y establecimiento de un cultivo de cobertura en una la plantación no es fácil ni de bajo costo.
Debe tolerar o superar la competencia de hierbas/malezas y debe crecer debajo y a través de los residuos de cultivos de banano. También
debe ser de raíz poco profunda, que no compita directamente con el cultivo del banano. No debe trepar pseudotallo o los hijos del banano,
tampoco debe albergar enfermedades, atraer plagas, convertirse en una planta huésped o impedir que los trabajadores atiendan las plantas
de banano. Un cultivo de cobertura debe prevenir la erosión del suelo, suprimir las malezas, mejorar las características físicas del suelo y
estabilizar la temperatura del mismo. A su vez, también debe aliviar la compactación del suelo y mejorar la tasa de infiltración del riego y
de agua de lluvia que transporta nutrientes cuando se aplica a las raíces.

Wielemaker et al. (1997) demostró como los cultivos de cobertura 'Maní de Pinto' (Arachis pintoi ) y ’Oreja de Raton’ (Geophila repens
o G. macropoda) no compiten con el cultivo de banano en términos de producción en una finca bananera convencional. Este ensayo
replicado, realizado durante seis años y medio, comparó estos dos cultivos de cobertura con el procedimiento estándar operativo, utilizando
los herbicidas glifosato y paraquat, y con motoguadaña. La Oreja de Ratón demostró ser el mejor de los dos cultivos de cobertura, ya que
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mantiene un hábito de crecimiento bajo y no actúa como hospedero de los nematodos del banano. Así mismo, el cultivo de Oreja de Ratón,
ofrece una muy buena cobertura para plantaciones de banano, ya que los restos de las hojas de banano no sofocaron las plantas de cobertura
establecidas, las cuales crecieron a través de él sin ninguna dificultad. Éste fue un nuevo desarrollo, ya que cualquier planta que creciera
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en una plantación, distinta a una planta de banano, era considerada anteriormente como una maleza (Fig. 13).

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Figura 13. El cultivo de cobertura indígena 'Oreja de ratón' (Oreja Rató ) se adapta muy bien al
piso de la plantación de banano.

Se han probado otros métodos para controlar las malezas, como por ejemplo la solarización con lonas de plástico que 'cocinan' la epidermis
de las malezas. Cuando se quita la cubierta, la luz del sol completará entonces el marchitamiento del follaje. El control de malezas con un
tractor pequeño y una la lona estirada, bajo la cual se inserta vapor de agua, ha tenido éxito en las siembras en hileras. Un resultado algo
similar se logra con los lanzallamas alimentados por gas y en cierta medida, también con la aspersión de aceites vegetales. Sin embargo,
las malezas tratadas con los métodos descritos tienden a volver con bastante rapidez ya que las raíces no se ven afectadas.

8. Discusión
La industria bananera en general necesita un cambio radical si se quiere manejar la Sigatoka Negra de forma ambientalmente amigable.
Habrá que invertir en la sostenibilidad del cultivo convencional de banano en los trópicos húmedos y convertir grandes áreas hacia la
producción orgánica tan pronto como sea posible. Una solución alternativa es desarrollar variedades con resistencia durable, ya sea a través
de la recombinación clásica o a través de la mutagénesis inducida, la cual permite la selección de somaclonales resultantes de la producción
de plantas in vitro. Desafortunadamente, e incluso después de muchas décadas, un clon de Cavendish con resistencia a la Sigatoka negra
nunca ha sido desarrollado con éxito. Los pocos clones con susceptibilidad reducida tuvieron valores brix muy bajos (una medida para el
dulzor) y por lo tanto, no eran comercialmente viables. El único rasgo de mutación pura encontrado en Cavendish fue el enanismo. Estos
individuos fueron encontrados en las plantaciones de Giant Cavendish y se convirtieron en la variedad Dwarf Cavendish (o Ecuador
Dwarf), la cual cambio la industria debido a su alta resistencia a las altas velocidades del viento, lo que evita su caída (volcamiento). Lo
anterior ocurrió antes de que el tejido de cultivos se convirtiera en el método principal en la producción de material de siembra.

La posibilidad de encontrar hoy una planta resistente a la Sigatoka negra con multiplicación in vitro, en teoría debería ser mucho mayor
debido a la varianza somaclonal. Basado en pura selección de millones de plantas gigantes de Cavendish producidas in vitro, el Instituto
de Investigación del Banano de Taiwán encontró algunas líneas con susceptibilidad reducida al hongo Fusarium oxysporum f.sp. cubense
Tropical Race 4. Estas se ven como una solución temporal a los problemas de TR4 en Asia y África y se llaman Variantes Cultivadas de
Tejido Cavendish Gigante (GCTCV), como la GCTCV-119, la GCTCV-218 y la GCTCV-219. Desafortunadamente, la variación
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somaclonal nunca ha dado como resultado una planta comercialmente interesante y que a su vez presente una reducida susceptibilidad a la
Sigatoka Negra.
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La Fundación Hondureña de Investigación Agrícola ha anunciado recientemente un programa de mejoramiento clásico renovado (Fig. 14).
Aunque éste renovado esfuerzo por mejorar Cavendish se centra en la amenaza de TR4, el (los) padre (s) masculino (s) con una presunta
resistencia al TR4 también pueden proporcionar resistencia (parcial) a la Sigatoka negra. Dependiendo del nivel de resistencia obtenido,
podría contribuir al cultivo de banano convencional con una reducción de insumos fungicidas, incluso llegando a convertir grandes áreas
al cultivo de banano orgánico en los trópicos húmedos, lo cual podría ser generador de grandes cambios en la industria. Sin embargo, una
variedad nueva de este tipo, siempre será una copia cercana y nunca una copia fiel al tipo de Cavendish. Programas de mejoramiento
clásico también son realizados por el CIRAD en Guadalupe, y por la Corporación Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA)
en Cruz das Almas. Estos representan un conjunto modesto de programas de mejoramiento para un cultivo tan importante, aun así, cualquier
nueva iniciativa que contribuya a una producción bananera más sostenible debe ser bienvenida.

Debido a que la ingeniería genética está prohibida en la agricultura orgánica, desafortunadamente no es una opción para llegar a una
variedad de banano resistente a la Sigatoka Negra (Manning 2004; Ronald y Adamchak, 2008). Sin embargo, se convertirá en una opción
en la producción de banano convencional en un futuro próximo. El resultado sería una copia fiel 100% de la variedad Cavendish. Éste sería
un cambio importante para la industria bananera convencional, ya que permitiría la producción de banano en los trópicos húmedos con
insumos limitados de fungicidas para el control de la Sigatoka Negra. Nuevas tecnologías como la cisgénesis (utilizando genes de especies
silvestres no comestibles, pero bananos resistentes) pueden hacer que las tecnologías de modificación genética sean más aceptables para
el público en general (Dale et al., 2017). En este sentido, la reciente tecnología CRISPR Cas-9 es mucho más precisa porque edita solo
genes particulares, y podría ser utilizada para diseñar bananos Cavendish resistentes a la Sigatoka Negra sin insertar ADN foráneo. Por lo
tanto, es una tecnología prometedora para mejorar la resistencia a las enfermedades, no solo para Sigatoka Negra, sino también al
marchitamiento por Fusarium (TR4) y la enfermedad del virus de banano llamado ‘Bunchy Top’ (BBTV). La Universidad de Wageningen
en los Países Bajos y la Universidad Tecnológica de Queensland(QUT) en Australia están trabajando en tecnologías de ingeniería para
lograr estos objetivos.

Figura 14. Reproducción clásica que muestra la polinización de Cavendish con Cavendish para crear un tetraploide, para ser cruzado luego con un diploide
resistente a enfermedades.

Otros desarrollos potenciales están en la nutrición. En la nutrición convencional de banano se utiliza urea (o sulfato de amonio) cubierta
con un polímero de azufre de liberación lenta. Estas formulaciones de liberación controlada (CRF) están diseñadas para imitar la liberación
lenta lograda con fertilizantes orgánicos, suministrando el mismo NO3 -y/o NH4 como nutrientes para las raíces. Este enfoque ofrece una
solución potencial para aliviar la escasez y el alto costo de fertilizantes orgánicos y enmiendas de fuentes a veces limitadas (como guano
y quelpo). Sin embargo, algunos expertos orgánicos se oponen a este enfoque, debido a que la urea se obtiene sintéticamente de la atmósfera
que contiene 78% N por una industria emisora de carbono. Un desafío clave es producir fertilizantes CRF de una manera más sostenible.
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Allí existe la necesidad de una nueva forma de pensamiento si es que la producción de banano orgánico llegase a reemplazar la producción
convencional una vez que se resuelva el problema de la Sigatoka Negra.
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9. Dónde buscar más información


Soto (2016), 'Bananos, Tecnologías de Producción' contiene información sustancial sobre enmiendas orgánicas del suelo. Una obra
fundamental titulada 'Agricultura Orgánica' del científico alemán Albrecht Benzing (2001) es probablemente uno de los mejores libros
sobre agricultura orgánica escrito en español y es aplicable a la región andina de América Latina. Gary Zimmer (2000), 'The Biological
Farmer' está orientado a la agricultura en América del Norte y ofrece conocimiento considerable sobre el cuidado del suelo y su
productividad.

En 'Dirt, The Erosion of Civilizations', Montgomery (2007) describe de manera experta cómo la humanidad ha tenido poco cuidado de los
suelos, desde las civilizaciones antiguas hasta los tiempos modernos. Una vez más, el enfoque en el suelo y la salud del suelo en la
agricultura orgánica es la base de esta práctica agrícola. Montgomery y Biklé (2016) en un nuevo libro, 'The Hidden Half of Nature: The
Microbial Roots of Life and Health ', explica cómo funcionan los microorganismos en la rizosfera, nuevamente enfatizando el suelo como
sustrato de vida y crecimiento vegetal. La Sociedad de Ciencias del Suelo de América tiene un sitio web muy bueno que promueve la
importancia de la educación sobre suelos y la vida del suelo y el requisito de un suelo "rico" para la producción agrícola. Para mejorar la
vida del suelo se pueden comprar inoculantes microbianos listos para usar o 'hechos en casa' atrapando microorganismos eficientes (ME)
en bosques cercanos.

Los nutrientes presentes en el suelo son liberados por el aumento de la actividad microbiana. Las micorrizas arbusculares formadoras de
vesículas con hongos que solubilizan el fosfato y la bacteria Azotobacter fija el N. El microbioma de la raíz del banano necesita mucho
más estudio para mejorar nuestra comprensión. Draye (2010) en un capítulo titulado 'Banana Roots, Architecture and Genetics', hizo una
muy buena contribución en este campo en el libro 'Plant Roots, The Hidden Half'. Un simposio denominado 'Sistema de raíces de banano:
hacia una mejor comprensión de su gestión' también proporciona un buen comienzo para abordar este tema (Turner y Rosales, 2004).

El mejor libro, quizás el único dedicado exclusivamente a la nutrición del banano, es publicado en español por la asociación colombiana
de productores de banano (AUGURA), y está escrito por los científicos del Centro de Investigación Cenibanano Dr. Javier Sánchez y el
Dr. John Jairo Mira (Sánchez y Mira, 2013). Este brinda la información general más completa sobre la nutrición del banano. Otras buenas
fuentes son 'Plan de manejo de nutrientes para sistemas orgánicos, y guía de implementación’ 'de Dufour et al. (2014) y la publicación del
USDA/Servicio Nacional de Conservación de Recursos (por sus siglas en ingles NRCS, 2016), que contiene información en su sitio web
sobre agricultura orgánica, similar a la del Soil Science Society of America (SSSA, 2016).

10. Descargo de responsabilidad


El autor ha tratado de describir con la mayor precisión posible las prácticas y desafíos de la industria bananera convencional mientras se
discuten las alternativas y limitaciones existentes en el cultivo de banano orgánico. Todas las fotografías fueron tomadas por el autor y
deben considerarse protegidas por derechos de autor sin excepción.

11. Sobre el autor


El autor se graduó del Tropical Agricultural College en Deventer en los Países Bajos. Ha trabajado en puestos de investigación y desarrollo
en la industria bananera en Latino América desde 1978, de los cuales 33 años fueron con Dole Fresh Fruit Internacional, principalmente
en el campo del control de plagas y enfermedades, especialmente en los aspectos relacionados con el control de la Sigatoka Negra.
Motivado por el deseo de cambiar la industria, fue pionero con el programa orgánico de Dole en 1995 y, con su equipo convirtió a Dole
en el líder actual en la producción y comercialización de banano orgánico (y piña orgánica). Finalmente ocupó el puesto de Director de
Investigación en la sede de Dole en San José, Costa Rica. Actualmente, él está activo como consultor independiente (AGROASESORIA
SA) trabajando con clientes en toda América Latina. Es cofundador y director de una empresa exportadora de banano orgánico. (a través
de CONDOR SAC), así como de una empresa de insumos de materiales orgánicos (LIVING GROUND SAC) en Perú, desde donde
comercializa insumos clave para los productores de banano orgánico en toda Latinoamérica y así como bananos orgánicos certificados en
los Estados Unidos y la UE (a través de TRANSASTRA SA).

12. Referencias
Benzing, A. (2001). Agricultura Orgánica: Fundamentos para la Región Andina. Neckar-Verlag,
Germany, 682pp.

Dale, D., Paul, J.-Y., Dugdale, B. and Harding, R. (2017). Modifying bananas: From transgenics to
organics? Sustainability, 9(3): 333–46.
21

Diaz-Trujillo et al. (2017). A new resistance mechanism to azole fungicides in the fungal banana Black
Sigatoka pathogen Pseudocercospora fijiensis is driven by increased expression of Pfcyp51 through
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multiple promotor repeats. Molecular Phytopathology. doi:10.1111/mpp.12637.

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