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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

Carrera de Psicología

INSATISFACCIÓN CORPORAL Y SEXTING EN


MUJERES UNIVERSITARIAS DE LIMA
METROPOLITANA

Tesis para optar el Título Profesional de Licenciado en Psicología

ROSALUZ ALHELI SUBILETA YANGALI


(0000-0002-7500-0035)

Asesor:
Dr. Ysis Judith Roa-Meggo
(0000-00001-7750-9807)

Lima - Perú
2022
I

Dedicatoria

Este trabajo va dedicado a mis padres, quienes me brindaron su apoyo incondicional durante
este proceso. También a todos mis amigos y familiares que con sus palabras de aliento me
impulsaron a seguir adelante.
II

Agradecimiento

Gracias a mis padres porque sin su apoyo, no hubiera logrado alcanzar este objetivo, gracias
por creer en mí y llenarme de palabras de aliento en los momentos que más lo necesitaba, a
mis tíos Cesar y María Elena por siempre estar pendientes de mí y aconsejarme, a mi abuelita
por su amor incondicional y apoyo total.
III

Resumen

El objetivo de la presente investigación fue determinar la relación entre la insatisfacción


corporal y sexting en mujeres universitarias de Lima Metropolitana. Este estudio se basa en un
diseño correlacional simple. La muestra estuvo conformada por 262 mujeres universitarias de
nacionalidad peruana con un rango de 18 a 28 años de edad (M = 23; DE = 3.35), residentes
de Lima Metropolitana. Se utilizaron los instrumentos Body Shape Questionnaire (BSQ) y la
Escala de Conductas de Sexting (ECS). Los resultados señalan la existencia de una relación
directa entre la insatisfacción corporal y sexting de baja magnitud (r = 0.25) Asimismo la
dimensión frecuencia de recepción presenta una relación directa y de baja magnitud (r = 0.29)
con la insatisfacción corporal, la dimensión estado de aislamiento presento una relación directa
y de baja magnitud (r = 0.20) con la insatisfacción corporal, por último la dimensión envío de
contenido presenta una relación directa aunque de baja magnitud (r = 0.20) con la insatisfacción
corporal, sin embargo, las dimensiones actos sociales y sentimientos de inmoralidad no
presentaron una relación con la insatisfacción corporal, pues su magnitud fue insignificante.
En conclusión, existe una relación directa entre la insatisfacción corporal y el sexting.

Palabras clave: Insatisfacción corporal, mujeres universitarias, sexting.


IV

Abstract

The objective of this research was to determine the relationship between body dissatisfaction
and sexting in university women from Metropolitan Lima. This study is based on a simple
correlational design. The sample consisted of 262 university women of Peruvian nationality
with a range of 18 to 28 years of age (M = 23; SD = 3.35), residents of Metropolitan Lima. The
Body Shape Questionnaire (BSQ) and the Sexting Behavior Scale (ECS) were used. The results
indicate the existence of a direct relationship between body dissatisfaction and sexting of low
magnitude (r = 0.25). Likewise, the reception frequency dimension presents a direct
relationship and of low magnitude (r = 0.29) with body dissatisfaction, the state dimension of
isolation presented a direct relationship and of low magnitude (r = 0.20) with body
dissatisfaction, finally the dimension sending content presents a direct relationship although of
low magnitude (r = 0.20) with body dissatisfaction, however, the dimensions social acts and
feelings of immorality did not present a relationship with body dissatisfaction, since their
magnitudes were insignificant. In conclusion, there is a (direct) relationship between body
dissatisfaction and sexting.

Keywords: Body dissatisfaction, sexting, university women


V

Tabla de contenido

INTRODUCCIÓN 1

MÉTODO 16

Tipo y Diseño de Investigación 16

Participantes 16

Instrumentos de Medición 17

Procedimiento 18

Análisis de Datos 18

RESULTADOS 20

DISCUSIÓN 23

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 29

ANEXOS 36
VI

Índice de tablas

Tabla 1. Análisis descriptivo de insatisfacción corporal y las dimensiones del sexting 20

Tabla 2. Análisis de la relación entre insatisfacción corporal y sexting 22


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Introducción

Durante la pandemia de covid-19 en el mundo se han dado restricciones en distintas

áreas, campos y ámbitos. Con respecto a las vivencias de las parejas, se vio afectada de

manera drástica su interacción sexual (Ibarra et al., 2020). Las tecnologías de la información

y la comunicación (TIC) fueron imprescindibles durante este tiempo, ya que permitieron que

las personas se sigan desarrollando virtualmente, permitiendo la interacción social, el

desarrollo laboral y académico e incluso, mediante ellas, la realización del sexting (Dorantes,

2018; Gómez-García et al., 2020). El sexting consiste en enviar o recibir videos, fotos o

mensajes con contenido sexual, convirtiéndose en un medio exploratorio de la sexualidad y

de comunicación entre las parejas. Así, el sexting ha sido una manera de expresar la

sexualidad durante la pandemia, y más aún en los periodos de distanciamiento social

(Lordello et al., 2021).

En la práctica del sexting hay diferencias entre géneros, generación, y cultura, por

ejemplo, en España, las españolas utilizan mucho los aplicativos y las redes sociales, pero son

los varones los más activos en el sexting, y este fenómeno aparece con mayor intensidad en la

comunidad marroquí; en otras poblaciones y dependiendo de la edad el sexting tiene un uso

de diversión más que de satisfacción sexual, pues lo aplican como una manera de bromear sin

mayor daño, pero lo peligroso es cuando lo aplican hacia personas desconocidas causando

temor y malestar. Culturalmente se ha visto que personas con niveles bajos de autoconciencia

son los más activos en el sexting (Soriano et al, 2019).

El envío de este material en ocasiones puede resultar peligroso para el protagonista

del archivo, puesto que se puede usar de manera indebida por el receptor o por terceros en

caso de pérdida del dispositivo o cuenta; el impacto psicológico negativo del sexting, en las

mujeres, se refleja por cuadros de ansiedad o depresión, baja autoestima o rendimiento

académico, y en especial por un deterioro de la salud emocional, porque existe el riesgo de


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acoso cibernético, de extorsión y grooming; por lo tanto, el protagonista de los archivos

puede ser vulnerado mediante chantajes o la publicación de sus mensajes íntimos (Mercado et

al., 2016); el impacto positivo del sexting podría darse si el involucrado tuviere un alto

sentido de responsabilidad y de lealtad hacia su pareja, pues bajo estas condiciones podría

reafirmar positivamente su relación sexual y sentimental (Monsalve y García, 2021).

De las investigaciones realizadas en Latinoamérica, la más reciente fue en el año

2012, la muestra fueron 1,956 adultos mayores de 18 años, de Brasil, y 3,538 adultos de otros

países latinos y centroamericanos incluyendo Perú; el 70% desconocía el término sexting,

pero la mayoría admite haber realizado conductas relacionadas al sexting; tomando en cuenta

esas conductas se halló que el 39% habían enviado contenido sexual personal o de otra

persona. Entre los motivos para realizar estas conductas están los juegos eróticos, y el

exhibicionismo. En el caso de las mujeres, existe un peligro latente en estas prácticas de

sexting, como son la extorsión y el chantaje (70%), la pornografía (61%), el acoso sexual

(36%). En general el 63% de latinos consideraron que al sexting como un problema muy

grave (PantallasAmigas, 2012).

En el caso de Brasil, los porcentajes son muy similares, a excepción de los riesgos del

sexting pues solo el 59% lo asocian a la extorsión y al chantaje, y un 30% al acoso sexual.

Asimismo, Monsalve y García (2021) indica que, en España, el sexting en adultos jóvenes lo

practican el 39,2%, y se halló que los que realizan una valoración moral negativa son poco

propensos al sexting, y lo valoran como arriesgado; por otro lado, no existen diferencias

según sexo respecto al sexting, y hay una mayor frecuencia del sexting entre personas no

heterosexuales.

En una investigación publicada en el World Bank (Hinson et al., 2017), relaciona al

sexting con la violencia de género a través del internet, de las redes sociales, móviles

(celulares), etc. Las historias de violencia de género se repiten en todos los lugares del
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mundo, por ejemplo, cuando una pareja rompe su relación es el hombre quien luego publica

en redes sociales las fotos o videos íntimos de su expareja, sin consentimiento de ella, con el

objetivo de chantajearla de alguna forma; otra historia es cuando una mujer recibe

comentarios difamatorios o amenazantes, haciendo que cierre sus cuentas en las redes

sociales o cambie de número de celular; también está el caso de la colegiala que abandona sus

estudios o cambia de colegio debido a las amenazas y humillaciones en línea que recibe de

sus compañeros, e incluso han habido casos donde llega al suicidio.

El Código Penal Peruano, del 2018, tiene estipulado dos sanciones frente al sexting

agravado, pues la difusión de contenido sexual íntimo no consentido es un delito. El agresor

puede recibir de 2 a 5 años de cárcel, pero si se prueba que el agresor ha tenido relación

sentimental o íntima con la víctima la pena sería de 3 a 6 años; ambos casos se refieren

cuando el delito no es grave, es decir, casos de extorsión/chantaje o robo, pero si el delito

llega al secuestro regirían otras penas que van de 20 a más años dependiendo de la edad de la

víctima. Las leyes N° 30823 y N° 27942, menciona: “tipos penales que sancionen los actos

de acoso, acoso sexual, chantaje sexual y difusión de imágenes, materiales audiovisuales o

audios con contenido sexual; a fin de garantizar una lucha eficaz contra las diversas

modalidades de violencia, que afectan principalmente a las mujeres a lo largo de todo su ciclo

de vida” (El Peruano, DL 1410, Arts. 1, 2, 3, 4, 151-A, 154-B, 176-B, y 176-C).

Se ha señalado que la percepción subjetiva de la imagen corporal guarda relación con

la predisposición de realizar sexting, puesto que para el envío de contenido visual se necesita

que las personas realicen una valoración del aspecto físico que poseen (Howard et al, 2019).

Demostrándose que, muchas veces, por una necesidad de aceptación social, se sobrevalore la

importancia de la imagen corporal y esto puede llevar a las personas a realizar conductas

sexuales de riesgo (Anastacio et al., 2021). La imagen corporal hace referencia al sentimiento

y la percepción que se tiene del cuerpo que uno posee; no obstante, los pensamientos que se
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generan a partir de cómo uno percibe su estado físico puede ser de satisfacción o

insatisfacción (Oficina para la Salud de la Mujer [OASH], 2021). Así mismo, existe

evidencia de la relevancia de la imagen corporal en los universitarios (Baños-Chaparro y

Aguilar, 2020).

Uno de los problemas relacionados a la imagen corporal son los trastornos de la

conducta alimentaria (TCA); las mujeres con TCA presentan mayor insatisfacción con su

imagen corporal y por lo tanto una menor calidad de vida con respecto a las mujeres sin TCA.

Esta relación inversa entre la insatisfacción con la imagen corporal y la calidad de vida

percibida, influyen en las relaciones sexuales y psicológicas entre otras (Moreno-Santolaria,

2018).

El sexting se está convirtiendo en una actividad común en los estudiantes

universitarios. Sin embargo, existen pocas investigaciones enfocadas en estudiar la práctica

de esta conducta y su relación con otras variables. (Chacón-López et al., 2019). Por dicha

razón, la presente investigación busca hallar ¿Cuál es la relación de la insatisfacción corporal

y el sexting en mujeres de una universidad de Lima Metropolitana?

Según la teoría, la percepción de la imagen corporal cambia a través del tiempo

debido a que depende del contexto (Gonçalves y Bedin, 2016). Esta imagen subjetiva está

relacionada con factores sociales y culturales que contribuyen a la insatisfacción de la

persona, además de los medios de comunicación que exponen estereotipos del cuerpo que

generan presiones y trastornos de la conducta. Junto a esto, se reconoce como otros factores,

los rasgos de personalidad perfeccionista y baja autoestima (Baños-Chaparro y Aguilar,

2020). Las personas suelen realizar valoraciones positivas o negativas de su cuerpo o de

alguna parte de él, las cuales son producidas por la percepción que se posee de uno mismo o

en ocasiones de terceros, lo cual puede llevar a generar distintos sentimientos que


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desencadenan en diferentes actitudes o acciones (Vaquero-Cristóbal et al., 2013), las cuales

pueden ser actitudes positivas o negativas, puesto que las personas pueden tomar la decisión

de realizar ejercicios físicos y mantener una alimentación saludable o las actitudes negativas

que pueden desencadenar en trastornos alimenticios, depresión o trastorno dismórfico

(Rodríguez-Camacho y Alvis- Gómez, 2015).

De esta manera, puede entenderse que la imagen corporal está compuesta por los

siguientes componentes: afectivo, que hace referencia a los sentimientos que genera la

apariencia física; cognitivo, el cual está relacionado con las creencias y pensamiento acerca

de la imagen corporal; perceptivo, que hace referencia a la interpretación que se realiza

respecto al tamaño y forma del cuerpo, y el conductual que hace referencia a las acciones o

actitudes que uno toma con relación a la percepción que posee de su aspecto físico (Aceves et

al.,2011; Vaquero et al., 2013 citados en Caldera-Montes et al.,2019).

Agregando a lo anterior, para Smolak, 2004 (citado en Behar et al., 2021) la imagen

corporal incluye un componente adicional: el evaluativo, el cual consiste en la valoración que

se hace entre el cuerpo ideal y el real, también abarca la magnitud de satisfacción que uno

tenga del cuerpo que posee. El componente subjetivo de la imagen corporal se refiere a la

insatisfacción de una persona con su tamaño corporal y partes específicas de su cuerpo. Por lo

tanto, esta insatisfacción implica varios factores interrelacionados, que radican en la

percepción de las expectativas de terceros, autoestima, cultura y la percepción del propio

cuerpo. Aunado a esto, se presentan los estándares de belleza que, influenciados por los

medios de comunicación, muestran cuerpos cada vez más delgados para las mujeres y más

fuertes para los hombres, los cuales en muchas ocasiones fueron moldeados por ejercicios

físicos, cirugías plásticas y tecnologías estéticas (Silva et al., 2008). Por lo tanto, las

emociones y los pensamientos que surjan a partir de la percepción de nuestra anatomía,

tomando en cuenta las medidas de algunas zonas del cuerpo y el peso, suelen desencadenar o
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pueden provocar una satisfacción o insatisfacción corporal, la cual podría desencadenar en

realizar alguna modificación estética (Salaberria et al, 2007), conducta común de algunas

mujeres al comparar su cuerpo, el peso y la forma de este con el de otras mujeres; sin

embargo, esta conducta común no es saludable (MacIntyre et al, 2020).

Respecto al sexting, este término originalmente hacía referencia al envío de mensajes

de texto con contenido sexual, sin embargo, con el tiempo esto se ha transformado (Pérez et

al., 2011), relacionándose con la publicación o envió de contenido sexual a través de

dispositivos de comunicación (Villacampa y Gómez, 2016). Se evidencian diferentes maneras

de practicar el sexting, una de ellas es la práctica consensual, donde sienten libido y cariño

consiente por su pareja casual o estable. El segundo se denomina sexting agravado, el cual

engloba el sexting presionado y no consensuado que consiste en el envío de material erótico

sin el consenso de ambas partes, generando así, violencia sexual (Wachs et al, 2021), sobre

todo cuando las personas inducen a la manipulación y/o presión para recibir fotografías

sexuales de su pareja sentimental (Howard et al., 2019). Asimismo, Wolak et al. (2012)

implantaron la diferencia entre sexting experimental, que hace referencia a la exploración de

la sexualidad, y sexting agravado, que es el uso inapropiado del contenido recibido, el cual se

puede desencadenar en acoso (Bianchi et al., 2019).

El que una persona recurra a la presión o manipulación con el fin de obtener

mensajes, fotos o videos con contenido sexual de la pareja es considerado violencia; así

mismo, las personas que muestran insatisfacción corporal pueden ser más propensas a

realizar sexting bajo presión (Howard et al., 2019). Además, esto puede darse cuando la

persona tiene la predisposición positiva para realizar el sexting, sin embargo, cuando la

persona tiene una idea negativa preconcebida, es menos probable que lo realice (Dir et al.,

2013). Existe una menor probabilidad, que las personas que poseen fuertes creencias

religiosas y morales realicen sexting, a diferencia de las personas que consumen algún tipo de
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sustancia psicoactiva o viven situaciones de aislamiento social (Rodríguez-Otero y Cerros-

Rodríguez, 2021). Según Claramut, 2011 (citado en Rodríguez-Otero y Cerros-Rodríguez,

2021) la moral sexual que las personas poseen y la creencia de que la única manera de

expresar la sexualidad es mediante la interacción física, inhibe a los individuos a realizar

sexting.

Si bien la literatura en este tema está creciendo, existen inconsistencias en las causas

que motivan a los jóvenes a participar en sexting. Los estudios muestran una amplia gama de

motivaciones que incluyen el placer, coquetear, expresar deseo sexual; presión de grupo, por

venganza o chantaje, para recibir atención, diversión o como broma, símbolo de confianza

dentro de una relación o para hacer feliz a su pareja (Cooper et al., 2016). La amplia gama de

motivaciones refuerza la complejidad del comportamiento sexual y la variedad de presiones a

las que están expuestos los jóvenes. Así mismo, se han ilustrado la presencia de una variedad

de presiones sexuales y de género asociadas con el sexting entre los jóvenes, incluida la

presencia generalizada de sexismo y, en particular, el acoso sexual (Setty, 2019).

El sexting se puede considerar una fase experimental para los más jóvenes, que no son

sexualmente activos o no están preparados para las emociones asociadas con ejercer la

función sexual. El estudio de Yeung et al. (2014) señalan que el sexting se relaciona con el

concepto del yo cibernético. El yo cibernético es una persona que puede usar la tecnología y

comportarse de manera diferente cuando se comunica a través del internet, contraponiendo

con todo lo que no haría cuando se comunica con otros cara a cara. Esta persona modificada

es el efecto de la barrera que genera la tecnología, que hace que las personas se sientan

seguros al solicitar contenido sexual, reproducirlo y enviarlo porque el entorno en línea crea

la percepción de privacidad.

Los jóvenes a menudo presentan algunos propósitos detrás del sexting, que van desde

el entretenimiento, para escapar del cansancio, para obtener la consideración de terceros,


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exploración sexual, para iniciar la actividad sexual, para burlarse, para dar una impresión o

como un tipo de autoconocimiento. Se han detallado que factores de identidad, por ejemplo,

mayor persecución de sensaciones, menor sentimiento de lucidez (capacidad del individuo

para hacer frente a situaciones desagradables o circunstancias de vida) y la impulsividad, son

grandes correlatos del sexting de la población joven (Mori et al., 2019). La razón más

frecuente para realizar sexting es comenzar o mantener una relación romántica, ya que

pertenecer a alguien es una necesidad humana común, otras razones incluidas son la soledad

o la ausencia de intimidad y apoyo en las interacciones sociales (Kansky et al., 2019).

El problema del sexting en esta población surge cuando la información es mal

utilizada. Estos hechos a menudo conducen a experiencias dañinas con efectos psicológicos

negativos, por lo tanto, se afirma que esta práctica conlleva a presentar riesgos potenciales,

que comienzan como una diversión y una oportunidad para la exploración sexual, pero puede

terminar en una seria situación fuera de control con graves problemas sociales, físicos,

consecuencias psicológicas e incluso jurídicas. Así también, el sexting tiene un efecto

significativo en la salud mental y el bienestar, ya que se asocia con muchas consecuencias

perjudiciales que pueden conducir a comportamientos negativos. Se ha visto que algunos

adultos jóvenes que han realizado sexting, han pasado por experiencias negativas con

consecuencias psicológicas, como depresión, ansiedad, cambios de humor, ideas suicidas y

sus complicaciones (Jahangir et al., 2021) sin embargo, aún es insipiente lo desarrollado hasta

el día de hoy sobre el sexting, ya que es una práctica que se ha visto más frecuente en los

últimos años

El instrumento validado “Escala de Conductas sobre sexting” usado en jóvenes

peruanos, busca conocer aspectos de recepción de contenidos, producción de contenidos,

factores personales y sociales, como mantener contacto con otro, buscar entretenimiento,

entre otros; y, aspectos relacionados con la moralidad personal (Ríos et al., 2021).
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Además, el sexting está compuesto por imágenes sugerentes o desnudos de la persona

que envía el mensaje, la misma que puede invitar a realizar apreciaciones sobre su apariencia

física (Diberto y Mattey, 2009 citado en Howard et al., 2019). El envío de mensajes con fines

sexuales está relacionado con la objetivación del cuerpo, esto hace referencia a la evaluación

de la belleza corporal tomando como referencia los estándares de belleza implantados por la

cultura, anteponiendo las apreciaciones de los demás ante los sentimientos propios, dicho

estándar incluye factores como vergüenza, preocupación por alcanzar ideales sobre la

apariencia corporal (Fredrickson y Roberts, 1997 citado en Bianchi et al., 2017), sin embargo,

existen otras perspectivas, por ejemplo, la exhibición del cuerpo en el sexting puede facilitar

la liberación sexual, pues la comodidad con la desnudez sería un indicador de liberación

sexual (Liong y Cheng, 2018), estos autores muestran que los jóvenes que realizan sexting

tuvieron niveles más altos de comodidad con la desnudez respecto a los que no practicaban

sexting, lo cual sugiere que el sexting es un liberador sexual que abre un campo nuevo sexual.

Una de las motivaciones más comunes para realizar sexting está relacionada

directamente con la sexualidad y las interacciones sociales, esto se denomina sexting

experimental; sin embargo, la motivación para el envío de estos mensajes suele diferenciarse

entre el sexting experimental y el agravado, donde se puede concluir que se realiza por tres

motivos: refuerzo de la autoestima, deseos sexuales, o razones forzosas (Bianchi et al., 2019).

Según Lichtenberg, 2013 (como se citó en Bianchi et al., 2019) existen motivaciones

innatas ante las necesidades básicas que poseen las personas, las cuales se generan a partir de

las experiencias que uno va adquiriendo, por ello existe una relación entre las motivaciones

de Lichtenberg y las motivaciones del sexting, las cuales son las motivaciones sexuales, estas

están relacionadas con el coqueteo y la excitación en la búsqueda de placer sexual; también

está la motivación sexual que busca mejorar la relación romántica generando apego y
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finalmente la motivación relacionada con el fortalecimiento de la imagen corporal mediante

los comentarios positivos de terceros y la exploración sexual.

Del mismo modo, el sexting fotográfico es una herramienta de comunicación erótica

visual, empero no se conoce exactamente el índice de satisfacción o inhibición en jóvenes

(Howard et al., 2021) pues, algunos individuos pueden tener un rechazo a realizar sexting por

el miedo a la exposición peyorativa en la sociedad o la distribución del material privado a

otros destinatarios (Ringrose y Harvey, 2015). No obstante, el sexting también es un

indicador de aprobación de la apariencia física por quien lo practica, ya que la persona espera

refuerzos positivos acerca de su físico por parte del receptor, quien basa sus comentarios en

las imágenes sensuales recibidas o publicaciones vistas (Howard et al., 2021).

La satisfacción de la imagen corporal es un elemento de evaluación emocional sobre

el aspecto de la persona y deja ver consigo la aceptación que tiene con su aspecto físico y

peso corporal. La imagen corporal es importante para la sexualidad de los individuos, puesto

que los pares tendrán mejores apreciaciones por las personas que están abiertas a explorar su

sexualidad demostrando mayor satisfacción en su vida sexual. (Howard et al., 2021). Las

mujeres que no están conformes con su aspecto físico, suelen evitar actividades sexuales o

presentan problemas para la función y deseo sexual (Howard et al, 2021).

En relación con las investigaciones sobre la variable de estudio, sexting, se tiene que,

Chacón et al. (2019) realizaron una investigación en la ciudad de Granada, España, con el

objetivo de conocer la prevalencia del sexting y analizar la relación con el sexo, edad y la

autoestima. La muestra estuvo conformada por 899 personas, de los cuales 397 eran hombres

y 502 fueron mujeres, con edades comprendidas entre los 18 y 24 años. Se aplicaron dos

cuestionarios, el primero fue la Escala de Conductas sobre el Sexting (Aragón et al., 2016)

que evaluó la variable en las dimensiones de participación real en sexting, disposición activa

hacia el sexting y exposición emocional ante el sexting, además se usó la Escala de


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Autoestima de Rosenberg, que proporcionó un índice global de sentimientos de respeto y

aceptación de sí mismo. Los resultados mostraron que el 34.5% de mujeres realizaban

sexting, además el 20.7% de hombres lo hacen cuando ingieren alcohol, frente al 12.4% en

las mujeres; el 10.9% cuando consume marihuana frente al 3.2% de mujeres; el 16.9% de

hombres lo hace cuando sale alguna fiesta, frente al 8.6% en las mujeres. No se halló una

relación entre el sexting y la autoestima, pero las correlaciones detectaron relaciones

significativas y positivas, aunque bajas, entre la edad y los tres factores del sexting: F1-

participación real, F2-disposición activa y F3-exposición emocional. Los autores concluyen

que se debe tener precaución por las posibles consecuencias negativas del sexting, pues ésta

es una práctica riesgosa que conlleva problemas personales y profesionales, considerando que

el material que se difunde permanece por mucho tiempo en las redes.

Asímismo, Sesar et al. (2019) con el objetivo de estudiar la relación entre el sexting y

la competencia emocional, trabajaron con una muestra de 440 estudiantes de la Universidad

de Mostar, en Bosnia, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años. Los participantes

completaron la Escala de Comportamiento de Sexting, el cual busca evaluar la frecuencia y

prevalencia de la participación en el intercambio de mensajes, fotografías o videos

sexualmente sugerentes y el Cuestionario de Habilidades y Competencias Emocionales

(ESCQ, Takšić, 2002), el cual busca evaluar la percepción y comprensión de las emociones,

expresar y etiquetar emociones, y manejar y regular las emociones. Los resultados mostraron

que el 23.6% de estudiantes participaron en la recepción o envío de contenido sexual

provocativo, en tanto que el 10.2% lo había publicado abiertamente. La práctica del sexting

en las mujeres jóvenes fue de menor frecuencia que en el caso de los varones, teniendo ellas

mayor éxito el manejo de sus emociones. Los estudiantes con puntajes bajos en la escala de

competencia emocional practicaron con mayor frecuencia el sexting. Los autores concluyeron
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sobre la importancia de la competencia emocional en la explicación y prevención del sexting

en hombres y mujeres jóvenes.

De igual manera, Medrano et al. (2018) realizaron un estudio con el objetivo de

analizar las relaciones directas e indirectas entre sexting, cibervictimización, depresión e

ideación suicida en estudiantes universitarios. La muestra estuvo conformada por 303

estudiantes universitarios de México, donde el 59.1% eran mujeres. Se utilizó el Sexting

Questionnaire (Gámez-Guadix et al., 2015), el cual mide el sexting por la frecuencia con la

que se involucra en un comportamiento determinado con una pareja, un amigo o un conocido

de internet. Se constató que el 32,7% de los jóvenes participantes en la encuesta habían

practicado sexting al menos una vez. En cuanto a la victimización en línea, el 34% informó

haber sido víctima de ciberacoso en 2 o más ocasiones, y el 12,2% informó haber tenido

pensamientos suicidas en las últimas 2 semanas, esto se corrobora con las correlaciones entre

el sexting y tres factores: la depresión (r=0.18, p<0.001), la ideación suicida (r=0.33,

p<0.001), y en especial con la cibervictimización (r=0.51, p<0.001) que resultó altamente

significativa. Se concluye que se debe informar a los jóvenes de los posibles riesgos de estas

tecnologías y educarlos en el buen uso de internet desde la adolescencia. Este tema es

particularmente importante, dado que los comportamientos de riesgo en línea parecen estar

asociados con importantes problemas de salud mental.

Posteriormente, Sesar et al. (2021) tuvieron como objetivo examinar la relación entre

sexting y autoestima; la muestra estuvo conformada por 707 personas, 138 hombres jóvenes y

551 mujeres con edades comprendidas entre 18 y 39 años. Estos eran de Bosnia y

Herzegovina (N=395) y la República de Croacia (N=294). Se aplicó la versión modificada

del Sexting Behaviors Scale (SBS) para evaluar la participación en el intercambio de

contenido sexualmente explícito a través de medios electrónicos; también se aplicaron la

Escala Estatal de Autoestima (SSES) y la Escala de Estima Corporal para Adolescentes y


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Adultos (BESAA) para examinar la satisfacción y las actitudes hacia el propio cuerpo y la

apariencia. Se halló que la autoestima es un predictor significativo del sexting, tanto cuando

el contenido eran fotografías (B= -0.24, OR=0.79) como video (B= -0.29, OR=0.75), esto

indica que la probabilidad de realizar sexting es un 21% a 25% mayor en las personas que

tienen baja autoestima que las que tienen alta autoestima, este resultado demostró que la baja

autoestima es un indicador significativo para el envío de fotografías o videos de contenido

sexual (p<0.001). Los resultados obtenidos indicaron que una intervención preventiva

dirigida a fortalecer una autoimagen positiva podría reducir la frecuencia de sexting entre los

estudiantes.

En cuanto a la variable insatisfacción corporal tenemos que, Ruiz et al. (2021)

realizaron un estudio con el objetivo de analizar la relación entre la vergüenza corporal y la

participación en sexting entre adolescentes. La muestra estuvo compuesta por 439

adolescentes, 157 hombres (35.8%) y 282 mujeres (64.2%) de 13 a 19 años (M = 15.63;

SD = 1.19). Se aplicaron cuatro cuestionarios: la sub-escala de Vergüenza Corporal, el

cuestionario de Ansiedad física social para evaluar la ansiedad por la apariencia, la sub-escala

de Síntomas-Adicción a las Redes Sociales e Internet para adolescentes, y la sub-escala de

Participación Real del Sexting Behaviors Scale. Se hallaron correlaciones entre el sexting y la

adicción a las redes sociales (r=0.35, p<0.001), entre sexting y el sexo del participante (r= -

0.12, p<0.05), esto último indica que las mujeres son las que menos practican sexting y son

las que más vergüenza corporal tienen, pero en general, hombres y mujeres, no se halló una

correlación significativa entre vergüenza corporal y sexting (r=0.06, p>0.05). Se concluyó

que estos hallazgos proporcionan evidencia empírica para el desarrollo de programas de

prevención de sexting que se centran en la aceptación del cuerpo con el objetivo de reducir la

vergüenza corporal, la ansiedad física, social, y la adicción a las redes sociales.


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El estudio servirá como base para futuros autores que deseen investigar acerca de la

insatisfacción corporal y el sexting, también ayudará a ampliar los conceptos o teorías que ya

existen acerca de estas variables, pues en el análisis se está descartando a 4 ítems de la escala

del sexting, debido a que, en la población peruana universitaria, éstas no tuvieron validez

significativa, y que podría ser tomado en cuenta por otros autores, asimismo, cabe mencionar

que no existen antecedentes a nivel nacional en relación a las variables del presente estudio.

Es importante también la exploración de la relación de estas variables puesto que ayudaría a

conocer si existe una relación entre el sexting y la satisfacción o insatisfacción corporal. Si

bien es cierto, la práctica de esta conducta es riesgosa, también es importante recalcar que, así

como es una conducta de riesgo también es una conducta exploratoria y legítima de la

expresión sexual. Incluir algunos aspectos sociodemográficos van a permitir un mejor

conocimiento de quienes lo practican y en qué circunstancias.

Conocer cómo se practica el sexting, en la población femenina universitaria,

contribuirá a disminuir la violencia de género como el chantaje o el acoso cibernético, es por

este último motivo que se decidió analizar sólo a la población femenina debido a que ellas

son las que sufren más violencia de este tipo; y otro fue porque la escala BSQ estuvo validada

sólo para mujeres universitarias (Baños-Chaparro y Aguilar, 2020). Esta información

permitirá que los funcionarios universitarios puedan plantear intervenciones grupales y

brindar orientación que permita buscar una manera más segura de explorar su sexualidad sin

necesidad de verse vulnerados en algún momento por las conductas de terceros.

Con relación a lo antes narrado, esta investigación tiene como objetivo general

determinar la relación entre la insatisfacción corporal y sexting en mujeres universitarias de

Lima Metropolitana. Y con respecto a los objetivos específicos, se plantean los siguientes:

O1: Identificar la relación entre insatisfacción corporal y la frecuencia de recepción

en mujeres de Lima Metropolitana.


15

O2: Identificar la relación entre insatisfacción corporal y los actos sociales en

mujeres de Lima Metropolitana.

O3: Identificar la relación entre insatisfacción corporal y el estado de aislamiento

en mujeres de Lima Metropolitana.

O4: Identificar la relación entre insatisfacción corporal y el envío de contenido en

mujeres de Lima Metropolitana.

O5: Identificar la relación entre insatisfacción corporal y el sentimiento de

inmoralidad en mujeres de Lima Metropolitana.

La hipótesis general del presente trabajo es: existe una relación entre la insatisfacción

corporal y el sexting en mujeres universitarias de Lima Metropolitana. Con respecto a las

hipótesis específicas, se planteó:

H1: Existe una relación entre la insatisfacción corporal y la frecuencia de recepción

en mujeres universitarias de Lima Metropolitana.

H2: Existe una relación entre la insatisfacción corporal y los actos sociales en las

mujeres universitarias de Lima Metropolitana.

H3: Existe una relación entre la insatisfacción corporal y el estado de aislamiento

en las mujeres universitarias de Lima Metropolitana.

H4: Existe una relación entre la insatisfacción corporal y el envío de contenido en

las mujeres universitarias de Lima Metropolitana.

H5: Existe una relación entre la insatisfacción corporal y el sentimiento de

inmoralidad en las mujeres universitarias de Lima Metropolitana.


16

Método

Tipo y Diseño de Investigación

El estudio se enmarca en una estrategia asociativa y se basa en un diseño correlacional

simple, porque se busca explorar la relación entre las variables, las cuales son consideradas

variables criterio, puesto que no existe diferencia entre ellas (Ato et al., 2013) agregando a lo

anterior la presente investigación busca indagar la relación que guardan las variables

insatisfacción corporal y sexting en mujeres universitarias de Lima Metropolitana.

Participantes

El muestreo fue no probabilístico por conveniencia (Hernández et al, 2014) puesto

que la colaboración de los participantes en el presente trabajo, el cual se realizó con fines

académicos, fue voluntaria. Para obtener el tamaño muestral se utilizó el software G*Power

3.1.7 (Faul et al.,2007), con un poder estadístico de .95, un nivel de significación de 0.5 y una

magnitud del efecto de 0.20, dando como resultado que la cantidad mínima de participantes

era de 262. La muestra estuvo compuesta por 262 mujeres universitarias peruanas que se

encontraban en un rango de 18 a 28 años de edad (M = 23 DE= 3.35), residentes de Lima

Metropolitana. El 91.6% eran solteras y el 6.9% eran convivientes, además el 47.3% tenían

pareja, y con respecto a la orientación sexual el 82.8% era heterosexual, 9.2% bisexual y el

5.3% dijo pertenecer a otro tipo de orientación sexual.

Asimismo, el 21.8% confirmó utilizar aplicaciones de citas, de igual manera el 80.5 %

afirmó haber iniciado su vida sexual. El 51.1% aseveró haber realizado sexting con su pareja

y el 32.1% con alguien que no era su pareja estable, además el 30.5% confirmo que alguna

vez se sintió presionada a realizar sexting. Agregando a lo anterior, el 38.5% afirmo que tenía

entre menos de un mes hasta 6 meses de conocerse con su pareja cuando empezaron a realizar

sexting.

Por otro lado, se tomó en cuenta como criterios de exclusión: hombres, mujeres
17

mayores de 29 años, estudiantes de postgrado, mujeres que no sean de nacionalidad peruana y

no vivan en Lima Metropolitana.

Instrumentos de Medición

En el presente estudio se utilizaron los instrumentos Body Shape Questionnaire

(BSQ) el cual fue creado en Inglaterra por Cooper et al. (1987), traducido al español por Clos

et al. (1996). En esta ocasión se utilizó la versión adaptada de Baños-Chaparro y Aguilar

(2020). El instrumento es unidimensional y consta de 34 ítems con seis alternativas de

respuesta, que inicia en Nunca (1 punto) hasta Siempre (6 puntos). En la consistencia interna,

para la población universitaria peruana se obtuvo un omega de MacDonald de ω = 0.960,

indicando alta confiabilidad, además todos los ítems presentaron validez debido a que sus

cargas factoriales fueron superiores a 0.5.

El segundo cuestionario fue la Escala de Conductas de Sexting (ECS) creada por Dir

(2012) la cual fue adaptada al español por Aragón et al. (2016). En esta ocasión se utilizó la

versión validada por Ríos et al. (2021) en estudiantes universitarios de nacionalidad peruana;

para la consistencia interna se obtuvo un alpha de Cronbach de α = 0.935, y un omega de

MacDonald de ω = 0.946; y respecto a la validez de los ítems solamente 4 ítems no

presentaron validez, los cuales fueron el 9, 10, 15 y 22, sin embargo, en el estudio de Ríos

(2021) estos 4 ítems tuvieron la numeración de 22, 23, 28 y 35. El cuestionario está

conformado por cinco dimensiones (Frecuencia de recepción, actos sociales, estado de

aislamiento, envío de contenido y sentimientos de inmoralidad) y 29 ítems, los cuales tienen

cinco alternativas de respuesta, desde Nunca (0 puntos) hasta Totalmente cierto (4 puntos).

La primera dimensión, frecuencia de recepción, cuenta con 9 ítems y obtuvo un ω = 0.876, la

segunda dimensión, actos sociales, cuenta con 8 ítems y obtuvo ω = 0.871. La dimensión

estado de aislamiento está compuesta por 6 ítems y obtuvo un ω = 0.913. La dimensión envío
18

de contenido tiene 4 ítems y tuvo un ω = 0.864. Finalmente, la quinta dimensión. sentimiento

de inmoralidad está compuesta por 2 ítems con un ω de 0.835.

Procedimiento

Se respetaron los artículos 24 y 27 del código de Ética del Colegio de Psicólogos del

Perú (2018), pues ambas escalas, las cuales ya fueron validadas en Perú, tuvieron la

autorización de los autores para ser utilizadas en este estudio (Artículo 27). Cuando se

obtuvieron dichos permisos, los cuestionarios fueron transferidos a la plataforma Google

forms, incluyendo el consentimiento informado (Articulo 24), en el cual se aclaró que la

participación era voluntaria, anónima y la investigación era realizada con fines académicos,

asimismo que los datos brindados eran confidenciales. La siguiente sección estaba

conformada por el BSQ y la última sección estuvo conformada por la ECS. Después el

formulario fue compartido en grupos universitarios que se encontraban en la plataforma

Facebook con la finalidad de poder obtener la muestra. Por último, al obtener las encuestas,

se realizó una base de datos en Microsoft Office Excel con las respuestas de los cuestionarios,

con la finalidad de realizar el análisis respectivo con el programa Jamovi versión 2.2.5.

Análisis de Datos

Se ejecutó el análisis de confiabilidad de los instrumentos, donde se tomó en cuenta el

coeficiente Alpha. con la finalidad de obtener la consistencia interna de las dimensiones. Se

considera en esta ocasión como aceptable el valor a partir de 0.70 (Ponterotto y Ruckdeschel,

2007) puesto que la muestra estuvo conformada por 262 mujeres y la cantidad de ítems varía

por dimensión. Para el análisis descriptivo se halló la media, la desviación estándar y el

supuesto de normalidad a través de la asimetría y la curtosis (< |3|) (Winter et al., 2016). La

finalidad del presente estudio fue hallar la correlación entre Insatisfacción corporal y Sexting,
19

por lo tanto, luego del análisis respectivo, se halló el coeficiente r de Pearson, el cual se

valoró a través de la magnitud del efecto donde los valores se interpretan tomando en cuenta

lo siguiente: valores menores que 0.20 = insignificante, entre 0.20 y 0.50 = baja, entre 0.50 y

0.80 = moderada y mayor que 0.80 = fuerte (Ferguson, 2009).


20

Resultados

Análisis descriptivo

Se identificó a través de la prueba de normalidad que las dimensiones, actos sociales y

sentimientos de inmoralidad obtuvieron valores de la asimetría (g1) y la curtosis (g2) que no

se encuentran dentro de los parámetros establecidos en asimetría (+/-1.5) y curtosis (< |3|)

(Tabla 1); por tal motivo se consideró hacer uso del estadístico r-Pearson para poder analizar

la correlación entre las variables.

Acerca de los coeficientes de confiabilidad, el instrumento BSQ que es

unidimensional obtuvo un α >.90, lo cual se considera excelente. En el mismo sentido, las

dimensiones de la escala de conductas del sexting (ECS), presentaron un coeficiente alfa de

Cronbach aceptable (Tabla 1). De la escala ECS se eliminaron los ítems 9, 10,15, y 22. Los

ítems 10 y 15 debido a que no presentaban carga factorial en el análisis factorial realizado por

los autores del artículo original (Ríos et al., 2021); y también los ítems 9 y 22 puesto que

estos presentaban carga factorial en dos dimensiones a la vez y el rango de diferencia entre

los valores era corto en el mismo artículo.

Tabla 1

Análisis descriptivo de Insatisfacción corporal y las dimensiones del Sexting


Variable M DE g1 g2 Α
Insatisfacción Corporal 81.5 43.8 0.67 -0.60 .98

Sexting
Factor de recepción 6.00 4.46 0.50 -0.67 .89
Actos sociales 0.00 3.20 3.08 11.8 .83
Estado de aislamiento 2.00 5.61 1.12 0.09 .92
Envío de contenido 2.00 2.07 0.70 -0.10 .88
Sentimiento de inmoralidad 0.00 1.87 2.01 3.46 .85
Nota: M = Media; DE = desviación estándar; g1=asimetría; g2 = curtosis; α= alfa
21

En el anexo 5 y 6 se presentan la validez de cada ítem en cada uno de los instrumentos

aplicados. En todos los casos se aplicó la técnica de ítem-test con correlaciones de Spearman

(rho), y se observa que tanto en la escala ECS como en le BSQ todos los ítems resultaron

válidos, es decir, todos los ítems ayudan en la medición de forma significativa.

Contraste de hipótesis

De la primera hipótesis específica se encontró que la dimensión frecuencia de

recepción tiene una correlación directa con la variable insatisfacción corporal (r = 0.29)

aunque de baja magnitud, lo que brinda respaldo empírico a la hipótesis específica 1.

Para la segunda hipótesis específica, no se presenta una relación entre la dimensión

actos sociales y la variable insatisfacción corporal (r = 0.11) asimismo, obtuvo una magnitud

insignificante, por lo tanto, no le brinda respaldo empírico a la hipótesis 2.

En cuanto a la tercera hipótesis específica, la dimensión estado de aislamiento y la

variable insatisfacción corporal, muestran una relación directa (r = 0.20), aunque presenta una

magnitud baja, le brinda respaldo empírico a la hipótesis especifica 3.

En relación con la cuarta hipótesis específica, se encontró una relación directa (r =

0.20) entre la dimensión envió de contenido y la variable insatisfacción corporal, sin

embargo, presenta una baja magnitud, lo que brinda respaldo a la hipótesis especifica 4.

Con respecto a la quinta hipótesis específica, la dimensión sentimiento de inmoralidad

y la insatisfacción corporal no presentaron una relación (r = 0.05) pues posee una magnitud

insignificante, por lo tanto, no le brinda respaldo empírico a la hipótesis 5.

Para la hipótesis general (Tabla 4), se sostiene que entre la insatisfacción corporal y el

sexting existe una relación directa, sin embargo, con una magnitud del efecto baja (r = 0.25),

por lo tanto, se acepta la hipótesis general, brindando respaldo empírico a dicha hipótesis.
22

Tabla 2.

Análisis de relación entre Insatisfacción corporal y Sexting.


Insatisfacción corporal
Sexting 0.25
Frecuencia de recepción 0.29
Actos sociales 0.11
Estado de aislamiento 0.20
Envío de contenido 0.20
Sentimiento de inmoralidad 0.05
23

Discusión

El ser humano, sociable por naturaleza, requiere de contacto físico para entablar

relaciones afectivas, sin embargo, los cambios drásticos ocasionados por la pandemia de

covid-19 produjo que las personas busquen la manera de tener interacción sexual por la falta

de contacto físico con sus amigos, enamorados, parejas, etc. Es así cómo se elevó el uso del

sexting en parejas jóvenes (Lordello et al., 2021). En torno a la práctica de sexting existen

diferentes motivaciones, una de ellas es la retroalimentación que se pueda recibir de la

imagen corporal. Por dicha razón, el presente estudio tuvo como objetivo hallar si existe

relación entre la insatisfacción corporal y el sexting en mujeres universitarias de Lima

Metropolitana.

Respecto a la hipótesis general, los resultados de la investigación demuestran que

existe una relación directa, aunque baja, entre la insatisfacción corporal y el sexting,

obteniendo respaldo empírico, y esto se traduce en que las jóvenes universitarias que

practican con mayor asiduidad el sexting presentan al mismo tiempo un alto nivel de

insatisfacción por su aspecto físico, en cambio las que practican con poca frecuencia el

sexting presentan un alto grado de satisfacción por su apariencia física; este tipo de relación

entre la percepción de la forma del cuerpo y la práctica del sexting se acentúa más en la

dimensión Frecuencia de recepción, pues las universitarias reciben o envían contenido sexual

a través de las redes o teléfonos móviles tanto con sus novios o parejas como con otras

personas a quienes ellas les atrae.

La insatisfacción corporal guarda relación con la práctica de sexting, mayor práctica

mayor insatisfacción; esto concuerda con Howard et al. (2021), ya que en su investigación

toman el realizar sexting como un indicador de la insatisfacción corporal, puesto que las

personas que envían contenido sexual visual esperan la aprobación de los demás. Esta

aprobación es medida por los comentarios positivos generados a partir del contenido enviado.
24

En relación con ello, según Lichtenberg (2013, como se citó en Bianchi et al., 2019) existe

una motivación innata relacionada con la necesidad de recibir comentarios positivos acerca

de la imagen corporal para ser aceptada por terceros

En la práctica del sexting el factor generacional no tiene un efecto sobre ella, es decir,

adolescentes o jóvenes lo practican por igual, y sólo depende de factores culturales, el

primero es la insatisfacción corporal (Chacón, 2019), otro es el uso de aplicativos para citas

online, que sólo son formas de entrevista y de oportunidades de conocer a posibles parejas,

pero no de envío de contenido sexual, por ello una persona que utiliza este tipo de aplicativos

tendrá de 2 a 9 veces más probabilidad de practicar sexting que otra que no usa tales

aplicativos; el otro aspecto cultural es sobre el inicio de la actividad sexual, pues de la

muestra analizada en este estudio, se sabe que una universitaria que ya inició su actividad

sexual tendrá 4 veces más chance de sextear que otra que no inició su actividad sexual.

Retomando la primera hipótesis específica, existe una relación entre insatisfacción

corporal y la constancia con la que los individuos reciben contenido sexual por alguna red

social; la explicación posible es que los jóvenes que más practican el sexting quizá lo hacen

por la influencia de su vanidad, esto es, tienen necesidad de ser aprobados por su pareja, y de

esta forma encajar en su círculo social, pues para ellos es muy importante su imagen corporal,

en especial cuando están insatisfechos con su apariencia física, teniendo mayor incentivo para

recibir o enviar contenido sexual a su pareja; y esto se corrobora con el trabajo de Santa-

Jiménez (2018) que cuando los individuos que no se encuentran satisfechos con su aspecto

físico realizan sexting con la finalidad de buscar la aprobación de sus pares e incrementar su

autoestima. En ocasiones el contenido sexual recibido se puede deber a que el receptor induce

a otro individuo a enviar contenido sexual, puesto que se emplea la manipulación, sin

violencia, con la finalidad de recibir este tipo de contenido (Howard et al., 2019); el sexting
25

es considerado un medio de interacción que permite explorar la sexualidad (Bianchi et al.,

2019; Howard et al., 2021).

Sobre la segunda hipótesis específica se halló que no existe relación entre la

insatisfacción corporal y los actos sociales, por lo tanto, no hay respaldo empírico. Es decir

que la insatisfacción corporal no guarda relación con el realizar sexting cuando se participa

en alguna actividad social, haber consumido alguna sustancia psicoactiva o buscar mantener

contacto con las personas. Este resultado podría explicarse por la confinación y restricción de

las relaciones sociales por la pandemia del covid-19, quizá en otro periodo de tiempo,

anterior al año 2020 donde empezó la pandemia en Perú, pues en estudios realizados en el

2019 ó 2016, sí se hallaron relaciones significativas entre el sexting y los actos sociales, por

ejemplo, para Bianchi et al. (2019) una de las motivaciones que lleva a realizar sexting al

individuo está relacionada con la sexualidad y la interacción social; asimismo, las intenciones

que presentan los individuos que realizan sexting están relacionadas con el recibir atención de

terceros, impresionar, por la presión de grupo, entretenimiento o auto-conocimiento (Cooper

et al., 2016; Mori et al. 2019).

Respecto a la tercera hipótesis específica se encontró una relación directa y baja entre

la insatisfacción corporal y el estado de aislamiento, lo cual quiere decir que hay respaldo

empírico. Para entender esta relación se debe considerar que por aislamiento se está

refiriendo a que las universitarias se encuentran solas en casa, aburridas, y que desean

sentirse felices, y con mayor razón en tiempo de pandemia, si además percibe que no está

satisfecha con su apariencia física, ese estado de aburrimiento se agrava y a la vez aumenta el

deseo de sentirse feliz, por ello tienen necesidad de interactuar con su pareja o amigos a

través del sexting. Entonces existe una relación significativa entre la insatisfacción corporal y

el momento en el cual un individuo desarrolla conductas de sexting, es decir, cuando se

encuentra solo o aburrido. Según Lordello et al., (2021) esta conducta ha sido una forma de
26

expresión de la sexualidad durante el periodo de aislamiento provocado por la pandemia del

covid-19. Para Hernán (2019) los sentimientos de soledad son provocados por la falta de

relaciones íntimas placenteras con otros individuos.

En la cuarta hipótesis específica se encontró una relación directa y baja entre la

insatisfacción corporal y el envío de contenido sexual; por lo tanto, se obtuvo respaldo

empírico. Como este estudio no fue sobre violencia de género, esto quiere decir que el tipo de

sexting que realizan las estudiantes es más experimental que agravado, pues la mayor

frecuencia del sexting se correlacionó con una alta insatisfacción corporal y no con violencia

de género, según los resultados. Estas diferencias las plantea Bianchi et al. (2019): lo que

motiva a enviar este tipo de contenido se diferencia entre el sexting agravado y experimental.

El agravado está relacionado con el envío de contenido al sentirse presionada por un tercero y

el sexting experimental está relacionado con la necesidad de recibir mensajes con contenido

halagador. Además, las personas que no están satisfechas con su aspecto físico envían

contenido sexual con la finalidad de incrementar su autoestima (Santa-Jiménez, 2018)

corroborando así los resultados obtenidos.

En cuanto a la quinta hipótesis específica, no existe relación entre la insatisfacción

corporal y la dimensión sentimiento de inmoralidad, lo cual quiere decir que no hay respaldo

empírico. La apreciación insatisfacción corporal no guarda relación con los sentimientos de

culpa o vergüenza que pueda generar el envío de contenido sexual, esto implica que la

inmoralidad y la vergüenza no tienen un efecto sobre la frecuencia del sexting, habrá jóvenes

que sentirán vergüenza si practican sexting ya sea con poca frecuencia o mucha frecuencia

indistintamente, sin embargo, otros estudios afirman lo contrario, como el trabajo de

Rodríguez-Otero y Cerros-Rodríguez (2021) donde hallaron que las personas con creencias

religiosas o morales no realizan sexting, pues para ellos lo ideal es realizar conductas

sexuales mediante contacto físico (Claramut, 2011 citado en Rodríguez-Otero y Cerros-


27

Rodríguez, 2021). Una posible explicación de los resultados para esta hipótesis, es que las

jóvenes tienen información sobre las consecuencias negativas en el ámbito psicológico o

físico, pues es sabido que en algunos casos, cuando la pareja termina una relación, el varón

utiliza el chantaje, con el contenido sexual intercambiado, para presionar o retener a su

pareja, o para obtener un provecho económico, en ese sentido, ya no priman las creencias

religiosas ni el sentimiento de inmoralidad sino la propia integridad física de la joven; y esto

es reforzado por Ringrose y Harvey (2015), que el rechazo a realizar sexting, es por el temor

a que el contenido visual enviado sea compartido de manera inescrupulosa, siendo expuesto a

terceros con consecuencias negativas, y no por razones religiosas o de moral.

Cabe resaltar que el contraste de los resultados fue realizado con bases teóricas,

debido a que no se encontraron antecedentes directos que puedan respaldar los resultados

hallados en la presente investigación.

Referente a las limitaciones, durante la investigación se notó la escasez de

antecedentes que respalden la presente investigación. Asimismo, otra limitación fue el temor

que sentían los participantes para responder el cuestionario, puesto que tenían miedo a que

sus respuestas sean divulgadas o que exista una manera de saber quién respondió la encuesta,

debido a un contenido que ellas consideran que es íntimo. Aunado a esto, algunos

participantes manifestaron que tenían conocimiento de la existencia de la acción de enviar

contenido sexual, pero no sabían que se denominaba sexting. Otra limitación está en la

confiabilidad de algunas dimensiones, por presentar niveles sobrevalorados (α > 0.95). esto se

da por falta de variabilidad en las respuestas brindadas, es posible que los ítems de dichas

dimensiones (las que están altas) no discriminen la variable estudiada y por otro lado, la

varianza evidencia valores muy altos demostrando una mayor dispersión de los datos, por

ello, se justificó la exclusión de algunas dimensiones. Finalmente, el tipo de muestreo no


28

probabilístico usado en la presente investigación restringe la posibilidad de generalizar los

resultados hacia toda la población del estudio (Hernández et al, 2014).

En conclusión, tomando en cuenta los resultados obtenidos, el estudio refleja que en

general existe una relación directa, aunque baja, entre las variables insatisfacción corporal y

sexting en mujeres universitarias de Lima Metropolitana. Con respecto a si existe una

relación directa entre la variable insatisfacción corporal y las dimensiones de sexting, se

concluyó que existe una relación directa y baja entre la insatisfacción corporal y la dimensión

frecuencia de recepción en mujeres universitarias de Lima Metropolitana. Cabe resaltar que,

en esta investigación no se encontró una relación significativa entre la insatisfacción corporal

y los actos sociales en la muestra de estudio, por lo tanto, no posee respaldo empírico. Por

otro lado, se halló una relación directa de magnitud baja entre la insatisfacción corporal y el

estado de aislamiento en mujeres universitarias. Asimismo, con respecto a la relación imagen

corporal y el envío de contenido en mujeres universitarias se halló que existe una relación

directa y baja. Además, se halló que no existe una relación entre la imagen corporal y los

sentimientos de inmoralidad en mujeres universitarias.

Finalmente, se recomienda realizar otros estudios además de la variable imagen

corporal, como, por ejemplo: violencia de género, diferencias según el nivel social o el sexo y

ver qué relación tienen con el sexting, de esta forma se ampliará la literatura y se tendrá un

mejor conocimiento de dichas variables enfocadas en la realidad nacional. Las implicancias

de estos hallazgos serán el planteamiento de políticas educativas de prevención contra delitos

cibernéticos entre otros. También, el realizar más estudios, entre estas variables con

diferentes muestras que podrían ayudar a realizar comparaciones necesarias que permitirán a

fortalecer los resultados obtenidos en la presente investigación.


29

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36

Anexo 1
Consentimiento informado para universitarios

Estimado/a estudiante:
La investigación titulada “Insatisfacción corporal y sexting en mujeres universitarias de Lima
Metropolitana” es conducida por Rosaluz Alheli Subileta Yangali, bachiller en Psicología,
perteneciente a la Universidad San Ignacio de Loyola.
Este estudio se realizará en estudiantes universitarios con la finalidad de identificar la relación entre el
sexting y la imagen corporal. Por ello, su participación es primordial en este proceso y estaremos
agradecidos si accede.
La duración de toda la evaluación no será mayor a 10 minutos. La participación en este estudio es
voluntaria y anónima. La información recopilada se tratará en forma confidencial. Toda la información
se usará para fines del estudio y sin ningún otro propósito.
El proceso es completamente voluntario y puede interrumpir su participación cuando lo
considere pertinente sin que esto tenga repercusiones negativas.
Si desea más información del proyecto, puede enviar un mensaje a rosaluz.subileta@usil.pe
En ese sentido, si usted está de acuerdo en participar, puede dar click al botón SIGUIENTE.
37

Anexo 2

Ficha sociodemográfica

Edad ___________ años Estado Civil Nacionalidad ¿A qué nivel


 Soltero(a)  Peruana universitario
Sexo  Casado (a)  Otros perteneces?
 Hombre  Mujer  Conviviente  Pregrado
 Prefiero no decir  Divorciado (a) Ciudad de residencia  Postgrado
 Viudo (a)  Lima (Maestría y
Orientación Sexual  Otro Doctorado)
 Heterosexual Situación de Pareja
 Homosexual Actual
 Bisexual  Con pareja
 Otro  Sin pareja

¿Utilizas aplicaciones de ¿Has iniciado tu vida ¿Has realizado sexting ¿Cuánto tiempo de
citas? sexual? con alguna pareja? relación o conocerse
 Si  Si Si tenían cuando
No  No No empezaron a realizar
sexting?

¿Ha realizado sexting  Menos de un mes


con alguien que no sea tu  1 mes
pareja estable?  3 meses
 6 meses
 Sí  Al año
 No  Más de un año
 Nunca
¿Alguna vez te has
sentido presionado a
realizar sexting?

Sí
No
38

Anexo 3

Body Shape Questionnaire (BSQ)

Estimada participante, nos gustaría saber cómo se ha sentido con respecto a su apariencia
durante las últimas cuatro semanas. Por favor, lea cada pregunta y encierre en un círculo o
marque una “x” según la respuesta con la cual se identifique. Le pedimos por favor que
responda todas las preguntas y solo escoja una de las seis opciones de respuesta.

A A Muy a
Ítems Nunca Raramente Siempre
veces menudo menudo
1. ¿Sentirte aburrida te ha hecho preocuparte por
1 2 3 4 5 6
tu figura?
2. ¿Te has preocupado tanto por tu figura que has
1 2 3 4 5 6
pensado que tendrías que ponerte a dieta?
3. ¿Has pensado que tenías los muslos, caderas o
nalgas demasiado grandes en relación con el 1 2 3 4 5 6
resto del cuerpo?

4. ¿Has tenido miedo a engordar? 1 2 3 4 5 6

5. ¿Te ha preocupado que tu cuerpo no sea lo


1 2 3 4 5 6
suficientemente firme?
6. Sentirte llena después de una gran comida, ¿te
1 2 3 4 5 6
ha hecho sentir gorda?
7. ¿Te has sentido tan mal con tu figura que has
1 2 3 4 5 6
llegado a llorar?
8. ¿Has evitado correr para que tu cuerpo no
1 2 3 4 5 6
rebotara?
9. Estar con chicas delgadas, ¿te ha hecho fijar en
1 2 3 4 5 6
tu figura?
10. ¿Te ha preocupado que tus muslos se ensanchen
1 2 3 4 5 6
cuando te sientas?
11. El hecho de comer poca comida, ¿te ha hecho
1 2 3 4 5 6
sentir gorda?
12. Al fijarte en la figura de otras chicas, ¿la has
1 2 3 4 5 6
comparado con la tuya desfavorablemente?
13. Pensar en tu figura, ¿ha interferido en tu
capacidad de concentración (cuando miras la 1 2 3 4 5 6
televisión, lees o mantienes una conversación)?
14. Estar desnuda (por ejemplo, cuando te duchas),
1 2 3 4 5 6
¿te ha hecho sentir gorda?

15. ¿Has evitado llevar ropa que marque tu figura? 1 2 3 4 5 6


39

16. ¿Te has imaginado cortando partes gruesas de


1 2 3 4 5 6
tu cuerpo?
17. Comer dulces, pasteles u otros alimentos con
1 2 3 4 5 6
muchas calorías, ¿te ha hecho sentir gorda?
18. ¿Has evitado ir a actos sociales (por ejemplo,
una fiesta) porque te has sentido mal con tu 1 2 3 4 5 6
figura?
19. ¿Te has sentido excesivamente gorda o
1 2 3 4 5 6
redondeada?

20. ¿Te has sentido avergonzada por tu cuerpo? 1 2 3 4 5 6

21. Preocuparte por tu figura, ¿te ha hecho poner a


1 2 3 4 5 6
dieta?
22. ¿Te has sentido más a gusto con tu figura
1 2 3 4 5 6
cuando tu estómago estaba vacío?
23. ¿Has pensado que la figura que tienes es debido
1 2 3 4 5 6
a tu falta de autocontrol?
24. ¿Te ha preocupado que otra gente vea rollos
1 2 3 4 5 6
alrededor de tu cintura o estómago?
25. ¿Has pensado que es injusto que otras chicas
1 2 3 4 5 6
sean más delgadas que tú?

26. ¿Has vomitado para sentirte más delgada? 1 2 3 4 5 6

27. Cuando estás con otras personas, ¿te ha


preocupado ocupar demasiado espacio (por
1 2 3 4 5 6
ejemplo, sentándote en un sofá o en un
autobús)?
28. ¿Te ha preocupado que se formen hoyuelos en
1 2 3 4 5 6
la piel por tener celulitis?
29. Verte reflejada en un espejo, ¿te ha hecho sentir
1 2 3 4 5 6
mal por tu figura?
30. ¿Te has pellizcado zonas del cuerpo para ver
1 2 3 4 5 6
cuanta grasa tenías?
31. ¿Has evitado situaciones en las que la gente
pudiese ver tu cuerpo (por ejemplo, en 1 2 3 4 5 6
vestuarios comunes de piscinas o duchas)?
32. ¿Has tomado laxantes para sentirte más
1 2 3 4 5 6
delgada?
33. ¿Te has fijado más en tu figura estando con
1 2 3 4 5 6
otras personas?
34. La preocupación por tu figura, ¿te ha hecho
1 2 3 4 5 6
pensar que deberías hacer ejercicio?
40

Anexo 5

Análisis de ítems de la escala ECS – Correlaciones de Spearman (rho)


Ítems rho p
Frec. de recepción
1 0,613 0,000
2 0,640 0,000
3 0,707 0,000
4 0,666 0,000
7 0,677 0,000
11 0,724 0,000
12 0,620 0,000
Actos sociales
13 0,326 0,000
14 0,499 0,000
16 0,348 0,000
23 0,550 0,000
24 0,395 0,000
25 0,407 0,000
26 0,540 0,000
Estado de aislamiento
17 0,639 0,000
18 0,758 0,000
19 0,798 0,000
20 0,694 0,000
21 0,807 0,000
29 0,801 0,000
Envío de contenido
5 0,724 0,000
6 0,719 0,000
8 0,648 0,000
Sentimiento de
inmoralidad
27 0,305 0,000
28 0,313 0,000
41

Anexo 6

Análisis de ítems de la escala BSQ – Correlaciones de Spearman (rho)


Ítems rho p
1 0,655 0,000
2 0,836 0,000
3 0,643 0,000
4 0,796 0,000
5 0,802 0,000
6 0,781 0,000
7 0,795 0,000
8 0,720 0,000
9 0,836 0,000
10 0,689 0,000
11 0,726 0,000
12 0,837 0,000
13 0,795 0,000
14 0,826 0,000
15 0,790 0,000
16 0,686 0,000
17 0,843 0,000
18 0,750 0,000
19 0,857 0,000
20 0,843 0,000
21 0,813 0,000
22 0,787 0,000
23 0,811 0,000
24 0,873 0,000
25 0,732 0,000
26 0,499 0,000
27 0,729 0,000
28 0,715 0,000
29 0,882 0,000
30 0,799 0,000
31 0,819 0,000
32 0,547 0,000
33 0,821 0,000
34 0,794 0,000

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