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Autor y Fecha:
apóstol podría ser capaz de escribir un Evangelio que fuera diferente de una manera
tan marcada en forma y sustancia de los otros Evangelios y haber recibido aceptación
unánime en la iglesia primitiva. En contraste, los evangelios apócrifos producidos a
mediados del siglo segundo en adelante fueron falsamente atribuidos a apóstoles u
otras personas famosas asociadas de manera cercana a Jesús, sin embargo,
universalmente fueron rechazados por la iglesia.
Juan y Jacobo, su hermano mayor (Hch 12:2), eran conocidos como "los hijos de
Zebedeo" (Mt 10:2-4), y Jesús les dio el nombre de "Hijos del trueno" (Mr 3:17). Juan
fue un apóstol (Lc 6:12-16) y uno de los tres asociados más íntimos de Jesús (junto
con Pedro y Jacobo, Mt 17:1; 26:37), siendo un testigo ocular y participante en el
ministerio terrenal de Jesús (1Jn 1:1-4). Después de la ascensión de Cristo, Juan se
convirtió en un "pilar" en la iglesia de Jerusalén (Gá 2:9). Él ministró con Pedro (Hch
3:1; 4:13; 8:14) hasta que fue a Éfeso (la tradición dice antes de la destrucción de
Jerusalén), desde donde escribió este Evangelio y desde donde los romanos lo
exiliaron a Patmos (Ap 1:9). Además del Evangelio que lleva su nombre, Juan también
escribió 1, 2 y 3 de Juan y el libro de Apocalipsis (Ap 1:1).
Debido a que los escritos de algunos de los padres de la iglesia indican que Juan
estuvo activamente escribiendo durante su edad madura y que estaba consciente de
los Evangelios sinópticos, muchos fechan el Evangelio en algún momento después de
la composición es estos últimos, pero previo al momento en el que Juan escribió 1, 2 y
3 Juan o Apocalipsis. Juan escribió su Evangelio 80-90 d.C., alrededor de cincuenta
años después de que fue testigo del ministerio terrenal de Jesús.
“Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras
son hechas en Dios” Juan 3:21
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren” Juan 4:24
“Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis
en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la
verdad os hará libres” Juan 8:31,32
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por
mí" Juan 14:6”
•Tambien hay siete afirmaciones de "YO SOY" enfáticas que identifican a Jesús como
Dios y Mesías (6:35; 8:12; 10:7, 9; 10:11, 14; 11:25; 14:6; 15:1, 15)
Estructura de Juan
Titulo: “Jesucristo el hijo de Dios”
Versículo Clave: 20:31 “Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el
Cristo, el hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”
1. Prólogo (1,1-18)
* Juan relata sólo siete milagros, bien seleccionados, conocidos como `señales’.
* En los sinópticos los milagros muestran la realidad del reino de Dios, mientras que
en Juan revelan siempre algo de la gloria de Jesús.
* El evangelio de Juan contiene las famosas palabras «Yo soy», en las que Jesús
se revela en su divinidad.
* En los evangelios sinópticos oímos más de los discursos de Jesús acerca del
futuro. En Juan el énfasis está en la decisión que cae aquí y ahora de acuerdo a la
posición que cada uno tome frente a Jesús.
Es de suponer que Juan haya conocido la tradición sinóptica, pero que cuando él
escribió lo hizo desde otra perspectiva, según la iglesia de su tiempo lo necesitaba.
Cristo en Juan
En Juan Jesús es el Logos, la Palabra, el Verbo de Dios que estaba con Dios desde el
principio y en verdad era Dios. Jesús es Dios hecho carne. El concepto de la deidad
de Jesús se amplía en los siete “Yo soy” (Yo soy el pan de vida; la luz del mundo; la
puerta de las ovejas; el buen pastor; la resurrección y la vida; el camino, la verdad y la
vida; la vid verdadera).
Conexiones
La imagen que Juan expone de Jesús como el Dios del Antiguo Testamento, se
aprecia más enfáticamente en los siete “Yo Soy” de las declaraciones de Jesús. Él es
el “Pan de vida” (Juan 6:35), proporcionado por Dios para alimentar las almas de Su
pueblo, así como Él proveyó el maná del cielo para alimentar a los israelitas en el
desierto (Éxodo 16:11-36). Jesús es la “Luz del mundo” (Juan 8:12), la misma Luz que
Dios prometió a Su pueblo en el Antiguo Testamento (Isaías 30:26, 60:19-22), y la cual
llegará a su culminación en la Nueva Jerusalén, cuando Cristo, el Cordero sea su Luz
(Apocalipsis 21:23). Dos de las declaraciones del “Yo Soy,” se refieren a Jesús, como
el “Buen Pastor” y la “Puerta de las ovejas.” Aquí vemos claras referencias de Jesús
como el Dios del Antiguo Testamento, el Pastor de Israel (Salmos 23:1; 80:1; Jeremías
31:10; Ezequiel 34:23) y, como la única Puerta dentro del redil, el único camino para la
salvación.