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EL POCO INVOLUCRAMIENTO DE LA IGLESIA LOCAL EN LAS MISIONES

POR

ANGEL ALFONSO MARTINEZ

Atiquizaya, El Salvador

EL POCO INVOLUCRAMIENTO DE LA IGLESIA LOCAL EN LAS MISIONES

En cumplimiento de los requisitos de graduación

Del INSTITUTO DE SUPERACION MINISTERIAL

Fecha de envío: 15 de octubre de 2019.


Contenido

Introducción....................................................................................................................iii

Falta de visión misionera................................................................................................4

Falta de voluntad.............................................................................................................7

Falta de capacitación continua.......................................................................................9

Falta de espiritualidad en el creyente..........................................................................13

CONCLUSIÓN..............................................................................................................14

BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................16

ii
Introducción

DP La iglesia local no está cumpliendo con el propósito divino establecido en la

palabra de Dios der ir y hacer discípulos a todas las naciones. Y esto detiene el avance

de la obra a nivel local, porque no se desarrolla un trabajo misionero interno que a su

vez impulse las misiones foráneas. Es necesario que la iglesia implemente un programa

para enseñar sobre las misiones y cumplir de esa manera con el propósito establecido en

la Palabra de Dios. La voluntad soberana de Dios es que se predique la Palabra para la

expansión de su reino mediante el enfoque misionero.

HP Los miembros de La iglesia Caleb, en Colonia San francisco, municipio de

Atiquizaya, no están involucrándose en el trabajo de las misiones y esto hace que el

avance de la obra sea más lento y no logran alcanzar los objetivos trazados como

congregación local.

Jf Esta investigación determinara los factores por los cuales existe poco interés

en los miembros por involucrarse en el que hacer misionero.

A y L Para esta investigación se utilizará un cuestionario en el cual se

establecerán algunas preguntas para conocer la realidad de la situación, además se

utilizará toda la literatura que tenga información sobre el tema en estudio.

OBJ la investigación dará a conocer, las áreas más flexibles de la iglesia local y

se podrá establecer un programa de misiones que se ejecute dentro de la iglesia.

Se espera que después de realizar esta investigación, se puedan tomar medidas

de cambio para favorecer el trabajo de la iglesia local en el área de las misiones.

Cumpliendo así lo establecido por Dios en su Palabra.

iii
Falta de visión misionera

Este es un factor que afecta fuertemente el desarrollo en la labor misionera, la

iglesia debe tener conciencia que Dios estableció un programa misiológico, para ser

ejecutado y establecer su reino en la faz de la tierra., el cual debe ser desarrollado por la

iglesia local.

Dios prometió, cuando inició este trabajo, al pueblo que él envió, que los iba a

equipar para hacer el trabajo que debían hacer.

Entonces les dice: 

“Váyanse a Jerusalén y esperen ahí, hasta que ustedes


sean llenos del poder de lo alto, porque recibiréis poder
y me seréis testigos en Jerusalén, en Judea, en Samaria
y hasta lo último de la tierra”.1

Como Dios tiene esa habilidad que en pocas palabras él dice todo lo que va a

decir, él les dijo cuál era la provisión, la misión y de una vez da la estrategia. “Vayan,

que van a recibir poder, eso es lo que yo voy a proveer, para que me sean testigos en

todas partes y lo van a hacer paso a paso, Jerusalén, Judea, Samaria”.

Este es el deseo de Dios y la iglesia debe tener esa visión misionera para poder

ejecutarlo. Dios tiene una provisión, una misión y una estrategia. Y ha tomado en cuenta

a la iglesia para llevarlo adelante.

Cada iglesia debe tener una visión local y global. La tarea global no depende de

haber cumplido con la misión local, son dos áreas de trabajo diferentes y a la vez son

una, apuntando hacia un mismo objetivo, cumplir con la Gran Comisión. La iglesia

1
Santa Biblia Reina Valera. 1960

4
local, debe ser sensible a la voz del Espíritu Santo, guiando a sus miembros en la

manera en que Dios quiere que ellos participen en Su misión.

La Iglesia tiene una doble responsabilidad frente al ser humano. Con el creyente

y con el no creyente. Esto es parte de la misión global. Con el creyente, la Iglesia tiene

la responsabilidad de velar por su edificación (discipulado) y movilizarlo a formar parte

activa en la Gran Comisión (1 Co. 14:26, Ef. 4:11,12). Con el no creyente, la Iglesia

tiene la responsabilidad de poner a su alcance las Buenas Nuevas de Salvación (Juan

20:21, Rom. 10:15, 1ª Juan 2:2, 1ª Juan 2:2) e impactar a la sociedad a través del

mensaje transformador de la cruz, tal como Dios ha designado a la iglesia “sal y luz del

mundo”.2 Es un mandato. Por ello es que el alcance de la iglesia local va más allá de su

responsabilidad con sus miembros. “El Reino de Dios va más allá de intereses propios.

Dios llama a tener Su visión, Su corazón y a unirse a Su misión. Ajustar la visión de la

iglesia local a Su Visión.

Dijo Carlos Scott, argentino, misionero y director de Misión Local y Global:

“La Palabra de Dios es clara, la misión de la


Iglesia es a todas las naciones, a todos los pueblos, a
todas las lenguas y familias. (Génesis 12:1-2, Mateo
28:19, Hechos 1:8, Romanos 1:5, Apocalipsis 7:9).
Entonces, si somos el pueblo de Dios, la misión global de
nuestro Dios, también es nuestra”.3

El corazón misionero de Dios, Su deseo por extender Su gloria a cada familia de la

tierra, es algo muy evidente. Dios lo hizo saber a través de Abraham (Gen. 12) y Su

pueblo Israel. Lo dio a conocer con mayor evidencia a través de Su Hijo, como

sacrificio por todos (Fil. 2:5-11). En cada instancia hubo un fuerte llamado hacia el

2
Ibid.
3
Carlos Scott, argentino, misionero y director de Misión Local y Global

5
prójimo, en lugar de uno mismo. Ese deseo de bendecir al prójimo no es algo natural o

innato el creyente, sino un deseo que nace del corazón de Dios y está puesto en quienes

se acercan a Él en arrepentimiento y fe. Abraham lo tuvo y fue obediente. Jesús lo

entendió desde el principio y lo cumplió. Hoy el Espíritu Santo, invita a alinearse y

enfocarse completamente en el compromiso de su obra. Jesús expresó Su corazón

misionero desde el principio con los que llamaba a ser discípulos. A Simón y Andrés les

presentó el concepto en el acto de su llamado cuando le dijo “venir en pos de mí”

(Marcos 1:17).4 El hecho de seguir a Jesús implicaba imitarlo, tomar Su ejemplo, que

era una vida con un propósito misionero, para bendecir y dar salvación. Seguir a Jesús

no era una vida estática, sino dinámica. Jesús continuó explicándoles que era el

propósito de Su llamado al decirles “y haré que seáis pescadores de hombres (Marcos

1:17)”.5 Ser discípulo no era simplemente acompañarlo sino imitarlo a Él, ser portadores

de las Buenas Nuevas de salvación, de esa manera bendecir a todas las familias de la

Tierra. Ese mismo llamado está puesto hoy en el corazón de la Iglesia. Se es salvo para

dar. Para alcanzar a otros, para hacer evidente la gloria de Dios y para poner al alcance

de todos, el mensaje del amor eterno de Dios. Estas son Buenas Nuevas. La Iglesia fue

fundada no como una institución estática sino una comunidad dinámica que lleva en sí

ese llamado misionero de hacerle ver y experimentar a toda etnia, a todo pueblo, a todo

rincón del barrio de al lado como a toda nación.

4
Santa Biblia.
5
Ibib.

6
Falta de voluntad

Todos los esfuerzos deben reflejar y deben ser motivados por y para la gloria de

Dios. “Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los

hice”, dice Isaías 43:7.6 Se debe reconocer que es a Dios quien se presenta para su

honra.

Cuando Jesús explica que Él es la vida y sus hijos los sarmientos (Jn 15) quiere

hacer comprender varias realidades importantes: Cómo ha de ser la unión del cristiano

con El, cómo ha de vivir su comunión con sus hermanos en la Iglesia y cómo ha de

colaborar con El para producir fruto.

• Todo ha de estar centrado en El, como la rama está en el tronco y recibe allí la

vida; todo depende de Jesús y ha de estar en función de Él; permaneciendo en su amor,

viviendo con Él. Él es la fuente de vida.

• Jesús muestra que todo está unido, es un solo árbol y las partes viven en

comunión. Así, los cristianos hemos de permanecer en su amor para poder vivir unidos

a los demás. Jesús pide: que nos amemos unos a otros, que vivamos en unidad para que

el mundo crea (Jn 17, 21).

• El Señor dijo que la vid está para producir uvas, y cada persona para producir

frutos: ´´os he elegido para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto permanezca ( Jn

15,16 )´´.7 Cada persona, cada comunidad es para la misión, para comunicar lo que ha

recibido, para producir frutos; y con esos frutos, hacerse semilla para que otros vivan y

den frutos. Jesús es el centro, el modelo para ese estilo que deben de tener todos los

cristianos. Él es el motor, el camino, de Él depende que se consiga vivir, crecer y dar

6
Santa Biblia
7
Ibid.

7
fruto: "sin mi nada podéis hacer, permaneced en mi amor ( Jn 15,10 )´´.8 Los creyentes

dependen de su gran amor para manifestarse al mundo.

Los Apóstoles escucharon la llamada de Jesús y la respondieron decididamente,

de manera inmediata y con una entrega completa. Comprendieron que habían sido

llamados a compartir su vida con El. Por eso, poco a poco, se quedaron a vivir con Él.

Aprendieron lo que Jesús les enseñaba con su vida y con sus palabras. En la medida en

que conocían y amaban a Jesús, lograban unirse y comprenderse con los demás

Apóstoles. Fue una magnífica experiencia de amistad y de ayuda fraterna la que

vivieron ellos en torno a Jesús. Y, conforme a la llamada, progresivamente fueron

enviados como pescadores de hombres, enviados del Señor, anunciadores de su Reino.

En ello pasaron el resto de sus años, hasta dar la vida completamente como Jesús y por

El, en el cumplimiento de su misión.

Las primeras comunidades cristianas estaban

centradas en Jesús: escuchaban su Palabra, se

encontraban con El y se esforzaban en seguirlo.

Ellos se esforzaban en vivir la comunión fraterna

con expresiones muy concretas, hasta el punto de

que lo que buscaban era tener un solo corazón y

una sola alma (Hch 2,42).9

Muchas de esas comunidades llegaron a tener expresiones verdaderamente

cristianas en el compartir de bienes y en la comunión fraterna hasta convertirse en un

signo evangelizador leído por otras personas que decían de esos cristianos: mirad cómo

se aman.

Esos cristianos fueron los que hicieron que el Evangelio se extendiera desde

Jerusalén y fuera a Samaría y a muchas otras partes. Varias familias que estaban
8
Ibid.
9
Ibid.

8
viviendo el cristianismo salieron a dar testimonio del Evangelio. Esa comunión fraterna

les sirvió para evangelizar. Las comunidades cristianas, desde el principio, entendieron

que habían sido enviadas a evangelizar a todas las gentes y, por eso, no se quedaron en

Jerusalén, sino que salieron como enviados a comunicar la fe. Fueron perseguidos y eso

mismo los impulsó a dar toda su vida por Jesucristo, en el cumplimiento de su misión.

Falta de capacitación continua

La iglesia local debe tener un programa de capacitación permanente, para que

los miembros puedan desarrollarse en el que hacer misionero. Dentro de este proceso se

tiene que incluir:

• La disciplina personal

• La iglesia local

• Los estudios bíblicos y teológicos, formales y no formales

• Los estudios transculturales, formales y no formales.

A continuación, analizaremos estos pasos uno por uno.

1. La disciplina personal

La vida personal debe comenzar con las disciplinas espirituales de la oración, la

meditación, el ayuno, el estudio bíblico personal, el servicio.

Como hijos de un mundo activista, moderno y secular nos es difícil estar quietos

en la presencia de Dios. Pero se debe aprender a hacer. Una vida personal disciplinada

debe producir rasgos de carácter que permitan introducirse en situaciones difíciles, y

9
finalizarlas bien, en oposición al sistema actual de valores y a la debilidad del carácter

moderno que tan fácilmente busca el camino de la menor resistencia en el ministerio.

Gráfico 1: Capacitación misionera integral.

El aspecto personal también enfoca el sistema de valores internos y metas, y el estilo de

vida del corazón, tanto como el visible.

2. La iglesia local

Una iglesia local saludable juega un papel muy importante en el equipamiento de

futuros misioneros. Desafortunadamente, muchos misioneros hoy día provienen de

iglesias débiles e inseguras y algunos desean servir como misioneros aún sin ninguna

10
experiencia real en iglesias locales. Las marcas de una iglesia local saludable pueden

variar de una cultura a otra, pero todas deben exaltar la dinámica bíblica de la alabanza

y adoración; un liderazgo sensible y activo a la vez; aplicación seria de las verdades

bíblicas; equipamiento progresivo del cuerpo de Cristo; Un ejemplo de estilo de vida

cristiana, deseado para todos sus fieles; que los prepare para testificar de Cristo en un

mundo secular y demoníaco, y que ellos continúen luego discipulando a otros;

enseñanza del concepto bíblico de vocación e inculcación de una visión mundial; y dar

oportunidad de que la congregación muestre su interdependencia con otras iglesias del

mundo.

La congregación local debe también ser movilizadora al enviar, apoyar, y animar

tanto al desarrollo del nuevo liderazgo como a los ministerios transculturales. Debe

evaluar a los individuos talentosos, dándoles un lugar y tiempo para ejercitar sus dones,

incluyendo el derecho a fracasar y probar de nuevo.

La iglesia local debe ser el primer escalón de prueba para lograr esa fusión entre

el servicio y el liderazgo. Cada cultura tendrá su propia mezcla de ambos elementos.

La iglesia local debe desarrollar el concepto de trabajar en equipo, tan necesario

en un mundo individualista y lleno de autorrealización, egoísmo y narcisismo.

3. Estudios bíblicos y teológicos formales

Los programas formales son los más conocidos en todo el mundo. Están altamente

estructurados: grandes aulas y conferencias muy bien dadas; escalas de calificaciones;

enseñanza primordialmente teórica, trabajando sobre la voluntad y la mente; tendencia a

esforzarse para obtener la graduación o el diploma; y preocupación por los niveles de

perfeccionamiento y acreditación.

11
La educación no formal

Esto significa ser guiado a aprender, haciéndolo dentro de un determinado

contexto, involucrando tanto al personal como al departamento de instrucción en un

trabajo de discipuladores y de consejeros.

Los estudios bíblicos y teológicos son una categoría bastante conocida en el

proceso de enseñanza y aprendizaje.

Estudios formales

• Estudios sobre las bases bíblicas y teológicas de las misiones según el Antiguo y

el Nuevo Testamento, crecimiento de la iglesia en el Nuevo Testamento, hermenéutica y

contextualización, guerra espiritual y encuentro de poderes.

• Estudios históricos acerca de la expansión de la iglesia, la historia de las misiones

mismas, y temas históricos regionales y nacionales.

• Estudios culturales, análisis de la contextualización, la comunicación transcultural,

antropología, sociología y métodos de investigación.

• Estudios especializados según las necesidades del candidato: lingüística, traducciones

bíblicas, aprendizaje del idioma, elección de grupos humanos no alcanzados, estudios

urbanos, trabajo con estudiantes universitarios, tarea bivocacional en países de acceso

restringido, estudios sobre el islamismo y otras religiones en el mundo.

4. Estudios teológicos no formales, podrían incluir:

• Cursos prácticos tales como salud, agricultura, cría de animales, convivencia en

equipos, educación para los hijos de misioneros, mecánica de motores y otros.

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• Charlas acerca de la vida en la familia misionera y la relación entre esposos en el

ambiente transcultural.

• Viajes guiados al campo para estudiar fenómenos culturales o religiosos; una

práctica más seria en las áreas urbanas, ciudades y sectores rurales (bajo supervisión,

con participación de creyentes locales y misioneros, si fuera posible); finalmente, un

serio interinato en el servicio seguido por un coloquio con el cuerpo de profesores.

La dimensión informal podría llegar a ser creativamente una dinámica central

del proceso de enseñanza y aprendizaje en el programa o centro de capacitación

misionera.

Todo eso debe conocer la iglesia para que pueda familiarizarse con las misiones.

Falta de espiritualidad en el creyente

En este aspecto es bastante complicado porque muchos creyentes creen ser

espirituales, pero su testimonio dice lo contrario. Y eso afecta el deseo de involucrarse

en las misiones en su iglesia. Sin embargo, se debe recordar que Jesús, por el Espíritu

Santo, en su Escuela de Amor, enseña y ayuda progresivamente a:

Vivir con El: Lo cual implica unirse a Él cada día más, vivir una amistad más

profunda todos los días con El. Es el fundamento de toda la vida espiritual y la fuente

para todo el crecimiento. Para ello Él dice "ven" y nos declara sus amigos ( Jn 15,14 ).

Vivir como El: El " sígueme " indica el camino de configuración con el Maestro,

implica aprender de Jesús todo y asumir su estilo de vida, hacer un continuo proceso de

configuración con El.

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Unirnos en El: Porque el seguimiento de Jesús se hace en Iglesia. La fe se vive

compartiéndola y proyectándola.

"Ir" con El, en su nombre y con su poder. Se trata de " ir " ( Mt 28, 19 )”. 10 como

enviados suyos. Él acompaña a sus hijos y ellos a Él.

Dar la vida con El y como El: se es enviado a evangelizar, a hacer discípulos

(Mt 28, 19) para Jesús. El no busca ser servido sino servir y dar la vida en rescate por

todos (Mt 20, 28).

Si no existe una buena relación con Dios, la vida espiritual del creyente será sin

duda una vida vacía, carente de propósito y por lo tanto no tendrá la voluntad necesaria

para llevar adelante los propósitos de Dios para el mundo por medio de la iglesia local a

la cual pertenece.

Es necesario reconocer que aquellos que se involucran en la tarea de la iglesia

son personas cuyos propósitos es alcanzar los objetivos establecidos por La Palabra de

Dios.

CONCLUSIÓN

Se puede observar que la iglesia local necesita involucrase en el trabajo

ministerial para su desarrollo y funcionamiento objetivo para el cumplimiento

establecido por Dios mediante a la Gran Comisión, sin embargo, la iglesia local carece

de una visión y voluntad clara sobre este asunto en especial y particular porque es la

parte medular del trabajo de las iglesias locales en la faz de la tierra. Entender y hacer

cumplir la Gran Comisión en la vida de cada creyente es el resultado positivo de una

entrega total hacia la voluntad suprema del Creador, ante esta situación se hace

10
Santa Biblia: Reina Valera.

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necesario que cada uno de aquellos que manifiesten que Jesús es su Salvador, cumplan

con este propósito por y para el cual fue establecida la iglesia.

La capacitación debe ser permanente en la iglesia para su buen funcionamiento y

la vida espiritual del creyente debe mantenerse activo siempre para lograr los estándares

necesarios y alcanzar la meta trazadas y cumplir con sus objetivos propuestos. Cuando

esto se logre, entonces se verá involucrada la iglesia en su totalidad en tan importante

labor.

Es responsabilidad exclusiva de la iglesia local emprender la ruta del trabajo

misionero y crear los perfiles necesarios para llevar adelante esta tarea, aun cuando los

pronósticos no sean del todo favorables, pero la iglesia encontrara la manea de realizar

este trabajo bajo la conducción del Espíritu Santo.

Este trabajo se desarrollará mediante el involucramiento de todas las personas

que pertenecen a la iglesia en mención, demostrando hacia Dios, ellos mismos y a su

comunidad que no solo son una iglesia de nombre, sino que tienen forma y fondo de

contenido escritural y espiritual, para desarrollar los programas que la iglesia necesitan

para su desarrollo eclesiástico.

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BIBLIOGRAFÍA

 Misión Mundial Jonatan Lewis, Tomo 2, Editorial Unilit.

 Manual para Misiones I, Departamento de Misiones Foráneas de las Asambleas de Dios de

El Salvador. Por Revdo. Francisco Osorio y Claudia Rodríguez de Osorio.

 Santa Biblia Reina Valera 1960.

 Bases Bíblicas de las misiones, Perspectivas Latinoamericanas. C. René Padilla.

 Ayudas Misioneras, Federico A. Bertuzzi.

 Hacia Misionología Evangélica Latinoamericana. Emilio Antonio Núñez.

 Misión Mundial, Tomo 3, Jonatan P. Lewis, Editorial Unilit.

 Guía Práctica para el Proceso de Misiones en la Iglesia Local. Carlos Scott.

 Trabajando tu llamado a las Naciones. Guía para el Misionero Biocupacional. Jonatan P.

Lewis, Editorial Unilit.

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