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Personajes:
Lisa: Tatiana. Es la mejor amiga de Alice, tiene una personalidad muy pacifista, llena
de calma, no se deja molestar ni alterar por las actitudes de Alice
Erika: Luisa. Es la hermana mayor de Alice, es una persona muy amable y gentil que
quiere crear vínculos familiares con sus nuevas hermanastras, sin embargo, la actitud
de Alice hace que tome una actitud defensiva con ella, creando un muro psicológico
que evita el buen trato con Alice.
Peter: Luis Es el primo mayor de Milly y Lilly, tiene la misma edad de su prima,
suele ser un chico seguro de sí mismo y bastante extrovertido, quiere mucho a su
hermano y lo protege a sobre medida, cosa que hace que se lleve mal con Alice por
que trata mal a Félix.
Felix: Julian. Es el hermano de Peter y primo de Milly y Lily, tiene la misma edad de
Erika y suele ser molestado por Alice, sintiéndose menos, suele ser una persona
tímida e insegura, sufrió de mucho Bullying de pequeño, es muy protegido por su
hermano mayor Peter y por eso lo aprecia mucho.
El Bardo: Manuel. Narra historias, es una personalidad muy enérgica, suele ser
afable y simpático, le gusta tener un papel de director de orquesta, y es el guía para
Alice.
Nix: Airi. Es una ayudante del Bardo, se encarga de mover los elementos importantes
entre historias, de la misma forma logra interactuar con los personajes, es aquella que
actúa en nombre y decisión del Bardo.
Esqueleto de la Historia:
LUGAR: Un bosque
LUGAR: Un bosque
LUGAR: La Nada
LUGAR: El Tribunal
LUGAR: La Nada
ESCENA No 1: INTRODUCCIÓN
Erika, Alice, Milly, Álvaro y Lisa están postrados en una figura en el escenario, completamente
estáticos hasta que comienzan a hablar.
Alice – ¡Uy! Que yo sepa lo único que orbita a tu alrededor es esa… estrellada.
Milly – Por lo menos yo si quiero a Erika, no como tus amigos, que ni sé por qué te soportan.
Alice – ¡Aja! ¡Claro! ¿Y acaso siendo un perro faldero crees que el sentimiento será mutuo?
Álvaro – Nadie es perra faldera de nadie, aquí estamos porque la queremos de verdad.
Milly – Ni ni ni… si li quirimis michi. ¿Ustedes razonan? Porque con esa personalidad ¿quién
la puede querer?.
Álvaro – ¡Bueno ya! Alice ya parece una niña pequeña en esta discusión, solo ignóralas y
vámonos, no perdamos el tiempo aquí.
Alice intentó devolverse a continuar la pelea, pero Álvaro y Lisa la toman un poco bruscamente para
retirarla de la pelea, Erika toma a Milly y salen de escena, en ese mismo instante llega Félix
comiendo una torta.
Alice se suelta bruscamente y choca con Félix, Alice se cae por el impacto y se enoja con él.
Alice – Para ser lo único que sabes decir, ni siquiera lo haces bien.
Félix – Emmmmm…
Félix se encoge más a tal punto de casi llorar, cuando en escena llega Peter tranquilo.
Peter – ¿Otra vez tratando de molestar a mi hermano?, ¿Acaso tus padres no te dan cariño
para que estés tratando así a otros?
Alice – ¡Ay! Ya llego tu guardaespaldas para que puedas llorar detrás de él.
Alice – Aja, si claro, ¿esa estupidez es de familia o solo eres igual de idiota que tu prima?
Peter se enoja y tiene las ganas de responderle de la misma manera a Alice, pero Félix le jala un
manga mientras sigue cabizbajo, Peter entiende la señal de su hermano y voltea para retirarse de
escena, pero antes de salir mira a Alice y le dice.
Álvaro – Peter tiene razón Alice, deberías bajarle un poco a esa actitud.
Álvaro – Nosotros no queremos ver como sufres por las consecuencias de lo que estás
haciendo.
Alice – ¿Consecuencias? ¡¿Qué consecuencias?! Aquí la única que está haciendo las cosas
mal es Erika que todavía no se aburre de su juguete nuevo.
Alice – Ninguna de esas dos idiotas es mi hermana, Milly nunca lo fue y Erika dejó de serlo
el día que me dio la espalda por esa chiflada
Álvaro – Ella no te dio la espalda, te quiere y se preocupa por ti, ¿no has pensado que tal vez
eres tú la que se aleja?
Alice – En qué momento se pusieron de su lado, se supone que son mis amigos, deberían
apoyarme... ¿O son tan inútiles que ni para eso sirven?
Álvaro – Lisa tiene razón, te queremos y siempre vamos a estar aquí para ti, es por eso que no
queremos ver como tu sola te destruyes.
Álvaro – Ya déjalo, Alice espero que Peter no tenga razón y no te quedes realmente sola.
Vámonos Lisa, hay que darle su espacio
● Álvaro y Lisa se retiran del escenario, dejando a Alice sola, Alice se enfada y comienza a
caminar en círculos de manera acelerada
Alice – ¡No puede ser cierto! Erika siempre está fingiendo ser la hermana perfecta y la
persona modelo, ahora hasta mis amigos cayeron por su actuación. Pero no es más que una
hipócrita, quizás es ella quien debería quedarse sola y simplemente desaparecer.
En medio de su rabieta, Alice se queda pasmada mirando hacia el frente, y de repente las luces se
apagan.
Alice despierta confundida en medio de un bosque, mientras que un Bardo llega a la escena y se posa
en la esquina del escenario.
Bardo – Eso es algo que no te puedo decir, lo tienes que descubrir por ti misma y mejor
apúrate porque estoy obligado a relatar una y otra vez mil y una historias, por lo menos hasta
que aprendas tu lección, además te aclaro que mi tiempo vale ORO.
Bardo – Tú piensa lo que quieras, pero si quieres salir de aquí tendrás que seguir mis reglas.
Bardo – Ahora te presento a mis ayudantes, los cuales te acompañarán para que logres vivir y
experimentar las "enseñanzas" de los cuentos.
En este momento entran en escena Pena, Pánico y Nix. Pena y Pánico moviéndose mueven
descontroladamente y Nix mira hacia la nada, como si viera una mosca volar.
Nix – Un cuento, qué bonito es un cuento, como la vida, es bonita y efímera, como las
moscas, existiendo en sus propios cuentos, viviendo sus propias vidas, y a pesar de poder ver
tantas cosas, nunca ven a la araña.
Bardo – No siendo más, colorín colorado, este cuento ha iniciado. Lisitos castaños y los 3
osos.
En ese momento los tres ayudantes del Bardo salen de escena y se coymienza a mover el escenario.
Bardo – Había una vez el, en un bosque muy lejano, una joven de cabellos castaños algo perdida.
Erika – Disculpa me podrías ayudar, estoy algo perdida y quiero encontrar mi casa…
Alice – ¿Erika?, ¿qué rayos haces tú aquí?, ¿acaso no te basta con arruinarme la vida?,
¡maldita! Debí suponerlo!, ¿es otra de tus bromas?.
Erika – ¿Erika?, ¿Quién es ella?, Lamento decepcionarte, pero mi nombre es Lísitos castaños
y no sé a qué broma te refieres, ¿Podrías ayudarme a encontrar mi casa?
Alice – Erika no finjas más, las dos sabemos que haces esta broma porque me odias y créeme
el sentimiento es mutuo, pero... ¿Podrías dejar de hacerme esta ridícula broma?
Bardo – Alice, esa chica no está fingiendo nada, en tu mundo podrá ser mala y todo lo que
quieras, pero aquí es solo un personaje del cuento. Ahora si quieres terminar rápido con
esto… ¡Ayúdala!.
Alice – ¿En serio tengo que esperar hasta que la tonta de mi hermana encuentre las camas?
Bardo – Okay, solo porque me caes bien. Entonces Lícitos castaños y Alice comieron la
avena que estaba a temperatura perfecta, luego encontraron unas camas en las cuales se
acostaron a dormir.
Lisa – No sé quiénes son esas tres personas, pero efectivamente nosotros somos los tres osos
¿Ustedes dos fueron las que se comieron nuestra avena?
Erika – Fuimos nosotras, lo lamento no sabía que esa avena era de ustedes.
Felix – No las perdonamos, esa avena era nuestra y ustedes se la comieron, ¡pagarán por
esto!.
Bardo – Y así bebe oso comenzó a perseguir a Lisitos Castaños y a Alice dispuesto a
matarlas.
Bardo – Este es mi cuento y yo decido qué pasa, ahora si aprecias tu vida te recomiendo que
comiences a correr.
Lisa y Peter salen del escenario, en ese momento el bardo da la espalda y entra Nix distraída como
siempre.
Nix – Tres… es un bonito número… lleno de connotaciones… de significados… tres son las
dimensiones de la realidad percibida, porque a partir de Tres se originan las formas, como los
triángulos… o las tríadas… Tres… es el principio de todo.
Pena y Pánico entran para mover de nuevo el carrusel del escenario, luego Alice vuelve a entrar al
escenario, enojada y a punto de hacer una pataleta
Bardo – Parece que nuestra protagonista ha regresado, dime querida ¿Acaso el oso logró
alcanzarte?
Alice – ¿Qué es lo que te parece tan gracioso?, Ese idiota de Félix ¿Cómo se atreve a
atacarme?
Bardo – No veo cuál es el problema, después de todo ¿Acaso no te parece divertido cuando
eres tú quien lo hace?
Alice – Espera ¿En qué momento se supone que pasó todo eso?, ese no es el cuento, y ese no
és el orden de destrucción para las casas de los cerditos.
Bardo – Me parece que aún no entiendes cómo funciona esto, yo soy el narrador de las
historias y yo decido lo que sucede en ellas; y me parece querida, que entraste en una casa
ajena.
Erika – Disculpa completa desconocida, pero ¿Quién eres y cómo lograste entrar a mi
fortaleza impenetrable?
Alice – ¿Erika?, para tu nivel de inteligencia no me sorprende el hecho de que trates con tanta
amabilidad ¡a un completo desconocido que entra a tu casa sin permiso!
Erika – Así que tu nombre es Erika, ya no eres un desconocido y un buen anfitrión trata a sus
invitados siempre con amabilidad.
Alice – Mi nombre no es Erika, ese es el tuyo, y si es así como tratas a las personas que entran
a tu casa no te queda mucho por delante, antes de pasar de ser un tocino al festín de cualquier
animal con hambre
El bardo interrumpe.
Bardo – Esta conversación no me parece interesante, ¡que entren los otros tocinos!
Pánico y Pena traen a Milly y Erika al escenario y les dan un empujón hacia Alice y Samantha para
después salir de escena.
Alice – ¿Acaso crees que eso es importante ahora?, no se si escuchaste a tus hermanas, pero al
parecer hay una bestia muerta de hambre que viene a comerl! s.
Erika – No hay de qué preocuparse, esta casa de paja es una fortaleza casi impenetrable,
después de todo hoy solamente se derrumbó una vez
Alice – ¿Se supone que eso debería impresionarme o hacerme sentir segura?
Lisa – Realmente es una fortaleza impenetrable, mi casa de madera se derrumbó cuatro veces
hoy antes de que el lobo la destruyera
Milly – Y mi casa de ladrillos, se ha estado derrumbando al menos ocho veces durante este
día antes de que el lobo la destrozara
Alice – Definitivamente hay una razón para que el cuento original se llame los tres cerditos y
no los tres arquitectos, mejor sácame de aquí antes de que el lobo venga a comer a estos
cerdos sin salvación.
Bardo – Parece que aún no lo has entendido, estos son mis cuentos y tu participarás en ellos
el tiempo que yo lo decida, así que mejor deja de quejarte y comienza a pensar cómo vas a
tratar de salvarlas en esa casa
Alice – Si realmente hubiera visto un lobo, no estaría teniendo una conversación tranquila con
él, además… Espera un segundo, ustedes dos cerraron la puerta ¿Cierto?
Milly – ¿Acaso no ves que estábamos muy ocupadas escapando del lobo a un lugar seguro
como para estar pensando en cerrar puertas?
Alice – ¿A qué lugar seguro te refieres, si hay una bestia salvaje que puede entrar a atacarnos
en cualquier momento porque literalmente le dejaron las puertas abiertas para que las coma?
Erika – Tranquilas, esto puede resolverse muy fácilmente, solo hay que cerrar la puerta y ya
nadie podrá atacarnos en esta fortaleza impenetrable
Samantha se acerca a la esquina del escenario para cerrar la puerta y en ese momento Álvaro entra
en escena y captura a Samantha
Erika –¡Suéltame!
Álvaro – No se quien es Alvaro, pero definitivamente haces bien en temer, soy el lobo feroz,
el más peligroso de este bosque. Y hoy… Hoy muero de hambre
Milly – ¡Ayuda!
Alice – Esto es ridículo, sean cerdos, tocinos, o lo que sea, ustedes son tres y el lobo es uno
solo, este cuento no tiene sentido.
Milly y Erika dan un paso al frente para enfrentarse al lobo, Alvaro da un paso atrás asustado
Alice – Interesante, en todo el tiempo que llevo conociendo a este par de inútiles nunca las he
visto tratando de pelear con nadie, al fin pasa algo divertido en este cuento
En ese momento Álvaro suelta a Samantha quien va corriendo hacia Milly y Erika
Erika – ¡Al fin! Ese lobo tenía las manos peludas y esas garras me estaban lastimando
Alice – ¿A qué te refieres con eso? El lobo derribó las casas, llegó a la última y los cerdos o
tocinos esos, ya lo derrotaron, Fin. ¿Qué más puede faltar? Solo sacame, ya no soporto estar
en este lugar
Alice – No sabes lo que dices, ese par de idiotas jamás serán mis hermanas, yo no necesito su
cariño, solo necesito que se vayan de mi casa.
Alice – Ya quítense de encima, yo no hice nada y en todo caso agradezcan alejándose de mí.
Erika – Esa chica tiene razón ustedes deberían abrazarme a mi, casi muero siendo la cena de
una bestia
Alvaro – Esperen, ¿Qué está pasando aquí? ustedes deberían estar asustados, y yo ya debería
de tener el estómago lleno.
Al escuchar eso Erika, Milly y Samantha salen asustadas del escenario, Alvaro trata de ir trás ellas,
pero Alice lo intercepta agarrándolo por los hombros
Alice – ¡Ya!, ya me tienen cansada de esto, escúchame bien Álvaro, si por mi fuera tu ve y
comete a estos tres parásitos, hazlos desaparecer de mi vida y déjenme tranquila los cuatro,
pero algo me dice que si te dejo cenar a esos insectos él no me dejará salir de aquí.
Alice – ¿Acaso no puedes verlo? Ese Bardo ha estado aquí parado todo este tiempo, míralo,
ahí está.
En ese momento Pena y pánico entran a acomodar el escenario, luego de unos segundos estático
Alvaro reacciona
En ese momento Álvaro se suelta del agarre de Alice y se retira confundido del escenario
Alice va tras Alvaro tratando de alcanzarlo, En el momento en el que Alice sale del escenario, el
Bardo que se había mantenido tranquilo, se dirige enfadado hacia Pena y Pánico
Bardo – ¿Qué hace el lobo aún aquí? ¿Acaso no sabían que él no forma parte del siguiente
cuento?
Bardo – Ya no importa quien lo trajo, ahora ese Lobo está aquí, ustedes terminen su trabajo,
y yo me encargo del resto
Nix – “El hombre es el lobo del hombre” gritó un loco, cuando se dio cuenta que aquel
engendro de ojos rojos y fauces mortíferas no era un sujeto, era un conglomerado postrado en
la oscuridad de su noche y que usaba sus aullidos como un grito de guerra, maquinando
lentamente la muerte de las ideas, la muerte de la mente… ¿de mi mente? ¿O nuestra mente?,
pero… definitivamente cada día somos el Fenrir de nuestro Odin.
Alice – ¿Qué rayos acaba de pasar?, ¿En dónde estamos ahora?, ¿A dónde fue Alvaro?
Alice – ¡Peter, ¿Tú también viniste para matarme?!, por favor no me mates, todavía soy muy
joven para morir.
Peter– ¿Quién es Peter y por qué estás asustada? Yo soy busito rojo, no te voy a matar.
Alice – Está bien… Esto es raro, ¿En qué momento se convirtió en un musical?
Peter – Disculpa ¿voy por el camino adecuado? Un gentil lobo me dijo que este es el camino
más corto para llegar a casa de mi abuelito.
Alice – Espera, ¿un lobo? ¿Gentil? ¿Amable? ¿Pero de dónde sacas tú eso? Los lobos son
carnívoros, es algo obvio el hecho de que te quiere comer y que si aún no lo hizo es solo
porque quiere que la entrada sea tu abuelo y tú el plato principal, menos mal no es Álvaro por
qué es pésimo como lobo.
Peter – Estás equivocada querida amiga. Los lobos son super amables, por algo el lobo es el
mejor amigo del hombre, te lo demostraré, acompáñame y verás que el lobo es inofensivo y
jamás me mentiría.
Alice – Está bien, quiero estar presente en el momento que el lobo te coma, pero solo miraré
el espectáculo desde lejos. No quiero que esa bestia me coma a mí también.
Peter – No tienes porque asustarte, es el lobo más amable y agradable con el que he hablado
en mi vida
Peter – Este es el primero, pero ha sido muy agradable, y hasta me indicó un lindo camino a
la casa de mi Abuelito
Alice – Esto va a ser divertido, está bien Peter, te acompañaré, después de todo, ya quiero
conocer a tu “Abuelo”.
Peter y Alice salen del escenario rumbo a la casa del abuelito, en ese momento entra Álvaro vestido
con las ropas del abuelo, pero con orejas de lobo.
Álvaro – Busito rojo fue muy fácil de engañar y al fin pude comer algo, lástima por esos tres
tocinos, pero que delicioso el viejo sabroso, ahora debo irme antes de que venga alguien más.
Entran Alice y Peter, Peter se alegra al ver a Álvaro y corre hacia él, mientras que Alice está
impactada de lo que está viendo.
Alvaro – ¡Mi postre!, es decir, ¡Mi nieto! te he estado esperando por mucho tiempo. Sin
embargo, no esperaba que trajeras… Compañía.
Peter – Oh, ella es una amable chica que se ofreció a acompañarme, al parecer tenía muchas
ganas de conocerte
Alice – ¿Pero acaso no te das cuenta?, Claramente es el lobo, no creo que esas orejas estén de
adorno.
Álvaro intenta imitar la voz de un viejo indignado.
Álvaro – Pero qué jovencita más irrespetuosa, menos mal no te conozco, no es como que te
haya visto antes interrumpiendo mi cena, con tres rechonchos que claramente no me iba a
comer, además yo soy el abuelo de Busito rojo ¿Acaso no notas el parecido?
Alice – ¡NOOOOO!
Peter – Ahora que lo pienso has cambiado mucho, abuelo qué orejas más feas tienes.
Álvaro – Son para oírte mej… espera un segundo, mis orejas son hermosas.
Peter – Okay son preciosas, pero que me dices de esos ojos, ¿no duermes mucho
últimamente? esas ojeras son horribles
Alice – Oh qué inesperado… ahora corre antes de que tu queridísimo abuelo nos mate.
El narrador interrumpe.
Bardo – Pero no les dio tiempo de correr, pues llega el amable leñador para salvar a Busito
rojo y Alice.
Felix entra heroicamente en escena y con una pose imponente mira al lobo.
Felix – Lobo, al fin te encuentro, suelta de una buena vez a esos jóvenes para que pueda por
fin exterminarte.
Felix y Álvaro comienzan una batalla mientras que Peter y Alice observan asustados, Peter se quita
el buzo rojo y lo deja en el suelo, la pelea es tan feroz que que todos los personajes salen del
escenario observando el acontecimiento. Nix vuelve a entrar mirando como siempre los elementos
del bosque, cuando ve el buzo lo coge con sus manos y procede a abrazarlo.
Nix – El rojo… color tan dinámico, puedes llegar a significar actos violentos, desdichados,
macabros… puedes ser el anunciante de lo oscuro, de la muerte, pero… también puedes ser
aquel monstruo que hace palpitar el corazón con solo una mirada… si, así es… rojo amor…
al final el amor y la muerte se parecen… cuando estamos perdidos acudimos a ellos.
Pena y pánico regresan a cambiar el escenario, luego entra Alice junto al bardo.
Alice – No lo entiendo, ninguno de los personajes de tus cuentos puede notar tu existencia, al
parecer no te oyen ni te ven, ¿eres alguna clase de fantasma?
Bardo – En ningún momento accedí a responder ese tipo de preguntas, igualmente es hora de
un nuevo cuento, así que Alice dale la bienvenida a Loca-nieves.
Bardo – Había una vez en un reino muy lejano, una bella joven que era considerada la más…
Alice interrumpe.
Bardo – En este cuento no, ella era considerada la más loca del reino.
Lisa – Vamos enanitos, caminen conmigo, ja jaja ja, deberíamos cantar una canción para que
esto sea muy bonito y alegre amiguitos.
Lisa – No se quien es Lisa, pero supongo que es una secuaz de mi terrible padrastro, el rey,
ese hombre quiere verme muerta, pero con estos enanos estaré a salvo.
Lisa – Tranquila chica, todo saldrá bien, no necesito del resto de las personas del reino para
ser feliz, yo puedo alimentarme perfectamente de todo lo que me ofrece la madre naturaleza,
como esta manzana.
Lisa saca una manzana y le da una mordida, después de unos segundos empieza a sentirse mal y se
tira al suelo mientras sobreactúa.
Lisa – Ohhhh mundo cruel, este es el destino que me espera a mi, una joven, hermosa,
inocente y pura de corazón, oh poderosa y acogedora muerte, que me arrebata la vida en
cuestión de segundos… ser o no ser… pues no soy, porque muerta estoy.
Lisa – No, solo estoy en un sueño eterno esperando el beso del verdadero amor.
Bardo – Y convenientemente en ese momento aparece un príncipe encantadoramente
ingenuo.
Alice – Supongo que debo esperar que aparezca el príncipe, ¿ahora quién será?.
Felix – Oh mi querida princesa, mi amor verdadero, el destino de mi vida ¿Dónde estás amor
mío?
Alice – ¡Por favor! que dramático ¿Es un príncipe o el personaje de una novela?
Félix – Disculpa, ¿Cuál de ustedes dos es mi amor destinado? ¿Acaso es ella la princesa que
mi amor deberá despertar?
Felix se acerca a Lisa con la intención de besarla. Sin embargo, Alice lo interrumpe
Alice – ¿Acaso no te das cuenta de lo ridículo que es despertar a alguien con un beso?
Alice – No puedes andar besando a la gente sin permiso. Mejor sacudela un poco para que se
despierte, o cántale la de las mañanitas.
Félix – Estas soooooooon las mañaniiitas que cantaaaaaaba el rey David a las…
Lisa – ¡Ya basta!, deberíamos continuar con el beso del verdadero amor.
Lisa – Él se lo pierde, esperaremos ese beso que sea capaz de despertarme de esta eterna
pesadilla.
Alice – Supongo que tendré que esperar a que llegué el siguiente príncipe azul para poder
salir de este cuento, esta vez dejaré que la besen para que ya pare su teatrito
Alice – ¡No!, espera, no pienso ser la que le dé el beso a Lisa, y más que solo está haciendo
un drama.
Lisa – ¿Escucharon enanitos?, dice que hacemos un drama, vamos, digan algo.
Alice – Ammm Lisa.
Lisa – No estoy hablando contigo, si quieres hablar, ahí tienes a mis enanos.
Alice mira a todos lados, y extrañada mira al Bardo, Alice hace una cara de fastidio y se acerca al
Bardo
Bardo – Querida, tú siempre creíste que eras el centro del mundo y que tendrías a tus amigos
siempre para apoyarte, para aconsejarte, pero siempre los viste como una herramienta más,
como un juguete. Siempre que tú estuviste mal ellos estuvieron ahí para ti, pero cuando Lisa
estuvo mal ¿quién estuvo para ella?, cuando ella sufrió de esos ataques de depresión a tal
punto de atentar contra su vida ¿acaso estuviste ahí?, dime Alice.
Alice – Yo… no sabia eso, yo… enserio lo lamento, pero… Si lo piensas bien yo no tengo
nada que ver con eso, ni siquiera tengo la culpa de lo que sea que le haya pasado, además ella
ya está grande para hacer lo que quiera y resolver sus propios problemas.
Lisa se levanta y vuelve a coger la manzana, la posa en su mano admirándola mientras dice.
Lisa – Morir es dormir… y tal vez soñar… esperar que el amor te salve, que sea aquella luz
en la oscuridad.
Morir es dormir… y tal vez… esperar… ese amor, ese beso, aquel que convierte las pesadillas
en sueños.
Morir es dormir… y ser aquella luz que tanto busco.
Morir es… soportar... No, esta realidad no es algo que pueda soportar, no sin ustedes, sin mis
enanitos…
Es su amor el que me mantiene fuerte, son ustedes quienes siempre me protegen y será mi
príncipe el que me lleve a mi “felices para siempre”…
¿Dónde están mis enanitos? ¿Por qué ya no están a mi lado? ¿Tal vez me abandonaron?...
Ah, es cierto, ellos no me dejaron porque… Yo siempre estuve sola.
Y sola fui capaz de sobrevivir, de superar mis peores momentos y es mi propio amor quien
me despierta de cualquier pesadilla.
Es verdad, siempre estuve en busca de amor y es ahora que me doy cuenta de que el único
amor que necesito es el mio, mi propio amor.
Alice – Por supuesto que me importa, es mi amiga, si ella no está bien y disponible para mí
entonces, ¿Quién hará mis tareas cuando yo no pueda? ¿Quién va a ir a la tienda por todo lo
que le pida?, no me importa si esta bien o esta mal, si quiere ser mi amiga tiene que estar
disponible para mi.
Alice y el Bardo se van lentamente por el otro lado mientras entra Nix al escenario.
Nix – Por lo que veo la noche cae, la ropa también, las zapatillas tienen historia, dicen una
leyenda entre líneas ocultas, huellas que se esfuman en cada pisada, marcan un camino que
cada uno recorre en el sendero de la vida, persiguiendo la luz mientras le dan la espalda a su
propia sombra… las zapatillas lo miran, a la sombra, a lo oculto, a lo que aterra en las noches,
a una expresión del mismo ser… tu, zapatilla, eres como un perro, fiel y constante, hasta que
te desechan, de la nada vienes y en polvo serás.
Pena y Pánico entran a escena de nuevo a construir el escenario, luego entra Alice y el
Bardo
Bardo - Una zapatilla, dijo emocionada, pero pronto un rey llegaría diciendo.
Peter – ¡Eres tú!… Tú eres la chica misteriosa del baile, que bien que no te fuiste.
Alice – Espera un segundo, esto es una confusión, yo no soy la chica que buscas.
Peter – Pero por supuesto que eres tú, esa es la prueba, estoy completamente seguro de eso.
Alice – Lo estas…
Alice – Soy Alice…Espera, ¿Te quieres casar conmigo y ni siquiera sabes cómo me llamo?
Alice – ¿Una orden? ¿Qué te hace pensar que planeo hacerte caso?
Peter – Ahora que he encontrado a mi verdadero amor, no veo razón para esperar. ¡Hay que
casarnos aquí y ahora!
Alice – ¿Por qué me haces esto? No pienso casarme con Peter, termina de una vez este
ridículo cuento
Bardo – Pues por lo que yo veo esta boda está apunto de iniciar, felicidades querida, disfruta
tu día especial
Peter – No te preocupes querida yo solicite que la boda sea en privado para que estés más
tranquila
Alice – ¿Tranquila?, ¿Cómo rayos quieres que esté tranquila? Estoy a punto de casarme con
un completo desconocido que es idéntico en apariencia a una de las personas que más odio,
pero claro debo estar “tranquila”.
Alvaro – Si ya terminaron con su pelea de pareja. Estamos aquí reunidos para casar al
príncipe y a la señorita Alice y unirlos por el resto de sus vidas.
Alvaro – Rey ¿quieres recibir a Alice, como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y
en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla hasta que la
muerte los separé?
Peter – Acepto.
Alvaro – Alice ¿quieres recibir al Príncipe, como esposo, y prometes serle fiel en la
prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarlo y respetarlo
hasta que la muerte los separé?
Alvaro – Puesto que los dos están de acuerdo y viendo que nadie se opone a esta unión, los
declaro marido y…
Erika – Yo también me opongo, mi rey ¿Acaso no me reconoces? Yo soy la chica con la que
danzaste ese día, esta pobre chica solo tomó mi zapatilla en el momento equivocado porque se
me había caído.
Alice – Al fin alguien que dice algo coherente, Ahora rey si ya lo entendiste cásate con ella,
yo me voy.
La protagonista trata de salir corriendo, sin embargo Peter la intercepta y logra atraparla
Peter – Yo se que esa mujer miente, tú eres esa chica con la que bailé, y la única mujer con la
que deseo casarme.
Erika – Amor te lo pido, sólo miráme a los ojos y podrás reconocerme, no es ella, soy yo.
Alice – Hazle caso a Erika, cásate con ella y vivan felices para siempre, o no, no me
importa… Solo déjame en paz.
Lisa – Madre ¿Realmente el príncipe se va a casar con alguna de esas dos pobretonas?
Milly - Anastasia, querida, no nos podemos rendir aún, nosotras nos encargaremos de impedir
esas bodas.
Lisa – Es cierto, ¿Como puedo ser tan tonta? Es obvio que el rey me escogerá a mí.
Peter agarra a Alice a la fuerza e intenta besarla por lo que Alice reacciona asustada
En ese momento como si Peter no pudiera controlar su cuerpo, procede a obedecer mecánicamente
la orden de Alice
Alice – No quiero casarme contigo, eso es algo que jamás va a suceder, ahora ve con Erika,
cásate con ella y arruina su vida, no la mía.
Nuevamente Peter, mecánicamente se dirige hacia Erika con la intención de cumplir la orden de
Alice, en ese momento todos los personajes se detienen paralizados
A lo cual proceden Pena y Pánico a retirar los personajes del cuento junto al escenario dejando todo
completamente vacío, en ese momento Nix se aproxima como si buscara algo.
Nix confundida se agarra del pelo y cae arrodillada al suelo, tanto estrés la hace lanzar un grito de
desesperación, ella lo único que hace es aferrarse a un espejo que siempre carga con ella, el bardo
camina hacia ella y al estar a su lado le quita dicho espejo, lo que provoca que Nix se desmaye.
Bardo – A ti pequeña niña, personaje sin entendimiento, acaso no logras ver que tienes
bastante poder, bastante por seguir, sin embargo, es esa actitud la que evita que aprendas, que
entiendas por qué estás aquí.
Bardo – Vamos Alice, mira a través del espejo y dime qué ves.
Alice queda pasmada con el espejo en sus manos y mientras intenta ver el Bardo camina a su espalda
para poder apreciar lo mismo que ella.
Alice – Qué raro, no veo nada, no me veo ni a mí, ¿seguro es un espejo o acaso está dañado?
Bardo – No mi querida Alice, mira bien y lograrás desvelar lo que realmente esconde tu
alma.
Alice – ¡Lisa!
Alice – ¡Álvaro!
Alice – E… Eri... ¿Erika?, ¿Qué quieres de mí?... Sabía que esto es tu culpa, siempre lo fue…
desde que mamá murió y papá se casó, fuiste tú y solo tú, eres la culpable de todo lo malo que
me pasa… yo… yo te tenía, te tenía a ti y solo a ti, eras todo lo que me quedaba, eras mi
mundo… pero me dejaste, me abandonaste… ¡Te odio!, Eres la peor hermana del mundo.
Bardo – Sigues sin aprender Alice, estuviste tan cerca, y al mismo tiempo tan lejos, es
momento de que enfrentes tu última prueba, ha llegado la hora del juicio final. Prepárate pues
esto será brutal, y sin más preámbulos es momento de buscar en la biblioteca… Alice en el
país de las pesadillas
Pena y Pánico empiezan de nuevo a armar el escenario del cuento mientras entran todos los
personajes.
Bardo – Alice, este es el momento cumbre de tu redención, tus decisiones y tus actos te han
traído hasta aquí, este Alice… es tu juicio.
Alice aparece detrás de un podio en una especie de corte, Erika es la reina roja quien hace de juez.
Peter y Felix son los guardias encargados de custodiarla. Lily, Milly, Samantha están de jurado y a
contraparte está Lisa y Álvaro.
Erika – Estamos aquí para revisar y sentenciar el caso de Alice a quien se la acusa de haber
perpetrado el peor delito que se ha cometido en este reino, le dimos a la acusada una última
oportunidad para obtener la salvación dándose cuenta de sus errores y arrepintiéndose de
corazón para intentar cambiar y ahora ha vuelto aquí, es hora de dar el veredicto.
Alice – Soy inocente, todo esto es un error, yo no hice nada malo, esto es una pesadilla ¡tiene
que serlo!
Erika – En vista de que se nota el hecho de que la acusada no aprendió la lección y no está
arrepentida en lo más mínimo, declaró a la niña como culpable.
Milly – ¡CULPABLE!
Lisa – ¡CULPABLE!
Álvaro – ¡CULPABLE!
Felix – ¡CULPABLE!
Peter – ¡CULPABLE!
Erika – Sentencio a Alice sin apellido, a vagar un siglo entero en el monte de las animas.
¡GUARDIAS! ¡LLEVENSELA!
Alice – Esto no puede ser, esto no está pasando, no pueden hacerme esto, esto es solo un
sueño, un mal sueño… ¡ESTO NO ES REAL!
En el momento en el que Alice abre sus brazos todos los personajes presentes, menos el Bardo, se
tensan como si fueran marionetas.
Alice – Este es mi sueño, yo tengo el poder para controlarlo. De ahora en adelante esta
pesadilla se acabó, aquí pasará lo que yo diga… mmm Creo que ya sé por dónde comenzar,
¡despídete Erika! Tu quien me abandonó cuando más la necesitaba, ¡MUERE!
La protagonista sacude su el brazo violentamente en dirección a Erika quien cae al piso muerta
Alvaro – Por favor ¡Te estás destruyendo!, tu mente no podrá seguir soportándolo.
Alice – Mejor cállense par de traidores, tal vez considere dejarlos vivir, voy a disfrutar este
sueño y para empezar debo deshacerme de las molestias.
Alice sacude fuertemente los brazos haciendo que Lisa, Peter, Alvaro y Felix caigan al piso
Alice – Ahora que ya me deshice de la basura es momento de acabar con la mayor de mis
molestias.
Alice intenta repetir la acción contra el Bardo, sin embargo, este no se mueve
Van entrando personajes encapotados de negro con una vela en las manos mientras se hacen en
media luna al rededor de Alice y el Bardo, luego todos ellos se arrodillan como si estuvieran
rezando.
Bardo – Alice, puesto que no fuiste capaz de aprender de tus errores ahora deberás aceptar mi
castigo.
Alice – No cometí ningún error, actué bien, lo hice bien con todos, eso es lo que merecían.
Bardo – Yo quería salvarte mi niña, pero ahora vagaras toda la eternidad en tu oscuridad.
Alice – ¿Eternidad?
Bardo – Lo lamento pequeña, pues la soledad ahora será tu única amiga, pues en este destino
nadie podrá hacerte compañía, dulces sueños… Alice.
El Bardo se pone una capota más y va saliendo lentamente de la escena dejando a Alice sola en la
oscuridad de las velas, las cuales se apagan una por una.
FIN.