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El 

Iter Criminis (camino del delito) es propia del comportamiento humano, se da


siempre en dos etapas o fases una interna y otra externa y estas juntas presentan
una consecuencia jurídico-penal por lesionar o poner en peligro bienes jurídicos
tutelados.

En el Derecho Penal existen dos figuras a saber: a) el derecho penal de autor, y


b) el derecho penal de acto; por el primero, se entiende que los pensamientos,
ideas, etc., no son punibles; por el segundo, las conducta exteriorizada o
comportamiento humano sí son punibles, lo que significa que al Derecho Penal le
interesa el derecho penal de acto y, mas no, el derecho penal de autor.

Entonces, el iter criminis, está compuesto por dos fases principales: a) la fase


interna (ideación – deliberación – resolución o decisión) y b) la fase externa
(actos preparatorios – actos de ejecución (tentativa) – consumación –
agotamiento). En ese orden de ideas se tocará algunos lineamientos básicos al
respecto.

En el mimo sentido alude ZAFFARONI (EUGENIO RAUL), el iter criminis recorre


desde la decisión que el autor toma, en su esfera interior, hasta el agotamiento de
la ejecución del delito. En este camino se dan sucesivos momentos cronológicos,
como la concepción, decisión, preparación, comienzo de ejecución, culminación de
la acción típica, acontecer del resultado típico y agotamiento del hecho.

3. Fases
El delito tiene un proceso dentro del Derecho penal denominado iter criminis.

El delito comienza en la esfera interna del sujeto, como la ideación – deliberación


– resolución o decisión. Aquí, termina la fase interna y da comienzo a la fase
externa con los actos preparatorios – actos de ejecución (tentativa) – consumación
– agotamiento. Como bien señala la doctrina penal, el “agotamiento” no es
relevante para el Derecho penal, dado que el delito ya está consumado, desde
luego, no se descarta una posición minoritaria que señala al “agotamiento” como
parte de la fase de ejecución.

a) Ideación.- Consiste en la imaginación, pensamiento o idea del delito, es decir,


es la génesis de la idea delictiva que realizara el agente o sujeto activo; por
ejemplo: “A” quiere robar a “B”.

La primera fase comprende, en esencia, actos mentales de voluntad interna, que


pertenecen a la psique del autor, por lo que sólo pueden tener significación moral.
Estos actos representan la ideación del delito, y son absolutamente
irrelevantes a efectos penales: de internis non curat preator, se decía en el
Derecho romano, y también: cogitaciones poenam nemo patitur, esto es: de lo
interno no se puede ocupar el Derecho penal, es decir, el pensamiento no
delinque[4].

b) Deliberación.- Consiste en la elaboración y desarrollo del plan delictivo, es


decir, es el planeamiento del delito a cometer, la forma o circunstancia a darse;
por ejemplo: “A” quiere robar a “B”, para ello, se vale del uso de un arma de fuego,
la misma que lo realizara durante la noche y en lugar poco transitado por
personas.

En esta etapa hay una lucha interna entre la idea y la repulsa moral al delito,
puede el hombre por su inclinación al bien –según nuestra particular apreciación
de la conducta humana– rechazar la reflexión criminal, como puede acontecer que
los mecanismos de inhibición no sean suficientes y el hombre resuelva en su
intimidad (subjetividad) delinquir[5].

c) Resolución o decisión.- Consiste poner en práctica o exteriorizar el plan


delictivo; por ejemplo: “A” decide robar a “B” mediante una pistola y durante la
noche.

Entonces, en los tres momentos de la fase interna del delito son irrelevantes
para el Derecho penal, no son punibles; es decir, el pensamiento no delinque

3.2. Fase externa.

a) Actos preparatorios.- Los actos preparatorios del delito son actos exteriores


que no consisten en la ejecución sino en la preparación de un hecho delictivo. Se
encuentran, pues, en su estadio conceptualmente anterior a la ejecución: en el
estadio de preparación que precede a la realización ejecutiva. Estos actos son,
por regla general, impunes. Únicamente, en algunos delitos especialmente
relevantes, el legislador decide sancionar (no solo su ejecución, sino también) su
preparación[6]. El citado autor nos da a entender que en ciertos delitos son
punibles, ello se traduce a partir de las razones político-criminales, entre ellas
tenemos: la conspiración, proposición o provocación respectivamente.

Los actos preparatorios carecen de relevancia para el Derecho penal, son


impunes, en otras palabras, presentan un insuficiente contenido delictivo. En
palabras de MAURACH, en ciertos casos, no alcanzan siquiera la zona de lo
típico, y en otros no llenan el cuadro rigurosamente circunscrito de la figura
legal. Y puesto que la conminación penal decide no solo como, sino también si
debe castigarse una conducta, estas acciones en principio serán irrelevantes para
el derecho penal[7].

b) Actos de ejecución (tentativa).- Los actos ejecutivos comprenden aquellas


secuencias del iter criminis que representan la realización ejecutiva, y no
meramente preparatoria, del delito[8]. Los actos ejecutivos aparecen con la
exteriorización del pensamiento humano mediante conductas que tienen una
determinada finalidad[9].

Los actos de ejecución, que representa el límite superior en la fase externa del iter
criminis, si carece de relevancia penal, es decir, son punibles las conductas
concretas o exteriorizadas como tal.

c) Consumación.- Según FIANDACA y MUSCO, el concepto de consumación


expresa técnicamente la completa realización de todos los elementos constitutivos
de una variedad delictiva, esto es, cuando el hecho completo corresponde
enteramente al modo legal delineado en la norma penal en cuestión. En el mismo
sentido ALCÓCER, la consumación surge cuando se cumple totalmente los
requisitos exigidos por el tipo. No obstante, este momento no solo debe
comprenderse desde una visión estrictamente formal, sino también material.

d) Agotamiento.- La etapa de agotamiento surge cuando el agente consigue


satisfacer la intención que perseguía al idear, ejecutar y consumar el hecho
criminal. Con relación al delito cometido, tal hecho resulta irrelevante [10]. Es
decir, en esta fase el delito ya se ha realizado, es una consecuencia directa
de la consumación.

EN CONCLUSION

Existen muchos conceptos fuera de la doctrina del derecho penal


que la han definido el inter criminis como los actos internos; los
actos preparatorios; los actos de ejecución y la consumación del
delito.
ERROR DE TIPO POR FALSO ERROR DE RACIOCINIO
10. Se obre con error invencible de que no concurre en su conducta un
hecho constitutivo de la descripción típica o de que concurren los
presupuestos objetivos de una causal que excluya la responsabilidad. Si el
error fuere vencible la conducta será punible cuando la Ley la hubiere
previsto como culposa.

«se caracteriza por el desconocimiento de una circunstancia objetiva (descriptiva o


normativa) perteneciente al tipo de injusto, que deja impune la conducta cuando es
invencible y también cuando es superable y la respectiva modalidad delictiva sólo
está legalmente establecida en forma dolosa»

Se configura, por tanto, cuando el sujeto activo de la acción desconoce que su


comportamiento se adecúa a un delito y excluye el dolo porque afecta su aspecto
cognitivo, incidiendo así en la responsabilidad.

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