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Los smartphones y la dependencia en la sociedad actual

La introducción del smartphone ha sido muy rápida en todos


los sectores de la sociedad y ha contribuido a que se
desarrolle una mayor dependencia por los celulares, que
conectados ahora a Internet proporcionan un mayor número
de servicios y se han vuelto imprescindibles para muchas
personas. Pero, ¿estos aparatos tan útiles como creemos,
están contribuyendo a una mejor sociedad o por el contrario
están empobreciendo nuestras relaciones? Desde mi punto
de vista, los smartphones son más perjudiciales que
beneficiosos para los jóvenes. Por ello, en este breve ensayo
busco convencerlos sobre los aspectos más nocivos que provocan estos aparatos tecnológicos. A
continuación, presentaré tres argumentos que sostienen mi opinión.
En primer lugar, se dedica más tiempo a los amigos de las redes sociales que a los reales, por ejemplo,
es común ver en una cafetería a varios jóvenes reunidos que no conversan, tan solo teclean como
locos en su smartphone. La red y sus confusiones tienen prioridad ante la persona que tienen delante.
Ya nadie se disculpa o pide permiso para atender una llamada que interrumpa una conversación, ahora
lo natural es dejar al interlocutor con la palabra en la boca, incluso para leer la última publicación en
Facebook de un amigo. Esto perjudica las relaciones entre las personas y boicotea claramente la
comunicación entre las mismas.
En segundo lugar, el smartphone es hoy por hoy un problema para miles de jóvenes que tienen
síntomas físicos que pueden llegar incluso a manifestarse como crisis de ansiedad si se dejan en casa
su teléfono. Así lo evidencia la teoría del psicólogo David Cortejoso, quien advierte de los riesgos de
una adicción psicólogica a estos dispositivos, “los usamos demasiado, los ‘smartphones’ y tabletas
ocupan demasiadas horas al día y copan mucho nuestros pensamientos, lo cual nos lleva a un
aislamiento del mundo real, una dependencia de la tecnología que cuando no lo tenemos causa
depresión y ansiedad”.
En tercer lugar, algunas personas consideran que el smarphone es muy práctico, ya que se puede
llevar a todas partes y utilizarlo desde cualquier lugar donde nos encontremos. Sin embargo, muchos
no respetan los espacios donde se debe utilizar con pertinencia el smarphone. Las escuelas, los cines
y hasta la iglesia son lugares donde se observa a menudo. Suenan los celulares o se encienden luces
que delatan que el dueño del aparato está, con mayor o menor disimulo, atendiendo un requerimiento.
Los beneficios que el smartphone puede dar, son ser localizados, poder comunicarse en caso de
emergencia o recurrir a un callejero si nos hemos extraviado no son tan necesarios como pueden
parecer. Antes se utilizaban teléfonos públicos y se preguntaba a otras personas si no se conocía una
dirección. Hubo un tiempo en el que preguntar educadamente a un desconocido por la calle como
podíamos ir un lugar era lo habitual y no se usaba el google maps.
En conclusión, el uso del smartphone genera más perjuicios que beneficios a la juventud actual; ya
que, provoca aislamiento social, problemas psicológicos e impertinencia en su uso. Es esa mala
utilización lo que hace que hasta el día de hoy muchos consideran que las utilidades que este aparato
tiene queden en un segundo plano. Es de vital importancia tomar cartas en el asunto para evitar que
sigamos deshumanizándonos más.

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