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La vigente LOTTT (artículo 104) mantiene una concepción sumamente

amplia del salario, abarcando no sólo la retribución por la labor


ejecutada, sino cualquier prestación que perciba el trabajador con
ocasión de sus servicios, incluyendo los subsidios o facilidades
otorgados por el patrono. Sin embargo, se establece como excepción
los beneficios sociales de carácter no remunerativo previstos en el
artículo 105 de la Ley, como son los servicios de los centros de
educación inicial, el cumplimiento del beneficio de alimentación, los
reintegros de gastos médicos, farmacéuticos y odontológicos, las
provisiones de ropa de trabajo, útiles escolares y juguetes, el
otorgamiento de becas o pago de cursos de capacitación, formación o
especialización, y el pago de gastos funerarios.

En ese sentido….
<<La LOTTT aporta una definición amplia de salario con exclusiones
específicas, como son los beneficios sociales de carácter no
remunerativo. No obstante, por vía jurisprudencial, se ha establecido
que los subsidios y facilidades otorgados a los trabajadores no
revisten carácter salarial, ya que estos representan una ayuda de
carácter familiar que complementan el salario y constituyen una
liberalidad del patrono que es otorgada; no por la prestación del
servicio, sino por la existencia del contrato de trabajo, siendo, por
tanto, es jurídicamente imposible que los subsidios y facilidades
sean, al mismo tiempo, salario o complemento de éste.

En este sentido, decisiones dictadas por el TSJ han establecido que;


(I) … Existen beneficios que el patrono otorga a sus trabajadores
como meras liberalidades, vale decir, que si bien son conferidas
debido a la existencia del contrato de trabajo, no son retributivas por
la labor prestada; (II) … Cuando tales beneficios sean considerados
ayudas o liberalidades otorgadas por el patrono y que sin duda
aprovechan el trabajador y su familia, deben catalogarse como
subsidios o facilidades, (III) … ha de interpretarse que los
subsidios o facilidades que otorga un patrono a sus trabajadores
no revisten carácter salarial.

No obstante, estos subsidios, facilidades o liberalidades no


pueden ser interpretados de manera amplia, asumiéndose que en
ningún caso tienen naturaleza salarial, ya que la jurisprudencia ha
considerado en algunos supuestos que sí constituyen elementos de
carácter salarial, y por ende imputables a la base de cálculo de los
diversos beneficios y prestaciones laborales.

Asimismo, es conveniente destacar que en lo que respecta a


beneficios sociales de carácter no remunerativo, aun cuando la Ley
expresamente señala que estos no serán considerados como salario,
salvo que en las convenciones colectivas o contratos individuales de
trabajo se estipule lo contrario, la jurisprudencia también ha
establecido que éstos revisten carácter excepcional, y que su
otorgamiento debe regirse por el principio de proporcionalidad o
adecuación, es decir, que dichos provechos o ventajas deben
responder a un criterio de proporcionalidad de la necesidad que se
pretende satisfacer, y que los mismos no deben ser otorgados de
forma desmesurada, ya que ello desvirtúa su espíritu y finalidad.

Ahora bien; … En la práctica se suscitan controversias no solo con


ocasión a la interpretación de la noción de salario, sino también con
motivo de la interpretación de la noción de beneficios sociales no
remunerativos, dándose cabida a la interrogante de si estos
beneficios que no revisten carácter salarial son únicamente aquellos
previstos en el artículo 105 de la LOTTT, o si pueden ser considerados
como tales otros beneficios otorgados por el patrono.

En relación con ello, el (TSJ) ha establecido lo siguiente:

1º.Si el beneficio o concepto es otorgado al trabajador para


facilitarle su situación socioeconómica, pero escapa de la
intención retributiva de su labor, ya que el mismo no le genera
provecho y enriquecimiento en su esfera patrimonial, no debe
ser considerado como salario. “Punto para tomar en
consideración”

2º.Para que pueda considerarse algún concepto parte del salario,


debe éste generarle al trabajador provecho y enriquecerle su
esfera patrimonial, además de que ese provecho que sea
otorgado pueda ser administrado libremente, dándole al
trabajador el uso que mejor le pareciere. “Ojo con esto”

3º.Si no existe limitación o condición para que el trabajador


disponga del beneficio, se entiende que su finalidad es
incrementar la remuneración del trabajador y por tanto debe
ser considerado como salario. “Ojo con esto”

4º.El valor monetario del beneficio debe siempre guardar relación


de proporcionalidad con las necesidades del trabajador y su
familia que se pretenden satisfacer, pues si resulta exorbitante
o por lo menos mayor en relación con el salario devengado por
el trabajador, queda de manifiesto el ánimo del patrono de
enriquecer al trabajador, de aumentar su patrimonio, al margen
de la ayuda a la satisfacción de las necesidades esenciales, lo
cual hace que el beneficio deba ser considerado como salario.
“Ojo con esto”

Como se evidencia, existen ciertos elementos o requisitos que deben


ser analizados y verificados al momento de otorgar un beneficio o una
asignación monetaria al trabajador, de manera que pueda precisarse
si estos beneficios o asignaciones pueden ser considerados o no como
salario, siendo que la noción de subsidios o facilidades así como la
de beneficios sociales de carácter no remunerativo no debe ser
interpretada o entendida de forma amplísima o indeterminada, sino
que debe ceñirse a lo expresamente contemplado en la Ley y la
jurisprudencia nacional.

Una interpretación ilimitada o desmesurada de estas nociones


conlleva a lo que se conoce como “precarización del salario”, o
“desalarización de ingresos”…

En la actualidad, es evidente y se observa de manera frecuente como


las entidades de trabajo otorgan beneficios o asignaciones
extraordinarias o complementarias a las cuales no se les asigna
carácter salarial, con motivo del alto impacto que estas asignaciones
representan en los pasivos laborales de los trabajadores y el
encarecimiento abismal que implica para el patrono el pago de
prestaciones sociales por la terminación de la relación de trabajo,
como consecuencia de la retroactividad establecida en el literal “c” del
artículo 142 de la LOTTT, aunado al alto índice inflacionario que existe
en el país.

Por tanto; a mi parecer, resulta imperioso y necesario detenerse para


hacer un análisis profundo de lo que significa la noción del salario y la
de los beneficios sociales previstos, tanto en la LOTTT como en la
jurisprudencia nacional, con el firme propósito de evaluar los
paquetes de compensación que se le ofrecen a los trabajadores, lo
que un paso adelante en aras de trabajar en la mitigación de los
riesgos que este tema representa.

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