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1. Abierto
2. Reservado
Las personas con un grado elevado del rasgo de personalidad “reservado” se caracterizan por
ser personas prudentes, serias, críticas, evitan salir de la rutina y no están tan abiertas a la
novedad.
3. Introversión
Las personas con un nivel alto del rasgo de personalidad extraversión disfrutan de la
socialización. Entre las características de las personas extrovertidas se encuentran que son
habladoras, asertivas y alegres en las relaciones sociales.
5. Seguro
6. Dubitativo
Las personas muy dubitativas suelen ser reservadas, individualistas, dudosas, inseguras,
muestran temor a equivocarse, entre otros. Aquí puedes encontrar ejercicios para tener más
seguridad en ti mismo.
7. Sumiso
8. Dominante
Contrariamente al rasgo de personalidad sumiso, las personas con un alto nivel del rasgo de
dominancia, suelen ser personas agresivas, autoritarias, líderes, imponentes, testarudas,
etcétera.
9. Relajado
10. Excitable
El último rasgo de esta lista de rasgos de personalidad es la excitabilidad. Las personas muy
excitables se caracterizan por ser inquietas, impacientes, muy activas, movidas, etcétera.
Explique el Trastorno de la Personalidad.
Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales en las cuales una
persona tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y pensamientos que es
muy diferente a las expectativas de su cultura.
1. Síndrome de Cotard
Las personas con Síndrome de Cotard piensan que están muertas o que son parte de una
realidad que no se corresponde con la del resto de personas y objetos. Se creen seres inertes .
De esta manera, pueden creer que su piel se está pudriendo, que sus órganos están
desapareciendo o que ellos mismos ya no existen.
2. Ilusión de cristal
Aquellos que sufren este síndrome, creen que están hechas de cristal y ser tan frágiles como
ese material. La mayoría de estos casos de dieron entre el siglo XV y el XVII. En la actualidad
únicamente se han documentado casos aislados.
3. Síndrome de Bálint
Las personas con este extraño síndrome sufren alteraciones en el espacio-tiempo. Pueden
creer que algunos objetos son mucho más grandes o pequeños de lo son en la realidad, o que
el tiempo deja de medirse de forma tradicional.
Las personas con Síndrome de la Mano Ajena, ven como una de sus manos parece actuar por
voluntad propia, sin que la consciencia pueda delimitar las intenciones y los movimientos.
6. Síndrome de Anton
El Síndrome de Anton es una tipo de ceguera cortical. Las personas que lo padecen actúan
como si pudieran ver.
Las personas lo sufren, niegan la evidencia de que no ven nada, e intentan dar todo tipo de
explicaciones para explicar sus continuos tropiezos y problemas provocados por la falta de
visión.
7. Síndrome de Capgras
Las personas que lo experimentan, creen que ciertas personas, especialmente amigos o
familiares, han sido sustituidas por farsantes, sin tener motivos objetivos para creer en una
hipótesis tal. Está relacionado con la prosopognasia.
8. Síndrome de Otelo
Las personas que lo experimentan creen que sus parejas les son infieles, basándose en
hipótesis muy extrañas y en detalles totalmente insignificantes. Se trata de una psicopatología
con consecuencias muy graves tanto para la persona que lo sufre como para su entorno más
cercano.
Tratamiento
Psiquiatras
Farmacéutico
Asistente social
Si tienes síntomas suaves que se pueden controlar bien, es posible que necesites tratamiento
solamente por parte de tu médico de cabecera, un psiquiatra u otro terapista. Si es posible,
busca a un profesional de la salud mental con experiencia en tratamientos de trastornos de la
personalidad.
Psicoterapia
Medicamentos
Antidepresivos. Los antidepresivos pueden ser efectivos si te sientes depresivo, con ira,
impulsivo, irritable o desesperanzado, lo que puede asociarse con los trastornos de la
personalidad.
Estabilizadores del estado de ánimo. Como su nombre lo sugiere, los estabilizadores del estado
de ánimo pueden suavizar los cambios de humor o reducir la irritabilidad, la impulsividad y la
agresión.
Ansiolíticos. Pueden ayudar si tienes ansiedad, nerviosismo o insomnio. Pero en algunos casos,
pueden aumentar el comportamiento impulsivo, por lo que se evitan para ciertos tipos de
trastornos de la personalidad.