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Universidad ORT Uruguay

Facultad de Administración y Ciencias Sociales

Guerras de Yugoslavia (1991-1995)

Obligatorio
Historia Internacional Contemporánea

Sofía Acosta (267645)


Yijin Liu (301129)
Montevideo, junio de 2023
1. Introducción

En el presente trabajo se investigará acerca de las Guerras de Yugoslavia, las cuales


fueron una serie de enfrentamientos violentos que tuvieron lugar en la península balcánica
entre mediados de 1991 y 1995. Estos conflictos surgieron tras la disolución de la "República
Federativa Socialista de Yugoslavia" (RFSY), compuesta por las actuales Serbia,
Montenegro, Croacia, Eslovenia, Bosnia y Herzegovina y Macedonia del Norte. Este hecho
suscitó el estallido de uno de los conflictos más relevantes en la historia de Europa posterior a
la Segunda Guerra Mundial, reviviendo viejos nacionalismos y disputas territoriales, y
alimentando una constante lucha por el poder político en la zona. Además, el objetivo
principal del trabajo será realizar un análisis exhaustivo del accionar internacional por parte
de organismos, comisiones y movimientos en el conflicto, con el fin de comprender en
profundidad su impacto y alcance.

2. Causas del Estallido de las Guerras

En primer lugar, es indispensable entender que el origen del conflicto no se limita a


una única causa, sino que existen múltiples aspectos a considerar a la hora de analizar por qué
se desintegró Yugoslavia. Como bien menciona Jović (2009), en líneas generales, la mayoría
de los investigadores tratan de situar los motivos del conflicto en alguna de las siguientes
premisas: “(...) (1) el argumento económico; (2) la antigua enemistad étnica; (3) los
nacionalismos; (4) la diversidad cultural; (5) el papel de la política internacional; (6) el
argumento basado en la personalidad; (7) la caída de los imperios y (8) la razón
constitucional e institucional.” (p.13)1 Es importante comprender entonces que todos los
enfoques antes mencionados serán de utilidad a la hora de construir una respuesta que nos
lleve a asimilar el desarrollo de los hechos y examinar el panorama internacional.

En principio, el llamado argumento económico se refiere explícitamente a la crisis


económica que sumió a la Federación a finales de la década de 1970. Esto fue consecuencia
de la creciente deuda externa, la brecha cada vez más evidente entre las regiones más
desarrolladas (Eslovenia y Croacia) y las menos avanzadas en materia económica (Kosovo),
así como el aumento de las tensiones políticas como resultado de dichas desigualdades. Ante
tal contexto, se volvió evidente el fracaso del socialismo yugoslavo, ya que no podía haber
igualdad a nivel político y social sin superar previamente las desigualdades económicas.

Por otro lado, la premisa que plantea la antigua enemistad étnica como causa de las
Guerras, toma en cuenta específicamente el escenario histórico posterior a la Primera Guerra
Mundial, con el surgimiento oficial del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos el 1 de
diciembre de 1918. Estado que se conformó gracias a la desintegración del Imperio
Austro-Húngaro y la presión externa por unificar las Provincias Eslavas del Sur a los ya
organizados Estados de Serbia y Montenegro. Sumado a lo anterior, las corrientes
nacionalistas y la diversidad cultural aumentaron las tensiones étnicas preexistentes en el
proceso de unificación del Estado Yugoslavo. Los movimientos nacionalistas serbios,
históricamente, abogaron por un reino centralizado bajo la monarquía Karadordević y la
Iglesia Ortodoxa. Mientras tanto, los croatas (seguidores de la Iglesia Católica), eslovenos y
musulmanes bosnios creían que el nuevo Estado debía ser una Unión Federal, donde todos
fueran considerados iguales ante la Ley y bajo una única Constitución. A pesar de estas dos
posturas, a principios de 1929 la dinastía serbia de Karadordević (bajo el mando del entonces
Rey Alejandro I) proclamó una monarquía absoluta, modificando el nombre del estado a
1
Traducción propia.

1
Reino de Yugoslavia, aboliendo los partidos políticos. No obstante, las tensiones aumentaron
en lugar de disminuir debido a la represión por parte de las autoridades serbias hacia grupos
opositores como Ustasha (un movimiento fascista croata fundado por Ante Pavelic).
Posteriormente, durante la Segunda Guerra Mundial dicho movimiento implementó políticas
genocidas contra los serbios, lo que dejó profundas cicatrices y resentimientos en ambos
lados.

El argumento basado en el rol de las personalidades se sustenta en los papeles


fundamentales que cumplieron los ex líderes Josip Broz Tito y Slobodan Miloševic a lo largo
de la historia. Por un lado, Tito gobernó Yugoslavia desde finales de la Segunda Guerra
Mundial hasta su muerte en 1980. Bajo su liderazgo, la Federación se acercó a Europa
Occidental y mejoró las relaciones diplomáticas con la URSS. Gracias a su carisma y su
papel de intermediario en las disputas políticas, los yugoslavos experimentaron dos décadas
de relativa estabilidad económica y tranquilidad social. Sin embargo, después de su muerte,
Yugoslavia comenzó a resquebrajarse, “(...) surgiendo una figura como la de Slobodan
Miloševic, quien promovió la idea de crear una Gran Serbia.”2 (Nigel & Mikulan, 2006, p. 6)
Miloševic buscó unificar a Serbia, dominando los distritos croatas y repoblando estas zonas
con croatas-serbios. También quería restaurar una mayoría serbia en Kosovo, desterrando a
los albanokosovares. Finalmente, fue elegido presidente de Serbia en mayo de 1989,
consolidando su poder en Montenegro, Voivodina y Kosovo, lo que terminaría ocasionando
seguidas olas de altercados entre los propios líderes de cada región.

La historia del Estado Yugoslavo estuvo marcada por múltiples normativas, reglas e
instituciones que dificultaron el funcionamiento de la federación a través de una vía legal
"convencional". La Constitución de 1974 reflejó el esfuerzo por encontrar un equilibrio entre
las diversas aspiraciones y demandas de los diferentes grupos étnicos y regiones del país,
pero las tensiones nacionalistas y las disparidades económicas aumentaron en los años 80, y
las fuerzas políticas dominantes utilizaron la Constitución para su propio beneficio,
generando discordia y discusión.

3. Antecedentes Recientes

Teniendo en cuenta todo lo mencionado, pasaremos a relatar brevemente los


acontecimientos clave que llevaron a la desintegración de la RFSY a mediados de 1991. Por
un lado, Kosovo, tras haber sufrido una fuerte represión por parte del gobierno serbio (bajo el
mandato de Sloban Milosevic), decidió proclamar su independencia de forma unilateral en
julio de 1990. Sin embargo, estos deseos volvieron a ser oprimidos violentamente, lo cual
generó descontento en el resto de la federación. Ante esto, surgieron varias propuestas para
reformar la estructura burocrática de la confederación, pero no se pudo llegar a un convenio,
desintegrándose así la Liga Comunista de Yugoslavia (LCY). Eslovenia y Croacia celebraron
elecciones en las que Milan Kucan y Franjo Tudman resultaron elegidos respectivamente.
Además, en diciembre de ese año se llevó a cabo un referéndum a favor de la independencia
de Eslovenia, logrando una aplastante mayoría en este sentido. Este suceso se repitió en
Croacia unos meses más tarde. Como última opción, estos gobiernos promovieron una
posible "refundación de Yugoslavia", nombrando a Stipe Mesic como presidente. Sin
embargo, Serbia y Montenegro se opusieron contundentemente, ya que sus líderes estaban
empeñados en el mantenimiento de un modelo federal y no reconocían a Mesic como

2
Traducción propia.

2
presidente. Finalmente, debido a la falta de legitimidad en las instituciones federales el
estallido de una guerra era inevitable.

4. Hitos Principales de las Guerras y el Accionar Internacional

4.1 La Guerra de los 10 Días

El conflicto que dio inicio a la completa desintegración de Yugoslavia fue la llamada


Guerra de los 10 días. Esta tuvo como casus belli la declaración de independencia de
Eslovenia y Croacia el 25 de junio de 1991, lo que ocasionó que tan solo dos días después, el
Ejército Popular Yugoslavo (JNA) decidiera reaccionar, desplegando vehículos militares
blindados en todo el territorio esloveno para intimidar a los partidarios de la secesión.

Ante esto, las Fuerzas de Autodefensa Eslovenas (MSNZ) reaccionaron, llevando a


cabo maniobras estratégicas que consisten en: “(...) obstaculizar a los militares yugoslavos
mediante barricadas en las carreteras, golpes de mano, emboscadas y asaltos (...)”. (Jiménez
Santana, 2018, p. 16) Además, la MSNZ tenía todas sus acciones precisamente calculadas a
modo de provocar al JNA y forzar una intervención por parte de Occidente. Además, “(...) la
opinión pública europea estaba totalmente asustada viendo imágenes en los telediarios de los
tanques y los combates a muy poca distancia de Italia y Austria.” (Jiménez Santana, 2018, p.
16) En los próximos días, el JNA perdió terreno con gran facilidad y para el 3 de julio aceptó
el alto al fuego, ya que era indiscutible que su plan había sido un fracaso.

Finalmente, el 7 de julio se firmó el Acuerdo de Brioni, en el cual intervinieron tres


representantes diplomáticos por parte de la Comunidad Europea (CE), en función de
mediadores (los ministros de Asuntos Exteriores de Portugal, Luxemburgo y Países Bajos).
Además de ellos, estuvieron presentes los presidentes de Eslovenia y Croacia, así como el
primer ministro yugoslavo. A partir de dicho acuerdo, se estipulan puntos claves como; la
salida formal del JNA de Eslovenia y la postergación de las respectivas independencias de
Eslovenia y Croata.

4.2 Accionar Internacional

Este hecho supuso la primera actuación formal por parte de Occidente, puesto que si
bien la situación en Yugoslavia no era motivo de tranquilidad para nadie, la gran mayoría de
potencias advertían no tomar cartas en al asunto, dado que una posible reacción Serbia sería
más perjudicial para toda Europa. A su vez, países como Francia, Inglaterra o Estados Unidos
no veían con buenos ojos la factible disolución de la Federación, pues como era un punto
clave “(...) no romper la estabilidad de Europa que tanto costó reconstruir tras la Segunda
Guerra Mundial.” (Albiol Germán, 2019, p. 28) En lo que respecta a los organismos
internacionales, además de la CE la Conferencia sobre la Seguridad y la Cooperación en
Europa (CSCE) brindó apoyo en la búsqueda de una solución pacífica mediante la vía
diplomática. Para ello, la organización desplegó una misión de observadores a lo largo del
terreno a modo de monitorear la situación, sin embargo, esto no logró poner un alto al fuego
inmediato sino que simplemente contribuyó en las futuras negociaciones como el Acuerdo de
Brioni.

3
4.3 La Guerra Entre Serbia y Croacia

En relación al conflicto serbo-croata, es importante destacar que antes del referéndum


celebrado en Croacia en mayo de 1991 (mencionado en los antecedentes), las minorías
serbias dentro del territorio croata (en las regiones de Krajina y Eslavonia oriental) intentaron
declarar su autonomía mediante un referéndum celebrado en agosto de 1990. Sin embargo, en
diciembre de dicho año, bajo el gobierno de Tudjman, Croacia ratificó las enmiendas de la
Constitución de la República por encima de las leyes de la Federación, dejando de reconocer
a las minorías serbias en su territorio. (Jimenez Santana, 2018) Debido a este hecho, no fue
sorprendente que tras la declaración de independencia de Eslovenia y Croacia el 25 de junio
de 1991, las regiones de Krajina y Eslavonia respondieron inmediatamente proclamando su
independencia de la misma.

De manera similar a lo ocurrido en Eslovenia, Serbia envió al JNA para apoyar a sus
minorías étnicas en el conflicto. Mientras que en Croacia, se conformó una fuerza de
seguridad conocida como la Guardia Nacional Croata (ZNG), que tuvo como objetivo
defender la independencia y a su población de los ataques serbios. En primera instancia, en
agosto de 1991 el JNA atacó Osijek en la zona de Baranja, ocasionando la muerte de más de
ochocientas personas y la resistencia por parte de la ZNG debido a los constantes
bombardeos. Asimismo, en octubre comenzó el llamado asedio a Dubrovnik, que duró 7
meses y recibió numerosos bombardeos por parte del JNA. Sin embargo, este hecho generó
controversias a nivel internacional, ya que la ciudad había sido declarada Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO y no tenía una mayoría poblacional serbia que justificara su
toma, por lo que despertó varios cuestionamientos. Si bien gran parte del asedio fue llevado a
cabo por la marina yugoslava la cual también contó con el involucramiento de unidades
montenegrinas, lo que contribuyó a que Dubrovnik permaneciera bajo el control serbio hasta
principios de 1992. Por último, la batalla de Vukovar fue el conflicto más cruento en esta
guerra. Dentro de ella, un hecho destacable fue la Masacre de Ovčara, donde soldados serbios
liderados por Arkan (un líder paramilitar) ejecutaron a prisioneros de guerra y civiles croatas.
Ante esto, el presidente Franjo Tuđman llamó a la población a defenderse del nacionalismo
serbio y sus ataques. Finalmente, los partidos democráticos dentro del parlamento croata
condenaron todas las atrocidades llevadas a cabo hasta 1995 por parte del JNA y otros grupos
paramilitares serbios.

4.4 Accionar Internacional

Si bien los Acuerdos de Brioni postergaron la independencia de Eslovenia y Croacia


por tres meses, los ataques lejos de cesar continuaron. Debido a esto, el 7 de septiembre de
1991, se iniciaron las negociaciones en La Haya, presididas por Lord Carrington y
conformadas por seis representantes de las repúblicas yugoslavas y su presidencia. Según
Rodrigo Jiménez Santana: "el Plan Carrington fue presentado el 4 de octubre y era muy
parecido a la Unión Europea, cada república hacía su propia secesión y a partir de ahí
decidían qué tipo de relaciones tendrían con el resto de repúblicas yugoslavas, mediante
tratados y acuerdos." (Jimenez Santana, 2018, p. 23) Sin embargo, este plan fracasó debido a
la falta de interés por parte de Croacia y Eslovenia en abandonar sus ideales independentistas.
Sumado a eso, la negativa respuesta de Milosevic no ayudó a que las negociaciones
continuaran, ya que este buscaba conservar una Yugoslavia unida a modo de facilitar la toma
de territorios dentro de la misma.

4
Bajo este contexto, Alemania apoyó fuertemente la independencia en ambas
repúblicas, ya que culpaba a los nacionalistas serbios de ser la causa del conflicto en
Yugoslavia. Además, tras el evidente fracaso del Plan Carrington, el 16 de diciembre de 1991,
Alemania reconoció de forma unilateral la independencia de Eslovenia y Croacia, lo que puso
en una situación muy comprometida al resto de países miembros de la CE (como Francia,
Reino Unido y Países Bajos) que finalmente reconocieron a los nuevos Estados a partir de
enero de 1992.

En cuanto a la función de los organismos internacionales, tanto la OTAN como la CE


enviaron contingentes al Mar Adriático para vigilar el cumplimiento del embargo de armas
impuesto a Serbia y Montenegro por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en
mayo de 1992. Sin embargo, Serbia se abastecía principalmente por vía terrestre a través de
sus fronteras con Hungría, Rumania y Bulgaria, por lo que esta medida no fue efectiva. Cabe
destacar que, en ciertos momentos, los organismos tuvieron que tomar medidas de mayor
intervención, como la misión enviada por la ONU, UNPROFOR, donde unos 14.000
hombres buscaron intervenir entre los combatientes y proteger a los civiles. (Albiol Germán,
2019)

4.5 La guerra en Bosnia-Herzegovina

"La situación en Croacia se estaba estabilizando lentamente cuando


Bosnia-Herzegovina se sumergió en abril de 1992 en una guerra de una crueldad excepcional,
inmediatamente después de haber sido reconocido como Estado soberano” (Waldman &
Reinares, 1999, p. 160). Con esta introducción, nos adentramos en una de las guerras más
sangrientas que tuvieron lugar en la desintegración de Yugoslavia. Es relevante destacar que
en Bosnia-Herzegovina, las principales etnias que conformaban la población eran los croatas,
los musulmanes y los serbios.

El conflicto entre los tres grupos étnicos se desencadenó como consecuencia del
referéndum de independencia de Bosnia, llevado a cabo entre el 29 de febrero y el 1 de marzo
de 1992. A partir de octubre de 1991, los diputados musulmanes y croatas adoptaron
documentos que abrían el camino hacia la separación de la República de la Federación
Yugoslava, mientras que los serbios adoptaron una postura negativa3 (Radovic, 2004, p. 35).
En respuesta, en enero de 1992, los políticos serbios proclamaron la formación de la
"República Srpska de Bosnia-Herzegovina". Durante el referéndum de Bosnia, los
musulmanes y los croatas respaldaron enérgicamente la iniciativa de independencia, mientras
que los serbios la rechazaron por completo.

Finalmente, el resultado del referéndum de Bosnia-Herzegovina fue del 99% a favor


de la independencia, lo que llevó a Izetbegovic, el presidente de la República de
Bosnia-Herzegovina, a proclamar la independencia y solicitar el reconocimiento internacional
(Santana Jiménez, 2018, p. 26). La discrepancia en torno a la cuestión de la independencia
entre los grupos étnicos llevó a un aumento de las tensiones entre ellos. Las fricciones entre
las comunidades étnicas aumentaron y se produjeron una serie de actos violentos en los que
participaron civiles armados, policías y paramilitares de diversas nacionalidades (Radovic,
2004, p. 36).

3
Traducción propia

5
Tras esta acción internacional, la República se vio envuelta en una serie de combates
en los que las tropas del JNA, los reservistas serbios y las unidades paramilitares rápidamente
tomaron el control de gran parte del territorio (Radovic, 2004, p. 36). Durante la guerra, los
serbios tenían una superioridad militar y llevaron a cabo una campaña sistemática de
persecución de las otras etnias, respaldados por el Ejército Popular Yugoslavo y por Serbia.
Pronto los bosniocroatas reaccionaron rechazando la autoridad del gobierno bosnio y
declarando su propia república, la República de Herceg-Bosna, con el respaldo de Croacia4
(The Conflicts | International Criminal Tribunal for the former Yugoslavia, s. f.). Hasta este
punto, el conflicto se transformó en una sangrienta lucha entre las tres etnias, donde los
civiles se convirtieron en víctimas de horrendos crímenes. Esto se ha evidenciado en los
centros de detención de civiles establecidos por todas las partes involucradas en el conflicto
en Prijedor, Omarska, Konjic, Dretelj y otros lugares (The Conflicts | International Criminal
Tribunal for the former Yugoslavia, s. f.). La peor atrocidad de la guerra tuvo lugar en el
verano de 1995, cuando las fuerzas lideradas por el comandante serbobosnio Ratko Mladić
atacaron la ciudad de Srebrenica, que había sido declarada zona segura por la ONU. En este
lugar, más de 8.000 hombres y niños de origen bosniomusulmán fueron ejecutados por las
fuerzas serbias en un acto de genocidio.

4.6 Accionar Internacional

La primera negociación internacional fue el "Plan de Carrington-Cutileiro", también


conocido como el Acuerdo de Lisboa, en marzo de 1992. Su objetivo principal era prevenir el
estallido del conflicto en la república yugoslava de Bosnia-Herzegovina5 (Bell, C. and
Badanjak, S. 2019). Entre las medidas propuestas se encontraba la transformación de la
república en un Estado independiente, con la garantía de una representación proporcional de
los tres principales grupos étnicos en todas las instituciones estatales (Bell, C. and Badanjak,
S. 2019). El Plan Carrington-Cutileiro fue finalmente firmado por los líderes de las tres
comunidades involucradas en Lisboa el 18 de marzo de 1992, pero la negociación fracasó
cuando el presidente Izetbegović retiró su firma6 (Harland, 2017).

La segunda iniciativa de paz fue presentada a principios de 1993 por el ex Secretario


de Estado estadounidense Cyrus Vance, en representación de la ONU, y el ex Ministro de
Asuntos Exteriores británico Lord David Owen, representando a la Unión Europea. “El "plan
de Vance-Owen" seguía la misma lógica consociativa que el plan Carrington-Cutileiro y
compartía el ideal de involucrar a Serbia, Croacia y sus contrapartes serbo-bosnias y
croata-bosnias en las conversaciones de paz” (Harland, 2017). Los negociadores planteaban
la reorganización de Bosnia-Herzegovina en diez provincias, junto con la necesidad de una
constitución que legitimara la autonomía de estas divisiones. Además, se proponía la
desmilitarización del territorio, que estaría bajo la supervisión de la ONU (LA NUEVA
EUROPA: LA OTRA EUROPA, s. f.).

“Durante la guerra, la situación de limpieza étnica que se desarrolló llevó a la


intervención de la ONU en la región mediante una operación de ayuda humanitaria. Para
garantizar esta intervención, el Consejo de Seguridad amplió su operación de mantenimiento
de la paz, conocida como la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas”7 (UNPROFOR)
(Harland, 2017).
4
Traducción propia
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Traducción propia
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Traducción propia
7
Traducción propia

6
El último intento de la ONU fue el "Plan de Owen-Stoltenberg", en el cual David
Owen se unió al ex ministro de Asuntos Exteriores noruego, Thorvald Stoltenberg, para
proponer conjuntamente otro plan de paz. Este plan presentaba una lógica opuesta a los
anteriores, ya que en lugar de buscar un acuerdo para un país indivisible y revertir la limpieza
étnica, se enfocaba en crear un acuerdo más viable para su implementación en el terreno
(Harland, 2017). Primero, sugiere una "Unión de Tres Repúblicas" donde Sarajevo será la
capital común para todos; luego a los serbios se les asignará un bloque de territorio
incluyendo la frontera con Serbia, a los croatas se les asignará dos territorios más pequeños
ambos cerca con la República de Croacia, y últimamente a los musulmanes se les brindara
vías de carretera para que pueda conectar con las ciudades musulmanas aisladas del este de
Bosnia (Harland, 2017).

En respuesta a las numerosas atrocidades cometidas en Bosnia-Herzegovina, tanto los


Estados Unidos y la OTAN reaccionaron creando en 1994 el Grupo de Contacto con el fin de
idear un nuevo plan para encontrar una solución definitiva al conflicto. No obstante, la
propuesta fue rechazada por los serbios y musulmanes, quienes argumentaron que el corredor
que unía sus territorios era demasiado estrecho y que sus enclaves quedaban muy expuestos a
los ataques externos, respectivamente (Albiol Germán, 2019, p. 45).

Ya al final del conflicto, los serbios se vieron obligados a retroceder en su ofensiva


debido a los constantes ataques de las fuerzas croatas, la presión ejercida por los bosnios y los
bombardeos llevados a cabo por la UNPROFOR y la OTAN. “A finales de septiembre,
habían perdido gran parte del territorio que habían ocupado desde 1992 y estaban al borde del
colapso” (Harland, 2017). Para conservar los últimos territorios que poseían, esta vez, los
serbios participaron con entusiasmo en las negociaciones de paz dirigidas por el
estadounidense Richard Holbrooke y el ex primer ministro sueco Carl Bildt.

Finalmente, después de múltiples negociaciones fallidas, se llegó al Acuerdo de


Dayton en 1995. Este acuerdo fue negociado en la base aérea Wright-Patterson en Dayton,
Ohio, con el propósito de aislar a las partes involucradas y demostrar el poderío
estadounidense (Harland, 2017). Las tres delegaciones estaban encabezadas por los
presidentes de Bosnia, Croacia y Serbia, así como por los líderes bosniocroatas y
serbobosnios. El objetivo primordial de este plan era establecer una paz duradera y fomentar
la convivencia y el entendimiento entre las diferentes etnias (Albiol Germán, 2019, p.48). En
el mismo acuerdo se reconoció la nueva situación en el país balcánico y dividió Bosnia en
dos zonas que podrían confederarse con Serbia y Croacia en el futuro.

5. Conclusiones Generales

Para concluir, resulta evidente que las guerras en Yugoslavia pusieron a prueba la
actuación de los organismos internacionales en Europa. Durante los conflictos, diversas
instituciones intervinieron con el objetivo primordial de lograr la paz en la región. En la
Guerra de los Diez días, la CE (predecesora de la UE) desempeñó un papel mediador, lo que
posteriormente condujo a la firma del Acuerdo de Brioni que puso fin al conflicto. Por otro
lado, la OTAN asumió la responsabilidad de las negociaciones en la Guerra de
Bosnia-Herzegovina, principalmente debido a la ineficacia de las Naciones Unidas para
alcanzar un acuerdo de paz. Es importante destacar que en la mayoría de las mediaciones, no
se buscó abordar las diferencias fundamentales entre las partes involucradas, sino que se

7
procuró evitar que el conflicto trascendiera las fronteras de la antigua Yugoslavia, ya que esto
podría desestabilizar el continente europeo.

En general, podemos observar un cierto desinterés por parte de los organismos


internacionales hacia las guerras internas en Yugoslavia. Es probable que se haya considerado
que las repúblicas yugoslavas mantendrían su unidad debido a sus vínculos económicos. Sin
embargo, se subestimó el poder del nacionalismo separatista, que se intensificó durante la
Guerra Fría (Ferreira Navarro, 2012).

“Declaramos ser las autoras de este trabajo. Cada vez que hemos tomado ideas, palabras,
ejemplos, imágenes, gráficos, etc. de otro autor, lo hemos especificado y referenciado
debidamente”.

Sofía Acosta YiJin Liu

Bibliografía

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