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ANALISIS DE LA GUERRA DE LOS MIL DIAS

DILCIA DE LEON 3-107-214

Desde su fundación, la República de la Nueva Granada, llamada después Confederación


Granadina, Estados Unidos de Colombia y finalmente República de Colombia, vivió un largo
periodo de inestabilidad política, cuyo evento más sangriento durante el decimonónico, fue la
llamada “Guerra de los Mil Días” y cuyo epicentro fue el departamento de Santander; su inicio
se enmarca en el año de 1899, y menguó un poco más allá del mes de Octubre de 1902.

La causa de esta guerra civil es multifactorial, ya que intervienen variables de índole


económica-ideológica, las cuales afectaron traumáticamente a la sociedad neogranadina
(Colombia).

La ingobernabilidad de la República, puso de manifiesto una tremenda incapacidad de sus


gobernantes; al igual que evidencia que no ha existido un “proyecto nacional” estructurado y
orientado a darle cohesión a todo el territorio comprendido entre sus fronteras; prueba de ello
es el triste papel del presidente Manuel Antonio San Clemente.

Este evento se internacionalizó en la medida en que Venezuela y el Ecuador se metieron a


participar en el conflicto interno de Colombia (antigua República de la Nueva Granada).

Cuando nos referimos a la guerra desencadenada en el Istmo de Panamá a inicios de 1900, con
el desembarco en Punta Burica de un grupo de hombres procedentes de Nicaragua, al mando
del Dr. Belisario Porras, cabe advertir que este movimiento apoyado por el presidente José
Santos Zelaya de Nicaragua e identificado con el liberalismo a nivel hispanoamericano, tiene
otra connotación.

El Dr. Belisario Porras, tenía planes muy personales, prueba de ello es que, poco después de su
desembarco se autoproclamó Jefe Civil y Militar del Istmo, sin tomar en cuenta la opinión del
Directorio Nacional del Liberalismo Panameño-Colombiano. El 4 de Abril, los rebeldes habían
logrado posesionarse de la ciudad de David, y desde allí organizar la toma de toda la ciudad de
Aguadulce, su próximo objetivo, lo cual involucraba posesionarse de algunos puntos clave,
como Veraguas y Las Tablas. En este contexto, se advierte que la economía del Istmo no era
magra, por el contrario, se manifestaba saludable; los datos estadísticos así lo confirman, basta
señalar el próspero comercio de Coclé.

Porras no descartó la ayuda del Ecuador para abastecer de armas las cuales serían embarcadas
en el “Momotombo”, su principal embarque, dadas las dificultades de traslado.

A raíz de la guerra desencadenada en la República de Colombia (antigua República de la Nueva


Granda), el gobierno central tomó algunas providencias, entre las cuales, cabe señalar el
incremento del impuesto sobre la sal, un producto que jugó un papel clave en la guerra contra
los alzados liberales, pues garantizaba, básica y fundamentalmente la preservación de la carne,
que servía de alimento básico para los soldados que defendían la causa del gobierno central.

En el Istmo de Panamá, la sal jugaba un papel fundamental en la economía de la población


indígena de Coclé; pues era su único y fundamental producto explotado por ellos
exclusivamente y del cual dependía a su subsistencia.
En aquella época había dos alcaldías de indígenas, una hacia el norte y otra en la zona sur de
Coclé; la del norte estaba en manos de Benancio Agrajéz y la del sur en manos de Victoriano
Lorenzo.

Cuando el gobierno local (el gobernador del Istmo), dispuso establecer un monopolio sobre la
sal, y además obligar a los indígenas pagar un diezmo sobre la sal a la iglesia de Panamá,
Victoriano se opone a dichas decisiones y se levanta en armas contra el gobierno del Istmo y
logra el apoyo de Benancio Agrajéz.

Estando en esta situación, se encuentra con el Dr. Belisario Porras, quien le pide su
colaboración para movilizar un cargamento de armas hacia la región atlántica, lo cual
Victoriano se mostró solicito.

Debe dejarse bien claro, que Victoriano Lorenzo no participaba en la aventura de Porras por
razones ideológicas o partidista, más bien quedó atrapado en una guerra que no era suya;
prueba de ello es que la trama termina con su fusilamiento, sin que el Partido Liberal ni el
Conservador, mucho menos la facción de Belisario Porras intentaran librarlo de ese funesto
destino.

El movimiento porrista tenía como objetivo la toma de la ciudad de Panamá y en


consecuencia, era inevitable tomarse Colón, con la finalidad de tener el control sobre el arribo
de fuerzas ajenas al proyecto de Porras, sobre la presencia de liberales colombianos con
respecto a la ciudad de Panamá.

Tanto Porras como los liberales colombianos, no midieron bien el alcance del artículo XXXV del
tratado Mallarino-Bidlack, del 12 de diciembre de 1846, que impediría cualquier escaramuza
en el corredor que se extiende desde Colón. Esto explica porque la batalla del Puente de
Calidonia sella el final de esta guerra civil y la acción estadounidense, al solicitar la presencia
del gobierno central y de los líderes del liberalismo colombiano al acorazado Wisconsin, donde
se firma la paz para el Istmo y en consecuencia, el término de cualquier acto beligerante en el
Istmo; ante todo la intervención se daría con la finalidad de proteger el libre tránsito.

Pero antes esto, Belisario Porras no desistía de la toma de la ciudad de Panamá. Por su parte,
Benjamín Herrera, genuino representante del Directorio liberal colombiano, expresa la
necesidad de invadir el Istmo de Panamá. Arribó a Tonosí el 24 de diciembre de 1901. En esta
fase de la guerra, Porras fue hecho prisionero y enviado a Santiago de Veraguas y desde allí
logró escaparse rumbo a Costa Rica.

Benjamín Herrera logra triunfos esporádicos en algunos puntos de la geografía istmeña. Ante
el avance de la revolución liberal, los Estados Unidos se acogen al artículo XXXV del Mallarino-
Bidlack para justificar su intervención en las ciudades terminales, en caso de que la guerra
llegara a esos linderos.

Efectivamente, Benjamín Herrera sólo pudo llegar a La Chorrera, de donde no pudo avanzar, ya
que se había realizado la intervención estadounidense en la línea del ferrocarril; además, el
acorazado Wisconsin se había hecho presente en las aguas de la bahía de Panamá.

De esta manera, la facción liberal y la conservadora se ponen de acuerdo, y el 21 de noviembre


de 1902 finiquitan la guerra civil y en consecuencia, la paz vuelve a reinar en el istmo.

Indudablemente, a manera de moraleja, esta guerra estuvo monitoreada por los cónsules
residentes en Colón y que a la postre, conocía el movimiento de los bandos en conflicto, de
manera que para el Despacho del Estado Norteamericano, estos se convierten en sus mejores
informantes.

La guerra entró en una especie de “empate”, ya que los liberales eran triunfadores en el istmo,
pero no en el resto del territorio colombiano. Los intereses norteamericanos los llevan a
intervenir, para terminar el conflicto.

En este periodo, surge la figura del guerrillero liberal general Victoriano Lorenzo (conocido
como el “Cholo” Victoriano), que es símbolo del explotado, contra el explotador. Fue el jefe de
las Guerrillas de los “Cholos” de Coclé, donde adquirió fama como soldado. Al sobrevenir la
paz, las intrigas de conservadores, como de los liberales lo llevaron a prisión. Es juzgado y
fusilado en el cuartel Chiriquí. En nuestros días, es la figura que se le considera como el
representante de los marginados, que vio una esperanza de redención para su gente; no
podemos olvidar que los motivos que produjeron el conflicto eran de tipo económico, político
y social, y que la Guerra de los Mil Días fue indirectamente la antesala de la separación de
Colombia.

El conflicto arrasó con la economía del istmo, produciendo miles de muertos y destrucción por
todos lados, afianzando el nacionalismo y las ansias de autonomía. Tuvo como resultado la
victoria del gobierno y la posterior separación de Panamá en 1903. Por tanto, la Guerra de los
Mil Días termina con el tratado de Wisconsin que pone fin a la guerra el 21 de noviembre de
1902, a bordo del acorazado entre los generales Víctor Salazar, y Alfredo Vásquez Cobo por los
conservadores y el general Lucas Caballero y el Dr. Eusebio A. Morales por los liberales.

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