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UNIVERSIDAD SANTA MARIA LA ANTIGUA

CARRERA DE INGENIERIA CIVIL


MATERIA:
HISTORIA II

ASIGNACIÓN # 4
 
GRUPO: 1022 N02 
PROFESOR: ROGER MONTENEGRO
ASUNTO: MODULO 4.
FECHA: 31 DE MARZO DE 2022
TEMA: GUERRA DE LOS MIL DÍAS Y SEPARACIÓN DE PANAMÁ DE
COLOMBIA
NOMBRE DEL ESTUDIANTE: 

1. Causas, de la guerra de los mil días y como afecto al istmo de


Panamá.

La causa de esta guerra civil iniciada en el año 1899 es multifactorial, ya que


intervienen variables de índole económica-ideológica, las cuales afectaron
traumáticamente a la sociedad neogranadina.
La ingobernabilidad de la República puso de manifiesto una tremenda incapacidad
de sus gobernantes; al igual que evidencia que no ha existido un “proyecto
nacional” estructurado y orientado a darle cohesión a todo el territorio
comprendido entre sus fronteras; prueba de ello es el triste papel del presidente
Manuel Antonio San Clemente.
Este evento se internacionalizó en la medida en que Venezuela y el Ecuador se
metieron a participar en el conflicto interno de Colombia (antigua República de la
Nueva Granada).
Cuando nos referimos a la guerra desencadenada en el Istmo de Panamá a inicios
de 1900, con el desembarco en Punta Burica de un grupo de hombres
procedentes de Nicaragua, al mando del Dr. Belisario Porras, cabe advertir que
este movimiento apoyado por el presidente José Santos Zelaya de Nicaragua e
identificado con el liberalismo a nivel hispanoamericano, tiene otra connotación.
El Dr. Belisario Porras, tenía planes muy personales, prueba de ello es que, poco
después de su desembarco se autoproclamó jefe Civil y Militar del Istmo, sin tomar
en cuenta la opinión del Directorio Nacional del Liberalismo Panameño-
Colombiano. El 4 de abril, los rebeldes habían logrado posesionarse de la ciudad
de David, y desde allí organizar la toma de toda la ciudad de Aguadulce, su
próximo objetivo, lo cual involucraba posesionarse de algunos puntos clave, como
Veraguas y Las Tablas. En este contexto, se advierte que la economía del Istmo
no era magra, por el contrario, se manifestaba saludable; los datos estadísticos así
lo confirman, basta señalar el próspero comercio de Coclé.
Porras no descartó la ayuda del Ecuador para abastecer de armas las cuales
serían embarcadas en el “Momotombo”, su principal embarque, dadas las
dificultades de traslado.
A raíz de la guerra desencadenada en la República de Colombia (antigua
República de la Nueva Granda), el gobierno central tomó algunas providencias,
entre las cuales, cabe señalar el incremento del impuesto sobre la sal, un producto
que jugó un papel clave en la guerra contra los alzados liberales, pues
garantizaba, básica y fundamentalmente la preservación de la carne, que servía
de alimento básico para los soldados que defendían la causa del gobierno central.
En el Istmo de Panamá, la sal jugaba un papel fundamental en la economía de la
población indígena de Coclé; pues era su único y fundamental producto explotado
por ellos exclusivamente y del cual dependía a su subsistencia.
En aquella época había dos alcaldías de indígenas, una hacia el norte y otra en la
zona sur de Coclé; la del norte estaba en manos de Benancio Agrajéz y la del sur
en manos de Victoriano Lorenzo.
Cuando el gobierno local (el gobernador del Istmo), dispuso establecer un
monopolio sobre la sal, y además obligar a los indígenas pagar un diezmo sobre la
sal a la iglesia de Panamá, Victoriano se opone a dichas decisiones y se levanta
en armas contra el gobierno del Istmo y logra el apoyo de Benancio Agrajéz.
Estando en esta situación, se encuentra con el Dr. Belisario Porras, quien le pide
su colaboración para movilizar un cargamento de armas hacia la región atlántica,
lo cual Victoriano se mostró solicito.
Debe dejarse bien claro, que Victoriano Lorenzo no participaba en la aventura de
Porras por razones ideológicas o partidista, más bien quedó atrapado en una
guerra que no era suya; prueba de ello es que la trama termina con su
fusilamiento, sin que el Partido Liberal ni el Conservador, mucho menos la facción
de Belisario Porras intentaran librarlo de ese funesto destino.
El movimiento porrista tenía como objetivo la toma de la ciudad de Panamá y en
consecuencia, era inevitable tomarse Colón, con la finalidad de tener el control
sobre el arribo de fuerzas ajenas al proyecto de Porras, sobre la presencia de
liberales colombianos con respecto a la ciudad de Panamá.
Tanto Porras como los liberales colombianos, no midieron bien el alcance del
artículo XXXV del tratado Mallarino-Bidlack, del 12 de diciembre de 1846, que
impediría cualquier escaramuza en el corredor que se extiende desde Colón. Esto
explica porque la batalla del Puente de Calidonia sella el final de esta guerra civil y
la acción estadounidense, al solicitar la presencia del gobierno central y de los
líderes del liberalismo colombiano al acorazado Wisconsin, donde se firma la paz
para el Istmo y en consecuencia, el término de cualquier acto beligerante en el
Istmo; ante todo la intervención se daría con la finalidad de proteger el libre
tránsito.
Pero antes esto, Belisario Porras no desistía de la toma de la ciudad de Panamá.
Por su parte, Benjamín Herrera, genuino representante del Directorio liberal
colombiano, expresa la necesidad de invadir el Istmo de Panamá. Arribó a Tonosí
el 24 de diciembre de 1901. En esta fase de la guerra, Porras fue hecho prisionero
y enviado a Santiago de Veraguas y desde allí logró escaparse rumbo a Costa
Rica.
Benjamín Herrera logra triunfos esporádicos en algunos puntos de la geografía
istmeña. Ante el avance de la revolución liberal, los Estados Unidos se acogen al
artículo XXXV del Mallarino-Bidlack para justificar su intervención en las ciudades
terminales, en caso de que la guerra llegara a esos linderos.
Efectivamente, Benjamín Herrera sólo pudo llegar a La Chorrera, de donde no
pudo avanzar, ya que se había realizado la intervención estadounidense en la
línea del ferrocarril; además, el acorazado Wisconsin se había hecho presente en
las aguas de la bahía de Panamá.
De esta manera, la facción liberal y la conservadora se ponen de acuerdo, y el 21
de noviembre de 1902 finiquitan la guerra civil y, en consecuencia, la paz vuelve a
reinar en el istmo.
Indudablemente, a manera de moraleja, esta guerra estuvo monitoreada por los
cónsules residentes en Colón y que a la postre, conocía el movimiento de los
bandos en conflicto, de manera que, para el Despacho del Estado
Norteamericano, estos se convierten en sus mejores informantes.
La guerra entró en una especie de “empate”, ya que los liberales eran triunfadores
en el istmo, pero no en el resto del territorio colombiano. Los intereses
norteamericanos los llevan a intervenir, para terminar el conflicto.

2. Batallas importantes en Panamá y desenlace.

Batalla del Puente de Calidonia

Tuvo lugar del 21 al 26 de julio de 1900 en el Departamento de Panamá dentro del


contexto de la Guerra de los Mil Días, y terminó con una sangrienta derrota de los
liberales a manos del ejército conservador.

El 24 de julio de 1900 se inició la batalla con el avance del ejército liberal


(aproximadamente mil hombres) hacia las posiciones conservadoras. El ataque
fue tremendamente desordenado y, sumado a la desventaja de luchar ante un
enemigo bien preparado, el resultado no pudo ser más que una masacre. Durante
el desarrollo de la batalla, las tropas liberales atacaron de frente con mucho
ímpetu y con poca protección, lo que los convertía en un blanco fácil para las
fuerzas conservadoras bien atrincheradas. Así fueron cayendo cada uno de los
batallones que eran enviados. De esta forma los liberales fracasaron en su intento
de tomar la ciudad de Panamá.

Batalla de Aguadulce

En enero de 1901 el general Benjamín Herrera acompañado de los


caudillos Belisario Porras y Victoriano Lorenzo llegaron a la ciudad de Aguadulce y
exigieron la total rendición del ejército conservador apostado
en Aguadulce mediante un acuerdo justo. Petición a la cual el ejército conservador
se negó. Así el 21 y 22 de febrero el general mando sus tropas a Pocrí y el cerro el
Vigía, buscando obtener una estrategia para atacar a Aguadulce; que se había
convertido en el principal bastión en el interior de Panamá.

El 23 de febrero de 1901 comenzó una cruenta batalla que terminó con la toma del


cerro Vigía y la derrota de las fuerzas conservadoras bajo el mando del general
Castro el cual logró escapar con algunos de sus oficiales antes de que terminara
la batalla, ya que se rindieron ante las fuerzas de los liberales.
Más tarde, en el mes de junio, el gobierno conservador envió un poderoso ejército
para retomar Aguadulce. Esta operación fue debidamente planeada para que
fuera exitosa. Así una fuerza armada dirigida por el general Luis Morales
Berti avanzaría desde la localidad de Antón hacia Aguadulce, mientras que otra
dirigida por el general Francisco Castro desembarcaría más al oeste y avanzaría
hacia Aguadulce cerrando la pinza; pero el general Castro prefirió desembarcar en
Antón y unirse al general Berti. Este error fue aprovechado por las fuerzas
liberales en Aguadulce para poder escapar y aun así el 21 de junio de 1901 las
fuerzas conservadoras logran recapturar Aguadulce.

3. Separación de Panamá de Colombia.

    a. cinco argumentos a favor de la leyenda dorada.

La versión dorada sobre el 3 de noviembre de 1903, está representada


inicialmente por los escritos de los principales partícipes del suceso, los llamados
próceres, quienes plantean que, para llevar adelante la secesión, arriesgaron sus
vidas, sus fortunas y su posición social a fin de librar al Istmo del yugo colombiano.
Aunque algunos de ellos mencionan la participación del gobierno de Estados
Unidos, en realidad se concentran en su actuación personal.

 Importa recordar que José Agustín Arango Remón, que nació en la ciudad
de Panamá el 29 de febrero de 1841 y falleció en 1909, se dedicó a
actividades comerciales y era abogado de profesión. Laboró como “agente
especial” en la Compañía del Ferrocarril de Panamá, empresa
estadounidense cuyos funcionarios principales tuvieron una activa
participación en los contactos iniciales que los conjurados dirigidos por
Arango establecieron en EEUU, particularmente con el abogado de esta
empresa y asesor legal de la nueva Compañía del Canal francés, William
Nelson Cromwell, así como también durante los acontecimientos que se
desarrollaron el 3 de noviembre de 1903 y en los días inmediatamente
posteriores.

 En marzo de ese año, Arango fue elegido senador por el Departamento de


Panamá ante el Congreso Nacional, pero como él mismo confiesa en su
escrito titulado: “Datos para la historia de la Independencia del Istmo
proclamada el 3 de noviembre de 1903”, rehusó asistir “porque tenía
completa convicción de que el Tratado Herrán-Hay para la apertura del
Canal, sería rechazado y entonces no veía, si no un medio, nuestra
separación de Colombia para salvar al Istmo”.

 Fue así como, en junio de 1903, Arango comenzó a reunirse informalmente


con miembros de su familia, particularmente con sus hijos Ricardo, Manuel,
Belisario y José Agustín, y con su yerno Samuel Lewis, Raúl Orillac y
Ernesto T. Lefevre. También formó parte de este círculo de conspiradores
que militaban en el partido conservador, el liberal Carlos Constantino
Arosemena y posteriormente cuando el 12 de agosto el Congreso
colombiano rechazó el Tratado, Arango encabezó una “Junta separatista o
patriótica” a la que ingresaron otros partidarios del conservatismo como
Tomás y Ricardo Arias, Manuel Espinosa Batista, Nicanor Arturo de Obarrio
y el liberal Federico Boyd.

 También en su relato, Arango da detalles sobre cómo se fue ampliando la


Junta separatista al incorporar al movimiento a otras figuras relevantes del
partido liberal en el Istmo, particularmente a Carlos A. Mendoza, Eusebio A.
Morales, al General Domingo Díaz y su hermano Pedro A. Díaz, entre otros.
Indica, asimismo, como se logró el apoyo del General Esteban Huertas. Se
ocupa, igualmente del viaje que efectuó Manuel Amador Guerrero a EEUU
a finales de agosto de 1903 a ultimar los detalles del movimiento
secesionista con Cromwell, quien le retiró su apoyo cuando el ministro de
Colombia en Washington Tomás Herrán, enterado del complot separatista,
le imputó “cierta responsabilidad en los acontecimientos que se cumplieran,
lo cual de tal modo influyó desfavorablemente en el ánimo del respetable
caballero con quien nuestro representante se entendía que lo eludió desde
entonces en diferentes ocasiones y se operó en su conducta un cambio
notable, penosamente observado por Amador Guerrero”.

 Según Boyd, los panameños por sí mismos “con mucho sigilo y secreto”,
llevaron a cabo la separación el 3 de noviembre de 1903, que tenían
previsto efectuar el día 4, pero tuvieron que adelantar ante “la llegada a
Colón de un cuerpo militar de 400 hombres que venía a reemplazar el que
estaba a la plaza”. En sus palabras: “Pocas horas antes de que estallara el
movimiento y que redujéramos a prisión a los jefes de las tropas recién
llegadas, jefes colombianos que se habían adelantado a venir de Colón,
corrió como por electricidad la noticia por toda la población y todos los
habitantes sin distinción de partidos ni de razas y prescindiendo de
anteriores divisiones políticas, todos como un solo hombre, con una sola
voluntad y dominados por un solo sentimiento, acudieron a los cuarteles a
prestar sus servicios a tan santa y noble causa. Hasta los extranjeros
residentes en la ciudad todos, todos nos brindaron su ayuda y simpatía”.

    b. Cinco argumentos a favor de la leyenda negra.

En Panamá se ha denominado "leyenda negra" a las interpretaciones de los


acontecimientos del 3 de noviembre de 1903 que muestran el papel jugado por la
intervención norteamericana en la separación de Colombia. Con este calificativo
se ha pretendido desacreditar obras como la de Oscar Terán (Del Tratado Herrán-
Hay al Tratado Hay- Bunau Varilla), de Ovidio Díaz E. (El país creado por Wall
Street) o la de Olmedo Beluche (La verdadera historia de la separación de 1903).

Argumentos

 Si uno lee los libros de texto utilizados en nuestras escuelas, no encuentra


ninguna participación norteamericana en el acontecimiento. para el cual los
norteamericanos sólo juegan un papel secundario, de apoyo al movimiento.
Sin embargo, Arango deja entrever la participación de algunos personajes
como Beers, Shaler, Prescott y un "caballero" que no nombra en Nueva
York (William N. Cromwell). Basta un poco de curiosidad para indagar
quiénes eran estos señores y la "leyenda dorada" se viene al piso,
quedando al descubierto el nexo de intereses imperialistas que los unía a la
Compañía del Ferrocarril de Panamá, a la Compañía Nueva del Canal
(francesa) y a lo que se jugaban en el Tratado Herrán-Hay. Todos ellos,
incluyendo J. A. Arango y Manuel Amador Guerrero, laboraban para
Compañía del Ferrocarril y tenían como su jefe y cerebro de la conspiración
a William N. Cromwell (abogado norteamericano).

 Autores como Jorge Thomas o Humberto Ricord sostienen que son los
conspiradores panameños los que tienen que convencer al gobierno
norteamericano de apoyar la separación que ellos han planeado. La base
para esta interpretación son los "Datos" de Arango, según el cual, a él se le
ocurre la idea en mayo de 1903 y manda primero al "noble capitán Beers" y
luego a Amador a Estados Unidos a buscar apoyo. Pero los hechos
contradicen a Arango, porque Beers llega a Estados Unidos a comienzos
de junio, pero ya el 13 de ese mes, Cromwell ha hecho publicar, por medio
del periodista Roger Farham, un artículo en un diario neoyorquino, en el
cual se vaticina la separación de Panamá con lujo de detalles, si el tratado
es rechazado por el Congreso colombiano. Ricord, que cita el artículo con
profusión, pasa por alto el párrafo en el que se dice que, a esa fecha, ya
Roosevelt ha estudiado el plan y lo ha discutido con su gabinete y con
muchos senadores. Nadie puede creer que Beers haya logrado tanto en un
par de días.
 La misma secuencia cronológica de los hechos constituye una evidencia de
que la idea de la separación proviene de Estados Unidos y no de Panamá,
y ésta sólo pasa de simple amenaza a conspiración concreta ante el
rechazo del Tratado Herrán-Hay por parte de la opinión pública colombo-
panameña, mediados de 1903. Previamente no existía ningún movimiento o
conspiración separatista, ni de parte de los liberales, que eran la oposición,
ni mucho menos de los conservadores como Arango o Amador Guerrero,
que tenían íntimos lazos con el gobierno de Bogotá.
 Tanto Julio Linares, como el historiador Fernando Aparicio, se empeñan en
negar que hubo un negociado dirigido por Cromwell y un grupo de
norteamericanos que compraron en secreto gran parte de las acciones de
la Compañía Nueva del Canal, invirtiendo 3.5 millones de dólares, y
obteniendo 40 millones de su gobierno gracias al Tratado Hay-Bunau
Varilla. Según ellos, carecen de crédito las evidencias presentadas en 1912
y 1913 ante el Congreso norteamericano por estar basadas en los intentos
difamatorios del periodista Henry Hall, y en el alegato del propio Cromwell
ante una corte francesa para cobrar sus honorarios por los servicios
prestados a la Cía. Nueva del Canal.

 Un mito usual entre nuestros historiadores e ideólogos es calificar a Justo


Arosemena como "padre de la nación panameña", y a su famosos libro El
Estado Federal de Panamá como sustento de la separación. Nada más
falso, pues en ese libro, Arosemena dice claramente que se opone a la
separación y, cuando habla de "nación" o "nacionalidad" se refiere a
Colombia.

    c. Cinco argumentos a favor de la leyenda ecléctica.

 Ante el cúmulo de evidencias, los más inteligentes analistas panameños se


mueven a lo que se ha llamado la "versión ecléctica", es decir, no niegan la
intervención yanqui, pero la atenúan diciendo que los conspiradores
panameños tuvieron la idea de proclamar la separación
independientemente de Estados Unidos. Aceptan que Roosevelt deseaba
"tomar el Istmo" por la fuerza ante el rechazo del Tratado Herrán-Hay,
alegando "razones de utilidad internacional", pero que el móvil de los
próceres era distinto y nacionalista. La "versión ecléctica" pretende explicar
la separación como una conjunción "casual" de intereses entre panameños
y norteamericanos.

 Según la versión de Arango, una de las primeras medidas de los


conjurados fue ponerse en contacto con el agente de fletes de la Compañía
del Ferrocarril de Panamá J. R. Beers, a quien aquél le expuso que el
motivo de la entrevista “era manifestarle la practicabilidad de llevar a cabo
la separación del Istmo, quedando así Panamá en aptitud de celebrar con el
gobierno americano un tratado análogo al rechazado por el Congreso
colombiano para la apertura del Canal”. Agrega que le aseguró a Beers que
podrían contar “con el apoyo unánime del país” y que él (Arango) se
pondría al frente del movimiento separatista, “junto con otros hombres de
prestigio, sin el menor temor de fracaso, pero que para asegurar no el éxito
del movimiento que era evidente, sino la estabilidad de nuestra
independencia, se hacía preciso que un hombre de las condiciones de él
que contaba con buenas conexiones en su patria, emprendiera viaje a los
Estados Unidos para pulsar con su habitual prudencia y discreción, la
opinión allí relativamente al apoyo que pudiéramos esperar después de
hecho el movimiento y proclamada la independencia”. En otras palabras,
Beers debía valerse “de personas de alta posición e influencia” para
asegurarse de que el gobierno estadounidense “no prestaría auxilio alguno
a Colombia para reincorporar el Istmo a esa república; y que, por el
contrario, pudiéramos contar con la decidida protección de los Estados
Unidos, en el sentido de reconocer nuestra independencia una vez
persuadido aquel Gobierno de que era un movimiento unánime de los
pueblos del Istmo”

 Diógenes De La Rosa, quien inaugura la versión eclética, considera que, al


3 de Noviembre, “lo han maltraído el panegírico y la diatriba”, pero que en
todo gran acontecimiento intervienen intereses personales y “conflicto de
lealtades”. Pero: “Tales intereses son legítimos cuando están vinculados a
las necesidades de progreso de porciones considerables de la humanidad y
mezquinos, cuando se ligan a ambiciones exclusivas de estrechos grupos
sociales. La realidad rara vez los separa categóricamente.

 Los intérpretes de la versión “ecléctica” de nuestro pasado aseguran que no


había otra opción, y que la “separación” fue el mal menor, el paso
necesario, aunque mediatizado por la intervención norteamericana.

 Acepta el papel desempeñado por los intereses imperialistas


norteamericanos, y los fines crematísticos de la oligarquía panameña.

3. Opinión personal.

Las causas más prominentes y que se puede resaltar de la Guerra de los Mil Días,
es la inestabilidad política que presentaba la Gran Colombia, la pelea entre los
partidos Liberal y Conservador por el poder del país, la mala gobernabilidad del
presidente Manuel Antonio Sanclemente por su edad y el desorden económico.
A raíz de la guerra desencadenada en la República de Colombia, el gobierno
central tomó algunas medidas, entre las cuales, cabe señalar el incremento del
impuesto sobre la sal, la cual jugaba un papel fundamental en la economía de la
población indígena de Coclé; pues era su único y fundamental producto explotado
por ellos exclusivamente y del cual dependía a su subsistencia, afectando en gran
manera al Istmo de Panamá.
También quiero traer a colación que, durante el periodo de la Guerra de los Mil
Días, surge la figura del guerrillero liberal general conocido como el “Cholo”
Victoriano Lorenzo, que es símbolo del explotado, contra el explotador. Fue el jefe
de las Guerrillas de los “Cholos” de Coclé, donde adquirió fama como soldado. Al
sobrevenir la paz, las intrigas de conservadores, como de los liberales lo llevaron a
prisión. Es juzgado y fusilado en el cuartel Chiriquí. En nuestros días, es la figura
que se le considera como el representante de los marginados, que vio una
esperanza de redención para su gente; no podemos olvidar que los motivos que
produjeron el conflicto eran de tipo económico, político y social, y que la Guerra de
los Mil Días fue indirectamente la antesala de la separación de Colombia.
En cuanto a la Separación de Panamá de Colombia y las Leyendas dorada, negra
y ecléctica, mi aporte es el siguiente:
Luego de haber investigado y leído el material suministrado sobre la verdadera
historia de la separación, me declino más a la leyenda ecléctica, pues si bien es
cierto no se puede negar que para llegar a ella nuestros próceres heroicos tiene
una gran responsabilidad en toda la historia, también es cierto el aporte
obviamente bajo un interés económico, de los Estados Unidos. Hoy día es fácil
decir que hubo otras opciones y que se vendió el país al mejor postor. Sin
embargo, fue el camino que nos llevó a la separación de Colombia y a lo que hoy
somos.
Como lo he dicho en mis informes anteriores, a veces el camino va lleno de
sacrificios para lograr nuestros objetivos.

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