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GUERRA DE LOS MIL DIAS

Resumen

La Guerra de los Mil Días fue una guerra civil de Colombia disputada entre el 17 de octubre de 1899 y el 21 de noviembre de
1902, en un principio entre el Partido Liberal y el gobierno del Partido Nacional en cabeza del presidente Manuel Antonio
Sanclemente, quien fue derrocado el 31 de julio de 1900 por José Manuel Marroquín Ricaurte, representante del Partido
Conservador, en alianza con el liberal Aquileo Parra; a partir de entonces, y a pesar de dicha alianza, la guerra continuaría
entre liberales y conservadores históricos. Esta guerra se caracterizó por un enfrentamiento irregular entre el ejército
gubernamental (en un principio nacionalista, después conservador) bien organizado y un ejército de guerrillas liberales mal
entrenado y anárquico.

Antecedentes inmediatos de la guerra

Con el respaldo de los nacionales, en las elecciones de 1897 el presidente saliente, Caro, quien galantemente había
renunciado a sus aspiraciones de reelección –que eran totalmente inconstitucionales- impuso su propio candidato, Manuel
Antonio Sanclemente, con José Manuel Marroquín como vicepresidente. En un país donde la esperanza de vida era de 37
años, la edad del nuevo presidente era un detalle para tener en cuenta (84 años), así como la de su vicepresidente (70
años). Los liberales –y también los conservadores, y hasta el propio Caro- sospechaban que, con la fragilidad de los
venerables gobernantes, quien iba a mandar detrás de escena era Caro. Se equivocaron, al menos al principio. Sanclemente
debía posesionarse el 7 de agosto de 1898, pero su estado de salud se lo impidió y debió tomar su lugar el vicepresidente
Marroquín. Para sorpresa de todos, Marroquín manifestó su apoyo a las reformas que tanto ansiaban los históricos y los
liberales, entre ellas la derogatoria de las facultades extraordinarias del presidente, la adopción de la esperada y nunca
llegada ley de prensa, y la reforma del sistema electoral. Alarmados, los nacionales urgieron a Sanclemente a salir de su
refugio y venir a hacerse cargo de su presidencia.

El 3 de noviembre se posesionó por fin Sanclemente en medio de un tumulto popular que lo obligó a hacerlo ante la Corte
Suprema de Justicia y no ante el Congreso. Por su estado de salud, buscó la suavidad del clima de algunos pueblos de tierra
templada, primero Anapoima, luego Tena y finalmente Villeta. Desde allí trató de gobernar a una nación que se aproximaba
a la guerra, mientras en Bogotá se desataba la corrupción. Siempre se ha dicho que en realidad gobernaba un grupo de sus
colaboradores, que tenían un sello de caucho vulcanizado con su firma para todo lo referente a contratos y otros
documentos.

¿Quiénes fueron los actores?

Como ha sido tradición en la historia colombiana, el protagonismo de este conflicto bélico se lo llevan los dos partidos
políticos tradicionales: liberal y conservador. Quienes, a su vez, como también ha sido tradicional, se encontraban divididos
en facciones, algunas más radicales que otras. Liberales en las ramas tradicional (moderados) y belicista (radicales);
conservadores en históricos (azules moderados y hasta con ciertos tintes liberales) y nacionalistas (azules retardatarios al
extremo).

Sus divisiones en gran parte se basaron en la forma de percibir el embate centralizador y tiránico de la Regeneración, que
hasta hacía poco tiempo comandaba Rafael Núñez y su vicepresidente Miguel Antonio Caro.

Así mismo, también se basaban en la forma de asumir las riendas de un Estado pobre, con un fuerte problema de
concentración de la tierra y de la riqueza y cuya economía se basaba en el modelo de exportaciones agrícolas (el café ya era
el producto insigne). Además, con una incipiente industria y una clase trabajadora en condiciones cada vez más precarias.

¿Por qué estalló la Guerra de los Mil días?

La facción belicista del partido liberal se declaró en rebelión contra el gobierno conservador a la cabeza de Manuel Antonio
Sanclemente y su vicepresidente José Manuel Marroquín. Sus razones venían de antes, y se enmarcaban en la guerra civil
de 1895 y en el fraude electoral de las elecciones de 1897, que dejaron a los liberales fuera de cualquier participación
política.
Era claro que se vivía un momento en que el gobierno de la Regeneración buscaba el cierre de espacios de participación al
partido contrario y en todos los ámbitos de la sociedad (a esto también contribuía la iglesia católica, ama y señora de la
espiritualidad nacional).

La política no oficial, pero si aplicada, era el exterminio o el exilio del liberalismo y sus representantes. Ante estas razones,
este sector del liberalismo veía muy probable ganar una contienda que permitiera, entre otras cosas, la aplicación de las
necesarias reformas económicas y sociales que necesitaba el país.

A estos hechos se sumaba una economía en crisis, gracias a la baja de los precios del café a nivel mundial, que se tradujo en
cargas impositivas al interior del país y que contribuyeron al descontento que dio como resultado el estallido de la guerra.

La guerra

Durante la primera fase del conflicto ambos bandos combatieron con ejércitos en grandes batallas campales, siendo
llamados sus comandantes los Generales Caballeros por el trato respetuoso que daban los vencedores a los vencidos.4
Inicialmente esto se debía a la desconfianza de los altos mandos liberales a sus propias guerrillas, consideradas bandoleras y
anárquicas. El mismo comando militar rebelde estaba dividido por rivalidades internas (belicistas y pacifistas), entre los
generales Justo Leónidas Durán, Benjamín Herrera y Rafael Uribe Uribe cuyo intento de unión y coordinación a través del
nombramiento de Gabriel Vargas Santos como Presidente Provisional de la República fue un fracaso.

Los insurrectos recibieron el apoyo de liberales de otros países, en especial Venezuela. Se debe mencionar que el conflicto
degeneró en una larga guerra de guerrillas en la que ambos bandos cayeron en excesos y brutalidades a una escala jamás
vista en Colombia desde los tiempos de la independencia.

Por otro lado, los conservadores históricos agrupados en el partido conservador conspiraban contra Sanclemente. Los
máximos líderes del partido y de esa corriente, Marceliano Vélez y Carlos Martínez Silva, escribieron cartas en que incitaban
a los conservadores a no respaldar al gobierno

Partido Nacional

El Partido Nacional fue una tendencia y partido político colombiano de índole nacionalista y estatista. A sus seguidores se
les dio la denominación de "nacionalistas".

En su seno convergieron algunos conservadores nacionalistas y liberales independientes. El partido fue creado con el auxilio
del expresidente Rafael Núñez y Miguel Antonio Caro, el redactor de la Constitución de 1886 y quien anteriormente fundara
el Partido Católico.

El partido se separó doctrinalmente de los conservadores históricos y los liberales radicales, lo que dio como resultado la
confrontación entre el nacionalismo y los partidos tradicionales. El Partido Conservador junto con el Partido Liberal
acordarían el golpe de Estado contra Manuel Antonio Sanclemente, el último miembro del Partido Nacional en ocupar la
primera magistratura.

El Partido Nacional dejó de existir al finalizar la Guerra de los mil días, siendo una de las condiciones del acuerdo firmado en
el acorazado Wisconsin.

Batallas de la Guerra de los Mil Días

Batalla de Aguadulce

La Batalla de Aguadulce fue un enfrentamiento armado dentro del ámbito de la Guerra de los Mil Días entre liberales y
conservadores. Ocurrió el 23 de febrero de 1901 y terminó con una aplastante victoria por parte del ejército liberal dirigido
por el general Benjamín Herrera sobre el ejército conservador apostado en la ciudad de Aguadulce (Panamá) bajo las
órdenes del general Francisco Castro.

Batalla de Bucaramanga

La Batalla de Bucaramanga fue un enfrentamiento militar que se libró entre el 11 y 13 de noviembre de 1899 en los inicios
de la Guerra de los Mil Días. Las tropas liberales comandadas por el general Rafael Uribe Uribe intentaron tomar la ciudad
de Bucaramanga y es rechazado por el general nacionalista Vicente Villamizar. Fueron derrotados con un saldo de 1.000
muertos y 500 heridos.

Batalla de Carazúa

La Batalla de Carazúa fue un enfrentamiento militar librado el 13 de septiembre de 1901, entre una expedición militar
venezolana y fuerzas colombianas en el pueblito de Carazúa, cerca de Riohacha, en la Guajira colombiana con saldo a favor
de los colombianos.

Sitio de Cúcuta

El sitio de Cúcuta fue un episodio bélico dentro del marco de la Guerra de los Mil Días sucedido entre junio y julio de 1900.
La ciudad de Cúcuta era un baluarte estratégico porque el ejército liberal esperaba refuerzos provenientes de Venezuela.
Los nacionalistas buscaban bloquear tal intento.

Batalla de Palonegro

En febrero de 1900 los liberales quedaron aislados en Santander y con ínfimas posibilidades de victoria. Además, los
recursos humanos de dicho departamento se agotaban mientras que las filas del ejército reemplazaron las bajas y
permanecieron intactas; a pesar del entusiasmo de sus voluntarios, los alzados se quedaban sin suministros, dependiendo
de lo que podían quitarles a sus enemigos.

Las fuerzas liberales restantes en otras partes del país esperaban la siguiente acción de Vargas Santos para ver qué hacer,
pero este se negaba a tomar la ofensiva en vista de la vulnerabilidad de sus fuerzas, por ello permaneció inactiva la guerra
por varios meses. Para empeorar el resultado. cuando Vargas Santos finalmente empezó a movilizar su ejército a finales de
abril, ni siquiera tenía un plan definido. Avanzó al sur desde Cúcuta después de que estalló una epidemia de malaria. Sin
embargo, no actuó contra las tropas enemigas que permanecían en Pamplona, asumiendo que no se moverían. Estas
últimas vieron cómo su comandante, el general Casabianca, era nombrado Ministro de Guerra y lo reemplazaba el general
Próspero Pinzón, un católico devoto que logró implantar en sus tropas la idea de luchar una guerra santa. Sin saberlo,
ambos bandos marchaban a la vez en busca de una batalla decisiva. Los movimientos de los liberales fueron rápidamente
detectados por sus enemigos y el gobierno nacionalista insistió al general Pinzón iniciar una ofensiva hacia Bucaramanga,
mientras los liberales seguían en ruta al sur pasando por Rionegro y llegando el 10 de mayo a Palonegro, donde decidieron
detener al enemigo. Al día siguiente se inició la batalla más importante de toda la guerra, unos 7000 liberales se
enfrentaron a unos 21 000 nacionalistas. El día 25 terminaron los combates con la derrota total de los liberales, que desde
entonces abandonaron las tácticas de guerra regular. Pinzón, sin embargo, decidió no perseguirlos, por lo que fue criticado.

Batalla de Peralonso

La Batalla de Peralonso fue un enfrentamiento militar ocurrido durante los días 15 y 16 de diciembre de 1899, en el marco
de la Guerra de los Mil Días, entre los liberales comandados por Rafael Uribe Uribe y Benjamín Herrera

Batalla del Puente de Calidonia

La batalla del Puente de Calidonia tuvo lugar del 21 al 26 de julio de 1900 en el Departamento de Panamá dentro del
contexto de la Guerra de los Mil Días, y terminó con una sangrienta derrota de los liberales a manos del ejército
conservador.

Batalla del río Magdalena


La batalla del río Magdalena (también llamada batalla de los Obispos)1 fue un enfrentamiento naval ocurrido en el contexto
de la Guerra de los Mil Días el 24 de octubre de 1899 entre las fuerzas liberales insurrectas y las nacionalistas
gubernamentales, con la victoria de estas últimas.

Batalla de San Cristóbal

La batalla de San Cristóbal fue un enfrentamiento militar llevado a cabo los días 28 y 29 de julio de 1901, en el marco de la
invasión anticastrista dirigida por el general venezolano Carlos Rangel Garbiras con el apoyo del gobierno conservador
colombiano.

Los tratados de Neerlandia y del Wisconsin

Los tratados de paz se firmaron en la hacienda Neerlandia (ubicada en la zona bananera del Magdalena, cerca de Ciénaga)
el 24 de octubre de 1902 por Florentino Manjarrés, gobernador del Magdalena, puso fin a la Guerra de los Mil Días. Si bien
los combates duraron hasta noviembre de ese año en Panamá entre los navíos Almirante Padilla (liberales) y el Lautaro (de
propiedad chilena, expropiado por los conservadores), combate que se venía presentando desde finales de 1901 y en el cual
estos últimos fueron derrotados frente a la ciudad de Panamá el 20 de enero de 1902. Con la muerte del general Carlos
Albán, que viajaba en el Lautaro, el istmo quedaba sin representante, siendo nombrado Arístides Arjona.

Más tarde vino la constante amenaza de la marina estadounidense enviada por el gobierno de Theodore Roosevelt para
proteger los futuros intereses en la construcción del canal. Los liberales de Benjamín Herrera depusieron las armas sin
combatir la amenaza exterior.

El tratado de paz definitivo se firmó el 21 de noviembre de 1902 a bordo del acorazado estadounidense USS Wisconsin
atracado en la bahía de Panamá. El tratado fue firmado por el general Lucas Caballero Barrera, en calidad de jefe del Estado
Mayor del Ejército Unido del Cauca y Panamá, junto con el coronel Eusebio A. Morales, secretario de Hacienda de la
dirección de guerra del Cauca y Panamá, en representación del general Benjamín Herrera y del partido liberal; y por el
general Víctor Manuel Salazar, gobernador del istmo, y el general Alfredo Vázquez Cobo, jefe de Estado Mayor del ejército
conservador en la Costa Atlántica, el Pacífico y Panamá, en representación del gobierno.

Postratado del Wisconsin

Al resto del país la noticia del fin de la guerra llegó tarde. Dada la lejanía del istmo de Panamá respecto al resto de
Colombia, y a que las escasas líneas del telégrafo estaban interrumpidas en varios de sus tramos, las comunicaciones
quedaron en manos de estafetas y comerciantes trashumantes.

Continuaron acaeciendo hechos violentos en el país, como la ejecución de Victoriano Lorenzo por orden del general Pedro
Sicard Briceño en 1903, hecho considerado uno de los detonantes de la posterior separación del istmo.

El primero de junio de 1903, el gobierno declara el cese absoluto de hostilidades en el país, proclamando que el orden
público había sido restablecido.

Las consecuencias de la Guerra de los Mil Días

Más de tres años de conflicto bélico dejó una economía completamente devastada. Una moneda desvalorizada. La
infraestructura del país en cenizas. Algunos autores hablan de entre 80 y 100 mil muertos en una población que no llegaba a
los 4 millones de habitantes. Otros autores son menos fatalistas y hablan de máximo 11mil. No se ha establecido una cifra
real. Odios profundos entre sus habitantes, que, si bien durante 30 años no se expresaron en forma de una guerra civil,
como las del siglo XIX, si estallaría a partir de los años 30 con el fin de la hegemonía conservadora. Y para rematar la pérdida
del Estado de Panamá en 1903 con la colaboración de los Estados Unidos, aquel que había sido el garante de la paz en el
buque Wisconsin.
Infortunadamente, a medida que transcurren los años, el interés por un conflicto que se dio hace tanto tiempo va
desapareciendo ante el embate de los dramáticos hechos que siempre salpican el acontecer nacional.

Sin embargo, esta conmemoración es una oportunidad imperdible para recordar aquel hecho que fue ampliamente
documentado por cronistas de su época. También ha sido muy estudiado por los académicos, posiblemente en su afán de
descubrir algunas de las razones del conflicto nacional.

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