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 ¿Te imaginas la posibilidad de que exista alguna persona que no desee

conocer? Yo desde luego no conozco a ninguna y algo parecido le debió


pasar a Aristóteles, el cual afirmó:

"Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber. El placer que nos causa las
percepciones de nuestros sentidos es una prueba de esta verdad. Nos agradan por sí
mismas, independientemente de su utilidad, sobre todo las de la vista. En efecto, no sólo
cuando tenemos intención de obrar, sino hasta cuando ningún objeto práctico nos
proponemos, preferimos, por decirlo así, el conocimiento visible a todos los demás
conocimientos que nos dan los demás sentidos. Y la razón es que la vista, mejor que los
otros sentidos, nos da a conocer los objetos, y nos descubre entre ellos gran número de
diferencias".

ARISTÓTELES, Metafísica, Libro I, Parte I (fuente Wikisource)

1. - Asumo que todo el mundo desea saber, pero me surge una duda, ¿no hay
más conocimiento que el conocimiento sensible?, ¿qué pasa con ese
conocimiento superior, el racional, del que hablábamos al inicio?

 - Es posible que tras leer el texto anterior se llegue a la conclusión de que


para Aristóteles solo existe el conocimiento sensible. Pero nada más
alejado de la realidad. A continuación, tendrás la oportunidad de comprobar
como, según Aristóteles, el conocimiento sensible, es el principio del
camino, pero también que existe una forma superior de conocimiento, a la
que normalmente denominamos abstracción.

Del conocimiento sensible a la abstracción

Bueno pues ya tenemos claro que Aristóteles defiende el conocimiento sensible y


el conocimiento racional como formas de conocimientos válidas. Ahora vamos a
tratar de responder a esa pregunta que planteábamos al inicio: ¿cabría alguna
posibilidad de conjugar ambas fuentes de saber?

RECUERDA Y TEN EN CUENTA QUE:

Mientras la casi la totalidad de filósofos anteriores a Aristóteles habían desvalorizado la


sensación como forma de conocimiento, puesto que consideraban que los sentidos sólo
proporcionan un conocimiento engañoso (cambio, pluralidad) y solamente la razón es apta para
conocer la realidad. Para Aristóteles, al defender la realidad de lo múltiple individual y del
movimiento, ya no tenía sentido considerar a los sentidos como fuente de engaño, de ahí que
Aristóteles recupere la validez del conocimiento sensible y la considere no sólo una forma
válida de conocimiento, sino el principio de todo conocimiento.
El conocimiento sensible nos permite captar las formas sensibles de los cuerpos, y así conocer
lo individual. Ahí es donde radica su limitación, dado que Aristóteles sigue manteniendo que el
conocimiento supremo, la ciencia, debe tratar sobre lo universal, por ese motivo es necesario
un conocimiento superior que nos permita acceder a las esencias.

¿Pero cómo es posible pasar de la sensación a la abstracción?

La sensación es la base de todo saber, puesto que proporciona un contacto


directo con lo particular. Sobre nuestro conjunto de sensaciones actúa
la memoria, que es la que configura nuestra experiencia al agrupar mediante el
recuerdo un conjunto de sensaciones similares.

La abstracción es un proceso de inducción, que actúa sobre las


imágenes que están en nuestra mente. Estas imágenes han sido creadas por la
imaginación (fantasía). En consecuencia las imágenes son un representación de los
objetos en ausencia de los mismos, y son mantenidas o recordadas por la
memoria.

Pero como las esencias (lo universal) no es algo separado de las


cosas (comoafirmaba Platón), sino que están en las cosas, la
razón (entendimiento) puede operar sobre las imágenes y extraer el universal,
que está presente en ellas.

Esta acción es llevada a cabo por el entendimiento agente, que extrae el


universal presente en la imagen de cada cosa, y lo pasa al entendimiento
paciente, que es quien conoce dicho universal.

La imagen inferior nos muestra como, partiendo de diversas sensaciones de


árboles se obtiene, por abstracción, la esencia de árbol.

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