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la atribución causal:
Para conocer y comprender e ir más allá de lo que usualmente percibimos e interpretamos las
característica y conductas de los otros. Debemos buscar explicaciones para las conductas, tanto
para las nuestras como las de las demás, atribuyendo a causas internas o externas. De esta forma
podemos predecir y controlar nuestro entorno. Este proceso a través del cual buscamos tal
información es conocido como “atribución”. La atribución significa que la persona A explica
por qué B hace determinado comportamiento y A se comportará en función de la atribución
hecha.
La atribución causal la explicación del “por qué” alguien ha hecho algo; es un proceso muy
individual y circunstancial.
La atribución causal ha sido un tema de gran interés en la Psicología Social moderna, a partir de
los años setenta. El pionero en dedicar artículos sobre el tema fue Heider (1958). Y no fue hasta
1990, donde el autor Weiner, relaciona las atribuciones causales con las emociones proponiendo
la utilización de algunas causas básicas las cuales se atribuyen los resultados de éxito o fracaso
a realizar una tarea. Él propone tres dimensiones causales principales:
Internalidad – externalidad: Causas atribuidas a factores internos o externos al
individuo.
Estabilidad-inestabilidad: Causas que tienen un carácter permanente o transitorio.
Controlabilidad: Causas que están bajo la capacidad del control o se escapan de las
manos del individuo.