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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION


SUPERIOR

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LAS ARTES

EXTENSION CIUDAD GUAYANA

CATEDRA: TEXTURA MUSICAL III

Estilos o Ritmos Musicales


Tradicionales de distintas
Regiones de Venezuela

ALUMNA:
PROFESOR:
Rafael J. Quijada C. 12.360.795
Yasmin Rojas 13.981.531
Prof. Lilianny Benavides Juleydy Salazar 28.373.878
Wligmar A. Amaya M. 28.701.260

Ciudad Guayana, Enero del 2023


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Contenido
INTRODUCCIÓN:..................................................................................1

TONADA................................................................................................3

JOROPO LLANERO..............................................................................3

JOROPO CENTRAL O TUYERO..........................................................4

JOROPO ORIENTAL.............................................................................4

JOROPO GUAYANÉS...........................................................................5

JOROPO LARENSE O GOLPE TOCUYANO.......................................5

JOROPO ANDINO.................................................................................6

EL PASAJE LLANERO........................................................................10

GOLPES DE TAMBORES EN VENEZUELA......................................10

LA GAITA ZULIANA:...........................................................................13

EL ORIGEN DE LA GAITA ZULIANA SEGÚN RAFAEL MOLINA


VÍLCHEZ....................................................................................................15

PRIMERA GAITA CANTADA EN VIVO EN LA RADIO......................16

TIPOS DE GAITA................................................................................16

MERENGUE VENEZOLANO..............................................................18

VALS VENEZOLANO..........................................................................22

EL POLO..............................................................................................24

EL GALERÓN......................................................................................25

LA JOTA..............................................................................................26

CALIPSO DEL CALLAO......................................................................27

ORÍGENES DEL CALIPSO.................................................................28

SABANA BLANCA:..............................................................................32

SEIS GUAYANES................................................................................32

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INTRODUCCIÓN:
Existen en Venezuela Estilos musicales que son una fusión de origen
indígena, europeo y africano, que en conjunto dan las características
específicas de la música popular tradicional del país. En ella, como en
otras expresiones se encuentran presentes los tres elementos étnicos que
forman el núcleo original de nuestra cultura. En el territorio venezolano se
utilizan instrumentos musicales desde antes de la llegada de los
españoles.

Estas referencias están, en muchos casos, llenas de juicios de valor


ante expresiones culturales significativamente opuestas a las conocidas
por ellos, sin embargo, como aporte informativo son de consulta
obligatoria.

Entre los Estilos musicales que se utilizan en la música popular


tradicional venezolana, son muy numerosos los que vinieron por la vía de
Europa, aunque no necesariamente de origen europeo. Este continente
había sido escenario de invasiones y conquistas de distintas culturas.

España, nación que se convierte en el vehículo más importante del


aporte cultural europeo a nuestro país, desde el año 700 hasta más allá
del 1400 tuvo gobernantes árabes y moros.

Desde el siglo siete el Islam unificó el Cercano Oriente y extendió una


cultura homogénea entre el archipiélago Malayo y España. Además, hay
que tener en cuenta que, desde la conquista de Constantinopla por los
turcos en 1453, hasta el siglo dieciocho, Europa estuvo constantemente
en contacto con los ejércitos turcos. Al realizarse el intercambio cultural se
incorporaron a la música europea, entre otros aportes culturales, los
instrumentos musicales empleados por estos ejércitos.

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Puede afirmarse que los estilos musicales de Venezuela casi todos
son originados del sur de Europa medioeval vinieron de Asia, a través del
Bizancio o del Imperio Islámico, a través del norte de África. La herencia
de Grecia y Roma en cuanto a instrumentos musicales es casi nula.
Según Sachs, puede decirse que la lira es el único instrumento que puede
considerarse propiamente de origen europeo. Las referencias sobre los
instrumentos musicales de Europa son muy abundantes y gran cantidad
de investigadores se han dedicado al estudio del tema.

En esta investigación buscamos aclarar algunos conceptos


necesarios dentro del Primer Trayecto de Ejecución Instrumental y definir
los conceptos tanto de la clasificación de los instrumentos musicales
como los aportes que han tenido a través del tiempo dentro de nuestra
amada Venezuela.

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TONADA
Surge de cantos recios de labor que cuentan las vivencias de los
llaneros en el campo, basándose en la naturaleza llanera y recordando el
canto libre del cabestrero, del becerrero o del ordeñador. Se canta a una
o dos voces con acompañamiento de guitarra o arpa, y está escrita
principalmente en cuartetas octosílabas con o sin estribillo. El cantautor y
músico venezolano ya fallecido Simón Díaz fue el máximo exponente de
este género, que rescató y dio a conocer durante su carrera discográfica,
con éxitos como caballo viejo, tonada de luna llena, sabana, entre otros.

JOROPO LLANERO
El estilo o subgénero más popularizado y extendido del Joropo es el
llamado Joropo Llanero que tiene su origen como su nombre como su
nombre lo indica en la región colombo venezolana de los llanos. Lo que
quiere decir que el “joropo llanero” específicamente es de origen colombo
venezolano, sin embargo la mayoría de los temas clásicos fueron creados
en territorio venezolano.

Se emplean diversos instrumentos según género y región los


principales son: maracas (De origen pre colombino indígena), Arpa llanera
(Adaptación llanera de este instrumento de origen Europeo), cuatro
llanero o venezolano; este consiste en un instrumento de cuatro cuerdas
derivado de la guitarra. Y es considerado el instrumento nacional ya que
fue creado en territorio venezolano. El joropo llanero se entona con los
siguientes instrumentos musicales: arpa o bandola llanera, cuatro y
maracas. Los ritmos principales del Joropo Llanero son 2, pasajes y el
golpe.

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JOROPO CENTRAL O TUYERO
Propio de los estados centrales de Venezuela, como Aragua y
Miranda, la zona oriental de Carabobo, y el norte de Guárico. El joropo
central o tuyero (por practicarse a las orillas del río Tuy) se canta
acompañado con arpa (a veces sustituida por la guitarra) y maracas. A
diferencia de las cuerdas de nailon del arpa llanera, el arpa del joropo
central utiliza además cuerdas metálicas, lo que le brinda su sonoridad
tan particular. El cantante del joropo central es el mismo que toca las
maracas, por lo que el baile lo ponen apenas dos intérpretes: el arpista (o
más bien arpisto, como gustan autodenominarse), y el buche (cantante-
maraquero).

Al joropo central le son aplicadas las mismas consideraciones en


torno al pasaje y al golpe del joropo llanero, con la salvedad de la
velocidad, que es levemente menor. Otra salvedad importantísima es que
en el joropo central está presente la revuelta, género de origen colonial,
constituido básicamente por un encadenamiento de secciones musicales
de formas fijas, en una misma tonalidad, a manera de suite barroca, sin
solución de continuidad, aunque con giros sorprendentes. Los
movimientos de la revuelta se denominan pasaje; entrada o llamada de
Yaguazo, Yaguazo, entrada de Guabina y Marisela.. Las letras del joropo
central son de naturaleza pícara, socarrona, contrastando con las
contundentes y violentas propias del joropo llanero, cuyos contrapunteos
terminan no pocas veces en lances y peleas.

JOROPO ORIENTAL
Característico de la región nororiental de Venezuela, específicamente
de los estados Sucre, Nueva Esparta y Norte de Estado Anzoátegui y

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Monagas. En este particular tipo de joropo el instrumento melódico por
excelencia es la mandolina o bandolín.

No obstante, la bandola oriental (ocho cuerdas de nailon), el violín, la


armónica y un pequeño acordeón llamado “cuereta” también tienen un
papel primordial en el folklore musical oriental. El llamado “Joropo con
estribillo” se compone de dos secciones: la primera sección o “golpe” es
tradicionalmente una melodía fija en ritmo 3/4 que es repetida dos o más
veces; la segunda sección o “estribillo” es una melodía improvisada sobre
un ciclo armónico fijo que está a ritmo 6/8. Cabe destacar que en el joropo
oriental, el cuatro y las maracas son ejecutados de una manera mucho
más libre y compleja que en el resto de los joropos venezolanos. De la
misma manera, es importante mencionar que la tradición musical de la
región oriental de Venezuela posee muchas otras formas aparte del
joropo oriental.

JOROPO GUAYANÉS
Producto de la interacción de llaneros y orientales en el estado Bolívar
de Venezuela, específicamente en Ciudad Bolívar. Es ejecutado con la
bandola guayanesa (a ocho cuerdas metálicas), el cuatro y las maracas.
El Seis Guayanés, la Josa y el Rompeluto resaltan entre los joropos
guayaneses más famosos.

JOROPO LARENSE O GOLPE TOCUYANO


Oriundo de la región Centro-Occidental de Venezuela,
mayoritariamente estados Lara, Portuguesa (sierra de Portuguesa) y
Yaracuy. Interpretado por una variedad de instrumentos de cuerda
(Cuatro, Medio Cinco, Cinco y Seis) que junto con Tambora y las Maracas
producen una sonoridad muy particular y única entre los demás joropos
venezolanos. Famosos golpes tocuyanos son "Amalia Rosa", "Montilla",
"Gavilán Tocuyano" y "¡Ah mundo! Barquisimeto", "Los Dos Gavilanes",

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"El Espanto", "Pajarillo Tocuyano", "Garrote Encabullao", "Fuego", entre
muchos otros.

En el baile el número de integrantes es de seis parejas. La banda Sin


dirección se convirtió en 2012 en el primer artista nacional en colocar
música folclórica venezolana en un videojuego mundial con su canción
“¡Ay!”, una fusión de joropo larense con pop rock que forma parte del
popular videojuego mundial Rock Band 3 producido por Harmonix Music
Systems y MTV Games para la videoconsola Xbox 360 de Microsoft,
donde niños y personas de todo el mundo se divierten intentando tocar el
cuatro venezolano.

JOROPO ANDINO
Joropo principalmente ejecutado en los estados Táchira y Mérida.
Este tipo de Joropo tiene dos formas básicas, el corrido y el galerón.
Generalmente el joropo andino es lento, adaptado al paisaje montañés.
Se toca con violín, mandolina, bandolín tachirense, guitarra, cuatro y tiple.
Joropos andinos famosos son el Pato bombiao, Perra Baya, Guariconga y
Molinera.

EL GOLPE LLANERO

Cada golpe se interpreta repetido muchas veces con la mayor


importancia en su carácter improvisacional. Su velocidad es muy rápido,
tradicionalmente existen una variedad de golpes como patrón y unos
constan de solo cuatro compases, mientras otros son bastante largos, tan
largos como los pasajes. El ritmo del golpe llanero es considerado una
especie de joropo más moderno y puede ser instrumental o cantado,
generalmente, a dos voces. El golpe es una música llanera bastante
rápida; además se le considera el ritmo más variado y desempeña un
papel importante cuando de parrando llanero se trata.

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Aunque todos son similares, mencionaremos los siguientes golpes
llaneros:

 Cachicama

Ritmo con el nombre de un animal de la región llanera. Igual de alegre


y antigua que el pajarillo llanero.

 Carnaval

El ritmo en golpe de carnaval lo popularizó el Maestro arpista Pedro


Pablo Molina en el año 1920; otros, le atribuyen este honor al compositor
y arpista Cupertino Ríos. En el golpe de carnaval es fundamental la
improvisación tanto en las coplas, como en la instrumentación.

 Catira

Golpe recio de joropo que exalta la belleza de la naturaleza y de la


mujer. "Catira" se le llama en Los Llanos a la mujer rubia, de piel canela y
ojos claros, lo que da origen al nombre de este golpe de joropo.

 Chipola

Golpe de ritmo recio que debe su nombre a un estilo de corte de


cabello entre las mujeres indígenas de Los Salivas y escogido por un
hombre de su grupo, llamado "Cabuco". Chipola se le llama también a un
tipo de peinado que se hace a la cola de las yeguas.

 Gabán

Es el ritmo de mayor popularidad entre los ritmos recios de la canta


llanera. También toma su nombre de un ave conocida en los llanos de
Colombia y Venezuela.

 Gavilán

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Este ritmo de golpes recios es uno de los más antiguos y usado para
el contrapunteo. Lleva el nombre de un ave de la región. El golpe rítmico
del "San Rafael" es muy similar al ritmo "Gavilán".

 Guacaba

Mezcla de golpes recios, siendo uno de los ritmos más autóctonos del
folclor llanero y toma su nombre de una de las aves silvestres típicas de la
región.

 Guacharaca

El nombre para este golpe llanero, está asociado al rápido fraseo que
caracteriza su canto con la pava llanera silvestre que es conocida como
"Guacharaca".

 Guayacán

El ritmo toma su nombre de un árbol llanero de gran dureza: el


guayacán.

 Merecure

Ritmo tan alegre y contagioso como el pajarillo y que fue inspirado en


Casanare (Colombia), por el requintista Pedro Francisco Vivas, en la
década de 1900 a 1910; su nombre lo toma de un árbol propio de los
llanos orientales de Colombia y occidentales de Venezuela.

 Pajarillo

Se considera que el ritmo pajarillo nació de las creaciones musicales


llaneras de José Agustín Pinto, de madre colombiana y padre venezolano,
por la década entre 1880 y 1890 y quien le puso este nombre en honor a
su caballo sillonero, llamado así y que murió a consecuencia de la

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mordedura de una serpiente cascabel. La tristeza por la muerte de su
caballo compañero, lo inspiró a crear este nuevo golpe llanero.

El pajarillo invita al cantador a iniciar su interpretación con un grito


sostenido, leco o tañido, que lleva a quien lo escucha a evocar los gritos
de los vaqueros en los trabajos de llano.

 Periquera o Juana Guerrero

Periquera como ritmo de golpe de joropo, toma su nombre de una


región llanera venezolana y Juana Guerrero en honor a una musa
inspiradora de un crillo compositor que quiso que ella fuese recordada a
través de su ritmo llanero. El Nuevo Callao es una variación de la
periquera.

 Perro de Agua

Este ritmo de música recia toma su nombre de una raza canina que
es utilizada como pastor en barcos y en cacería.

 Quirpa o Kirpa

Ritmo en honor de un extraordinario cantor llanero venezolano,


famoso en la modalidad del contrapunteo, llanero de a caballo y a quien
popularmente le decían "Quirpa". José Antonio Oquendo, "El Maestro
Quirpa", fue también un próspero ganadero del llano veguero de finales
de siglo XIX.

 Seis por Derecho

Ritmo que utilizan los contrapunteadores para realizar sus


improvisaciones. Se dice que pudo provenir del baile ejecutado en Puerto
Rico por seis parejas; otros dicen que era un baile que se acostumbraba a
hacer a las seis de la tarde. El Ritmo del Seis tiene diferentes tipos de
golpes: Seis por Derecho, Seis Numerao o Seis por Numeración, Seis

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Corrido, Seis Perrero o Seis Perreao, Seis Figureao (o figuriao) y Seis por
Ocho.

 Zumba que zumba

Se cree que esta "Zumbadora" nace de las manifestaciones de los


llaneros netos, al interpretar letras criollas e improvisadas, en el momento
de realizar sus faenas diarias y lo relacionan con el zumbido de su soga al
achicar un animal.

EL PASAJE LLANERO
El ritmo de pasaje llanero es un estilo de música cadenciosa y
caracterizada por el romanticismo poético en sus letras e interpretaciones.
Su ritmo sereno habla del sentimiento, del amor y desamor y de la
naturaleza.

En la parte musical, el pasaje se escribe en un compás de ¾, igual al


vals y a algunas variaciones del Joropo, se ejecuta o toca en un tiempo
moderado, “ni tan lento, ni tan rápido”

GOLPES DE TAMBORES EN VENEZUELA


Ella mueve su cintura al compás del repique de los tambores,
mientras su cabello ondulado salta al ritmo que dictan sus pies… él
también de piel tostada por el sol se le acera, la rodea con sus manos,
pero la chica se le escabulle, aunque las manos no se cansan de golpear
y siguen impregnando el ambiente con su peculiar sabor… mientras tanto,
él y ella tampoco se cansan de bailar…

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Los tambores en Venezuela son una expresión musical que tiene su
origen en los esclavos africanos que se establecieron principalmente por
las costas del país, traídos por los colonizadores españoles.

De esta manera, prácticas religiosas y tradiciones africanas se


fusionaron para moldear una mixtura de ritmos populares llena de cantos
y rituales enmarcada en un ambiente mágico. Cada zona fue
desarrollando así sus propias cadencias y diseñando la amplia gama de
tambores que hoy conocemos.

Existen diferentes tipos de Golpes de Tambor entre los que destacan:

a) Culo E´Puya: cuyo nombre deriva de un tambor utilizado para


este ritual dancístico.
b) Caraballeda: es un baile de cortejo que se celebra en las
costas de La Guaira
c) San Millán: Estilo de Tambor muy rico en movimientos y
cantos onomatopéyicos.
d) De Aragua: Propio de esta región goza de ser uno de los
estilos de tambor más dulces y entusiastas de Venezuela.

“Ya sea el chimbangle, la gaita de tambora, el golpe de tambor de


Chuao o de Caraballeda, cada región tiene su ´swing´ particular, su
cadencia a la hora del baile”, nos dice Marcos Espinoza de la agrupación
folclórica Afrocódigos, la misma que con sus ritmos puso a todos a mover
el cuerpo en el lanzamiento de Viva el cacao.

Para la percusión afroamericana el grupo utiliza campanas de San


Millán, cumacos y quitiplás, entre otros instrumentos típicos que forman
parte de la historia viva de Venezuela.

El experto en manifestaciones afrovenezolanas, Juan Luis Martínez,


nos explica que los tambores están sonando desde hace más de 400
años en nuestro país. “Esta música es de alguna manera el resultado del

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sincretismo de todo el sufrimiento que pudieron tener los esclavos, indios
y hasta blancos que llegaron a Venezuela”.

De Oriente a Occidente, pasando por el centro, los tambores


retumban esparciendo alegría y hasta liberación espiritual, especialmente
en ciertos días de fiesta cuando los pueblos se unen como un solo
cuerpo, dejando la faena a un lado. Los chimbangles, por ejemplo, se
asocian a las fiestas de San Benito, muy populares por el Sur del Lago
de Maracaibo, tierra de exquisitos cacaos como Porcelana y Guasare. Por
el centro del país, Espinoza nos recuerda que la conexión es con San
Juan Bautista, cada 24 de junio.

“Los repiques de los tambores de San Juan a veces comienzan desde


el día 23, pero el 24 es el día más importante porque era el único que le
daban a los esclavos para que festejaran”. En la cita sanjuanera se suele
pedir por la abundancia, por la unión familiar, por la salud y por qué no,
por una nueva pareja.

Afrocódigos realza con su talento lo mejor de la música de tambores


de Venezuela

En los estados Aragua o Miranda los repiques en honor al santo son


también multitudinarias fiestas acompañadas de color blanco y rojo. El
pueblo Mirandino de Curipe es uno de esos buenos ejemplos de la alegría
ligada a los tambores de la localidad, como la mina y el culo e´puya.

Aragua, por cierto, es cuna del cacao Chuao, que desde hace más de
15 años cuenta con Denominación de Origen. “El cacao de Chauo es uno
de los más puros del mundo por estar enclavado en una montaña del
Parque Nacional Henri Pittier, zona libre de contaminación”, apunta
Espinoza. “En Chuao se utiliza un tambor que se llama redoblante, que lo
toca una sola persona y los cantos los hacen las mujeres. Tienen también
otros golpes muy ricos, como el de paraíso, Chuao o plaza”, agrega.

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En las costas aragüeñas los pescadores acostumbran a sacar a San
Juan en una procesión marítima con pequeños y coloridos adornados.

Apunta el líder de Afrocódigos que teorías desarrolladas por


estudiosos de la música afrovenezolana explican el típico paso de bailar
tambores, con un pie que se mueve y levanta levemente, mientras el otro
casi anclado, el mismo en que los esclavos llevaban encadenado un
grillete que limitaba el movimiento.

“Nuestros tambores son parte de la identidad que tenemos como país.


Hablamos de un lenguaje artístico conectado con el pasado histórico”,
describe Espinoza.

El artista alienta en cada oportunidad para que la música tradicional


venezolana se institucionalice, escolarice y hasta llegue a los programas
de estudios de las universidades. “Cada niño, cada joven, debe conocer
de primera mano nuestra música de origen”. Así como el cacao… ¡Que
vivan los tambores venezolanos!

LA GAITA ZULIANA:
Es un género musical del estado de Zulia en Venezuela. En 2014 fue
declarado un bien patrimonial de interés cultural y artístico de Venezuela.
En algunas regiones de Venezuela y en las comunidades de venezolanos
alrededor del mundo se relaciona con la Navidad. Pero actualmente es un
género que se ejecuta todo el año en el país. Como género musical
popular se canta en grupo integrado por hombres y mujeres.

Orígenes musicales: Iberoamericano con ritmos nativos americanos

Instrumentos comunes: Futuro o Furruco, cuatro venezolano,


maracas, charrasca y tambora, entre otros

Popularidad: Desde los años 50 hasta el presente

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Subgéneros: Gaita marabina, gaita perijanera, gaita del sur del Lago,
guajira, de la costa oriental del Lago

Fusiones: Romántica, tamborera

Según Joan Corominas, la palabra «gaita» procede del gótico gaits


(aunque aún no está muy definido), término que también utilizan las
lenguas del oriente europeo (gaida en Hungría, gainda en Creta o gayda
en Yugoslavia), que significa «cabra», ya que de la piel de este animal se
realiza la membrana de furro o furruco, instrumento emblemático de la
gaita.

Las temáticas que tratan los intérpretes de este género van desde
cantos al amor y a figuras religiosas, hasta canciones jocosas y de
denuncia. El elemento político también es protagonista de muchas
canciones.

Tal es la popularidad de este género musical que le dio nombre al


equipo deportivo de básquet Gaiteros del Zulia.

En las primeras formas de gaita se conjugaron los cánticos de misa


que enseñaban los misioneros católicos, la percusión de las tamboras, el
característico sonido cultural del furruco, las maracas y la charrasca.

El cuatro, junto a los cánticos españoles, representaba el aporte


ibérico. La ejecución de los nativos aportaba el estilo definitivo a esta
nueva música.

Los orígenes de la gaita zuliana no han sido establecidos con


precisión, pero se supone que nació con las inquietudes republicanas del
pueblo, tal vez en las primeras décadas del siglo XIX, como lo
demuestran los patrióticos cantos pascuales dedicados a Ana María

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Campos, la patricia altagraciana azotada por orden del feroz mariscal
Morales al negarse a retirar su frase lapidaria: «O capitula o monda».

Tradicionalmente la gaita ha estado vinculada a la devoción


decembrina por Santa Lucía en el barrio El Empedrao de Maracaibo, y en
este sentido se recuerda que cuando el Padre José Tomás Urdaneta tuvo
a su cargo la parroquia, sacó del templo a los bulliciosos gaiteros. Puede
decirse que desde entonces la gaita perdió su carácter religioso inicial y
se convirtió definitivamente en música alegre y en expresión musical de
crítica y protesta.

EL ORIGEN DE LA GAITA ZULIANA SEGÚN RAFAEL


MOLINA VÍLCHEZ
«La gaita zuliana, como muchas otras manifestaciones del
costumbrismo latinoamericano, es mestiza. Tiene un mosaico genético
poliétnico, pero su raíz es hispana, aunque la hispanidad se conserve en
progresiones muy diferentes a la gaita marabina (llamada también gaita
de furro), canto de criollos urbanos, en quienes sobrevive con fuerza, en
comparación con la gaita de tambora y la perijanera, en las cuales la
negritud deja una marca más intensa».[cita requerida]

Este estudioso del folklore señala que la gaita es española, pero que
con el tiempo surgieron dos tendencias divergentes: La gaita marabina y
las gaitas negras. Esta opinión ha generado polémicas, sin embargo es
bastante compartida, ya que el término «gaita» es de raíz galaico-
portuguesa: viene del gótico «gaits» que significa «cabra», porque el
fuelle de la gaita gallega se hace con el cuero del caprino. De España a
través de los Países árabes africanos llegó hasta Turquía, en cuya lengua

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se traduce como «flauta del pastor», lo que estaría de acuerdo con el
dibujo que encontró Agustín Pérez Piñango con la gaita Glorioso San
Sebastián, que data de 1668, según documento localizado en el antiguo
Colegio Nacional de Maracaibo, que trae la letra y la música en caracteres
gregorianos. Sería la gaita más antigua que se conoce. Sin embargo,
otros estudiosos, entre ellos Juan de Dios Martínez sostiene que la gaita
se inició con los esclavos negros en las haciendas del Sur del Lago, como
protesta y evocando sus fiestas de las zonas africanas de donde
provenían.

PRIMERA GAITA CANTADA EN VIVO EN LA RADIO


En 1928 en una emisora de Radio Experimental llamada La Voz del
Lago, propiedad del empresario Pedro Bermúdez, se tocó por primera vez
en vivo la Noche Buena de Adolfo de Pool, músico y compositor
maracaibero, autor también de la música del Himno a la Virgen de
Chiquinquirá de Maracaibo, quién con su propio conjunto dirigió la
presentación y ejecución de la gaita en esa emisora.

TIPOS DE GAITA
GAITA DE FURRO O MARABINA

Tiene un esquema rítmico de 6x8. Por haber sido el género musical


zuliano más difundido a escala nacional, se ha convertido en el más
polémico en lo que se refiere a sus orígenes y trayectoria. Se le conoce
como Gaita de Furro al canto popular tradicional de nuestro pueblo en la
época navideña.

La instrumentación con la que tradicionalmente se ha acompañado a


la gaita, está integrada por: Cuatro, maracas, charrasca, tambora y el
instrumento básico el furro o furruco, como también se le denomina,

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conocido antiguamente como «mandullo», descendiente directo de la
zambomba española.

En el Maracaibo de hace unos cincuenta años, se incluían, cuando las


condiciones lo permitían, otros instrumentos como el piano e incluso
algunos de viento. Hoy en día, la influencia comercial ha determinado la
presencia en nuestra gaita de furro de algunos componentes electrónicos.

También cuentan, quienes tuvieron la oportunidad de vivir esa época,


que las gaitas se organizaban en las casas de familia o locales
comerciales con la participación de todos los asistentes, hombres y
mujeres; un pañuelo era la señal que al ser entregado a alguno de los
presentes, le indicaba su turno para decir un verso, la mayoría de las
veces improvisado, refiriéndose al dueño de la casa, o de la firma
comercial, o el tema al cual se dedicaba el estribillo.

GAITA DE SANTA LUCÍA

En la Zona Norte del Estado Zulia, concretamente en Santa Rosa de


Agua, San Rafael del El Moján, Sinamaica y sitios cercanos, se ha
encontrado un canto al cual los habitantes de estos sitios le llaman Gaita
a Santa Lucía, y le han conocido en esa denominación a lo largo de
muchas generaciones. Se canta en modos mayores y según algunos
informantes, tradicionalmente se ha cantado acompañada de: cuatro,
charrasca, maracas y furro, no habiéndose incluido la tambora sino hasta
después de la llegada del Chimbanguele (del Sur del Lago) a estos sitios.

En toda la zona norte sólo se ha encontrado el estribillo aquí


mostrado:

Canten muchachos con alegría

Que esta es la gaita de Santa Lucía,

Gloria demos a Santa Lucía.

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Los versos, son generalmente improvisados y tienen la característica
de que el coro responde al revés a lo que el solista dice, por ejemplo:

Solista: Los ojitos de Lucía, parecen dos paraparas…

Coro: Parecen dos paraparas, los ojitos de Lucía…

Se canta en honor de Santa Lucía, generalmente para pagarle


promesas, se confeccionan hermosos altares donde se le rinde culto con
música y oraciones en un novenario comprendido entre el 12 y el 21 de
diciembre, (el día de Santa Lucía es el 13), sin embargo, las gaitas se
prolongan más allá de esa fecha.

GAITA TAMBORERA

Llamada por el cronista e investigador Juan de Dios Martínez como


L«a 5.ª gaita», es ciertamente el quinto subgénero de la Gaita Zuliana.
Surge a principios de la década de 1970 como resultado de la fusión de la
gaita de tambora y los chimbángueles de San Benito. Su creador fue el
célebre cantautor gaitero Nelson Martínez de la mano con el Gran
Coquivacoa, agrupación gaitera en la cual formaba filas. Su ritmo es de
2x4 y se ejecutó inicialmente con cuatro, furro, tambora, charrasca y
maracas. Prontamente se le adicionaron el bajo, el piano, la guitarra
eléctrica, las congas, el bongó, el cencerro y hasta metales (trompeta,
trombón y saxofón) y timbales, por cuanto a finales de los 70 y principios
de los 80 la gaita tamborera fue arropada por la influencia musical
caribeña, en especial de la salsa, todo ello liderado por los conjuntos
gaiteros vanguardistas como Estrellas del Zulia, Guaco, Santa Anita y, por
supuesto, Gran Coquivacoa. La temática es variada y no tiene una
temporada especial para su ejecución.

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MERENGUE VENEZOLANO
Los orígenes de la palabra son un tanto llamativos. Para algunas
personas, la palabra merengue proviene la palabra francesa “meringue”,
un dulce hecho de las claras de huevo batidas y azúcar. Sin embargo,
esta mezcla se llama suspiro en Venezuela. Hay un vínculo más fuerte
con un baile popular de Haití con ese nombre. Otra teoría relaciona es
que el nombre proviene de palabras africanas como “muserengue” o
“mouringue tamtam”. En Caracas, el término se designa como un
merengue rucaneao que es una forma de bailar en la celebración de las
parejas y, a menudo con exagerados movimientos de cadera, paso que le
sumo una posterior controversia, ya que era considerado por los
conservadores de entonces como una manifestación vulgar.

Tal vez por lo acaramelado de su nombre, por la impudicia de sus


letras o por la forma de bailarlo, que requería ciertos movimientos
acentuados de las caderas y un acercamiento muy estrecho de la pareja.
El nombre rúcano proviene de una golosina gelatinosa hecha con tuétano
de vaca y meladura de azúcar cuajada en forma cónica (papelón).

Los bailes eran pagados en asuntos, con precios muy populares,


como “una locha” (12,5 centavos) o “un medio” (25 centavos) en las salas
de baile conocidos entonces como mabiles (prostíbulos donde se bailaba
y se tomaba). Este ritmo de compás mocho, penetró el gusto de los
caraqueños que habitaban en parroquias como San Juan, La Pastora o
San José y fue ganando espacios más allá de los ya conocidos mabiles.
El acompañamiento en vivo constó de cuatro instrumentos de solo:
trompeta, trombone, saxófono y clarinete e instrumentos de ritmo como el
cuatro, bajo y percusión (que, dependiendo del tamaño del conjunto,
podría ser tan simple como un guira, la incorporación de maracas e
incluso una caja de batería). Esta forma musical tuvo su mayor auge entre
1920 y 1940,[1] gracias a los «cañoneros» como eran conocidos aquellos
músicos que sacaron el merengue de esos locales nocturnos y lo llevaron

19
a las plazas y los templetes en épocas de carnaval y otras celebraciones
populares, recorriendo las calles acompañados de un artefacto llamado
trabuco o cañón, que no era más que un pequeño tubo de bambú relleno
de carburo de calcio y agua, al que hacían detonar (de ahí el nombre)
para anunciar los temas que iban a interpretar a continuación.

Finalmente, ya entrada la década de 1950, los grandes salones


sucumben y abren sus puertas a este baile caraqueño, que llegó de la
mano de la orquesta de Luis Alfonzo Larrain. El Norte es una quimera de
Luis Fragachán, La pelota del Carey de Lorenzo Herrera, Carmen la que
contaba dieciséis años y Préstame tu máquina de Balbino García
animaron fiestas de matrimonios, quinceañeras, graduaciones y demás
jolgorios capitalinos de la época, luego este estilo musical cayó en
desuso. No obstante, gracias a la contribución de compositores y músicos
de la talla de Carlos Bonnet, Luís Laguna, Pablo Camacaro, Cruz Felipe
Iriarte, Otilio Galíndez, César del Ávila, Cristóbal Soto, Adelys Freites,
Cecilia Todd, Lilia Vera, Simón Díaz, el Quinteto Contrapunto, Ensamble
Gurrufío, El Cuarteto, Gualberto Ibarreto, Los Cañoneros y Los Antaños
del Stadium, el merengue venezolano ha recobrado su merecido espacio
en la escena musical venezolana bajo la métrica de 5/8 la favorita de los
músicos y compositores de las últimas décadas.

ESTRUCTURA RITMICA

No hay manera acordada de anotar correctamente la entonación del


merengue venezolano. Hay dos campos principales, o escuelas de
pensamiento, ninguno de los cuales representa de forma adecuada:

La opción de uso más frecuente es para designar a un ritmo 2/4. La


primera mitad de la barra está escrito como un triplete de corchea. La
segunda mitad de la barra se escribe como dos corcheas. El swing único
en la segunda mitad es lo que da el merengue venezolano, su entonación.
Otro enfoque consiste en anotar el merengue venezolano como 5/8. Esta

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es la forma que los músicos tradicionales utilizan para preferir que la
notación no esté tan ocupada pero se supone la familiaridad con el swing
único de merengue venezolano.

Fredy Reyna propuso una tercera manera como método en su cuatro,


Alfa Beta Cuatro, el cual consta de una 1/5 barra. Hasta la fecha esta no
ha sido amplia Polirritmiamente adoptada. Independientemente de la
notación, la yuxtaposición de 3 contra 2 es un tema muy común que
impregna la música venezolana y se encuentra en la mayor parte de sus
formas, desde joropo, hasta la gran cantidad de patrones de percusión
afro-venezolanos

CONTRIBUCIONES MUSICALES FORMALES

El merengue fue abrazado con entusiasmo por la gran mayoría de los


compositores clásicos nacionalistas de Venezuela. La pianista y
compositora Teresa Carreño escribió varios merengues, y se incorpora la
forma como un intermedio en algunas de sus piezas (por ejemplo, en su
artículo titulado Un Bal en rêve). El pianista y compositor Moisés Moleiro
también escribió y realizó merengues en su repertorio clásico, al igual que
Evencio Castellanos. El saxofonista y compositor Daniel Milano Mayora
escribió un buen número de merengues, tanto para la interpretación
popular, así como de solos de piano virtuoso.

El guitarrista y compositor Antonio Lauro escribió lo que se cree que


es la primera pieza en forma de guitarra clásica en solitario, titulado
simplemente Merengue en 1945. Rodrigo Riera compuso su primer
merengue para guitarra solista, titulado Merengue Venezolano en la
década de 1950. Más tarde, escribió muchos otros merengues. El
cantante Jesús Sevillano incluye varios merengues en su repertorio,
durante la cumbre de su carrera de cantante.

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Músicos venezolanos contemporáneos han cultivado y preservado el
género como Jhibaro Rodríguez’ (Maracay, 1971) arreglo de La Zapoara
para guitarra solista y León Zapata (Caracas, 1955) compositor de El
Guaro son ejemplos de Merengues escritos o arreglados en la mitad
última del siglo XX.

VALS VENEZOLANO
El siglo XVIII es normalmente considerado el siglo de oro de la música
venezolana, a pesar de haber sido destruidos durante la Guerra de
Independencia gran parte de los documentos de esta época sobre el
tema. Pero a mediados del siglo XIX, y más particularmente durante los
años del General Guzmán Blanco en la Presidencia de la República, fue
muy marcado el afrancesamiento de la sociedad. Entre los bailes de salón
que fueron introducidos en la Venezuela decimonónica, el vals ha sido
uno de los que ha tenido mayor arraigo y difusión. Este consiste en una
manifestación musical derivada de un baile popular austríaco, conocido
como ländler.

Aunque no se puede definir una fecha exacta para la llegada del vals
a Venezuela, es seguro que ya para mediados de ese siglo estaba
presente en la escritura musical del país, registrando notas en el Nuevo
Método para Guitarra y Arpa, publicado en Caracas por la imprenta de
Tomás Antero.

La popularidad del vals se vio reforzada por las múltiples


publicaciones en periódicos y revistas sobre este tema, tanto de la música

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como del baile, y se convirtió en la base de muchos otros géneros
musicales, entre ellos el joropo.

Entre los compositores de valses más conocidos del siglo XIX


podemos citar los nombres de Rafael María Samuel, Ildefonso Meserón y
Aranda, Rogerio Caraballo, Manuel Guadalajara, Manuel Azpúrua,
Federico Villena, Rafael Isaza, Telésforo Jaimes, Heraclio Fernández,
Ramón Delgado Palacios, Manuel Guadalajara, Salvador Narciso
Llamozas e incluso la célebre pianista Teresa Carreño. En el cambio de
siglo al siglo XX, siguieron recogiendo y componiendo valses Vicente
Emilio Sojo, Pedro Elías Gutiérrez, Ramón Emilio Crassus González,
Federico Vollmer, Augusto Brandt, Francisco De Paula Aguirre, Antonio
Carrillo, Simón Wohnsiedler, Carlos Bonnet, Rafael Sánchez López,
Laudelino Mejias, Luis Felipe Ramón y Rivera, Domingo Moret, Raúl
Borges, Pedro Arcila Aponte, Juan Ramón Barrios, Moisés Moleiro,
Armando Molero, Italo Pizzolante, Simón Díaz, Antonio Lauro, Manuel
Yánez, Lionel Belasco, Pedro José Castellanos, Sebastián Díaz Peña,
Luis Laguna, Inocente Carreño y Evencio Castellanos, entre otros.

CARACTERÍSTICAS DEL VALS VENEZOLANO

El vals de tradición oral, o vals popular, utiliza para su ejecución los


instrumentos típicos de cada región venezolana, siendo cultivado
mayormente en los Andes y en la región centro-occidental de Venezuela.
En la región andina, el violín y la bandola son instrumentos solistas,
acompañados de la guitarra, tiple y cuatro. En Lara se ejecuta con violín,
mandolina, cuatro y guitarra.[2][3][4]

La melodía, generalmente en ocho compases, es entrecortada e


insinuante, rompiendo de forma atrevida con la métrica europea y jugando
con los silencios y compases de forma graciosa y saltarina.

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Esta influencia del valse llega a los serenateros y compositores
románticos, quienes divulgaron ampliamente el vals-canción. En los
Andes venezolanos se crea el pasillo, forma de valse andino, con
alargada presencia en las regiones colombianas contiguas.

La estructura musical característica de los valses populares consta de


tres partes. Aun cuando muchos músicos firman sus composiciones con
sus nombres, la mayoría han dejado sus creaciones en el anonimato.

En la tradición popular se pueden encontrar el vals en muchos bailes


y manifestaciones folklóricas, como el joropo y el tamunangue, entre
otros.

EL POLO
El Polo en nuestro país está ligado al canto, se asemeja mucho a otro
género llamado malagueña que se diferencia solo porque es cantada y
tocada en tono menor, esta se acompaña de los mismo instrumentos que
en los géneros musicales antes descritos, la malagueña rinde homenaje a
La Virgen del Valle y expresa también la vida cotidiana del pueblo, los
sentimientos amorosos y hechos históricos.

En Venezuela, el polo es una forma musical típica de las regiones de


la costa oriental. Se lo conoce a menudo como «polo margariteño», por su
importancia en la isla de Margarita; sin embargo, a lo largo de todo oriente
se cantan polos. Como forma musical, se toca en un compás de tres
cuartos o seis octavos (o ambos) a una velocidad moderada. La melodía
evoluciona sobre una variación de cuatro acordes, y se cantan versos que
varían dependiendo de la canción, generalmente es una canción en forma
de décima, es decir, diez versos de ocho sílabas cada uno. Normalmente
es tocada con cuatro y maracas, aunque no posee una instrumentación
estricta y como toda música folclórica es adaptable a pequeños y grandes
ensambles. La estructura armónica entre un tono mayor inicial y su

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relativo menor, usando la siguiente progresión repetida: III(I)-VII7(V7)-V7-
i-iv-V7-i-VII7(V7) (los números romanos entre paréntesis representan
funciones armónicas en el tono mayor inicial).

Polo Margariteño: Es un género musical de la Isla de Margarita. Es


una forma musical muy típica que se ha hecho famosa en toda
Venezuela. Se le llama Polo Margariteño, sin embargo también es tocado
en las regiones de la costa oriental venezolana.

El ritmo se toca en compases de tres cuartos (3/4) de una manera


apacible a una velocidad no muy elevada. Los versos se cantan sobre
cuatro sencillos acordes que se repiten una y otra vez, mientras el
cantante improvisa o recita alguna poesía.

El Polo coriano: Es una expresión montaraz de las serranías


falconianas– aparece en 1968 con una variante textual interesante en
Urbano José “Cheche” Acosta Fuguet (El Mitarero), acompañado por sus
hermanos Chucho, Rafael y Tico. Esta ejecución se distingue por la
bandola, que reemplaza aquí a la mandolina de la zona oriental del país.
Al comienzo la pieza parece un son larense, pues el cantante da la
impresión de que intenta decir: “Yo soy el moreno aquel que canta la
despedida”, pero en lugar de esto se escucha una copla propia: “Yo soy el
tigre serrano de la pinta menudita”. Obsérvese, cuando vaya a oírse, que
la letra guarda el tono vivaracho típico del folklore.

Tanto los polos, como las malagueñas, jotas y galerones son


expresiones típicas de los pueblos orientales, escuchar cualquiera de
ellos moviliza algo que nuestro corazón guarda en silencio, el amor, el día
a día, los sueños y esperanzas del venezolano, de la triste melancolía de
las jotas y malagueñas a la alegre tonada del polo, el amor, el mar azul, el
cielo inmenso, el horizonte infinito, las garzas y gaviotas, guanaguanares
y alcatraces, playas, amores, aventuras, desazones y alegrías son parte
de sus letras, la música que acompaña estos cantos es asombrosa a los

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oídos del pescador que llega a la orilla, del transeúnte que deambula por
las bellas costas venezolanas, del poblador oriental y de todo aquel ser
sensible que escuche la expresión musical de nuestro pueblo a través de
cuatros, guitarras, mandolinas, bandolines y canto.

EL GALERÓN
Es música de compás lento, su acompañamiento es realizado por
cuatro, guitarra y bandolín, varios cantantes van alternando creando una
especie de contrapunteo, las letras de los galerones usualmente se
realizan en décimas y hablan de temas patrióticos, religiosos, filosóficos y
sentimentales.

Se utiliza en celebraciones y festividades populares, es un canto libre


y se encuentra además en el estado Lara y en los Andes aunque con
algunas variaciones que lo caracterizan en cada zona.

El polo es un canto más alegre que el galerón, en él se cuentan las


anécdotas del día a día de los pobladores, pescadores casi siempre,
cuenta las historias del pueblo, los hechos históricos, los amores y sus
caminos. Uno de los representantes más valiosos de este género musical
es Francisco Mata, cantautor de origen margariteño que lleva más de 40
años cantándole a nuestra tierra, Francisco Mata asegura que lleva como
bandera que el folklore nuestro es de aquí, nada tiene que ver con
España… El polo margariteño es nuestro y estamos orgullosos de esta
representación musical. Definitivamente es así y aunque tenemos una
gran influencia española en nuestras costumbres y tradiciones, las
mismas no dejan de ser muy autóctonas y marcadas por nuestra forma de
vida.

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LA JOTA
Es un canto triste y melancólico que involucra temas relacionados a la
pesca y el amor, se acompaña de guitarra, cuatro y bandolín, su origen se
le atribuye a los españoles, pero en nuestro país está ligado al canto, se
asemeja mucho a otro género llamado malagueña que se diferencia solo
porque es cantada y tocada en tono menor, esta se acompaña de los
mismo instrumentos que en los géneros musicales antes descritos, la
malagueña rinde homenaje a La Virgen del Valle y expresa también la
vida cotidiana del pueblo, los sentimientos amorosos y hechos históricos.

La Jota forma parte del cancionero oriental, al igual que el polo y la


malagueña. Se trata de un canto triste y melancólico que se refiere al
tema de la pesca y del amor. Se acompaña con guitarra, cuatro, y
bandolín, este último se encarga de realizar el contracanto en forma de
floreo sobre la melodía vocal. Su origen se le atribuye a los españoles,
pero en nuestro país está ligado al canto, se asemeja mucho a otro
género llamado malagueña que se diferencia solo porque es cantada y
tocada en tono menor. Al igual que la malagueña, se utilizó para el
acompañamiento de los velorios de cruz en Anzoátegui y Monagas,
mientras que en Nueva Esparta cumplió funciones de divertimento.

Tanto los polos, como las malagueñas, jotas y galerones son


expresiones típicas de los pueblos orientales, el amor, el día a día, los
sueños y esperanzas del venezolano, de la triste melancolía de las jotas y
malagueñas a la alegre tonada del polo, el amor, el mar azul, el cielo
inmenso, el horizonte infinito, las garzas y gaviotas, guanaguanares y
alcatraces, playas, amores, aventuras, desazones y alegrías son parte de
sus letras, la música que acompaña estos cantos es asombrosa a los
oídos del pescador que llega a la orilla, del transeúnte que deambula por
las bellas costas venezolanas, del poblador oriental y de todo aquel ser
sensible que escuche la expresión musical de nuestro pueblo a través de
cuatros, guitarras, mandolinas, bandolines y canto.

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CALIPSO DEL CALLAO
Su origen se remonta a los primeros esclavos africanos que laboraban
en las plantaciones de caña de azúcar de la Isla de Trinidad y Tobago y
que fueron traídos a Venezuela. Era la forma de expresión de hombres y
mujeres que se hallaban lejos de sus seres queridos y, de su tierra
además de servir para unirlos y permitirles desahogar sus penas.

El calipso o Calypso es sentimiento, se trata de un ritmo que está


lleno de emociones y que se basa, al igual que en el pasado, en las
vivencias cotidianas para elaborar las letras.

En Venezuela se interpreta el Calipso en la zona oriental del Estado


Sucre, Nueva Esparta, Monagas, en Ciudad Guayana y en el estado
Bolívar sobretodo, bajo la modalidad de Steel-Band, motivado a la
influencia fronteriza, la utilización de mano de obra antillana en la
explotación petrolera y en la industria del hierro.

Es un ritmo alegre y pegajoso, es un género musical que se interpreta


en todas las Antillas que de alguna manera se adaptó a nuestro país y e
interpreta con los instrumentos musicales venezolanos, que le imprimen el
carácter de venezolanidad.

Su peculiaridad es que usa como instrumento principal unos


tambores, fabricados a partir de barriles de petróleo reciclados, llamados
steeldrums (‘tambores de acero’) o simplemente tambores metálicos de
Trinidad, muy usados en los carnavales trinitarios.

Esos tambores se crearon por la necesidad de percutir que tenían los


descendientes de los africanos en estas islas y, dado que no poseían
ningún instrumento, empezaron a percutir los barriles, los cuales se
fueron abollando y luego estableciéndose alturas definidas, lo que haría
que en el futuro el instrumento se pudiera templar con una escala
cromática.

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ORÍGENES DEL CALIPSO
Sus orígenes se remontan a una hacienda de las Antillas colonizadas
por los franceses -Santa Lucia, Dominica, Martinica, Guadalupe- no se
sabe con exactitud cuándo. Cuentan que había un joven negro con una
voz extraordinaria que hacía grandes improvisaciones. Él era el capataz
de la hacienda y la gente lo invitaba a las celebraciones diciendo ‘traigan
el Kaiser’ (‘kaiser’, del alemán y ‘Caesar’ del latín para referirse al que
mandaba). Poco a poco la palabra ‘kaiser’ se fue degenerando en ‘caisó’
(entendiendo que en francés hay muchas palabras agudas).

Luego las personas de la zona se referían a las canciones como


‘caisós’. En Venezuela con la llegada de los antillanos comenzaron a
llamarlos ‘carriso’ -se desconoce si por majadería- y posteriormente
llegaría a lo que se conoce hoy como calipso. (Bigott, 1995).

Desde entonces el Calipso es un ritmo alegre y pegajoso, es un


género musical que se interpreta en todas las Antillas, Las Guayanas,
Bahamas, y en aquellas regiones que han tenido inmigración proveniente
de estos países. Este se considera una filosofía musical con origen y base
africano-antillana fundida con los instrumentos musicales venezolanos
como el cuatro, la campana, y las maracas, que le imprimen el carácter de
venezolanidad. El calipso tradicional, como se conoce desde hace más de
100 años en la zona de El Callao, se acompañaba con las palmas de la
mano, luego poco a poco se incorporó el bambú y algunos instrumentos
rústicos como el rayo y el triángulo. Estos fueron los primeros
instrumentos que se utilizaron para acompañar el canto en las haciendas.
Al mismo tiempo, este género (música, cultura y danza), adquirió en
Venezuela ciertas peculiaridades como estribillos con letras fuertes y
picarescas cantados en Patua o Creole -dialectos antillanos- y las
narraciones de sucesos locales.

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Para el Calipso de El Callao es primordial el que los versos sean
escuchados, por lo que siempre relatan o “cuentan” una historia, una
leyenda, un hecho de la vida cotidiana, donde la intención además es
hacerlo bailable, para Saint Bernarden:

Uno expresa con el calipso sus sentimientos. Si estás triste, bailas


triste. Si estás alegre, te mueves alegre. Si hay nostalgia, bailas lleno de
eso que añoras. Escribir, bailar, cantar o tocar un calipso es siempre un
acto sentimental. (Alfonzo, 2002)

De los personajes históricos más representativos y respetados de


El calipso de El Callao es sin duda el de las “Madamas”. Palabra que
surge de la desviación fonética del francés ‘Madames’ cuyo significado es
señoras. Estas damas, de color, fueron contratadas como mano de obra
calificada para trabajar como institutrices o amas de llaves en las casas
de los técnicos extranjeros y adinerados de la zona, ya que tenían
dominio del idioma inglés y maravillosas dotes culinarias.

PERSONAJES DEL CALIPSO

Las Madamas, como los personajes femeninos que recuerdan la


manera tradicional de las matronas de Guadalupe y Martinica, mientras
lucen vistosos ropajes con elegancia, cantan los versos que dan vida a la
festividad y bailan mientras desfilan al ritmo del Calipso. Las madamas del
Callao son las conservadoras de la tradición, ellas bailan como damas de
la nobleza, “Amas y señoras de un ritmo sabio, sosegado, pero exaltado
en sabor”, al ritmo que permite que se luzcan bailando. Siguiendo el ritual
femenino, cuando la mujer es casada tiene un (1) lazo lateral que le
recoge su falda; si es soltera dos (2) lazos que recogen su falda a cada
lado de la cadera. Antiguamente los hombres del pueblo, cuando veían
los lazos a ambos lados, sabían que podían cortejarla ya que la joven era
soltera; no así con las casadas. Las Madamas hoy son parte de una
leyenda cultural y popular, transmitida de generación en generación.

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Los Diablos, vestidos de rojo y negro, exhiben máscaras de
impresionantes aspectos y esgrimen sus tridentes para abrir paso ente la
multitud y las comparsas. Los diablos son característicos de la cultura
venezolana ya que representan el mal y la fuerza de los colonizadores
europeos.

Los Mediopinto, ‘Medio o Pinto’. Hombres que pintan todo su cuerpo


de negro y deambulan solos o en grupo por el pueblo. Recorren las calles
con un líquido negro, preparado con carbón, melaza y agua, para untar a
personas que no les den dinero. Es un acto simbólico y curioso que
sorprende y agrada a los visitantes que bailan y pasean desprevenidos.

BUMBAC EN SUS INICIOS

Los africanos llegaron al Callao para el siglo XVIII a trabajar la


agricultura y extraer oro, a esas tierras llevaron consigo su identidad
cultural y así fue como innovaron nuevamente logrando construir otro
tambor con algunas particularidades distintas al tambor que habían
construido en Trinidad y Tobago.

Para lograr la confección casi perfecta, vieron en las barricas de roble


que servían para almacenar ron y vino o pólvora, el cilindro perfecto para
la construcción del tambor, luego con restos de cuero de ganado vacuno
o de chivo que cortaron a la perfección lograron amarrar a la barrica y así
quedó culminada la producción de los primeros tambores con los que
ejecutaron el mismo calypso que ya habían compuesto en tierras
Trinitarias.

Bumbac de madera, muy parecido a los primeros tambores

Estos tambores tienden a desafinarse, por lo que se dejan al sol para


templar el cuero y restaurar sus propiedades musicales.

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SABANA BLANCA:
La Sabana Blanca se une al golpe y estribillo, al cotorreao y al zumba
que zumba oriental, entre otras como figura propia del joropo oriental. Es
una figura que se asemeja en sus acordes a la periquera llanera, pero con
una diferencia puntual: Mientras la periquera se ejecuta completamente
en acordes de tonalidad mayor siguiendo a la familia completa de una
tonalidad, en la sábana blanca se introduce un acorde menor que hace
variar ligeramente la secuencia melódica y hace que los cantadores
requieran crear nuevas figuras con la voz para evitar la monotonía.

La sabana blanca es propia del Estado Sucre y tiene entre sus


cultores más conocidos a Hernán Marín. Se ejecuta en compases de 6/8 y
por lo general antecede a la descarga del estribillo y el cotorreao, espacio
que aprovechan los cantadores para improvisar y versificar. En el
siguiente video se presenta la diferencia fundamental entre la periquera y
la sábana blanca y luego el ejemplo de cómo se combina con un estribillo
cotorreao.

SEIS GUAYANES
No toda la música de Bolívar es calipso. Además del popular ritmo
que pone a bailar a multitudes durante las fiestas de Carnaval de El
Callao, hay otras manifestaciones musicales de mucho arraigo en la
región. Aunque generalmente se asocia la palabra “joropo” con el llano,
en Bolívar hay una variante del género. El también llamado “seis
guayanés” es propio de la región. Aunque tiene influencias de los
ejecutados en Oriente y en el Llano, incorporó a la instrumentación
tradicional la bandola (8 cuerdas) guayanesa, explica la investigadora
cultural del grupo Kachire y del departamento de Cultura de Fundación La
Salle Campus Guayana.

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La cuna y centro de difusión del joropo guayanés es Ciudad Bolívar.
La familia Hurtado es una de las encargadas de promover esta rica
manifestación cultural. También es común escucharlo en los eventos que
se celebran en distintas localidades de Bolívar a lo largo del año. Eso
explica que el interés por aprender a interpretarlo y bailarlo haya crecido
en el estado, indicaron cultores. El popular músico José “Cheo” Hurtado,
creador del Festival Nacional La Siembra del Cuatro, es uno de los
principales exponentes. En su repertorio nunca falta una pieza de seis
guayanés, bien sea en sus actuaciones como solista o cuando se
acompaña de otros músicos y grupos como Ensamble Gurrufío. “La Mula
Blanca”, “La Josa” o “Seis guayanés” son tres de los más interpretados y
populares temas de la variante. Con sólo escuchar composiciones como
esas hasta el más tieso siente ganas de bailar, manifestaron lugareños.

RASGOS PROPIOS

Lira ha recopilado importantes datos de este estilo de joropo. “El seis


guayanés, indudablemente, es uno de los joropos menos difundidos en
Venezuela, a diferencia de otros. Ciertamente, cuando se aprende a
ejecutarlo directamente con los cultores en la parte tradicional, se debe
proyectar lo más auténtico posible con sus figuras y pasos que lo
caracterizan, como ‘El Yuqueo’”, detalló. Esta última figura es un
movimiento que ejecuta la pareja. Los desplazamientos se hacen como si
se arrancara una mata de yuca, de ahí que se lo conozca como “yuqueo”,
manifestó. También el baile del género en la región tiene claves propias
que lo diferencian de expresiones de otros estados del país.
Generalmente, la mujer escobillea y el hombre zapatea. Sin embargo, en
el guayanés ambos zapatean, explicó Lira.

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CONCLUSIÓN:

Obviamente, antes de la llegada de Colón ya existía una


organización social entre los indígenas venezolanos; por lo tanto, en
la medida en que las comunidades lograron una unidad étnico-
cultural, se inició el proceso de formación de la nación venezolana.

La cultura en Venezuela comenzó con la simbiosis de dos


elementos enteramente distintos que se encuentran en el momento
del descubrimiento colombino: el indio y el español. El choque de
estas dos culturas es el punto de partida de la formación de
Venezuela como pueblo y de su conciencia como ente social, gracias
al mestizaje.

En el caso de la actual cultura urbana y sub urbana que aún


prevalece en las calles de nuestras ciudades, observamos ese hecho,
sin importar cuantos procesos de transculturización y colonización
estemos viviendo, no podemos escapar a nuestra identidad, a nuestra
manera de ver el mundo, es algo que adquirimos de padre a hijo, y se
percibió eso en la cultura popular Venezolana y se le da un buen uso
para resaltar la necesidad autóctona del reclamo por lo nuestro.

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