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INSTITUTO TEOLOGICO JEHOVA NISSI

PSICOLOGIA MINISTERIAL

PROFESOR. SAMUEL CASTILLO


INTRODUCCIÓN

 Orientación es dar asesoramiento, advertencia o aviso a una persona


que lo requiere. En tal sentido, la Consejería Pastoral se puede entender
en dos sentidos: uno amplio, que corresponde a la acción orientadora de
todo cristiano y otro más especializado, en el que la consejería
corresponde al ministro (pastor o liderazgo seglar).

En la segunda se exponen de modo más específico y analítico las


características de la asesoría propiamente dicha.
En un solo principio puede resumirse el contenido, de esta guía, el de que el
pastor o líder ya no puede depender sólo de la predicación para ministrar a las
personas, es imprescindible que asesore personalmente y ayude a los que
buscan sus consejos. Si los orienta bien, habrá resultados muy útiles, en la
esfera emocional y en la espiritual.

La medida del éxito de su ministerio estaría en proporción con su comprensión


de la naturaleza humana, su conocimiento de las técnicas de consejería y la
ayuda del Espíritu Santo.

“Me guías con tus consejos,Y más tarde me acogerás en gloria ‘


(Sal. 73:24)
PSICOLOGÍA MINISTERIAL / 3 SAMUEL CASTILLO

LA AUTOESTIMA

La autoestima es un factor crucial de lo que sucede dentro y fuera de la


persona. Esto significa que el nivel de autoestima de una persona se
manifestará en sus reacciones y afectará de manera determinante todas sus
actividades y, por consiguiente su desempeño en cualquier área de su vida. Es
así mismo el reflejo de la valoración personal, en donde los elementos como la
integridad, honestidad, responsabilidad, comprensión y amor brotaran con
facilidad de aquellas personas que posean una autoestima alta.

Los planteamientos anteriores conducen a inferir que la autoestima es un


elemento fundamental en la conducta de una persona, por lo que es necesario
considerarla en el proceso de consejería.

En tal sentido, se tomarán las acepciones de autoestima reportadas por varios


autores. Minchintog (1999), la concibe como el sentimiento de estar contento
consigo mismo, que permite creer que cada uno merece las cosas buenas de
la vida, lo cual ejerce una gran influencia sobre los aspectos de la existencia
del hombre.

Simmons y Simmons (1998), en un campo amplio de concepción del


comportamiento humano definan a la autoestima como la tendencia a valorarse
y a aceptarse a sí mismo. “De allí que pueda medirse el grado en que las
personas se aprecian a sí mismas y lo positivamente que se ven” (p.83).

A la par de esta acepción se tiene el planteamiento de Yagosesky (1998), quien


acota que no existe un concepto único, sino que hay muchas formas de
entender lo que significa, reafirmando que ésta puede entenderse desde varios
niveles: el energético y el psicológico. En el primer caso afirma que es una
“fuerza innata que impulsa al organismo hacia la vida, hacia la ejecución
armónica de sus funciones y hacia su desarrollo, que le dota de organización y
direccionalidad” (p.13).

Asimismo, desde el punto de vista psicológico, autoestima es la resultante de


un proceso de valoración muy profunda y personal que cada individuo realiza
en todo momento, de lo cual puede estar consciente o no. Este resultado se
observa a través de los comportamientos de ese individuo pues se relaciona
con su sentido de valía, capacidad y merecimiento.
Coopersmith citado por Carrasco (1995), se refiere a la autoestima como la
“evaluación que hace el individuo de su propia competencia, habilidad y
personalidad, es la valoración que se hace de sí mismo.
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Paulatina y paralelamente al desarrollo fisiológico, la autoestima va alcanzando


su estadio. El mismo autor, acota que con la llegada de la adolescencia se
inicia un proceso de reafirmación del individuo, que se considera crucial para
su comportamiento futuro. Es allí donde el joven experimenta una gran
necesidad de aprobación por parte del grupo donde se desenvuelve, y
desarrolla conductas muy específicas a fin de lograr ser querido. Estas muchas
veces se generalizan y proyectan en la vida adulta. En la etapa posterior de un
individuo, cuando ingresa al mundo laboral, se complica la formación y
manifestación de la autoestima, ya que en ese contexto se mide al sujeto por lo
que hace y no por lo que es, socavándose las bases para el autoimagen del
individuo.
Maxvvell, citado en Ruiz (1992), señala al respecto que la autoimagen y la
autoestima son creadas con base en las creencias que se tienen acerca de si
mismo. La mayoría de esas creencias van tomando cuerpo de forma
inconsciente de acuerdo a las experiencias del pasado, de los éxitos y los
fracasos, de las humillaciones sufridas, de los triunfos alcanzados y el modo en
que otras personas han reaccionado con respecto al individuo, especialmente
en las etapas de la infancia.
Considerar que la autoestima se ha desarrollado desde la infancia, es
importante para aprender a conocerse como individuos o entender las
reacciones que se tienen ante ciertos estímulos.

Al respecto. Rodríguez y Domínguez (1988), señalan que la autoestima se


aprende y puede ser modificada. Para desarrollarla es necesario empezar a
conocer sus propios componentes, las manifestaciones y reacciones,
necesidades y habilidades y la unión de sus partes que conforman el yo
integral; es decir, el yo biopsicosocial. A su vez, Palladino (1993), manifiesta
que el cambio ocurre cuando se asume la responsabilidad de los propios
pensamientos, decisiones y acciones, lo cual induce al individuo a conocerse y
autoayudarse.

Sin embargo, desarrollar o elevar la autoestima no se logra a través de una


enseñanza académica magistral e intelectual, sino mediante un aprendizaje
vivencial, activo, participante y práctico, en el cual se hace necesario
desarrollar y conocer sus propios componentes. Es decir, el individuo
internaliza que existen elementos que aún desconoce de su persona y procura
su autoconocimiento, su autoaceptación y por consiguiente su valoración, que
constituyen las bases de la autoestima. Esquemáticamente, puede
representarse de la siguiente manera:

Figura 1. Bases de la Autoestima


Autoaceptación
Autovaloración
Autoconocimiento
Adaptado de Yagosesky (1998), por Sierra (1991).
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Ribeiro (1997), acota que todo individuo para sentirse bien consigo mismo y
con los demás, debe procurar estar en contacto con sus propios sentimientos,
identificarlos y aprender a manejar y evitar aquellos que bloquean su
autoestima. De allí que sea fundamental desarrollar los componentes que
según Rodríguez y Domínguez (1988), son los que confieren la base para el
desarrollo de la autoestima:

1. Autoconocimiento, implica saber cuáles son las necesidades y habilidades


del individuo.

2. Autoconcepto, es una serie de creencias acerca de sí mismo, que se


manifiestan en la conducta.

3. Autoevaluación, refleja la capacidad interna de evaluar las debilidades y


fortalezas que posee el individuo.

4. Autoaceptación, que implica admitir y reconocer todas las partes de sí mismo


como un hecho, o la forma de ser y sentir.

5. Autorespeto, implica atender y satisfacer las propias necesidades y valores,


donde cada uno le otorga al individuo características y habilidades particulares
que le permiten desarrollarse y van cimentando los peldaños de la escalera de
la autoestima (figura 2).

En relación con lo anterior, Schunk (1997), plantea que el autoconcepto es el


conjunto de las percepciones personales formadas con la experiencia y con las
interpretaciones del entorno, lo cual está muy influido por el refuerzo y las
evaluaciones de otras personas significativas” (p. 326). A su vez, lo que cada
persona piensa y siente por si misma, es muy importante, pues así podrá darle
estabilidad a su persona.

Asimismo, si un individuo va alcanzando de manera sistemática cada nivel en


esa escalera, conformará el escenario probable para ser una persona abierta,
fluida, que da mucho de sí misma para alcanzar cualquier objetivo o meta que
tenga trazado. Podrá, además, interactuar favorablemente con el entorno
donde se desenvuelve, aún cuando existan condiciones adversas. Dado que su
potencial emocional podrá superar estas situaciones y ayudar así a la
institución donde ejerce su labor.
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Figura 2. Escalera de la Autoestima
Sólo podemos amar cuando nos hemos amado a nosotros mismos.

AUTOESTIMA
La autoestima es un silencioso respeto por uno mismo. (Perkins)

AUTORESPETO
La actitud del individuo hacia sí mismo y el aprecio por su propio valer, juega
un papel de primer orden en el proceso creador. (Rodríguez)

AUTOACEPTACIÓN
El sentirse devaluado e indeseable es en la mayoría de los casos la base de
los problemas humanos. (Rogers)

AUTOE VALUACIÓN
Dale a un hombre una autoimagen pobre y acabará siendo siervo.
(Schuller)

AUTOCONCEPTO
Cuando aprendemos a conocernos, en verdad, vivimos. (Schuller)

AUTOCONOCIMIENTO

Fuente: Rodríguez y Domínguez (1998, p.14).


Cabe preguntarse ¿qué pasa cuando se alcance el último peldaño de esta
escalera?. La respuesta la señalan Ribeiro (1997), Simrnons y Simmomns
(1998), y Yagosesky (1998), a tener una vida con autoestima alta, que será
satisfactoria, pues podrán verse las cosas de un color diferente, ya que el
individuo se conecta con el mundo desde una perspectiva amplia, integral,
equilibrada, consciente y productiva. En ese peldaño puede desarrollarse
varias características, entre ellas:

- Conciencia de si mismo, de sus capacidades y potencialidades, así como de


sus limitaciones, las cuales tiende a aceptar sin negarlas, aún cuando se
concentra en ellas sólo para buscar salidas más favorables. Se valora, cuida su
cuerpo y vigila sus hábitos. Filtra sus pensamientos enfatizando los positivos,
procura estar emocionalmente estable.

- Confianza en si mismo, en las fuerzas positivas con las que cuenta para
abordar su rutina diaria de manera positiva. Se considera que esta confianza es
la guía para abordar nuevos caminos y posibilidades. Esta característica es
particularmente válida cuando surgen diferencias de opinión, para aceptar las
críticas y utilizarlas como parte del crecimiento personal.
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- Responsabilidad. Un individuo con autoestima fortalecida asume


responsabilidad por su propia vida, pensamientos, palabras, sentimientos,
acciones y consecuencias. No busca culpables sino soluciones.

- Coherencia. Una verdadera autoestima hace que el individuo va de manera


coherente y se sienta impulsado para realizar los esfuerzos para que lo que
diga y haga tenga un mismo sentido y dirección. Esto significa que debe
esmerarse en combatir y vencer sus propias contradicciones.

- Expresividad. Una persona que confía en si mismo, en su poder, ama lo que


hace y lo expresa en cada acto.

- Racionalidad. Quien se respeta busca alcanzar un mínimo control de su


existencia y para ello confía y utiliza su inteligencia y capacidad de discernir,
para alcanzar sus objetivos.

- Intuición. La autoestima y la conciencia del potencial, estimula el despertar


de la intuición, dado que el cerebro tiene dos hemisferios; uno lógico y otro
intuitivo.

- Armonía. La autoestima es en sí misma armonía, equilibrio, balance. Cuando


existe valoración personal, también se valora a los demás.

- Rumbo. Toda persona debe conocer su rumbo, materializado en metas o


propósitos. Allí puede fijar sus acciones, que puede ir modificando cuando algo
altere su rumbo.

- Autonomía. Esta característica tiene que ver con la independencia para


pensar, decidir y actuar.

- Productividad. Se considera como el resultado lógico de un alta autoestima.


Una productividad equilibrada se deriva de que el individuo reconozca y utilice
sus propios dones y talentos de manera acertada: iniciativa, creatividad,
perseverancia, capacidad de relacionarse, entre otros factores, posibilita al
individuo la obtención de lo que desea.

- Perseverancia. Cuando una persona mantiene confianza en si misma tiene


capacidad para definir sus objetivos, trazar su rumbo, iniciar las acciones para
lograr esos objetivos y desarrollar un esfuerzo sostenido, siendo la
perseverancia una característica insoslayable del alta estima.
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- Flexibilidad. Una persona con alta autoestima acepta las cosas como son y
no como le hubiese gustado que fueran. Para ello, requiere de flexibilidad para
continuar y no frustrarse en el camino que ha trazado para alcanzar sus
objetivos.

- Optimismo. Es una condición necesaria, el optimismo nace de la autoestima


alta, pues le permite a un individuo usar de manera consciente su potencial
para satisfacer las necesidades reales y generar bienestar y resultados
favorables.

- Acción. Cuando una persona se siente valorada actúa siempre en cualquier


circunstancia, adversa o favorable, pues confía en su potencial.
En atención a las consideraciones anteriores y reafirmando los planteamientos
de los autores descritos, la autoestima de un individuo puede variar. Al
respecto Sierra (1999), Simmons y Simmons (1998), y Yagosesky (1998),
describen dos niveles: alta y baja, en los cuales puede darse manifestaciones
importantes cuando se interrelaciona con otros individuos.
El nivel alto, es una tendencia al equilibrio y al bienestar general resulta del
conocimiento, aceptación y valoración que posee el sujeto de si mismo. Esta
persona acota Simmons y Simmons (1998), demuestra confianza en sí misma,
se aprecia de verdad y tiene un amor propio fuerte. Es consciente de sus
cualidades y capacidades positivas, siendo capaz de reconocer sus defectos,
sus incapacidades y sus insuficiencias, con alta probabilidad de enfrentarse a
las críticas con confianza. En relación con su trabajo, esta persona tiene un
propósito claro, con vocación, valorando su tiempo y su energía, disfrutando lo
que hace, es independiente y puede crear sus circunstancias, respetando la
realidad, con entusiasmo y perseverancia.
El nivel bajo de autoestima, evidencia una persona con poco sentido de su
valía personal, o tiene un sentido condicionado del mismo, puede ser muy
reservada llegando a limitar su relación con otras personas. Yagosesky (1998),
señala que una persona en el nivel bajo de autoestima tiende al desequilibrio
por desconocimiento de su potencial y de limitar el uso de potencial personal, lo
cual dificulta la satisfacción de sus propias necesidades.
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TEMPERAMENTOS

El temperamento es otro elemento a considerar en la conserjería, la palabra


temperamento proviene del latín temperamentum, que significa “medida”,
peculiaridad e intensidad individual de los efectos psíquicos y de la estructura
dominante de humor y motivación. Actualmente se acepta que ciertas
características del temperamento se deben a procesos fisiológicos del sistema
linfático, así como a la acción endocrina de ciertas hormonas. El temperamento
tiene, por tanto, un porcentaje genético nada despreciable. También se acepta,
de forma general, que los efectos intensos y permanentes del entorno pueden
llegar a influir de forma importante en la formación del temperamento de cada
individuo.
Existen cuatro tipos de temperamentos: sanguíneo, colérico, melancólico y
flemático. Así como doce (12) combinaciones temperamentales.

SANGUÍNEO

Es una persona cálida, vivaz y que disfruta, es receptivo por naturaleza, las
impresiones externas encuentran fácil entrada en su corazón, los sentimientos
más que los pensamientos reflexivos le llevan a tomar sus decisiones, es tan
comunicativo que por lo general es considerado súper extrovertido, tiene
capacidad para disfrutar y contagiar a los demás; es un narrador extraordinario
y su naturaleza cálida y emocional casi te ayuda a revivir la experiencia al
relatarla, nunca le faltan amigos. Puede sentir de una manera genuina los
gozos y tristeza de las personas que conoce y tiene la capacidad de hacer que
se sienta importante.

Fortalezas Debilidades
Expresivo Indisciplinado
Atento Improductivo
Cálido y amistoso Emocionalmente inestable
Hablador Egocéntrico
Entusiasta Exagerado
Compasivo
Hábitos de Comer: comen todo lo que tengan a la vista, por lo general se les
nota.
Manera de Comprar: no tiene conciencia de los precios sino que seleccionan
para satisfacción visual, le atrae el embalaje y la publicidad llena de colores.
Capacidad de Estudio: Por lo general son buenos estudiantes, a no ser que
estén dotados de un relevante cociente de inteligencia, son inquietos y faltos de
disciplina.

Capacidad Comunicativa: Los sanguíneos son oradores intuitivos, son


excesivamente expresivos y usan libremente la exageración.
Crianza de los Niños: En la vida es espontáneo y por lo general la disciplina
no constituye una excepción; da a gritos sus instrucciones y corrección, una
mujer sanguínea es propensa a hablar con gritos. Ellos no tienen disciplina y
pocas veces cumplen sus amenazas, a la hora de castigar tienen que hacerlo
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De inmediato porque su corazón tierno y perdonador deja pasar el tiempo y no


lo castiga, y cuando lo hace después de castigar al niño lo consuela y le
muestra que lo ama.
Frutos del Espíritu que Necesita
- Paz (por su inquietud).
- Paciencia.
- Benignidad.
- Mansedumbre.
- Fidelidad.
- Dominio Propio.
COLÉRICO
La persona con éste temperamento es: caluroso, rápido, activo, práctico,
voluntarioso, autosuficiente y muy independiente, ya que tiende a ser decidido
y firme de opinión siéndole fácil tomar decisiones, es extrovertido, (pero no
como el sanguíneo). Prospera en la actividad, no necesita ser estimulado por
su ambiente, es ambicioso y se propone metas; no le asustan las
adversidades, al contrario le alientan, no simpatiza fácilmente con los demás,
por lo general es insensible y refleja poco aprecio por la música y las bellas
artes.
Fortalezas Debilidades
Voluntarioso Frío y no emocional
Independiente Autosuficiente
Visionario Impetuoso
Práctico Dominante
Productivo Rencoroso
Decidido Sarcástico
Líder Cruel
Hábitos de Comer: son comelones, cuando llega la comida la devoran en
grandes bocados, y hablan cuando comen.

Maneras de Comprar: por lo regular no disfrutan haciendo compras, sólo van


de compras cuando es necesario.
Capacidad de Estudio: son inteligentes como norma pero no brillantes, les
gustan los temas orientados a las personas, historia, geografía, literatura y
psicología, son de mente curiosa y preguntan constantemente ¿por qué?.
Capacidades Comunicativas: son lo suficientemente expresivos como para
hablar libremente, son debatidores y discutidores.
Crianza de los Niños: pueden ser buenos padres pero tienen que dedicarse
más a ello, si el niño tiene un desarrollo lento los padres tienden a hacerlos
sentir inferiores, aunque son propensos a la autoridad quieren gobernar sus
casas como campamento militar, les encanta dar órdenes y a la hora de
castigar al niño son fuertes y dan demasiados azotes.
Frutos del Espíritu que Necesitan
- Mucho amor
- Desesperadamente la paz de Dios
- Gozo del Señor
- Benignidad
- Bondad
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- Gentileza
MELANCÓLICO
Es el más corto de todos los temperamentos, es analítico, abnegado, dotado y
perfeccionista, por su naturaleza es propenso a la introversión, pero es un
amigo fiel, aunque le cuesta conseguir amigos pocas veces se lanza a conocer
gente, sino que deja que vengan a él, quizás sea el más fiable de los
temperamentos, por su consciente no decepciona a alguien cuando están
contando con él, aunque le es difícil expresar sus verdaderos sentimientos,
debido a su experiencia decepcionante desconfía y es dado a la sospecha;
halla por lo general su mayor significado de la vida a través del sacrificio
personal.
Fortalezas Debilidades
Dotado Variado
Analítico Autocentrado
Abnegado Vengativo
Trabajo Crítico
Autodisciplinado Propenso a la persecución
Hábitos de Comer: son comensales muy meticulosos para escoger, necesitan
una eternidad para decidir que comer.
Manera de Comprar: son compradores deliberados y decididos, comparan por
los precios no por la calidad.
Capacidad de Estudio: son por lo general buenos estudiantes que disfrutan
del aprendizaje, tienen la bendición de poseer una mente retentiva, aunque
tengan los archivos y la mesa desorganizada, tienen una asombrosa
concentración a pesar de los ruidos.
Capacidad Comunicativa: nunca hablan hasta que han pensado con precisión
que es lo que quieren decir, no les gusta interrumpir a otros, pero una vez que
comienzan no terminan hasta que descarguen todo.
Crianza de los Niños: alaban con tacañería (aunque la mayoría de los niños
necesitan la alabanza), son legalistas por naturaleza. Tienen por lo general
normas para todo, en cuanto al castigo cuando ofrecen azote, casi siempre
cumplen sus amenazas pero no azotan con exceso y no olvidan lo que haya
hecho el niño, tienen una gran capacidad de amar a sus hijos pero se les hace
difícil expresarlo.
Frutos del Espíritu que Necesitan
- Amor por su egocentrismo.
- Gozo por su naturaleza variable, deprimida y afligida.
- Paz por sus pensamientos de crítica y venganza.
- Mansedumbre por su altivez.
- Fidelidad o fe por sus temores al futuro y desconfianza en los demás.
FLEMÁTICO
Es calmoso, tranquilo que nunca se descompone y casi nunca se enfada, es el
tipo de persona fácil de tratar y el más agradable de todos, siente más de lo
que aparenta y evita la violencia nunca carece de amigos porque le gusta la
gente, tiene una buena mente retentiva y capaz de ser un imitador, expresa
pocas veces sus sentimientos verdaderos, no se presenta voluntario para ser
líder y es un pacificador natural.
Fortalezas Debilidades
Calmado Sin motivación
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Tranquilo Moroso
Confiable Egoísta
Objetivo Mezquino
Diplomático Autoprotector
Eficaz - organizador Indeciso
Práctico Cobarde y ansioso
Hábitos de Comer: son los comensales más deliberados de todos y son
invariablemente los últimos en terminar.
Maneras de Comprar: Son indecisos como los melancólicos, aunque a las
mujeres con éste temperamento le encanta comprar.
Capacidad Comunicativa: no se excitan por nada y rara vez entra en debate,
no dicen nada voluntariamente, sólo responden cuando se les pregunta.
Capacidad de Estudio: pueden ser buenos estudiantes si su morosidad no los
atrapa, tienen buena memoria y pueden ser personas inteligentes si de alguna
manera u otras se les motiva.
Crianza de los Niños: pueden ser buenos padres. Si son más afirmativos. Les
encanta los niños, sobre todo los más pequeños, les brindan tiempo, juegan
con ellos y pueden ser pacientes instructores, es el menos en dar azotes,
esquivan confrontaciones desfavorables con los hijos.
Frutos del Espíritu que Necesitan
- Amor y compasión.
- Paciencia
- Fe
- Bondad.
ORIENTACIÒN
El Orientador
Es una parte del ministerio. Ricardo Baxter, predicador inglés del siglo XVII dijo:
“El ministro no debe ser solamente un predicador público, sino que debe ser
conocido también como consejero del alma”. Washington Glodden escribió en
su libro el Pastor Cristiano “si el ministro es el tipo de hombre que debiera ser,
muchos relatos de dudas, perplejidad, tristeza, vergüenza y desesperación
serán probablemente vertidos en sus oídos” (Isaías 40; 11; Ez. 34:16).
Requisitos del Orientador
1. Debe ser tratable, social y accesible. Ro. 15:14; Co. 3:16.
2. Debe reunir ciertos rasgos personales: capacidad de ser sensible. Escuchar
atentamente, llevar una vida ejemplar, digna de respeto, sabe utilizar los
recursos espirituales.
3. Debe entender los móviles de la naturaleza humana y los de su conducta.
4. Debe entenderse a sí mismo y darse cuenta de sus imperfecciones y su
condición de ser humano.
5. Debe dominar sus propios deseos, sus sentimientos de culpa, su ansiedad,
sus resentimientos, su sexualidad y sus frustraciones.
6. Debe conocer bien las técnicas del asesoramiento.
7. Debe estar dispuesto a dedicar tiempo al ministerio de aconsejar.
8. Debe saber guardar secretos.
Metas de la Orientación
1. Disminuir las emociones destructivas (ansiedad, hostilidad, enojo, angustia).
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2. Hacer que el asesorado vea con objetividad su problema y utilice sus propias
fuerzas juntamente con los recursos espirituales que Dios le da para
enfrentarse con el problema.
3. Lograr que la persona se entienda a sí misma de manera creciente y se
valore.
4. Desarrollar en el asesorado la disposición de aceptar responsabilidades sin
excusas ni quejas.
5. Mejorar las relaciones interpersonales del asesorado enseñándole a
enfrentarse a su culpa.
6. Apoyar al asesorado en momento de crisis o de angustia ayudándole a
utilizar sus recursos interiores y a echar mano de los de Dios.
7. Desarrollar en la persona una creciente confianza en Dios y en sí mismo
para enfrentar el futuro.
8. Cuando se trate de personas inconversas, llevarlos a una experiencia de
salvación, hacerle crecer en el conocimiento de Dios, en la madurez de su
personalidad y en el servicio divino.

Condiciones para la Orientación


1. La persona sienta necesidad de buscar ayuda.
2. Concertar un lugar y hora para reunirse.
3. La preparación espiritual del asesor.
Ética de la Orientación
1. Guardar confidencias.
2. Evitar el contacto físico. Prov. 22:1.
3. No usar al asesorado para satisfacer sus propios deseos.
4. No esconder sus convicciones cristianas.
5. No tratar de persuadir al asesorado a seguir recibiendo consejo.
6. Reconocer sus propias limitaciones. Ningún asesor puede ayudar a todos.
TÉCNICAS DE ORIENTACIÒN
Técnica Directiva.
El papel del consejero es semejante al del médico. El individuo describe su
problema y el ministro formula preguntas, reúne información, hace el
diagnóstico y le ofrece la medicina. Es responsabilidad del asesorado cooperar
con el ministro y llevar a cabo su consejo. Desventajas: (a) El ministro puede
equivocarse en el diagnóstico y pierde la oportunidad de ayudar al asesorado,
(b) Priva al asesorado la oportunidad de ver por sí mismo su problema y
comprenderse, (c) Quita la oportunidad de que el asesorado se sane
emocionalmente, (d) El asesorado puede acostumbrarse a depender del
ministro en vez de resolver sus propios problemas.
Técnica no Directiva.
El asesorado es la figura central; habla libremente de su problema y de sus
sentimientos. El asesor escucha, reflexiona y responde. Ventaja: ayuda al
asesorado a ayudarse a sí mismo. Desventajas: (a) El consejero se mantiene
demasiado pasivo y no proporciona al asesorado las reflexiones, información,
sugerencias, y alternativas necesarias para que éste pueda llegar a decisiones
razonadas y basadas en la verdad bíblica (b)Ocupa mucho tiempo para poder
llegar a darse una solución definitiva al problema.
Por Confrontación.
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El asesorado habla libremente de su problema y situación. El consejero: (a)
recoge información, (b) hace ver al asesorado sus pecados (Jn. 16:8), (c)
acepta al asesorado tal como es mostrando el amor de Dios, (d) Guía al
asesorado a confesar su pecado, (e) a la aceptación de Jesús y (f) le guía a
restituir sus relaciones personales con otros (la Jn. 1:9).
Principios de la Orientaciòn
Son como llaves doradas que abren los candados y dejan salir de sus prisiones
a las personas que tienen problemas:
1. Ganar la Confianza de la Persona. Establece una relación de confianza
mutua. Es preciso que respetemos a la persona y la tratemos como igual.
Debemos darle la impresión de que su problema es el asunto más importante y
el único en ese momento.
2. Aceptar Incondicionalmente al Asesorado. Es importantísimo aceptar al
aconsejado tal como es; como una persona con valor y dignidad. Nos conviene
aleamos con ellos en la lucha contra su debilidad. Galatas 6:1. Jesús aceptó a
Zaqueo LC. 19:. 1-10. Este puede ser un poderoso factor para traerle la
sanidad emocional y moral.
3. Escuchar. Según Russell Dicks, “si tuviera que limitarse a una técnica,
elegiría la de escuchar” (Santiago 5:16).
4. Escuchar con Empatía. Debemos escuchar atentamente y concentrarnos
en lo que dice, sin permitir que los pensamientos divaguen. Debemos “entrar
en los sentimientos de la persona”, sentir lo que ella siente, ver con sus ojos,
“andar en sus zapatos”; identificarse con la persona. Es necesario mantener
una actitud serena y objetiva. Se comunica la empatía escuchándolo
atentamente, reflejando y respondiendo de tiempo en tiempo con palabras y
gestos que indican comprensión.
5. Reflejar y Responder. Con frecuencia debemos reflejar verbalmente lo que
dice el aconsejado, para que él sepa que comprendemos sus sentimientos. Así
se anima a seguir hablando acerca de su problema.
Ejemplo:
Asesorado: hace tiempo que deseo hablarle de mí problema, pero siempre me
ha faltado valor pare hacerlo.
Consejero: ¿Le cuesta contar algunas experiencias?
Asesorado: así es, pero tengo que contárselo a alguien. Tuve una riña violenta
con mi señora y luego volví a mi viejo vicio de beber. Me emborrache ¡Cuanto
lo siento.
Consejero: ¿Su caída le da mucha pena?
Asesorado: El problema es que ella es inconversa y ya no tiene confianza en
mí. Piensa que mi conversión era una farsa y que el Evangelio carece de
poder. Se ha puesto más dura que nunca.
Consejero: Mmmmmh (demuestra preocupación por la señora).
6. Formular Preguntas. Muchos de los problemas humanos tienen raíces
escondidas bajo la superficie. Es necesario traer a la luz los motivos de la mala
conducta de tales personas y obrar para solucionar el problema que los causa.
En estos casos conviene que el consejero y el aconsejado miren a dentro de la
superficie y noten los móviles que surgen de experiencias conflictivas y de
sucesos significativos habidos en la situación actual del asesorado y en su vida
anterior.
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7. Características de las Buenas Preguntas.
a. Conviene preguntar de manera que permita al asesorado tener amplía
oportunidad de responder con sus vivencias á con mas información.
b. No conviene formular preguntas directas que den al aconsejado la impresión
de que es sometido a un interrogatorio.
c. No conviene formular una serie de preguntas a la vez.
d. No conviene preguntar ¿porque?, a menos que la pregunta sea positiva.
e. Estar atentos a la voz del Espíritu.
8. Encontrar Soluciones. El consejero escucha, formula preguntas cuando
sea necesario, para estimular al asesorado a hablar acerca de sus
sentimientos, y así explorar las facetas significativas del problema, aclara lo
que expresa el aconsejado, interpreta y juntos llegan a entender el problema.
Luego ambos colaboran a encontrar una solución.
PROBLEMAS DE LA ORIENTACIÒN
1. Rodeos y Resistencia. Pocas personas se presentan al principio con
franqueza, se sienten incómodos, otros vacilan en divulgar su problema por
temor a ser censurados. Les da vergüenza y sondean la aptitud del consejero
para decir sus cosas íntimas. No les es fácil exponer sus errores, debilidades,
pecados o asuntos penosos. Algunos no saben exactamente cual es su
problema.
2. Silencio o Prolongadas Pausas en la Conversación: son motivo de
tensión y desconcierto. La pausa le proporciona al asesorado la oportunidad de
pensar, analizar, reflexionar sobre su problema, y llegar al auto percepción.
3. Reveses y Deseo de Cortar la Ayuda Prematuramente. No se debe insistir
pero si decirle: “su problema no esta resuelto aún por lo tanto la puerta esta
abierta para una futura consulta”. Cuando se presentan los reveses, el
consejero debe apoyar al asesorado y animarlo a seguir.

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