Francisco Morales Ardaya LENGUAJE Y COMUNICACIÓN, T ALLERES DE COMPETENCIAS COMUNICATIVAS

EXPOSICIÓN, ARGUMENTACIÓN
Y ENSAYO

I. LA EXPOSICIÓN ESCRITA (TEXTO EXPOSITIVO)

La EXPOSICIÓN es un tipo de discurso cuyo objetivo es ofrecer un tema a los

receptores en forma clara y ordenada.
Para redactar una exposición se requiere:
 Conocimiento global y específico de la cuestión.
 Desarrollo progresivo y articulado de las ideas.
La exposición se manifiesta en varias clases de texto: obras de divulgación,
manuales, artículos periodísticos, etc. Todos ellos pueden agruparse en dos modalidades
básicas:
 Divulgativa: dirigida a un público amplio.
 Especializada: dirigida a lectores con conocimientos específicos.

Toda exposición consiste en una idea principal que se refuerza o complementa con
ejemplos, explicaciones, reiteraciones, etc. A menudo incluye definiciones y
descripciones, que deben ser objetivas y precisas.
 Idea principal: la que no puede omitirse sin hacer incomprensible el texto.
 Ideas secundarias: ejemplos, desarrollos, apoyos.
Cada párrafo puede tener una idea principal e ideas secundarias, pero en todo el
texto, hay una idea matriz o fundamental. Este es el tema.
El encadenamiento de las ideas puede seguir cualquiera de los siguientes órdenes:
 Orden deductivo: de lo general a lo particular.
 Orden inductivo: de lo particular a lo general.
 Orden causal: de la causa al efecto, o viceversa.

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La descripción en la exposición:

El una descripción técnica, diferente de la estética. Debe ser objetiva y precisa.

Tipos:
 Numeración de partes o cualidades.
 Explicación del funcionamiento de un objeto o de un sistema.
 Descripción de procesos (pasos, fases).

Estructura de una exposición:

1. Introducción: Presentación, nociones generales, definiciones básicas.

2. Desarrollo: Es la exposición en sí. Incluye ejemplos, apoyos, otras
definiciones. Se puede escoger un desarrollo lineal (una idea lleva a la otra
directamente) o con digresiones (entre una idea y otra hay “excursiones” a otros
temas relacionados no directamente con el tema propio del texto).
3. Conclusión (optativa): resumen, reflexiones o consideraciones finales.

Características lingüísticas de la exposición:

1) Estructuras sintácticas:
 Abundancia de construcciones explicativas: “como es bien sabido...”, “en el
caso de...”, “esto es”, “es decir”, “por ejemplo”, “pongamos por caso”, “del
mismo modo ocurre con...”, “a diferencia de...”, “según el principio de...”, etc.
 Expresión neutral: Sin implicación de los sentimientos del emisor. Por ello se
escoge generalmente la tercera persona de singular y las construcciones
impersonales y pasivas.
 Abundancia de oraciones subordinadas.

2) Léxico específico:

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Preciso, de valor denotativo, predominantemente referencial. Empleo de

tecnicismos según el público destinatario. Abundancia de substantivos abstractos.

II. LA ARGUMENTACIÓN

La ARGUMENTACIÓN es un tipo de texto en el cual se aportan argumentos (razones o

justificaciones) que apoyan una opinión. Su finalidad es lograr que el receptor piense del
mismo modo que el emisor; convencer al lector del punto de vista del escritor; derrotar la
opinión contraria. En una palabra: persuadir.
Los temas propios de una argumentación son los polémicos, los debatibles, los
controversiales, los que incitan a la discusión o a la toma de partido.

Principios de la argumentación:

 Principio de causalidad: Empleo de argumentos que son causas probadas. Se

usan cuando el escritor cuenta con los datos precisos.
 Principio de probabilidad: Empleo de argumentos que son causas probables o
verosímiles. Se usan cuando el escritor no cuenta con datos precisos, o estos no
existen.

Estructura de una argumentación:

1. Tesis: Es la idea que se pretende defender. Puede aparecer al principio o al final del
texto (en este segundo caso, la tesis reemplaza a la conclusión).
2. Argumentos o cuerpo argumentativo: Es la cadena de razonamientos aducidos para
confirmar la tesis, o para rechazarla, si se quiere probar lo contrario. Cuando los
argumentos sirven para rechazar la tesis, se llaman también refutaciones.
El material básico de los argumentos son las exposiciones.
Principales tipos de argumentos:

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 Argumento de autoridad: Testimonios fidedignos, citas de expertos o

famosos, resultados de investigaciones prestigiosas.
 Apelación al sentido común: Proverbios y refranes, opinión general de la
sociedad.
 Recurso a la experiencia directa: Percepción y conocimiento de los hechos
accesibles a todo el mundo. Lo que todo el mundo puede comprobar por
simple observación.
Es necesario recordar que los argumentos pueden basarse o en hechos probados o en
hechos probables. En este segundo caso, deben escogerse muy bien y presentarse
del modo más convincente posible. Además, se recomienda organizar los
argumentos en párrafos: uno en cada uno.
3. Conclusión: Consiste en la confirmación o refutación explícita de la tesis luego de
confrontarla con los argumentos. Puede incluir el resumen de lo ya dicho.

Orden lógico:

Como en la exposición, hay tres modos principales de ordenar lógicamente la

cadena de razonamientos:
 Deducción: razonamiento que va de lo general a lo particular.
 Inducción: razonamiento que va de lo particular a lo general.
 Causa/efecto: razonamiento que vincula motivos con consecuencias, o
viceversa.

Característica lingüísticas:

Básicamente, los mismos que los de la exposición. Sin embargo:

 Su expresión tiende a ser más subjetiva (empleo de oraciones interrogativas,
exclamativas, dubitativas), pues en el discurso está implicado el modo de pensar
particular del autor, sus actitudes personales con respecto al tema. En todo caso,

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debe procurarse dar la impresión de objetividad en la presentación de los

argumentos, para facilitar al lector la aceptación de la tesis.
 Presenta gran frecuencia de conectores causales (porque, puesto que, dado
que...) y sobre todo, consecutivos (por tanto, por consiguiente, por ello, en
consecuencia, de modo que...) y conclusivos (en conclusión, en definitiva...).

A veces resulta bastante difícil diferenciar una exposición de una argumentación,

pues en la argumentación puede aparecer la exposición, y los ejemplos de una exposición
pueden tomarse por argumentos que apoyan o refutan la idea que se expone o desarrolla.
Como orientación general, puede afirmarse que en la medida que un texto simplemente
expone, informa, presenta, desarrolla descriptivamente un tema, es una exposición; y en la
medida en que justifica, sustenta, da razones con intención de convencer, es una
argumentación.

III. EL ENSAYO

El ENSAYO puede considerarse un “lugar de encuentro entre la exposición y la

argumentación” (M. Álvarez, 1995, p. 46). Es una reflexión libre. Oscila entre lo
científico (el contenido) y lo estético (la forma, la expresión); es interacción de
pensamiento y arte. Puede llegar a ser un texto con carácter literario.
El ensayo es un intento de “diálogo” con el lector. Se pretende establecer con éste
una relación más cercana que en los otros tipos de texto.

Rasgos generales del ensayo:

 Estructura libre: Sin orden riguroso o sistemático. Pretende sugerir, no tratar

exhaustivamente, ni convencer de modo absoluto. Quiere plantear una

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reflexión, hacer pensar al lector, tratar de que el receptor llegue a sus propias
conclusiones.
 Uso frecuente, aunque no obligatorio, de citas. Sin embargo, concebido como
trabajo escolar o académico, el ensayo las requiere.
 Estructura, en general, deductiva (de lo general a lo particular).
 A veces extenso, pero nunca exhaustivo (la exhaustividad es propia de los
tratados científicos).
 Variedad temática, aunque se prefieren los temas humanísticos o de actualidad
(es decir, los que no se prestan a una solución definitiva).
 Carácter subjetivo: Enfoque más personal que la simple argumentación
 Lenguaje fluctuante entre el técnico y el literario. Se permiten algunos
coloquialismos de gran expresividad, según la intención y carácter del autor. La
expresión debe ser amena, y puede apelar al humor y a la anécdota.

Resumen y adaptación de:

Álvarez, Miriam (1995). Tipos de escrito II: Exposición y argumentación.
2.a ed. Madrid: Arco Libros.