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CONTABILIDAD
Estos principios pueden verse potencialmente afectados por una amplia gama de
circunstancias y de relaciones. Lo primero que debe hacer el contador público es
identificar las amenazas que se puedan presentar, luego evaluar las mismas y por
último, enfrentar dichas amenazas. Una de las primeras amenazas que se pueden
identificar es la que tiene que ver con el interés propio, el código establece, por
ejemplo, de que existe una amenaza de interés propio cuando hay un interés
financiero directo del contador público con el cliente al cual le va a prestar sus
servicios profesionales en forma pública. También se refiere a los honorarios bajos
que tienen que ver con un honorario que no va a garantizar la calidad del servicio
que se le está ofreciendo al cliente. Otra amenaza de interés propio seria cuando
la información confidencial que él obtiene en su trabajo puede usarse para
beneficio propio del contador público.
Luego están las amenazas de Autorrevisión, esta puede surgir cuando, por
ejemplo, se implementó unos sistemas financieros al cliente y luego se hace un
contrato o un encargo para emitir un informe de aseguramiento que tiene que ver
con esos sistemas financieros que ya él había implementado. También puede
existir la amenaza de Autorrevisión cuando se preparan datos que se usan para
para generar reconocimientos de información financiera y que luego se hace un
aseguramiento de esa información financiera que él ayudó a preparar.
Una vez que se han identificado estas amenazas, se tienen que evaluar las
mismas, esta evaluación tiene que ver, con cómo voy a tratar esas amenazas.
Primero analizamos cómo está el cliente y su entorno. Por ejemplo, un cliente de
auditoría que sea una entidad de interés público tiene una diferencia en cuanto a
la evaluación de las amenazas, porque esta tiene unos sistemas muy estrictos de
manejo de la información y por lo tanto, las amenazas se pueden minimizar un
poco o se pueden llevar a un nivel aceptable. También se tiene en cuenta si el
cliente del aseguramiento no es un cliente de auditoría, o también cuando es un
cliente que no es sobre aseguramiento, ni auditoría, aquí se presentan situaciones
diferentes que implican que la actuación del contador público debe cambiar de
acuerdo a la evaluación de las amenazas, porque los riesgos son muy diferentes.
La firma que hace la auditoría y su entorno también es clave para poder establecer
la evaluación por parte del profesional de la contabilidad sobre las amenazas. Un
ejemplo seria; si es una firma muy estricta en la cual se promueven los
cumplimientos de los principios fundamentales y el interés público, ya aquí las
amenazas tienen otro tratamiento. Otro escenario seria si la firma de auditoría a la
cual pertenece el contador público tiene unas políticas muy estrictas para el
cumplimiento de los principios fundamentales y para la remuneración de los
integrantes del equipo. También se da la situación cuando un socio del encargo
tiene autoridad para hacer cumplir esos principios fundamentales y también si la
firma a la cual pertenece el contador público tiene unos requerimientos muy claros
de formación teórica, práctica y experiencia para realizar los trabajos de la
contabilidad en ejercicio público. También puede haber un procedimiento ya
establecido para tratar las quejas tanto internas de la empresa como las externas
que provienen de los clientes.
Ahora continuamos con lo que establece el código con respecto a los conflictos de
intereses, donde se requiere que el profesional de la contabilidad cumpla con los
principios fundamentales, así como el marco conceptual previamente establecido,
para identificar evaluar y hacer frente a las amenazas que se puedan presentar.
Entre los ejemplos de conflictos de intereses tenemos cuando se proporciona
asesoría a dos clientes, que compiten para adquirir la misma sociedad, otro
conflicto seria proporcionar servicio tanto al vendedor como al comprador en
relación a la misma transacción.
Entre las mejores salvaguardas para estos casos está la de asignar suficiente
personal al encargo, establecer plazos para la ejecución del mismo y utilizar
expertos de ser necesario. Queda a potestad del profesional de la contabilidad
aceptar o no el encargo de modo competente.
Se puede dar el caso que al contador público se le solicite que de una segunda
opinión sobre la aplicación de los principios de contabilidad o sobre alguna
auditoria. El contador deberá de evaluar la solicitud y las circunstancias que
puedan originar una amenaza para así proceder a la aplicación de las
salvaguardas necesarias ante dicha situación. El proporcionar una segunda
opinión a una entidad que no es cliente actual podría originar una amenaza de
interés propio. La actuación del contador para hacer frente a las amenazas sería la
de pedir autorización al cliente para consultar al contador actual o precedente para
obtener la información necesaria, informar si hay limitaciones con respecto a la
comunicación con el cliente y entregar al contador actual o predecesor una copia
de la opinión emitida.