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Segunda Parte: El divorcio internacional

8. Introducción
Abordar En este capítulo el tema del divorcio, institución vinculada a principios de orden
religioso y moral, tuvo la virtualidad de generar a nivel universal un profundo debate que en
algunos países continúa hasta nuestros días.
La moderna tendencia sobre el tema expresa, que la Doctrina española actuaba con razón
cuando entendían:
“El divorcio pronunciado por un tribunal normalmente competente sobre la base de la ley
aplicable según las reglas de conflicto en vigor en un país, debe ser válido en todas las partes
y decidir lo contrario en nombre del carácter de orden público es hacer gala de imperialismo
jurídico y multiplicar las situaciones irregulares y las bigamias migratorias que hacen la vida
impracticable a sus víctimas”.
Nuestro país siendo uno de los primeros de Latinoamérica en regular la “Institución se inserta
desde la evolución contemporánea de la materia en la tendencia seguida por la totalidad de
los sistemas jurídicos. Creemos en forma particular que se hizo una aplicación adecuada de la
institución.
9. Definición
Sara Montero sostiene que: “El divorcio es la forma legal de extinguir un matrimonio válido en
vida de los cónyuges, decretada por autoridad competente que permite a los mismos contraer
con posterioridad un matrimonio válido”.
10. Régimen jurídico nacional
De la disolución del matrimonio:
El art. 129 C.F. “El matrimonio se disuelve por la muerte o por la declaración de fallecimiento
presunto de uno de los cónyuges. Así como por sentencia ejecutoriada de Divorcio, en los
casos expresamente permitidos.
Se sustanciará por la vía ordinaria ante el Juez de Partido de familia.
Causales de divorcio en nuestro derecho
Es importante esta consideración pues a los efectos de la Homologación de Sentencia de
divorcio, las autoridades jurisdiccionales toman en cuenta las causales invocadas y tenidas
como fundamento para la disolución del matrimonio, así como los efectos de la misma, la
similitud y compatibilidad de las normas de ambos países.
De acuerdo a la normativa vigente en nuestro Código en el Art. 130, el divorcio puede
demandarse por:
Las causales que se mencionan son taxativas, graves (materialmente peligrosa o moralmente
imposible la vida en común). No se excluyen entre sí, y deben ser probadas por todos los
medios de prueba por los cónyuges.
a) Adulterio o relación homosexual de cualquiera de los cónyuges.
b) Por tentativa de uno de los cónyuges contra la vida del otro, o por ser autor, cómplice o
instigador de delito contra su honra o sus bienes.
c) Por corromper uno de los cónyuges al otro o a los hijos, o por connivencia en su corrupción
o prostitución.
d) Por sevicias, injurias graves o malos tratos de palabra o de obra que intolerable la vida en
común.
e) Por abandono malicioso del hogar que haga uno de los cónyuges y siempre que sin justa
causa no se haya restituido a la vida común después de seis meses de haber sido requerido
judicialmente a solicitud del otro.
El legislador boliviano considera como causales facultativas de Divorcio, todas las que se
hallen señaladas en artículo 130 del C.F., mismo que establece: “El juez debe apreciar las
pruebas y admitir el divorcio, sólo cuando por la gravedad de ellas resulten profundamente
comprometidas la esencia misma del matrimonio, así como el interés de los hijos si los hay, y
el de la sociedad”, concordante con el artículo 397 del C.F.
11. Acción de divorcio
En términos jurídicos, la acción se define como “La facultad que tiene una persona de acudir
al órgano jurisdiccional pidiendo que se le reconozca un derecho”.
Para el caso del divorcio se define como: “La facultad legal que tienen los cónyuges para
demandar su desvinculación por una o varias de las causas señaladas por Ley”.
El artículo 133 CF, señala: “Es el divorcio una acción personalísima pues única y
exclusivamente el marido, la mujer o ambos, pueden accionar pidiendo la disolución de su
matrimonio”.
La muerte de uno de los de los esposos extingue la acción según el artículo 139, sin embargo,
sus herederos podrán continuar la demanda o reconvención deducida por su causante a los
efectos de resolver los derechos hereditarios de los cónyuges entre sí.
El artículo 135 señala: “Es nula toda renuncia o limitación que hagan los cónyuges a la
facultad de pedir el divorcio”.
12. Las normas sobre el divorcio internacional en Bolivia
En nuestro país de forma concordante con lo establecido por el art. 13 del tratado de
Montevideo de 1889, se estableció en el art. 24 de la ley de divorcio que: “Es disoluble en la
República el matrimonio realizado en el extranjero, siempre que la ley del país en que se
hubiese celebrado admita la desvinculación”. Del análisis resulta ser ésta una norma genérica,
que, sin embargo, fue aplicada uniformemente, incluyendo a los nacionales que hubieran
contraído matrimonio en países que no admiten el divorcio vincular. En esta situación,
quedaba en evidencia que existían ciudadanos bolivianos que radicados en el país no podían
impetrar el divorcio por haber celebrado el matrimonio en un país que no admitía el divorcio,
aunque el lugar de celebración hubiese sido accidental. Sin embargo, esa injusticia fue
subsanada con la Ley No 79 des de octubre de 1960 que en Artículo Único indica “se
interpreta el art. 24 de la ley de 15 de abril de 1932 en sentido que la restricción que contiene
no afecta a los bolivianos cuyo matrimonio es disoluble cualquiera que sea el país en que se
hubiera celebrado y la nacionalidad de su cónyuge.
La excepción del artículo 132 del código de familia
Señalamos, según esta norma que daría comprendido lo ut- supramencionado como
antecedentes y el artículo 132 se describe a continuación: “Los bolivianos casados en el
extranjero pueden divorciarse en Bolivia, cuando la ley, del país en que se realizó el
matrimonio admita la desvinculación. Sin embargo, el boliviano (a) que se casa con otra
persona de igual o distinta nacionalidad puede obtener el divorcio, aunque el país en que se
realizó el matrimonio no lo reconozca, si se domicilia en el territorio de la República”.

Como se puede apreciar, del análisis resulta que la redacción del artículo es norma nacional
típicamente internacional por sus efectos. Resulta importante su estudio ya que rompe la regla
del ámbito privado internacional debido a que los tratados ratificados por Bolivia consignan lo
expresado en la primera parte del mencionado artículo. Sin embargo, deviene como
excepción a la regla y principio internacional estudiado, la redacción de la segunda y última
parte del artículo ya comentado.
13. Jurisdicción internacional
La elección de una legislación para entablar una demanda, no es señal que nos lleve aplicar
esa misma ley al fondo del asunto. Esto ocurre en el divorcio de alguna manera ya que el
nombramiento de una norma para regir el procedimiento (lex fori), no implica que esta misma
vaya a mandar sobre las causas del divorcio.
Cuando se presenta una demanda de divorcio lo primero que el tribunal debe realizar es
determinar su propia competencia. Esta labor tiene formas amplias fijándose los siguientes
sistemas:
Sistema de la nacionalidad
Sustenta que la competencia para entender del Divorcio corresponde a los tribunales
nacionales de los cónyuges.
Niboyet justifica que este sistema es el mejor, ya que el divorcio y la separación de cuerpos
están íntimamente relacionados con el matrimonio respecto del cual constituirán su remedio.
Son ante todo instituciones familiares cuya consecuencia inmediata no es otra cosa que la de
influir sobre el estado y la capacidad de las personas. Por lo tanto, mientras que la ley
aplicable al estado y capacidad sea la ley nacional, habrá que aplicarla también al divorcio y a
la separación de cuerpos.
La principal objeción que se hará a este sistema es que constituiría una denegación de justicia
a los extranjeros y que, además, tendrían que trasladarse desde el lugar donde se domicilian
hasta su Estado de origen.
Jurisdicción del domicilio del demandado
Es una solución que deriva del anterior cuando existan problemas en el sistema nacional se
aplica la competencia de los tribunales nacionales de cualquiera de los cónyuges, como una
opción a esta solución se propone la competencia de la Jurisdicción del demandado y por
complicaciones que surjan, la del domicilio del demandante.
Sistema de domicilio
Se refiere a que el tribunal competente del Divorcio será el del domicilio conyugal, es el
sistema mayormente aceptado o preferido, pues consideran que el lugar donde la pareja
convive, es generalmente donde ocurren los hechos o causales del Divorcio. Por otro lado, las
autoridades pueden apreciarlos mejor.
Sistema de la autonomía de la voluntad, sumisión voluntaria o prórroga de jurisdicción
Se da la libertad a los cónyuges elegir la jurisdicción que crean conveniente de mutuo
acuerdo. Es posible la sumisión tácita cuando uno de los cónyuges es demandado en
determinado lugar y sin presentar oposición el demandado contesta la demanda.
Este sistema considera al matrimonio como una cuestión privada y, por ende, la voluntad de
las partes para elegir la jurisdicción. Los contrarios sostienen que este sistema favorece el
fraude a la ley.
Sistema del Lugar de celebración
Surge de la equiparación de la realidad y el divorcio, teniendo en cuenta también el principio
de aplicación de la ley fundamental de la relación matrimonial que es el del lugar de
celebración. Este sistema no es aplicado por lo conflictivo.
14. Ley aplicable
Trata de la ley que se debe elegir para aplicar al fondo del caso.
Sistema de la ley nacional
La ley nacional rige todas las cuestiones familiares y personales, así como el divorcio.
Sistema del domicilio
Se aplicará la ley del domicilio conyugal; si los cónyuges tienen distintos domicilios se aplicará
el último común.
Además, debemos comprender que el Derecho de Familia es de orden público y que su
marco jurídico en Bolivia está tutelado por la Constitución Política del Estado, Código de
Familia, Ley 1760, Código penal y su procedimiento.
15. Divorcio en el contexto convencional internacional
El Tratado de Montevideo de 1889
Según el artículo 13 de la ley, en el divorcio se deberá considerar:
 La separación conyugal
 La disolución del matrimonio siempre que la causa alegada sea admitida por la ley del
lugar en el cual se celebró.
En síntesis, en criterio de la autora Sara Feldstein; el continente americano sigue el sistema
de la acumulación entre la ley del domicilio conyugal y la ley del lugar de celebración del
matrimonio, conforme al artículo 13 del Tratado de Derecho Civil de Montevideo de 1889.
Código Bustamante
De conformidad con el art. 52 de este Código “El derecho a la separación de cuerpos y al
divorcio se regula por la ley del domicilio conyugal, pero no podrá fundarse en causas
anteriores a la adquisición de dicho domicilio si no las autoriza con iguales efectos la ley
personal de ambos cónyuges”.
El art. 53 señala... “Cada estado contratante tiene el derecho de permitir o reconocer, o no, el
divorcio o nuevo matrimonio de personas divorciadas en el extranjero, en casos, con efecto o
por causas que no admita su derecho personal”.
Convención de La Haya
Se destaca en el nivel convencional europeo, el sistema de la Convención de la Haya de 1902
que en su artículo 1º opta por el sistema de la acumulación entre la ley nacional de los
cónyuges y la lex fori.
Aunque nuestro país no la suscribió dispone: “Debe admitirse el divorcio, cuando la ley del
lugar donde se ventila el juicio y la nacional la autorice”.
16. Jurisprudencia

HOMOLOGACIÓN DE SENTENCIA
“De acuerdo al art. 131 del Cód. De Familia constituye causal de divorcio la separación
libremente consentida y permanente por más de dos años. Del análisis comparativo de lo
resuelto por el tribunal del Condado de Arlintong, en el divorcio sustentado por M.T.E.
contra J.C.C. y el régimen legal de divorcio establecido en normas bolivianas, se tiene la
convicción que la causal invocada y tenida como fundamento para la disolución del
matrimonio, así como los efectos de la misma son similares, consiguientemente
compatibles”.
Por tanto: HOMOLOGA
Relator: ministro Dr. Héctor Sandoval Parada
A.S. N.76, de 1* de octubre de 2003.
Homologación de sentencia de divorcio

Que, en el caso de análisis, no existe tratado que pueda ser aplicado, pues corresponde
aclarar que a pesar que la solicitud menciona al Cód. De Derecho Internacional Privado,
denominado oficialmente “Código de Bustamante”, dicho tratado no fue firmado por
Estados Unidos de Norteamérica en consecuencia y a efectos de la resolución de la
causa de autos, deben aplicarse las previsiones del artículo 555 del Código de Pto. Civil,
debiendo verificarse el cumplimiento de los requisitos señalados en la norma
precedentemente mencionada.
De la revisión de obrados se tiene que el Juez del circuito Judicial del Condado de
Fairfax, Estado de Virginia de los Estados Unidos de Norteamérica, pronunció sentencia
el 20 de noviembre de 1990, dentro del proceso de divorcio seguido por D.M.R. contra
R.E.R. fundando su resolución en que las partes vivieron apartadas, sin cohabitación y sin
interrupción por un período que excede el año y que los lazos de matrimonio existentes
quedaron por siempre disueltos habiéndose homologado igualmente el acuerdo suscrito
por las partes respecto a la propiedad, manutención y otros derechos existentes entre
ellos como resultado de la relación marital. Dicha sentencia se encuentra ejecutoriada.
Que, por otra parte, siendo obligación del Tribunal Supremo revisar si la resolución cuya
homologación se pretende es o no contraria al ordenamiento jurídico de Bolivia, se tiene
que el art. 31 del C. de F., se establece como causal de divorcio, la separación de hecho,
estableciéndose así que las normas invocadas en la sentencia cuya homologación se
pretende es o no contraria al ordenamiento jurídico de Bolivia, se tiene que el 131 del
Cód. De Familia, establece como causal de divorcio, la separación de hecho,
estableciéndose así que las normas invocadas en la sentencia cuya homologación se
pretende no son incompatibles con nuestro ordenamiento jurídico.
Por tanto: HOMOLOGA
A.S. No 14, de 17 de enero de 2007.

17. Bibliografía
INSTITUTO DE ESTUDIOS INTERNACIONALESIDEI BOLIVIA
Libro “Derecho Internacional Privado” pág. 218, “Segunda Parte: El Divorcio
Internacional”-pág. 225.

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