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¿Qué debo de recordar antes de recordar antes de compartir el evangelio?

Antes de pensar en compartir en el evangelio debo de recordar que solo Dios es quien convence, es
solo El quien transforma los corazones y, es El a quien he de pedir sabiduría para que sea tan solo
El quien hable.
A El es a quien hemos de darle la gloria, pues para su honra y por su misericordia es por lo que,
en primer lugar hemos de compartir el evangelio, y recordar que todos necesitamos de El, y es por
eso que hemos de recordar todo esto para que aquel que, Dios pone en nuestro camino para
compartir, sea edificado y el mensaje aprovechado.

Cada cristiano tiene o un miembro de la familia, un amigo, un compañero de trabajo o un conocido


que no es cristiano. Compartir el Evangelio con otros siempre es difícil. Compartir el Evangelio se
vuelve aún más difícil cuando involucra a alguien cercano a nosotros. La Biblia nos dice que
algunas personas se ofenderán ante el Evangelio (Lucas 12:51-53). Es especialmente difícil
arriesgarse a ofender a alguien con quien tienes un contacto frecuente. Sin embargo, se nos ha
ordenado compartir el Evangelio – no hay excusas para no hacerlo (Mateo 28:19-20; Hechos 1:8; 1
Pedro 3:15)

Así que, ¿cómo podemos evangelizar a nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo o
conocidos? La cosa más importante que puedes hacer es orar por ellos. Ora para que Dios cambie
sus corazones y abra sus ojos a la verdad del Evangelio (2 Corintios 4:4). Ora para que Dios los
convenza de Su amor por ellos y su necesidad de salvación a través de Jesucristo ( Juan 3:16). Ora
por sabiduría para poder ministrarles a ellos (Santiago 1:5). Además de orar, también necesitas vivir
la vida de un buen cristiano ante a ellos, para que puedan ver el cambio que Dios ha hecho en tu
propia vida (1 Pedro 3:1-2). Como dijo una vez Francisco de Asís, “Predica el Evangelio todo el
tiempo y cuando sea necesario, usa las palabras.”
Después de todo esto, debes estar gozoso y dispuesto a compartir el Evangelio - proclamar el
mensaje de salvación a través de Jesucristo, a tus amigos y familiares ( Romanos 10:9-10). Estar
siempre preparado para hablar de tu fe (1 Pedro 3:15), haciéndolo con respeto y gentileza. Por
último, debemos dejar la salvación de nuestros seres queridos a Dios. Es el poder y la gracia de
Dios la que salva a la gente, no nuestros esfuerzos. Lo mejor y más importante que debemos hacer
es; ¡orar por ellos, testificarles, y vivir la vida cristiana ante ellos!
Mis primeros pasos en un nuevo camino.

- ¿Qué es la salvación?
- ¿De qué he de salvarme?
- ¿Por qué he de ser salvado?
- ¿Para qué he de ser salvado?

Estas son preguntas que nos haremos en cada reunión y que, con ayuda de Dios y su palabra,
responderemos. Con la finalidad de entender más mi estado y la relación que tengo con Dios, para
conocer más de Él, para vivir en El y para Él…

Juan 14:6
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”

Salvación:
- La salvación es la liberación de un peligro o un sufrimiento. Salvar es liberar o proteger. La
palabra contiene la idea de victoria, salud, o preservación. Algunas veces, la Biblia usa las
palabras “salvo” o “salvación” para referirse a algo temporal, liberación física, como la
liberación de Pablo de la prisión.
Filipenses 1:19-20
“…19pues sé que mediante la oración de ustedes y el apoyo del Espíritu de Jesucristo, esto
resultará en mi liberación,  20  conforme a mi anhelo y esperanza: que en nada seré avergonzado
sino que con toda confianza, tanto ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, sea por
la vida o por la muerte.”

- Con más frecuencia, la palabra salvación se refiere a una eterna


liberación/preservación/protección espiritual. Como ya hemos mencionado Pablo estaba
preso y hablaba sobre su liberación de la cárcel, mas cuando Pablo le dijo al carcelero de
Filipos lo que debía hacer para ser salvo, él se estaba refiriendo al destino eterno del
carcelero, pues no estaba preso.
Hechos 16:30-31
“ 30 Sacándolos afuera, les dijo:
—Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
31
Ellos dijeron:
—Cree en el Señor Jesús y serás salvo, tú y tu casa…”

- Jesús iguala el ser salvo con la entrada al reino de Dios


Mateo 19:23-26
“ 23 Entonces Jesús les dijo a sus discípulos:
—De cierto les digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. 24 Otra vez les digo
que le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de
Dios.
25
Cuando los discípulos lo oyeron, se asombraron en gran manera diciendo:
—Entonces, ¿quién podrá ser salvo?
26
Jesús los miró y les dijo:
—Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible.”

¿De qué somos salvados?


Somos salvados de la “ira”; esto es, del juicio de Dios al pecado
Romanos 5:9
“Luego, siendo ya justificados por su sangre, cuánto más por medio de él seremos salvos de la
ira.”

Nuestro pecado nos ha separado de Dios, y la consecuencia de ese pecado es la muerte, y muerte
eterna/espiritual.
Romanos 6:23
“Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor
nuestro.”

La salvación bíblica se refiere a nuestra liberación de las consecuencias del pecado, y por lo tanto,
implica la remisión del pecado.

Y si alguno dice no he pecado, meditemos y seamos sinceros, pues todos somos pecadores
Romanos 3:23
“…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,…”

¿Quién realiza la salvación?


Sólo Dios puede quitar el pecado y liberarnos del pago del pecado. (Tito 3:5).
2 Timoteo 1:8-9
“ 8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor ni de mí, prisionero suyo. Más
bien, sé partícipe conmigo de los sufrimientos por el evangelio, según el poder de Dios.
9
Fue él quien nos salvó y nos llamó con santo llamamiento, no conforme a nuestras obras sino
conforme a su propio propósito y gracia, la cual nos fue dada en Cristo Jesús antes del comienzo
del tiempo…”

¿Cómo salva Dios?


Dios nos ha rescatado a través de Cristo
Juan 3:16-19
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel
que en él cree no se pierda más tenga vida eterna. 17 Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para
condenar al mundo sino para que el mundo sea salvo por él. 18 El que cree en él no es condenado;
pero el que no cree ya ha sido condenado porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios. 19 Y esta es la condenación: que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron más las
tinieblas que la luz porque sus obras eran malas…”

Específicamente, fue la muerte de Jesús en la cruz y Su subsiguiente resurrección lo que logró


nuestra salvación (Efesios 1:7).
Romanos 5:10
“Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo,
cuánto más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida.”

La Escritura es clara, en que la salvación es el bondadoso e inmerecido regalo de Dios


Efesios 2:5
“…aun estando nosotros muertos en delitos, nos dio vida juntamente con Cristo. ¡Por gracia son
salvos!”
Efesios 2:8
“Porque por gracia son salvos[a] por medio de la fe; y esto no de ustedes pues es don de Dios.”
Vamos a retomar nuestro pasaje en romanos 3, y veamos cómo es que todo lo anterior que hemos
discutido se resume, no solo en este pasaje podemos ver esto, pues la biblia misma tiene como
contenido a Cristo, su obra y nuestra naturaleza que debe ser transformada.

Romanos 3:24-26
24
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25
a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26
con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica
al que es de la fe de Jesús

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