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Antes de pensar en compartir en el evangelio debo de recordar que solo Dios es quien convence, es
solo El quien transforma los corazones y, es El a quien he de pedir sabiduría para que sea tan solo
El quien hable.
A El es a quien hemos de darle la gloria, pues para su honra y por su misericordia es por lo que,
en primer lugar hemos de compartir el evangelio, y recordar que todos necesitamos de El, y es por
eso que hemos de recordar todo esto para que aquel que, Dios pone en nuestro camino para
compartir, sea edificado y el mensaje aprovechado.
Así que, ¿cómo podemos evangelizar a nuestros familiares, amigos, compañeros de trabajo o
conocidos? La cosa más importante que puedes hacer es orar por ellos. Ora para que Dios cambie
sus corazones y abra sus ojos a la verdad del Evangelio (2 Corintios 4:4). Ora para que Dios los
convenza de Su amor por ellos y su necesidad de salvación a través de Jesucristo ( Juan 3:16). Ora
por sabiduría para poder ministrarles a ellos (Santiago 1:5). Además de orar, también necesitas vivir
la vida de un buen cristiano ante a ellos, para que puedan ver el cambio que Dios ha hecho en tu
propia vida (1 Pedro 3:1-2). Como dijo una vez Francisco de Asís, “Predica el Evangelio todo el
tiempo y cuando sea necesario, usa las palabras.”
Después de todo esto, debes estar gozoso y dispuesto a compartir el Evangelio - proclamar el
mensaje de salvación a través de Jesucristo, a tus amigos y familiares ( Romanos 10:9-10). Estar
siempre preparado para hablar de tu fe (1 Pedro 3:15), haciéndolo con respeto y gentileza. Por
último, debemos dejar la salvación de nuestros seres queridos a Dios. Es el poder y la gracia de
Dios la que salva a la gente, no nuestros esfuerzos. Lo mejor y más importante que debemos hacer
es; ¡orar por ellos, testificarles, y vivir la vida cristiana ante ellos!
Mis primeros pasos en un nuevo camino.
- ¿Qué es la salvación?
- ¿De qué he de salvarme?
- ¿Por qué he de ser salvado?
- ¿Para qué he de ser salvado?
Estas son preguntas que nos haremos en cada reunión y que, con ayuda de Dios y su palabra,
responderemos. Con la finalidad de entender más mi estado y la relación que tengo con Dios, para
conocer más de Él, para vivir en El y para Él…
Juan 14:6
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
Salvación:
- La salvación es la liberación de un peligro o un sufrimiento. Salvar es liberar o proteger. La
palabra contiene la idea de victoria, salud, o preservación. Algunas veces, la Biblia usa las
palabras “salvo” o “salvación” para referirse a algo temporal, liberación física, como la
liberación de Pablo de la prisión.
Filipenses 1:19-20
“…19pues sé que mediante la oración de ustedes y el apoyo del Espíritu de Jesucristo, esto
resultará en mi liberación, 20 conforme a mi anhelo y esperanza: que en nada seré avergonzado
sino que con toda confianza, tanto ahora como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, sea por
la vida o por la muerte.”
Nuestro pecado nos ha separado de Dios, y la consecuencia de ese pecado es la muerte, y muerte
eterna/espiritual.
Romanos 6:23
“Porque la paga del pecado es muerte; pero el don de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor
nuestro.”
La salvación bíblica se refiere a nuestra liberación de las consecuencias del pecado, y por lo tanto,
implica la remisión del pecado.
Y si alguno dice no he pecado, meditemos y seamos sinceros, pues todos somos pecadores
Romanos 3:23
“…por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,…”
Romanos 3:24-26
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siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
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a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
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con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica
al que es de la fe de Jesús