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1. LA SEMÁNTICA
La semántica es la parte de la gramática que estudia el SIGNIFICADO de las palabras. Las palabras
tienen significados objetivos pero, en los textos literarios, muchas palabras adquieren significados
añadidos y subjetivos. Además, las palabras concretan su significado a partir de las relaciones que
establecen con otras palabras de la lengua: aquí entran los conceptos de campo semántico y
asociativo y se estudian también las relaciones semánticas entre las palabras. Tipos de significados:
SIGNIFICADO DENOTATIVO: Significado objetivo, aislado de cualquier contexto. Es el que aparece
en los diccionarios. Ciprés: árbol de la familia de las cupráceas. Trece: número.
SIGNIFICADO CONNOTATIVO: Conjunto de significados asociados a las palabras, lo que la palabra
evoca, sugiere al hablante. Las connotaciones pueden ser individuales o sociales. Ciprés: se suele
asociar a cementerios, muerte. Trece: en determinadas comunidades tiene connotaciones negativas
de mala suerte.
SINONIMIA. La sinonimia es la relación que existe entre dos o más palabras que tienen un mismo
significado: lecho-cama; contestar-responder. Podemos distinguir:
Sinonimia conceptual. Los significados denotativos son plenamente coincidentes: listo=inteligente.
Sinonimia connotativa. Puede, en ocasiones, no haber coincidencia denotativa; sin embargo esto no
impediría que se consideren sinónimos por los valores connotativos que encierran: listo=zorro.
Sinonimia contextual. En determinados contextos, se pueden establecer ciertas sinonimias que
serían impensables en otros: listo = preparado, en contextos como ¿Estás listo?
ANTONIMIA. La antonimia es la relación semántica que se da entre dos o más palabras con
significados opuestos. Podemos clasificar a los antónimos de la siguiente manera:
Antónimos complementarios o puros. Un término implica la negación del otro, es decir, se excluyen
mutuamente: día-noche; vivo-muerto.
Antónimos graduales. Representan los extremos de una escala, en la que pueden existir grados
intermedios: grande-pequeño; frío-caliente; alto-bajo.
Antónimos recíprocos. Expresan la misma relación vista desde perspectivas opuestas, de modo que
un significado implica el otro; es decir, se implican mutuamente: para que se dé uno, tiene que darse el
otro: comprar-vender; encima-debajo; dar-recibir.
HIPONIMIA E HIPERONIMIA. Se trata de relaciones inversas que se dan entre una palabra de
significado más amplio (hiperónimo) y otra u otras de significado más específico (hipónimos). Por
ejemplo, fruta es un término de significado más amplio y pera es el término de significado más
específico. Así, pera es un hipónimo de la palabra fruta, mientras que fruta es el hiperónimo de pera.
POLISEMIA. La polisemia es la pluralidad de significados asociados a una palabra. En la polisemia,
frente a la homonimia, los diferentes significados de una palabra tienen, o han tenido, un origen
común. Línea de un escrito, línea de fuego; Puente sobre un río, puente entre festivos, puente en la
dentadura. Nudo como lazo; nudo de los árboles; nudo de carreteras; nudo como unidad de
navegación.
PARONIMIA. Es la ausencia de relación semántica entre dos o más palabras que no están
relacionadas en cuanto a su significado pero cuyos sonidos al ser pronunciadas se parecen, como en
rey, ley, buey.
Por su parte, la METONIMIA es una figura retórica que consiste en designar una cosa o idea con el
nombre de otra con la cual existe una relación de cualquier tipo, dependencia, causalidad,
contenedor-contenido, autor-obra, símbolo-significado, etc., pero no de semejanza: Le hizo daño el
sol →el calor del sol. Ganarse el pan →Tener un trabajo. Fumarse una pipa →fumarse el contenido de
una pipa. Existe un tipo específico de metonimia que es la SINÉCDOQUE, en la que la relación es la
parte por el todo: Hoy cumplo 25 abriles (donde sustituimos el año por una de sus partes).