Candidato a Especialista en Derecho Penal – Universidad del Norte
PRINCIPIOS LIMITADORES DEL DERECHO PENAL Y EL
POPULISMO PUNITIVO – Manifestaciones en Colombia
Primeramente, las constituciones nacionales de los diferentes
estados precisan los valores fundamentales de cada sociedad en particular y esta corresponde a las normas de desarrollo, y a otras leyes de ordenamiento jurídico, esto busca determinar, por una parte los derechos que van a recibir protección del derecho penal y por otra el sistema de principios limitadores del actuar de los legisladores en su labor de construir tipos penales y penas; también en los jueces y tribunales a la hora de aplicarlas a los que los cometen.
Como fundamento principal, el derecho penal procura la tutela de
los bienes jurídicos como juicio de valor que cada ordenamiento protege y ha establecido que en la pena el mecanismo oportuno y adecuado, como consecuencia jurídica de posible aplicación para aquella persona que ha infringido las normas establecidas por el legislador.
Particularmente, en Colombia a través de la expedición de la ley
599 del año 2000, el legislador estableció ciertos principios limitadores del derecho penal que se encuentran en el libro I, parte general, titulo I, establecidos como NORMAS RECTORAS DE LA LEY PENAL COLOMBIANA. De esta manera, el legislador impartió las “reglas de juego” para la aplicación del derecho penal en cada caso particular, salvaguardando derechos fundamentales y principios.
Sin embargo, el populismo punitivo es un concepto que ha tomado
mucha fuerza en los últimos años, de hecho, varios estudiosos del derecho penal moderno y la criminología como Larrauri (2006) lo han definido de la siguiente manera:
Hace alusión a la utilización del Derecho Penal por parte de
políticos que buscan sacar réditos electorales defendiendo Andrés David Ramos Romero Candidato a Especialista en Derecho Penal – Universidad del Norte tesis político-criminales, tales como la de que el incremento de las penas conllevaría automáticamente a una reducción de las tasas del delito o el postulado de que las penas refuerzan determinados consensos morales esenciales para la vida en sociedad.
Esta situación ha permitido que la clase política del momento la
aproveche para sacar beneficio electoral o popular, por ejemplo, al realizar un análisis de la evolución legislativa en Colombia desde la expedición del Código Penal vigente, se encuentran muchos tipos penales que gradualmente sus sanciones se han aumentado. Entre los cuales podemos está el tipo penal que se encuentra en el art. 365. Fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA SANCIÓN PENAL DEL DELITO
Normativa Sanción
Ley 599 de 2000 1 hasta 4 años de
prisión Ley 890 de 2004 1 año y 4 meses hasta 6 años Ley 1142 de 2007 4 hasta 8 años
Ley 1453 de 2011 9 hasta 12 años
(Actualmente)
En ese orden de ideas, se hace necesario que el derecho penal
sea la ultima ratio en la resolución de algunos conflictos que se presenten en la sociedad, para ello, la Corte Constitucional en sentencia C-365/12 ha establecido: Andrés David Ramos Romero Candidato a Especialista en Derecho Penal – Universidad del Norte
PRINCIPIO DE NECESIDAD EN DERECHO PENAL-Mínima
intervención y última ratio
La Corte ha sostenido que el derecho penal se enmarca en el principio
de mínima intervención, según el cual, el ejercicio de la facultad sancionatoria criminal debe operar cuando los demás alternativas de control han fallado. Esta preceptiva significa que el Estado no está obligado a sancionar penalmente todas las conductas antisociales, pero tampoco puede tipificar las que no ofrecen un verdadero riesgo para los intereses de la comunidad o de los individuos; como también ha precisado que la decisión de criminalizar un comportamiento humano es la última de las decisiones posibles en el espectro de sanciones que el Estado está en capacidad jurídica de imponer, y entiende que la decisión de sancionar con una pena, que implica en su máxima drasticidad la pérdida de la libertad, es el recurso extremo al que puede acudir al Estado para reprimir un comportamiento que afecta los intereses sociales. En esta medida, la jurisprudencia legitima la descripción típica de las conductas sólo cuando se verifica una necesidad real de protección de los intereses de la comunidad. De allí que el derecho penal sea considerado por la jurisprudencia como la última ratio del derecho sancionatorio.
DERECHO PENAL-Instrumento de última ratio
La Corte Constitucional ha reconocido que el derecho penal debe ser
un instrumento de última ratio para garantizar la pacífica convivencia de los asociados, previa evaluación de su gravedad y de acuerdo a las circunstancias sociales, políticas, económicas y culturales imperantes en la sociedad en un momento determinado.
De acuerdo a lo señalado por la Corte Constitucional, podemos
extraer que el derecho penal debe ser el último recurso al que hay que acudir a falta de otros menos lesivos, pues, si la protección de la sociedad y de los ciudadanos en particular puede conseguirse en ciertos casos con medios mucho menos lesivos y graves que los del derecho penal, pues, no es ideal que se deban utilizar estos. Andrés David Ramos Romero Candidato a Especialista en Derecho Penal – Universidad del Norte
Incluso, aunque haya que proteger bienes jurídicamente
tutelados, donde basten medios del derecho administrativo, civil, comercial o incluso medios extrajurídicos que no necesariamente tenga que intervenir el derecho como ciencia jurídica, ha de retraerse el derecho penal, pues su intervención sería innecesaria y, por tanto, injustificable.
Para concluir, podemos extraer algo sumamente importante, el
legislador al seleccionar conductas humanas que reciban protección del derecho penal debe limitarse a lo mínimo para garantizar los derechos de los ciudadanos, por lo que, la potestad punitiva que reside en el Estado ha de quedar limitada a proteger sólo aquellos bienes jurídicos con relevancia constitucional, que afecten libertades de los demás conciudadanos y en uso de esa facultad debe procurar que la imposición de las penas esté en correspondencia con valores constitucionalmente protegidos, procurando siempre el mayor uso posible de medidas alternativas a la privación de la libertad.