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CURSO SUPERIOR DE SEGUROS

TEMA 4: LA DISTRIBUCIÓN DEL RIESGO ENTRE


ASEGURADORES: COASEGURO Y REASEGURO
Material Registrado en el Registro de la Propiedad Intelectual
Madrid
Nº de Expediente: 09-RTPI-07844.2/2015
Referencia documental: 09/086873.4/15

Esta obra científica ha sido creada por los autores con carácter docente y su contenido ha sido inscrito
y registrado en el Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Madrid con Nº de Solicitud y con Nº
de Referencia arriba indicados, otorgando al presente documento y a su autor los derechos recogidos
en Ley de Propiedad Intelectual (Texto Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12
de abril)

A tal efecto, queda prohibido el plagio o copia del mismo según la Ley de propiedad intelectual y artística
vigente. Asimismo queda totalmente prohibida la reproducción total o parcial de cualquiera de sus
apartados en cualquier soporte mecánico o digital sin el consentimiento por escrito del propietario y sin
hacer mención a la fuente y al autor.

En caso contrario, se incurrirá en un delito tipificado en los Artículos 270, 271 y 272 del Código Penal
(Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal -Última modificación del 28 de abril de
2015) sobre los Delitos relativos a la Propiedad Intelectual e Industrial, al Mercado y a los Consumidores
y podrá por tanto ser perseguido por ello.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro


Autores:

Ángel Muñoz Alamillos, Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por


la Universidad Autónoma de Madrid. Profesor Titular de Universidad.

Jorge Campos Moral, Licenciado en Derecho y Master en Asesoría Jurídica


y Fiscal de Empresas. Corredor de Seguros. Presidente de la Asociación de
los Nuevos Corredores y Corredurías de Seguros - NEWCORRED. Asesor
Financiero Internacional Certificado por el SII de Londres.

Javier Navas Oloriz, Licenciado en Económicas, Actuario en Seguros por


la Universidad Complutense de Madrid. Auditor de cuentas y Corredor
de Seguros.

Rafael Isidro Aparicio, Licenciado en Ciencias Económicas y


Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid. Corredor de Seguros.

César Muñoz Martínez, Licenciado en Derecho y en Económicas por


la Universidad Carlos III de Madrid. Doctor en la Unión Europea
(Economía y Derecho) por la UNED. Mediador de Seguros (Grupo A). Master
en Mercados Bursátiles y Derivados Financieros por la UNED.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro


CURSO SUPERIOR DE SEGUROS

ÍNDICE DE CONTENIDOS

4.1. EL COASEGURO ........................................................................................................................................................................................ 6

4.1.1. Concepto y Regulación: ...................................................................................................................................................................... 6

4.1.2. Clases de Coaseguro ........................................................................................................................................................................... 7

4.2. EL REASEGURO ....................................................................................................................................................................................... 10

4.2.1. Concepto y Características. ............................................................................................................................................................. 10

4.2.2. Regulación ........................................................................................................................................................................................ 13

4.2.3. El Pleno de Retención ...................................................................................................................................................................... 17

4.2.4. Elementos del Reaseguro ................................................................................................................................................................ 18

4.2.5. Tipos de Reaseguro.......................................................................................................................................................................... 20

4.2.6. Clausulas más habituales en el Reaseguro ..................................................................................................................................... 30


TEMA 4. LA DISTRIBUCIÓN DEL RIESGO ENTRE ASEGURADORES: COASEGURO
Y REASEGURO

La distribución de riesgos entre entidades aseguradoras ha sido y será cada vez más, una condición indispensable para el ejercicio
de la actividad aseguradora como consecuencia de la intensa concentración de capitales y el incremento del riesgo que ha generado
la actividad económica moderna.

Las entidades aseguradoras disponen en su actuación de dos vías, que no se excluyen entre sí, y que incluso son compartidas y
complementarias:

El Coaseguro y el Reaseguro, como medios para descargarse de aquella parte del riesgo que supera sus posibilidades económicas.

El valor económico de los riesgos que los asegurados desean transferir al asegurador varía dentro de límites muy amplios.

Ante este hecho, el asegurador podría reaccionar:

- No asumiendo más que una parte del riesgo, lo que supondría que el resto quedaría a cargo del propio asegurado.

- Distribuyendo el riesgo entre otros aseguradores, practicando el coaseguro o el reaseguro.

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4.1. EL COASEGURO

Existe coaseguro cuando el asegurado contrata con varios aseguradores a la vez, transfiriendo a cada uno de ellos una parte del
riesgo.

De esta forma cada asegurador asumiría exclusivamente aquella responsabilidad que le permitiera mantener un "colectivo" o cartera
de riesgos de valor uniforme. Recordemos que éste es un requisito necesario para el funcionamiento de los mecanismos básicos que
permiten el funcionamiento del seguro.

4.1.1. Concepto y Regulación:

La regulación legal de esta figura aparece en el artículo 33 de la Ley de Contrato de Seguro:

“Cuando mediante uno o varios contratos de seguros, referentes al mismo interés, riesgo y tiempo, se produce un reparto de cuotas
determinadas entre varios aseguradores, previo acuerdo entre ellos y el tomador, cada asegurador está obligado, salvo pacto en contrario,
al pago de la indemnización solamente en proporción a la cuota respectiva.

No obstante lo previsto en el párrafo anterior, si en el pacto de coaseguro existe un encargo a favor de uno o varios aseguradores para
suscribir los documentos contractuales o para pedir el cumplimiento del contrato o contratos al asegurado en nombre del resto de los
aseguradores, se entenderá que durante toda la vigencia de la relación aseguradora los aseguradores delegados están legitimados para
ejercitar todos los derechos y para recibir cuantas declaraciones y reclamaciones correspondan al asegurado. El asegurador que ha pagado
una cantidad superior a la que corresponda podrá repetir contra el resto de los aseguradores.”

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El Coaseguro se nos ofrece como método válido para distribuir un riesgo, que puede ser muy grande o que no se ajusta a la política
de suscripción de la entidad aseguradora por las características, una gran industria plástica, un complejo petroquímico, una fábrica de
muebles... en definitiva, riesgos pesados en los que la vía del Reaseguro podría incluso ser problemática.

Durante un tiempo reciente se ha utilizado la vía del Coaseguro para riesgos infra tarificados debido a la competencia y a que el
Reaseguro no hubiera aceptado o hubiera exigido medidas estrictas de suscripción, inspección del riesgo, medidas de prevención,
etc.

La Entidad Abridora es la que extiende la Póliza, la que asume el porcentaje más grande. Puede haber, sin embargo, porcentajes
iguales al de la Abridora.

4.1.2. Clases de Coaseguro

Dos circunstancias motivan la existencia de dicha diversidad de sistemas:

− El coaseguro nace de una necesidad práctica de repartir los riesgos sentidos por el asegurado, su agente o el propio
asegurador.

− No existe ninguna disposición de tipo legal sobre esta forma de contratar las pólizas.

Resumiendo lo expuesto hasta aquí, podemos clasificar el coaseguro en grandes líneas, de la forma siguiente:

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• Coaseguro con Póliza Única y Recibo Único:

La entidad abridora confecciona la Póliza en la que consta el Cuadro de Coaseguro, que es firmada por todas las entidades
coaseguradoras, o por la primera, en representación de los componentes del Cuadro si ha obtenido su conformidad.

La Abridora extiende el recibo por la totalidad de la Prima. En caso de siniestro, la Abridora tramita y liquida la totalidad del
importe del mismo.

El Tomador sólo trata con la Abridora en todos los aspectos técnicos y administrativos.

La Abridora liquida y reclama respectivamente al resto de Coaseguradoras su participación sobre las Primas y los Siniestros.
Las Coaseguradoras contribuyen con un determinado porcentaje de su participación en las Primas, para compensar a la
Abridora de los gastos soportados por la gestión de la Póliza y Siniestros (gastos de administración).

• Coaseguro con Póliza Única y Recibo por Entidad

La Abridora confecciona la Póliza en la que consta el Cuadro de Coaseguro, que es firmada por todas las entidades
coaseguradoras o por la primera en representación de las componentes del cuadro. Cada coaseguradora libra el
correspondiente recibo por su participación, que es presentado individualmente al Tomador para su cobro.

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En caso de siniestro, el Tomador lo declara a la Abridora, que nombra perito y tramita el expediente. Una vez determinada la
indemnización, cada coaseguradora liquida su participación directamente al Tomador. Esta gestión se suele coordinar en lo
posible.

• Coaseguro con Póliza y Recibo por Entidad

En este caso no se puede hablar de Abridora en sentido estricto, ya que cada coaseguradora redacta su propia Póliza,
detallando Capitales y Primas totales, los de su participación y el Cuadro de Coaseguro.

• Coaseguro Comunitario

Participan en él varias aseguradoras, todas ellas con domicilio social en algún país de la Comunidad Europea. El Coaseguro se
efectúa en base a una sola Póliza, según la modalidad comentada anteriormente: una Póliza, un Recibo.

LOSSEAR regula en su artículo 12 el Coaseguro comunitario y determina que se entenderá por operaciones de coaseguro comunitario,
las que reúnan las siguientes condiciones:

1. Que den lugar a la cobertura de uno o más riesgos que puedan calificarse como grandes riesgos.

2. Que participen en la cobertura del riesgo varias entidades aseguradoras, una de las cuales será la entidad aseguradora
abridora, de forma no solidaria, en calidad de coaseguradoras, por medio de un contrato único, mediante una prima
global y para una misma duración.

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3. Que cubran riesgos localizados en la Unión Europea.
4. Que, a los efectos de la cobertura del riesgo, la entidad aseguradora abridora se encuentre habilitada para cubrir la
totalidad del riesgo.
5. Que al menos una de las entidades coaseguradoras participe en el contrato por medio de su domicilio social o de una
sucursal establecida en un Estado miembro distinto del estado de la entidad aseguradora abridora.
6. Que la entidad aseguradora abridora asuma plenamente las funciones que le corresponden en el coaseguro y, en
particular, determine las condiciones de seguro y de tarificación.

4.2. EL REASEGURO

4.2.1. Concepto y Características.

En caso de un siniestro, las empresas de seguros no asumen toda la responsabilidad de las pólizas o de la cartera. Están especificadas
en los contratos de seguros, restricciones que hacen que parte de la pérdida sea asumida por el asegurado.

Adicionalmente, la compañía de seguros puede conferir o ceder parte de la responsabilidad que le queda y de esta manera disminuir
su riesgo. La responsabilidad cedida es tomada por una compañía de reaseguros.

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La pérdida bruta, que es la pérdida luego de un siniestro, modificada por estas consideraciones se denomina pérdida neta. La pérdida
neta viene a ser la pérdida para la compañía de seguros en una póliza o en toda la cartera por efecto de un siniestro.

Las condiciones financieras que vienen especificadas en los contratos de seguro o reaseguro son el deducible, límite de
responsabilidad, esquema de reaseguro y coaseguro pagado por el asegurado. Por otro lado, estas deducciones pueden aplicarse
individualmente a cada inmueble o colectivamente a un grupo de inmuebles, de acuerdo a los términos del contrato con el cliente.

Un esquema de reaseguro es la forma en la que se reparten la responsabilidad de la suma asegurable (valor de la edificación,
incluyendo inmueble, contenidos, pérdidas por consecuencias y bienes bajo convenio expreso) entre el asegurado, la aseguradora y
la reaseguradora. De esta repartición quedan:

− Suma indemnizable: Es el valor máximo que recibiría el asegurado en caso de un siniestro que ocasione pérdida total en
la edificación o edificaciones aseguradas. Esta suma corresponde a una póliza.

− Suma indemnizable retenida o “pleno de retención” es la parte de la suma indemnizable que corresponde a la compañía de
seguros. Es decir, es lo máximo que tendría que pagar la compañía de seguros en el caso hipotético de que se presente
pérdida total en todas las ubicaciones amparadas por la póliza.

− Suma indemnizable cedida: Es la parte de la suma indemnizable cuya responsabilidad recae en la o las compañías de
reaseguros que amparan las pólizas o la cartera completa con diferentes esquemas de cobertura sobre sus pérdidas.

− Suma fuera de cobertura: Es la parte de la pérdida que quedará a cargo del asegurado.

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El Reaseguro tiene por objeto garantizar a la entidad aseguradora contra el riesgo de que su patrimonio se vea afectado por una
siniestralidad en su cartera de seguros superior a la prevista o a la que técnicamente pudiera soportar. Dicha operación, que reviste
asimismo carácter contractual, es esencialmente una modalidad de seguro en que el Asegurado es una entidad de Seguros y el
Asegurador es un Reasegurador.

El reaseguro es el seguro de los riesgos asumidos por el Asegurador, es decir, el Reaseguro es, en consecuencia, un instrumento
técnico, económico, financiero y contractual, de importancia vital para los Aseguradores para, de una parte, mantener la homogeneidad
de sus aceptaciones y, de otra, permitirles asumir grandes masas de riesgos que después serán divididos y atomizados desde la
empresa de reaseguros.

La principal diferencia estriba en el hecho de que, mientras por un contrato de seguro la relación indemnizatoria se establece entre
una empresa de seguros y el público en general (individuos o empresas), en el caso del reaseguro el cliente es una entidad de seguros
o de reaseguros.

El reaseguro es, por tanto, el seguro del riesgo asumido por los aseguradores. La necesaria distribución de riesgos, esencial para
garantizar la estabilidad de la entidad aseguradora, se basa en la práctica, de manera fundamental, en el reaseguro.

Características.

• Su principal característica es la de constituir un factor de división y reparto de riesgos. A través del reaseguro, la entidad
aseguradora persigue eliminar las causas de una posible desviación de la siniestralidad que pueden tener su origen en los
aspectos que se mencionan a continuación.

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• El reaseguro no elimina ni reduce el daño, pero reparte la incidencia financiera de los siniestros entre la entidad aseguradora y
el Reasegurador.

• El reaseguro mejora las condiciones de equilibrio técnico de la entidad aseguradora, nivelando la cuantía de sus diferentes
exposiciones por riesgos y favoreciendo el logro de un equilibrio entre las primas recaudadas y el conjunto de los siniestros.

• El reaseguro incrementa indirectamente las posibilidades de expansión del Asegurador al permitirle, con el aumento automático
de su capacidad de cobertura y sin que por ello ponga en peligro el logro de una estabilidad en sus resultados, satisfacer las
exigencias y las necesidades del mercado.

• El contrato de reaseguro es un contrato nuevo que no altera en ningún punto el contrato de seguro, y no establece lazo jurídico
alguno entre el Asegurado y el Reasegurador.

4.2.2. Regulación

Desde una perspectiva de Derecho Privado, el reaseguro se regula en los artículos 77-79 de la LCS:

Según el artículo 77 de la Ley de Contrato de Seguro:

“Por el contrato de reaseguro el reasegurador se obliga a reparar, dentro de los límites establecidos en la Ley y en el contrato, la deuda
que nace en el patrimonio del reasegurado a consecuencia de la obligación por éste asumida como asegurador en un contrato de seguro.

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El pacto de reaseguro interno, efectuado entre el asegurador directo y otros aseguradores, no afectará al asegurado, que podrá, en todo
caso, exigir la totalidad de la indemnización a dicho asegurador, sin perjuicio del derecho de repetición que a éste corresponda frente a los
reaseguradores, en virtud del pacto interno.”

De conformidad con el artículo 78:

“El asegurado no podrá exigir directamente del reasegurador indemnización ni prestación alguna. En caso de liquidación voluntaria o forzosa de su
asegurador gozarán de privilegio especial sobre el saldo acreedor que arroje la cuenta del asegurador con el reasegurador.

Las alteraciones y modificaciones de la suma asegurada, del valor del interés, y, en general, de las condiciones del seguro directo deberán comunicarse
al reasegurador en la forma y en los plazos establecidos en el contrato.”

Por su parte, el artículo 79 señala:

“No será de aplicación al contrato de reaseguro el mandato contenido en el artículo 2 de esta Ley.”

Desde una perspectiva de Derecho Público, las disposiciones más importantes referidas al reaseguro son las siguientes:

Acceso a la actividad de entidades reaseguradoras españolas

a) El acceso a la actividad de las entidades reaseguradoras españolas requerirá la previa obtención de autorización del
Ministro de Asuntos Económicos y Transformación Digital.

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b) La autorización administrativa será válida en todo el Espacio Económico Europeo y se concederá para actividades de
reaseguro de vida, actividades de reaseguro distinto del de vida, o para todo tipo de actividades de reaseguro. La
autorización de las entidades reaseguradoras españolas determinará su inscripción en el registro administrativo.

c) Para obtener y conservar la autorización administrativa se tendrán en cuenta las siguientes particularidades:

o Deberán adoptar la forma jurídica de sociedad anónima o sociedad anónima europea.

o Limitarán su objeto social a la actividad reaseguradora y las operaciones conexas.

o Capital social mínimo de 9.015.181,57 euros.

o Al igual que las entidades aseguradoras, habrán de presentar y atenerse a un programa de actividades. El programa
de actividades deberá contener, al menos, indicaciones o justificaciones relativas a la naturaleza de los riesgos que
la entidad reaseguradora pretende cubrir, los tipos de acuerdos de reaseguro que la entidad se proponga celebrar
con las cedentes, los principios rectores en materia de retrocesión y un balance de situación.

o El domicilio social y la administración central se situarán en España.

Únicamente pueden aceptar operaciones de reaseguro:

a) Las sociedades anónimas españolas que tengan por objeto exclusivo el reaseguro.

b) Las entidades aseguradoras que se hallen autorizadas para la práctica del seguro directo en España, en los mismos
ramos que comprenda aquella autorización y con arreglo al mismo régimen jurídico.

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c) Las entidades de reaseguro extranjeras, o agrupaciones de éstas, que operen en su propio país y establezcan
sucursal en España.

d) Las entidades aseguradoras y de reaseguro extranjeras, o agrupaciones de éstas, que operen en su propio país y no
tengan sucursal en España o, teniéndola, las aceptasen desde su domicilio social o, caso de entidades domiciliadas
en el Espacio Económico Europeo, desde sucursales establecidas en cualquiera de los Estados miembros.

Las entidades referidas en la letra a) y las sucursales comprendidas en la letra c) anteriores requerirán autorización del Ministro de
Asuntos Económicos y Transformación Digital, para cuya obtención habrán de cumplir los requisitos exigidos para las entidades
aseguradoras directas.

Estas entidades tienen la obligación de constituir, calcular, contabilizar e invertir las provisiones técnicas y, en su caso,
disponer del margen de solvencia en la forma que reglamentariamente se determine.

Ejemplo práctico

Un ejemplo muy ilustrativo lo tenemos en un caso conocido por todos: el Incendio del edificio WINDSOR de Madrid del año 2005.
Este edificio contaba con una Póliza Multirriesgo por importe total de 112 millones de euros distribuida en coaseguro entre Allianz Seguros
(60%) y Mapfre Seguros (40%).

Ambas compañías aseguradoras habían reasegurado el riesgo (con sus respectivas reaseguradoras) y con Múnich RE al 90%. La filial
Mapfre RE participa igualmente en el cuadro de reaseguro de dicha póliza.

El altísimo capital de la póliza exigía que se hiciese un reaseguro, y ello porque se componía de:

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− 90 MM € por daños.

− 12 MM € de lucro cesante por pérdida de alquileres y pérdida de demás ingresos.

− 10 MM € por responsabilidad civil.

La valoración de los daños fue de 290 millones de euros aproximadamente.

Casos como el de la cobertura de lucro cesante por pérdida de ingresos de 12 millones de prima anual resulta finalmente una cifra cuatro
o cinco veces superior, es decir entre 48 y 60 millones adicionales de euros por el tiempo en que se tarda en la reconstrucción.

A ello se suman los seguros que tenían contraídos los inquilinos del edificio, entre los que estaba la firma de auditoría Deloitte, el bufete
Garrigues, El Corte Inglés, o pequeñas tiendas y restaurantes que ocupaban los bajos.

4.2.3. El Pleno de Retención

Al definir un programa de reaseguro, las compañías aseguradoras determinan el importe máximo que pueden poner en juego por
cuenta propia y de forma proporcional a la pérdida, de acuerdo a las características de su cartera; este importe máximo recibe el
nombre de retención. La parte que no pueden poner en juego en forma proporcional, la deben proteger por medio del reaseguro; a
este importe se le llama cesión.

“El pacto de reaseguro, efectuado entre el asegurador directo y otros aseguradores, no afectará al asegurado, que podrá, en todo
caso, exigir la totalidad de la indemnización a dicho asegurador". Consecuencia lógica de este principio y, al propio tiempo, norma
legal, lo constituye el hecho de que al Asegurado no le cabe la posibilidad de reclamar o exigir directamente del reasegurador
indemnización ni prestación alguna.

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El Reasegurador puede asimismo descargarse de una parte del riesgo asumido cediendo una parte del mismo a otro Reasegurador.
A esta operación se la denomina Retrocesión (reaseguro de reaseguro aceptado es igual a Retrocesión.).

La determinación prudente y juiciosa del límite de la responsabilidad del Asegurador, denominada "Pleno de Retención" en el
tecnicismo del Seguro, es lo que permite dar la solución que requiere el problema.

El Pleno de retención está concebido como la cifra máxima que el Asegurador debe retener por cuenta propia, so pena de atentar
contra la integridad de su fondo de garantía y la solvencia y continuidad de su propia empresa. Y es aquí, a partir de estas limitaciones
y del concepto de Pleno de Retención, donde técnicamente se genera el Reaseguro y se justifica su filosofía y su razón de ser.
El reaseguro es el instrumento técnico que se ofrece al Asegurador para transferir aquellos riesgos que, por su propia naturaleza,
cuantitativa o cualitativa, exceden de su Pleno de Retención y, en definitiva, de su potencialidad económica.

4.2.4. Elementos del Reaseguro

Los principales elementos que configuran la relación de reaseguro son los siguientes:

a) Preexistencia de un contrato de seguro: evidentemente, para poder concertar cualquier contrato de reaseguro, es
requisito previo la existencia de un contrato de seguro, cuyo riesgo pueda transferirse al reasegurador.

b) Plena autonomía de los contratos de seguro y reaseguro. Dos hechos importantes se derivan de lo anterior:

- El contrato de reaseguro es un contrato nuevo que no altera en ningún punto el contrato de seguro.

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- El contrato de reaseguro no establece lazo jurídico alguno entre el asegurado y el reasegurador. Este principio de
separación total entre las relaciones de asegurado/asegurador por una parte y de reasegurado/reasegurador por otra,
queda recogido en la legislación española, así como en la legislación comparada.

c) El reaseguro se contrata entre profesionales. Posición de igualdad entre las partes. El contrato de reaseguro forma la
base esencial de las relaciones jurídicas entre reasegurador y asegurador. Su posición en el mismo es de igual a igual, al
estar concertado entre profesionales. Por esta razón, mientras que en el seguro directo la legislación establece normas muy
detalladas de carácter imperativo, destinadas a proteger al asegurado, en el contrato de reaseguro se excluyen dichas
normas, por entender que las partes actúan en pie de igualdad.

d) La buena fe como presupuesto del contrato de reaseguro: la buena fe ilumina todas las relaciones y el cumplimiento de las
obligaciones que surgen del reaseguro.

Normalmente, el reasegurador no puede examinar la exactitud y veracidad de todas las declaraciones del asegurador-
reasegurado. Generalmente desconoce el contenido exacto de las pólizas, tanto las de cartera, como aún en menor medida
las de nueva producción.

Por otra parte, la selección de los riesgos que hace al asegurador directo para aplicarlos al contrato es una de las mayores
pruebas de confianza que el reasegurador deposita en la entidad cedente.

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e) El arbitraje como procedimiento para la resolución de las discrepancias entre cedente y reasegurador. Los contratos de
reaseguro estipulan que cuando surgen divergencias entre las partes, estas se resolverán por el procedimiento de arbitraje
entre las partes, en lugar de acudir a los Tribunales de Justicia.

4.2.5. Tipos de Reaseguro

Clases de reaseguro:

I. Por razón de su obligatoriedad

1. Reaseguro obligatorio

Es aquel en el que la entidad cedente se compromete a ceder y el reasegurador se compromete a aceptar determinados
riesgos, siempre que se cumplan las condiciones preestablecidas en un contrato suscrito entre ambas partes, denominado
tratado de reaseguro.

2. Reaseguro facultativo

Es aquel en que la compañía cedente no se compromete a ceder ni la compañía reaseguradora se compromete a aceptar
determinada clase de riesgos, sino que estos han de ser comunicados individualmente, estableciéndose para cada caso
concreto las condiciones que han de regular la cesión y la aceptación.

El Reaseguro facultativo es el método más antiguo de reaseguro, si bien ha sido sustituido en gran medida por los contratos.

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La característica definitoria del reaseguro facultativo es su carácter optativo, es decir, que tanto la cedente como el posible
reasegurador pueden ofrecer y aceptar o rechazar libremente el riesgo que se pretende cubrir.

Otra peculiaridad de esta modalidad de reaseguro es que se utiliza únicamente para colocar riesgos individuales. Así pues,
permite tanto al asegurador como al reasegurador una mayor flexibilidad en la colocación y aceptación de su negocio.

Mientras que en los sistemas automáticos, el asegurador se obliga a ceder y el reasegurador a aceptar los riesgos objeto
del contrato, las coberturas facultativo-obligatorias se caracterizan por el hecho de que el reasegurador se obliga a aceptar,
mientras que para la cedente es optativo el canalizar o no los riesgos objeto del tratado.

Así pues, la cedente no tiene la obligación de ceder el contrato, conserva la libertad de decidir cuáles son los negocios que
desea reasegurar mediante este tratado.

En cambio, el reasegurador tiene la obligación de aceptar todos los riesgos que la cedente considere conveniente, siempre
que se ajusten a los límites establecidos y a la capacidad del contrato.

3. Reaseguro obligatorio-facultativo

Es un reaseguro mixto, en el sentido de que la compañía cedente no se compromete a ceder, pero el reasegurador sí se
obliga a aceptar los riesgos que le sean cedidos por la cedente, siempre que se cumplan determinados requisitos
previamente establecidos al efecto en un documento, denominado carta de garantía o cover.

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II. Por razón de su contenido

Según que la entidad reaseguradora participe respecto a la aseguradora directa (cedente) en los riesgos aceptados por esta o en los
siniestros efectivamente producidos, puede hablarse, respectivamente, de:

Las dos modalidades homogéneas en que se pueden clasificar los distintos tipos de reaseguro que se practican son:

1. El sistema proporcional o de riesgo.


2. El no proporcional o de siniestros.

Reaseguro proporcional: El reparto de la responsabilidad entre asegurador y reasegurador se hace en base a la suma asegurada, es
decir, que en el sistema proporcional el reasegurador acepta una parte alícuota de la responsabilidad asumida por la entidad
aseguradora, repartiéndose en la misma proporción los siniestros que pudieran ocurrir.

Las diferentes modalidades de reaseguro proporcional se caracterizan por el reparto del riesgo, entre asegurador y reasegurador, en
base al capital asegurado.

El reasegurador acepta una parte de la responsabilidad asumida por el asegurador, de acuerdo con la póliza original de seguro y en
la misma proporción en que se ha dividido el riesgo se reparten los siniestros que puedan ocurrir.

En los ramos de daños a las cosas, la responsabilidad la relacionamos con la suma asegurada, que generalmente coincide con el
valor del objeto asegurado.

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En otros ramos del seguro como Vida y Responsabilidad Civil, el compromiso lo fijamos según la suma de indemnización destinada a
reparar o compensar el daño sufrido. Esta suma, obviamente, no representa el valor real del posible daño, ya que en estos ramos
sería muy difícil establecerlo. Así pues, el elemento básico es la proporción de la responsabilidad asumida.

La forma de reaseguro tradicional por el sistema proporcional ofrece la ventaja de que proporciona una financiación a la compañía
cedente y permite un mayor equilibrio en la retención, al amortizar un posible desvío de la siniestralidad menuda, producida por una
elevación en la frecuencia de los siniestros. Tiene en cambio el inconveniente del elevado coste de su administración.

Las principales características que definen el reaseguro proporcional son las siguientes:
a) El reparto del riesgo se hace en función de los capitales asegurados, denominándose retención al porcentaje que asume el
asegurador directo y cesión a la parte que se cede al reasegurador.
b) La prima de reaseguro representa el mismo porcentaje sobre la prima total que el capital reasegurado. De esta prima se deduce
la comisión que se haya convenido entre asegurador y reasegurador.
c) De igual manera, los siniestros se reparten en la misma proporción en que se haya realizado el reparto de capitales y primas.

d) El porcentaje puede ser uniforme para todas las pólizas que se canalicen por un determinado contrato o fluctuar en función de
diferentes variables que se estipulen en el texto contractual: tipo de riesgo, tasa o capital asegurado.

e) La capacidad de los contratos suele ser un múltiplo del Pleno de Retención.


f) En esta modalidad el coste del reaseguro variará en función de la siniestralidad del negocio y de la comisión que el reasegurador
abone a la cedente para compensarle de sus gastos de adquisición y administración.

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Entre los reaseguros de riesgo, denominados también «reaseguros proporcionales», existen los siguientes:

a/ Reaseguro cuota-parte

Es aquel en que el reasegurador participa en una proporción fija en todos los riesgos que sean asumidos por la cedente en
determinado ramo o modalidad de seguro. Si, por ejemplo, existe un reaseguro cuota-parte al 50% en el ramo de incendios,
quiere decirse que en todas las pólizas suscritas por la cedente en dicho ramo, al reasegurador corresponderá un 50% de las
primas, así como la mitad del importe de los siniestros que afecten a tales pólizas.

b/ Reaseguro de excedente

Es aquel en que el reasegurador participa en una proporción variable en todos los riesgos que sean asumidos por la cedente
en determinado ramo o modalidad de seguro.

Esta variabilidad depende de la tabla de plenos y de la capacidad del contrato.

a) Tabla de plenos. Se da este nombre al cuadro en que se refleja la parte de riesgo que retiene por cuenta propia la
compañía cedente respecto a las pólizas que suscriba en un determinado ramo. Esta tabla se determina en función de
la peligrosidad intrínseca de los riesgos asegurados.

b) Capacidad del contrato. Se da este nombre al límite máximo de riesgo que la cedente puede ceder a su reasegurador
en un contrato de excedente. Esta capacidad viene dada por la tabla de plenos antes descrita (pleno de retención o de
conservación por cuenta propia de la cedente) y por el número de plenos que acepta el reasegurador, según acuerdo
previo.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 24


Un contrato, por ejemplo, de «20 plenos» quiere decir que el reasegurador vendrá obligado a aceptar hasta 20 veces la
conservación (o pleno de retención) que retenga la cedente. Por supuesto que dicha capacidad es variable, pues depende de
cada tipo de riesgo en concreto, ya que para cada grupo de estos, según se ha indicado, la cedente retiene una cantidad
distinta.

Reaseguro no proporcional o de siniestros: la responsabilidad entre asegurador y reasegurador se reparte en base a la cuantía del
siniestro. Esta modalidad tiene unas claras ventajas:

✓ Simplificación administrativa (una cuenta anual).


✓ El coste del reaseguro puede ser un coste fijo presupuestado de antemano.
✓ Se incrementan las primas retenidas.

Sin embargo, tiene la desventaja, nada despreciable, de una posible fluctuación negativa de la siniestralidad, que habría de ser
asumida totalmente por la compañía cedente, si los siniestros no superan la prioridad establecida.

Entre los Reaseguros no proporcionales o de siniestros existen los siguientes:

c/ Reaseguro de exceso de pérdida

Es aquel en que el reasegurador, con relación a determinado ramo o modalidad de seguro, participa en los siniestros de la cedente
cuyo importe exceda de una determinada cuantía preestablecida a tal efecto.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 25


Si, por ejemplo, existe un reaseguro sobre el exceso de 600.000 euros, quiere decirse que los siniestros que no superen tal importe
irán por completo a cargo de la cedente, mientras que el reasegurador pagará el exceso de dicha cantidad en los siniestros que la
superen.

d/ Reaseguro de exceso de siniestralidad

Es aquel en que la cedente fija el porcentaje máximo de siniestralidad global que está dispuesta a soportar en determinado ramo o
modalidad de seguro, corriendo a cargo del reasegurador el exceso que se produzca.

El tipo de prima de este reaseguro se calcula de modo análogo al de exceso de pérdida y su mecánica operativa es también semejante
a la de este reaseguro.

III. Otros tipos de Reaseguros

• Reaseguro aceptado

Expresión utilizada para denominar la parte del riesgo o riesgos asumidos por el reasegurador.

• Reaseguro activo.

Es el reaseguro considerado desde el punto de vista del asegurador. En este sentido es sinónimo de reaseguro aceptado.

• Reaseguro automático

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 26


Es aquel en que el reasegurador asume la parte proporcional de una serie de riesgos por el mero hecho de que estos hayan sido
aceptados originariamente por la cedente, sin establecer exclusiones predeterminadas.

• Reaseguro cedido.

Se refiere a la parte de uno o más riesgos que la compañía cedente (asegurador directo) transfiere al reasegurador.

• Reaseguro ciego.

Aquel en que, en aras de una mayor simplificación administrativa y en base a la confianza que el reasegurador tiene en la cedente,
esta no está obligada a comunicar a aquel el detalle de las operaciones que le son cedidas, sino el conjunto de primas que estas
representen.

• Reaseguro de cantidades.

Es aquel que se estipula en base a los capitales asegurados en las pólizas. Se denomina reaseguro de riesgos para contraponerlo al
reaseguro de siniestros o reaseguro de daños, en el que la base de la participación del reasegurador está representada por los
siniestros efectivamente producidos.

• Reaseguro de catástrofe.

Es aquel que está destinado a proteger a la cedente frente a contingencias anormales producidas por acontecimientos realmente
catastróficos que excedan de unas previsiones razonables de siniestralidad.

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Técnicamente, es un reaseguro de exceso de pérdida complementario de otro de excedente o de cuota-parte.

• Reaseguro de crédito

Forma especial de reaseguro consistente en la obtención de un crédito por la entidad cedente, a fin de hacer frente al pago de las
primas de reaseguro y esencialmente a los importes de siniestros pagados directamente y recobrables, con posterioridad, del
reasegurador.

• Reaseguro de daños

Es aquel en que la base de participación del reasegurador está representada por los siniestros efectivamente producidos. Se denomina
también reaseguro de siniestro.

• Reaseguro de grupos

Sistema establecido para agilizar y simplificar los trámites administrativos que hay que efectuar en un tratado de reaseguro de
excedente para determinar las sumas retenidas por la cedente y las cedidas al reasegurador. Esencialmente consiste en una tabla o
baremo en que, mediante la comparación de los tipos de prima aplicables a cada clase de riesgo y los capitales asegurados, se
determinan diversos grupos de riesgos, para cada uno de los cuales se establece el porcentaje de retención y el de cesión.

• Reaseguro mixto

Sinónimo de reaseguro facultativo-obligatorio.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 28


• Reaseguro pasivo

Es el reaseguro considerado desde el punto de vista de la cedente. Se denomina también reaseguro cedido.

• Reaseguro por cuenta común

Situación que se produce cuando una entidad cedente y su reasegurador (o varios reaseguradores) son a su vez reasegurados por
otro reasegurador (retrocesionario).

• Pools:

La finalidad de este tipo de reaseguro es normalmente la cobertura de grandes riesgos o de riesgos especialmente graves que tienen
difícil colocación a través del reaseguro tradicional.

Para ello, se promueven asociaciones de aseguradores y reaseguradores que ponen a disposición del pool su capacidad de retención.
En cualquier caso, existen distintos sistemas de organización en la constitución de los pools: normalmente son de carácter nacional,
y en ocasiones los riesgos que exceden su capacidad son retrocedidos a otros reaseguradores o bien a otros pools.

Su funcionamiento suele ser muy simple, aceptando los riesgos que suscriban las entidades adheridas, que son asumidos entre sus
componentes de acuerdo con unas cuotas preestablecidas y, si superan esa capacidad del pool, retrocedidos a otras reaseguradoras.

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4.2.6. Clausulas más habituales en el Reaseguro

Los contenidos legales específicos de un contrato de reaseguro no siempre se pueden deducir únicamente de las estipulaciones o
cláusulas escritas, ya que con frecuencia es necesario recurrir a la práctica normal y a los usos y costumbres del reaseguro.

Las cláusulas lo que hacen es:

− Describir las obligaciones asumidas por las dos partes: Por parte del reasegurador la aceptación del riesgo (soportar el riesgo),
el pago de comisiones y siniestros, establecer y mantener depósitos y pagar al asegurador una parte de los beneficios. Por su
parte, el asegurador tendrá la obligación del pago de las primas.

− Determinar el tipo de contrato de reaseguro (por ejemplo, cuota parte, excedente, exceso de pérdidas, etc.)

− Especificar el comienzo y determinación de la responsabilidad

− Establecer las fórmulas de arbitraje

− Especificar los casos de rescisión con efecto inmediato.

− Además de estas cláusulas básicas, las partes incluirán también algunas cláusulas adicionales apropiadas a sus negocios
específicos y a sus relaciones legales expresadas individualmente caso por caso.

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Vamos a detallar a continuación algunas de estas cláusulas y principios propios de los contratos de reaseguro.

A. CLÁUSULA DE COOPERACIÓN DE SINIESTROS

En virtud de esta cláusula, la Cedente se compromete a dar aviso a los Reaseguradores tan pronto como sea posible después de tener
conocimiento de cualquier circunstancia que pudiera dar lugar a un siniestro bajo este Reaseguro y a facilitar tanto una estimación del
importe de la eventual responsabilidad de los Reaseguradores como la identificación completa de cualquier Reasegurador de un tramo
subyacente que, en virtud de una Cláusula de Control o de Cooperación en los Siniestros, participe activamente en la dirección de dicho
Siniestro.

Así mismo la Cedente se compromete a mantener a los Reaseguradores plenamente informados de todo desarrollo posterior relativo al
Siniestro, y, si así se le solicita, a dar su consentimiento expreso para que éstos puedan consultar directamente con los Reaseguradores
del tramo subyacente.

Si la Cedente no diera aviso a los Reaseguradores dentro de un plazo máximo estipulado –que suele ser de tres meses- después de tener
el primer conocimiento de tales circunstancias, los Reaseguradores podrán reducir su responsabilidad bajo el Reaseguro por el mismo
importe del perjuicio económico que efectivamente han sufrido por motivo de tal incumplimiento.

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B. CLÁUSULA DE SEGUIR LA SUERTE DE LA CEDENTE

En virtud de este principio, el reasegurador está obligado, después de un suceso siniestral, a aceptar bajo el contrato de reaseguro
las reclamaciones hechas contra la compañía cedente, lo mismo que los acontecimientos importantes y las disposiciones legales. En
definitiva, el reasegurador comparte pues, la suerte de la cedente.

Este principio está reconocido expresamente en casi todos los contratos de reaseguro y si este no fuera el caso se aplicaría como
una costumbre permanente del reaseguro, reconocida internacionalmente. Los Reaseguradores seguirán la suerte de la Cedente en
todos los aspectos salvo en lo que se refiere al límite establecido en las Condiciones Particulares incluyendo aquellos casos en que
la Cedente sea obligada por un tribunal español a indemnizar bajo la Póliza original.

El riesgo original puede verse afectado por cambios en la parte asegurada, por un crecimiento del riesgo con o sin aprobación del
asegurador, por modificaciones de la cobertura ofrecidas por el asegurador por cambios de la ley, por obligaciones creadas por
sentencias judiciales, así como por la forma en que el asegurado ejecuta sus derechos y cumple sus obligaciones bajo el contrato de
seguros, tales como reclamar una indemnización injustificada.

El principio de seguir la suerte se aplica a todas las formas de reaseguro y no sólo en los contratos proporcionales.

C. CLÁUSULA DE DEPÓSITOS

En caso de que la Cedente sea requerida a efectuar un depósito en efectivo ante un tribunal competente, queda acordado que los
Reaseguradores tratarán este pago bajo El reaseguro como si fuera una responsabilidad definitiva, siempre que se hagan los ajustes

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 32


pertinentes tan pronto como quede la responsabilidad definitivamente fijada, y que los Reaseguradores recibirán en su parte proporcional,
si los hubiera, los intereses que la Cedente perciba.

D. CLÁUSULA DE CONTROL DE SINIESTROS

Cuando la Cedente tenga conocimiento de cualquier Siniestro o Siniestros que puedan dar lugar a una Reclamación bajo este Reaseguro,
deberá dar aviso a los Reaseguradores tan pronto como sea viable.

La Cedente deberá proporcionar a los Reaseguradores toda la información disponible respecto al Siniestro o Siniestros, y los
Reaseguradores tendrán derecho a designar abogados, asesores, y/o peritos, así como a controlar todas las negociaciones, ajustes y
liquidaciones en relación con el Siniestro o Siniestros.

Al igual que se aplica en el caso de existir una cláusula de cooperación de siniestros, si la Cedente no diera aviso a los Reaseguradores
dentro de un plazo máximo estipulado –que suele ser de tres meses- después de tener el primer conocimiento de tales circunstancias,
los Reaseguradores podrán reducir su responsabilidad bajo este Reaseguro por el mismo importe del perjuicio económico que
efectivamente han sufrido por motivo de tal incumplimiento.

No obstante, lo anterior se entiende y se acuerda expresamente que ningún elemento de esta Cláusula de Control de Siniestros
prevalecerá sobre los términos y condiciones de la Póliza original.

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E. CLÁUSULA DE ARBITRAJE

las controversias que puedan suscitarse entre la cedente y el reasegurador sobre la interpretación y ejecución de este acuerdo de
reaseguro serán resueltas por el procedimiento de arbitraje establecido en la ley 60/2003, de 23 de diciembre, de arbitraje de acuerdo
con los usos y prácticas comunes del reaseguro.

si cualquier controversia involucrara a más de un reasegurador, éstos constituirán una sola parte y actuarán como tal para los fines de la
presente cláusula (y los reaseguradores acuerdan su autorización a y/o otros líderes del reaseguro para que nombren al árbitro
correspondiente por cuenta de todos los reaseguradores cuando dicha controversia involucrara a todos los reaseguradores), siempre
que la cedente efectúe cada comunicación individualmente a cada uno de los reaseguradores que constituyen tal parte, y que ningún
elemento de la presente cláusula pueda limitar los derechos de dichos reaseguradores para hacer valer defensas o reclamaciones
independientes en vez de mancomunadas, ni pueda cambiar la responsabilidad de los reaseguradores de independiente a
mancomunada.

Los árbitros serán tres, designados necesariamente entre directivos en activo o jubilados de entidades de Seguros y Reaseguros
(incluyéndose los sindicatos de Lloyd's de Londres), independientes de la controversia objeto del arbitraje.

Cada una de las partes nombrará su árbitro respectivo y ambas, de común acuerdo, designarán el tercero dirimente en el plazo de 15
días contados a partir de la fecha del nombramiento de los dos primeros árbitros. Si requerida notarialmente una parte por la otra para
estas designaciones, transcurriese un mes sin designar el suyo, o no se llegase a un acuerdo para la designación del tercero en el plazo
previsto, la otra parte podrá acudir al Juzgado instando la formalización judicial del compromiso.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 34


el arbitraje se realizará en el domicilio de la cedente. los árbitros fijarán libremente el procedimiento arbitral. el laudo deberá dictarse en
plazo que no excederá de tres meses contados a partir de la fecha del nombramiento del último de los árbitros y fijará, asimismo, el reparto
de los gastos de arbitraje.

en cuanto no sea competencia de los árbitros y específicamente para la reclamación de los saldos líquidos que resulten de este acuerdo
de reaseguro, las partes con renuncia a cualquier otro fuero se someten expresamente a la jurisdicción y competencia de los tribunales
del domicilio de la cedente.

F. CLÁUSULA DE NOTIFICACIÓN DE RESPONSAB. INDEPENDIENTES

Las obligaciones de los Reaseguradores suscriptores bajo los contratos de Reaseguros que suscriben son de naturaleza independiente
y no mancomunada y se limitan exclusivamente a la medida de sus suscripciones individuales. Los Reaseguradores suscriptores no son
responsables de la suscripción de cualquier Reasegurador co-suscriptor que por cualquier motivo no cumpliera todas o parte de sus
obligaciones.

G. CLÁUSULA DE EXCLUSIÓN DE RIESGOS DEL CONSORCIO

Es muy habitual que no queden amparados por un Contrato de Reaseguro los siniestros que tengan su origen en garantías de
naturaleza consorciable, independientemente de que su cobertura sea efectuada por el Consorcio de Compensación de Seguros u
organismo que en el futuro pudiera sustituirle en sus funciones o bien por entidad de seguros autorizada para operar en las referidas
garantías.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 35


Por dicho motivo quedan excluidos en todo caso los riesgos de Terremoto, inundación, catástrofe o calamidad nacional, así como las
pérdidas ocasionadas por guerras, invasión, actos de enemigos extranjeros, hostilidades (mediante declaración de guerra o sin ella),
huelgas, motines y alborotos, a menos que éstos últimos tengan su origen en el siniestro mismo.

Aspectos de interés respecto al Reaseguro:

En el caso de un contrato de reaseguro, es claro que la ley consiente al asegurador la comunicación de los datos del tomador o del
asegurado al reasegurador, pues en caso contrario se hace inviable la celebración del contrato de reaseguro.

La Asociación Española de Corredores de Reaseguros se llama ASECORE.

Mientras que en el seguro directo la legislación establece normas muy detalladas de carácter imperativo, destinadas a proteger al
asegurado, en el contrato de reaseguro se excluyen dichas normas debido a que ambas partes son profesionales y se entiende que
las partes actúan en pie de igualdad.

La ventaja del coaseguro frente al reaseguro estriba en que en aquél cada coaseguradora sólo responde por la participación que ha
asumido, mientras que en el caso del reaseguro el asegurador responde por todo el riesgo, aunque, ocurrido el siniestro, puede
recobrar la participación correspondiente de sus reaseguradores.

El objeto social de las entidades reaseguradoras será exclusivamente la actividad de reaseguro y operaciones relacionadas con la
actividad relacionada o derivada de la actividad reaseguradora.

Tema 4: La distribución del riesgo entre aseguradores: Coaseguro y Reaseguro 36


Las entidades reaseguradoras deberán tener un capital social de 9.015.181,57 euros, igual que el establecido para las aseguradoras
que operen en los ramos de vida, caución, crédito, cualquiera de los que cubran el riesgo de responsabilidad civil.

En todo caso, su fondo de garantía no podrá ser inferior a 3.200.000 euros para aquellas entidades de seguro que lleven a cabo
actividades de reaseguro en las que concurra alguna de las siguientes condiciones:
a. que las primas aceptadas en reaseguro excedan en un 10 por ciento sus primas totales,

b. que las primas aceptadas en reaseguro superen 50 millones de euros,

c. que las provisiones técnicas del reaseguro aceptado superen el 10 por ciento de sus provisiones técnicas totales.

Para los Corredores de Reaseguros, la Ley establece iguales requisitos a los previstos para los corredores de seguros, excepto la
exigencia de acreditar su infraestructura y disponer de capacidad financiera, por tratarse de mediadores que asesoran a entidades
aseguradoras, que no requieren una especial protección. Otro requisito es que no pueden ser personas físicas y únicamente pueden
ser personas jurídicas, es decir, Corredurías de Reaseguros.

En el caso de la protección frente a manifestaciones catastróficas derivadas de acontecimientos de la naturaleza en el ámbito de las
actividades agropecuarias, y de forma transitoria, en la cobertura de pérdida de beneficios consecuencia de actos terroristas, son los
únicos casos en los que la actividad del Consorcio de Compensación de Seguros se realiza en forma de reaseguro.

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