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Aunque los problemas de comunicación y lenguaje son muy diversos, estos son algunos de
los síntomas comunes de estos trastornos en mayores:
Afasia
La afasia, otro trastorno neurolingüístico, conlleva el deterioro de los aspectos comprensivos y/o
en la fluidez del lenguaje. Asimismo, se trata de una afección que puede llegar a dificultar la
lectura y la escritura. Concretamente, las personas que padecen esta afección suelen presentar
alguno de los siguientes síntomas:
Dislalia
Es un trastorno del habla provocado por una función incorrecta de los órganos periféricos del
habla. Se caracteriza por pronunciaciones incorrectas de los fonemas o por la sustitución de unos
sonidos por otros que son más fáciles de decir.
Los problemas del habla más comunes son: el rotacismo (dificultad para pronunciar la “r”) y el
sigmatismo (alteración del fonema “s”).
Disartria
En el caso de la disartria, se trata de una patología del sistema nervioso que afecta a la ejecución
motora del habla. Concretamente, este trastorno del lenguaje puede debilitar los músculos de la
boca, la cara y el sistema respiratorio, provocando los siguientes síntomas, ente otros:
Disfasia
Se trata de una afección que puede presentarse debido a algún problema en las estructuras del
lenguaje. Como consecuencia, las personas con disfasia muestran dificultades para encontrar
palabras, construir frases y comprender el lenguaje.
Principalmente, el motivo de este trastorno del lenguaje en adultos mayores suele ser
una alteración neurológica por alguna de las siguientes causas:
Accidente cerebrovascular.
Demencia senil.
Enfermedades neurodegenerativas, como párkinson o alzhéimer.
Apraxia verbal
Esta patología está relacionada con la capacidad de producir los sonidos que componen el
lenguaje. En este sentido, una persona que sufre de apraxia verbal es incapaz de decir lo que
quiere de forma correcta y coherente, debido a una alteración en los movimientos musculares
necesarios para hablar.
Los motivos de este trastorno suelen deberse a una lesión cerebral, como consecuencia de un
accidente cerebrovascular o de un traumatismo craneal.