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Trastornos del lenguaje

Los trastornos de habla y articulación (THA) hacen referencia a las dificultades


persistentes de producción de habla que no son consecuencia de alteraciones
neurológicas evidenciables (disartrias, afasias), ni de déficits motores (apraxias) o
perceptivos (hipoacusia), ni de malformaciones de los órganos fonoarticulatorios
(disglosias). Estas dificultades se manifiestan en la ausencia de algunos sonidos
en el repertorio fonético del niño y en diversos grados de incapacidad para
organizar correctamente las secuencias de sonidos que forman las palabras,
sustituyendo unos por otros, asimilando unos a los adyacentes, intercambiando el
lugar de dos sonidos en la secuencia, invirtiendo el orden, etc.

Con frecuencia, estos errores en la secuenciación de los sonidos son observables


en niños de poca edad. Se trata, entonces, de que en los THA estos procesos de
simplificación normales en la evolución del habla persisten más allá de lo que es
típico. Lo mismo ocurre con la ausencia de algunos sonidos en el repertorio
fonético del niño. Más adelante propondremos pautas claras que permitan saber
cuándo una conducta es típica y cuándo no lo es. Otros procesos de
simplificación, en cambio, no se constatan en niños más pequeños: tienen un
carácter realmente desviado.

Estos trastornos son considerados frecuentemente como leves en comparación


con otros trastornos que afectan a otras dimensiones del lenguaje (semántica o
morfosintáctica, especialmente). Esa concepción está justificada por el hecho de
que son trastornos en los que la remisión espontánea es más frecuente. Sin
embargo, aunque en algunos niños los THA representan déficits focales de corta
duración, para otros, estos trastornos tienen consecuencias que se extienden en el
tiempo y hacia otros ámbitos funcionales.

Los trastornos del lenguaje, habla y voz

El lenguaje es un proceso complejo que depende de infinidad de factores para su


correcto funcionamiento. Los trastornos de la comunicación comprenden las
alteraciones del lenguaje, el habla y la comunicación y se incluyen dentro de los
trastornos del neurodesarrollo para facilitar las decisiones diagnósticas.

Los Trastornos de la comunicación, antes llamados Trastornos del Lenguaje,


comprenden las deficiencias del lenguaje, el habla y la comunicación que no
pueden atribuirse a un déficit auditivo o sensorial, disfunción motora u otras
afecciones médicas o neurológicas, discapacidad intelectual o retraso global del
desarrollo

El DSM-5 (El Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales) define el


Trastornos del Lenguaje como la presencia de dificultades persistentes en la
adquisición y en el uso del lenguaje, debidas a déficits en la comprensión o
producción de palabras, frases, estructuras o narración. Estas dificultades pueden
ser evidentes no solo en la comunicación hablada, sino también en la escrita o en
el lenguaje de signos. Los niños con TL van a presentar un vocabulario reducido,
una estructura gramatical simplificada o incorrecta para la edad y un discurso
alterado, sobre todo en la narración.

Clasificación de los Trastornos Lenguaje, Habla y Voz

Existen maneras diferentes de clasificar los trastornos del lenguaje, según el


Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM5), se pueden
clasificar como:

TRASTORNO DEL LENGUAJE O DISFASIA

Este trastorno supone la presencia de una discapacidad en la comprensión y


expresión del lenguaje en niños con un nivel de inteligencia propio de su nivel de
desarrollo, no solo a nivel oral, sino también en otras facetas como en el lenguaje
escrito o la lectura.

El trastorno del lenguaje o disfasia puede ser evolutiva, en cuyo caso no podría
ser consecuencia de otros trastornos, o adquirida siendo en este último caso
producto de algún tipo de accidente cerebral, trastornos convulsivos o
traumatismos craneoencefálicos.
TRASTORNO FONOLÓGICO O DISLALIA

Otro de los principales trastornos del lenguaje oral es la dislalia. Se entiende como
tal aquellos trastornos en los que se producen diferentes errores en la articulación
de las palabras, siendo la más frecuente la sustitución de sonidos, distorsiones de
los correctos o la falta (omisión) o añadidura (inserción) de éstos. Por ejemplo, un
problema en la forma de la lengua puede producir dislalia.

El trastorno fonológico (de los sonidos del habla) se define en el DSM-5 como una
“dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la
inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal de mensajes”

DISFEMIA, TARTAMUDEZ O TRASTORNO DE LA FLUIDEZ DE INICIO EN LA


INFANCIA

La disfemia es un trastorno ampliamente conocido por el conjunto de la sociedad,


si bien nos solemos referir a él como tartamudez. Se trata de un trastorno centrado
en la ejecución del habla, concretamente en su fluidez y ritmo. Durante la emisión
del habla la persona que la padece sufre uno o varios espasmos o bloqueos que
interrumpen el ritmo normal de la comunicación.

La disfemia suele vivirse con vergüenza y ansiedad (cosa que empeora a su vez la
ejecución) y dificulta la comunicación y la adaptación social. Este problema solo
aparece cuando se habla con alguien, pudiendo hablar con normalidad en
completa soledad, y no se debe a lesiones cerebrales o perceptivas.

DISARTRIA

El trastorno del habla conocido como disartria hace referencia a la dificultad para
articular palabras debido a un problema neurológico que causa que la boca y los
músculos que emiten el habla no presenten el debido tono muscular y por tanto no
respondan correctamente. Así pues, el problema no está tanto en los tejidos
musculares (si bien estos también se resienten a la larga por su mal uso) sino en
el modo en el que los nervios se conectan con ellos. Es uno de los tipos de
trastornos del habla más conocidos.

TRASTORNO DE LA COMUNICACIÓN SOCIAL (PRAGMÁTICO)

En este trastorno no encontramos problemas ni a la hora de articular, ni


comprender el contenido literal del mensaje que se transmite. Sin embargo,
quienes lo padecen sufren una gran dificultad, y es que este trastorno se basa en
la presencia de dificultades severas en el uso práctico del lenguaje.

El trastorno de comunicación social (TCS) se describe por primera vez en el DSM5


y se define por “la presencia de dificultades persistentes en el uso social de la
comunicación verbal y no verbal, en ausencia de intereses y comportamientos
restringidos y repetitivos, que no pueden atribuirse a otra afección médica o
neurológica ni a la baja capacidad en los dominios de morfología y gramática, y no
se explican mejor por TEA, discapacidad intelectual-retraso global del desarrollo u
otro trastorno mental”. Se caracteriza por dificultades en el uso de la comunicación
para propósitos sociales, como saludar y compartir información, de manera
apropiada al contexto social, la habilidad para captar e integrar las claves
contextuales en la interpretación de significados, la capacidad para adecuar la
comunicación al contexto social; la comprensión de las intenciones de los
interlocutores y de las convenciones sociales, las habilidades pragmático-
conversacionales (seguir las reglas conversacionales y ser capaz de mantener
conversaciones de ida y vuelta, manteniendo el tema y produciendo contenidos o
estilos de conversación adecuados al interlocutor y al contexto, etc.), la
comprensión del lenguaje implícito o ambiguo, como por ejemplo bromas,
modismos o metáforas, e integrar comunicación no verbal y verbal.

Tratando de unificar criterios referidos a la variedad de taxonomías existentes, y


con el fin de proporcionar un conocimiento genérico, podemos clasificar los
trastornos del lenguaje en:
Trastornos orgánicos

Disglosias; alteraciones del habla provocadas por anomalías o malformaciones de


los órganos encargados de la articulación de los fonemas.

 Labiales
 Mandibulares
 Dentales
 Linguales
 Nasales
 Palatales (paladar hendido)
 Afasia
 Afasia receptiva/sensorial de Wernicke (sordera verbal o agnosia auditiva,
ceguera verbal/alexia o agnosia visual),
 Afasia expresiva o motora de Broca (apraxia o dispraxia),
 Afasia mixta (agnosia y apraxia),
 Afasia evolutiva o del desarrollo (afasia *expresiva del desarrollo y afasia
sensorial del desarrollo).
 Alalia
 Disartria

Trastornos funcionales o articulatorios

 Dislalia.
 Trastornos específicos del lenguaje
 Disfemia o tartamudez.
 Retraso simple del lenguaje

Trastornos, no atribuibles a disfunciones, asociados a cuadros clínicos

 Autismo.
 Deficiencia mental.
 Mutismo selectivo.
 Parálisis cerebral.
 Dislexia; disgrafía; disortografía

Etiología de las Alteraciones del Lenguaje, Habla y Voz

El origen de los trastornos del lenguaje puede ser variado. En general, cuándo la
causa puede localizarse en una lesión o disfunción cerebral o del sistema
nervioso, se emplea el término orgánico, y, si no es posible descubrir causas
similares a las mencionadas, se consideran trastornos funcionales (es necesario
mencionar que pueden ser causa de trastorno funcional tumores cerebrales,
lesiones obstétricas, enfermedades infecciosas del tipo meningitis, heridas
craneales, etc.)

Algunas causas de los impedimentos del habla o lenguaje incluyen la pérdida


auditiva, trastornos neurológicos, lesión cerebral, discapacidad intelectual, abuso
de drogas, impedimentos tales como labio leporino, y abuso o mal uso vocal. Sin
embargo, con mucha frecuencia se desconoce la causa.

Los trastornos del lenguaje configuran un grupo de patologías muy diversas en


relación con su origen, evolución y, por tanto, con diferente tratamiento y
pronóstico.

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