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SECUENCIA DIDÁCTICA
La secuencia didáctica comprende el conjunto de actividades de aprendizaje previstas para desarrollar los
aprendizajes de la sesión. En cada secuencia se van incluyendo los materiales que se utilizarán y el tiempo destinado
para cada actividad.
La columna vertebral de la sesión de aprendizajes son las estrategias previstas para desarrollar los procesos
cognitivos, motores o socio afectivos que están involucrados en las capacidades.
Las estrategias para desarrollar los procesos pedagógicos (motivación, recuperación de saberes previos, generación
de conflictos cognitivos, construcción del aprendizaje, aplicación del aprendizaje, etc.) se van incorporando en los
momentos que el docente considere oportunos y pertinentes, de acuerdo con las situaciones de aprendizaje que se
generen.
EVALUACIÓN
Para la evaluación se deben formular los indicadores en función de los criterios establecidos, de manera que
permitan evaluar los aprendizajes logrados en la sesión.
Es preciso indicar además que en cada sesión se debe evaluar, pero no es necesario otorgar calificaciones en cada
una de ellas.
MOMENTOS PEDAGÓGICOS
SECUENCIA DE ACTIVIDADES DIDÁCTICAS
1. Inicio del aprendizaje
Motivación
Exploración
Problematización
2. Construcción del aprendizaje
Integración de los saberes previos con el nuevo saber.
Elaboración de su nuevo esquema conceptual.
3. Aplicación o transferencia del aprendizaje
Práctica o aplicación
La evaluación está presente a lo largo de todo el proceso, tanto como actividad del estudiante que está aprendiendo,
como actividad didáctica del profesor que va controlando y retroalimentando el proceso de aprendizaje.
MOMENTOS Y PROCESOS
Inicio del aprendizaje
- La motivación consiste en: Atraer la atención sobre el conocimiento. Despertar el interés sobre el conocimiento.
Se trata de crear un clima favorable para el aprendizaje. Podemos motivar con diversos recursos:
Alguna noticia impactante actual
Juegos
Visitas
Gráficos y pistas para encontrar caminos
Imágenes
Dinámica grupal
Actividades vivenciales
Dramatizaciones
Una historia, etc.
- Problematización: El docente crea un conflicto cognitivo, enfrentando al estudiante a un nuevo desempeño que
debe tratar de resolver haciendo uso de todos sus recursos disponibles. Cada cual aportará sus conocimientos y
sus especulaciones, analizando un aspecto que tiene relación con el tema a tratar en la que han vertido opiniones
contradictorias. Por ejemplo: Si estamos trabajando el tema de valores podemos crear textos narrativos,
instructivos, etc.
- La práctica autónoma: Es la transferencia, es decir, la capacidad desarrollada en el estudiante para aplicar los
conocimientos adquiridos cada vez que lo necesite en su vida. Se estimula propiciando una práctica a una
experiencia concreta de la vida diaria. Se les puede pedir que resuelvan dos o más problemas en clase, de esta
manera se les retroalimenta y el estudiante tiene la oportunidad de ejercitarse y aplicar lo que ha aprendido en
clase. A los que tienen dificultad el docente les puede dar ejemplos y darles retroalimentación adicional, hasta
que demuestren que han tenido éxito en sus habilidades recién adquiridas, éxito en lo que hacen y aprenden. Así
los mantendremos motivados para seguir aprendiendo.
Los estudiantes pueden trabajar en grupos cooperativos para compartir sus respuestas, analizar cómo
solucionaron el problema y cómo aplicaron la información.
- El momento de aplicación proporciona una multitud de oportunidades para el desarrollo y utilización del
pensamiento crítico porque aprovechan al máximo lo que están aprendiendo, empiezan a comprender su
significado y la manera en que pueden tener cabida en sus bancos de información, conocimiento y memoria.
Ampliar las ideas
Revisar las predicciones
Pensar acerca del punto en cuestión
Hablar acerca de él
Leer más acerca del mismo
Escribir acerca de este conocimiento
Transferir, utilizando o desecharlo
Relacionarlo con otras áreas
Apreciar y opinar
Juzgar y evaluar.
Lo anterior exige del docente tener plena consciencia de la complejidad del proceso de aprendizaje, de la
imposibilidad de prever todas las reacciones y respuestas de los estudiantes a las experiencias previstas ni todas las
situaciones inesperadas que se puedan generar en el aula en el transcurso de una actividad. Lo imprevisto puede
abrir nuevas y mejores posibilidades a la enseñanza o, en su defecto, podría ser la señal de que el plan no está
funcionando como se esperaba. En ese sentido, toda planificación debe estar abierta a revisar los supuestos de los
que parte y a modificarse, en parte o en todo, cuan-do su aplicación aporta evidencias de esta necesidad.
Esta revisión y cambios pueden hacerse sobre la marcha, cada vez que sea necesario, y también como consecuencia
de la evaluación que se realiza durante el trascurso de las sesiones o de la unidad didáctica. Se trata de sacar
conclusiones acerca de la efectividad de las estrategias empleadas y de lo que realmente están aprendiendo los
estudiantes. Por lo tanto, desde la etapa de programación el docente debe saber que no hay certezas absolutas y
que debe prepararse para lo inesperado, previendo algunas alternativas.
Es menester hacer hincapié que la programación curricular es, ante todo, un instrumento de planificación de la
actividad pedagógica. Por ello es necesario que tenga unas características generales, de las que se pueden destacar
las siguientes:
1. Adecuación.
La Programación curricular debe adecuarse a un determinado contexto, como es el entorno social y cultural del
centro, las características del alumnado, la experiencia previa del profesor, lo que implica tener en cuenta los
aspectos más relevantes de dicho contexto que puedan incidir de forma significativa en los elementos que la
componen.
Esta especial atención al contexto permite atender las necesidades especiales de los distintos alumnos/as. Así es que
la Programación deberá prever medidas para dar respuesta a los alumnos/as que presenten importantes dificultades
de aprendizajes, bien sea por sus carencias, bien sea por ser extranjeros, pertenecer a grupos marginados, etc.
Del mismo modo, y dentro de este grupo de alumnos/as con necesidades educativas especiales, habrá que prever la
existencia de alumnos/as superdotados.
2. Concreción
La Programación debe concretar el plan de actuación que se ha de llevar a cabo en el aula, para que resulte un
instrumento realmente útil. Para ello debe contar con todos los elementos que se desarrollan en el apartado.
Peñaloza (2000), citado por Mendo, J (2014: 108) escribió
"El currículo es el primer nivel de concreción de concepción de la educación" y que dicho currículo consiste en la
previsión de los aspectos más generales de la labor educativa, sobre todo de la concepción de la estructura curricular
"integral" y del enfoque metodológico que la sostiene. La manera como sostienen los estudiantes, el uso de
materiales educativos, las diversas formas de evaluación que se emplean, eso, afirma contundentemente Peñaloza
"No forma parte del currículo" sino de sus modos de operación y/o concreción.
3. Flexibilidad.
Aparentemente contradictoria con la característica de la concreción, pero no es así. A pesar de ser un propósito
concreto, debe entenderse como un plan de actuación abierto, como una hipótesis de trabajo que puede y debe ser
revisado, parcialmente o en su conjunto, cuando se detecten problemas o situaciones no previstas que requieran
introducir cambios durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por tanto, hay que tener preparados los
instrumentos de retroalimentación y de actuación alternativas.
4. Viabilidad
Es necesario que la Programación sea viable para que pueda cumplir adecuadamente con sus funciones, que se
ajuste al tiempo disponible, que se cuente con los espacios y recursos previstos para llevar a cabo las actuaciones
programadas y que la realización de las distintas actuaciones esté al alcance y la revisión permanente de la propia
práctica docente son referentes fundamentales para asegurar una Programación realista. No podemos diseñar una
programación que luego no se pueda llevar a cabo.
5. Abierto
Está concebido a la incorporación de competencias, capacidades, conocimientos y actitudes que hagan pertinente a
la realidad respetando a la diversidad.
6.4.1. Enfoque que sustenta el desarrollo de las competencias en el área de Arte y Cultura
En esta área, el marco teórico y metodológico que orienta la enseñanza y el aprendizaje corresponde a un enfoque
multicultural e interdisciplinario que reconoce las características sociales y culturales de la producción artística.
Reconoce que todas las personas tienen un potencial creativo que deben desarrollar plenamente, y busca reafirmar
el derecho de todo estudiante a participar en la vida artística y cultural de su país (Unesco, 2006), como herramienta
de identidad personal y territorial.
Definimos como manifestaciones artístico-culturales a todas las prácticas que responden a las necesidades y
expresiones estéticas de una sociedad. En este enfoque, cualquier manifestación, incluyendo aquella generada o
difundida en un espacio popular o virtual, puede ser materia de estudio en la escuela y es valorada por su propia
existencia y por la experiencia estética que supone.
Este enfoque ha dado origen a experiencias curriculares más inclusivas y cercanas a la realidad multicultural que
caracteriza a nuestro país, donde se revaloran manifestaciones artísticas culturales de la localidad. De esta forma, el
estudiante conoce y se sensibiliza con el mundo a partir de su realidad cercana pero en relación con el mundo global.
Incorpora manifestaciones artístico-culturales indígenas, urbanas, rurales, migrantes o juveniles, entre otras, y la
transmisión de sus saberes en la enseñanza. Desarrolla actitudes de autoconocimiento, apertura y reconocimiento
de nuestros propios códigos culturales y de los códigos culturales de otros, lo cual refuerza las identidades y los
valores personales y colectivos, y, consecuentemente, el diálogo intercultural que nos permitirá una mejor
convivencia. Asimismo, busca apoyar en la salvaguarda del patrimonio material e inmaterial de las culturas que se
pueden estar perdiendo porque no se valoran en el sistema educativo. Estas ideas son especialmente relevantes en
el contexto de los países latinoamericanos que se han encontrado atados al discurso hegemónico de las grandes
potencias occidentales.
A su vez, promueve la construcción de discursos propios o colectivos que se comunican a través de los diferentes
modos de creación artística —entre ellos, la danza, el teatro, la música, la literatura, la poesía, la narración oral, la
artesanía, el patrimonio, las artes visuales, el cine, la fotografía y los medios. Dado que hay modos de creación que
no se pueden limitar a un solo lenguaje artístico, el enfoque resalta el carácter interdisciplinario de las artes. Esta
perspectiva, conduce, por un lado, a un uso integrado y simultáneo de distintos lenguajes artísticos. Por otro lado,
también conduce a la integración del arte con otras disciplinas y saberes para el tratamiento de temáticas o
cuestiones locales o globales.
Situar el proceso de enseñanza y aprendizaje en entornos culturales y naturales del estudiante favorece la formación
integral de ciudadanos creativos, críticos y participativos del desarrollo local, e incrementa la posibilidad de construir
personas con sensibilidad frente a la realidad que las rodea.
Esta competencia implica, por parte de los estudiantes, la combinación de las siguientes capacidades:
• Percibe manifestaciones artístico-culturales: consiste en usar los sentidos para observar, escuchar, describir y
analizar las cualidades visuales, táctiles, sonoras y kinestésicas de diversas manifestaciones artístico-culturales.
• Contextualiza manifestaciones artístico-culturales: es informarse acerca de la cultura en que se origina una
manifestación artística para entender cómo el contexto social, cultural e histórico de esta influye en su creación y la
manera en que transmite sus significados.
• Reflexiona creativa y críticamente sobre manifestaciones artístico-culturales: supone interpretar las intenciones y
significados de manifestaciones artístico-culturales que hayan visto o experimentado y emitir juicios de valor,
entrelazando información obtenida a través de la percepción, el análisis y la comprensión de los contextos