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TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN – 2022

1. Concepto
Es la primera teología que se elaboró en América Latina, en los cinco siglos
de cristianismo. Si hay religión, hay teología. La Teología es reflexión sobre
Dios y sobre las verdades religiosas. La Teología se basa en la fe y en la
revelación: lo que Dios ha manifestado sobre sí mismo. Usa argumentos de
autoridad: creo porque lo dicen Dios y la Iglesia. La Filosofía es reflexión
racional: lo que la inteligencia del hombre puede llegar a conocer sobre
Dios y las verdades religiosas. Usa argumentos racionales. Ambas ciencias
pueden estudiar los mismos temas, pero desde distintos puntos de vista,
como son la autoridad y la razón, la fe y las razones.Antes de aparecer la
Teología de la Liberación, la Teología vigente era la Teología europea
común a todo el cristianismo. Propio de estas dos Teologías:
Europea: - detrás hay una biblioteca, es abstracta, tradicionalista,
defensora del sistema, hecha por el clero o especialistas.
Latinoamericana: -detrás hay una comunidad creyente, es concreta,
existencial, comprometida, parte de la praxis, de la realidad. Responde a
esta inquietud: cómo se ve a Dios desde la pobreza, desde la injusticia,
desde las desigualdades sociales, desde la marginación.
2. Origen
Nace esta Teología a partir de 1968. Después del Concilio Vaticano II (1962-
1965). Tuvo influencia especial la constitución conciliar “Gaudium et spes=
gozo y esperanza). Y a raíz de los famosos documentos del CELAM o
Consejo Episcopal Latinoamericano. Se creó este Consejo en una reunión
Episcopal tenida en Río de Janeiro-1955. La Iglesia continental se adelantó a
los políticos. Los cuatro Documentos del CELAM se nombran por el lugar y
el año de reunión de los Obispos:
-1º. Medellín-1968 (papa Pablo VI, el primero que visitó América Latina)
2º. Puebla-1979 (Juan Pablo II)

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3º. Santo Domingo-1992 (Juan Pablo II- quinto centenario del
descubrimiento)
4º.Aparecida-Brasil-2007 (Benedicto XVI)
El libro del Éxodo iluminó a las comunidades cristianas que lo leían. Se
vieron reflejadas en este libro bíblico. ¿De parte de quién está Dios? ¿De
los opresores como el Faraón, o de los esclavizados, que eran los israelitas?
Dios no permaneció indiferente o neutral. Se puso de parte de los esclavos.
La comunidades se sintieron asistidas por Dios: la salvación se va haciendo
presente aquí en la tierra, cuando se lucha contra la esclavitud a favor de la
justicia. La salvación es un proceso iniciado ya pero aún no concluido.
Salvación es un concepto de fe, es eterna, es el Reino de Dios, es intimista.
La palabra Liberación señala una experiencia histórica de entonces y de
ahora, es la reconstrucción del mundo, es tarea colectiva. Se ha preferido
este nombre al de Salvación.
3. Opositores
La Teología de la Liberación resultó conflictiva. Tuvo opositores, dentro y
fuera de la Iglesia. Dentro: -muchas confesiones cristianas no católicas,
muchos Obispos y teólogos conservadores, algunas Congregaciones
Religiosas conservadoras (Opus Dei), algunos grupos de espiritualidad y de
apostolado conservadores. Se opusieron por temor. Creían que no era una
teología segura, que hablaba poco de Dios y mucho de temas sociales y
políticos, la apoyaban personas ateas, estaba resultando muy conflictiva. La
veían cercana al comunismo ateo.
Fuera de la Iglesia se opusieron: los grupos económicos poderosos, los
militares que apoyaban a regímenes conservadores. Se opusieron porque
se vieron desenmascarados: la pobreza de las mayorías era consecuencia de
los abusos e injusticias de los grupos señalados. Se les quitaba el poder. La
apoyaron los Obispos más sensibles a la situación menesterosa de sus
fieles. Los Teólogos y Pastoralistas que la veían favoreciendo al pueblo
pobre, y estimulando en el pueblo la lucha por la justicia y su liberación. La
apoyó gran parte de la Iglesia universal que descubrió la vitalidad de estas
Iglesias Latinoamericanas, vitalidad antes desconocida.

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4. Dónde se hizo esta Teología
-En América Latina. En Comunidades cristianas reflexivas. Aunque la
estructura formal o científica la dieron teólogos profesionales; el pueblo
vive y piensa, pero no escribe ciencia teológica. Detrás de los teólogos hay
una comunidad, no una biblioteca. El saber del pueblo es sapiencial: les
enseña la vida, el dolor, la oración, la lucha, la celebración religiosa. Leen la
Biblia desde su situación y sienten que Dios les apoya.
-Se hizo a partir de los Documentos de Medellín y Puebla. Estos
documentos fueron como un despertar: el mundo comprendió que la
Iglesia Latinoamericana tenía personalidad propia, no era sólo “Iglesia de la
esperanza” sino que era ya una Iglesia de realidades. Y un modelo para los
pueblos en que se vivían la pobreza y la injusticia como aquí.
-Los pueblos latinoamericanos tienen en común algunas características.
Señalamos: -son masivamente creyentes, mayoritariamente católicos.
Tienen una larga historia de ser dominados o colonizados. Tienen una
economía dependiente de centros poderosos. Socialmente padecen
injusticia, pobreza, inseguridad, violencia, muerte. Aspiran a sobrevivir o
garantizar la vida. Tienen conciencia de su dignidad, necesidad de ser
liberados.
-La Teología de la Liberación es ofrecida a todos, es universal. Llega sólo a
los que se convierten: si un rico se convierte tiene que compartir y será
menos rico. Se fomentan, por tanto, la fraternidad y la solidaridad.

5. Contenidos de la Teología de la Liberación


Son los contenidos de toda teología: reflexión sobre Dios. Con algunas
particularidades. Señalamos alagunas.
Dios – no se duda de su existencia, se cree en él. No hay problema de
ateísmo masivo. Se acentúa el concepto de Reino de Dios. Que equivale a
construir ya aquí una sociedad como Dios la quiere: en fraternidad. El Reino
se consumará en el cielo, pero se inicia en el suelo, se construye
lentamente, es un proceso.

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-Jesucristo – las mayorías aceptan que es Dios y Hombre, no hay que
demostrarlo. Se acentúa la “humanidad” de Jesús: igual a nosotros en todo
menos en el pecado. Se le propone como camino: hay que seguirlo y
comprometerse con su causa. Hay que llevar la cruz. El compromiso puede
llevar al martirio.
Iglesia – no se estudia como jerarquía, se respeta y acepta la autoridad de
los Obispos y Presbíteros; no mandan, sino que dirigen. Pero se insiste en
que es comunidad. Se multiplicaron las Comunidades de Base en que se
vivió la fraternidad crítica. La Iglesia no es el Reino de Dios, sino su
constructora.
Pecado – otra realidad que no se puede olvidar. Se había insistido siempre
en el pecado personal. Aquí se acentúa el pecado estructural o
institucional, que tiene consecuencias sociales peores que el personal. (Un
gobernante casado que tiene una querida; y tiene graves corrupciones en la
oficina del presupuesto. ¿Cuál de los dos pecados es peor?).
Gratuidad – pues la salvación es don gratuito; pero como el hombre tiene
libertad, debe colaborar para salvarse. Se exige militancia cristiana: lucha
por mejorar su modo de vivir y la sociedad en que convive con los demás.
6. La persona latinoamericana
(Consultar el Documento de Puebla, nos.16-23. Resumen)
Los Obispos enumeran las cualidades que distinguen e identifican a las
personas latinoamericanas. Son los grandes valores de nuestros pueblos.
Señalan:
- Tendencia innata a solidarizarse con los pobres y necesitados, -facilidad
para el desprendimiento y caridad fraterna, -sentir y compadecerse ante
las desgracias ajenas.
–Mayor interés por lo autóctono y por los pueblos indígenas.
–Son pueblos jóvenes preocupados por la superación de cara al futuro.
–Saben que la extrema pobreza se puede superar: “si esto es posible, es
entonces una obligación”. La pobreza es “causal”: tiene causas sociales,

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económicas y políticas. Hay mecanismos nacionales e internacionales que
“producen ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez más pobres”
– Son claros los progresos en educación en nuestros países.
7. Los rostros de la pobreza
La pobreza no es tema teórico, es práctico; se refleja en las personas
concretas. Se enumeran detenidamente los “rostros de la pobreza”
(Puebla, nos.32-39). En el documento Santo Domingo-1992 se alargó la lista
de los rostros de la pobreza, (no-178-179):
-Rostros de niños golpeados por la pobreza desde antes de nacer.
-Rostros de jóvenes desorientados en el campo y en zonas urbanas
marginales, sin capacitación ni ocupación.
-Rostros de indígenas, marginados, son “los más pobres entre los pobres”.
-Rostros de campesinos, sin tierra y sin tecnología para sus trabajos.
- Rostros de obreros, desempleados y subempleados.
-Rostros de ancianos sin jubilación, olvidados porque ya no producen.
-Rostros desilusionados por los políticos que prometen y no cumplen.
-Rostros aterrorizados por la violencia diaria e indiscriminada.
-Rostros sufridos de las mujeres humilladas y postergadas.
-Rostros cansados de los emigrantes que no encuentran digna acogida.

8. Raíces profundas de estos hechos (Puebla, nos.63-70)


a- Vigencia de sistemas económicos que no tienen como centro al hombre
(pragmatismo, desarrollismo, tecnocracia).
b- Falta de integración de nuestras naciones, por separado ninguna nación
tiene peso de negociación en el concierto mundial.
c- Dependencia económica, tecnológica, cultural, política de
multinacionales que tienen intereses propios.

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d- Carrera armamentista, “gran crimen de nuestra época”. Se emplea en
armas lo que se necesita para solucionar los problemas vitales.
e- Falta de reformas en la agricultura: acceso a la tierra, tecnología y
comercialización de los productos.
f- Crisis de valores morales: corrupción pública y privada, afán de lucro,
carencia de solidaridad, fuga de capitales y de cerebros.
Los Obispos hablan de un “misterio de pecado”, pues la persona está
llamada a dominar el mundo pero impregna las instituciones de valores
materialistas. Es evidente el clamor por la justicia: “desde el seno de
diversos países del continente está subiendo hasta el cielo un clamor cada
vez más tumultuoso e impresionante. Es el grito de un pueblo que sufre y
que demanda justicia, libertad, respeto a los derechos fundamentales del
hombre y de los pueblos” (n.87). Este clamor parecía sordo en el
documento Medellín-1968; ahora, diez años más tarde, el clamor es claro,
creciente, impetuoso y, en ocasiones, amenazante”. La Iglesia no puede ser
ajena a las dificultades que sufren los pueblos.
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(Resumen elaborado por el Profesor Benjamín García. San Cristóbal- 2022)

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