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Resistencias a la bio-economía en
Argentina: las luchas contra los
agrotóxicos (2001-2013)1
Resistance to bioeconomy in Argentina: the fights against
pesticides (2001-2013)

Arancibia, Florencia2

RESUMEN: Este artículo analiza algunas dinámicas de resistencia a la expansión de la


llamada bioeconomía agraria en Argentina. La bioeconomía es un proyecto político global
basado en la manipulación, explotación y apropiación tecnológica de la materia viviente.
En Argentina, han surgido crecientes conflictos con respecto a la adopción del paquete
biotecnológico compuesto por semillas genéticamente modificadas y agrotóxicos. A través
de análisis de archivo, entrevistas en profundidad y observaciones analizo las acciones
colectivas orientadas a cuestionar el discurso sobre la inocuidad de los agrotóxicos y
cambiar las regulaciones para su comercialización y uso en Argentina entre 2001 y 2013.
A lo largo del período no se lograron cambios en la política regulatoria nacional, sin em-
bargo, hubo algunos avances en la resistencia: a. se formó un movimiento social y una
red de investigadores, científicos y trabajadores de la salud que cuestionó el discurso de
la inocuidad de los agrotóxicos y; b. en algunos casos, se lograron cambios en las políticas
regulatorias locales. Estos resultados fueron producto de un conjunto complejo y poco
convencional de formas de acción colectiva que incluyeron la movilización de distintos ti-
1
Este artículo se basa en pos de conocimiento. Planteo como hipótesis para futuras investigaciones que los cambios
la investigación realizada macro-estructurales en Argentina relativos al advenimiento de la bioeconomía agraria
para mi tesis doctoral “The están dando lugar a la emergencia de nuevos “repertorios” de acción colectiva.
struggle to restrict pesticide
use: the confluence of social PALABRAS CLAVE: Bioeconomía. Agrotóxicos. Resistencias sociales. Formas de Acción
movements and a network of Colectiva. Argentina.
expertise” (SUNY, 2015). Por
otro lado, algunas secciones ABSTRACT: This paper analyzes the bottom-up dynamics of resistance to the expansion
de este texto se basan en of the agricultural bioeconomy in Argentina. The bioeconomy can be thought as a global
los siguientes artículos: political project based on the management, exploitation and technological appropriation
Arancibia, F. (2013). Cha- of living matter. In Argentina, growing conflicts have arisen regarding the adoption of the
llenging the bioeconomy: biotechnological package consisting of genetically modified seeds and pesticides. Throu-
The dynamics of collective gh archival research, in-depth interviews and ethnographic observations, I analyzed the
action in Argentina. Tech- collective actions aimed at questioning the discourse on the safety of pesticides and chan-
nology in Society, 35(2); y ging the regulations for their commercialization and use in Argentina between 2001 and
Arancibia, F., & Motta, R. 2013. Throughout the period no changes in national regulatory policy were achieved,
(2018). Undone Science and however, there was some progress at the general level: a. a social movement was and a
Counter-Expertise: Fighting network of researchers, scientists and health workers who questioned the discourse on
for Justice in an Argentine the safety of pesticides were formed and; b. in some cases, changes in local regulatory
Community Contaminated policies were achieved. These results were the product of a complex and unconventional
by Pesticides. Science as set of collective actions that included the mobilization of different types of knowledge. I
Culture, 0(0), 1–26. propose as a hypothesis for future research that the macro-structural changes in Argen-
tina (the advent of the agricultural bioeconomy) are giving rise to the emergence of new
2
CONICET, Universidad “repertoires” of collective action.
Nacional de San Martín-CE-
NIT KEY WORDS: Bioeconomy. Pesticides. Social resistance. Collective Action. Argentina.

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Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 43

Introducción denunciaron problemas de salud que consi-


deraron asociados a la exposición a mayo-
res dosis y nuevas combinaciones de agro-
En los últimos veinte años, la biotec- tóxicos considerados inocuos por parte del
nología ha transformado radicalmente la sistema regulatorio nacional -y, por ende,
agricultura (James, 2007). La ingeniería sin restricciones a su uso-. Ante la indife-
genética hizo posible el diseño de semillas rencia y, luego, negación del problema por
transgénicas con características que bus- parte de los diversos niveles de gobierno
can maximizar el rendimiento y la eficien- y organismos regulatorios, la mayoría de
cia, como por ejemplo semillas con mayor estas comunidades se vio obligada a orga-
resistencia a los agrotóxicos. Estos desa- nizarse colectivamente para lograr algún
rrollos se vieron legitimados y reafirmados tipo de atención pública. Este proceso dio
por un gran relato global (Latour, 2003) so- lugar a la conformación de un nuevo mo-
bre el papel de la biotecnología en la socie- vimiento social que, aliado con una red de
dad y los nuevos escenarios que esta abría: científicos, investigadores y trabajadores
el relato de la bioeconomía. Entendemos a de la salud, no solo denunció las severas
la bioeconomía como un proyecto basado consecuencias del uso de agrotóxicos, sino
en la manipulación, explotación y apropia- que también cuestionó algunos argumen-
ción tecnológica de la materia viviente; una tos centrales del relato de la bioeconomía
comodificación de la naturaleza y el cono- y sus marcos normativos (F. Arancibia,
cimiento (Goven & Pavone, 2015; Pavone, 2013).
2012). El proyecto de la bioeconomía fue Si bien hay varios estudios que analizan
promovido por diversos organismos inter- las resistencias sociales a diversos aspec-
nacionales desde principios del siglo XXI tos del modelo agrario, son pocos los es-
y encajó muy bien en un contexto regio- tudios que abordan la puesta en cuestión
nal dominado por el “neo-extractivismo”3 de la narrativa y las políticas concretas que
(Gudynas, 2009; Svampa & Viale, 2014). buscan fomentar la bioeconomía agraria
La adopción y expansión de la bioe- (Fitting, 2011; A. J. Kinchy, 2012; Klepek,
conomía a nivel global no fue un proceso 2012; Lapegna, 2016; Renata Motta, 2016; 3
Si bien el extractivismo,
pacífico (Jasanoff, 2005). En el caso de la Newell, 2008; Pearson, 2012; Vara, 2005). que incluye actividades
agricultura, el nuevo modelo –allí donde se En un contexto regional en que la expan- como la explotación minera
impuso- implicó una redistribución de la sión de la bioeconomía se intensifica, ana- o petrolera, o los monoculti-
propiedad de la tierra, de los costos y de las lizar las resistencias sociales a esta narra- vos intensivos, tiene una laga
ganancias rurales que llevó a que algunas tiva se vuelve crucial para comprender los historia en América Latina,
grandes empresas multinacionales estable- principales obstáculos y oportunidades, así a partir del 2000 hubo una
cieran un cuasi monopolio en diferentes es- como reflexionar sobre las posibles estra- intensificación y renovación
labones productivos. Esto entró en conflic- tegias de acción: ¿Qué formas de protesta del mismo promovido por
to con los intereses de muchos productores desarrollan los afectados por la “biotecni- organismos internacionales
chicos y medianos, y provocó conflictos a ficación” de la agricultura? ¿Cómo inten- y “think tanks” (Burchardt &
nivel nacional e internacional. A esto se tan cuestionar el relato y las políticas que Dietz, 2014; Svampa, 2015).
sumaron los conflictos por los efectos so- promueven la bioeconomía? ¿Hasta qué Este proceso se enmarcó
ciales, ambientales, sanitarios y agronómi- punto estas formas de acción colectiva son en el pasaje del llamado
cos de la incorporación de la biotecnología similares o diferentes a las formas existen- “Consenso de Washington”
agraria, invisibilizados en el relato de la tes antes de la emergencia de la bioecono- (que surgió en 1980 y fue
bioeconomía (Gilles, Melgarejo, Bianconi mía? ¿Qué avances logran? ¿Qué obstácu- dominante hasta fines de
Fernandes, & Ferraz, 2015). A lo largo de los encuentran? 1990) al llamado nuevo
los años se fue desarrollando una creciente El objetivo general de este artículo es “Consenso de los Commodi-
resistencia social a la bioeconomía agraria. contribuir al análisis de las resistencias so- ties” que continúa hasta hoy
En Argentina, uno de los principales ciales a la bioeconomía agraria en América (Svampa 2015). De hecho,
ejes de conflicto giró en torno al uso de Latina. Para esto, realicé un estudio de caso los bienes primarios pasaron
agrotóxicos. De hecho, la adopción de este sobre una dimensión de esta resistencia en de constituir un 27% del
nuevo modelo de agricultura fue acompa- Argentina entre 2001 y 2013: las puestas en total de las exportaciones en
ñada por un incremento exponencial en el cuestión del discurso sobre la inocuidad de el 2000 a un 60,7% en 2011,
uso de agrotóxicos (Kleffmann & Partner los agrotóxicos requeridos por las semillas excediendo el total de bienes
SRL, 2013). Desde el inicio de la década del transgénicas y los intentos de cambio de industriales exportados
2000 un creciente número de comunidades las regulaciones (para prohibir o restringir (CEPAL 2012).

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su comercialización y uso). La Argentina u ocultan los riesgos y las consecuencias


es un caso particularmente interesante, en socio-ambientales adversas de las nuevas
tanto país pionero en la adopción de culti- tecnologías. De hecho, cuando se observa
vos transgénicos y actual líder, junto con el funcionamiento “real” de la bioecono-
Brasil, de la producción mundial de soja mía se ve que el panorama dista mucho de
transgénica. El estudio de caso se basó en las promesas esgrimidas. Por un lado, de
datos primarios y secundarios. Entre 2010 todas las prometedoras innovaciones tec-
4
En el documento “La y 2013 realicé análisis de archivo (artículos nológicas sólo dos han logrado llegar a “te-
bioeconomía para el 2030” de diarios y documentos de organizacio- ner éxito” en las economías de mercado: la
la OECD afirma: “Cuando nes sociales), entrevistas en profundidad bioeconomía agrícola (basada en el paque-
la biotecnología se aplica a a activistas y científicos, investigadores te de semillas transgénicas y agrotóxicos)
la producción primaria, a la y trabajadores de la salud que trabajaron y la bioeconomía de reproducción asistida
salud y a la industria, ofrece en articulación con el movimiento social (Pavone, 2012). Por otro lado, al menos en
soluciones tecnológicas para (34 entrevistas), y observaciones no par- relación con la primera, los efectos negati-
una gran parte de los proble- ticipantes en distintas provincias sojeras vos en la sociedad y el medio ambiente han
mas a los que se enfrenta el (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre sido devastadores, entre otros: altas tasas
mundo global relacionados Ríos, Chaco, Santiago del Estero). También de deforestación (FAO, 2016), una crecien-
a la salud y a los recursos” consulté bibliografía secundaria sobre la te infertilidad de los suelos (INTA Informa,
(OCDE, 2009). Esta postura problemática. El artículo se organiza en 2012); impactos en la salud de poblaciones
también fue adoptada por tres secciones: un estado de la cuestión que rurales y periurbanas por el aumento ex-
la Unión Europea: “los sitúa el debate sobre el caso abordado; una ponencial en el uso de agrotóxicos (Aias-
recientes avances científicos presentación del caso; cronología y análi- sa, 2018; Aiassa et al., 2014; Bernardi et
y tecnológicos han generado sis de las resistencias; reflexiones finales al., 2015; Gentile et al., 2012; Gilles et al.,
una gran cantidad de nuevas y propuestas para futuras investigaciones. 2015; Lantieri et al., 2011; Mañas et al.,
posibles aplicaciones y 2009; M. F. Simoniello et al., 2008; M. F.
productos en numerosas M. F. Simoniello et al., 2010; Verzeñassi &
disciplinas, y pronto produ- Estado de la cuestión Vallini, 2019); contaminación del agua, los
cirán inmensos beneficios suelos (V. C. Aparicio et al., 2013; Lupi et
sanitarios, sociales y econó- al., 2015) y los alimentos con agrotóxicos
micos” (Comisión Unión “Bioeconomía” es un término relativa- (Maggioni et al., 2018); el aumento en el
Europea, 2010). mente reciente. Fue utilizado por primera desempleo rural, la destrucción de la agri-
vez en documentos de políticas públicas de cultura familiar y la concentración de la
5
Si bien puede parecer Estados Unidos a principios del siglo XXI. tierra (S. Aparicio, 2005; Giarraca & Teub-
contradictorio emplear un La bioeconomía se presentaba como una al, 2005); la pérdida de la soberanía ali-
concepto como neolibe- nueva revolución industrial que prometía mentaria (GRR, 2003; CALISAS, 2018).
ralismo (la promoción del solucionar los principales problemas que Según Pavone (2012), la bioeconomía es
libre mercado) a políticas enfrentaba el régimen capitalista (los obs- mucho más que un término descriptivo y
destinadas al desarrollo de táculos a la valorización del capital, pero se trata de un proyecto político, enmarcado
una industria específica, hay también el hambre, los problemas de sa- en el neoliberalismo (Birch, 2006; Birch,
que tener en cuenta que el lud, y, sobre todo, las crisis ecológicas), a Levidow, & Papaioannou, 2010)5;6. La bioe-
neoliberalismo no siempre través del desarrollo de la biotecnología. conomía funciona, por un lado, como un
impulsa la pasividad del La definición de bioeconomía más utili- marco interpretativo y una narrativa sobre
Estado: en función de cada zada en la actualidad es la que formuló la la relación entre la sociedad, la naturale-
situación, un Estado puede OCDE en 2006: “el conjunto de operacio- za y el mercado (Pavone, 2012; Morrison,
encogerse, o llevar a cabo nes económicas de una sociedad que utiliza 2012). Desde esta narrativa, la naturaleza
un proceso conocido como el valor latente alojado en los productos y ya no es concebida simplemente como un
“rollback” (como fue el procesos biológicos para conseguir nuevo conjunto de recursos naturales y biológicos
caso de la desregulación y crecimiento y beneficios sociales para los aptos para la explotación, sino que es inte-
la privatización en los 80), ciudadanos y las naciones” (OCDE, 2006). grada en los procesos productivos mismos
o expandirse, un proceso Uno de las ideas comunes a las diver- como un medio de producción en sí misma
conocido como “rollout” (en sas definiciones de bioeconomía es que la (Pavone 2012). Por otro lado, la bioecono-
este caso, le facilita la tarea tecnología es “la” solución a los principales mía funciona como un programa de políti-
a las fuerzas del mercado, problemas de la humanidad: se desplaza el cas públicas que favorece el desarrollo y el
como en la década del 90) foco de atención de las causas sociales a crecimiento de la industria biotecnológica.
(Peck & Tickell, 2002). las soluciones tecnológicas4. A su vez, las Estas políticas apuntan directamente a las
6
“La bioeconomía es un promesas de la bioeconomía subestiman necesidades financieras (sistemas imposi-

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Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 45

tivos favorables, subsidios, etc.), regula- la vez que se ven forzadas a buscar estra-
torias (leyes, normativas, etc.) y científi- tegias para afrontar la barrera de la peri-
cas (estímulos al interés de la comunidad cia (dentro de las cuales, obviamente, se
científica, convenios de transferencia, etc.) incluye ponerla en cuestión). En esta bús-
de la industria biotecnológica y aspiran a queda muy comúnmente buscan articular
crear nuevas configuraciones normativas y con científicos, investigadores y trabaja-
socio-técnicas favorables a ella. dores de la salud. Según Frickel (Frickel,
A pesar de que la bioeconomía es un 2011; Frickel, Torcasso, & Anderson, 2015; proyecto y al mismo tiempo
proyecto político, existen grandes desafíos Frickel, Torcasso, & Annika, 2013), estos una visión situada dentro de
para oponerse “políticamente” a ella por “expertos” que se involucran en conflictos la narrativa neoliberal del
parte de movimientos sociales y organi- sociales generalmente no actúan de modo crecimiento económico y
zaciones de la sociedad civil. Esto se debe, individual, sino que se movilizan en redes de la competitividad y habla
entre otras cosas, a una tendencia global (aunque estas no sean siempre “visibles”). de una nueva economía
que ya Habermas (1970) había identificado A través de estas redes se conectan entre sí basada en la manipulación,
y caracterizado como “cientifización” de la y con los movimientos sociales. explotación y apropiación
política, la cual se ve agudizada en el con- Uno de los principales objetivos del ar- tecnológica de la materia
texto de la bioeconomía. A medida que se tículo es explorar las formas de resistencia viviente” (Pavone, 2012: 1).
intensifica la cientifización de la política, que desarrollan los movimientos sociales
los debates técnicos entre expertos reem- para sortear la barrera de la pericia y cam- 7
“Para aprovechar todos los
plazan otros debates más amplios basados biar las políticas regulatorias favorables a beneficios de la bioecono-
en argumentos morales o políticos y que la bioeconomía agraria para resguardar su mía, es necesario poner en
involucran a toda la sociedad (A. Kinchy, ambiente y su salud colectiva. Para esto re- marcha políticas orientadas
2012). Parthasarathy (2010) define este fe- tomé un concepto del campo de los estudios hacia la búsqueda de resul-
nómeno como la “barrera de la pericia (o de los movimientos sociales: el concepto de tados (…) de manera tal de
`expertise´)” . Por ejemplo, en los proce- “repertorio de acción colectiva” elaborado establecer las condiciones
sos de desarrollo de políticas regulatorias por Tilly (1986, 1992), definido como un estructurales requeridas para
orientadas a la innovación –fundamenta- conjunto limitado de rutinas aprendidas, ser exitosos en este propósi-
les para la bioeconomía-, generalmente compartidas y desplegadas a través de un to” (OCDE, 2009).
la aprobación o prohibición de una nueva proceso de toma de decisión relativamente
tecnología y las normativas que regulan su consciente. Los repertorios son creaciones 8
Según esta tendencia,
uso se basan exclusivamente en los llama- culturales aprendidas que surgen de la lu- habría una creciente orienta-
dos “análisis de riesgo”. En general estos cha (Tilly, 1995, p. 26). Los movimientos ción de los actores estatales
estudios son producidos por científicos o sociales no inventan nuevas formas de ac- “hacia recomendaciones
“expertos” elegidos a dedo por gobernan- tuar cada vez, sino que hacen una selección estrictamente científicas en
tes de turno, que no se publican ni pasan dentro de un repertorio disponible en un el ejercicio de sus funciones
por ninguna revisión de pares y suelen momento y lugar específico. Se producen públicas” (Habermas, 1970:
llegar a conclusiones apresuradas bajo la cambios en los repertorios, pero muy gra- 62).
presión de los tiempos políticos -lo que Ja- dualmente, dado que están arraigados en
sanoff (1990) denomina “ciencia regulato- cambios sociales, políticos y procesos eco- 9
Parthasarathy (2010) la de-
ria”-. nómicos más amplios10. Auyero, por ejem- fine como: ‘Reglas formales
En este contexto, las poblaciones afec- plo, analizó los cambios en los repertorios e informales del campo de
tadas por la biotecnificación de la agricul- de protesta en la Argentina de los noventa la construcción de políticas
tura han encontrado enormes obstáculos al (Auyero, 2002b, 2002a). En esta misma lí- basadas en ciencia y tecnolo-
visibilizar sus efectos perjudiciales, no re- nea, considero interesante explorar el tipo gía que hace muy difícil para
conocidos por la ciencia regulatoria y, por de nuevos y/o viejos repertorios de protes- aquellos sin pericia técnica
ende, no tomados en cuentas por los mar- ta que se ponen en juego en las resistencias participar como iguales” (p.
cos regulatorios. En general, la respuesta a la expansión de la bioeconomía agraria 355).
gubernamental -a pesar de la vigencia de en Argentina en el marco de un nuevo “ci-
principios precautorios- ha sido el pedido clo de protestas ambientales” en América 10
Los cambios macro estruc-
de “demostrar científicamente” los efectos Latina durante la década del 2000 (Mer- turales no afectan a la acción
que denuncian, es decir contraponer “otros linsky, 2013; Svampa & Viale, 2014). colectiva de manera directa
datos científicos” a las conclusiones de la sino indirecta: impactan en
ciencia regulatoria. Ante esta situación, los intereses, las oportuni-
comúnmente, las poblaciones afectadas se dades y la organización de
organizan colectivamente para protestar y quienes participan en los
llamar la atención de la opinión pública, a movimientos.

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El caso: La soja transgénica y de “baja toxicidad” sin restricciones para


la regulación de agrotóxicos su uso a nivel nacional. El ente responsa-
ble de la regulación de pesticidas en Ar-
en Argentina gentina, SENASA, depende del Ministerio
de Agricultura. Los ministerios de Salud y
de Medio Ambiente no tienen injerencia en
Desde el principio, el proyecto político estas políticas regulatorias. La resolución
de la bioeconomía fue concebido como un de aprobación de cada producto y las prue-
11
“Los potenciales beneficios proyecto global, el cual también debía ser bas científicas que la justifican, no son ac-
económicos y ambientales adoptado por los países periféricos –para cesibles al público. Según la legislación vi-
de la biotecnología han crea- convertirse en los principales proveedores gente, SENASA tiene la responsabilidad de
do un creciente interés es- de la “materia viviente” y los recursos na- aprobarlos, clasificarlos toxicológicamente
tratégico en la bioeconomía, turales-11. Este proyecto empalmaba muy y fijar normas de uso y comercialización.
tanto en países que pertene- armónicamente con un nuevo modelo de Pero en la práctica sólo se ocupa de las dos
cen a la OCDE como en los desarrollo neo-extractivista que comenzó a primeras y transfiere (descentraliza) la
que no (…). La bioeconomía promoverse en América Latina a inicios del responsabilidad de la regulación del uso y
no sólo será global, sino que nuevo milenio (Gudynas, 2009; Svampa & la comercialización a las provincias y mu-
los mercados principales Viale, 2014). nicipios. Es decir que, a pesar de lo que es-
para la biotecnología en la Argentina fue pionera en la adopción tipula la Ley General de Ambiente, no exis-
producción primaria (agri- del paquete semillas transgénicas y agrotó- ten presupuestos mínimos que garanticen
cultura, bosques y pesca) y xicos, y actualmente es el tercer productor protecciones mínimas homogéneas sobre
la industria podrían estar en mundial de cultivos transgénicos. Tanto el el uso y la comercialización de pesticidas
países en vías de desarrollo” Ministerio de Agricultura como el Minis- para todos los habitantes del territorio. Las
(OCDE, 2009) terio de Ciencia, Tecnología e Innovación provincias o municipios que deciden esta-
fueron y son activos promotores de la bioe- blecer restricciones basan sus normativas
12
La soja RoundUp Ready conomía agraria en el país. También la co- en la clasificación toxicológica provista por
ha sido genéticamente munidad académica constituyó y constitu- SENASA (con el criterio de: mayores res-
modificada para tolerar ye un pilar significativo en la construcción tricciones a mayor nivel de toxicidad del
el herbicida Roundup, de la legitimidad social de la introducción producto). El problema es que esta clasi-
cuyo principio activo es el y expansión de la bioeconomía (Folguera, ficación es sumamente deficitaria: se basa
glifosato. La modificación Carrizo, & Massarini, 2014). en la metodología DL50 que sólo toma en
genética vuelve a la semilla Desde la introducción de la soja transgé- cuenta la toxicidad letal en animales de
transgénica resistente a la nica RR resistente al glifosato en 199612, los laboratorio a través de una dosis única
sustancia química mediante cultivos transgénicos fueron reemplazando (es decir que solo mide la probabilidad de
la inhibición de una enzima. a otros cultivos a la vez que se amplió la muerte en un corto período de exposición),
De esta manera, es posible frontera agrícola (Bisang, Anlló, & Campi, y no considera exposiciones crónicas ni
rociar la tierra sembrada 2008). Hacia fines de la década del 90 un otros efectos como enfermedades crónicas,
con este herbicida matando nuevo modelo agroproductivo se había ins- carcinogenicidad, genotoxicidad, enfer-
toda vida vegetal excepto talado en Argentina, con importantes cam- medades autoinmunes, diabetes, autismo,
la semilla. Así, las semillas bios en la distribución de la tierra, las ga- malformaciones fetales o abortos espontá-
transgénicas pueden crecer nancias rurales y las prácticas agrarias (S. neos, entre otras patologías. Por este mo-
sin necesidad de roturación Aparicio, 2005; Giarraca, 2006; Giarraca & tivo, a pesar de un creciente corpus de in-
mecánica del suelo, a través Teubal, 2005; Leguizamón, 2014; Teubal, vestigaciones científicas que dan cuenta de
de la técnica de siembra 2008). Actualmente la superfecie de cul- la relación entre el glifosato y esta serie de
directa. tivos transgénicos abarca más de 24,5 mi- problemas de salud, según la clasificación
llones de hectáreas13. La expansión de este del SENASA el glifosato es un producto “de
13
Esta superficie representa nuevo modelo de agricultura fue acompa- baja toxicidad” (grado III de IV, donde IV
aproximadamente el 14% de ñada por un incremento exponencial en el es el más bajo). Esto explica que en 1996
la superficie global, Argen- uso de agrotóxicos, liderado por el glifosa- -cuando se aprobó la soja transgénica- no
tina es el tercer productor to: si en 1997 se utilizaban 123 millones de existía ninguna limitación provincial o mu-
mundial de este tipo de litros de agrotóxicos, en 2012 se utilizaban nicipal al uso de glifosato14: se podía fumi-
cultivos, después de Estados 317 millones (Kleffmann & Partner SRL, gar con glifosato hasta la puerta de las ca-
Unidos y Brasil. Fuente: 2013). sas, o rociarlo con aviones sobre poblados,
http://www.argenbio.org/ Cuando se aprobó la soja RR, el glifosa- escuelas rurales y fuentes de agua.
index.php?action=culti- to ya estaba aprobado y clasificado por los
vos&opt=5 organismos regulatorios como un producto

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Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 47

Crónica de las luchas con conocimiento válido sobre sus propios


padecimientos, por lo que acudieron a un
Las Madres de Ituzaingó: hacer visi- biólogo en busca de ayuda. Se pusieron en
ble lo invisible contacto con Raúl Montenegro, director de
la ONG ambientalista Fundación para la
Las primeras denuncias sobre enferme- Defensa del Medio Ambiente (FUNAM)15.
dades asociadas a la exposición a agrotó- Montenegro planteó la hipótesis de que los
xicos surgieron a principios de la década padecimientos de salud denunciados por
de 2000 e involucraron a un grupo de ma- las Madres de Ituzaingó estaban relaciona-
dres de un barrio suburbano limítrofe con dos con la exposición a agrotóxicos. Mon-
campos de soja transgénica en la ciudad tenegro empezó a dar charlas en el barrio
de Córdoba: el barrio de Ituzaingó Anexo. y presionó, junto con las Madres de Itu-
Ellas estaban preocupadas por ver a mu- zaingó, a las autoridades para que lleven
chos vecinos usando pañuelos y barbijos a cabo estudios ambientales para determi-
e iniciaron un relevamiento para conocer nar qué contaminantes estaban presentes
cuántos enfermos había en su barrio. Sos- en el barrio. Simultáneamente, las madres
pechaban que estas enfermedades estaban continuaban con las manifestaciones en las
relacionadas con contaminantes ambienta- calles.
les, aunque no sabían bien cuáles. Duran- Después de que un canal de televisión
te cuatro meses recogieron datos puerta a mostrara una de las manifestaciones en las
puerta sobre el estado de salud de los ve- calles de Ituzaingó, el Ministerio de Salud
cinos y armaron un mapa de localización de la provincia recibió al grupo de madres
de enfermedades. Encontraron 107 pade- y les prometió llevar a cabo un estudio
cientes de enfermedades que se vinculan ambiental de agua y suelo, así como un
con alteraciones ambientales (fundamen- estudio epidemiológico (Carrizo & Berger,
talmente diversos tipos de cáncer poco fre- 2008). En junio de 2002, tras una petición
cuentes, enfermedades de la piel y enfer- presentada por las Madres, la Legislatura
medades autoinmunes). Este fue el primer Municipal aprobó una ordenanza que de-
intento del grupo de mujeres de producir claraba la “emergencia sanitaria” del ba-
una “evidencia” del problema que querían rrio (Ordenanza 1050). El reconocimiento
denunciar, en este caso era una evidencia oficial de la existencia de problemas de
experiencial. Con estos datos, las madres salud en el barrio fue un primer resultado 14
Esto fue variando a lo
presentaron la lista y el mapa de localiza- positivo de la lucha de las Madres. Sin em- largo del tiempo, como
ción de los enfermos al Ministerio Provin- bargo, al mes, Montenegro informó que el vamos a ver a continuación:
cial de Salud y le pidieron que realice estu- Ministerio Provincial de Salud estaba ocul- a medida que aumentó la
dios de suelo, aire y agua para determinar tando los resultados del estudio del suelo protesta social se fueron
las causas y tomar medidas de protección que había realizado, según el cual existían promulgando algunas leyes
(Carrizo & Berger, 2008). Sin embargo, la agrotóxicos en todas las muestras a niveles provinciales o ordenanzas
evidencia recogida por ellas no fue consi- más altos que los permitidos (Montenegro, municipales que establecen
derada como “válida” para justificar una 2002). El ministro negó esto y afirmó que límites al uso de glifosato
toma de acción por parte del Ministerio y los niveles de agrotóxicos estaban por de- y otros agrotóxicos. Sin
sus reclamos fueron ignorados. Ante esto, bajo del límite establecido por la ley, pero embargo, como decía en la
las mujeres se organizaron colectivamente no hizo públicos los resultados (Entrevista introducción, la promulga-
y comenzaron a realizar manifestaciones con Montenegro, 2013). Como respuesta a ción de normativas de uso
en la calle con mujeres y niños con barbi- esto, Montenegro y las Madres decidieron sigue siendo totalmente
jos. En este proceso empezaron a llamarse realizar por su cuenta un estudio de suelo y insuficiente y los parámetros
a sí mismas Madres de Ituzaingó y funda- agua con el apoyo de la Universidad Nacio- de protección sumamente
ron lo que luego se convirtió en la prime- nal de Córdoba y FUNAM (Carrizo y Berger, heterogéneos a lo largo del
ra organización del movimiento de lucha 2008). Este fue el segundo intento por par- territorio nacional.
contra los agrotóxicos en el país (Florencia te de las madres de producir la “evidencia”
Arancibia & Motta, 2018). Pero las autori- para sustentar sus reclamos, en este caso 15
FUNAM es una ONG
dades gubernamentales siguieron ignoran- la evidencia era un estudio técnico de im- con una gran trayectoria en
do sus reclamos y las apodaron “las locas pacto ambiental realizado por un “experto” salud ambiental, que desde
de Ituzaingó”. (doctor en biología). 1992 apoyaba a comunida-
Las Madres comprendieron rápidamen- A mediados del 2002, con la ayuda de des mediante el desarrollo
te que no eran reconocidas como sujetos una abogada (Graciela López de Filoñuk) y de estudios ambientales.

Ciencia Digna | América Latina. V1 N1 2020


48 Arancibia, Florencia

la FUNAM, las Madres presentaron un pe- estudio epidemiológico para cuestionar los
titorio al Tribunal Federal de Justicia de la resultados del último estudio epidemioló-
provincia de Córdoba para que restrinja las gico publicado por el Ministerio de Salud
fumigaciones en las proximidades de zonas (realizado por el equipo de la Universidad
residenciales de la provincia y prohíba in- Nacional de Córdoba). Este fue el tercer
mediatamente la fumigación en Ituzaingó. intento de las Madres de producir “evi-
Además, presentaron 38 denuncias penales dencia” sobre sus padecimientos, en este
contra los dueños de los campos aledaños caso se trató de un estudio epidemiológico
a las casas (de Francisco Parra y Jorge Ga- llevado a cabo conjuntamente con un mé-
brielli) y diversas autoridades guberna- dico -un ejemplo de lo que Brown (1987)
mentales por ser responsables de poner en denominó “epidemiología popular”-. Las
riesgo la salud pública. Era la primera vez Madres denunciaron haber recibido ame-
que las Madres de Ituzaingó implementa- nazas durante la realización de la encuesta.
ban una estrategia judicial, aunque sin re- El informe donde publicaron los resultados
sultados inmediatos. Unos días más tarde unos meses después concluía con estas pa-
se conocieron los resultados del estudio de labras:
agua llevado a cabo por el Ministerio de
Salud que confirmaron la presencia de me- Nuestro barrio de baja condición social
tales pesados en el agua por encima de los debe soportar múltiples factores de degra-
niveles aceptados. Ante esto, se les brindó dación y de contaminación ambiental que
a los vecinos una bomba de agua y la Legis- afecta de forma directa el pleno goce y el
latura provincial promulgó otras dos Orde- ejercicio de los derechos humanos. Es un
nanzas que prohibieron las fumigaciones ícono de la problemática ambiental de la
terrestres y aéreas hasta tanto la emergen- mayoría de las ciudades y asentamientos
cia sanitaria siguiese en pie (Ordenanzas humanos que se encuentran en las zonas
10590 y 2589) (Carrizo y Berger, 2008). aledañas a cultivos de soja […]. Ese país
Estos fueron resultados positivos para las laboratorio forrajero encontró sus me-
Madres. Sin embargo, a pesar de las nuevas jores defensas en mecanismos sutiles de
reglamentaciones, las fumigaciones persis- ocultamiento y de invisibilidad, de allí que
tían (se violaban las Ordenanzas constan- nuestro mayor esfuerzo sea siempre el de
temente). hacer visible lo invisible, y en medio de la
Luego, se dieron a conocer los resulta- fiesta obscena de las exportaciones récord
dos del estudio de suelo y agua conducidos y de la evasión de retenciones, exhibir
por las Madres y Montenegro. Estos con- sus consecuencias trágicas en el hambre
firmaban que el barrio estaba contaminado y en las pérdidas de vida que el modelo
con un cóctel de contaminantes, principal- provoca. […] La fumigación con glifosato,
mente agrotóxicos. Unas semanas después endosulfán, paraquat y otros venenos se
se conocieron los resultados de otro estu- ha convertido en la amenaza constante de
dio, un estudio epidemiológico conducido muchos argentinos. ¿Cómo afecta la tute-
por un equipo de la Universidad Nacional la del Estado para sus ciudadanos, frente
de Córdoba a pedido del Ministerio de Sa- a los niños asesinados a sangre fría a lo
lud que informó que había solo cuarenta largo de todos los pueblos de la Repúbli-
casos de cáncer y concluía que la situación ca? ¿Quién controla estos paquetes tecno-
ambiental y sanitaria del barrio era normal lógicos? ¿Quién controla la biotecnología?
(Carrizo y Berger, 2008). En base a este (Madres, 2005)
estudio, el Ministerio de Salud declaró que
todo estaba bien y que no era necesario im- Este estudio epidemiológico dio cuenta
plementar ninguna medida de protección. de un número mucho mayor de enfermos
A fines del 2003 asumió un nuevo go- de cáncer respecto del informe oficial. Sin
bierno municipal y las Madres encontraron embargo, el Ministerio de Salud no consi-
en el Subsecretario de Salud a un aliado. Él deró los resultados del estudio como váli-
abrió un nuevo centro de atención primaria dos. Ante esto, en 2004, el Subsecretario
de la salud en el barrio (UPAS 29), bajo la de Salud (aliado de las Madres) le pidió a
coordinación del médico clínico Mario Car- un prestigioso epidemiólogo de Buenos Ai-
pio quien se solidarizó con las Madres. El res (Edgardo Shinder) que realice un estu-
médico y las madres comenzaron un nuevo dio epidemiológico comparando el barrio

Ciencia Digna | América Latina. V1 N1 2020


Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 49

de Ituzaingó Anexo con otros dos barrios buscaron impedir por todos los medios que
control. Sin embargo, este estudio no pudo las Madres y aliados sigan produciendo
ser concluido dado que el gobierno provin- “evidencia”.
cial obstruyó su continuidad. En febrero
de 2006 Shinder denunció a la prensa que
no pudo terminar el estudio por presiones
políticas y amenazas; también hizo públi-
cos los resultados preliminares que daban
cuenta de una situación sanitaria alarman-
te y pidió al gobierno que relocalice urgen-
temente a los habitantes del barrio (Aranci-
bia, 2015). El mismo año, el médico clínico
coordinador del UPAS 28 fue destituido de
su cargo, junto con las autoridades de sa-
lud municipales que lo habían contratado.
En síntesis, este período se caracterizó
por la puesta en acto de formas tradicio- Figura 1. Protesta de la Madres de Ituzaingó. Fuente: Nosotras
en el Mundo https://rednosotrasenelmundo.org/Madres-de-
nales de protesta (manifestaciones, peti- Ituzaingo-15-anos-de
torios, litigios judiciales) y, simultánea-
mente, múltiples esfuerzos por producir y
hacer pública la “evidencia” sobre los efec- “Paren de fumigar” y el surgimiento
tos de los agrotóxicos en el ambiente y la de un movimiento social
salud de los vecinos, como otra forma de
acción beligerante. En un contexto de cien- Si bien promulgaron nuevas ordenanzas
tifización de la política (Moore, Kleinman, municipales que prohibían las fumigacio-
Hess, & Frickel, 2011), y a pesar de la exis- nes en el barrio Ituzaingó Anexo, estas eran
tencia del principio precautorio en la legis- constantemente violadas. En este contexto,
lación nacional16, las Madres de Ituzaingó en 2004 las Madres viajaron a la Capital
se vieron obligadas a producir y divulgar Federal y conocieron al Grupo de Reflexión
en distintos ámbitos la “evidencia” de sus Rural (GRR). El GRR fue fundado a media-
padecimientos, ya sea por sus propios me- dos de la década de 1990 por intelectuales
dios como en articulación con científicos, de distintas disciplinas como un espacio
investigadores y médicos aliados. Esto dio para el diálogo y el debate sobre los im-
lugar a la producción y movilización de pactos del capitalismo global y se opuso al
nuevo conocimiento de distinto tipo –re- modelo basado en la biotecnología agraria
gistros experienciales, estudios ambienta- desde antes incluso de la aprobación de la
les, epidemiológicos, clínicos-. Ante esto, soja RR. El GRR y las Madres se asociaron
las autoridades gubernamentales también y, junto con otras organizaciones sociales
se embarcaron en la producción de otra (CEPRONAT, Unión de Asambleas Ciuda-
“evidencia” para desacreditar la nueva danas, RAPAL, entre otras), lanzaron en
“evidencia” producida por las madres y sus 2005 la primera campaña nacional contra
aliados y, así, pudieron seguir negando el el uso de agrotóxicos: “Paren de Fumigar”.
problema. Sin embargo, la divulgación de Los objetivos de la campaña eran promo-
la “evidencia” de los problemas de salud y ver, a mediano plazo, un cambio de modelo
la contaminación ambiental, junto con las agro- productivo sin transgénicos ni agro-
distintas formas de protesta interpeló a al- tóxicos, y, a corto plazo, restringir su uso.
gunos legisladores municipales (que apro- Durante la campaña, el GRR y las Madres
baron las nuevas ordenanzas municipales viajaron a cientos de pueblos rurales de
que restringieron el uso de agrotóxicos en zonas sojeras para mapear las localidades
el área), así como al Subsecretario de Salud afectadas y promover la creación de orga-
(que comenzó a realizar estudios “oficia- nizaciones de resistencia (que, en general,
les” que apoyaron los reclamos de los ve- tomaron la forma de asambleas vecina- 16
Estipulado en el artículo 4
cinos). Ante esto, los gobiernos municipal les). También apelaron a médicos rurales y de la Ley Nacional de Medio
y provincial cambiaron de estrategia: en científicos para que apoyen a los vecinos y Ambiente 25.675, y en el ar-
lugar de intentar rebatir los resultados de generen “evidencia” sobre los efectos de la tículo 14 de la Constitución
la nueva “evidencia” con otra “evidencia”, exposición a agrotóxicos. La mayoría de las Nacional.

Ciencia Digna | América Latina. V1 N1 2020


50 Arancibia, Florencia

comunidades y los médicos rurales nunca dieron. Sin embargo la campaña implicó
habían escuchado hablar sobre los agrotó- avances en la construcción de la resisten-
xicos, por eso, el primer paso de la campa- cia social en varios sentidos. Muchas de las
ña fue “crear conciencia” (Entrevista con comunidades visitadas reaccionaron a la
Rulli, 2010). Organizaron charlas, proyec- campaña, y se fundaron nuevas asambleas
ciones de películas y talleres. En estos, las de vecinos en todo el país: “Paren de fu-
Madres compartían sus experiencias, y un migar Córdoba”, “ Paren de fumigar Junín”,
médico clínico (Kaczewer) explicaba los y así sucesivamente. El número de parti-
efectos de los agrotóxicos en la salud y los cipantes y los niveles y tipos de actividad
principales síntomas a los cuales prestar de estas asambleas variaron mucho, pero
atención. La idea era abrir un espacio para incluyeron manifestaciones callejeras, pe-
que los vecinos hablaran sobre sus propios titorios, juntadas de firmas y recursos ju-
problemas de salud y reflexionaran sobre diciales. En cada localidad, a su vez, hubo
el carácter colectivo de estos. Toda la infor- momentos de mayor actividad y períodos
mación recolectada a lo largo de estas acti- de latencia. De hecho, la campaña emitió
vidades, así como algunas “evidencias” ex- un manual sobre cómo organizar y llevar
perienciales y unas primeras “evidencias” a cabo un recurso judicial contra la con-
clínicas producidas por los médicos locales taminación por agrotóxicos (Grupo de Re-
fueron recopiladas en un libro, “Pueblos flexión Rural, 2006) y se iniciaron muchas
Fumigados” (Rulli 2009) en cuya primera acciones judiciales en diversas localidades
página se puede leer: (Lapegna, 2016; Leguizamón, 2014; Rau-
checker, 2015). También muchos médicos
El proyecto Paren de Fumigar nació como reaccionaron a la campaña y comenzaron
gesto solidario a partir de conocer y de a producir diversos tipos de “evidencias”,
comenzar a respaldar, a partir del año muchas de las cuales fueron incluidas en el
2005, a lucha de las Madres de Ituzain- libro “Pueblos Fumigados” y otras fueron
gó […]. Este trabajo se sustenta en los in- luego presentadas en el Primer Encuentro
formes suministrados por los pobladores de Pueblos Fumigados en 2010 (R. Motta &
de algunas de las muchísimas localidades Arancibia, 2016).
afectadas y en ellos se exponen problemas Como la mayoría de los pueblos rurales
concretos de cada lugar originados direc- estaban aislados unos de otros, y los ve-
ta o indirectamente por la acción de los cinos tenían pocos recursos económicos,
plaguicidas. […]. Esta presentación que era difícil comunicarse y coordinar accio-
añade una recopilación de casos y eviden- nes entre asambleas locales separadas por
cias, y a pesar de tantas dificultades en- grandes distancias de tierra. Por esto, las
contradas y de hallar tantas resistencias, nuevas asambleas se caracterizaron por
expresa la enorme esperanza, no tan solo operar principalmente a nivel local, diri-
nuestra, sino también de todos los pueblos giendo sus reclamos a las autoridades mu-
que son víctimas del espantoso flagelo de nicipales. En general, encontraron fuertes
la fumigación con tóxicos, de que, en cier- obstáculos para articular actividades y
tos lugares de decisión o al menos donde reclamar a las autoridades provinciales o
la autoridad moral se encuentra preserva- nacionales. A pesar del fuerte anclaje te-
da, haya oídos y disposición para atender rritorial, algunas asambleas de Santa Fe,
estas demandas. (…) Esta presentación Buenos Aires y Córdoba pudieron organi-
ofrece la oportunidad de tomar conciencia zar reuniones provinciales una vez al año:
y en especial de hacer algo para detener el los Encuentros de Pueblos Fumigados. Es-
genocidio. Quedamos esperando. tos encuentros dieron lugar a conexiones
entre asambleas de diferentes lugares del
La campaña se cerró en 2006 con la país.
presentación del libro, la presentación de En síntesis, la campaña fomentó la
una demanda judicial a la Corte Suprema constitución de asambleas contra el uso de
de Justicia para suspender el uso y comer- agrotóxicos en todo el país y la articulación
cialización de agrotóxicos en todo el país, entre ellas. También promovió la creación
y la entrega de una carta a la Presidencia de una red de médicos rurales y trabajado-
de la Nación con una copia del libro. Ni la res de la salud que apoyaron los reclamos
Corte Suprema, ni la Presidencia respon- de las comunidades y produjeron nuevas

Ciencia Digna | América Latina. V1 N1 2020


Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 51

“evidencias” de daño. Todo esto fortaleció que se pusieron en juego en esta campaña
el cuestionamiento al discurso sobre la ino- fueron similares a las descritas en el apar-
cuidad de los agrotóxicos y la política re- tado anterior: formas tradicionales (mani-
gulatoria que los regula. En este sentido, la festaciones, petitorios, litigios judiciales) y
campaña fue un paso clave para la confor- producción y movilización de distinto tipo
mación de un movimiento social contra el de “evidencia”.
uso de agrotóxicos. Las formas de protesta

Figura 2. Reunión de Paren de Fumigar. Fuente: Colectivo Paren de Fumigar http://parendefumigar.blogspot.com/

El conflicto en el seno de la comuni-


dad científica y en el campo de la cien-
cia regulatoria

En abril de 2009, la portada del popular no fue el primer estudio que diera cuenta
diario Página 12 publicaba nuevos resul- de efectos perjudiciales del glifosato en la
tados de un experimento que demostraba salud pública, múltiples experimentos pre-
que el glifosato causa malformaciones en vios daban cuenta de diversos efectos (Ca-
embriones. El estudio había sido lleva- baleiro, 2018). Pero al estar publicados en
do a cabo por Andrés Carrasco, director revistas científicas en inglés o francés re-
del Laboratorio de Embriología Molecular sultaban, en general, inaccesibles para las
de la Universidad Nacional de Buenos Ai- comunidades de zonas rurales de Argenti-
res e investigador del CONICET. Carrasco na. El hecho de que este experimento haya
había sabido de la lucha de las Madres de sido conducido por un médico argentino de
Ituzaingó en una reunión de la Unión de una universidad nacional y que sus resul-
Asambleas Ciudadanas (una de las organi- tados fueran publicados en español en un
zaciones que participó en la campaña Pa- medio de difusión masiva marcó una gran
ren de Fumigar) (Entrevista con Carrasco, diferencia. No fue casualidad. En declara-
2010). Entrevistado por el periodista Darío ciones a la prensa (Aranda, 2009b) Carras-
Aranda el investigador proporcionó deta- co había justificado su decisión de publicar
lles técnicos y dijo que debían realizarse los resultados del experimento primero en
inmediatamente nuevos estudios para un medio periodístico:
analizar otros posibles daños causados
por el glifosato y mientras tanto, debería No hay canales institucionales confia-
prohibirse o, al menos, limitarse su uso en bles que puedan receptar investigaciones
áreas pobladas alrededor de los campos de de este tipo, con poderosos intereses en
soja. En la entrevista, Carrasco apuntó a la contra. Entonces la decisión personal fue
complacencia del sistema científico global hacerla pública, ya que no existe razón
con los intereses de las corporaciones: “La de Estado ni intereses económicos de las
ciencia está urgida por poderosos intereses corporaciones que justifiquen el silencio
económicos, y no por la búsqueda de la ver- cuando se trata de la salud pública. Hay
dad y el bienestar de los pueblos” (Aran- que dejarlo claro, cuando se tiene un dato
da, 2009a). El experimento de Carrasco que sólo le interesa a un círculo pequeño,

Ciencia Digna | América Latina. V1 N1 2020


52 Arancibia, Florencia

se lo pueden guardar hasta tener ajustado cencia con el discurso legitimador de bioe-
hasta el más mínimo detalle y se lo cana- conomía. El manifiesto, llamado “Voces de
liza por medios para ese pequeño círculo. alerta” (Voces de Alerta, 2009) fue publi-
Pero cuando uno demuestra hechos que cado en Internet:
pueden tener impacto en la salud pública,
es obligación darle una difusión urgente y El discurso de políticos, funcionarios, co-
masiva. […] Lo que tendrían que hacer las municadores y mediadores contratados
instituciones, en vez de atacarme –como por las corporaciones económicas produ-
está sucediendo desde algunos funciona- cen, a manera de discurso único el canto
rios y las empresas– es informarse y co- de sirena del “desarrollo sustentable” del
menzar a trabajar para remediar lo suce- modelo sojero y la “minería responsable”
dido (Carrasco en Aranda, 2009b). como factor de transformación, y ese dis-
curso hegemónico es estratégicamente
La primera respuesta pública Carrasco legitimado por actores universitarios y
provino de funcionarios del Gobierno que científicos pagados por las transnacio-
cuestionaron la validez de los resultados nales en un sistema público que ha sido
de su investigación. El principal argumen- desapropiado. […] En estos momentos
to era que los datos publicados en un me- de gran debate por la aparición pública
dio de comunicación masivo –en lugar de de los resultados de una investigación de
una revista científica– no podían tomar- agroquímicos de expandida difusión en la
se como válidos. El Ministro de Ciencia y agricultura argentina, afirmamos nuestra
Tecnología, Lino Barañao, declaró en un decisión por mantener un sistema científi-
programa de televisión (El Campo) que co universitario autónomo de los grandes
Carrasco no había sido encomendado por intereses económicos corporativos.
el Conicet para llevar a cabo experimen-
tos de este tipo, y que lo que se había pu- El mismo día, el Movimiento Vía Cam-
blicado no eran más que unos resultados pesina emitió un comunicado en el que
preliminares, que debían leerse como una también repudiaba el “accionar conjunto
comunicación privada de un investigador de empresas y medios de comunicación en
en lugar de una evidencia científica públi- defensa del glifosato” (Movimiento Nacio-
ca. También defendió el uso del glifosato nal Campesino Indígena-Vía Campesina,
y recalcó que la Secretaría de Agricultura 2009).
había autorizado su utilización basándose
en “evidencias” científicas internaciona-
les. Simultáneamente se lanzó una campa-
ña de desprestigio y hostigamiento contra
el investigador que apuntaba a su silen-
ciamiento (esta campaña incluyó, entre
otras cosas, la censura de charlas públicas,
incursiones a su laboratorio, amenazas fí-
sicas, el rechazo a la promoción en la ca-
rrera del investigador). Un año más tarde,
los mismos resultados fueron publicados
por la revista científica Chemical Research
in Toxicology (Paganelli, Gnazzo, Acosta,
17
El amparo se basó en el López, & Carrasco, 2010). Sin embargo, no
principio precautorio estipu- hubo declaraciones oficiales respecto de
lado por la Ley nacional del los cuestionamientos previos.
ambiente (Ley 25.675) y el Tras las declaraciones de Lino Barañao
artículo 41 de la Constitu- más de seiscientos intelectuales y científi-
ción Nacional, entendiendo cos, así como organizaciones no guberna-
que las actividades debían mentales internacionales y movimientos
ser prohibidas con el fin campesinos e indígenas, emitieron un ma-
de evitar daños en la salud nifiesto de apoyo a Carrasco, exigiendo la Figura 3. Portada del diario en el que se publica la entrevista a
pública y el medio ambiente independencia de la ciencia de los intere- Andrés Carrasco. Fuente: Página 12.
en caso de incertidumbre. ses corporativos y denunciando su compla-

Ciencia Digna | América Latina. V1 N1 2020


Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 53

Tres días después de la publicación de na de la Universidad Nacional de Buenos


los resultados del experimento, la Asocia- Aires un año antes, y la Universidad no le
ción de Abogados ambientalistas presentó habían dado la autorización. Finalmente,
un recurso de amparo ante la Corte Supre- en Agosto de 2010 se logró organizar el 1º
ma solicitando al Gobierno que determine Encuentro de Pueblos Fumigados en la Uni-
dentro de los siguientes 180 días el impacto versidad Nacional de Córdoba. Fue la pri-
en la salud pública del uso de pesticidas17. mera vez que una universidad nacional fue
Se pedía también que durante el período sede de un evento sobre el tema. Médicos
que durara la investigación –como medi- rurales, biólogos, genetistas, epidemiólo-
da cautelar– se suspendiera la comerciali- gos y otros científicos y trabajadores de la
zación, venta y aplicación del glifosato en salud presentaron sus trabajos. El Encuen-
todo el país en base a la “evidencia” brin- tro reunió a ciento sesenta personas y fue
dada en el experimento de Carrasco y otros el puntapié para la conformación de la Red
estudios disponibles (Cabaleiro, 2018). El de Ambiente y Salud-Médicos de Pueblos
fallo dirigía la responsabilidad hacia el Go- Fumigados (REDUAS) con veintitrés miem-
bierno nacional, los gobiernos provinciales bros de distintas provincias. El 2º Encuen-
de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y tam- tro de Pueblos Fumigados se realizó en
bién la corporación Monsanto Argentina. la Universidad Nacional de Rosario como
En noviembre de 2009 la recientemen- parte del 1º Congreso Latinoamericano de
te creada Comisión Nacional de Investiga- Salud Socio-Ambiental18 en 2011 organiza-
ción sobre Agroquímicos del Ministerio de do por el equipo del médico Damián Verze-
Salud, junto con el Ministerio de Ciencia ñassi. Finalizado el 1º Encuentro se publicó
y Tecnología, creó un Consejo Científico un informe que incluyó todos los trabajos
Interdisciplinario –en el ámbito del Co- presentados y una declaración política que
nicet– al que se le encomendó escribir un comenzaba así:
informe de revisión y evaluación sobre la
evidencia científica, internacional y nacio- Desde hace casi diez años los pobladores
nal, disponible sobre los efectos en la salud de las zonas rurales y periurbanas, donde
y el ambiente del uso del glifosato. Este fue se desarrollan actividades agropecuarias
publicado en Julio 2009 y la conclusión de basadas en el actual modelo de producción
las 130 páginas era que no se contaba aún agroindustrial, vienen reclamando ante
con información suficiente para afirmar la las autoridades políticas, ante la justicia
existencia de una relación causal entre el y manifestándose ante la opinión pública,
uso de los herbicidas basados en glifosato porque sienten que la salud de sus comu-
y las enfermedades denunciadas. Entre las nidades está siendo afectada ambiental-
principales críticas al informe se planteó mente, principalmente por las fumiga-
que en ningún momento se mencionara ciones con agroquímicos que se utilizan
la necesidad de aplicar el principio legal en las diferentes producciones agrarias.
precautorio para frenar las fumigaciones […] Con el fin de generar un espacio de
hasta que las supuestas nuevas investiga- análisis y reflexión académica y científi-
ciones requeridas estén listas. Al mismo ca sobre el estado sanitario de los pueblos
tiempo, se criticó el hecho fundamental de fumigados, y de escuchar y contener a los
que el experimento de Carrasco no fue in- miembros de los equipos de salud que vie-
cluido en la evidencia disponible. Por últi- nen denunciando y enfrentando este pro-
mo, se cuestionó que el informe no fuera blema, la Facultad de Ciencias Médicas de
evaluado por pares externos a la comisión. la UNC, a través de dos de sus cátedras
Probablemente, la campaña de desle- (Medicina I y Pediatría), convocó a este 1º
gitimación contra Carrasco y el activo rol Encuentro (Ávila Vázquez & Nota, 2010).
que asumieron los organismos de Cien-
cia y Tecnología en estas campañas, agu- Unos meses antes, en mayo de 2010, el
dizaron la necesidad de fortalecer los la- ingeniero forestal Claudio Lowy apoyado
zos entre aquellos médicos, científicos y por la Red Nacional de Acción Ecologista,
trabajadores de la salud que participaban la UAC, RAPAL y la Asociación de Abogados
del conflicto. Ya Carrasco había intenta- Ambientalistas, entre otras organizacio- 18
Estos congresos continua-
do sin éxito organizar un seminario sobre nes, hizo llegar al Defensor del Pueblo de ron organizándose cada dos
los agrotóxicos en la Facultad de Medici- la Nación un Requerimiento con 1.036 fir- años, hasta la actualidad.

Ciencia Digna | América Latina. V1 N1 2020


54 Arancibia, Florencia

mas adheridas solicitando su intervención ambiental. El amparo citaba los estudios


para el cambio de metodología de la clasifi- presentados por los médicos y trabajadores
cación toxicológica de los agrotóxicos (ba- de la salud en el Encuentro de Médicos de
sada en la metodología DL50). Por primera Pueblos Fumigados. En diciembre de 2011
vez las demandas del movimiento apunta- la justicia se expidió rechazando el ampa-
ron a cuestionar aquello que aparentemen- ro por considerar que el cambio de meto-
te competía sólo a los “expertos”; y por dología de clasificación de los agrotóxicos
primera vez se constituyó como blanco del no era competencia del Poder Judicial sino
reclamo el organismo encargado de pro- del Poder Ejecutivo y/o del Congreso de la
ducir la ciencia regulatoria: el SENASA. El Nación. Un mes antes, la Justicia se había
Requerimiento ante el Defensor del Pueblo pronunciado ante el recurso de amparo
pedía que se utilice una metodología que presentado por la Asociación de Abogados
considere no solo los daños letales agudos, Ambientalistas en abril 2009, afirmando
sino también los letales de mediano y largo que la causa era ajena a la competencia
plazo, subletales agudos y subletales cró- originaria de la Corte Suprema de Justicia
nicos. Al mismo tiempo, solicitaba que los de la Nación, y que en todo caso debería re-
productos fitosanitarios que hubieran sido direccionarse hacia la Justicia Federal, en
aprobados sin utilizar esta metodología caso que se optara por demandar al Estado
sean re-clasificados como “I.a: sumamen- Nacional, o hacia la Justicia local, en caso
te peligrosos, muy tóxicos”. Por último, se que se optara por demandar a las provin-
demandaba que los estudios en los que se cias.
basasen las nuevas clasificaciones fueran En síntesis, en esta etapa el conflicto
realizados por investigadores, empresas por los agrotóxicos penetró en el seno de
y/o laboratorios que no estén y/o no hayan la comunidad científica y en el campo de la
estado vinculados de alguna manera a las ciencia regulatoria. El silencio de la comu-
empresas y laboratorios que patentan, ela- nidad científica ante los reclamos de las co-
boran y/o comercializan los agrotóxicos. munidades y los médicos rurales fue pues-
Ante la falta de respuesta del Defensor del to en evidencia y criticado públicamente.
Pueblo, Lowy, inició una huelga de hambre También se denunciaron las importantes
frente a la puerta de la Defensoría del Pue- falencias y limitaciones de la metodología
blo de la Nación. Días después, el Defensor de la clasificación toxicológica de los agro-
del Pueblo dio curso a los planteos e hizo tóxicos utilizada por la ciencia regulatoria.
los pedidos de cambios correspondientes a Organismos como el Ministerio de Cien-
la Secretaría de Agricultura, Ganadería y cia, Tecnología e Innovación Productiva,
Pesca (Defensoría del Pueblo, 2010). el CONICET y el SENASA fueron cuestio-
En Junio de 2011, ante la falta de res- nados e interpelados de diversos modos.
puesta por parte de esta Secretaría se ini- En general, las respuestas dadas por estas
ció una nueva huelga de hambre frente a instituciones no implicaron hacerse cargo
las puertas de la Secretaría. El pedido de del problema y tomar cartas en el asun-
cambio de metodología contaba para esta to. Sus respuestas, en general, implicaron
altura con el apoyo de 10.000 firmas. La continuar desacreditando los reclamos de
persistente falta de respuesta derivó, en las comunidades afectadas, continuar ne-
Agosto de 2011, en la presentación de un gando el problema, así como defender las
nuevo recurso de amparo ante la Justicia políticas regulatorias y agrarias vigentes
Federal patrocinado por la Asociación Ar- y atacar a las voces críticas. En este esce-
gentina de Abogados Ambientalistas, con- nario se fue conformando una red de mé-
tra el Poder Ejecutivo Nacional, a través de dicos, científicos y trabajadores de la sa-
su Secretaría de Agricultura, Ganadería y lud comprometidos con la problemática.
Pesca de la Nación, y el SENASA. El ampa- Esta red fue clave para articular esfuerzos
ro reclamaba que se decrete la emergencia y fortalecer su capacidad de intervención
ambiental, se ordene el cambio de meto- pública. A lo largo de estos años se man-
dología en clasificación de los agrotóxicos tuvieron los conflictos y las movilizaciones
–tal como recomendaba el Defensor del a nivel local, cada uno con sus particulari-
Pueblo–, se tomen medidas urgentes para dades, sus propias formas de protesta, sus
prevenir la salud de la población y se cum- propios períodos de actividad y latencia y
plimente el libre acceso a la información sus propios resultados. La red de médicos,

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Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 55

científicos y trabajadores de la salud arti- algunas leyes provinciales de agroquími-


culó con diversas organizaciones sociales e cos (por ejemplo, en algunas provincias se
intervino en los conflictos locales y nacio- prohibieron las fumigaciones aéreas) y se
nales de diversos modos: reclamó la vigen- ganaron algunas batallas judiciales (Caba-
cia del principio precautorio, produjo “evi- lerio, 2019).
dencia” sobre el daño de los agrotóxicos, la La cantidad de ordenanzas por provin-
difundió públicamente, la movilizó en las cia y los parámetros de protección que se
cortes y al interior de la comunidad cien- lograron promulgar fueron sumamente he-
tífica, interpeló a las autoridades guberna- terogéneos: las distancias habilitadas para
mentales (en el poder ejecutivo, legislativo las fumigaciones variaron entre los 100 y
y judicial). los 5.000 metros de las zonas pobladas y
las fuentes de agua; en algunos casos se
Algunos resultados de un proceso de ordenó que las fumigaciones sean autori-
lucha aún abierto zadas por un ingeniero agrónomo respon-
sable y en otros no; en algunos casos se
Luego de doce años de comenzados los generaron políticas para la reconversión a
primeros reclamos no se lograron cam- la agricultura agroecológica y en otros no,
bios en la política nacional que regula el etc. A su vez, la capacidad de control de
uso y comercialización de agrotóxicos. No estas ordenanzas fue heterogénea, aunque
se aplicó el principio precautorio según mayoritariamente muy débil. Todas estas
el cual ante denuncias o “incertidumbre” diferencias dependieron en última instan-
sobre la seguridad de un producto debe- cia de la correlación de fuerzas entre las
ría suspenderse su uso y comercialización asambleas y organizaciones sociales que
hasta tanto tener estudios que prueben la luchaban contra el uso de agrotóxicos y los
inocuidad. El Ministerio de Salud no se in- productores rurales locales que los reque-
volucró en la regulación de los agrotóxicos rían, así como de la postura del gobierno
ni llevó a cabo ningún estudio epidemioló- municipal o provincial de turno (más a fa-
gico para evaluar el impacto del incremen- vor o más en contra).
to exponencial, desde 1996, de la exposi- De los múltiples litigios judiciales que
ción al glifosato y otros agrotóxicos de los se iniciaron en el período hubo tres que se
doce millones de argentinos que viven en ganaron y sentaron importantes preceden-
zonas rurales y periurbanas. El SENASA tes para futuros litigios. En el primer fallo,
no cambió la metodología de clasificación en marzo de 2010, un juzgado de Santa Fe
toxicológica de los productos fitosanita- prohibió a productores agropecuarios fu-
rios, tampoco abrió al público los estudios migar con agrotóxicos en las cercanías de
utilizados para la clasificación vigente. No San Jorge (800 metros para fumigaciones
se promulgó una ley nacional para regular terrestres y 1500 metros para fumigacio-
el uso y la comercialización de los agrotó- nes aéreas). Por otro lado, el juez le dio al
xicos a nivel nacional, ni se restringió de gobierno de Santa Fe y a la Universidad
ningún modo el uso y la comercialización Nacional del Litoral un plazo de seis meses
del glifosato. para demostrar que los agrotóxicos no eran
Sin embargo, a lo largo del período se perjudiciales para la salud humana. Por
formó un movimiento social y una red de primera vez, se invirtió la carga de la prue-
médicos, científicos y trabajadores de la ba: en lugar de pedirle a los vecinos (víc-
salud que cuestionó públicamente el dis- timas) que demuestren el daño, se volvió
curso de la inocuidad de los agrotóxicos responsabilidad del gobierno demostrar
sostenido por la bioeconomía y demandó que los productos son “seguros” y no gene-
cambios en las políticas regulatorias vi- ran ningún daño. Fue también la primera
gentes. A su vez, a través de la articulación vez que se aplicó el principio precautorio
de ambos actores colectivos (movimiento y para prohibir la fumigación cerca de zonas
red) se lograron algunos cambios en la po- pobladas.
lítica local (Vara, Piaz & Arancibia, 2012). En junio de 2010, un juzgado en la pro-
Se promulgaron centenares de ordenanzas vincia de Chaco prohibió el uso de agrotó-
municipales que establecen “zonas libres xicos en las inmediaciones de un barrio en
de agrotóxicos” en la proximidad de zonas La Leonesa y Las Palmas (1000 metros para
pobladas y fuentes de agua, se reformaron fumigaciones terrestres, y 2000 metros

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56 Arancibia, Florencia

para fumigaciones aéreas). El fallo tam- telar. También prohibió fumigar cerca de
bién tomó en cuenta el principio precauto- fuentes de agua y de las escuelas Número
rio y ordenó a los productores que realicen 17 y 68. A su vez, le pidió al Ministerio de
un estudio de impacto ambiental y hasta Producción un reporte detallado sobre los
tanto no se demuestre la inocuidad del uso sistemas de transporte y almacenamiento
de agrotóxicos se mantiene la medida cau- de agrotóxicos.

Figura 4. Llamado a asistir a una sesión del juicio oral relativo al Barrio de Ituzaingó Anexo. Fuente: Colectivo Paren de Fumigar
Córdoba. http://parendefumigar.blogspot.com/

En Junio de 2012 las Madres de Ituzain- presidente del tribunal: “A partir de ahora
gó ganaron el primer juicio que condenó a quien fumigue en forma ilegal puede que-
las fumigaciones ilegales como delito pe- dar detenido porque es delito“ (Juicio a la
nal. El tribunal de la Cámara I del Crimen Fumigación, 2012).
de Córdoba condenó a tres años de prisión
condicional al productor rural Francisco
Parra y al piloto aeroaplicador Edgardo
Pancello por las fumigaciones ilegales en
el Barrio Ituzaingó Anexo, al tiempo que
absolvió al productor Jorge Gabrielli. Lo
más importante fue que se logró que los
jueces definieran a los agroquímicos como
residuos peligrosos y, por lo tanto, esta-
blecieran que su uso no solo puede causar
daño a la salud pública, sino también que
este daño puede ser legalmente definido
y castigado por la ley penal (Ley de Resi-
duos Peligrosos). Como lo sintetizó el juez,

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Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 57

Figura 5. Cronología de los principales Hitos del conflicto. Elaboración propia.

Conclusiones bir y restringir el uso y comercialización de


agrotóxicos a nivel nacional, pero sí a nivel
municipal y -en menor medida- provincial.
Este estudio de caso se centró en las Los cambios implicaron principalmente la
formas de protesta orientadas a cuestionar promulgación de ordenanzas municipales
el discurso sobre la inocuidad del uso de o reformas en leyes provinciales que es-
agrotóxicos y prohibir o restringir su co- tablecen zonas libres de agrotóxicos (con
mercialización y uso. Estas acciones colec- parámetros y capacidades de control suma-
tivas debieron enfrentarse a un obstáculo mente heterogéneos) y algunos fallos judi-
importante: la barrera de la pericia (Par- ciales que prohibieron las fumigaciones en
thasarathy 2010). Los datos de este estudio ciertas zonas o castigaron la violación a las
dan cuenta de cuán complejas se vuelven ordenanzas restrictivas. A su vez, en el pla-
las luchas en esa zona fronteriza entre la no más general de la resistencia al relato
política y el conocimiento tecno-científico, de la bioeconomía agraria se lograron cier-
donde todas las demandas y disputas de- tos avances: se formaron y consolidaron un
ben ser abordadas siempre en dos frentes movimiento social (con distintos momen-
a la vez: el de la comunidad y el de los “ex- tos de actividad o latencia y con distinta
pertos”; el de los derechos y el de las “evi- fuerza en cada localidad) y una red de cien-
dencias”; el de la justicia y el de la ciencia, tíficos, médicos y trabajadores de la salud
entre otros. Las formas de acción colectiva que cuestionaron públicamente el discurso
estudiadas involucraron tanto a activistas de la inocuidad de los agrotóxicos y la bio-
de las comunidades, como a investigado- tecnología agraria. Sus cuestionamientos
res, científicos y trabajadores de la salud tuvieron visibilidad mediática y también
que, a lo largo de los años, fueron forjando impacto en la academia, al fomentar la in-
una red que facilitó la articulación de ac- clusión de la problemática en las agendas
ciones con el movimiento social y la movi- de investigación de científicos e investiga-
lización de distintos tipos de conocimiento dores (Frickel y Arancibia, en prensa).
en diversos ámbitos. El estudio de caso da cuenta de todas
Al reconstruir las trayectorias de beli- las cosas que tuvieron que alinearse para
gerancia se puede concluir que a lo largo lograr estos pequeños pero importantes
del período estudiado no se lograron cam- avances. Las formas de acción colectiva
bios en la política regulatoria para prohi- combinaron una serie de formas tradicio-

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58 Arancibia, Florencia

nales de protesta (movilizaciones en las o forman parte de un nuevo repertorio de


calles y/o petitorios y/o juntadas de firmas acción colectiva emergente del conflic-
y/o cortes de calle y/o litigios judiciales) to por la implantación de la bioeconomía
con la producción y movilización de dis- agraria en Argentina. Según Tilly (1986),
tintos tipos de conocimiento. Este conoci- los cambios en los repertorios se producen
miento funcionó como la “evidencia” del de modo incremental y son resultado de la
daño invisibilizado, “exigida” por las po- acumulación de experiencias y cambios en
líticas públicas que no tomaron en cuenta los procesos sociales, políticos y económi-
el principio precautorio. En general este cos más amplios. La difusión y consolida-
conocimiento no se encontraba “disponi- ción la bioeconomía agraria asociada con
ble” (Woodhouse, Hess, & Breyman, 2002), la “cientificación” de las políticas regula-
y los movimientos tuvieron que producir torias y la expansión del neo-extractivismo
sus propias evidencias (sistematización de implican importantes transformaciones
testimonios) y/o promover la producción o macro-estructurales que podrían dar lugar
co-producción de nuevos estudios científi- a la emergencia de nuevos repertorios de
cos o técnicos. A la vez, fue necesario movi- acción colectiva tanto en Argentina como
lizar este conocimiento tanto en el espacio en otros países de América Latina. Consi-
público (la calle, los medios, etc.) como en dero que esta es una hipótesis interesante
las legislaturas, las cortes y los espacios para futuras investigaciones. Por lo pron-
académicos. En este sentido fue importan- to, reflexionar sobre las distintas formas
te la articulación entre el movimiento so- de acción colectiva, sus limitaciones y po-
cial y la red de investigadores, científicos y tencialidades, puede ser un insumo impor-
trabajadores de la salud. tante para los movimientos que resisten
Podríamos entender estas complejas y a la bioeconomía agraria y luchan por el
poco convencionales formas de acción co- ejercicio pleno del derecho a una salud y
lectiva como nuevas formas de protesta. ambiente sano.
Restaría ver si éstas son algo temporario

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Resistencias a la bio-economía en Argentina: las luchas contra los agrotóxicos (2001-2013) 59

Agradecimientos

Quiero agradecer a todos los entrevistados, especial- Verzeñassi y Javier Albea por el apoyo durante el traba-
mente a Andrés Carrasco por haber sido el primer en- jo de campo; a Michael Shwartz, Ana María Vara, Gil
trevistado que inspiró el proyecto de investigación en el Eyal y Renata Motta por la colaboración en el trabajo de
cual se inserta este artículo. También quiero agradecer a análisis; a Daniel Cassano por la lectura crítica y a Alicia
Cristina Arnulphi, Darío Aranda, Darío Ávila, Damián Massarini por la oportunidad de publicar en esta revista.

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