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Resistencias a la bio-economía en
Argentina: las luchas contra los
agrotóxicos (2001-2013)1
Resistance to bioeconomy in Argentina: the fights against
pesticides (2001-2013)
Arancibia, Florencia2
tivos favorables, subsidios, etc.), regula- la vez que se ven forzadas a buscar estra-
torias (leyes, normativas, etc.) y científi- tegias para afrontar la barrera de la peri-
cas (estímulos al interés de la comunidad cia (dentro de las cuales, obviamente, se
científica, convenios de transferencia, etc.) incluye ponerla en cuestión). En esta bús-
de la industria biotecnológica y aspiran a queda muy comúnmente buscan articular
crear nuevas configuraciones normativas y con científicos, investigadores y trabaja-
socio-técnicas favorables a ella. dores de la salud. Según Frickel (Frickel,
A pesar de que la bioeconomía es un 2011; Frickel, Torcasso, & Anderson, 2015; proyecto y al mismo tiempo
proyecto político, existen grandes desafíos Frickel, Torcasso, & Annika, 2013), estos una visión situada dentro de
para oponerse “políticamente” a ella por “expertos” que se involucran en conflictos la narrativa neoliberal del
parte de movimientos sociales y organi- sociales generalmente no actúan de modo crecimiento económico y
zaciones de la sociedad civil. Esto se debe, individual, sino que se movilizan en redes de la competitividad y habla
entre otras cosas, a una tendencia global (aunque estas no sean siempre “visibles”). de una nueva economía
que ya Habermas (1970) había identificado A través de estas redes se conectan entre sí basada en la manipulación,
y caracterizado como “cientifización” de la y con los movimientos sociales. explotación y apropiación
política, la cual se ve agudizada en el con- Uno de los principales objetivos del ar- tecnológica de la materia
texto de la bioeconomía. A medida que se tículo es explorar las formas de resistencia viviente” (Pavone, 2012: 1).
intensifica la cientifización de la política, que desarrollan los movimientos sociales
los debates técnicos entre expertos reem- para sortear la barrera de la pericia y cam- 7
“Para aprovechar todos los
plazan otros debates más amplios basados biar las políticas regulatorias favorables a beneficios de la bioecono-
en argumentos morales o políticos y que la bioeconomía agraria para resguardar su mía, es necesario poner en
involucran a toda la sociedad (A. Kinchy, ambiente y su salud colectiva. Para esto re- marcha políticas orientadas
2012). Parthasarathy (2010) define este fe- tomé un concepto del campo de los estudios hacia la búsqueda de resul-
nómeno como la “barrera de la pericia (o de los movimientos sociales: el concepto de tados (…) de manera tal de
`expertise´)” . Por ejemplo, en los proce- “repertorio de acción colectiva” elaborado establecer las condiciones
sos de desarrollo de políticas regulatorias por Tilly (1986, 1992), definido como un estructurales requeridas para
orientadas a la innovación –fundamenta- conjunto limitado de rutinas aprendidas, ser exitosos en este propósi-
les para la bioeconomía-, generalmente compartidas y desplegadas a través de un to” (OCDE, 2009).
la aprobación o prohibición de una nueva proceso de toma de decisión relativamente
tecnología y las normativas que regulan su consciente. Los repertorios son creaciones 8
Según esta tendencia,
uso se basan exclusivamente en los llama- culturales aprendidas que surgen de la lu- habría una creciente orienta-
dos “análisis de riesgo”. En general estos cha (Tilly, 1995, p. 26). Los movimientos ción de los actores estatales
estudios son producidos por científicos o sociales no inventan nuevas formas de ac- “hacia recomendaciones
“expertos” elegidos a dedo por gobernan- tuar cada vez, sino que hacen una selección estrictamente científicas en
tes de turno, que no se publican ni pasan dentro de un repertorio disponible en un el ejercicio de sus funciones
por ninguna revisión de pares y suelen momento y lugar específico. Se producen públicas” (Habermas, 1970:
llegar a conclusiones apresuradas bajo la cambios en los repertorios, pero muy gra- 62).
presión de los tiempos políticos -lo que Ja- dualmente, dado que están arraigados en
sanoff (1990) denomina “ciencia regulato- cambios sociales, políticos y procesos eco- 9
Parthasarathy (2010) la de-
ria”-. nómicos más amplios10. Auyero, por ejem- fine como: ‘Reglas formales
En este contexto, las poblaciones afec- plo, analizó los cambios en los repertorios e informales del campo de
tadas por la biotecnificación de la agricul- de protesta en la Argentina de los noventa la construcción de políticas
tura han encontrado enormes obstáculos al (Auyero, 2002b, 2002a). En esta misma lí- basadas en ciencia y tecnolo-
visibilizar sus efectos perjudiciales, no re- nea, considero interesante explorar el tipo gía que hace muy difícil para
conocidos por la ciencia regulatoria y, por de nuevos y/o viejos repertorios de protes- aquellos sin pericia técnica
ende, no tomados en cuentas por los mar- ta que se ponen en juego en las resistencias participar como iguales” (p.
cos regulatorios. En general, la respuesta a la expansión de la bioeconomía agraria 355).
gubernamental -a pesar de la vigencia de en Argentina en el marco de un nuevo “ci-
principios precautorios- ha sido el pedido clo de protestas ambientales” en América 10
Los cambios macro estruc-
de “demostrar científicamente” los efectos Latina durante la década del 2000 (Mer- turales no afectan a la acción
que denuncian, es decir contraponer “otros linsky, 2013; Svampa & Viale, 2014). colectiva de manera directa
datos científicos” a las conclusiones de la sino indirecta: impactan en
ciencia regulatoria. Ante esta situación, los intereses, las oportuni-
comúnmente, las poblaciones afectadas se dades y la organización de
organizan colectivamente para protestar y quienes participan en los
llamar la atención de la opinión pública, a movimientos.
la FUNAM, las Madres presentaron un pe- estudio epidemiológico para cuestionar los
titorio al Tribunal Federal de Justicia de la resultados del último estudio epidemioló-
provincia de Córdoba para que restrinja las gico publicado por el Ministerio de Salud
fumigaciones en las proximidades de zonas (realizado por el equipo de la Universidad
residenciales de la provincia y prohíba in- Nacional de Córdoba). Este fue el tercer
mediatamente la fumigación en Ituzaingó. intento de las Madres de producir “evi-
Además, presentaron 38 denuncias penales dencia” sobre sus padecimientos, en este
contra los dueños de los campos aledaños caso se trató de un estudio epidemiológico
a las casas (de Francisco Parra y Jorge Ga- llevado a cabo conjuntamente con un mé-
brielli) y diversas autoridades guberna- dico -un ejemplo de lo que Brown (1987)
mentales por ser responsables de poner en denominó “epidemiología popular”-. Las
riesgo la salud pública. Era la primera vez Madres denunciaron haber recibido ame-
que las Madres de Ituzaingó implementa- nazas durante la realización de la encuesta.
ban una estrategia judicial, aunque sin re- El informe donde publicaron los resultados
sultados inmediatos. Unos días más tarde unos meses después concluía con estas pa-
se conocieron los resultados del estudio de labras:
agua llevado a cabo por el Ministerio de
Salud que confirmaron la presencia de me- Nuestro barrio de baja condición social
tales pesados en el agua por encima de los debe soportar múltiples factores de degra-
niveles aceptados. Ante esto, se les brindó dación y de contaminación ambiental que
a los vecinos una bomba de agua y la Legis- afecta de forma directa el pleno goce y el
latura provincial promulgó otras dos Orde- ejercicio de los derechos humanos. Es un
nanzas que prohibieron las fumigaciones ícono de la problemática ambiental de la
terrestres y aéreas hasta tanto la emergen- mayoría de las ciudades y asentamientos
cia sanitaria siguiese en pie (Ordenanzas humanos que se encuentran en las zonas
10590 y 2589) (Carrizo y Berger, 2008). aledañas a cultivos de soja […]. Ese país
Estos fueron resultados positivos para las laboratorio forrajero encontró sus me-
Madres. Sin embargo, a pesar de las nuevas jores defensas en mecanismos sutiles de
reglamentaciones, las fumigaciones persis- ocultamiento y de invisibilidad, de allí que
tían (se violaban las Ordenanzas constan- nuestro mayor esfuerzo sea siempre el de
temente). hacer visible lo invisible, y en medio de la
Luego, se dieron a conocer los resulta- fiesta obscena de las exportaciones récord
dos del estudio de suelo y agua conducidos y de la evasión de retenciones, exhibir
por las Madres y Montenegro. Estos con- sus consecuencias trágicas en el hambre
firmaban que el barrio estaba contaminado y en las pérdidas de vida que el modelo
con un cóctel de contaminantes, principal- provoca. […] La fumigación con glifosato,
mente agrotóxicos. Unas semanas después endosulfán, paraquat y otros venenos se
se conocieron los resultados de otro estu- ha convertido en la amenaza constante de
dio, un estudio epidemiológico conducido muchos argentinos. ¿Cómo afecta la tute-
por un equipo de la Universidad Nacional la del Estado para sus ciudadanos, frente
de Córdoba a pedido del Ministerio de Sa- a los niños asesinados a sangre fría a lo
lud que informó que había solo cuarenta largo de todos los pueblos de la Repúbli-
casos de cáncer y concluía que la situación ca? ¿Quién controla estos paquetes tecno-
ambiental y sanitaria del barrio era normal lógicos? ¿Quién controla la biotecnología?
(Carrizo y Berger, 2008). En base a este (Madres, 2005)
estudio, el Ministerio de Salud declaró que
todo estaba bien y que no era necesario im- Este estudio epidemiológico dio cuenta
plementar ninguna medida de protección. de un número mucho mayor de enfermos
A fines del 2003 asumió un nuevo go- de cáncer respecto del informe oficial. Sin
bierno municipal y las Madres encontraron embargo, el Ministerio de Salud no consi-
en el Subsecretario de Salud a un aliado. Él deró los resultados del estudio como váli-
abrió un nuevo centro de atención primaria dos. Ante esto, en 2004, el Subsecretario
de la salud en el barrio (UPAS 29), bajo la de Salud (aliado de las Madres) le pidió a
coordinación del médico clínico Mario Car- un prestigioso epidemiólogo de Buenos Ai-
pio quien se solidarizó con las Madres. El res (Edgardo Shinder) que realice un estu-
médico y las madres comenzaron un nuevo dio epidemiológico comparando el barrio
de Ituzaingó Anexo con otros dos barrios buscaron impedir por todos los medios que
control. Sin embargo, este estudio no pudo las Madres y aliados sigan produciendo
ser concluido dado que el gobierno provin- “evidencia”.
cial obstruyó su continuidad. En febrero
de 2006 Shinder denunció a la prensa que
no pudo terminar el estudio por presiones
políticas y amenazas; también hizo públi-
cos los resultados preliminares que daban
cuenta de una situación sanitaria alarman-
te y pidió al gobierno que relocalice urgen-
temente a los habitantes del barrio (Aranci-
bia, 2015). El mismo año, el médico clínico
coordinador del UPAS 28 fue destituido de
su cargo, junto con las autoridades de sa-
lud municipales que lo habían contratado.
En síntesis, este período se caracterizó
por la puesta en acto de formas tradicio- Figura 1. Protesta de la Madres de Ituzaingó. Fuente: Nosotras
en el Mundo https://rednosotrasenelmundo.org/Madres-de-
nales de protesta (manifestaciones, peti- Ituzaingo-15-anos-de
torios, litigios judiciales) y, simultánea-
mente, múltiples esfuerzos por producir y
hacer pública la “evidencia” sobre los efec- “Paren de fumigar” y el surgimiento
tos de los agrotóxicos en el ambiente y la de un movimiento social
salud de los vecinos, como otra forma de
acción beligerante. En un contexto de cien- Si bien promulgaron nuevas ordenanzas
tifización de la política (Moore, Kleinman, municipales que prohibían las fumigacio-
Hess, & Frickel, 2011), y a pesar de la exis- nes en el barrio Ituzaingó Anexo, estas eran
tencia del principio precautorio en la legis- constantemente violadas. En este contexto,
lación nacional16, las Madres de Ituzaingó en 2004 las Madres viajaron a la Capital
se vieron obligadas a producir y divulgar Federal y conocieron al Grupo de Reflexión
en distintos ámbitos la “evidencia” de sus Rural (GRR). El GRR fue fundado a media-
padecimientos, ya sea por sus propios me- dos de la década de 1990 por intelectuales
dios como en articulación con científicos, de distintas disciplinas como un espacio
investigadores y médicos aliados. Esto dio para el diálogo y el debate sobre los im-
lugar a la producción y movilización de pactos del capitalismo global y se opuso al
nuevo conocimiento de distinto tipo –re- modelo basado en la biotecnología agraria
gistros experienciales, estudios ambienta- desde antes incluso de la aprobación de la
les, epidemiológicos, clínicos-. Ante esto, soja RR. El GRR y las Madres se asociaron
las autoridades gubernamentales también y, junto con otras organizaciones sociales
se embarcaron en la producción de otra (CEPRONAT, Unión de Asambleas Ciuda-
“evidencia” para desacreditar la nueva danas, RAPAL, entre otras), lanzaron en
“evidencia” producida por las madres y sus 2005 la primera campaña nacional contra
aliados y, así, pudieron seguir negando el el uso de agrotóxicos: “Paren de Fumigar”.
problema. Sin embargo, la divulgación de Los objetivos de la campaña eran promo-
la “evidencia” de los problemas de salud y ver, a mediano plazo, un cambio de modelo
la contaminación ambiental, junto con las agro- productivo sin transgénicos ni agro-
distintas formas de protesta interpeló a al- tóxicos, y, a corto plazo, restringir su uso.
gunos legisladores municipales (que apro- Durante la campaña, el GRR y las Madres
baron las nuevas ordenanzas municipales viajaron a cientos de pueblos rurales de
que restringieron el uso de agrotóxicos en zonas sojeras para mapear las localidades
el área), así como al Subsecretario de Salud afectadas y promover la creación de orga-
(que comenzó a realizar estudios “oficia- nizaciones de resistencia (que, en general,
les” que apoyaron los reclamos de los ve- tomaron la forma de asambleas vecina- 16
Estipulado en el artículo 4
cinos). Ante esto, los gobiernos municipal les). También apelaron a médicos rurales y de la Ley Nacional de Medio
y provincial cambiaron de estrategia: en científicos para que apoyen a los vecinos y Ambiente 25.675, y en el ar-
lugar de intentar rebatir los resultados de generen “evidencia” sobre los efectos de la tículo 14 de la Constitución
la nueva “evidencia” con otra “evidencia”, exposición a agrotóxicos. La mayoría de las Nacional.
comunidades y los médicos rurales nunca dieron. Sin embargo la campaña implicó
habían escuchado hablar sobre los agrotó- avances en la construcción de la resisten-
xicos, por eso, el primer paso de la campa- cia social en varios sentidos. Muchas de las
ña fue “crear conciencia” (Entrevista con comunidades visitadas reaccionaron a la
Rulli, 2010). Organizaron charlas, proyec- campaña, y se fundaron nuevas asambleas
ciones de películas y talleres. En estos, las de vecinos en todo el país: “Paren de fu-
Madres compartían sus experiencias, y un migar Córdoba”, “ Paren de fumigar Junín”,
médico clínico (Kaczewer) explicaba los y así sucesivamente. El número de parti-
efectos de los agrotóxicos en la salud y los cipantes y los niveles y tipos de actividad
principales síntomas a los cuales prestar de estas asambleas variaron mucho, pero
atención. La idea era abrir un espacio para incluyeron manifestaciones callejeras, pe-
que los vecinos hablaran sobre sus propios titorios, juntadas de firmas y recursos ju-
problemas de salud y reflexionaran sobre diciales. En cada localidad, a su vez, hubo
el carácter colectivo de estos. Toda la infor- momentos de mayor actividad y períodos
mación recolectada a lo largo de estas acti- de latencia. De hecho, la campaña emitió
vidades, así como algunas “evidencias” ex- un manual sobre cómo organizar y llevar
perienciales y unas primeras “evidencias” a cabo un recurso judicial contra la con-
clínicas producidas por los médicos locales taminación por agrotóxicos (Grupo de Re-
fueron recopiladas en un libro, “Pueblos flexión Rural, 2006) y se iniciaron muchas
Fumigados” (Rulli 2009) en cuya primera acciones judiciales en diversas localidades
página se puede leer: (Lapegna, 2016; Leguizamón, 2014; Rau-
checker, 2015). También muchos médicos
El proyecto Paren de Fumigar nació como reaccionaron a la campaña y comenzaron
gesto solidario a partir de conocer y de a producir diversos tipos de “evidencias”,
comenzar a respaldar, a partir del año muchas de las cuales fueron incluidas en el
2005, a lucha de las Madres de Ituzain- libro “Pueblos Fumigados” y otras fueron
gó […]. Este trabajo se sustenta en los in- luego presentadas en el Primer Encuentro
formes suministrados por los pobladores de Pueblos Fumigados en 2010 (R. Motta &
de algunas de las muchísimas localidades Arancibia, 2016).
afectadas y en ellos se exponen problemas Como la mayoría de los pueblos rurales
concretos de cada lugar originados direc- estaban aislados unos de otros, y los ve-
ta o indirectamente por la acción de los cinos tenían pocos recursos económicos,
plaguicidas. […]. Esta presentación que era difícil comunicarse y coordinar accio-
añade una recopilación de casos y eviden- nes entre asambleas locales separadas por
cias, y a pesar de tantas dificultades en- grandes distancias de tierra. Por esto, las
contradas y de hallar tantas resistencias, nuevas asambleas se caracterizaron por
expresa la enorme esperanza, no tan solo operar principalmente a nivel local, diri-
nuestra, sino también de todos los pueblos giendo sus reclamos a las autoridades mu-
que son víctimas del espantoso flagelo de nicipales. En general, encontraron fuertes
la fumigación con tóxicos, de que, en cier- obstáculos para articular actividades y
tos lugares de decisión o al menos donde reclamar a las autoridades provinciales o
la autoridad moral se encuentra preserva- nacionales. A pesar del fuerte anclaje te-
da, haya oídos y disposición para atender rritorial, algunas asambleas de Santa Fe,
estas demandas. (…) Esta presentación Buenos Aires y Córdoba pudieron organi-
ofrece la oportunidad de tomar conciencia zar reuniones provinciales una vez al año:
y en especial de hacer algo para detener el los Encuentros de Pueblos Fumigados. Es-
genocidio. Quedamos esperando. tos encuentros dieron lugar a conexiones
entre asambleas de diferentes lugares del
La campaña se cerró en 2006 con la país.
presentación del libro, la presentación de En síntesis, la campaña fomentó la
una demanda judicial a la Corte Suprema constitución de asambleas contra el uso de
de Justicia para suspender el uso y comer- agrotóxicos en todo el país y la articulación
cialización de agrotóxicos en todo el país, entre ellas. También promovió la creación
y la entrega de una carta a la Presidencia de una red de médicos rurales y trabajado-
de la Nación con una copia del libro. Ni la res de la salud que apoyaron los reclamos
Corte Suprema, ni la Presidencia respon- de las comunidades y produjeron nuevas
“evidencias” de daño. Todo esto fortaleció que se pusieron en juego en esta campaña
el cuestionamiento al discurso sobre la ino- fueron similares a las descritas en el apar-
cuidad de los agrotóxicos y la política re- tado anterior: formas tradicionales (mani-
gulatoria que los regula. En este sentido, la festaciones, petitorios, litigios judiciales) y
campaña fue un paso clave para la confor- producción y movilización de distinto tipo
mación de un movimiento social contra el de “evidencia”.
uso de agrotóxicos. Las formas de protesta
En abril de 2009, la portada del popular no fue el primer estudio que diera cuenta
diario Página 12 publicaba nuevos resul- de efectos perjudiciales del glifosato en la
tados de un experimento que demostraba salud pública, múltiples experimentos pre-
que el glifosato causa malformaciones en vios daban cuenta de diversos efectos (Ca-
embriones. El estudio había sido lleva- baleiro, 2018). Pero al estar publicados en
do a cabo por Andrés Carrasco, director revistas científicas en inglés o francés re-
del Laboratorio de Embriología Molecular sultaban, en general, inaccesibles para las
de la Universidad Nacional de Buenos Ai- comunidades de zonas rurales de Argenti-
res e investigador del CONICET. Carrasco na. El hecho de que este experimento haya
había sabido de la lucha de las Madres de sido conducido por un médico argentino de
Ituzaingó en una reunión de la Unión de una universidad nacional y que sus resul-
Asambleas Ciudadanas (una de las organi- tados fueran publicados en español en un
zaciones que participó en la campaña Pa- medio de difusión masiva marcó una gran
ren de Fumigar) (Entrevista con Carrasco, diferencia. No fue casualidad. En declara-
2010). Entrevistado por el periodista Darío ciones a la prensa (Aranda, 2009b) Carras-
Aranda el investigador proporcionó deta- co había justificado su decisión de publicar
lles técnicos y dijo que debían realizarse los resultados del experimento primero en
inmediatamente nuevos estudios para un medio periodístico:
analizar otros posibles daños causados
por el glifosato y mientras tanto, debería No hay canales institucionales confia-
prohibirse o, al menos, limitarse su uso en bles que puedan receptar investigaciones
áreas pobladas alrededor de los campos de de este tipo, con poderosos intereses en
soja. En la entrevista, Carrasco apuntó a la contra. Entonces la decisión personal fue
complacencia del sistema científico global hacerla pública, ya que no existe razón
con los intereses de las corporaciones: “La de Estado ni intereses económicos de las
ciencia está urgida por poderosos intereses corporaciones que justifiquen el silencio
económicos, y no por la búsqueda de la ver- cuando se trata de la salud pública. Hay
dad y el bienestar de los pueblos” (Aran- que dejarlo claro, cuando se tiene un dato
da, 2009a). El experimento de Carrasco que sólo le interesa a un círculo pequeño,
se lo pueden guardar hasta tener ajustado cencia con el discurso legitimador de bioe-
hasta el más mínimo detalle y se lo cana- conomía. El manifiesto, llamado “Voces de
liza por medios para ese pequeño círculo. alerta” (Voces de Alerta, 2009) fue publi-
Pero cuando uno demuestra hechos que cado en Internet:
pueden tener impacto en la salud pública,
es obligación darle una difusión urgente y El discurso de políticos, funcionarios, co-
masiva. […] Lo que tendrían que hacer las municadores y mediadores contratados
instituciones, en vez de atacarme –como por las corporaciones económicas produ-
está sucediendo desde algunos funciona- cen, a manera de discurso único el canto
rios y las empresas– es informarse y co- de sirena del “desarrollo sustentable” del
menzar a trabajar para remediar lo suce- modelo sojero y la “minería responsable”
dido (Carrasco en Aranda, 2009b). como factor de transformación, y ese dis-
curso hegemónico es estratégicamente
La primera respuesta pública Carrasco legitimado por actores universitarios y
provino de funcionarios del Gobierno que científicos pagados por las transnacio-
cuestionaron la validez de los resultados nales en un sistema público que ha sido
de su investigación. El principal argumen- desapropiado. […] En estos momentos
to era que los datos publicados en un me- de gran debate por la aparición pública
dio de comunicación masivo –en lugar de de los resultados de una investigación de
una revista científica– no podían tomar- agroquímicos de expandida difusión en la
se como válidos. El Ministro de Ciencia y agricultura argentina, afirmamos nuestra
Tecnología, Lino Barañao, declaró en un decisión por mantener un sistema científi-
programa de televisión (El Campo) que co universitario autónomo de los grandes
Carrasco no había sido encomendado por intereses económicos corporativos.
el Conicet para llevar a cabo experimen-
tos de este tipo, y que lo que se había pu- El mismo día, el Movimiento Vía Cam-
blicado no eran más que unos resultados pesina emitió un comunicado en el que
preliminares, que debían leerse como una también repudiaba el “accionar conjunto
comunicación privada de un investigador de empresas y medios de comunicación en
en lugar de una evidencia científica públi- defensa del glifosato” (Movimiento Nacio-
ca. También defendió el uso del glifosato nal Campesino Indígena-Vía Campesina,
y recalcó que la Secretaría de Agricultura 2009).
había autorizado su utilización basándose
en “evidencias” científicas internaciona-
les. Simultáneamente se lanzó una campa-
ña de desprestigio y hostigamiento contra
el investigador que apuntaba a su silen-
ciamiento (esta campaña incluyó, entre
otras cosas, la censura de charlas públicas,
incursiones a su laboratorio, amenazas fí-
sicas, el rechazo a la promoción en la ca-
rrera del investigador). Un año más tarde,
los mismos resultados fueron publicados
por la revista científica Chemical Research
in Toxicology (Paganelli, Gnazzo, Acosta,
17
El amparo se basó en el López, & Carrasco, 2010). Sin embargo, no
principio precautorio estipu- hubo declaraciones oficiales respecto de
lado por la Ley nacional del los cuestionamientos previos.
ambiente (Ley 25.675) y el Tras las declaraciones de Lino Barañao
artículo 41 de la Constitu- más de seiscientos intelectuales y científi-
ción Nacional, entendiendo cos, así como organizaciones no guberna-
que las actividades debían mentales internacionales y movimientos
ser prohibidas con el fin campesinos e indígenas, emitieron un ma-
de evitar daños en la salud nifiesto de apoyo a Carrasco, exigiendo la Figura 3. Portada del diario en el que se publica la entrevista a
pública y el medio ambiente independencia de la ciencia de los intere- Andrés Carrasco. Fuente: Página 12.
en caso de incertidumbre. ses corporativos y denunciando su compla-
para fumigaciones aéreas). El fallo tam- telar. También prohibió fumigar cerca de
bién tomó en cuenta el principio precauto- fuentes de agua y de las escuelas Número
rio y ordenó a los productores que realicen 17 y 68. A su vez, le pidió al Ministerio de
un estudio de impacto ambiental y hasta Producción un reporte detallado sobre los
tanto no se demuestre la inocuidad del uso sistemas de transporte y almacenamiento
de agrotóxicos se mantiene la medida cau- de agrotóxicos.
Figura 4. Llamado a asistir a una sesión del juicio oral relativo al Barrio de Ituzaingó Anexo. Fuente: Colectivo Paren de Fumigar
Córdoba. http://parendefumigar.blogspot.com/
En Junio de 2012 las Madres de Ituzain- presidente del tribunal: “A partir de ahora
gó ganaron el primer juicio que condenó a quien fumigue en forma ilegal puede que-
las fumigaciones ilegales como delito pe- dar detenido porque es delito“ (Juicio a la
nal. El tribunal de la Cámara I del Crimen Fumigación, 2012).
de Córdoba condenó a tres años de prisión
condicional al productor rural Francisco
Parra y al piloto aeroaplicador Edgardo
Pancello por las fumigaciones ilegales en
el Barrio Ituzaingó Anexo, al tiempo que
absolvió al productor Jorge Gabrielli. Lo
más importante fue que se logró que los
jueces definieran a los agroquímicos como
residuos peligrosos y, por lo tanto, esta-
blecieran que su uso no solo puede causar
daño a la salud pública, sino también que
este daño puede ser legalmente definido
y castigado por la ley penal (Ley de Resi-
duos Peligrosos). Como lo sintetizó el juez,
Agradecimientos
Quiero agradecer a todos los entrevistados, especial- Verzeñassi y Javier Albea por el apoyo durante el traba-
mente a Andrés Carrasco por haber sido el primer en- jo de campo; a Michael Shwartz, Ana María Vara, Gil
trevistado que inspiró el proyecto de investigación en el Eyal y Renata Motta por la colaboración en el trabajo de
cual se inserta este artículo. También quiero agradecer a análisis; a Daniel Cassano por la lectura crítica y a Alicia
Cristina Arnulphi, Darío Aranda, Darío Ávila, Damián Massarini por la oportunidad de publicar en esta revista.
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