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El dia de hoy vamos a prender del ejemplo de la vida de una mujer, una vida

bien vivida al servicio del reino de Dios. Ella es la única profetisa mencionada
por nombre en el Nuevo Testamento. La historia bíblica de esta mujer aparece
en Lucas 2:36-38. Por medio de su fe constante, nos invita a contemplar la
esperanza viva que encontramos en Cristo Jesús.

Acompañeneme a leer esta historia

«Había también una profetisa, Ana, hija de Fenuel, de la tribu de Aser. Era muy
anciana; casada de joven, había vivido con su esposo siete años, y luego
permaneció viuda hasta la edad de ochenta y cuatro. Nunca salía del templo, sino
que día y noche adoraba a Dios con ayunos y oraciones. Llegando en ese mismo
momento, Ana dio gracias a Dios y comenzó a hablar del niño a todos los que
esperaban la redención de Jerusalén». Lucas 2:36-38 NVI

LIBRO 1

Es el único de los cuatro evangelios que la señala.


El nombre  Ana significa  “favor o Gracia” , Lucas nos dice que estuvo casada solo 7
años y luego enviudó.

La historia de Ana, la profetisa tuvo lugar durante los primeros días de la vida
de Jesús. Según la ley de Moisés, «Todo varón primogénito será consagrado al
Señor» (Lucas 2:23). En vista de esta ley, María y José llevaron a Jesús —de
ocho días de nacido— al templo para ofrecer un sacrificio: dos tórtolas para la
circuncisión de Jesús y la purificación de María. Cuando María y José entraron al
templo, dos personas los recibieron: Simeón y Ana.
Estas dos personas —quienes interactúan con María, José y Jesús— fueron
movidas por el Espíritu Santo a entrar al templo. Simeón tomó a Jesús de los
brazos de sus padres y dio una profecía. Simeón declara muchas cosas,
incluyendo «la caída y el levantamiento de muchos en Israel» (Lucas 2:34). Es
después de la profecía de Simeón que Ana entra en escena.

LIBRO 2
ANA SIRVE EN EL TEMPLO
Ana es la única profetisa mencionada por nombre en el Nuevo Testamento. Este
hecho, combinado con su alta posición social en la comunidad y sus constantes
oraciones en el templo, es indicio de que era una mujer de fe extraordinaria.   
El texto dice que fue viuda hasta la edad de 84 años. Algunos interpretan el texto
para decir que fue viuda por 84 años, lo cual significa que tendría alrededor de
105 años de edad cuando se encontró con la familia de Jesús.
Calculando la edad de Ana por los datos que extraemos del texto bíblico
¡realmente era una mujer muy anciana! Dice que había vivido con su
marido durante 7 años antes de quedar viuda y que su viudedad se extendía
por 84 años. La edad en la que las mujeres judías de la época se casaban
estaba en torno a los 12 años, de forma que, sumando todo, nos da una edad
aproximada de 103 años.

ENTONCES ¿Qué HACIA ANA CON SU VIDA?


“no se apartaba del templo sirviendo de dia y de noche con ayunos y
oraciones.” Lucas 2:37
No debemos mal entender que vivía encerrada y aislada de la gente, sino
que permanecía allí constantemente, asistiendo a los servicios.

Ana elige una vida de piedad. A pesar de su dolor y soledad  se sobrepone a esa
circunstancia  difícil . Tomó una decisión muy importante en su vida que fue servir
en el Templo todos los días. 

Me encanta cómo la Escritura describe a Ana en grandes rasgos: era una mujer
anciana, viuda, que servía en el templo con ayunos y oraciones. Era esta una
mujer que, probablemente, no había tenido una vida fácil al quedarse viuda,
pero que, lejos de dejarse vencer por el abatimiento o las dificultades, había
dedicado su vida al Señor.
Nosotras no tenemos una vida que nos permita, como Ana, dedicar nuestra vida a
Dios de esa manera. Algunas estamos casadas, otras tenemos hijos o trabajo
fuera de casa. Tenemos responsabilidades y obligaciones. Pero a veces
tomamos todo eso como excusa para no darle a Dios el tiempo que merece
Salmo 55:17

Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz.

De día y de noche. Tarde, mañana y a mediodía. Cualquier momento del día


es bueno para orar, para servir, para adorar.
No dejes que tu corazón se enfríe. No dejes que tu día a día te robe el tiempo
con Dios. No permitas que tu relación con Dios pase a ocupar un lugar
secundario en tu vida. Tomemos ejemplo de Ana y vivamos una vida
consagrada a Dios cultivando día a día nuestra relación con Él y siendo
mujeres que se destacan por su vida de oración y de servicio a Él. 

ANA PREMIADA
LIBRO 3
Dios  premió su elección de servirle. A SU AVANZADA EDAD pudo ver en el
Templo al niño Jesús cuando fue presentado  por sus padres. No sólo sus ojos
envejecidos lo vieron sino que ella profetizó que ese niño era el Mesías.

Como su nombre lo indica ella halló “favor” o “gracia” ante los ojos de Dios y reveló
al mundo la Esperanza de Israel.
Dios le permitió ver a una edad muy avanzada, lo que ella por tantos años
estuvo esperando “El Salvador”.
Dios le revela a esta mujer que el niño Prometido  estaba ante sus ojos. Una
bendición esperada por muchos; pero Dios se la concede a esta mujer piadosa.
Si tú estás pasando por una edad avanzada, mírate en Ana; una mujer dedicada
al ministerio de la profecía, útil para el servicio en el templo y  a los demás.
Dios también tiene un plan para cada una de nosostras, no importa los años que
tengas, a pesar de tus  años; si somos fieles al Señor  y le dedicamod tiempo a la
oración y al ayuno  podremos ver, asi como Ana, a pesar de tus ojos envejecidos, la
salvación para tus hijos, tus nietos, tu familia. Revelación de cosas futuras y
una vida de ejemplo para generaciones venideras.
Las invita a que si te encuentras en una edad avanzad,  a que imites a esta mujer
que fue favorecida por Dios.
¿Cuáles LECCIONES PODEMOS APRENDER DE ANA?

1. Ella nos enseña como enfrentar un corazón quebrantado.


¿puede uno morir de un corazón quebrantado?... LIBRO 4
Ana  era  una mujer joven,  que enviudó a una edad muy temprana, la Biblia no lo
aclara, pero quizá no tenia  hijos.  En medio de esa crisis,  de ese dolor,  y de tanta
soledad ella  decide   servir a Dios con fidelidad.
Es elogiable la decisión de ésta mujer; una mujer con carácter firme y  gran
fortaleza, que  a pesar del sufrimiento que estaba pasando y de la circunstancia que
le había tocado vivir,  no reniega de su fe. Al contrario se fortalece aun más en su
Dios.
Dedica sus días al servicio en el templo,  a la oración y al ayuno.
Un ejemplo  digno de imitar;  a veces  pienso, cómo haría para vivir en esa época
una mujer sola, sin esposo o hijo varones que la sostengan; sin la pensión que el
marido le pudiera haber dejado, sin la asistencia social del Estado. La de ella era
una situación social  un poco incomoda para la época. Pero a pesar de todo priorizo 
su vida espiritual.

2. Hay lecciones importantes para la mujer divirciada o abandonada…


Libro….

Ella es llamada, y nosotros somos llamados


Lo que me llama la atención poderosamente en la historia de Ana es su entrega a
la oración, al ayuno, y a la vida en el templo. Pienso en las mujeres con quienes
me he encontrado en esta jornada de la vida, las cuales no llevan amargura
en sus corazones, sino que buscan el rostro de Dios sobre todas las cosas. 
Cuando Ana enviudó a una edad temprana, podía haber adoptado una postura
diferente. Podía haberse enfadado o haberse caído en una tristeza profunda. Pero
en vez de eso, Es una mujer llena de esperanza y propósito.  
Ella va acompañada del Espíritu Santo. Y en mi mente, me parece verla flotar
en el rumbo donde el Espíritu la va llevando.   

¿QUE VIRTUDES TENIA?

A. Una mujer de gran devoción (fervor, veneración) al Señor.


1. Dice Lucas dice: “No se apartaba del templo…” A pesar de su avanzada edad, ella no era
una asistente ocasional ni un miembro de banco sino una adoradora constante y devota.
Su puesto en el templo siempre estaba ocupado. Ella una mujer muy útil al Señor.
2. El lenguaje enfatiza que ella era muy fiel, que estaba presente en cada servicio, tanto
de noche como de día. Nunca faltaba. Es como diríamos “estaba allí todo el tiempo” o
“cada vez que se abrieron las puertas”
3. Sin duda era una mujer que amaba la casa de Dios. Escogía lo mejor estar en la
presencia de Dios que estar en cualquier otro lugar. Salmos 84:10. Porque mejor es un
día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar a la puerta de
la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad.
4. Ella sabia que si servia a Dios fielmente: “Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová morare por largos días” Salmos
23:6.

B. Una mujer de oración y de ayunos.


2. Ana es un buen ejemplo para las hermanas avanzadas en años, pueden servir a Dios
haciendo suplicas por todos los santos y por la obra de predicación del evangelio. Efesios
6:18, 19.
3. Hay ancianas que al parecer solo viven para quejarse, murmurar y causar miseria para si
mismas o atrás personas. Quieren toneladas de simpatía y compasión para si mismas sin
expresar compasión por otros. Esto es puro egoísmo.

C. Una mujer que expresa su gratitud a Dios a diario.


1. Dice el texto: “Esta presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios” V. 38
2. La anciana cristiana y todo cristiano debe tener un corazón lleno de gratitud a Dios, y
debe de expresarla por medio de oración y por medio del servicio fiel. 1 Ts. 5:18.
3. Muchas veces estamos mas listos para hacer peticiones a Dios, o quejarnos por
problemas o por lo que no tenemos, y nos olvidamos de agradecer lo que tenemos. Hay
una frase que dice: “en lugar de quejarte por las espinas que hay entre las rosas, da
gracias por las rosas que hay entre las espinas”

D. Una mujer que dada testimonio del niño Jesús.


1. Dice el texto: “y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”
V. 38.
b). Ana solo oro y adoro en el templo sino que salio a proclamar las buenas noticias
aquellos que también tenían su fe y esperanza.
c). Es interesante ver que ella hablaba del niño Jesús no a unos cuantos, sino a todos los
que esperaban la redención en Jerusalén. Pese a su ancianidad ella se esforzaba a dar a
conocer a Jesús, el futuro salvador del mundo.
d). En Ana encontramos un ejemplo de la fe perseverante de una anciana

3. Toda hermana viuda o no, todo cristiano debe esforzarse por predicar a Cristo, quien es el
y que ofrece. Que bueno seria que se pueda decir como Juan dijo de la mujer Samaritana:
“Y muchos de los samaritanos creyeron en el por la palabra de la mujer…” Juan 4:39. 3.
4. Las ancianas además de presentar a Cristo, pueden enseñar a las hermanas más jóvenes.
Tito 2:3-5. 4. En Ana se cumple muy bien las palabras de David en el Salmo 92:12-15. a).
“Aun en la vejez fructificaran, estarán vigorosos y verdes…”

En esta historia Ana nos invita a tener el mismo tipo de expectativa que tuvo ella
durante su vida. Ella es ejemplo del discipulado cristiano saludable: algún tipo de
ayuno, oraciones continuas, y anunciar las buenas noticias a los demás. Ella nos
ayuda a imaginar cómo sería para nosotros confiar únicamente en nuestro
Creador. La vida que ella vivió es una vida radical que nos hace una invitación
radical a esperar pacientemente la gloria y la bondad de Dios

CONCLUSION:
1. No cabe duda que Ana es un modelo ideal para todas las viudas y mujeres cristianas. La
hermana edad avanzada puede servir a Dios según sus posibilidades, visitando enfermos,
hermanos débiles en la fe, miembros nuevos, extendiendo folletos a la gente, orando por otros
como lo hacía Ana etc.

2. En fin hay muchas maneras de servir. De esa manera las personas de edad no están
simplemente sentadas pensando en los problemas de la vida, queriendo que alguien les visite para
escuchar sus quejas.

3. Que alentador es conocer a aquellos que a lo largo de la vida han permanecido fieles al Señor y
quienes sus canas son honrosas debido a una vida vivida en la voluntad de Dios y quienes cuando
mueren están listos para la gloria.

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