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Este documento narra dos historias de la infancia de la autora María relacionadas con el alcoholismo de su padre. En la primera historia, María escucha a su madre pedir ayuda mientras su padre la golpea con una linterna. María despierta a sus hermanos para ayudar a su madre. En la segunda historia, la familia se muda a vivir con un hermano mayor. Una noche, el padre borracho intenta entrar a la fuerza para golpear a la madre, pero la familia atranca la puerta. El padre regresa con un
Este documento narra dos historias de la infancia de la autora María relacionadas con el alcoholismo de su padre. En la primera historia, María escucha a su madre pedir ayuda mientras su padre la golpea con una linterna. María despierta a sus hermanos para ayudar a su madre. En la segunda historia, la familia se muda a vivir con un hermano mayor. Una noche, el padre borracho intenta entrar a la fuerza para golpear a la madre, pero la familia atranca la puerta. El padre regresa con un
Este documento narra dos historias de la infancia de la autora María relacionadas con el alcoholismo de su padre. En la primera historia, María escucha a su madre pedir ayuda mientras su padre la golpea con una linterna. María despierta a sus hermanos para ayudar a su madre. En la segunda historia, la familia se muda a vivir con un hermano mayor. Una noche, el padre borracho intenta entrar a la fuerza para golpear a la madre, pero la familia atranca la puerta. El padre regresa con un
(Sorpresivo y reflexionando para sí mismo) -¡A papo!
¡Recordar es volver a vivir! ¿Quién en esta vida no recuerda cosas… cosas buenas, cosas malas, cosas, que te dejan marcado para siempre, ya sea para bien o para mal.
(Dirigiéndose al público) Soy María, les contaré una
parte de la historia de mi niñez. Pongan oído pue… fueron momentos con muchos sentimientos encontrados; en veces tristes, enveces felices y de todo un poco, quiero contarles dos de las tantas pasadas que vivimos por las borrachera de mi apá, (pensativo).
De él casi no tengo buenos recuerdos, las memorias
que guardo de mi apá son de la patada porque sufrimos harto , y todo por el egoísmo y el machismo de él. ¡Ah que don ese! Vean nomas, una de tantas noches que llegó borracho, ya era tarde por cierto, por eso todos dormíamos , nos acostamos bien tempranito, yo había bebido tanta agua que no aguante las ganas y me fui a mear al baño , pues cuando ya venía de regreso escucho los gritos de mi amá,
-(grita fuerte) ¡Ayuda, que alguien me ayudeee!
jAyúdenme por favor, este viejo me va a matar!
-(Enojado) Mi apá golpeaba a mi jefa tan fuerte, lo
hacía con una linterna de mano, de esas que salían antes, que eran como de hierro, que yo dije -¡Hoy sí la va a matar este señor, hoy sí le va a partir la cabeza en dos pedazos! ¡Santísimo!
-(Dramatiza lo que habla) Pues a mí no me quedó más
remedio que salir corriendo como alma que lleva el diablo, despupusado porque este señor se había vuelto loco del pijín que andaba, de lo asorado que iba me llevé las piedras y todo Io que se me ponía por enfrente, fui a despertar a mis hermanos que dormían a todo mecate, tuve que gritarles a estos cipotes para que ayudaran a mi amá… por suerte la cosa no pasó a más, ni quiera Dios (se persigna) ni les estuviera contando la historia de como acabo mi amá.
Hay les va otra pasada, un día mi apá se le ocurre
sacarnos de la casona, sí , es que así le llamabamos a la casa donde nos crecimos la última parte de la familia, porque somos un relajo de gente que ya les cuento, pues en ese pueblo no había luz , por eso la gente se acostaba tempranito, peor que las gallinas, y las parejas solo en hacer cipotíos pensaban, imagínense ustedes.
Recuerdo todo como si hubiera sido ayer, después de
vivir en la casona nos fuimos a vivir a la casa de mi hermano grande, ese día mi apá volvió a emboracharse, pero igual nos juimos a dormir, siempre con la zozobra de lo que haría mi apá, siempre hacía sus relajos, ya lo conocíamos.
Como tipo 11:30 de la noche escuchamos que golpean
tan fuerte la puerta que nos despertamos de un solo salto, era mi apá que quería entrar a pegarle otra vez a mi amá (exclama muy triste y decepcionado), pero entre todos los que estabamos agarramos la puerta con toda la fuerza que pudimos, y eso que eramos unos ichoquitos chorriados, bien chiquitos todavía, pero teníamos buena cabeza; pusimos detrás de la puerta una mesa y una tranca para que mi apá no pudiera abrir, hubo un ratito que se calmó el señor y nosotros emocionados creímos que ya se había largado, sin embargo no tardó mucho tiempo para que regresara, (dramatiza lo que dirá) entonces lo vemos venir más encachimbado que nunca, yo me azoré, venía con una gran hacha afilada y en el momento dio un hachazo a la puerta, nos asustamos tanto, escuchamos como le hizo la madera de la puerta, entonces se partió en dos, mis hermanos y yo al ver el hacha atravesando la puerta nos dio tanto susto, que salimos de juida, tirándonos por la ventana, y para más desgracia no había luz, todo era una oscurana perra, de remate juimos a pegar en las nalgas de un caballo que estaba rumiando en medio del camino, pero iGracias a la Virgen santísima! logramos escapar juntos; mi amá, mis hermanos y yo.
Para terminar, esa noche se nos espantó el sueño
porque estabamos hechos un manojo de nervios, amanecimos como sardinas, todos amontonados en otra casa de por allí cerca, cuando salió el sol nos cambio la cara, porque teníamos hambre ya, jajajaja, empezamos a chistear de la pasada, allí entendí que reirnos de nuestras desgracias nos hace más fuerte y felices en esta vida. Así que ya saben, rianse de de lo malo que les pasé , vuélvanlo una pasada y así la vida será más bonita y menos dolorosa.