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1942 AÑO XIX

N° 3
MAYO
OR. DE SANTIAGO
SUMARIO Revista Masónica de Chile
CORRESPONDENCIA Y CANJES
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DIRECTOR DE LA REVISTA MASÓNICA


SANTIAGO  CASILLA 2867

Págs.

1. — Opiniones sobre la Francmasonería…………………………………… 66


2.— Ochenta años.— Editorial.— R. O……………………………………. 67
3 . — Breve exposición filosófica.— V. A. R., Lo…10....……………………... 68
4.— Informaciones del Dpto. de RR. EE.— G. Lo. de Chile……………... 72
5.— Los elementos y la filosofía griega.— B. Ch. K., Lo.74……………… 75
6.— El templo ideal.— O. F. L., Lo. 1……………………………………….. 80
7.— Ideales masónicos,— W. G. O., Lo.64…………………………………… 83
8.— Ciencia, filosofía, religión.— R. M. G., Lo. 39……………………….. 86
9.— El sentido de la felicidad.— P. M. C., Lo. 8……………………. 89
10.— Método, regularidad, lógica y cultura.— V. G. G., Lo. 75…………….. 90
11.— La verdad. — I. R. A., Lo. 64 …………………………............. 94

La Revista Masónica de Chile abandona todo derecho de


propiedad literaria sobre los trabajos de su redacción propia, los
cuales pueden ser reproducidos por cualquiera publicación masó-
nica. Únicamente se ruega citar el origen de la reproducción.

El h. Alejandro von Humboldt, Ludwig Keller, ya citado, emite aquellas esferas, aparentemente más
hermano carnal del otro h. Guiller - los siguientes conceptos: bajas, para lograr así su ideal de
mo von Humboldt, sabio alemán, "En cuanto a la acusación que educación y de elevación del pue -
nacido en 1769 y muerto en 1859, se nos hace, sobre tendencias de- blo. Es por eso que en la franc -
a los noventa años de edad, llama - mocráticas de la francmasonería, masonería se nota una tendencia
do por su ciencia el Aristóteles pod emo s decir que es verd ad qu e marcadamente social, que no es
Moderno, que viajó varios años por los masones, dados sus conceptos idéntica con tendencia democráti -
Sudamérica, un siglo antes de que so bre el valo r del ho mb re y los ca".
el problema semítico adquiriera la valores humanos, siempre se acer-
gravedad que después tuvo en can al pueblo en una forma diver sa E] Mariscal de Francia, Marqués
Alemania, proféticamente decía: de la que lo hacen los sometidos a Pierre de Beurnonville, nacido en
"Al afirmar la solidaridad de la las leyes burguesas vigentes. En 1752, fallecido en 1821, miembro
humanidad, naturalmente nos si- todas partes en donde el nacimien - activo de la francmasonería hasta
tuamos en oposición a aquella to, las clases sociales y las castas, su s ú l ti m o s d í as, era fa m o s o p o r
tendencia, que llamaré inconve - forman la base del orden social, es su estrictez en las iniciaciones. De
ni ent e e i rraci o n al, q u e cl asi fica costumb re mirar y tratar a los se - él son los siguientes consejos:
las razas en superiores e inferiores. res inferiores como motivos u ob - "Nunca recibáis para la inicia -
Hay, por cierto, razas más educa - jetos de beneficencia. Pero el prin- ción en la francmasonería sino a
das o más ilustradas que otras, da d a cipio de los derechos humanos, tal aquellos que puedan daros la ma no
su cu l t u ra esp i ri t u al , p ero e s un cual lo concibe la francmasonería con honor, pero jamás a aquellos
error decir que hay razas más en su postulado sobre humanidad, que os la ofrezcan con ansias".
nobles que otras. Todas las razas principio que fue incorporado por
están igualmente predestinadas a la pri mera vez en la Constitución d e Miguel Bakunín, conocido anar-
libertad, a esa libertad que, en si- u n Est a d o p o r el H. B en j a m í n quista ruso (1814-1876) no era ma-
tuaciones primitivas, es el derecho Franklin en Estados Unidos, trae són, pero hablando de la franc -
individual, y que en la vida de los aparejada una concepción diversa masonería italiana en la época en
Estados, con sus instituciones polí- de esta situación. Según ya se ha que Mazzini estableció la Joven
ticas perfeccionadas, es el derecho expresado, el principio fundamental Italia, decía en una de sus obr as:
de la generalidad". de la mason ería es la creenci a en "La masonería reunía en su seno,
los valores infinitos del alma hu - en aquellos tiempos, las más gran -
mana. Por lo tanto era lógico qu e des intelectualidades, los más fie les
la institución aceptara práctica - corazones, las más gallardas vo-
Tratando sobre la tendencia so- mente esa dignidad humana y ese luntades hu manas y los más va -
cial de la Francmasonería, el h. respeto al ho mbre, aun dentro de lientes hombres".
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Revista Masónica de Chile


OR DE SANTIAGO DE CHILE

AÑO XIX MAYO DE 1942 N.o 3

EDITORIAL

OCHENTA AÑOS
Se cumplen en el presente mes de Mayo ochenta años desde la fundación
de la Gran Logia de Chile.
Creada por el esfuerzo robusto de eminentes hermanos, impulsada por el
valor inquebrantable de grandes paladines del liberalismo doctrinario, robustecida
en el curso de su vida por el talento preclaro de hombres eminentes y prestigiada
por las virtudes, el celo humanitario y la pureza de ideales de noble estirpe, ha
sido la Gran Logia de Chile el nido dilecto donde se han incubado preciosas
mentalidades y egregios espíritus. De ella han surgido como portadores de bien
y de belleza, falanges de varones inmaculados que, al propagar en nuestro medio
social y en las instituciones nacionales los principios de la justicia, de la libertad y
del amor al semejante, no hacían otra cosa que proyectar los postulados
admirables de nuestra Orden, aquellas doctrinas que aprendieron en las modestas
columnas de sus Talleres.
Nada supo la colectividad beneficiada acerca de la fuente de donde
manaban tales bienes; recibió el don, disfrutó el servicio, y la vida social y
pública fue tomando rumbos más acordes con las exigencias de una civilización
más elevada.
Pero, ¿qué importa que la generadora de todo este bien quedara en_ la
sombra? La buena obra realizada, el beneficio estimable logrado bastaba a su
conciencia y a su ley tradicional.
Sería innecesario extenderse en esta ocasión para comentar la misión mag-
nífica que la Gran Logia de Chile tomó sobre sí y la forma cumplida con que
fue, lenta pero de modo seguro, dando realidad a ese inmenso conjunto de
aportes humanitarios, sociales, culturales, etc. Tan destacadas obras la hicieron
grande en nuestro afecto y fuerte en nuestra adhesión inquebrantable. No po-
demos, pues, en una fecha como la presente, dejar de testimoniarle, con el más
encendido afecto filial, nuestra incondicional adhesión.
La gobernaron hombres eminentes, la sirvieron hermanos distinguidos en
todo género de virtuosas disciplinas y nos dio la luz masónica en una hora que
cada uno de nosotros recuerda como una de las más bellas de su vida.
Si bien ocho decenios son tanto o más que la vida normal de un
individuo, para una institución como la Francmasonería es un período
sobradamente corto y sin embargo, tanto por la activa y tesonera labor de los
hermanos de su Obediencia cuanto por la sabia dirección que sus jefes supieron
darle, nuestra Gran Logia ha podido participar en una obra de progreso de tal
entidad, que se nos presenta como verdaderamente asombrosa pues cabe a la
Masonería de nuestro país la inmensa satisfacción de haber contribuido, por la
acción magnífica de sus miembros, a casi todas las iniciativas generosas que
en el mundo profano han sido ideadas para el mejor servicio social y para el
mayor bien de la humanidad.
Rindámosle en esta oportunidad, como el mejor homenaje, nuestro más
firme propósito de no abandonar la tarea, que nos hemos impuesto para su
gloria, para el bien de la patria y para la íntima satisfacción de nuestra con-
ciencia.

R. O.
68 REVISTA MASÓNICA DE CHILE
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BREVE EXPOSICIÓN FILOSÓFICA


La historia nos cuenta que Diógenes de Sinope, filósofo del
proletariado griego, salió un día con su linterna encendida mien-
tras brillaba el sol y que, al interrogársele por qué lo hacía, con-
testó que buscaba un hombre. Un hombre en el concepto de su
filosofía, que practicara la virtud que es el fin de la vida.
Esta ética, a base integral o unitaria, proseguida más tarde
por los estoicos, resolvía el dualismo aristotélico de materia y
forma, cuerpo y espíritu, en la sustancia única, material y es -
piritual a la vez.
Y el hombre que buscaba Diógenes de Sinope con su linter-
na, que debía encerrar bajo el principio unitario planteado por
su filosofía las ideas de justicia no sólo por participar de estas
ideas, sino por contener la materia de la justicia en su propio
cuerpo, aun podría seguirse buscando en nuestros días sin encon-
trarlo fácilmente.
La humanidad, a través de la civilización, se ha ido alejando
imperceptiblemente de la directiva espiritual que surge y bulle
en el fuego interno que anima la vida de cada ser humano.
Fuego interno que es a la vez el principio vital del Unive rso y
que nos permite la plenitud de pensamiento y de acción mien -
tras se mantiene inalterable.
Como decíamos, ese hombre buscado en tiempos de antaño,
hoy lo reclaman los pensadores del momento que vivimos, pi-
diendo hombres desde dentro, internos, capace s de lanzarse al
mar proceloso de la vida sin ahogarse en él, hombres que sintiendo
la agonía de la vida se eleven sobre ella en franco triunfo.
Porque en la hora del peligro la vida misma sacude todo lo
que en ella es "inesencial", excrecencia y tejido adiposo, y pro-
cura desprenderse, reducirse a lo que es puro nervio, puro múscu-
lo, para salvarse. En esto radica la salvación del mundo, en la
contracción a lo esencial.
El hombre en su paso por la vida lucha a cada instante con
dos fuerzas que sólo en armonía le producen la felicidad. La
fuerza interna de su yo que lo dirige, y la fuerza externa del
mundo en que vive, que generalmente le impide o restringe la
acción de su yo íntimo. Esta lucha es la que mantiene impere -
cedero al dolor, exige esfuerzo y trabajo constante y, a veces,
heroico, llegando hasta la exudación de la esencia vital misma,
si se nos permite decirlo, para dar comienzo a la agonía que
redime, lleva al triunfo de los ideales e inmortaliza la causa de
los hombres.
Existe, pues, esta dualidad vital que los hombres no tene-
mos tiempo de auscultarla debidamente frente a las exigencias
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diarias del trabajo. La vida-proyecto del hombre, lo que tiene


que ser según él, es contrariada por el que resulta siendo.
En cada instante el hombre debe decidir lo que habrá de
hacer en lo próximo y para ello tener que descubrir el plan mis-
mo, el proyecto mismo de su ser. El "conócete a ti mismo", de
Sócrates, es un difícil mandato, pero que bien cumplido nos aho-
rraría dolores y los evitaríamos a los demás. Hay, pues, entre
los hombres quienes quieren ser, y no saben cómo, es decir, no
saben quién ser.
La Masonería se esfuerza por guiar a sus miembros mediante
el estudio, la meditación y la práctica del bien para que sean
lo que deben ser, sabiendo lo que quieren ser.
Un proceso constante de perfeccionamiento ha llevado al
hombre a las conquistas más audaces de la civilización; una era
de sacrificios también lo lleva a la elevación de su alma y a su
purificación de acuerdo con los más nobles ideales que la huma-
nidad ha planteado a costa de vidas y de lucha incesante con las
fuerzas negativas, ideales que radican en la esencia de la vida
humana.
Desgraciadamente el hombre es una naturaleza confusa
que no sabe aún de dónde viene ni a dónde va; sabe poco del
mundo y casi nada de sí mismo. Es, según lo ha dicho un pen-
sador, el ser más desgraciado de la naturaleza, porque viene a
la vida sin saber cuándo, sin quererlo, es decir, sin poner en ello,
a contribución ningún hecho de su conciencia, ningún esfuerzo
de su voluntad; y se aleja de la vida también sin saber cuándo, y
sin quererlo.
Siguiendo en nuestra introspección, pensamos individual-
mente que somos hijos de las contradicciones; pero cuando te-
nemos la franqueza de confiar nuestras desazones a otras per-
sonas, encontramos que el confidente también resulta hijo de
sus contradicciones, lo que significa que aún nos queda mucho
por andar en el camino de nuestra propia perfección. Pero cada
hombre no puede tener sino una sola vida auténtica que se iden-
tifica consigo mismo y, a la vez, con la sociedad en que vive. Es
la de su vocación que le permite alzarse sobre el materialismo
y llegar en su devoción al arte, al símbolo, etapa de donde puede
abstraerse un tanto de la realidad y vivir su vida.
Como el anhelo es general y humano en el sentido de alcan-
zar una vida feliz sin sacrificios, los hombres, desentendiéndose
de su propio poder, que radica en sus propias fuerzas, se agrupan
en torno de aquellos que tratan de vivir su vida y marchan tras
ellos en busca de la felicidad, como en la leyenda del pájaro azul
de Maeterlink, ignorando que ésta la llevan consigo y que se
nos revela cada vez que identificamos al que es con el que debía
ser, es decir, realizamos la idea del perfecto cumplimiento del
deber que consiste en la recta conciencia.
Pero ya lo hemos dicho, esto no se realiza sino con el es -
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fuerzo y el sufrimiento propios. Ortega y Gasset en sus escritos


compara la vida con un naufragio, en que el hombre extiende los
brazos y se mantiene a flote. "Ese flotar es la cultura me diante
la cual se levanta y no se ahoga; pero es necesario mantener en
el hombre constantemente la necesidad del naufragio para que
no se identifique por su estaticismo con las Estatuas y las mo-
mias. La sensación de perdimiento es la sustancia de la vida.
Es preciso que fallen en torno del hombre todos los elementos
flotadores, que no encuentre nada a que asirse, porque entonces
sus brazos volverán a agitarse salvadoramente, puesto que la
conciencia del naufragio, al ser la verdad de la vida, es ya la
salvación".
Por eso, en medio del pesimismo que produce la crisis del
momento presente, en que parece que los flotadores que nos en-
tregó la civilización se han perdido o destruido, los hombres y
los pueblos se agitan desesperadamente, buscando el punto de
apoyo que habrá de conducirlos al cumplimiento del contrato
que pactaron con la civilización, al cederle sus derechos de pri-
mogenitura (derechos naturales) en cambio del plato de lente -
jas, o sea del goce de las comodidades y riquezas que el mismo
hombre había producido y de las que en adelante produciría.
Esta segunda parte del contrato es la que no se ha cum-
plido, mientras el hombre se ha ido despojando íntegramente de
su independencia empequeñeciéndose.
Se hace, por consiguiente, necesario para que pueda andar
y aun volar, que recobre su libertad, y al hacer efectiva la igual-
dad sienta y, practique la fraternidad.
Las miserias del mundo no han tenido otro origen que la
entrega de los derechos de primogenitura con que lo dotó la na-
turaleza, y por cuya reivindicación vienen luchando los masones
desde tiempos inmemoriales para que se expandan por doquier
el bienestar y la felicidad.
La hipertrofia del egoísmo ha precipitado a unos pueblos
contra otros, llegándose hasta la invalidación de los derechos
naturales del hombre que lo hacen señor de todo lo que la tierra
produce para él.
La afectividad y el sentimiento innato del hombre hacia el
bien y la caridad han sido aplastados por el afán de lucro, de sen-
sualidad y de mando o imperio sobre los demás.
Los ideales de servicio y de fraternidad están agonizantes
frente a la técnica que, también alejándose de su finalidad, va
esclavizando al hombre con la máquina, lo desplaza de su traba-
jo y le regla su vida. La máquina ya no es una prolongación
del músculo humano que construye para éste proporcionándole
placer y menor esfuerzo. Es su peor enemigo, y el hombre se
arrastra por el mundo, en enormes masas, impotente para do-
minarla y aun destruirla antes que morir de hambre.
Pero como todo lo material es transitorio, desde su creación
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hasta su perecimiento, confiamos que en la actual lucha habrán


de vencer como en otros tiempos las fuerzas íntimas, esenciales
del hombre, cuyo manejo debido le darán la calma y el bienestar
que necesita.
La humanidad podrá trazar el nuevo camino que la llevará a su
salvación, en medio del caos y de las tinieblas que la envuelven,
cuando comience a sentir, cuando el hombre se desprenda de su
egoísmo insaciable y sienta que, como parte constitutiva de la
sociedad, está obligado paralelamente a velar tanto por su
progreso y bienestar como por el de los demás que trabajan con
él y para él; cuando ceda el cetro de mando que actualmente
empuña, para cambiarlo por el de servicio solidario, y cuando se
esfuerce decididamente, sin reparar en sacrificios, por armonizar
sus fuerzas espirituales que lo inducen al bien, con los materiales
y groseras, instintivas, que lo apartan de su destino, lo hacen
insensible y lo separan de sus hermanos, los demás hombres.
Pero, la Masonería, organizada sobre principios eternos, que
pertenecen al hombre desde que empezó a vivir, podrá mantenerse
incólume persistiendo en el perfeccionamiento de sus miembros,
que serán cada vez mejores y más fuertes cuanto más se
capaciten para pasar del mundo sensible al suprasensible. Y esto
lo conseguiremos lentamente en la quietud de nuestros templos, al
concentrarnos alrededor de los ideales humanos y sentirnos
miembros de la gran falange de reconstrucción universal.
Aprendamos, pues, a razonar, comparar, meditar, ambicionar
la justicia y amar, porque el amor redime a los hombres y los
lava de sus culpas.
V. A. R.
Resp. Lo. No. 10

EL PORVENIR DE LA FRANCMASONERÍA
Es necesario conocer muy mal relacionamos con los trabajos que soportar las costumbres que con
la Francmasonería para ver en ella le incumbe cumplir. antiguallas y con el deseo ex -
una Institución vieja, pronta a La Francmasonería está llamada presado por cada uno de saber que
disolverse después de haber a rehacer el mundo y la tarea no las justifica. Es entonces el momen-
cumplido la parte más esencial de es superior a sus fuerzas a condi - to de que se comprenda que la
su tarea. Un examen serio del ción de que sea lo que debe ser. Masonería no debe contentarse de
asunto nos conducirá a la conclu- ¿Podrá lograrlo? Seguramente; por- ser simplemente simbólica, es nece-
sión de que lejos de estar próxi - que tiene la facultad de perfec- sario que sea también iniciática. Y
ma su muerte, esta Institución está cionarse y adquirir todo lo que le cuando los masones seamos ins-
en los comienzos de la vida. Si to- pueda faltar. Desde luego su ma- truidos, cuando seamos iniciados
davía no ha podido vencer, es por- yor defecto, es tener conciencia como pensadores en toda la ex -
que se encuentra en su período de sí misma. Es como una ado - tensión de la palabra, ¿cuál será
infantil. Nacida ayer como institu- lescente que siente revelarse en su entonces; nuestra potencia?
ción histórica se ha desenvuelto y fuero interno el sentido del pensa- N u e s t r a In s t i t u c i ó n q u e t a n t o
engrandecido sin llegar aún a la miento. Los masones no se han ha hecho ya en favor de la hu -
edad adulta, fase en la cual per - movido hasta aquí más que por manidad, incluso trabajando in-
mite a los seres tomar posesión de instinto y han sido guiados por conscientemente, estamos seguros
sí mismos. sentimientos más o menos confu- que en lo sucesivo ha de realizar
La institución masónica ha podido sos en mayor proporción que por obras gigantescas de transforma-
como Hércules, aun en su propia un discernimiento racional. Pero ya ción, modificando la faz de las co-
cuna, ahogar las serpientes que la razón se ha manifestado en ellos sas y asegurando la salud colectiva
una divinidad envidiosa había ex- por este espíritu de rebelión que de los hombres.
citado contra ella. Pero esta hazaña los lleva a demandar en todas las
no es nada comparativamente si la cosas: "¿Por qué?"... Negándose a OSWALD WIRTH.


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REVISTA MASÓNICA DE CHILE

Informaciones del Departamento de


Relaciones Exteriores de la Gran
Logia de Chile.

Hacia un Congreso Masónico Internacional


La idea de celebrar un Congreso o le, "para establecer las bases de una
Convento Masónico Ibero, Latino o organización internacional que, sin
Panamericano, viene siendo agitada supeditar ni menoscabar las sobera-
desde hace muchísimos años, sin que. nías masónicas nacionales, coordine
hasta hoy haya traspasado los límites y armonice la labor de las Potencias
de una aspiración hondamente acari- Masónicas Iberoamericanas".
ciada durante medio siglo. Innumera- También en esta ocasión, varia-
bles escollos de mayor o menor im- dos e insalvables obstáculos, impidie-
portancia, se han opuesto a la realiza- ron la reunión concordada bajo tan elevados
ción tangible de esta iniciativa. y nobles auspicios. Desaparecidos
Es sabido que ya el año 1898 se unos, se han producido otros, en tal
pretendió celebrar en Buenos Aires sucesión, que hasta este momento no
un Congreso Masónico Interconti- se ha presentado el ambiente
nental, al que se quiso llevar la idea masónico y profano favorable que
de fundar un Rito Latinoamericano, permitiera la celebración de un Con-
del que el I. y Q. H. Eduardo Laverg- vento Internacional, dentro de un
ne (ex Gran Maestro de la Gran Lo- marco de paz, de respeto y de prove-
gia del Perú) fuera el principal sos- cho.
tenedor. La tirante situación interna- En esta larga cadena de hechos
cional entre dos países sudamerica- desfavorables, se ha producido, hace
nos, hizo fracasar la reunión. poco, uno que, aunque aislado, ha
Vuelven a encontrarse huellas de llenado de alborozo a las cancillerías
un anhelo de aproximación continen- masónicas de América: nos referimos
tal — esta vez más profundas — en a la unificación de la familia
la Conferencia de Jefes de Francma- uruguaya, cuyos sazonados frutos
sonerías Simbólicas de Sud América, empiezan a apreciarse en el consor-
celebrada en Santiago de Chile en cio latinoamericano, como veremos
Enero de 1932, con asistencia de De- más adelante.
legados nacionales o acreditados, de Por múltiples razones, pues, la
los principales Poderes Simbólicos. Gran Logia de Chile — a pesar del
Esta importante reunión masóni- sentido anhelo de cada uno de sus
ca, junto con adoptar trascendentes componentes — no ha podido dar
acuerdos en materia de derecho de cumplimiento a los acuerdos de 1932,
asilo para Gobiernos Masónicos per- con la agravante de que, en ciertas
seguidos por un gobierno civil, de oportunidades, los hechos hasta le
normas de reconocimiento interna- impidieron la cortesía fraternal de
cional, etc., acordó celebrar un Con- una explicación.
greso Masónico Iberoamericano, en No obstante lo anterior, el pue-
Octubre de 1932, en Santiago de Chi- blo masónico chileno, como muchos
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otros de Latinoamérica, sigue solici- a sí mismos, existen en el mundo di-


tando la celebración del torneo, como ferentes escuelas masónicas, mejor
lo prueba un acuerdo del Segundo dicho, tendencias peculiares, que le
Convento Masónico Nacional, cele- imprimen en cada país un rumbo es-
brado en Septiembre de 1940, en que pecial, aun cuando su ideal superior
se solicita auspiciar la celebración del sea único e indivisible y la totalidad
Congreso proyectado en 1932. de los hermanos, del orbe estén con-
Como lo expresáramos en una tentos en él. Si bien es cierto que todos
crónica anterior, el VI Congreso Na- los caminos conducen al Templo in-
cional Mexicano, celebrado en Chi- mortal de la Verdad, la Masonería,
huahua en Abril del año pasado, acor- con sabia flexibilidad de sus métodos,
dó proponer a las Grandes Logias Re- se va adaptando al medio en que le ca-
gulares de América la celebración del be actuar y es lógico que no pueda, en
Primer Congreso Masónico ínter- ciertas ocasiones — a pesar de su am-
americano, con sede en una ciudad plio y desinteresado plan de paz y hu-
de la República hermana. manismo — mantenerse al margen de
Por su parte, la Masonería del situaciones internacionales, sea en
Uruguay, a raíz de la celebración de el terreno de las simples disputas di-
su Primer Congreso Masónico In- plomáticas, sea en aquel otro más
terno, acordó crear una Alta Comi- grave de los hechos consumados.
sión destinada a propiciar la unión Valga también este argumento para
de las familias que mantienen algún quienes piensan, erradamente a través
diferendo dentro de sus fronteras ma- de los antecedentes que apuntamos,
sónicas y a organizar el Primer Con- que el ideal masónico está la más de
greso Masónico Panamericano a prin- las veces en pugna con un sentimiento
cipios de 1943, iniciativa para la cual patriótico mesurado y sobrio. La
se han dado ya algunos pasos y sobre labor de la Masonería, que mira tanto
cuyos resultados carecemos de una al pasado como al porvenir, no es
información integral hasta este ins- trabajo para una generación. Su
tante. lucha es lucha de siglos, es lucha por
Fluyen, de lo anteriormente di- y para la civilización y la cultura.
cho, los dilatados y continuados es- La Gran Logia de Chile, único
fuerzos que se han gastado en la im- poder Regulador y Legislador de la
portante materia que nos ocupa. Flu- Francmasonería Simbólica en todo el
ye, también, el escaso resultado obte- territorio de la República y Logias
nido. Fluyen, finalmente, sin violen- de su Obediencia, sin problemas cis-
cia alguna y como corolario obliga- máticos en su seno, con amplio senti-
do, los obstáculos que en todo tiempo do de su derecho de territorialidad
se han opuesto, o se seguirán opo- geográfica y "espiritual", firmemente
niendo, a la confraternización de los entregada a la construcción del
masones americanos en un Convento templo inmaterial que va realizando
Internacional. por etapas lentas y por lo mismo sóli-
Contrariamente a lo que piensan das, ajena a la consecución de un po-
los enemigos de la Orden, que hasta der temporal, político o religioso, des-
le han supuesto una directiva única prejuiciada como cada uno de los es-
frente a la cual los diferentes Gobier- labones que va entregando a la vida
nos Masónicos carecerían de auto- cívica de la nación y del mundo, mira
nomía y de libertad para manejarse
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con honda simpatía todo esfuerzo hu- píritu de nuestras prácticas y doctri-
manista y de acercamiento entre los ñas o cuyo planteamiento, discusión
hermanos del orbe y sus respectivos y soluciones no encuadren dentro de
Poderes Masónicos, pero lo desea den- las mismas.
tro de los límites estrictamente masó- Junto con las anteriores conside-
nicos y no de determinadas ideólo- raciones, deseamos una vez más esti-
gías. No desearía ella concurrir (y mular a los qq. hh. de la Obediencia
para esto no hace cuestión de sedes) chilena para seguir trabajando in-
a una cita de honor en la que circuns- tensamente por la confraternidad de
tancias de excepción excluyan a algu- los pueblos pero dentro de un plan
na familia, por disputas intestinas o realista que les permita encontrar la
externas, como no podría confrater- forma feliz, dentro de los dictados de
nizar en una convocatoria que pos- SABIDURÍA, FUERZA Y BELLE-
tule problemas que se alejen del es- ZA. R. G. V.

LA MASONERÍA NECESITA HOMBRES QUE LA SIENTAN


Hombres brillantes, ricos e influyentes, son útiles a la Masonería o a cual -
quiera otra sociedad o institución. Dan nombradía al cuerpo a que pertenecen
Su talento, tuerza y riquezas puestos a disposición de la Francmasonería son
valiosos factores en el progreso de nuestra extendida fraternidad. Pero más
que esas personas necesitamos quienes la sientan.
¿Qué tiene de bueno la conducta privada de un masón brillante que carece
de fortaleza para hacer frente a la tentación?
¿Y qué tiene de bueno el hermano que lleva oro y plata en su pecho, si no
atiende a la desgracia con sus riquezas? ¿Y es un beneficio para la Fraternidad:
un hermano influyente que no quiere usar su influencia en bien de los HH 
que lo necesitan?
En los duros tiempos que atraviesa la Masonería, se necesitan hombres que
sepan ayudarla y que no le vuelvan la espalda cuando vean que disminuyen
las ventajas y la seguridad por ser masón.
El Arte de los EE. UU. fue puesto a severa prueba en la primera mitad del
siglo pasado, durante el llamado período de agitación de Morgan. Miles de ma-
sones abjuraron y cientos de Logias y varias Grandes Logias, abandonaron los
trabajos porque los h. h. eran atacados y perseguidos en todo el país. Sin, embargo,
hubo algunos que echaron a un lado toda cobardía y permanecieron en sus
puestos. Estos eran los hombres impregnados del espíritu que informa la
masonería, y gracias a su fuerza y solidez nuestra Fraternidad venció la tor-
menta.
En cada Logia hay muy pocos hermanos que cumplen plenamente con sus
deberes masónicos. El Maestro sabe que cuando llega un momento de peligro
hay que efectuar un trabajo difícil puede contar con dichos HH. que
ayudarán sin esperar gloria ni recompensa.
Estos son los hombres "dependientes" de la Masonería. ¡Feliz la Logia queÍ
cuenta con muchos!


LEO FISCHER, 33.
REVISTA MASÓNICA DE CHILE 75
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Los elementos y la filosofía griega


En nuestras últimas lecturas tropezamos con las ideas de algunos filó-
sofos griegos acerca del agua, del aire y del fuego, atribuyéndoles importan-
cias transcendentales.
Y como la masonería usa simbólicamente de estos tres elementos, su -
puse útil el conocimiento de estos conceptos, aunque algunos estuvieran en
posesión de dichos antecedentes, porque a través del desarrollo de este te -
ma hay cosas dignas de recordarse.
El agua.— Según opinión de Aristóteles, con la cual concuerdan cuan-
tos han escrito sobre la materia, Tales de Mileto (fines del siglo VII y me-
diados del VI A. J. C.), fue el primer filósofo verdaderamente tal, no ha-
biendo nadie antes que él aplicado a la interpretación y explicación de los
fenómenos naturales, métodos de investigación y de prueba fundados en la
razón. Por esta circunstancia, también a él y a los maestros de la, escuela
filosófica que él fundara, Anaximandro y Anaxímenes, se les llama fisiólo-
gos y físicos, mientras que los pensadores que les precedieron eran autores
de teogonias y cosmogonías.
El problema del mundo material pasó a ocupar el primer sitio en las
preocupaciones de los filósofos jónicos. ¿Hay tantas materias diversas en
una esencia, como tienden a hacérnoslo creer las diferencias sensibles de
las cosas? O¿es posible reducir esta infinita pluralidad a un número más
pequeño, tal vez muy pequeño, quien sabe si a la unidad misma? La pla nta
saca su alimento de la tierra, del agua y del aire; ella sirve de alimento al
animal; los restos de éste, a su turno, le sirven de abono a la tierra. ¿Se-
rán elementos que se mueven en una perpetua circulación esencialmente
extraños los unos a los otros? ¿O no resultarán más bien de la simpl e
transformación de materias primordialmente homogéneas o aun de una sola
materia? Antes que del vacío, del caos o de la nada, no ha salido el mundo
de una substancia primitiva para volver a refundirse en ella? ¿Es po sible
reconocer una ley general en esta serie de metamorfosis? ¿Es posible
formularla? Así quedaban presentadas las graves cuestiones que inquieta-
ban a los espíritus meditativos de la nueva escuela iniciadora de la ciencia
positiva.
Como resultado de estas lucubraciones, dos proposiciones esenciales de
la química moderna, dice Th. Gomperz, hicieron su aparición entonces: la
existencia de elementos de la materia y la indestructibilidad de ésta.
La leyenda suele presentar a Tales como un personaje distraído. Pla -
tón refiere que por mirar al cielo se cayó a un pozo. Pero, sea como quiera,
cabe más bien decir de nuestro filósofo que era un hombre de espíritu a
la vez especulativo y práctico y de extensa cultura, adquirida en gran par te
en sus dilatados viajes. Estuvo en Egipto, donde le interesaran y estu dió
entre otras cosas, las inundaciones del Nilo. Era político y hombre de
Estado y en ese carácter prestó importantes servicios a su patria y a las
ciudades jónicas. Era matemático y astrónomo, y, en cuanto a negociante,
nada lerdo. Como tal supo sacar buen provecho de sus conocimientos del
tiempo. Habiendo previsto una abundante cosecha de aceitunas, compró
cuanta prensa pudo o lagar para fabricar aceite, y obtuvo espléndidas uti -
lidades arrendándolas en su oportunidad a los fabricantes necesitados.
Se dice que Tales sabía medir desde lo alto de una torre la dista ncia
de los buques en el mar, e ideó calcular la altura de una pirámide por me -
dio del sencillo procedimiento de tomar el largo de su sombra en el mo -
mento en que la sombra de un hombre es igual a su altura.
Para Tales el agua es el principio original de todas las cosas subsiste
76 REVISTA MASÓNICA DE CHILE lalp

en su ser bajo la diversidad y el cambio de cualidades que la afectan, y a


ella vuelve todo por disolución o por corrupción. Así, en vez de explicar
la diversidad de lo real en virtud de representaciones antropomórficas y de
referirlas por último al misterio insondable del Caos o a la obscuridad de
la noche, Tales lo hacía refiriéndose simplemente a un hecho de experien-
cia. Nuestro sabio ha concebido la materia como algo vivo y animado, por
lo que se puede llamar a su doctrina hylozoísmo.
Todo esto era una novedad tanto en el método como en los resultados.
Por primera vez se puede hablar del comienzo del empleo de la inducción,
y con este término designan Aristóteles y Teofrasto el método de Tales.
Lo infinito.— Después de Tales la dirección de la escuela milesiana pa-
só, a mediados del siglo VI, a Anaximandro. Poco se sabe de su vida. En-
tre muchas obras que se le atribuyen, una sola, que había escrito a los se-
senta y cuatro años de edad, parece auténtica. Se la ha llamado "De la
naturaleza", pero es casi seguro que este título ha sido una modificación
posterior a Aristóteles. Introdujo Anaximandro en Jonin, el gnomon o
reloj de sombra, y fue el primero que tuvo la idea de hacer un mapa de
la tierra.
Para este filósofo el principio de las cosas es lo Infinito, un principio
original e imperecedero que contiene y dirige cuanto existe. De él salen
y a él vuelven las cosas en su movimiento eterno. Anaximandro empieza
a andar por el camino que conducirá más tarde a una concepción mecanis-
ta del devenir. La primera separación que se operó en el seno de lo infi -
nito fue la del calor y del frío. Se formó entonces una gran esfera de fue-
go que segregándose dio lugar a los astros. Aunque en forma incipiente,
tenemos aquí un anuncio de la hipótesis de Laplace.
Un presentimiento del transformismo aparece en la notable explicación
que da Anaximandro de los orígenes de la vida y del proceso operante en
los seres y que les ha permitido poco a poco adaptarse a los cambios de
su ambiente. Los primeros seres vivos habríanse formado en la humanidad
primitiva a consecuencia de la evaporación, en una mezcla de tierra, aire
y agua. Al principio todos eran semejantes a peces y estaban envueltos
en una membrana escamosa. El hombre, por último, ha provenido de aní-
males inferiores a él y específicamente diferentes.
Es muy probable que el Infinito haya dado lugar en el seno del ete r-
no movimiento a otros cielos y a otros mundos, en número infinito y co-
existentes, pero separados por tan grandes intervalos que nacen y pere -
cen ignorantes los unos de los otros.
Todo lo que nace se halla destinado a perecer. Después de la evolu-
ción viene la disolución, y el ciclo recomienza con nuevos mundos. Sólo
la materia primordial, de donde todo ha salido y a donde todo está llamado a
volver, (pasaba a los ojos del filósofo por increada e imperecedera. La
destructibilidad de las cosas individuales, la caducidad y mortalidad de
los seres vivos, la circulación de la materia, se armonizaban en un orden
natural general regido por una ley universal.
El aire.— El último representante que conocemos de la Escuela de Mi-
leto es Anaxímenes (segunda mitad del siglo VI). Escribió una obra en
prosa jónica muy sencilla, de la cual se han conservado pequeños frag-
mentos. Para Anaxímenes el principio del mundo es el aire, infinito, móvil
por sí mismo y en eterno movimiento. Las modificaciones de la, materia
resultan de la condensación y de la rarefacción, es decir, de la unión más
o menos íntima de sus partículas. Toda forma de materia se puede con-
vertir así en cualquier otra forma. Se ve que la doctrina de Anaxímenes es
un preludio de la atomística.
El aire, principio fundamental de la materia, es en el mundo orgánico
principio también de la vida, el alma de los seres. El término psique con
que en griego se designa al alma, significa soplo, aliento.
REVISTA MASÓNICA DE CHILE lalp 77

No hemos encontrado en los filósofos milesios ninguna inquietud por


la moral. No es que no la tuvieran tal vez: pero no disertaron sobre ella.
Al respecto nos han dejado solo, y no es poco, el ejemplo de su valor para
pensar independientemente, con lo que abrieron nuevos derroteros
a la inteligencia humana, y siguiéndolas llegaron ellos mismos a concep-
ciones muy semejantes en lo esencial a muchas ideas de la ciencia y de la
filosofía moderna.
La Tierra.—Para convivir hasta donde sea posible con el espíritu de la
filosofía, pitagórica es menester representarse el ambiente de misticismo
en que se desarrolló y que el propio Pitágoras estimuló poderosamente.
Las almas inquietas por un destino superior del hombre y por las incerti-
dumbres de ultratumba encontraban satisfacción en las prácticas de los
misterios, de los cuales los principales eran los misterios de Demeter en
Eleusis y los misterios órficos de Dionysos.
Los primeros habían tenido por tema en un comienzo la generación
del trigo. El grano enterrado en el surco no perece; después, de una corta
estada bajo la capa protectora del suelo resucita. Asimismo resucita el
alma del hombre sepultado bajo la tierra. Esta doctrina había encontrado
su expresión en un mito. La hija de Demeter, Coré, fue raptada por Ha -
des y pasó a ser reina del Infierno con el nombre de Perséfone. Tras lar-
gas y dolorosas peregrinaciones, la madre descubre la mansión de su hija
y obtiene que le sea entregada, al menos temporalmente. En adelante Coré
pasará un tercio de año con su esposo y dos tercios con su madre. Demeter
había ganado su causa gracias a su amor maternal. El amor y el an helo
de volver a encentrar los seres que os habían sido arrebatados y no el deseo
egoísta de una mera continuación de la vida personal eran en parte en la
religión antigua los inspiradores de la creencia en la inmortalidad del
alma.
Coré pudo imponerse de los misterios del mundo subterráneo y los dio
a conocer a su madre. Ambos saben ya de qué manera los hombres pueden
asegurarse un mejor destino en el otro mundo, y como los aman, consienten en
comunicarles su ciencia. Para tal fin fundan los misterios de Eleusis. El
drama sagrado que se celebraba en el templo, inculcaba a los espectadores
la convicción de la inmortalidad del alma y su mejor destino en el más
allá. Su alma no volará en adelante como sombra impotente y semi-
consciente en los abismos nebulosos de Hades "penetrará en bosques verdes
y frescos iluminados por el sol de nuestras noches, girará en la eterna ronda
de las almas glorificadas y su substancia respirará una beatitud completa”, la de
las almas glorificadas y su sustancia respirará una beatitud completa'',
iniciación que equivale al bautismo entre los cristianos. El heraldo eleusino
no llamaba a participar en las fiestas de otoño nada más que a los que ha-
bían recibido la iniciación preparatoria de los "pequeños misterios" de la
primavera. Luego era menester llevar siempre una vida moral que no se
apartara de la justicia.
El cosmos.— Desde el principio de los tiempos históricos se introdujo de
Tracia en Grecia el culto de Dionysos, que tenía entre sus manifestaciones
danzas orgiásticas y daba lugar a desenfrenos sensuales y a éxtasis. Las
mujeres eran más sensibles a caer en éxtasis y por esto las bacantes forma
ban la principal escolta del nuevo dios. El espíritu apolinio de los grie-
gos tendió a moderar los desbordamientos dionysíacos. Las orgías fueron
limitadas en el tiempo y en el espacio: no pudieron tener lugar sino en el
Parnaso y cada dos años. En el resto de la Grecia se hizo entrar el culto
de Dionysos en los cuadros de culto cívico y en el teatro.
Se atribuye una modificación y reforma de este culto a un poeta le-
gendario, venido también de Tracia, Orfeo. Tal sería el origen de los
misterios órficos en los que hay que distinguir una parte cosmogónica y
otra moral.
La primera parte se relaciona con la lucha de Zeus con los titanes.
lalp

78 REVISTA MASÓNICA DE CHILE

Estos fueron vencidos y para vengarse despedazaron a Dionysos Zagreus,


hijo de Zeus y de Perséfone. Atenea logra salvar el corazón de la víctima y
se le lleva a Zeus, quien se lo traga y engendra en Somelé el segundo Diony-
sos. Los titanes son en castigo aniquilados, por Zeus, pero de sus cenizas
nace el género humano.
He aquí la fuente de nuestras malas pasiones y la clave de los tormentos
de la naturaleza humana. De la concepción cosmogónica, se pasa insen-
siblemente a la moral. En el hombre quedaron mezclados el elemento ti-
tánico, encarnación de lo malo, de lo bajo, de lo corporal y terrestre, y el
elemento dionysíaco, encarnación de lo bueno y de lo espiritual. Su reu -
nión es la causa de la lucha de lo divino y de lo infernal que a menudo hace
estragos en el pecho del hombre. Nuestra obligación: moral consiste en
sofocar en nosotros el titanismo y en estimular la chispa, de Dionysos que
alienta en nuestro espíritu. A semejante fin conduce la vida órfica tal
como se revela a los iniciados en los misterios órficos. La purificación y la
expiación son necesarias, pero no fáciles de obtener. Una sola existencia
terrestre no basta para librar al alma de su mancha original y de las im-
purezas que han agregado sus demás pecados. Una larga serie de nuevos
nacimientos y más una estada en el reino de Perséfone son episodios indis-
pensables de una verdadera expiación. En el reino de Perséfone se halla el
purgatorio donde se, purifican las almas antes de una nuev a reencarna-
ción. Quien ha pasado su vida terrestre sin pecado, lleva en el otro mundo
una existencia dichosa en un paraíso temporal, hasta que la voz de la Ne-
cesidad le llama una vez más a "la tierra para someterlo a nuevas pruebas.
Mas para aquellos manchados por crímenes inexpiables, no hay purifica-
ción posible, y quedan sometidos a penas eternas en los infiernos.
No es difícil percibir tres claros elementos del orfismo: concepción pe-
simista de la vida que desprecia la existencia y los bienes terrenales; con-
fianza en una justicia divina que castiga los crímenes y recompensa las
acciones buenas; y persuasión de que el alma es de naturaleza y de origen
divinos.
Los misterios órficos, a diferencia de los de Eleusis, no se radicaron
en tal o cual ciudad. En toda la Grecia y particularmente en las colonias
del Occidente se habían fundado comunidades órficas que viví an y órgano-
zaban sus fiestas bajo la dirección de sus maestros. Naturalmente que de la
personalidad de éstos dependía, la pureza y el nivel espiritual de la doctrina
misma.
El fuego.— Heráclito de Efeso, mezcla de Nietzsche y de Bergson, es un
espíritu independiente, altanero y soberbio, cuyas musas fueron la soledad y
la contemplación de la naturaleza. Vivió a fines del siglo VI y principios del
V (A. J. C) Quedan fragmentos de una obra suya que a juicio de un
historiador ya citado, es profunda y se halla escrita en un lenguaje rico y
lleno de imágenes, pero ambiguo y obscuro.
Critica Heráclito a los demás filósofos que se pierden en la investi ga-
ción, de detalles y no van tras la visión directa de lo real. Se jacta de que
lo mejor que hay en él, lo debe a sí mismo, porque de todos los pensadores
que lo han precedido y de otros cuyos discursos han escuchado, ninguno ha
llegado a la verdadera inteligencia de las cosas.
Se muestra nuestro filósofo hostil a todas las creencias populares. La
adoración de imágenes es coma hablarles a las paredes. Los sacrificios ex-
piatorios reemplazan una impureza por otra, tal si quien se ha hundido en
lodo quisiera librarse de manchas por medio del mismo lodo. Las prácti -
cas del culto de Dionysos son infames, y sacrilegios las de los misterios.
Estima que los mitos homéricos no encierran ninguna verdad y quisiera
proscribir a Homero de todo acto público y azotarlo, si fuera posible, jun-
to con Hesíodo, por haber iniciado al pueblo griego en la teología.
SI este aristócrata de raza, así desprecia a l os poetas y a los pensa-
dores, su condenación de las masas no tiene límites. Son "ganado que se
lalp

REVISTA MASÓNICA DE CHILE 79

repleta la panza". Miles de hombres del montón no valen lo que un sólo


hombre excelente. Su sabiduría era para unos pocos escogidos y no para
esos que "ladran como perros a lo que no entienden, o son como el burro
que prefiere al oro un saco de heno".
Las circunstancias políticas en que vivió, explican el escepticismo y
la amargura de Heráclito. Esta amargura subió de punto cuando la Fac-
ción democrática triunfante deportó a su ilustre amigo Hermodoro, el mis-
mo que encontró honroso asilo en Roma y fue el sabio consejero de los
decenviros en la reducción de las Leyes de las Doce Tablas. En el colmo de
la indignación dijo nuestro filósofo que "los efesios harían, bien en ahorcarse
uno a uno dejando la ciudad entregada a los niños".
Heráclito pasó los últimos años de su vida en un rincón boscoso de
la montaña.
Para et Filósofo de Efeso el principio de donde provienen todas las
cosas y al dual vuelven, es el fuego. "Este mundo no ha sido creado por
ninguno de los dioses, ha existido siempre y siempre será. Hay cambio en-
tre las cosas y el fuego, y entre el fuego y las cosas, como entre las merca-
derías y el oro, y, luego, del oro y las mercaderías". Una sustancia única
reviste formas diversas bajo la sola condición de mantener una equiva-
lencia en sus permutaciones. La vida misma es un florecimiento de esta í n-
dolé.
La oposición en cuyo fondo se encuentra la identidad de las contrarias,
es la condición del devenir de las cosas. Estas pasan en un estado de in-
cesante movilidad. Todo fluye, nada permanece. Exagerando hasta la pa-
radoja, nuestro filósofo agregaba.- "Es lo mismo estar vivo que estar muer-
to, despierto o dormido, ser joven o viejo, porque, en razón del perpetuo cam-
bio, esto es aquello y, a su turno, aquell o es esto". Suya es la metáfora
de que en el mismo río son siempre otras aguas las que nos bañan, y de
que jamás nos sumergiremos dos veces en ondas iguales.
Expresiones análogas han partido en nuestros día s de la pluma de
Bergson.
El comediógrafo siracusano Epicarmo, contemporáneo de Platón, se
burlaba del heraclitismo, refiriendo el chasco de un viejo prestamista
adepto a la doctrina. Llegado el momento del vencimiento de una deuda,
fue a cobrarle al deudor y éste le contestó: "Ud. sabe que conforme a las
doctrinas del ilustre Heráclito, y que son muy ciertas, todo pasa, todo cam-
bia, nada permanece. En consecuencia, no le debo nada porque no soy el
mismo que le pidió prestado hace unos cuantos meses. El que recibió di-,
nero desapareció ya en el flujo incesante de las cosas".
En el orden moral, todo es relativo también. Las creencias, leyes e ins-
tituciones que han sido apropiadas y convenientes a una época del des -
arrollo humano, se tornan con el andar del tiempo, inadecuadas y funestas.
Sin embargo, reconoce, nuestro filósofo sobre las incesantes mudanzas de
las cosas la existencia de una ley universal, expresión de una razón di vina
del logos. Conocer la ley o razón universal, es la más alta misión de la
inteligencia; someterse a ella, es la regla suprema de la conducta. Así
quedan íntimamente unidos el orden natural y el orden moral. La pasión
es condenable, ponqué significa la pretensión del individuo de ponerse,
olvidando su dependencia, por encima del orden natural y divino. La
presunción o vanidad, la compara Heráclito a una de las terribles en-
fermedades que pueden, atacar al hombre, a aquella que en toda la anti -
güedad fue considerada como una posesión demoníaca, la epilepsia. El
orgullo debe ser sofocado como un incendio. Propio del sabio es "conocer
la razón que todo lo gobierna''.
B . Ch. K
Resp. Lo. N.o 74
80 REVISTA MASÓNICA DE CHILE
lalp

QUE SE ENTIENDE POR TEMPLO IDEAL. ¿CUAL ES LA NECESIDAD DEL TEMPLO:


—El significado original de la palabra "tem- —En la sociedad humana, el deseo natural
plo", es la de un espacio aislado, o bien un por todas las comodidades y libertades o li-
sitio o lugar determinado. En el uso co- cencias que las riquezas permiten, ha llegado
rriente moderno, significa un edificio que a convertirse en una fiebre pasional, casi
ha sido o es dedicado a finalidades sagra- salvaje. "Hacer dinero" es la sentencia mas
das. Un espíritu de ostentación, vulgar y predicada y llevada también a cabo con
ruidoso, ha predominado aquí o allá y es- demasiada frecuencia.
pecialmente en algunos países, de tal ma- La edad presente, es sin duda mejor que
nera que cualquier recoveco o edificio ha lle- cualquiera de las otras, tomadas en conjunto,
gado a merecer engrandecimiento y hasta pero cada cual admite que está muy le -
se ha honrado con el nombre de templo. jos de ser lo que debiera. La misión de la
Consecuentemente, el significado verdadero masonería es la de reemplazar los lazos
y real de la palabra "Templo" corre el riesgo inseguros de los instintos, de los intereses
de perderse. La degradación y la corrupción egoístas y de la fuerza, por los de la razón,
del lenguaje, en este sentido, no sólo debería de- la justicia y el amor.
plorarse, sino que debería suprimirse este error,
en todas las formas que aun sea posible. Un LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO __ Para
templo es algo separado de la vida ordina- que un edificio sea fuerte y estable, se re-
ria, es algo sagrado y divino. Una casona quieren buenas fundaciones. Mientras más
de piedras, no obstante ser hábilmente di- altos se desean los pináculos, más profundos
señada y hermoseada, no hace un templo. se requieren los fundamentos. Al igual que
Es el espíritu que en él habita, al igual que el Templo de Jerusalén, que fue fundado
el templo de Salomón, que fue dedicado y bien profundo sobre rocas, así debe fundarse
consagrado a lo más sublime, no por sus nuestro "templo ideal". Jamás debemos creer
bronces, maderas o piedras, ya que no im- que hayamos profundizado suficientemente
porta cuán preciosas y ricas hayan sido éstas en nuestras fundaciones. El carácter fuerte,
en cuanto a su belleza, pues al fin y al cabo, justamente descansa en la humildad pro-
todas éstas fueron cosas substanciales. El funda.
templo masónico de verdad, es mucho más Los fundamentos de nuestro templo deben
que substancial, pues necesita ser real y también apoyarse sobre las rocas de la fe,
espiritual a la vez. Es en verdad el alma la fe en un poder superior al nuestro y capaz de
humana y por lo tanto es inmortal. Es el ultimar el triunfo de la verdad y de la
alpha y el omega, es el fundamento y el pi- rectitud. La experiencia de lo bueno y ver-
náculo de toda la organización masónica. dadero en cada edad, ilustra esta fe. Sin
La Logia es solamente lo que el templo pueda ella, la labor y el sacrificio necesario para
ser. Las ceremonias, los símbolos de la edificar, no podrían jamás soportarse ni me-
institución, son sólo las herramientas, las nos justificarse. La fe en la ley espiritual,
aplicaciones, y son los andamios para la cons- es tan lógica, como la fe en las leyes natu-
trucción del gran templo ideal. El Templo es rales. En ambas esferas, la fuerza o poder
el símbolo de aquella paz y unión en la so- final por ambas leyes, son la misma, y la
ciedad humana y que se obtiene por la re- prueba efectiva es la experiencia. En la fe
presión del bruto y la expresión de lo di- se ha basado todo lo que ha sido noble y
vino dentro del hombre. heroico en la historia de la humanidad.
El hombre primitivo fue posiblemente un Los fundamentos de la fe, colocados pro-
animal cruel, pero ése ha sido sin duda fundamente en nuestras almas, no son una
nuestro origen. parte visible del edificio, pero sobre ellos se
El curso de la evolución natural, tiende levantan y descansan los muros de la acción
siempre hacia evoluciones superiores, y a la visible del templo que nosotros edificarnos.
larga, la razón dominará sobre el instinto Sobre estas fundaciones descansa la fuerza
bruto. La justicia y la piedad se sobreplan- de la verticalidad y que forma la belleza del
tarán al egoísmo, y el amor triunfará sobre templo. La fe es tan necesaria para la ver-
el odio. Lo más sagrado hará su hogar den- ticalidad o rectitud del carácter, como una
tro del hombre, y cuando el templo de la buena fundación lo es para un muro bien
fraternidad humana haya sido construido, se aplomado. Pero en la vida diaria, nuestra
realizará y completará plenamente la en- perspectiva se desvía y confundimos la pre-
carnación divina. Es muy grande la idea de minencia con la importancia y vemos, en la
unir a la humanidad dentro de una gran apariencia, o sea, en lo que queda visible,
estructura, un templo de paz, y el construir con mayor interés que en las fundaciones
este templo, hasta lograr que en él habita lo que se ocultan por estar subterráneas. Las
más grandioso y sagrado, es en verdad una cosas pequeñas se engrandecen cuando las
tarea sublime. contemplamos de cerca, y en cambio, cuántas
REVISTA MASÓNICA DE CHILE lalp
81

veces, al mirar hacia el firmamento y sus con el de la conciencia. Implica, al igual que
planetas, los señalamos con el dedo para en música, la armonía de las distintas uni-
clasificarlos. A menudo se han ejecutado dades, las cuales separadamente, poseen cier-
muchos actos más nobles que aquellos ento- tas cualidades, pero que unidas, constituyen
nados por los poetas y ha habido otros la concordia y la felicidad o bien, el des-
héroes mucho mayores que los blasonados acuerdo y la fealdad. Las piedras de un
por la historia. edificio se arreglan de formas y de propor-
Al construir nuestro Templo, debemos tra- ciones tales, por el arquitecto, para que su
bajar de acuerdo con un plan. Podemos resultado sea simetría o belleza, o bien, de-
seleccionar buenos materiales, pero si no formidad y fealdad. En ambos casos, es la
construimos por un plano, no nos serían de “mente-maestro” que compone y diseña. La
utilidad alguna. Los buenos pensamientos ley universal de toda armonía y belleza, es
y dedeos, mientras no se pongan en acción variada y diversa.
ordenada, pasan a ser como piedras del ca- Para prepararnos y adaptarnos como
mino y no como piedras cúbicas para el piedras para el Templo Ideal, debemos olvi-
Templo. Hombres bien intencionados y bue- darnos de nosotros mismos, con el fin de
nos no escasean, pero, cuan poco efectivos servir a otros. Por paradojal que esto pa -
resultan en la práctica. Sus mentes son co- rezca, no podemos en realidad ayudarnos a
mo un montón de piedras de muy buena ca- nosotros mismos, sin que ayudemos a nues-
lidad, pero que necesitan reunirse según un tros semejantes. Actuando, realizamos nuestro
plan, si deseamos que sean de alguna uti- ser, pues existimos para actuar, y por con-
lidad para el mundo. La voluntad debe siguiente, actuando existimos, tanto física-
mantenerse alineada y ordenada y en pro- mente como mentalmente y sin duda, espi-
porciones simétricas, para que logren rec- ritualmente. Al moldear, conformar y cons-
titud. truir, obedecemos las leyes superiores de
La simetría del alma debe obtenerse mi- nuestro ser, dando nacimiento a la primavera
rando en el plan ideal, y debemos tratar, en de nuestro desarrollo. Entonces, al edificar
consecuencia, de trabajar de acuerdo con este en el Templo, nos construimos nosotros mis-
plan. Procediendo así, las fuerzas superiores mos en un templo, dedicado por el trabajo
que tienden hacia la rectitud, trabajarán con para consagrarlo a la eternidad.
nosotros. Si cumplimos sus deseos, subyu- No se desea un amor de la humanidad,
gando cada pensamiento e impulso, con el tanto como la necesidad de un entendimiento
plan ideal, lograremos la simetría. Todos de la simpatía humana, lo que en verdad
nuestros pensamientos y deseos, no importa alienta este complejo trabajo. Sin embargo,
cuán buenos sean ellos, deben subordinarse gradualmente y a medida que construimos,
por la voluntad y dedicarse al objetivo de un la parte nuestra de la estructura, nos pone-
plan indicado. mos conscientes de que hay quienes trabajan
El trabajo de construir el Templo Ideal, ja- aquí o allá, pasando por sobre barreras di-
más cesa y no se completa nunca. Es pro- visionarias, mares y montañas, tiempo y es-
gresista y es realizador, pero jamás queda pacio, y así, débilmente, empezamos a lanzar
realizado. Los materiales van completándose mensajes de simpatía. Empezamos a sentir
entre sí, en forma de círculos nivelados. Tiene de que el Universo es, en realidad, un total
cada círculo, su principio y su fin, nacimiento armónico y de que todas las cosas se unen
y muerte, mañana y noche, fundación y para trabajar por la verdad y por la rectitud.
piedra cimera. Pero el espíritu, en cambio, Sabemos que durante la construcción del
siempre asciende en un espiral a plomo, sin Templo de Jerusalén, no hubo ruidos, ni se
repasar jamás, siempre subiendo y creciendo sintió golpe alguno de las herramientas de
hacia arriba, hacia lo infinito. Como bien trabajo. Al igual que la luz silenciosa a La
dijo Emerson, aquel gran masón y filósofo, misma gravedad que es quieta hacen su tra-
"El espíritu cambia, pero la forma lo realiza, bajo prodigioso a través del Universo, así
pues la naturaleza no es un cuerpo, pero sí fue hecho el trabajo de la construcción del
un fluido. La inmovilidad de la parte bruta Templo.
en la naturaleza, es justamente la ausencia Las fuerzas silenciosas del Universo, son
del espíritu puro y que por ser un fluido, es justamente las mayores. El cráter enfurecido
volátil y obedece. Cada espíritu construye de un volcán, puede tal vez sernos muy im-
su casa y más allá de esta casa, un mundo, presionante, pero la fuerza oculta de la gra-
pero más allá de este mundo, un cielo". vedad que no se percibe es la que prevalece
El procedimiento para construir un gran siempre al final. No es por medio del tronar
edificio, consiste en transformar las piedras o de la artillería, ni por los choques guerreros,
rocas toscas, en cubos bien perfectos, para ni menos por el afán del oro, ni tampoco
unirlos y allegarlos unos junto a los otros, por la ambición terrenal de algunas naciones;
bajo la escuadra, y de acuerdo con el plan no es por medio del comercio, de los parla-
del arquitecto. mentos, ni tampoco por las escuelas o cole-
El Templo Ideal de la humanidad, al igual gios de enseñanzas superiores, sino sencilla-
como aquel otro material del Rey Salomón, mente, por medio del silencioso actuar de las
debe construirse de piedras buenas y bien fuerzas benéficas del amor y de la luz, como
probadas y, especialmente, que ostenten la el maravilloso trabajo evolutivo del espíritu
marca de la aprobación divina, y así de esta puede realizarse.
manera, resulten fíeles el equilibrio del alma
lalp

82 REVISTA MASÓNICA DE CHILE

Es por este medio solamente como. el gran la Paz Humana, quede revelado en toda su
plan del Arquitecto Divino puede realizarse, grandeza y belleza, el Templo en el cual
y aunque en la actualidad no vemos aun todas las naciones de la tierra habrán de
visibles las proporciones del edificio en el vivir juntas, en estrecha y efectiva unión,
cual estamos trabajando, algún día habrán
de desaparecer los aparejos y los andamios O. F. L.
para que el Templo de la Fraternidad y de Resp. Lo. N.o 1.

MASONERÍA FRANCESA
Acuerdo de una Logia
1

Vista la disolución cíe la Fed. Mas. del G. O. D. F. como


consecuencia de la prohibición de la Francmasonería en Francia
decretada por el Gobierno de Vichy.
Visto que una Logia existe solamente por estar regularmen-
te constituida.
Visto que el G. O. D. F. tiene doce Logias en el extranjero
formando una Región particular bajo un Comité regularmente
constituido y un Delegado de la Orden.
Visto que el derecho Mas. autoriza la creación de una G. L.
con un mínimo de tres Logias regularmente constituidas.
Vista la necesidad de salvaguardar la Francmasonería fran-
cesa cuya existencia ininterrumpida data de 1725 y de asegurar
la actividad masónica y la conexión entre las LL componentes
de la Región de Logias del Extranjero del G. O. D. F,
La Logia HIRAM en el O de Londres decide:
1° Continuar sus trabajos como antes.
2° Designar un Hconocedor de los reglamentos y funcio-
namiento de la Orden para que represente junto a las Logias de
la Región del Extranjero la autoridad administrativa del Cons 
de la Orden, esperando la vuelta a la actividad mas del G. O. D.
F.
En consecuencia, la Logia HIRAM decide:
1° Reconocer la susodicha autoridad del M. 11. H. Mauri-
cio Paillard 33°. Delegado de la Región de las LL. del Extran -
jero del G. O. D. F. en el Consejo de la Orden 1934 a 1937, Vice-
presidente del Comité de Congreso de las LL. de las Colonias y
del Extranjero desde 1937 y Ven Maes de la L. Hiram desde
1926.
2° Invitar a las LL. del Extranjero del G. O. D. F. a reco -
nocer al II. H . Mauricio Paillard como representante temporal
del Consejo de la Orden bajo el título de Maestro de la Región
de Extranjero del G. O. D. F. y dirigirse a él para toda clase de
informes que quisieren obtener.


REVISTA MASÓNICA DE CHILE 83lalp

Llegamos a las puertas de la Masonería con el corazón rebosante de júbilo,


con la mente saturada de ilusiones, el espíritu inquieto y sediento de sabiduría,
el ánimo entusiasta y predispuesto a las grandes conquistas del perfeccio-
namiento moral e intelectual, creyendo encontrar en cada cerebro de her -
mano un foco de luz, y en cada corazón un nido de fraternal cariño.
Llegamos a las columnas como soldados disciplinados de un ejército de
luchadores por el Bien, unidos por el Rito, dirigidos por el Símbolo, sostenidos
por el Amor.
No pensamos que la vida de afuera, la acerba vida que nos aguijonea
continuamente en la lucha por el pan, la vida traidora de los egoísmos y de
las pasiones, de las creencias y de las mentiras, de los intereses y de las con-
veniencias, puedan llegar por las vibraciones, recogidas en la vida profana,
hasta la atmósfera sagrada de nuestro templo, hasta los cimientos de nuestras
columnas.
No pensamos que cada uno de nosotros es una fuerza que sostienen estas
columnas, que cada una de nuestras acciones es la fuente fecunda que man -
tiene el ideal de la Institución Masónica. Y pocas veces miramos hacia nos-
otros mismos, pocas veces analizamos nuestra propia obra, cuando el des -
aliento nos domina, cuando observamos con espíritu de crítica.
Es necesario que sacudamos nuestra inercia y penetremos en el laberinto
de nosotros mismos; que con la linterna del criterio crucemos las encruci -
jadas, para conocer los obstáculos que siembran el camino hacia el ideal. Es
necesario que ahondemos en nuestras almas el surco del análisis para conocer
las causas de nuestros males, la desproporción de nuestros ideales con nuestras
realidades y saquemos enseñanzas de nuestras desilusiones, fuerzas de
nuestros desalientos y placenteras orientaciones de nuestras decepciones.
La lucha por la vida engendra pasiones; sepamos aprovecharlas.
Hagamos con la espina punzante del Mal, coronas y diademas para orlar
la frente del Bien.
No nos quedemos en la senda obscura de la decepción esperando la luz
que venga a salvarnos. Sigamos con la propia luz de nuestro entendimiento,
formando al choque de las realidades, hasta llegar al camino recto de nues -
tras aspiraciones. No culpemos a nadie de los obstáculos que encontremos.
Cada hecho que pasa es una lección, sobre la que debemos meditar. Una
falta es una advertencia; una ofensa es una orientación; una mentira o una
calumnia es una verdad adquirida, un conocimiento agregado, un despertar
a la realidad. Aprovechemos esa advertencia, esa orientación y esa verdad
para el mejor gobierno de nuestras acciones.
Midamos la realidad con la vara justiciera de nuestro criterio, iluminemos
nuestro criterio con las luces de la verdad y del saber; perfeccionemos nues-
tras almas para tener el tacto de medir con el rigor el valor de los hechos,
y así sabremos ser fraternales.
Aprovechemos nuestras horas de reflexión para estudiar los males que
nos rodean, para apreciar el porqué de nuestras confusiones y de nuestros
errores; sepamos obtener algún resultado favorable de la acerba lucha, y tra-
temos de obtener con la sangre de nuestras heridas un bálsamo que cure,
nuestros dolores e inmunice nuestra alma contra el choque de las injurias,
iniquidades e injusticias.
No culpemos a la irrealización de los ideales la causa de las desilusiones.
Investiguemos en nosotros mismos, en nuestra inteligencia y car ácter, en
nuestro sentimiento y voluntad, la verdadera causa de los males que reci -
bimos. Estudiemos los hombres y disequemos sus almas y pesemos sus ca-
racteres para poder discernir sobre el valor que cada cual pone en sus ac-
tividades. Analizándonos a nosotros mismos sabremos mejor valorar las ac-
ciones de los demás. Corrigiéndonos en nuestros errores podremos corregir
mejor los errores ajenos.
El masón tiene deberes en la vida profana, y deberes en la vida masónica.
Si sólo luchamos por nuestros deberes profanos, no cumplimos con nuestros
deberes masónicos. Si sólo cumpliéramos nuestros deberes masónicos, olvi -
dando nuestros deberes profanos, sacrificaríamos nuestra vida. En saber ar-
monizar los deberes consiste el recto criterio del masón. Y no tendremos
criterio sano si no perfeccionamos nuestro entendimiento con el conocimiento
de las causas de nuestros males y el de los males sociales. Cuando suframos
contrariedades pensemos en nosotros mismos, y sin demasiado análisis, en-
contraremos muy cerca de nuestro carácter e inteligencia el motivo de los
hechos que nos contrarían.
84 REVISTA MASÓNICA DE CHILE
lalp

Es más fácil censurar que corregir, porque para corregir, nuestra alma
debe ser limpio espejo en el que se reflejen las virtudes. Es más fácil criticar
que hacer obras, ser espectador que ser actor, ser multitud inconsciente que
tener carácter e independencia para exponerse a las flechas de los juicios
irresponsables de los que nada hacen y nada exponen en el concierto de las
actividades humanas.
El alma masónica debe estar modelada en el templo del carácter, y no
se puede tener carácter si no se tiene criterio para dirigir la conducta, e in-
dependencia para soportar las responsabilidades de nuestros actos.
El Criterio lo adquirimos perfeccionando nuestra personalidad con la ma-
yor suma de conocimientos verdaderos de la vida y de los hechos, para poder
valorar las causas de los fenómenos sociales e individuales que actúan en la
sociedad en que vivimos.
La Independencia la conseguimos despojándonos de todos los errores y
ejercitando nuestra actividad libre de prejuicios, de conveniencias mundanas
y de las trabas de los intereses creados.
Con criterio despejado e independencia verdadera, podremos, en la lucha.
por la existencia, hacer triunfar los ideales masónicos; y no sufrir los des -
alientos que muchas veces sentimos al roce de las ásperas realidades de la

...
vida

Llegamos a las puertas de la Masonería con las más bellas ilusiones de


la vida, dispuestos a comprender sus misterios, sondear sus ideales, y modelar
los pensamientos y los actos por las enseñanzas de las doctrinas masónicas
Desde que las luces de la verdad masónica iluminaron nuestros cerebros,
comprendimos la grandeza de sus ideales, pensamos que no son utópicas sus
tendencias de regeneración social, adivinamos que sus fundamentos no son
ilusorios, pues aquí se da culto a la verdad adquirida por las ciencias; aquí,
se enseña a los hombres a ser lógicos y verdaderos; aquí se inculca a los
hermanos la moral racional y científica, y aquí se fortalecen los corazones
en la tolerancia que perdona y enseña, y en la fraternidad que ay uda y
corrige.
Comprendemos que la tolerancia no significa el abandono de los errores
de los demás ni la indiferencia por los males ajenos.
Comprendemos que la fraternidad no es para nosotros la inconsciente
ceguedad del que ampara por derecho de sangre y de tradición.
La fraternidad masónica piensa que todos los hombres de la tierra son
hermanos, para llevar a la sociedad profana las luces de la verdad y de la
razón, que han de transformar los resortes del engranaje colectivo para hacer
la vida social más benéfica para el individuo y de la Humanidad. Cada her-
mano es un soldado de este ejército de luchadores por el bien general, que
vienen a esta Institución a dar todo lo que es capaz, física, intelectual y mo-
ralmente, por la realización de las aspiraciones masónicas. Cada hermano se
asimila a los ideales masónicos, los hace propios, lucha por ellos, trabaja sin
descanso; observa el mundo a través de sus doctrinas, va a los talleres a re-
confortar sus energías, a adquirir enseñanzas que propagar y ejemplos que
imitar.
Por eso la fraternidad masónica busca la luz, es sincera para ser verda-
dera es verdadera para ser justiciera. Busca la justicia con tesonera acti -
vidad, porque la justicia es hermana de la verdad y la verdad es la luz.
La masonería nos enseña a amar la verdad sobre todas las cosas, sobre
nosotros mismos, la verdad científica que despeja nuestro cerebro de las
creencias adquiridas en los primeros años de nuestra educación y la verdad
filosófica y moral, que nos induce a ser fraternales y tolera ntes.
Debemos amar la verdad en todas sus formas. Pero amar la verdad es
sufrir la horrible desilusión de conocer la mentira.
Ser fraternal, no significa ser humilde y compasivo, bondadoso sin re-
flexión; generoso sin medida; preferimos a la mano cariñosa que busca un In-
terés mezquino, el dedo que señala y corrige, y el golpe que advierte y nos
llama a la defensa, a la palabra que halaga y acaricia nuestra vanidad, la
frase que aunque hiere, alumbra nuestro entendimiento, a las sombras hi-
pócritas que obscurecen el camino de la vida, la cruel sinceridad que ilumina
y nos enseña los escollos.
Por los dolores adquirimos experiencias, y todas las experiencias nos sir-
ven para agrandar nuestros conocimientos en la lucha por la vida.
Así sabremos apreciar el valer de los hombres, y el porqué de sus accio-
nes. Así sabremos ser firmes en nuestros propósitos invencibles en la lucha.
y tolerantes en sus errores.
Pero, ser tolerantes no entendemos ser indiferentes, pues esto significa
el dejar hacer, el dejar llevarse por la corriente, sin afrontar el peligro, sin
lalp

REVISTA MASÓNICA DE CHILE 85

luchar por salvar nuestros ideales salvándonos a nosotros mismos. Toleramos


quee la ignorancia, la ambición y el error sigan imperando, pero no nos cru -
zamos de brazos para soportar el peso de sus iniquidades, sino que desplega -
mos o debemos desplegar todas nuestras actividades para sacudir la soño -
lencia del alma y darle rectas orientaciones en la lucha con el Mal.
Como masones debemos ser individuos de actividad y de lucha, dispuestos
al sacrificio, firmes en nuestras propósitos, fuertes con la verdad, pe rseve-
rantes con lo que creemos de justicia, invulnerables cuando tenemos la luz
de la razón en el cerebro y la limpidez de la honradez en el corazón.
W. G. O.
Resp. Lo. N.o 64.

No seáis insinuante, sino atento y cordial; piensan; el otro, refrenar la lengua y no


el primero en saludar, el más dispuesto a es- pensar en lo absoluto. A favor del primero
cuchar y responder; y no os mostréis ensimis- adquieren muchas personas reputación de
mado cuando sea tiempo de conversar. No gente de talento; por medio del segundo mu-
imitéis al pavo real, recreándoos por todas chos zopencos, a semejanza del buho, la más
partes para ver si estáis bien ataviado y si estúpida de las aves, llegan a ser considera-
el traje y el calzado os caen bien. Pensad dos un pozo de ciencia.
antes de hablar; no pronunciéis de manera
imperfecta ni precipitéis demasiado las pala- WASHINGTON IRVING
bras, sino enunciadlas distinta y correctamente.
No os comprometáis a hacer algo imposible
de realizar: cuidad más bien de cumplir Yo soy creyente, y pienso que el Universo
siempre vuestras promesas. No profiráis re- no ha podido criarse a sí mismo, y que existe
proches contra nadie, ni maldiciones o de- algo muy por encima de todas las cosas que
nuestos. Que vuestro contingente sea placen- vemos y tocamos, y de todas aquellas que
tero ; pero impregnado de cierta gravedad vislumbramos. Ese algo debe ser tan grande,
cuando se trate de asuntos serios. No os bur- tan poderoso, tan perfectamente equilibrado,
léis, ni hagáis mofa de cosas importantes; que nuestro cerebro, nuestra inteligencia mejor
no lancéis chistes hirientes, y cuando digáis dicho, ni encuentra una palabra para
algo ingenioso, absteneos de celebrarlo el pri- designarlo, ni un sentido para explicarlo.
mero. Asociaos con personas de valer, si es-
timáis vuestra reputación, porque es prefe- JEAN LAUREANT HASSE
rible estar solo a encontrarse en mala com-
pañía.
GEORGE WASHINGTON
El imperio de la razón pública es el verda-
dero fundamento de la libertad. La única
fuerza que tiene siempre razón es la de la
Hay dos métodos opuestos mediantes los cua- verdad.
les ciertos hombres hacen papel en el mun-
do: el uno es hablar más ligero de lo que JUSSIEU.
86 REVISTA MASONICA DE CHILE lalp

Siempre hemos dado por establecido que la el grado de verdad de sus principios. El
masonería es de base esencialmente filosó- sabio observa y experimenta. Después razo-
fica. Por otra parte, proclamamos nuestra na. Trabaja únicamente con hechos y llega
profunda admiración por la ciencia. Y, fi- sólo hasta donde éstos lo acompañan.
nalmente, desde la noche misma de la inicia- Las verdades científicas no son acepta-
ción aprendemos que la Orden no es una das como tales sino después de ser someti-
secta religiosa. Ante tales aseveraciones me das a una severa crítica y de pasar por ta-
ha parecido oportuno analizar el alcance mices muy tupidos. Ofrecen por eso un alto
de los conceptos ciencia, filosofía y religión grado de seguridad y son definidas por lo
a fin de hacer resaltar algunos aspectos de menos para el mundo de los hechos en que
la doctrina masónica. han sido establecidas.
El orden cronológico en que las ciencias
LA CIENCIA. — El conocimiento cientí- se han formado, guarda relación con su gra-
fico data sólo de los tiempos modernos; pe- do de complejidad e independencia.
ro, entre los árabes en la Edad Media, y so- Aparecen primero las matemáticas porque
bre todo en el mundo griego, encontramos los operan con elementos independientes de todas
gérmenes de casi todas las disciplinas cientí- las demás. El precursor es Pitágoras, con sus
ficas. nociones de geometría y su teoría de los
En sus comienzos el pensamiento griego fue números. En Alejandría se encuentran los
más bien filosófico que científico en cuanto gérmenes del álgebra, que, adelantada por los
pretendía una explicación total del Universo. árabes se constituye definitivamente, a-
Pero, a partir de Sócrates encontraron el principios de la Edad Moderna. En la anti-
verdadero camino al convencerse que para güedad aparecer, también una de las ramas
obtener un conocimiento del todo debían es- de la física, la mecánica con Arquímedes; la
tudiarlo por partes e ir tomando separada Acústica encuentra sus precursores en los pita-
mente aspectos de la realidad total. Así na- góricos. Sólo en la Edad Moderna surgen las
cieron las ciencias. otras ramas de la física, la óptica, la acústica.
La ciencia moderna sólo se organiza como la teoría del calor. Más tarde el magnetismo
tal en el siglo XVII, gracias al empleo del y la electricidad, y por último la radioactividad
método experimental. Los forjadores de esta casi en nuestros días.
palanca formidable, a la que la ciencia debe
todo su progreso, fueron el inglés Francisco El nacimiento de la Química tuvo que ser
Bacon y el francés Rene Departes. Como posterior al de la Física, ya que necesita de
precursores geniales podemos recordar al las nociones generales que ésta le proporciona.
monje Rogerio Bacon en la Edad Media, y al Es verdad que los alquimistas árabes,
gran Leonardo en los albores de los Tiempos buscando la piedra filosofal y el elíxir de
Modernos. vida eterna hicieron trabajos de laboratorio,
Bacon recomendó no mezclar la ciencia a pero su verdadero fundador fué Lavoissier.
la religión, y desdeñando la escolástica im- A principios del siglo XIX se funda la ter-
perante, echó las bases del método inductivo. cera de las ciencias del mundo material; la
Aconsejó el empleo de la experiencia metó- biología. Su origen, remoto también, data de
dica: observar los hechos, constatarlos en los griegos. Aristóteles coleccionaba plantas
muchos casos particulares, provocar su apa- y animales, hacía estudios de anatomía y
rición por medio de experimentos, clasificar- hasta de desarrollo embrionario, pero careció
los y en seguida razonar a base de esos, he- de elementos suficientes para adquirir un
chos, yendo así de lo particular a lo gene- conocimiento completo de la vida en toda sus
ral hasta establecer las leyes que los rigen. manifestaciones.
Decía Bacon: A mediados del siglo XIX encontramos bien
"Es preciso dejar hablar a la naturaleza". formadas las matemáticas, física, química y
Y es escuchando este lenguaje como la ciencia biología, además del conocimiento del mundo
ha avanzado más en tres siglos que antes en celeste después de los admirables trabajos de
5.000 años. Copérnico, Galileo, Kepler y Newton.
Descartes agregó poco después otra idea Nacen entonces las ciencias del espíritu: la
fundamental: la duda metódica. No acepta- psicología y la sociología. La primera ex-
como cierto nada que no sea evidente; recha- plicación y conocimiento de la vida individual
zar toda autoridad tradicional; dudar de de conciencia, y la segunda, que pretende es-
todo en principio hasta tener la respectiva tablecer las leyes que rigen el nacimiento y
comprobación. desarrollo de las sociedades humanas.
Con estas bases fundamentales trabaja la Hoy podemos admitir, pues, que la cien-
ciencia. Son la observación y la experimenta- cia ha conquistado para su dominio todos los
ción las que le han permitido descifrar mu- aspectos de la naturaleza y que no hay fenó-
chos de los misterios de la naturaleza. Son meno natural que, no esté incluido en el
ellas también las que utiliza para constatar campo de alguna de las disciplinas científi-
cas.
REVISTA MASÓNICA DE CHILE lalp 87

FILOSOFÍA. — Veamos ahora las caracte- susceptibles de demostración pueden impo-


rísticas de la Filosofía. Se dice que "es un nerse a todas las personas. Pero en filosofía,
sistema de investigaciones racionales cuyos no puede haber doctrinas seguras ni es po-
fines esenciales son; hallar la explicación sible pretender imponer a otros una verdad
más completa y profunda que sea posible del filosófica. La demostración en forma mecá-
conjunto de las cosas y elaborar un ideal nica es un absurdo en filosofía. Y por eso,
armonioso de verdad, de bien y de belleza que es que en filosofía debe existir una absoluta
eleve y ennoblezca la vida individual y social libertad y la más amplia tolerancia para las
del hombre". ideas ajenas. En realidad ella no puede exis-
De esta definición se desprende que persi- tir en un clima que no sea de la libertad y
gue un fin teórico de conocimiento y un fin de la tolerancia.
práctico de elaboración de un programa de En su aspecto práctico la filosofía es un
ideales humanos. sistema de ideales. No trata ya de conocer el
A primera vista bien pudiera considerarse presente, sino expresar los anhelos del hombre
innecesaria su primera finalidad, ya que las en cada momento y en cada medio. No mira
ciencias llenan ese cometido y ellas han con- únicamente a lo que es, sino que trata de
quistado ya todos los aspectos de la natura- establecer lo que debe ser nuestra vida ética
leza. La filosofía como conocimiento sería y estética. Por eso ella será siempre el re-
una redundancia. Pero, la verdad es que las flejo de las dudas, de las angu stias y de
ciencias nos dan verdades parciales que se las interrogaciones de una humanidad que
refieren a alguna parte o a algún aspecto anhela algo mejor. Platón decía: "Hay que
del Universo, verdades muy exactas pero filosofar con toda el alma, no sólo con la
inconexas que no pueden servir para explicar inteligencia y la razón, sino también con el
un mundo que forma un todo armónico. Có- sentimiento". Y el espíritu humano parece
mo no tendríamos una idea exacta del orga- darle razón, ya que no se siente satisfecho
nismo humano o del mecanismo de un auto- sin actuar ni se conforma con meros conoci-
móvil conociendo por separado y sin conexio- mientos, tratando siempre de incorporar a la
nes los distintos órganos del cuerpo o las di- rivalidad presente realidades futuras, más
versas piezas del automóvil. Es indispensable nobles y bellas.
una síntesis y esa síntesis la da la filosofía. LA RELIGIÓN. — Al referirnos ahora a la
Ella estudia en su conjunto una pluralidad religión lo haremos a la religión en general
de aspectos; utiliza los resultados de todas como fenómeno social, sin preocuparnos de
las ciencias, los compara y armoniza. Estudia doctrina determinada.
el Universo en su totalidad de manifestacio- El sentimiento religioso aparece junto con
nes matemáticas, físicas, químicas, biológicas, los primeros hombres de que tenemos noticia
psíquicas y psicológicas, y hace de ese con- histórica. En todos los pueblos primitivos, in-
junto de conocimientos verdaderos pero ais- cluyendo aquí también a griegos y romanos,
lados, un sistema unificado y completo. Por la religión nace de la necesidad de explicar
eso Spencer ha dicho: "El conocimiento vul- lo desconocido y del temor a los fenómenos
gar es el saber no unificado, la ciencia es el naturales y a la muerte. No sólo el salvaje
saber parcialmente unificado, y la filosofía, primitivo sino también el astuto griego o el
el saber totalmente unificado''. belicoso romano siente la imperiosa necesidad
Hay otra razón que justifica la razón de de buscar una causa a los misterios que los
ser de la filosofía como conocimiento. Hemos rodean por doquier. El sol, la noche, la lluvia,
visto que las ciencias, empleando exclusiva- y el trueno, el volcán que vomita fuego, el
mente el método experimental, tienen un río que se desborda, las enfermedades y la
marco estrecho que no pueden traspasar, y muerte, requieren una explicación. Y como
que no tienen reparo en declarar su impoten- todavía no existe una ciencia capaz de darla
cia cuando llegan al límite del mundo de los aparecen el mago y el sacerdote atribuyendo
fenómenos. La filosofía no se resigna a ésa todo aquello a seres sobrenaturales que lla-
impotencia. Como su método es racional, si- man dioses. Y si existen tales seres podero-
gue buscando fuera del mundo sensible. sos ¿no será prudente tenerlos como amigos
Mientras que el sabio trabaja sólo en el la- antes que como adversarios, rindiéndoles ho-
boratorio, el filósofo fuerza a su espíritu, con- menajes, levantándoles templos, sacrificándo-
tinúa reflexionando sobre la base de los he- les animales, derramando líquidos sobre sus
chos que le proporciona el primero, y encuen- altares y dando buena parte de sus cosechan
tra así nuevas soluciones o indica al menos a sus representantes en la tierra, los sacerdo-
nuevos derroteros. La filosofía pasa a ser la tes?
completación de la ciencia, pues mientras ésta A partir del judaísmo, las grandes religiones
domina únicamente el campo de los fenó- incorporan un nuevo concepto que llegan a
menos, ella estudia el fenómeno, es decir, lo ser preponderante: el del perfeccionamiento
absoluto, la realidad última, lo que existe en sí. humano. La religión llega a confundirse con
Conocimiento que será más completo y abso- la moral en cuanto imparte normas de con-
luto a medida que las ciencias vayan aumen- ducta y se esfuerza en encontrar valores su-
tando el caudal de los hechos conocidos. periores a la vida. Se ha dicho, tomando en
Claro está que las elucubraciones filosófi- cuenta sólo este factor de la religión, que
cas conducen a resultados que en seguridad "es la preocupación del mantenimiento y per-
y firmeza difieren en mucho de las verdades fección de los valores humanos lo que cons-
científicas. En éstas hay mucho de definitivo, tituye la esencia de las religiones". En este
muchos principios innegables que por ser aspecto, la filosofía y la religión retienen un
88
REVISTA MASÓNICA DE CHILE
lalp

campo que les es común, han chocado muy 2.—En la ciencia y en la filosofía domina
frecuentemente. Los espíritus religiosos so- un profundo espíritu crítico. A la inversa,
lucionan la cuestión pretendiendo poner a su las religiones son esencialmente dogmáticas.
servicio la ciencia y la filosofía, considerando Sus doctrinas deben ser aceptadas sin discu-
que el sentimiento religioso puede más que la sión. Discutirlas o ponerlas en duda consti-
investigación científica y la especulación fi- tuye herejía y pecado.
losófica Este dogmatismo autoritario, que contrasta
con el libre examen de "la ciencia y de la
filosofía, llega hasta exigir de los fieles la
aceptación de doctrinas que no comprenden,
Conocidos ya en sus rasgos generales los que no pueden comprender, porque son en
conceptos ciencia, filosofía y religión, termi- sí incomprensibles. Es inútil que la razón
náremos comparándolos para destacar mejor trate de entenderlos porque son superiores a
sus características esenciales. la pequeñez de la mente humana. Osar pene-
1.—Sabemos cómo se constituyen la cien- trarlos es orgullo satánico que ofende a Dios.
cia y su filosofía; la primera fundamentada 3.—Finalmente, ha quedado establecido que
en la experimentación, y la segunda en la re- ni la ciencia ni la filosofía tienen la preten-
flexión. Las religiones, en cambio, se dicen sión de haber dicho la última palabra. Re-
derivadas de fuentes sobrenaturales. Sus doc- conocen la transitoriedad de sus afirmacio-
trinas no tienen un origen natural y huma - nes y están siempre prontas a rectificarlas, a
no, sino que son el fruto de "inspiraciones", medida que la experiencia o la razón le di-
“revelaciones” que la divinidad hace a algu- cen que estaban equivocadas.
nos de sus elegidos. Sidarta, fundador del Las verdades religiosas, en cambio, son in-
budismo, encuentra la verdad en la ilumina- mutables y eternas. Como han sido estableci-
ción de un instante. Moisés oye la voz del das por la divinidad, no son suceptibles de
Señor en medio de la zarza ardiente y recibe evolucionar por la obra de los hombres, ni
directamente de él las Tablas de la Ley en necesitan perfeccionarse porque poseen la
el Monte Sinaí. Mahoma siente al arcángel suprema perfección.
San Gabriel que le ordena predicar. Y Cristo,
hombre, no hace sino transmitir las ense- R. M. G.
ñanzas de su Padre Celestial. Rep. Lo. N.o 39

Los pueblos abren los surcos del progreso, de la cultura, de su grandeza,


cuando saben gobernarse, cuando sus hijos salen victoriosos de las pasiones,
cuando se levantan de las cenizas y rompen las vallas que detienen su adelanto.
El hombre para subsistir, para dar el máximo de su capacidad y energía
necesita ser libre, respirar el aire de la libertad.
Bajo la opresión y la tiranía sólo los seres apocados e ineptos pueden vi -
vir y llevar a cuesta la tara degradante de su servilismo con la sonrisa a flor
de labios.
Los hombres libres, aquellos que no están cegados por el odio, por el egoís-
mo ni la ambición, luchan defendiendo la Democracia. Ven en ella el trasunto
de todas sus aspiraciones e ideales.
La Democracia es bella clarinada de justicia y libertad, y encierra el don
más grande y supremo de la creación.
Es luz que irradia paz, amor y fraternidad.
La Humanidad entera vive hoy horas de terror y sobresaltos porque se ve
amagada la Democracia. De todos los pechos de los hombres libres salen gri -
tos estentóreos defendiéndole, dando su vida por ella, dando su vida para que
pueda subsistir la libertad.
Puede llegar el alud de la destrucción y de la muerte, puede la tiranía
barrer con la metralla vidas generosas, pero jamás conseguirá dar muerte al
principio básico de la dignidad humana: ¡la Libertad y la Democracia!
J. C. H.


Resp. Lo. N.o 39.
REVISTA MASÓNICA DE CHILE 89
lalp

El mundo, con su violencia, nos hace ol- postración moral ,y entreguémosle el suave
vidar el derecho que tienen a la vida nues- hechizo de una luminosa mañana de sol y
tros semejantes y nos coloca en situación esperanza.
un tanto egoísta y pequeña. Llevemos hasta la madre; famélica el
Todos los seres tienen derecho a un mí- mendrugo fraternal que no ofende y da es-
nimum de bienestar material y espiritual. peranzas en la vida, pero sepamos entre-
Nos toma el aspecto material de la vida y garlo con un gesto de humana comprensión.
su significación personal, y este sentido Alcemos hasta su pedestal de luz y libe-
materialista de la existencia estrangula las ración al trabajo, para que el ritmo de mazos
emociones y deleites del alma, en sus ma- y cinceles sea vida y armonía y no subsista
nifestaciones naturales. el sentido de estigma y castigo para la
Pero, ¿es acaso encontrar nuestro camino humanidad.
hombres de selección obtener la insignifi- Seamos florecer de cultura y sabiduría;
cancia de nuestros deseos materiales? entreguemos a nuestra generación el verda-
¿Acaso vale una vida la hojarasca de al- dero sentido de la alegría de vivir, mostre-
canzar goces y bienes materiales? mos a todos los hombres y mujeres que
¿Tenemos derecho, hombres libres y des- pueblan la tierra, paisajes de belleza y
prejuiciados, a reducir los mirajes de nues amor, para que el sendero tenga la sensa-
tro horizonte hasta la insignificancia de ción de camino de todos.
goces terrenos? Busquemos la igualdad, para que nive-
¿Y dónde queda nuestra vida interior, lando a los seres queden iguales posibilida-
hecha de comprensión humana y serenidad, des de alcanzar el sentido de la felicidad.
reducida a la expresión de cosas pequeñas, Realicemos, como moderno Nazareno, el
mundanas y triviales? milagro de que todos comprendan el senti-
¿Es esto el sentido de la felicidad? do de la vida, que vean en l os matices
¿Es tan pequeña nuestra órbita de acción? del sendero de la humanidad; un aliciente
¿Somos tan insignificantes y egoístas? para salir vencedores, y que todos, en su
Reaccionemos, demos alas a la fantasía, sendero tienen una cima, un horizonte que
entreguemos material constructivo a nuestra alcanzar, una posibilidad de triunfar.
imaginación y sigamos el camino altruista No abandonemos al caído, démosle, nue-
de nuestras inclinaciones humanas. vas energías para que prosiga su camino, y
El verdadero sentido de la felicidad está sin despreciar a los malos desdeñemos la
radicado en completar la vida moral y ma- incomprensión y que su grosera vestidura
terial de todos los seres que viven a nuestro no nos ofenda, y colocados por sobre todo
alrededor. y sobre todos, tratemos de alcanzar el ine-
Entreguemos felicidad al que no la tiene: fable bien de redimir a la humanidad.
nuestro bálsamo en las heridas de la civi- Y cuando, serenos y conscientes de nues-
lización; llevemos a los labios de los se- tra misión en la vida, sintamos el peso de
dientos la ambrosía de una fuente cristali- la nieve en nuestras sienes, cuando hayamos
na; enjuguemos las lágrimas de las pupilas alcanzado la paz para al corazón y reposo
preñadas de dolor; llevemos confianza a los para nuestras conciencias; cuando hagamos el
rostros sin fe y pongamos en labios que balance de nuestra existencia terrena sin
blasfeman y desconfían una expresión ple- vanidad ni engaño, tengamos la consoladora
na de bondad y amor. satisfacción de haber quedado mano a mano
Tomemos bajo nuestra protección y am- con la vida y seamos un hombre que supo
paro las almas de los niños, para que flo- hacer de su vida una fuente cristalina de
rezcan el verdadero sentido de la vida, antes agua clara y mansa, y llegue hasta nosotros
que las marchiten como a las flores sil- el goce inefable, al apagarse nuestra vida,
vestres del camino, la injuria del abandono que fue sendero, horizonte y guía de esta
y la injusticia. humanidad doliente.
Entreguemos educación a los que se de-
baten sin esperanza en las tinieblas de la P. M. C.,
ignorancia; saquemos a la juventud de su Resp. L.o N.o 8
90 REVISTA MASÓNICA DE CHILE lalp

MÉTODO, REGULARIDAD, LÓGICA Y CULTURA


l.o EL MÉTODO. — El método es el or- vidas a reglas de conducta, a normas que
den y disposición convenientes en la ad- sean nuestro más seguro guía.
quisición de los conocimientos humanos. El hombre que no tiene plan ni regla fija
EL método no puede ser invariablemente de conducta, vive a merced de los accidentes,
el mismo para el estudio de todas las cien- su voluntad se determina por irregulares
cias; pues cada cual adoptará el que crea impulsos, y cual nave sin ruta, terminará por
más conveniente o discurrirá nuevos métodos perecer en los escollos.
desconocidos anteriormente. 3.o LA LÓGICA. — La lógica es la que
El método se divide en analítico y sinté- dirige al entendimiento humano en la in-
tico. Lo analítico divide, particulariza, ob- vestigación de la verdad. Su objeto, bajo
serva y estudia las partes bajo todas sus cualquiera forma que se considere, es ense-
relaciones y aspectos. Lo sintético genera- ñar a conocer la verdad.
liza, recompone lo que ha desmenuzado el Lógica natural es la misma luz de la ra-
analítico y se remonta de la parte al todo, zón que dirige por sí solo al entendimiento
observando lo que se estudia en su conjun- en, la investigación de la verdad. Lógica
to. artificial es la colección de reglas hábil-
Para metodizar debe cuidarse mucho de mente preparadas para este objeto. Como
la claridad de las ideas. Siempre se debe ca- colección de reglas, la Lógica es arte, pero
minar de lo conocido a lo desconocido. No como dé a conocer las razones en que se
se debe dar más valor ni menos a las ideas funda, es ciencia y fundamento de todas
adquiridas que el que tienen naturalmente, las ciencias y debe presidir toda función in-
guardando la debida calma para evitar que telectual.
las pasiones exageren e inviertan el orden Nuestras facultades se ponen en ejercicio
y sucesión de las ideas. con sujeción a ciertas leyes. El entendi-
2.o LA REGULARIDAD. — El hombre ne- miento es principio y fuente de reglas se-
cesita reglas para conocer y hacer uso de gún las cuales él mismo procede. Tenemos
la verdad. el pensamiento, por ejemplo, con sus leyes
de asociación o encadenamiento de ideas e
Equilibrio, exactitud, justa observancia de imágenes, procediendo siempre por afinidad
reglas, significan regularidad. o analogía.
La regularidad es como el orden que existe El conocimiento de estas leyes en general
en todo lo creado. Ella se establece siempre y de su mejor aplicación a todos los ca-
sobre lo que se construye; va imponiéndola el sos, es no solamente el objeto de la Ló-
hombre en todas las conquistas del progreso; gica, sino de todas las ciencias.
la ha implantado el G. A. del U., en toda La Lógica, o razón pura, ha sido la fa-
la Creación; es la armoniosa observancia de cultad que ha apoyado al intelecto huma-
la ley de gravedad, tanto en las infinitas no para todas sus investigaciones y descu-
esferas que ruedan con eterno ritmo, cuanto brimientos y que algún día llevará al hom-
en la estructura del átomo imponderable, bre a remontarse a las fuentes mismas del
justo equilibrio de fuerzas gigantescas, conocimiento por el constante ejercicio de
yuxtapuestas en admirable orden y su mente.
regularidad. 4.o LA CULTURA. — Aunque cultura
El hombre, para cimentar sus conquistas y educación tienen distintas definiciones,
ha debido regularlo todo, desde sus hábitos debieran ser sinónimos, porque se subentien-
de vida, hasta sus pensamientos, sin excluir de que quién cultiva los conocimiento hu-
el tiempo, regulado por los segundos, los manos trabaja, estudia, se disciplina y por
minutos y las horas. lo tanto se educa. No hay duda de que
Por doquiera que observamos a nuestro re- cuanto más el hombre avanza en el cono-
dedor, encontramos todo en la Creación so- cimiento de todas las ciencias, mejores han
metido a reglas invariables, desde la vida debido ser sus herramientas que le permi-
vegetativa de nuestro organismo hasta las tan este avance. Más penetrantes sus pen-
estaciones del año que retornan siempre samientos, más constante su voluntad, más
iguales, sin que puedan dejar de ser idénti- ardiente su corazón y más grande su pa-
cas a sí mismas. ciencia.
Cada especie actúa bajo leyes biológicas Pero antes de profundizar en la materia
inmutables. Así, el grano de trigo germinará nos preguntaremos: ¿Qué fin persigue el
en la tierra, brotará en el tallo, madurará hombre con tantos afanes? ¿Qué impulso
en la espiga, para que, con regularidad irresistible lo lleva a investigar en todos los
absoluta, vuelva siempre a ser grano de secretos de la Naturaleza? ¿Por qué ese an-
trigo. Parece que la voluntad creadora se helo eterno de belleza, de goce, de alegría?
hubiera limitado a sí misma, sometiéndose ¿Por qué ama, por qué odia? ¿Qué causa
su desgracia o su felicidad?
ella también a la regularidad de todas las Al observar al hombre como un todo, ve-
leyes de la Naturaleza.
Es necesario, entonces, someter nuestras
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mos a la humanidad como si fuera una No para otro objeto debe haber adquiri-
enorme colmena laborando continuamente, do en las sucesivas etapas de su evolución,
sin reposo, construyendo y destruyendo, tro- los preciosos instrumentos de sus sentidos,
pezando, cayendo, levantándose, tejiendo y por medio de los cuales se expresa el pen-
destejiendo, como Penélope, que no termi- samiento, y la mente observa y recoge la
nará jamás su labor mientras dure su larga experiencia exterior, base fundamental de
espera. todo conocimiento; conocimiento que sin
Ante estas interrogantes nos asaltan las duda se irá haciendo más vasto a medida
sugerencias de los que piensan que la Crea- que el hombre adquiera nuevos sentidos en
ción es producto de la casualidad y que futuras etapas.
el hombre, maravilla arquitectónica, es un Pero, a todo esto se dirá: Si la cultura
conjunto de materia en equilibrio, en que lleva al hombre de la mano por el camino
las más nobles cualidades, como el pensar del progreso hacia la meta de sus anhelos.
y el sentir, por ejemplo, son sólo efecto de ¿Cómo es que en las épocas en que las
la acción y reacción de los diferentes mate- culturas y civilizaciones han llegado a su más
riales de que está compuesto. Pero, aunque alta cúspide, el dolor se ha vuelto más in-
acción y reacción es ya una ley de equi- tenso, para los mismos pueblos en que ellas
librio universal, la diversidad de los mate- han florecido?
riales es sólo aparente, porque si observamos Podría contestarse que hasta aquí ningu-
a la materia en su aspecto de átomo, las na de las civilizaciones ha sido perfecta.
diferencias de los cuerpos entre sí son in- Ellas no fueron más que ensayos, algunos
significantes y una vez disociado este cor- quizá demasiado impetuosos por ascender la
púsculo, todo queda reducido a una fuente escala del progreso; intentos, si se quiere
común de energía. sublimes, soberbios, pero que por prematu-
Por lo contrario, a nuestro parecer, todo ros se han frustrado, derrumbándose los pue-
contribuye a demostrar que el hombre no es blos por los despeñaderos del retroceso, cual
un mero producto de la casualidad. Icaros en loco intento.
Porque, si no ¿cómo la casualidad pudo Así se levantaron y cayeron las civiliza-
dictar las leyes tan justas que rigen toda ciones de Babilonia y Cártago magníficas;
la vida, tanto del inmenso Cosmos como de el monumental Egipto; la Caldea y la Asiría
nuestro pequeño mundo? ¿Cómo puede si- fastuosas; la sabia Grecia; Roma la
quiera suponerse que la casualidad haya conquistadora, la China legendaria; la India
construido el cuerpo humano, de maravillo- espiritual y la Arabia maravillosa, ¿Qué
so funcionamiento, regido por todas las le- queda de ellas? Montones de ruinas, desier-
yes del Universo; que en los ojos se adapta to, desolación. Después tenemos la Edad
exactamente a las leyes de la luz, con la Media mística, y ahora la actual civiliza-
función que desempeñan los conos, basto- ción, soberbia, arrogante como ninguna, má-
nes y retina; que en sus oídos actúan las gica, maravillosa; que de todas las anterio-
leyes del sonido y de la acústica con los res tiene algo, pero que como todas, siguiendo
perfectos instrumentos de que dispone en una ley fatal, también caerá; sin que esto
el yunque: el estribo, el martillo, el laberinto pueda ser una suposición antojadiza, pues
y el caracol; que en el funcionamiento de en estos momentos mismos, observamos cómo
los músculos se adapta a las leyes de la los gobiernos, las sociedades, la instituciones,
mecánica; a la química en el metabolismo llegan a cada paso a callejones sin salida.
de la vida vegetativa; a la armonía y al Cabe preguntarse, ¿es acaso inútil y vano
ritmo en el corazón con sus sístole y su tanto esfuerzo? ¿Está la humanidad fatal-
diástole, que produce la asombrosa irriga- mente condenada a caer eternamente desde
ción de la sangre, con todos sus derivados? las cumbres mismas del progreso, como el
Esto es observando sólo las partes de nuestro oleaje del mar que cuanto más alto se ele-
cuerpo, pues en su conjunto estas mismas va, con más estruendo se derrumba sobre
leyes se sublimizan al trascender al pen- las rocas de la costa inalterable? ¿Acaso
samiento y al sentimiento. en sus anhelos de luz eternamente el alma
Realmente hay que estar ciego para no quemará sus alas como la mariposa en la
ver y asombrarse ante tanta maravilla como llama?
se despliega a nuestra vista. Del fango el La conservación de la energía nos dice
árbol extrae el sabroso fruto, la flor su co- que nada se pierde, que todo se transforma;
lorido y perfume, y la espiga su grano. por lo que no es posible que sea inútil,
Más bien debiéramos interrogarnos respec- tanto esfuerzo y dolor. Cada civilización de-
to de cuál es el fin de la Creación y sobre be desarrollar características particulares en
todo de la meta de la humanidad, para que el hombre, que no desarrollaron las anterio-
desde luego el hombre ajuste su vida y sus res, hasta que después de infinitos ensayos
actos a este fin. florezca una civilización completa, con el
La cultura, entonces, no puede ser otra desarrollo del hombre integral actuando en
cosa que el sendero que tiene que recorrer una sociedad perfecta.
el hombre desde que partió en su camino as- ¿Cómo negar la experiencia de los siglos?
cendente allá en la lejana época en que ad- ¿Cómo dudar de la verdad que encierran las
quirió la inteligencia, hasta que termine frases del sabio poeta oriental Tagore, cuan-
completamente su evolución y misión como do, dice: "¡Oh, tú, aturdido admirador, tú
habitante del Cosmos.
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que bebes el vino de la embriaguez de sí nuestros mezquinos deseos y esto mismo causa
propio, ¿no estas observando siempre el pro- nuestra propia decepción, es el mayor de los
greso del alma a lo largo de los elevados perjuicios que hacemos a nuestra propia al-
viaductos que atraviesan los dilatados cam- ma. Esto amortigua nuestra conciencia, por-
pos de la humanidad, el trueno de su pro- que sólo un método gradual de espiritual sui-
greso en el carro de sus conquistas, que cidio; es la causa de los despeñaderos que
está destinado a sobrepasar los límites que da ocasión a los conventillos y lupanares, a
estorban su expansión en el Universo? Las los códigos de venganza penal, a los crueles
montañas mismas son hechas pedazos y sistemas de prisión, a la explotación de los
abren paso a la marcha de sus estandartes, pueblos y a su miseria.
que triunfalmente flamean en los cielos; Sin duda el hombre es útil al hombre, por-
como la niebla al aparecer el sol las obscuras que su cuerpo es una máquina maravillosa y
sombras de las cosas materiales se desvanecen su cerebro un órgano de portentosa eficien-
a su irresistible acercamiento. Penas, cia, pero él también es un espíritu, y como
enfermedad y desorden están a cada paso espíritu debemos conocerlo, respetarlo y
huyendo ante su presencia; las obstrucciones amarlo.
de la ignorancia van quedando a un lado; Pero la humanidad avanzará siempre por
las obscuridades de la ceguera van siendo el camino del progreso. Puede ahora sufrir
disipadas; y, observemos, la tierra prometida cruentos dolores, destrucciones fatales, pér-
de riquezas y de salud, de poesía y de arte, de didas irreparables, puede ser arruinada y nos-
ciencia y de justicia, va gradualmente otros todos desaparecer en la vorágine; pero
poniéndose a la vista. ¿Diremos, en su deseo nuevamente de sus ruinas se levantará re-
de inacción, que este carro de la humanidad
que estremece la tierra misma, con el novada, más entusiasta para proseguir su ca-
triunfo de su progreso, a través de las mino. Como el Fénix, resucitará de sus ce-
poderosas vistas de la historia, no tiene auriga nizas para comenzar sus nuevos ciclos.
que lo guíe al conseguimiento de su fin? Ya se percibe por todas partes el espíritu
¿Quién hay que rehuse responder a su renovador de los que estructuran la educa-
llamado para juntarse en este triunfal ción de las generaciones futuras. Payot,
progreso? ¿Quién, tan demente para correr Dewey, Montessori, Claparede, Barnes, De-
lejos de la alegre multitud y buscarlo en la croly, Freud, Jung y tantos otros, han he-
vacuidad de la inacción? ¿Quién tan cho o están haciendo esfuerzos por demos-
empapado en la mentira para atreverse a trarnos la riqueza de la vida interior del
llamar falso todo esto; este gran mundo de hombre, inexplotada hasta la fecha y que
los hombres, esta civilización de expansión tratan de sacar a luz por medio de la escuela
humana, este eterno esfuerzo del hombre a activa; escuela que propende al despertar de
través de profundos sufrimientos, a través de las fuerzas creadoras del niño, a
grandes alegrías, a través de innumerables estimular su genio inventivo e investigador,
impedimentos adentro y afuera, a fin de que no a transformarlo en un autómata
ganar la victoria para sus fuerzas?". erudito, con un clasificador en su cerebro en
Y, volviendo a nuestra civilización actual, vez de una mente creadora.
ella podrá fracasar más que nada porque la Serán, por tanto, la educación y la cultura
educación descuidó desarrollar paralelamen- las que decidirán del futuro de la humani-
te con la inteligencia las cualidades supe- dad. Ellas le permitirán al hombre buscar
riores del alma, se preocupó más de atiborrar el verdadero camino que lo ha de conducir
de conocimientos al hombre antes que a realizar sus anhelos de bondad, de belleza,
enseñarte a pensar y a sentir, vibrando ar- y de bien.
moniosamente a tono con todo lo existente, Así, florecerá la más hermosa civilización,
con todo lo creado. cuando la humanidad haya logrado despertar
Consecuencia de esto es que el egoísmo completamente su conciencia, pues
exageró su desarrollo en el corazón del hom- actualmente, mientras la ciencia experimental
bre, su sabiduría lo hizo soberbio e indivi- y la investigación nos han permitido penetrar
dualista, el poder lo ha hecho tiránico. Y así los más profundos secretos del mundo
tenemos que en los países que marchan a material u objetivo, la conciencia del hombre
la cabeza de la civilización encontramos a permanece dormida, y en esta forma, cual
veces que el hombre es mirado como simple sombra fatal, él avanza por el mundo
cuerpo y que es comprado y vendido en el destruyendo lo mismo que con paciencia in-
mercado por el precio de su carne. Y, al- finita ha construido.
gunas veces obtiene su valor único de su Al despertar de la conciencia debe enca-
utilidad; es convertido en máquina y es co- minarse la educación del futuro, y no otra
merciado por el hombre acaudalado para cosa nos han estado enseñando todos los
adquirir más dinero por medio de él. Así grandes maestros desde Sócrates con su
nuestro anhelo, nuestra codicia, nuestro amor "Conócete a ti mismo", hasta el Cristo, cuando
a la comodidad acaban por abaratar al hom- dice a los muertos: "Levántate y anda",
bre hasta su más vil precio. como un imperativo llamado a la acción
¿Acaso hemos nacido para esto, para apro- al alma dormida, aplastada por la inercia;
piarnos de este mundo y hacer de él una indicándole al hombre que sólo en el tra-
utilidad comerciable? Lo hacemos vano con bajo encontrará su redención.
La sola investigación en nosotros mis-
mos será suficiente para que se desplieguen
REVISTA MASÓNICA DE CHILE 93lalp

ante nuestra vista campos de perspectivas al hombre interno, más que nada, con el
ilimitadas que nos permitan discernir con ritual, tratando de herir el subconsciente
mayor eficiencia sobre nuestros deberes, de- con sus frases, repeticiones y tocamientos.
rechos y finalidades. Conforme con esta No sería extraño, entonces, que en nuestros
tesis el gran escritor Thomas Mann ha di- talleres se fraguaran las escuelas del
cho, que "nadie sigue siendo enteramente lo futuro, transformándose ellos a su vez en
que era, desde el momento en que tiene co- verdaderos templos del conocimiento.
nocimiento de sí mismo". V. G. G.,
En nuestra experiencia masónica hemos
creído comprender que debemos despertar Resp. Lo. N.o 75.

En El Universo Masónico de 1837, pági- le hemos matado en seguida y hemos entre-


na 241, se lee lo que sigue: gado sus siete hijos a los gabaonitas para
La Masonería, la austera Masonería, no que los pusieran en una cruz? ¿Somos nos-
distribuye riquezas ni grandezas. No favo- otros quienes hemos trastornado, destruido
rece la vanidad ni el orgullo, ni alienta la el imperio romano, quemado a los filósofos
ambición ni la concupiscencia... Que si fa- y a sus libros, roto las estatuas y los tem-
cilitara empleos o tesoros, observaríamos plos de Grecia, sumergido durante quince
entonces, por uno de esos cambios mágicos siglos las artes y las ciencias en la tumba?
que tantas veces hemos contemplado en la Nosotros no hemos inventado las "cruza-
vida, cómo los enemigos de la Masonería se das" ni instituido la "inquisición", ni orde-
humillaban como esclavos y harían de todo nado la matanza de San Bartolomé, ni ope-
por agradarnos. rado en las "dragonadas", ni tomamos parte
¡Y cuál es la ceguera de los enemigos de en las muertes de los "Cevennes", ni en la
la Masonería! ¡Cuál su imprudencia! ¿No exterminación de doce millones de indios
veis cómo sin conocernos se constituyen en que poblaban América.
nuestros jueces, en nuestros acusadores? ¡Imprudentes acusadores! ¿Fuimos nos-
Para ellos somos los masones el azote de la otros, en fin, quienes asesinamos a Enrique
sociedad, los enemigos de las leyes y de los III y a Enrique IV? ¡Qué conspiramos sin
soberanos. ¡Imprudentes! Podríamos res- cesar, decís! Singular conspiración es ésta
ponderles: vosotros que conocéis o debéis nuestra que demanda la paz, respeto a la
conocer la historia, ¿dónde están las prue- ley y que no sabe más que lamentarse cuan-
bas de vuestras acusaciones? Buscad, con- do sus voces no son escuchadas. También
sultad vuestros propios anales. ¿Acaso he- el sol conspira, sin duda alguna, contra las
mos sido nosotros quienes hemos tenido en emanaciones pestilentes de la tierra, contra
nuestras manos el gobierno de los imperios y la noche eterna y el aniquilamiento de la
hemos conducido los barcos a los escollos? naturaleza. Los verdaderos perturbadores,
¿Es que nosotros, para usar un lenguaje que los enemigos de las leyes no son los maso-
os es conocido, hemos consagrado a Saúl y nes. .


94 REVISTA MASÓNICA DE CHILE lalp

LA VERDAD
El ser humano ha sentido inquietud y an- admite los misterios, como es el misterio de la
siedad por darse cuenta del mundo que lo Trinidad.
rodea, desde los más remotos tiempos. El Sin perder de vista la sabia frase "Buscad
hombre primitivo, que sólo se dedicaba a y encontraréis", el hombre vuelve sus mira-
satisfacer su vida vegetativa, movido por ese das al campo de la filosofía y en él estudia
estímulo interior, el hambre, llegó a selec- y se explica el universo en su totalidad, como
cionar su alimento, a mejorar las condicio- una unidad, como una síntesis, y allí escu-
nes de su caverna-habitación, a perfeccionar driña, busca, averigua las causas últimas y
sus armas de defensa, a cuidar mejor sus llega a definirla como "la ciencia de los pri-
ganados, y hasta se ocupó de labrar y cul- meros principios", y con su método de razo-
tivar la tierra. Progresaba visiblemente en namiento puro incursiona por el interior de
todas sus actividades materiales, y, como su propio "YO", por el campo subjetivo, y
una lógica y natural consecuencia, su vida descubre y formula "la verdad filosófica",
mental se había elevado a otro plano, desde fundamentalmente diferente a lo que se lla-
el cual observaba de un modo sui-géneris, su ma verdad religiosa.
propio mundo que lo rodeaba. Pero no cal- Su inquietud lo lleva a asirse al carro de
maba su inquietud. Siempre buscando algo, las ciencias y en forma parcial y particular-
siempre insatisfecho, su contento y felicidad mente y estudia el universo. Para que lo
son poco duraderos. ayuden en su examen, llama a las
En su afán de forjar planes para futuras matemáticas, a la física, a la química, a la
satisfacciones, descubre el hombre que es parte biología, etc. Cada una de estas ciencias le
de un medio ambiente, de un esquema que él brinda destellos a su cerebro, abre discusio-
no ha formado y del cual no es amo. Descubre nes, y al aplicar sus métodos de experimen-
los seres, las cosas y los fenómenos y desde tación, de observación y de raciocinio y des-
ese momento tiene en sus manos el origen pués de incursionar fuera de su "YO", en el
del conocimiento y del pensamiento. Más campo material, descubre y formula la "verdad
adelante, cuando pudo estudiar con cierta científica" que hoy contribuye podero-
libertad los fenómenos de la naturaleza y pudo samente al perfeccionamiento humano.
desprenderse del dominio religioso imperante, Por muchos siglos ha permanecido la hu-
adquirió el dominio del pensamiento filosófico, manidad dominada por los dogmas religio-
operándose este milagro en el pueblo griego. sos; pero a medida que la verdad científica
Grecia fue el primer pueblo que se disgregó va ocupando el lugar que le corresponde en
del temor religioso y estudió la liberación del el mundo civilizado, se ha ido corriendo el
pensamiento. velo de la ignorancia, se han ido disipando
Luego alcanza el pensamiento científico, las tinieblas, y la luz invade y domina en
creando métodos bien controlados, suscepti- todas las esferas. Hay ansias de superación
bles de ser manejados con raciocinio, y con y liberación espiritual. De lo más profundo
ellos demarca los verdaderos caminos en sus de la naturaleza humana advienen intuicio-
nuevas orientaciones. nes que la mente razonada examina como
En este camino recorrido y a estas alturas, hecho tras hecho y no se conforma con me-
el hombre sintió siempre aguijoneado su es- ras fórmulas, sino que trata de conocer aunque
píritu por la DUDA, palabra que aún nos sea un pequeñísimo fragmento de aquella
asalta. Marcaba el paso en el campo reli- verdad que más tarde se habrá de alcanzar.
gioso y avanzaba lento, pero seguro en los Para los espíritus que luchan por esta
campos de la filosofía y de la ciencia, pero liberación y que persisten en comprender el
siempre surgía la duda en lo más íntimo de misterio de su propia naturaleza, espléndida
su ser acompañada de la frase "POR QUE", iluminación habrá de darle el Gran Arqui-
frase que ha constituido su tragedia y su tecto del Universo.
gloria. Este grande anhelo de estar satis- El gran goce de la vida, unido al más ele-
fecho espiritualmente ha impulsado al hom- vado sentido de libertad, es aquel que pro-
bre de todos los tiempos, de todas las épocas viene no de recibir sino de dar. Tras del
y de todas las latitudes a escudriñar, a buscar universo hay una voluntad en acción cons-
en su propio "YO" y en el cosmos, algo in- tante y que todo lo da. A esta voluntad se
conmensurable, algo inmutable: "LA VER- le designa con las nombres de Dios, Alah,
DAD". Gehova, etc. Este Creador que forma el uni-
No calmaron la inquietud del hombre la verso, lo moldea constantemente hacia la
verdad religiosa, porque analizada ésta, estaba perfección. Su esquema no es perfecto y en
inspirada en lo divino y no en la razón hu- esta labor todo hombre es necesario. Dios
mana; era un pensamiento revelado y no no le pide al hombre sólo adoración, sino que
razonado. La verdad religiosa es dogmática; comprenda su plan de acción y que coopere
se impone, no exige demostración. La acti- a su realización. Por esto cada hombre tiene
tud del hombre ante esta verdad es de creen- un trabajo que nunca cesa: el de crear, día
cia y no de crítica; en ella hay autoridad, no a día, una nueva verdad, una nueva bondad,
hay libre examen, porque emana de un ser una nueva belleza. He aquí la obra en que
sabio, todopoderoso, que la expone como defi- estamos empeñados los masones del mundo,
nitiva e inmutable; es ininteligible, porque y por la acción conjunta llegaremos a la
REVISTA MASÓNICA DE CHILE lalp
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existencia del universo más perfecto, de una do, movimientos rítmicos en que destella la
humanidad mejor. No debemos impacientar- danza. Handel decía, al componer su ma-
nos porque esta perfección vaya con lentitud. jestuosa pieza musical "Mesías" en el mo-
Roma no fue construida en un día. Si la mento mismo de la inspiración, de la crea-
verdad fuera fácil de obtener a nuestra pri- ción: "Creía ver todos los cielos ante mí, y
mera demanda, ¿cómo habría de tratarse de al mismo Dios". El genio de Beethoven, al
la magna y espléndida verdad? El hombre componer su "Novena Sinfonía" en el Adagio
no ha sido hecho para gozar; su primordial Cantabile, en que se alternan los coros con
función es crear, ser un productor de cam- los solistas, se llaman hermanos y piden bon-
bios. Este universo, del cual el hombre es dad y bellezas al ser infinito.
pequeñísima parte, está pleno de idealismo. La serenidad de la mente cuando va segura
camino de la verdad, es quizá, el más grande
Así como un diamante basto, enterrado en el impulso que la masonería puede proporcionar
suelo, que clama porque se le corte en mu- al hombre. Ella va mostrándose a sí misma
chas facetas y se le engarce en un anillo a través de sus símbolos. No hay duda que
que ha de adornar una delicada mano, así el no resuelva con verdades completas y que
universo quiere modificarse, a medida que aparecen tan inevitables como aquellas que
van pasando los siglos. De la inmensa con- obligan a los planetas a girar alrededor del
fusión y caos primitivo, el Gran Arquitecto sol y a las estrellas en torno de otras ma-
formó el cosmos y de estas causas primeras yores. Nos enseña a descubrir aquel ilimi-
se implantó en el universo el principio de tado amor que enlaza todos los seres y cosas
cambio, el principio de crear. Por esto digo del universo y aquel idealismo que las im-
que el hombre ha de ser productor de cam- pulsa a convertirse en espejo de lo bueno, de
bios, porque el propio universo lo ha decretado. lo verdadero y de lo bello. Nos lleva a com-
Las ciencias, las artes y las filosofías deben ir prender las grandes leyes que rigen la vida.
en paulatino cambio, de suerte que poco a Y ese amor, ese idealismo' y esas leyes no
poco vaya revelándose la magnífica belleza son otra cosa que la verdad suprema. Prin-
que oculta el universo. cipio y fin de obra masónica.
"Buscad y encontraréis". Desde que vimos ¿Dónde habremos de encontrar esa filo-
la luz nuestros pasos van encaminados en sofía de la vida que ha de darnos la certeza,
descubrír la verdad. Desde que vimos la luz la verdad absoluta en todo? Si no la hemos
tenemos la idea dominante de que dentro encontrado todavía ha sido porque no hemos
de nosotros hay fuerzas ocultas, acciones, golpeado en la puerta debida. "Llamad y os
bondad y belleza que deben aflorar al exte- abrirán". Tal vez hemos pedido únicamente
rior. Las estrellas que en las noches resplan- con el espíritu, clamando por comprender;
decen, la belleza de una aurora o de una o sólo con las emociones, hambrientos de
puesta de sol, la majestad del mar y de la paz. Eso no es un verdadero pedir. La úni-
montaña, la fascinación de la naturaleza ca, forma de pedir y que tiene valor en los
con sus campos cubiertos de flores en pri- dominios espirituales, es pedir con una ofren-
mavera y toda la maravilla y esplendor que da. Pidamos a la vida mayores oportunida-
vemos en el mundo exterior, también están des de darnos alguna creación, y siempre
dentro de nosotros. Si los individuos, lleva- tendremos una pronta respuesta. El princi-
dos por sus pasiones y ambiciones no son ca- pio de la verdad está en nosotros y fuera
paces de guiar su luz hacia ese cúmulo de de nosotros. Cada hombre es su propio y
fuerzas, no podría jamás llegar a sentir el absoluto legislador, el dispensador de gloria
placer que exalta cuando se descubre una o ignominia para sí mismo, el que decreta
verdad. Somos los aprendices que el Gran su vida, su premio o castigo. Si el hombre
aplica esta verdad a su vida se convertirá
Arquitecto del Universo nos ha puesto en su en dueño de su destino y encontrará la paz
gran taller para aprender el arte de crear dentro de sí, a despecho de todas las tormen-
cosas nobles mediante nuestros pensamien- tas de pasión, ambición, de nuestras faltas
tos, acciones y sentimientos. Debemos ser e imperfecciones en que hoy nos encontra-
creadores, artífices maestros, bajo la dirección mos envueltos.
del Gran Estadista. Las almas artistas crean I. R. A.
poemas; estatuas, sinfonías, obras de colori- Resp. Lo N.o 64.

Enaltecemos los masones la nes, y es el obrero, el hu- Rebullen en nuestros pe-


virtud del trabajo, cuyo her- milde trabajador, el induce chos anhelos de ver a nues-
moso símbolo es el blanco que va marcando el rumbo tros obreros en camino se-
mandil que ostentamos en de este movimiento emanci- guro para la plena y firme
todas nuestras labores, Y pador. consecución de todos los de-
las autoridades civiles han La sociedad ha de mirar en rechos inherentes a su fe-
dedicado el día primero de el obrero a un colaborador licidad y bienestar.
este mes de Mayo a su de- abnegado y entusiasta para El movimiento emancipa-
bida glorificación. el orden social. No ha de ver dor no ha de tener otro sig-
Son tiempos éstos de hon- en él la entronización de un nificado que el de levantar
das transformaciones socia- dictador, ni sus conquistas el nivel humano de nuestra
les. La humanidad se está habrán de tener sabor de sociedad.
trazando nuevas orientacio- dictadura. Revista Cablestow

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