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eke RENE HUBERT PAE Rector de ta UnivsrEted de Esrasbergo HISTORIA DE LA PEDAGOGIA REALIZACIONES Y DOCTRINAS caren EDITORIAL KAPELUSZ Moreno 372 - Buenos Aires tulo de la edicién origina storRE o® INDICE Prefacio 1 Primera Parte LOS HECHOS PEDAGOGICOS Carfruno I.—De algunor tipor peda tip 18 I punto de vitta sociolégico en el estudio de los hechor peda s6sieos oes zs 5 2, La educaciém coma ini 3. La educscién fami 4, La educaciéa La educaeién heléniea Corfruco TE, —De algunas tipar pedegésicos det 1. Lot prédromot de la renovscién pedagégica, La influencia del Renacimiento La libertad de I laiciamo de Ta ensefanza LIBRO DE EDICION ARGENTINA : 88 , Rouseass ee ee daria femenina 86 de Rouseau: Basedow, Pestaloci, Frosbel . : ba — Les filésofor educadores a i e 90 1 eaeteiaiea 92 §- Ls edueaciéa en los paises anglotajoncs’ Gran Bretale, Uaker ~ eevarka aK NIE = Alrunas tendencies de la pedagoia contempordace oe Durkheim en 108 2. William James sess 108 Dewey tuciones pedagégicas nuevas en la dpoce Kereche a fn iovanni Gentil las 6. Alexis Carrel raciém comunitaria en Rus 7. Aldous Huxley 3. Ln educaciéa Conclusion es 4 El sentido de Ia evolucién pedagégica .. 5 143 La funcién de las doctrinas pedagégicas 5. lemas pedagégicor en Francia seceeneee 10. 1 problema contemporiaeo 7. Conclusiones generales oes + 159 Segunda Parte LAS DOCTRINAS PEDAGOGICAS tion 5. Ta educsciéa platénica 8. Atisétces Cartrove V.— Las incipaler doctrings moderna 1. EI Renacimiento: Eraamo, Rabelar 2. Rathe ¥ Com 3. John Locke one, . ‘4+ Tan educaciém de Tas nifiae: Fenelén y Mie. ae’ Mainsesoe PREFACIO No hay doctrina pedagégica concebible, no hay gran reforma viable, sin un conocimiento general de los hechos y de las teorias del pasado, Ahora bien, el pablico francés no dispone de ninguna obra de ese género. El trabajo dé smo punto de vista, dar una signifieacién general a nuevas doctrinas. En ese caso, estarfamos en condi medir més exactamente el alcance de aquéllas, tan numerosas, y hasta tan diversas, que han nacido en nuestro tiempo. modo es necesario que una historia de Ia pedagogia cexhaustiva, Eso es asunto de los eruditos, Para nuestro en primer lugar, p ina historia, también de aq) shin gee ie a acc peg cl coe mento indispensable de Ia historia de la filosofia, tal vez hasta de la turas, de las artes, de las ciencias, y_aun de las tuye una de las bases en las cuales debe descansar la cultura, y aun una de las direcciones que conducen Ja sociologia de la cultura debe ocupar algin dia el lugar iencia general de las sociedades humanas, , que las doctrinas no estén hos, puesto que siempre tienden a ues, una permanente demostracién del poder de Fente al espfritu humano, que trata de realizarse mediante la educa- wediante las demés manifestaciones de su actividad; su valor y en su destino. PRIMERA PARTE LOS HECHOS PEDAGOGICOS Carfrovo T ie 1. EI punto de vista sociolégico en el estudio de los hechos - pedagégicos (genes Stata nats ana anc ds pedagogia, he- Jo chos 0 doctrihas. Tal empresa, para ser intentada con utilidad, de- beria ser un trabajo de sintess, que utilzase innumerables monografias ~ particulares, Ahora bien, si en verdad las teorias han sido objeto de “4 serias investigaciones, no puede decirve que ocurra lo mismo, en todas Jas épocas, con las instituciones de ensefianza. Hasta es un hech notable que las historias generales sélo les atribuyen una im: portancia, en el caso de que les acuerden algin lugar. Sin 1 j parece que seria interesante iniciar los problemas de la contempordnea finicamente a la luz de las lecciones del pasado, de- dicdndose a definir los que las diversas sociedades han debido resolver, © el espiritu con que los abordaron, las soluciones que les dieron. La historia del pasado tiene valor por si misma, pero ese valor seria infimo si s6lo se refiriese a nuestro apetito de erudicién. Mis vale pedirle una ensefianza para el presente, que debe ayudarnos a com- prender en su génesis el presente, es decir, en sus causas, por que sean. Porque al mismo tiempo nos permite presentir lo que los La gran leceién de Ia historia pedagégica es que cada sistema de educacién ha durado, porque no tenia nada de arbitrario; porque era, como dice Duaxmen, Ia resultante de estados sociales deter- 7 minados y en armonfa con ellos; porque concretaba y verificaba el ) ideal que la sociedad en que se constituia se hacia del hombre, de lo \ e feria de las doctrinas, més sin duda que ea Ia de las instituciones al grupo, en el momento del nacimiento, y aun a veces durante largos donde hay que buscar la significacién del progreso edagégico. ais, Permanece singularmente ambigua. Parece que es meaienii | que un lazo mistico lo que lo une a sus mismos padres, como io indian ls pricier do a covada y ns etremas preaueiona t> 2 Ta educacién como iniciacién’ ritual en los_ primitives dere punto de partda de la vida Esta alte ante ela €S, Por otra parte, una de Ins razones que hacen que el infan- tld, cuando se tain 'del igo apenas ego al uo, sa hee cuente en esas sociedades. Se sabe que el mismo uso se ha mantenido on las sociedades antiguas. Peart, Buck deplora que la costumbre de matar a las nifias subsista en la China contemporinea. En realidad, la integracién en el gru dorate todo ol ao de a infanca y tbr 3 ace mediante procedimientos que no tienen apare = conta en bee paces eae ee fades, como observa Joun Dewey, todas le influencia educativa, pero ningu: este fin especial. Por eso, en un. tal, hasta podria decirse accesoria, esencialmente en esa comunicaci ituye, ¢ impo i ones partcpen en €, para converse en iiemboy del ge thes Raturlesa soil te injerta af en su naturale eric eet han “nacido dos veces. “Desde las sociedades SU {aes atrbutos caractersticos del género hutmano, le ent ol tov la palabra, desempetian ti fepel et et a tiempo, los Naturdléon humilde parecerfa absurdo buscar se ensefiara 0 aprendiera”. (Democracy 1897, p. 9) 12 representa de la gene- fecto, muy lejos de hastar para asegurar cido en el grupo. Su situacién frente Ja penetracién del nifio recién nac ap I En fin, contrariamente a lo que podria ercerse, la educacién, tal como la practican los pueblos primitivos, no parece estar acompafiada, fuera de las ceremonias rituales, de ninguna rudeza ni de ninguna bar- baric. La razén dc ello es tal vez la oposicién violenta que existe entre los sentimientos manifestados en el curso ordinario de la vida y los que se exaltan en ocasién de ritos, donde la nocién, la visién y el uso = la sangre ocupan un importante lugar. (Uno de os ritos de inicia- cién mas cominmente practicados es la mezcla de las sangres). Puede suponerse tam! el nifio, que apare: temor y al respeto, parecen ser los coadyuvantes mas eficaces, Por otra parte, no hay que creer que el cardcter de iniciacin ritual progresiva de la educacién primitiva desaparezea con la cultura, Sub- siste entre los antiguos egipcios, donde parece que tanto en las grandes ‘dudades como en las aldeas, la instruccién fué dada por los sacerdotes, yy que ciertos temples fueron al mismo tiempo casas de educacién, Que- Gan vestigios de ello en Ia educacién griega de Ia época homérica, ‘Toda formacién religiosa, aun en nuesiras sociedades modernas, los presenta, necesarlamente, Puede igualmente aproximarse a ella Ia edu- ‘acion profesional de los antiguos artesanos, con todo lo que contenia de formulas empiricas, de “habilidades”, y también de ceremonias su- i ynaban sus etapas. Tgual cada tiempo, cada dis- sus supersticiones, sus a de él con todas Tat malevolencas nte en la base de esta manera due de , y cuya violacién se sabe el lugar que ocupan ¢1 i rpenden en cierta crigina en ciertos casos tan tt forma de las recetas de I m: and sos, y de pertenecer, por otra igularmente evolucionada y afinada, pro- de legisladores. in china anti mana, y que establecen la ne- desde temprano, ya sea, en fin, por Se die aie ides mas evolucionadas, en las cuales ‘ ‘or otra parte, desde los pri- en la educacin persa, ex rity mégico también parti- ipa_en ello: alli donde el grupo no se entrega ya exclusivamente a la virtud propia de las ceremonias rituales, Ia ha suplido por coadyu- vantes que eree eapaces de producir la transformacién del ser; por exo los golpes y las bromas pesadas, que crean un estado comparable al — 16 nombre personal, “especie de apelacién privada y secreta”. Entonces XE fdespide de su madre y esté en condiciones de practicar los mil. Soles deberes de piédad que lo afiliarin a ma padre. Pero sélo después de su matrimonio la mayorla de edad se otorga a los veinte aos, y 1 matrimonio no debe realizarse sito a los treinta—- puede com: Portarse plenamente como hijo piadoso el hijo catado. (Ibid, p. 386) Mis tarde, después de la reforma de Confucio y de la consoli- hasta Is erabi ciclo. Esta edu f2cién es la que conocieron y admiraron los fildsofos francescs del siglo xvm, En-la época de los letrados (siglo m a. de cipalmente a Ia imtexpretacién de lo su letra, convertides y Todeados de un Piadoso’ respeto—, Ia incia espiritual de la educacién. se vuelve cada vez més y libresca, Por otra parte, la evolucién condujo al mandarinato a proporcionar los cuadres de la acién y de la cultura y ar enteramente personal, so ssde entonces sobre tod 3 que viven bajo su im del grupo famili frecuencia forma una pequefia clase. La escul de ende en primer los caracteres de la eserita; luego, ps que gar a Ietrados, el de la filosofia de Confucio y el de la 1a. No se trata, en modo alguno, de desarrollar Ia Penonalidad, sino Gnicamente de moldear el espiritu, la sensibilidad, las costumbres, de acuerdo con la doctrina tradicional. El régimen “de los concursos —T Jlonados que forma la armaz6n de este sistema pedagégico ha sido reformado varias veces en el transcurso de los « Gempos. Fué reorganizado por iltima vez en el siglo xvm, antes del de 1908, que coral nase de ee ura la China de verdaderss (Mavmcs. Counswr, en Nowe, én como formacién del ciudadano en Ia eindad antigua x meLéNIOA, — La educacién china se une, por la creencias en que descansa, a las formas pedagé- én antigua no tiene orfgenes menos menos no es ya posible atenerse, que una yuxtapos en un gr ciudad correspondientes a c nes, de Ja hegemonia del Estado y de los progresos del ine 1 dividualismo, Se sabe lo que era la antigua farnilia griega, el genos, que agrupa en torno del hogar comin, en una habitacién con fre indiferente en cuanto a la el desarrollar cl vigor de sus miembros 2). A los siete afios el nifio es alistado en la agel: Ja juventud de Esparta, y que dirige el paidénomo, designado por los foros. A partir de exe momento, cién es colectiva y se hace fen cuarteles, donde Jos nifios son n clases, seqvin su edad, y en subgrupos o ili, dirigidos po: tes del paidénome. Edu- 3p Geta en con cxinin te agcle ba weil tl ver do tamicién eatve ts ant cirtince “isea""F ect Eats fj “oper dass Stee r -»5 cacién muy ruda, destinad: todo a endurecer el cuerpo y a | forjar la voluatad, “Con los que debe completar me: deo, durmiendo en una de caiias que ha recogido hambre, el dolor. marcha, para escuela de compafifa”. La danza entre otros las figuras irrica, que cvoca las evoluciones guerreras y el combate. La mts esté en primer Iugar limitada al uso de la antigua citara de si euerdas y al empleo del modo dérico. La palabra no tiene, pues, el ie toma en el resto de Grecia, y especialmente en las musas tienen un santuario en Esparta, “‘por- canto ocupan su lugar en la vida di jan al combate al canto de las flautas, ls cftaras; se lanzan a la carga cantando el embaterio los dioses de la victoria entonando el Pen. El lirismo “Les pocmas de Homero + algunos cantos guerreros, algunas pocsias morales, Jun equipaje literario, muy suficiente, para un soldado”. (Ibid, P. 160). Pocos expartanos sabian leer y escribir; muchos, apenas 1a- ST TIT at eran institucioncs privadas. El gramético ensefia los primeros ele- mentos de Ta lectura, de la escritura y del eélculo, El citarista, que * dirige la escuela de miisica, ensefia a los nifios a la vez el ritmo poético y la teoria musical, eligiendo los cantos eapaces de desarrollar fos sentimientos religioso, patriotico y moral, que estin por otra parte indisolublemente unidos. El hombre de la antigiiedad no tiene la elec- cién de sus creencias. Debe creer y someterse a la religion de la ciudad. El ateniense puede despreciar los dioses de la ciudad vecina, exeer © no creer en las divinidades de un cardcter general y universal, como Zeus celeste, Rhea o Hera, pero no tiene el derecho de dudar de Athenea Poliade, de Erecteo o de Cecrop. Que le sea aprovechable ejemplo de Sécrates! La misica y la gramética, a su vez, estin estrechamente asociadas, al punto de ser a veces ensciiadas ‘por el mismo maestro bajo el nombre tinico de miisica, y por oposicién a la cultura del cuerpo, la gimnasia. Esta se practica cn las palestras, que, generalmente, son construidas a expensas de la ciudad. En Atenas como en Esparta, se practica cl pentatle, es decir, los cinco juegos: dl salto, Ia carrera, el lanzamiento del disco, el lanzamiento de la jabalina y la lucha Tal era la antigua educacién, somé Més tarde se introdujeron nucvos'cont tros especiales. Ademis, esta educacién se completé en que frecuentaban los ciudadanos adultos, y dond. ‘inuaron entregindose a los ejercicios corporales, al mismo tiempo que asistian a las pliticas de los ceniculos filoséficos. Cuando se hubo desarrollado Ia democracia, la ensefianza de la misica se en sanché, al punto de comprender los estudios que se designaron con el nombre de retérica, de dialéctica, de sofistica, y ai mismo tiempo berse entonces de astronomia, de geografia y wianexo de esos profesores nuevos se cuentan lot -omo Proricoras, Gorctas, Hirrtas, et fué desde entonces fo para todas las funciones de la treinta afios pod Por otra parte, en el servicio militar acti Ee ote Pa servicio militar activo (Gi En Atenas l casarse, y entrar, UTLIAUME, op. cit, i © que esas dos itd antique, pp, 267-268). que Ia educacién fuese com De Courances Palabra: a eudad hoch tenas lo a su escuela, tribuic © barric 2 ion re fin parece, rescrvas. Los ateniensde oe ee ido algunos precepts, receptos ie “los muchachos grandes , debiendo luego ‘el mime, sno de acompat sista ala palewens ye atacaron la fuente misma |, el derecho dejado al padre de familia de dirigir a su capricho la educacién de sus dad, las familias habian dejado en ese momento de ejercer la fuerte ot uenela que extrafan en la época anterior de las tradiciones gen- llicias, y si bien usaban de la libertad que les dejaba el Estado, era adolescentes una educacién ya sea exclusivamente pada a los mucvos usos de la democracia. En fué abandonada en prow inacion de la educae Jenoron7e y Anstéreies Percusiones de neque, pp. 408-409) ido el primer modelo de una ido perdi6 su independencia, in embargo, durante si- ra mediterrinea. Ha. podido cerradas por orden de Justi- mente hablando, comienza la niano (529) la Edad Media. ‘La epucaci6n romana. —La educac que es uno de 10 merecerfa una atencién ps del genio romano, fuviese en buena parte los ovigenes de nuestra propia enseflanza francesa. Por lo menos presenta el caricter not ‘timo perfodo de su desarrollo fué py Ja entefianza puede ser una funcién pi En la época as tuvo cominmente instrufan|después en las costs de yen las cosas de la icha s6lo parecié deseable en el momento en que Roma, hacia mediados del siglo m, ya avanzada en el camino de sus conquistas, habiendo sometido particularmente la regién he. Jenizada de la peninsula itilica, sintié que le faltaba algo para su gloria al no igualar en ese dominio a los pueblos que ella habia ven- Después de la‘ caida de Tarento (272), comenzb a eccuclas. En las grandes familias se emples a pedagogos griegos. En Spurius Carvilius inauguré la enseiianza piblica de la gramé- una colectién de sentencias jue se han conservado. Al medicina, pretextando que in jurado matar a sus clientes vida a la redaccién de de los cuales los. prine ia para uso de la juven= gricgos a Roma, las necesdades opulenta y refinada Hevaron, en efecto, cada, ver a. Desde el siglo 1 despues de Potee, gracias a la escuela, una verdadera unidad de Ia juventd, en Oriente como en Oc- eal uniforme”, es artifical y en desuso: el del orador fuerte y suti”, Porque Bas excuclas clementales en las que enseiaba el Ineraior, macsto pe 2 — 3 inmunidades. Vespasiano fué el primero que hizo de algunos de ellos funcionarice regularmente retribuidos. Este sistema, que fué inaugu- srado en Roma, se extendié sucesivamente a las ciudades importantes Gel Imperio. Auejanpro Srvano cre6 las becas para los alumnos po- bees. En fin, en 425, el cmperador Tronosto IT fundé la excuela de Constantinopla, en la que se ha creido ver el primer modelo de wna universidad de ensefianza superior. Los profesores eran treintiuno: tres retéricos y diez gramiticos latinos, cinco retérices y diez gramé- Ssofo y dos jurisconsultes. Al mismo tiempo que la ensefianza de Estado, el Imperio se atribuia prohibiendo y castigando con ‘severas penas la aper~ tura de escuelas privadas. Desgraciadamente, itiva de Teoposto TI interesaba al Oriente més que al Occide la misma época, ‘esta parte del Imperio sufr los bérbaros. Sin embargo, la escuela de Constantinopla fué mucho tiempo parece que su influencia logré irradiarse hasta sobre los particular cuando JustiNIANO restaur6, hacia m poder imperial en gue al mismo smo _empe Su piedad se inquietaba por I tonces fueron reemplazadas por mario, s6lo constituian un grado inferior de Ia educacién. Rei en elias un didactismo estrecho cipting rude, en la que i estrecho y una disciplina ruda, en la ie Soe cpa eS excusla de gramética, y luego la excuela de retérica. Este itis ‘conocimiento de los. grandes s gricgon se oper una penetracién del helenismo y de la roma- 2 monopol de Puro (25-79 época moderna, abrevaron en ella ame 3 misma época, Q: abrié una escuela de retérica, muy pi dor Vaseastano, fué uno d 5, La educacién teolégica y escolistica en la Edad Media Las instituciones pedagégicas del mundo occidental romano fueron jenta de las invasiones birbaras, como las de- Sus tradiciones se mantuvieron menos en tos de lor autores latinos que transmitieron a Ia alta Edad Media las lecciones de la ciencia antigua. Sin embar- © entre escuelas elemental riores, con cierta. conf tegorias (gramitica y ret6rica), estaba planteado. La reco de la enefanza medieval comenz6, por una parte, entrando marcos preformados de las supervivencias latinas. La ensefianza medieval ofrece este interés ¥y Puede decirse que la ens a Quivrmiaso el haber te malismo retérico, Toda esta ensefianza era en cxcuclas prvadas, que piblicas municipales, cuando las ciudades clegi bat fesores. El Estado acordé primeramente a eos titimoe pri epcional de consti« ‘wir por si misma un todo orginico coherents, y ademés, de encon- trarse en el origen de todo el sistema pedagégico de los tiempos mo- Las escuelas de Occidente nacieron bajo la pr sidades sociales, y en particular de las necesidades ecl desarrollado progresivamente, hasta c des del siglo sticas, Se han ‘que gravita en derredor del mis en la consideracién del hom- las Iecciones de~un aristotelismo que | Ai jones Arabes, Sobre tod: hhombre aquellas de sus funciones, abstractas y formales, que mejor expresan, parece, su naturaleza de ser razmable —y razonante—, y que mis importan para la salvacién de-su alma. As! se conitituyé la pedagogia escolistica, cuyo principal efecto, qué le sobrevivié, fué dotar al espirita humano de una sélida armadura légica, que ‘nada = hablaba lati = Pudo pasarse sin ellas, porque una ensefianza que se dirige all alma estado’ profundo que ha hacer obra de educador, Producir cierta actitud d acién prepara y, por una parte, opera la tien, dice proceso edi wre, de descender a esas pr Sin embargo la Tglesia, aunque més in Jas tribus de invasores barbaros, hacfa a las viejas poblaciones galorromanas, no por ello era menos la tink de los vestigios de in antigua, Estaba impregnada de helenismo en tus dogmas, in en su liturgia, debia ensefiar en todas partes la lengua fn todas ser comprendida e instituir esa unidad espiritual 8 que aspiraba. De ahi su actitud ambigua respecto a las letras anti= ‘guas. Desconfié de ellas, porque eran el vehfeulo del paganismo, y no latina, para Ct tt tet tet tet regerars ice as pe iY so fiancee Pre Ca oes poate ated See ida, en, Je valia’ su Ja antigua ensefian pura de toda 9H Canterbury, Malmesbury, de Jarrow, donde ensefié Bupa 21, VaNERAsi, mis tarde de York). -[-- Inglaterra fu€ el centro de donde parts 1 Renacimiento europeo en tiempo de Carlomagno. Su alma fué Alcuino, formado en la e-cucla de York. Con Aucuro y sus discipulos, “hicieron irrupcién en el reino franco las materias y lot métodos de ensefianza que gozaban de favor en el norte de Ia Mancha” el ciclo de las siete artes romanas, la teologia y el estudio de los textos sagrados. (Ibid, p. 263). La escuela de palacio sirvié. de m ereacién de otras escuelas que, en debian no slo se y de la cor ia la ciencia para formar al hombre entero, se alimenta sg la tradicién de los compiladores antiguos, Vandy, Puinio tie Vitjo, Masriawus Carauta (fines del siglo v). Ese misno caricter enciclo: édico se viielve a be Seviita (m. 636) ; 72-795), euyo Manual de le buscar el origen de las palabra Premedieval. Yendo de la palabra a las cosas, isefplinas hu hasta Ja jurisprudenci . Esas disciplinas se distribuyen entre y el quadrivium, tales como las expone el De nuptiis Mercus lologiae, de Marrianus Cape- uta. El primero comprende las ciencias del hombre, euyo primer esquema fué trazsdo por Vanrén: gramitica, retérica, dialéctiea; el | —»— seguado, las ciencias de la Naturaleza: geometria, aritmética, astrono- mf y misiea, S meramente basada en las que serviré para la edifi D’Aueamerr y Di en France, tl, p 8 y sobre todo en el a, , completado la obra de aritméticos, de los astrénomos, cienca tfc, cligen Ss de Sicilia, de Espafia, sobre el pens mantenido en ne notiones iene el siglo xu, hay en todas mentacién de ideas doctrins, Anmianso (1098-1198) consent que recurrié, no al poder todavia mal asegurado, demasiado préximo ier at fra llevado a A fines d PePRETPET ET CET rr rtiti rt rrr rer lida por el canciller de la universidad. y el cardcter de una recepeién en la corpo’ @l germen de un largo conilicto ent el canciller y la. corporacién, aa. (LANOLOI, Questions hana’ i non Paty Gog't (2NOO Rien ae a ane contecimieatos andlogos, que provocaron los misme ic entre les y politicos ates imo tiempo, el papado fn los cuadros univers sus origenes, y del correspondia’ bien or “introdu " ", en Ia medida, por a 8, en que Ia fe no depende de obrenatural y tranacendente a'la razén.” Pe" & is, ue s€ habian hecho asi independientes de locales, para depender tinicaz eosin ente de la obediencia it la Santa Sede, defendieron su autonomfa, y especialmente sus juris- dicciones especiales, con la misma energia frente a los poderes. tempo “rales (Hatruen, L’essor de PEurope, Paris, 1932, p. 320 y sig.). Por otra’parte, el progreso de los estudios trajo aparejada Ia dife- renciacién de los fs $e agruparon naturalmente, no sélo por naciones, segiin su origen, sino también las artes, es decir, la ensefianza de dems, que tomaron, con relacién a lesinteresada, totalmente andloga a la que dan hoy nuestros Es 1a la que egan todos Ios adoles- adquiridos en las pequefias es idad, © con preceptores particula- rex, Esta funcién, aparentemente subalterna, no de las Artes adquirir en la Universidad primeramente por de la Facultad de las Artes fué califieado para representar Universidad entera. ‘Edad Media. Pero fueron el origen de los colegios, iimples anexos de Ia Universidad, y que terminaron pot i id de las Artes, cuando pasantes se instalaron en ellos y se organizaron cursos regulares. La ensefianza ates secundaria naci$ en ese momento. En Francia, lot colegios adquirieron ¢l caricter particular de ser a la vez pensiones y casas de enseflanza, En Alemania y, sobre todo, en T rucbas que formaba el nil solemne, en la an profesién mediante ol cam tin acto camot ahora por qué exdimenes y grador han para la antigdedad y los prin 1, (Teas th sario agregar que la deter régimen universidades la autonomfa de que gozaron desde mediados del siglo xm. =e La ensefianza cs impartida en forma exclusivamente oral, de lecturas © de dictados (Vorlesung, dicen todavia los alemanes) El curso consiste en el comentario de un libro. El saber no se atiene tos hechos, sno Tat opiniones de autores considerados como los autén: ticos maestros de la ciencia. Los programas de estudios no fijan listas de problemas, sino listas de obras. Entre exas obras, las de AnisGreies ai ccupan el primer lugar, como las Decretales para el derecho canéni y el Digesto para el derecho romano. El comentario se hace por expl caciéa ©, para decir mejor, por argumentacién Iégica, dé ando y clasficando las ideas y sus pruebas, © de las escuclas, 5 representantes del 5 es después la que, luego de haber sido pro que probibié a los maestros verbo divino con el con del aristotelismo, que por otra parte difieren de terpretacin. Se estableci6 asi, en cada universidad, ninante. Paris, Oxford, Colonia y Padua manifiestan fendencias diferentes, Se comprende ahora por qué los hombres del Renacimicnto se hhan levantado con tal energia y tal unanimidad contra Ia pedagogia escolistica. Le han reprochado ante todo el formar en ol hombre Gimicamente la inteligencia dialéctica, hasta la inteligencia verbal, y el ser indiferente a la verdadera belleza de las letras antiguas, En ver- ad, el conflicto era més profundo. Era la concepcién medieval del hombre y de la existencia, que habla agotado su vigor expiritual y se habia vuelto incapaz de responder alas necesidades de un mundo ugar, fué una vuelta a los haber sabido adaptare a las = Sec del Colegio Trilingiie de Lovaina, la institucién de los lectores reales, primer embrién del Colegio de Francia, que combaticron radamente ala Sorbona:y su sindico Nost, Bepter (llamado Bupa). Fué luego la cereacién de los colegics de jesuftas, que le quit su clientela rica’ Por otra parte, los progresos del poder real tendieron a restringir sus pri- vilegios y su autonomia, En 1452, el cardenal d’Estouteville habla pro rmulgado Estatutos que siguieron siendo desde entonces su Carta. Desde 1379, un edicto real de Bl rac fianza universtaria. En 1600, las leyes y cstatutos de la Universidad fueron hechos y promuleades por “orden y voluntad del muy eristiano y muy inveneible rey de Francia y de Navarra Enrique TV". Asi, el Poder laico se esforzaba para hacer prevalecer su derecho de dirigir y controlar la educacién de la juventud. Los nuevos Estatus muy especialmente a la Facultad de las Artes, que corres se sabe, a nuestra ensefianza secundaria, Se en los colegios las costuzabres y la rel (obligacién de hablar en latin, cicios frecuentes de memoria) en ellos una amplia eleccién de a amplio lugar a los estudios griegos. de Anistoreus en la ensefianza tentaban, para la teologia, con declarar que nada en Ia ense contrario a los derechos y'a la dignidad del rey y del reino de Francia, Los Estatutos de 1600 se preocuparon ante todo de precaver el reo s comparables a las de la Liga (Contravné, ro TV, cap, + después, cultades de derecho ¢ in- del derecho romano en la Universidad de Paris. La facultad de medicina fué reformada, a su vvez, en 1707. Por exo no es de asombrar que el espiritu del siglo haya penetrado muy lentamente en los colegios de la Universidad, cerrados ante todo al pensamiento cartesiano, como lo habian estado a los proyectos de reforma de Rass. Cuando en 1726 Rowux publics su Traité des fiudes, apenas hace més que expresar en él el espiritu de tradicién, “acereindose a veces a la rutina”, dice Compayné, que no deja de dominar Ia ensefianza de los colegios. Todo lo mis, da prueba de ma~ seria — jst yor originalidad en Jo que concierne al gobierno interior y Ja disciplina de las clases, Las reformas cerrarse cada vez d, en al siglo xvi, of era, y el oponer siempre ica, ya sca el Cavirew 1 ‘DE ALGUNOS TIPOS PEDAGOGICOS DEL SIGLO XVI AL XIX 1. Los prédromos de Ia renovacién pedagégica. La infl Renacimiento y la de Ja Reforma alemana en la Europa occidental ha desarrollado, fuera de del renaciente hue censefianza reli- de la reencontrada “antigtedad, fin, deberia desprender lo —en Alemania con Ro- rannes Wesata?, Atzxanore Hers, Jao~ gues Wosrreuns, Trrrmene, Juan Revert; en Francia, con Lerivar D’Erarues, Guitzataee Bi Pusue ne 14 Reeée (Ra celencia, que fué lector real en y cayé Wictima de Ia San Bartolomé, métir, dice RENAx, de la buena disci pilina del espirits més bien que de la Libertad de conciencia; en Tngla- terra, con Tuomas Linacre, Wniam Grocvn y Jou Comst—, la xpansién de ese mismo humanismo cristiano, Jem Wesan recto, de Bsfar. Ver Raven, Gahichte der Pldergily «4, 1 woe ‘stn: par lu prosper Ge Loves eh fans, i'ma ole ites 9 aH 58 embargo, és0s no son mis que los prédromos de la gran esa Petesteca de siglo a. Ean revelucon ne oleae oa ore at gus en ls hechos tanta restonls ofeee a ri oo Plurisecular a las ‘transformaciones radicales. Pero si cuadro », su espi comenzé desde ese mo~ influencia que: sitclonet as pe Hurran, son ante todo admiradores de la poesia, de la ciencia, de In locuencia antigua (Ibtd., 138), y la conmocién’ que reciben de ello predispone a muchos de entre ellos a dejarse ganar por la propa ganda luterana, Si en efecto, en Francia y en Alemania, durante el primer tercio el humanismo cristiano se habia mostrado o se habia visto ido a mostrarse como asociado deferente de !a rel ida, los reformadores, por lo contrario, estimaron inmediatamente es no poselan, en su plan general de estudios, cencefianca regular y metédica de la religién cristiana. Ademés, Ia edu” cacién escolistica no. podia liso y de mis universidades focos de resiste aie fe nueva, y su conquista debia Por otra parte, la Reforma en la Unive Colegio de Guyena es restaurado en ‘| Ps son italianos; en Orledns, otro centro Ia obra de Atisttele deberes a que Wreruena en No hay en Ia rel *n Selestat, Suiza con Basiuio on Tok hogares radiates del hana? en tomo a Wuimarp Pucenen Erfurt, Consan Muvunvs, Crore » que Lureno se inieié por la ca. Prof éetica y de fisica en Ja nueva Universidad de Wittenberg en doctor en teologia en 1512, comenzé desde exe momento a dar cursos sobre las Epistolas dt. == San Panto. Por eso no es de asombrar qui de lad ref =, desde el comienzo dora, cl vivo sentimienta de i ‘una palabra, todas las obras las cosas naturales y “quieren Sin cmbargo, no habré. que dedicar al estudio un tiempo la educacién, pues el derecho p: Sagradas Escrituras no puede ianza para todos. Es necesatio \ os y de penetrar la ftuado a buscar en las obras fervo. Attn hay que agrega y de la teologia”. La pedagogia ft Metancurow no et menos liberal en su disciplina. No quiere que Ja juventud sea tenida en la austeridad; desecha Tas antiguas severk Gades, estimula el estudio de la miisica y el canto; aconscja al macetro Sue despierte el interés de los alumnos, que proceda mediante persus. pin y hasta con termura. Todavia una nota nueva, que no esti en Lureno, La influencia de estos dos. reformadores en la educacién alemena, ¥,mm en el extranjero, fut considerable, Ni uno ni otro defaron, pro. Piamente hablando, un cuerpo de doctrina sistematizado, pero’ sus claras, simples, Se concede un lugar particularmente importante a Lorero acuerda, “después de Ia teologia... el mayor bonor”. En cambio, de la antigua ensefianza basada en los escritos de AnterOreizs, conserva poco: la légica, Ia retérica y la poétice, que ensefian a dis. ‘currir, pero desecha la flsica, la metafisica, el Tratado del alma; en TT TTT iii vide Be == ideas suvieron un inmediato alcance pra net det vintodon sg retociongs El api h _ deben estar subordinados a la preocupacién de la salvacign, ‘Nomis ha llamado ordinarlamente el pla‘ a juicio personal, del que Bavuz haré mis tarde el derecho de Ia cone ciencia errante. Pero la Reforma, a este respecto, debia sobrepasar al reformador. Puso en ello mucho tiempo, y por Io contrario, comenai or provocar Ia Contrarreformna, 2 La pedagogia de Ins érdenes religiosas Botock y Ron de Alesana ex saron durante mucho Waupe uyeron poderosamente a extender ‘mismo tiempo que No puede decirse, estaba mejor armado far larga tradicién pedagégiea, que re: como habia hecho en otro tiempo confortar a una clase que descubria con inquietud ido a Ia revolucién religiosa. En una palabra: aparecié inica potencia capaz, por ese medio, de restaurar plenamente el principio de autoridad. Giertamente, los grandes humanistas del siglo xvi, Erasmo, Bue, Raseias, més tarde Mowracnz, en lanzado much: la filosofia. ex lenamente favorable planteado a se la acept palabra de Dios. Probado Dentrzs, pas 40 modo que conserva el autonomia de que gozabs organizacién contra toda Por otra parte, por lo menos e: Ja pedagogfa del Rena. ei ne Pe em eH ees 2 Bee emsefianza de las universidades medievales s¢ mantenfa, en efecto, en el sentido de que estaba abierta a todos. La pedagogia del Renacimiento fué concebida para una aristo- eracia de letrados eruditos y de bellos espiritus, Favorecié con ello la occidental cuando, cl monopolio de la enseiianza y se corporacién de ensefianza: Ia de lo No es que Ioxacto pz Lovora ion a la Orden que ered « csencial, Destinada a las m el papado para Ia lucha e: de manera de poder caricter regular, 1 asignade de primera inten- juventud como fin mato utilizada por de la Reforma, concebida ye guardando su i¢ las antiguas co dliseipulos de Tgnacio 0 fn Paris el colegio del Trésorier; en 1542 se establecieron en el colegio de los Lombardes, En Alemania, su primer colegio fué fundado cn 1544 en Colonia, por el padre Lefévre. Una de las grandes fuerzas de a Orden era la calidad excepcionalmente prudente y selecta de su reclutamiento. Ioxacio sélo aceptaba “hombres validos, en la fuerza de la edad, inteligentes, de exterior agradable, de caricter cal cenérgico. Acogia con gusto a los candi ios y de buena fam wa de la teologia y del derecho para todo lo que no era la e1 ‘canénico, Ia educacién en manos de los jesuftas tendi6 a hacerse, como tes 0 cuatro siglos antes, el monopolio de una orden religios. Su ézito es la prucba de que, independientemente de las contingencias histéricas que determinaron esta vocacién en la Sociedad de Jesis, como Io ha demostrado Bort: exeacién de los nuevo colegiot respondia a una necesidad Ja necesidad de reagrupar, en tomo a las autoridades eclesiésticas, en un tiempo de fe siempre viva, todas las altas clases de una sociedad deseosa de volver a encontrar, después de las guerras de religién, su estabilidad y su bello ordena- miento. De hecho, el protestantismo retrocedié en todas partes donde encontré ante él esta actividad de los jesuitas, a {La empreta chocé, especialmente en Francia, con scrias resisten- Yengua, la del espiritu ‘con esta preocupacién une a la filantropia sentimental la Naturaleza: “El universo entero es un todo —continéa el mismo autor—; no hay en toda la Naturaleza m4s que una tola alma, un solo ~ eH que se separa de exe cuerpo hace perecer la vida en él, se sume en una espantosa languides, es digno de compasiéa’ ientos toman tanta mayor consistencia, cuanto que la wasonerfa los prop i prosélitos una com tos de fraternidad y de socorro de todo las virtud! les no se limitan al plano ina de caracterizarse por Ia lemas de la accién en todas sus formas, I lo de los otros, una edueacién completa no podia dejar fuera de si a la tecnologia Ya.su evolucién. Rousseau quiere, por su parte, como Looxe, que Bi on diseipulo aprenda un oficio. Esta 1 Darrera que separaba a las clases oci la ‘im del trabajo sacudié Ia Cone, la nocién del conser doctrina Saas cha sc ehact unidad de lo wi guntarén ct modo de educaciéa mis apto para hombre y al ciudadano. Para ellos, no put antigua doctrina, con la cual y con las roto en todos los puntos. A la nueva cor claborado debe corresponder un sistema sentid = ha contado, para la ensefianza secundaria, no menos de setenta y cinco planes de estudios, mis 0 menos diferentes, desde 1802 2 1887. La fp imestabilidad no ha decrecido desde entonees, tanto més porque se hha cstablecido la opinién, durante cl siglo xx, de que habia una selacién psicolégica y algo ast como una afinidad secreta entre las pbumanidades clisicas y los sentimientos conservadores, como habia a —%— iviles. Opt6 por estos times, que dependerian exclusivamente de @, pero retomé la tradicién por otro desvio, tratando de hacer del = cuerpo universitario una verdadera congregacién. Se lleg6 hasta a obligar al celibato a los provisores, censorcs, regentes y macstros de ectudios. Fuera de los liceos, las escuelas secundarias, en las cuales se ensefiaba el latin y las Jas comunas y los particulares, pero con la autor La ensefianza libre aproveché del conjunto de estas disposiciones. El clero volvié a conseguir poco a poco el control de Ja instruccién primaria. Los Hermanos de las Escuelas nas reaparecieron, y en cl afio xm obtuvieron la fundacién de un instituto en Lyén, Varias Grdenes de religiosas edueadoras se reconstituyeron, para la educacién de las mujeres. En cambio, las escuclas secundarias catélicas represea- taron, en opinién del poder, un elemento de independencia, que se aplicd a continuacién a reducir, sobre todo cuando renacieron los al- otra, en sentido contrario, entre la formacién realista y cientifica los sentimientos liberales y democritices. democraciat de Grecia a, ae staré. en tem Porque la clate de ler notables consderS. coms sere la formaciin que le re ea, en efecto, fal como Ta com nacin™ y ee “el primer resort lin por modelos de virtud repul sr Imperi floreal, afio x, abandoné Ia escuela elemental a las coy, autor de amente a escuela a bre todo en mejorar primaria dejaba de ser gra- Ia Ginica con derecho a bajo su vigilancia, el presupuesto y debilit smpetencia. La organizacién ‘promulgada ea 17 de septiembre de 1808, y Fowranus, con el titulo de Gran Maestro, dependiente directamente del Emperador, ais- tido de un consejo y de un cuerpo de inspectores generalcs, fué puesto wniversdad. Bl Tmperio fué cundatio y superio imera vez cl Estado pone la mano en las escuelas prima~ rias: el concejo municipal, que hasta entonces nombraba al ma jo a proponer su candidato; el Gran Maestro entre . Laripvar, op. cit, p. 404). No se trataba ya de de gratuidad, La reiribucion de los al y para Ta pe burguesia un cebo ande y la despojaba de sus elementos més capa- el Estado 0 de los directorss de la economia, gatoriedad el sueldo del maestro, para el cual el Estado no concedia ninguna can- ia comsistia en una suma de tidad. El presupuesto de ensefianza pi escuelas cristianas. Por 4.250 francos, atribuida al noviciado Poleénico. Est estrechamente ligada a las fluctuaciones de la vida Politica, como a las transformaciones dc la vida econémica. Es. como fen todos los paises de Europa en esa época, un aspecto de la evolucién lems, si bien en todos los paises aumenta la tendencia a ensefianza un cardcter nacional éada vez mas acentuado, in 4 Ja estrecha interdependencia en que ellos ia que ciertos grand: ealismo universitario se ba convertido asf en el obsticulo mas serio para la omnipotencia pedagégica del Estado, El antagonismno entre las dos tendencias —socializacién politica y bumanizacién cultural— no aparecié en ningéin pais tan claro como en Francia, porque es la expresién misma del genio nacional. Sub- tiende, en diversas formas, todas las huchas que se levantan en derre~ dor de los pr i libertad de ensefianza, del lai- cismo pedagigi laciones de Ia Iglesia y el Estado ea materia de ensefianza, de sién, en volumen y en duracién, de Ja instruccién prima de la cultura liberal media, de la organizacién de la nica, de la autonomia de la en+ sefianza superior. Feliz todavia Francia, que no tvo que resolver ade~ problemas Lingiisticos, que pesaron tan duramente sobre la po- a excolar desarrollada ‘en otros paises, como Béigica y Austria ‘Hungria, La uuntrtap de ENSESANZA, — El problema que provocé més ardientes po ino el que present6 més i cadores, fué el problema de la Ii sm Bl sensiblemente en las mismas ép¢ Be i, ria pedag6eica de Francia en el siglo ait, de epenien de las condiciones particulars de su cearola o, 7 de ots. parte, del das as dems naclones civaadae Drincipalmente sometida a as vices eg se impongan las tendencin consrvadorse ; partido ¥ renovadoras de ls pa ye se imponen indiferente- ‘Sea lo que fuere, es siempre Jo fué luego mucho més enérgicamente por los conservadores cath lices, que oponian la tradicién eristi —tevoluciona- a la conquista de la verdad y de la moralidad, a y.al goce de sf mi de las ensefianzas, Siempre 8 acentuada en Ia secun- iim en 1843 (Mowraemnerr, Lot ewer y Quiver tomaron parte en la querella), proclamada de nue~ Por la misma razén el Estado, jén de 1848, fué finalmente introducida en Ia en- las, ha autorizaai fa por la ley Fanzoux, en 1! os de miembros de Ia ensefianza, fianaa superior por la ley de 1875, que establ juraces rtades cada ver mis amplios. El’ sinc Para Ia colacién de los grados. Sélo a partir de 1880 suftié muy débil en Ia primaria, se ha daria, y casi completa en la supe or Io menos durante Tas Punto con los catélicas) la Iglesia ha recibido la misién divina de ensefiar a todes los pueblos siones, que por lo demis no toegr6n el principio. BF de fabrets exclyo del Conse tupetior todas trafias al cuerpo de ensefanca Ta colacién exclusiva de los retomando un trol y suplencia 1 laiciemo da lugar igualmente varias amente con la afirmacién general de ina epecie de supervivencia del antiguo deismo o religién natural, y con el pensamiento de que lat diversas confesiones concuerdan sobre esa base. Una concepeién mds acon tad: a la neutralidad absoluta, por exclusién de todo. punto 0 en Ia enscianza cientfica y moral. En algunos doce icismo hasta ha tomado a forma de una hostl- jca contra las creencias tradi Eas fluctuaciones se han reflejado en de ia ensefianza primaria, en los que en ran as leeciones. de satecismo, y donde el titulo de los “deberes hacia Dios”, mantenido por Juuss Ferry en 1887, desaparecido en 1923, se ha convertido por Jo contrario en la piedra angular de la reforma de Po, ¢s cierto, limitado. Desde entonces, el principi Festablecido en su integridad. En la entefanza secundaria, los. pro. gramas de filosofia no han ignorado nunca ol problema de Dios, que Jos maestros han tratado con una libertad sefianza superior ha guardado a este res grande como es posible, y las dos doctr Yerdaderamente en el plano de las inve ¥ sociolégicas. un establecimi 2 Ee us cst estrecham: 1 en los programas 3° La ENSERANZA sroUNDARIA. Y del Jaicismo de la ensefianza € indirectamente j fianza secundaria xistencia, y principalmente en las ensefiar oe sacudias, influencia de las nevesidades ccondmicar y Ge Tas GSS Sent nec sg Narrlon de ua pare, a las lenguas modernas de la otra, Ya bajo la monaryuta de julio: ta, Bios como Anaco y economistas como Micust. Critvitin ce leone, Fon contra el-dominio exclusive del latin, El prestisio del humaniano To se conmovié por ello. Los colegios reales (antiguos licens), donde I 4a ensefianza de la historia y de la filosofia habia sido mutlads on costumbres: é¢ es un derecho primordial, hasta nat de que aquel que engendra tiene la responsabilidad directa de la educacién fisica y moral de los hijos. Este derecho de la familia (Los protestantes concuerdan en ste | i le 1816, s6lo recibian; fuera de to mitmero de becados, a los hijog ; le un corto mifmero ados, a los hij de la burguesia acomodada, y la instruccién que alli se ies impartia’ los distinguia netamente de las clases inferiores. La clase burguesa hha hecho suya pues, durante todo el siglo, la idea tradicional del alto valor cultural de una educacién clisica, en Ja cual habia puesto sus ‘tulos de nobleza, Enaiono Gostor pudo decir que hasta nuestro tiempo, el bachillersto ha constituldo la mis fuerte barrera entre las clases sociales (La barridre et le niveau). En 1872, el ministro Joues Smiow di figuos métodos del humanismo, al malismo desusado, como los versos lat por i las erfticas, que ides de una reconeilia, en los fines de Ia ensefianca secundaria, idealismo desinte- resado y ae utiitario, asigndndole como fin la preparacién di- Fieta para la vida, mediante la cultura general cisica o moderna. De- Bia, decia, preparar “los cuadros del ejrcito del trabajo"; Ia cultura general apareela como neceatia para el cumplimiento de las fun- Sones superiores, para la formaciin del cardcter y para el ejercicio primer golpe a los an- terminales previstas por el plan de latin-ciencias, ciencias-lenguas, que 8. Sin embargo, desde 1852, 4 an traslucir la preocupacién dad cada vez més sometida a cesidades de Ia vida industrial, -n amado de la bifurcacién, sin superior optar entre la sec. En 1863-1865, con igua- superpuestes, 1o que le rest ad y contin vi és de la querra se produjo un movimiento en sentido ine aia ‘Tede Biaaeo reali, en 1925, una nueva reform, tlenicat formar, que permitia a los al cién de las letras y les miras, el ‘estudios prolongado y desin- especialidad que buscasen jinente de daire, p. 32 ‘En’ 1925, una nueva reforma restablecié Ia igualdad entre Jas hi- manidades clisicas y modernas. En 1952, otras modificaciones ten- la ensefianza secundaria en un sistema general, ende a coordinar mis fuertemente ‘0; asegurando el paso cémodo de uno Crochanan secundaria a Tos nifos de mucha mis sa- , creada en 1891 por embargo, era admi- jera convenientemen- des, y preparar para ya sea la accién sobre los espiritus. Las hhan tomado, en verd: "2a primaria superior y Ja ensefianza técnica se organizaron a st lamente. Sélo a partir de ese momento la nueva secundaria ha podido aparecer mas como un modo diferen ca_cultura debia desde ;ciones vivas, por opo- tas. Tal fué el espiritu de la reforma por el ministro Gronces Levoues, que traté de tual y pedagégica, que en su pensamiento debia dar al pals el sentido de sus destinos antiguos. La ensefianza primaria superior, a la que la pequefia burguesia y las clases obreras propor- | y.Ja variedad de las reformas imroducidas en la ensefianza secunda- ‘no ¢1 tin embargo todavia en ese dominio en el que se han plan os problemas mis importantes. El esfuereo mis vasto y mas DARA FEMENINA. — Pertenecfa a la Tere era de la ent ss Estado, forma parte en de los fundamentos de fa sociedai métode de la Guuzor, votada después de una encuesta que revel ensefianza popular, fué el primer en- rimeramente sus pronios caracteres: en os, uma cultus fs cacién muy par los resultados i favored, in embargo, la uliplicaciin de las caatlas que pasaron una palabra, las mi Bde 42.000 en 1823, a 60,000 en 1850, y a 70.000 en 1865, com mas hombres. Las reformas efectuadas desde 1918 han hecho perder a la ley Durvy introdujo en 1867 la gratuidad, pero todavia no la obli- gatoriedad, amplié y fij6 los programas, creé Ia ensefianza primaria femenina, mejoré lor métodos, substituyendo por la enseiianza simul- ‘Yinea el antiguo modo de ensefianza mutua. El movimiento adquirié toda su amplitud en la Tercera Rept ar dedicarse nego To ese a lore cs cada ver mis elevado, La reforme efectunda th 1540, coc ‘hubiese querido abatir el movimiento, no lo logré. mane 5 La enaufanzs pancania, — Cualguiera haya sido el nimero 1863-65 la creacién de la ensefianza especial; pero adhe- sida a la ensefianza secundaria, haciendo junto a ella, a causa de su menor duracién, el papel de pariente pobre, habia sufrido su atrac- ién y no habia respondido a las esperanzas que se cifraron en lla. Sin embargo, desde 1833, el ministro Guizor habia decidido la ereacién de las escuelas primarias superiores. La ley sélo tuvo un éxito medioere. Solamente en 1878 fué retomado el proyecto, y en, 1880- 1886, nuevas leyes precisaron el Jours Fenry. La ley de leyes de 1881 sobre los tf de 1882 sobre la Feary, y dieron de las escuelas primarias superiores coincidié con los progresos de la pequefia burguesia artesana, comer ante y administrativa, que logré en ese momento acceso all poder politic, y acogié con gusto el instrumento pedagégico que le permi- ién socal. La cnsanga primaria superior ocupé asi una daria y la ensefanza t sas regiones econémicas, Fué suprim mente en 1940, pero las circunstanci su creacién en 1878 no fueron satisfechas con ello, por Jo cual el problema se ha mantenido intacto. 6 La exseSanza Técxica, — La ensefianza especial y Ja ense~ fanza primaria superior respondian a las nuevas necesidades, de orden se mantenia hott. Se anhelaba en cambio, en los medios politicos avanzados, que la formacién técnica estuviese asociada a la cultura sia tener ef mismo ‘eardeter dee . A esta preocupacién habia res- interesado que la que procura —% = we hasta esa formacin se convirnese en su instrumento. "Tat piers cna techs res ae Cr hee de la Restauracién. El dugue de La Rocuzro} abrir, en 1832, las escuelas de artes y oficios de Pero'el movimiento sblo tomé consistencia @ ddl siglo xux. Desde entonces, las escuelas pri industria se han multiplicado, han sido creada: profesionales, que son escuelas pricticas model nimero de de las industrias de la cién de enseianzas ey fan sus padres, los agri de profesar por 3 scuelas de agricul estudios comenzados en el labo Mon, Lessor e mente, la ensefianza agricola no ha adquitide que conoce en Alemania, en Dinamarca, en los pa Sin embargo, han sido creadas escuelas de a ciones agricolas en algunos Los macstros piiblicas, que 1 cial, sancionada por un titulo, que la de Jas otras ensefianzas controladas por el Estado, Las iniciativas privadas son lamadas més a colaborar en su desarrollo, porque estin mas ine teresadas y hasta mejor colocadas que las grandes administraciones pti- bilidas para seguir, en su incesa iad, las necesidades generales ¥ especiales de la economia nacional. 7 La EXSERAN2A PosTescotan, — Por otra parte, todas esas in- novaciones no responden solamente a preocupaciones téenieas y coo némicas, sino que estin dominadas por una preocupacién més general, a, de los adolescentes echo, entre la ida legalmente en los trece, y luego en aafios, Pero que pricticamente se produce en general uno o d antes, y la entrada cn una profesién o en un off sth substraido a toda accién educa cesempefiando pl tiempo, 0 isto, mediante I clones de jévenes, pero predomin: Jos partidos politicos han intentado ido, iu a, estimulados y soste acién popul adolescentes, hombres y mujeres, de la clase obreray ‘medios rurales. Sin embargo, 1a Liga de Ia Ensefianza, creada, por Jean Mac después de la guerra de 1871, hizo reeaer en la enseranee Postescolar 1a mayor parte de su esfuerzo, 8 La ENSESANZA SUPERIOR. — La arrollado de una manera més regular y gra aqui més coordinar la accién de las instituciones existentes, y po- Rerlas en estado de adaptarse y de contribuir a los progresos de la lencia, que proceder a creaciones nuevas, La democracia no fué host nia la ensefianza superior ni a Ja investigacién cientifiea, pues no tiene ningiin motivo para sospechar de una ni de otra. Todo lo tis puede lamentarsé que no siempre haya. puesto a su disposicion medios de accién suficientes. Por Jo menos ha respetado siempre la su razin de ser y la condicién de su eficacia. Escuela de las Cartas, la Escuela de Bosques es y Manufacturas, escuela libre desti= ; Ja monarquia de julio fundé la Es. y restablecié Ia Academia de las Ciencias ic Bonarants habfa suprimido en 1803. Al se- undo Imperio se debi6, en 1867, la Escuela Practica de Altos Estas los, centro general de investigacién cientifiea, La ‘Tercera Repiblica aumenté el nimero de los establecimientos de ensefianza superior, e726 la Escucla de Historia y la de Arqueologia Clisica de Roma, la Escuela de Egiptologia de El Cairo, la Escuela de Extremo Oriente. For iltimo, y sobre todo, mediante una serie de medidas tomadas des. de 1885, y sobre todo mi endidas que han agitado a la historia de la educacién francesa. que no i aya teoceslas ‘a veces luchas cpeoatas en derreaor * de las los progresos adquirides no han sido nunca cucs- EASES I ee ee pe i Gia cet Se ta nes ae i ro en cambio, nada de esas bruseas rup- ES aoe ens eee occ a sistematiza- seg oes ca ei sociedad 0 con el Estado, Con- y compromises ticitos permitea, in cientifica se estimulé y faciitS por la creacién de la Caja de Investigaciones, aunque el problema de las relaciones de la investigacién y de la enseiianza sec uno de los mis delicados, % La, manera espontinea y continua, més bien que de un modo voluntario, reflexivo y a la vez re én de los medios ju- 1é desgraciadamente politicas que lo do- lad se remontan las primeras escuelas que, después de la invasién sajona generacién ascendente. Por otra eran desfavorables para esa. reun' que se habia hecho en los paices to pero delicada en su realizacién, corris ex una experiencia mal emprendida, Asi, una idea fecunda, 30 de ser comprometida efecto someterlo colegiales y cl 6. La educacién en los paises anglosajones: Gran Bretaia, etfocrta ti jcamente preocupados por la quand tionietde que en cllas se realizaban, Gran BastaSa. — En Ing! desarrollo de las instituciones pedagégicas ha presentado un: tinuidad que contrasta con las sa. j —4— ietarios de ticrras y de comerciantes de las ciudades. La Iglesia sola velaba toness por Ia instruccién. Los nobles recibfan la educacion data el renombre de las dos antiguas y de Cambridge (1209), que se cscuclas de Chartres y de la Uni- ‘ools formaban, en atencién a su wente a los futuros sact universidades de Oxford ( organizan sobre el modelo de “Las iversidades, Tegistas. La hase de los estuc , como el poder real inglés Imperio romano germ: 1322-1382) agitab: ce estas : = dedor de 300 grammar scho: segunda mitad del schools, que imparten Ja campafia, que, en raz aceesibles a ks hijos de Ia aris XIV provocé un choque de retroceso primeros humanistas enacimiento 1e precedié a la Reforma, se manifests por el lugar que studio del griego y la exégesis reli ea Oxford y en Cambridge por los planes de reforma pedagégice el cardenal Worsey (1475-1530) y por la creacién de muchas eseuee er, de una ruptura radical captacién de los bienes de hacer pasar autoridad de la eneresas donaciones de los i Poor Laws, del és moaemno para En Escocia, por Jo contrario, cimiento, a la encrgia moral surgida del evangelismo triunfante, y te de la nacién. La Compafia jtado y temporal. (Hav: ira los nifios de las clases indigentes, y pokes a as Funny, cn 1676). La enschanca de as conten matemdeas Ia de las lenguas vivas, para comenzar por la de la lengua materna, | Penetraron en las mejores escuelas. Desde fines del siglo x0, las public we schools recibieron casi exchisi rl ‘su gran desarrollo: en ee a les hijos de los nobles. Peng ‘ex [a Iglesia anglicana y en las profesiones liberales”. (La réforme de a , en particular las de Harrow Penseignement en Grande-Bretagne, 1946, p. 4). enseflanza dada en las grammar schools. Esa fu ae * El movimiento continué en el siglo =x, a Ia vez bajo la influencia oro para las escuelas privadas y fs é también la edad de de Ja revolucién industrial, como contragolpe de las revoluciones poli- los no conformistas (distentery Seddon), satemiss establecidas por ticas del continente 1848), y por accién del progreso de las hasta 1779". amie) a Gencias, La propaganda racionalista de los sabios y de los moralistas ucién de 1688 faé ct 7 de Ia escuela de Brntraxt estuvo de acuerdo con Ja sentimental y in de 1685 Fé cl punto de pastida de muevos progress ‘citeiosa de los metodistas, de los evangelistas y de todos los disenters, mnenenie, ol cuseanza elemental. El Acta ecocma de. 1636 como Prusstiey y el doctor Paso (Sacnac, La fin de Pancien régime, ‘ierras a abrir una escucla y a pagar p- 411). Hawnast More multiplicé las escuelas del domingo. Todos Exaban ‘gualmente deseosos de substraer a les nifios pequefios de los efectos desastrotes del trabajo de las fabricas y de las minas, y de ia dignidad humana. Se hicieron repe- ron las primeras subvenciones oficiales 3 excolares de la British and Foreign School habia fundado en 1814, y de la National Society para [as constmu ‘por modelo, jonal retardaron et no Aprew BRL. cho de ensefiar, Al mismo tiem 1PO _apai las por ancianas sefi in excesivos gastos. Esos mn aplicados en las escuelas reservadas a los nifios de las icanas. El cudqueto Lancaster quiso introducirlos en las , abjertar a todos los pueblo, reduciendo la Fué denunciado como glicanos y de los disidentes cia necesaria, Por otra ‘special. del Comejo iciones.privad ada por Ja. revolu por las Cémaras. Este buenas man pid, elredea ene : wend espe- ners y el arte de agra, Finances ; Be combinaban la ensefanza primari a Primaria con un embrion d i nica, “En cuanto a In enteh x je ensefianan t6c- Se fue el germen d: ‘Department. El mismo PRA lanza superier, que s6lo era dada ea las Imente el establecimiento de las excuelas normales todo en cl careiiads de Oxford y de Cambridge, consis sobre para Ia formacién de los maestros. in y del griego, y preparaba para la entrada En la ensedianza superior, la cultura nueva se habla instaurado, desde fines del siplo xvm, fuer Ja cultura excuelas: Jas que subvencionaban las iglesias (voluntary schools) y las que subvencionaban los boards (boards schools). Las leyes de 1872, 1876 y 1880 terminaron por declarar obligatoria la instruccién y por asegurar su control por el Estado en Inglaterra, el Pais de Gales y ia gusOecl eis Excocia. En 1899 se creé el Board of Education, que absorbié al Iniversidad de Londres, que representa la case, Education Department, asi como el Science and Art Department, 1838 una Carta real que le acordaba que en su origen dependia del Board of Trade. ra de Jas antiguas universidades, que ta, en Excocia,.sobre todo en |; te, con un lento crecimiento rogresos en los diferentes egos y de los deportes, crearor ma leal, honrado, pleno de confianza en s anismo, pero inclinado a subes- i inacién y de semibiidad, asf como la sment en Grande-Bretagne, para la preparacion de 1g schools y high schools lente a la de las. public évenes. Aparte de las ‘una verdadera revor jo las autoridades locales intervinieron cada ver Cambridee, pre- algunos grandes , como THowas AnNoxD, el Rugby, catélicos tales como Newnta a, como Parison”. (Weil, L' = La escuela de Rusby, que Go ra comunidad, inspirada por un ideal comd Aefinido, “a formacién del carkcter basado en de modelo 2 un gran nimero de P. dadera schools, y de public ‘scho Iucién, a causa de que el Estado, y sobre ry schools, |, Marlborough (1843), etc. a an casi €3 _ ivamente entre la oa 7, wesen acordadas becas por con- : a ‘i bib (erants) en favor de la ensefianza de las In extensién de Gran Bretafia, Sin embargo, fué ‘electoral de 1867, de nueve grandes p: decisivas, La ley d (departamentos de gir escuelas primarias subvencionadas por artes y de las ciencias, en toda Fn 1902, una gran ley orginica transformé el régimen escolar, i sarrollado, presentaba, dice escuelas libres eran sostenidas Partir de 1870, @ conseeuencia de Ja reforma ién de una larga encuesta en la administracin schools, que se operaron las transformaciones la creacién de los school boards los y encargados de fundar y disi- del pais donde no existian escuclas lades religiosss. Se tuvo asi dos tipos de cation authorities), encargados de fundar y mantener nuevas escuclas © ¥.de distribuir las subvenciones del Estado entre las diversas escuclas, | libres o no, que admitirlan representantes-del Estado en sus comités a — 101 Board, con un programa aprobado por él, aceleran esta unificacién” ~ ree bie Ps Act Hew a catorce afios Ia edad de Ia asistencia qcolar obligatoria. Este ‘Ademés, las autoridades locales estaban encargadas de organizar, en zentral schools, cursos complementarios pricticos, para muchachos y nifas de més edad, y cursos postescolares, de trabajo parcial, para ambos, sexos, entre catoree y dicciocho afos. Pero las condiciones financieras del periodo comprendido entre las dos guerras no permitie- son aplicar estas iitimas medidas. En 1919, el Board dejé de sub- veacionar a las excuelas ya ayudadas por las autoridades locales. En cambio, el gobiemo subvencioné a las universidades. En visperas de Ja Gltima guerra, Gran Bretafia contaba con 20.000 cescuelas elemen- tales, con 5 millones de alumnos, y 1.400 excuelas libres subvenciona- as, con 500,000 alurmnos. Acordaba a sus escuelas unct 100 millones de libras en subvenciones, y un nifio de cada diez podia paser de Ia ensefianza primaria a la ensefanza secun El efecto, de esta evoluciéa es que si diversdad, presenta hoy algunos ras ‘ ivadas, y Ia ln autonomia de’ cada Pedagogique a Pétranger En cien aos se h en primer lugar, extn venciones: después, inn ¥ 20 confesiona Finalmente ext luna ensefianza que en Inglaterra es Ia control imer lugar, Ia ensefianza es hoy gratuita y obligatoria de los 0 las escuelas prima ente dichas br muchos ejercieios fiscos, lera, encuadernacién), el Hlacia los once afios, el nifio es ie mo consiste tanto en prucbas of Education 9 | dibujo artistic y ef a sometido a un exame Manera, Progresivamente,” sei ; instaura ci Tos eximenes, que se rinden alors ae dirigidos, como becas medios, hacia las es que son un segundo ci muy variadas, imparten ensefianza primaria. Las senior schools, (fio una ensefianza general comparable oe Inglaterra ¢s uno de lor pafses de Europa en que, en gon ents mental, pr le mls xenia, anto cox Cae a ee oe See eas tuna formacién profesional y una forinacién depertiva, En vivas y estén més comiinmente extendidas, en que i jihools que en su mayoria tienen menos de veinte aiios de Ue eaa tk calat uO lasiees ae Gnee la cnsefianza cs m son més numerosas, El ejemplo americano, de ea ys lado, el contacto com ciilizciones muy diferentes, como spon aero leds luencia de los trabajos cos pres ! een a ) al y de paidologis, tienen mucho que ver con este movimiento Ja inversn de las precedentes son’ patey Cot te. ees ‘amente variables, que alcanzan hasta 230 libras en " 16: lar en agreegige ela iad Estapos Untoos. — Los comienzos de Ja educatién esco cos franeeses, son sin dolescente mucha més ta aquellos en manipulaciones, trabajos y las lenguas vivas ocupan igar muy importante, asf como los deportes. Las s que es semiido dos afios més en entrar en la universidad, del examen de mand in See oe ee eee ee Para nsformar las fundaciones it iduales de la época primitiva eee | general Coneretas, e considerable. Parece que la consecuencia de ese feria que la edad intelectual media es menos elevada en Ing gue en Francia, iplo, pero tiene también como efecto ‘stencia més feliz y mds sana que la gue la formacién del cardcter mediante la vida colectiva esta alli jor asegurada dad, como observa Cestas, los Estados Unidos son tal ver el. pals Oni GPUE de, Ja entefanca secundaria encontramos las universidades, donde Ie exsciana cs busca con mis afin a ford y Cambridge; después, en Inglaterra: Londres, Durham, Max. Ia primera que ha realizado la enscfianza ratuita, para chester, Liver Leeds Bieminghae Sheltield, Brel; ew Ear todos, la primaria hacia 1830, Ia secundaria hacia 1850 (Encyel. fr. 15 Cage wits Glasgow, Aberdeen, Edimbourg, con la University 12,7). Por su parte, Preane’ Unr sefala que Ja mul Esas universidades, por ota parte, son mis ios. La naturaleza de los estudios, como el nivel €l de Ios candidatos, varian mucho de una uni= qimidad a otra, y de un colegio a otro en una mama univenided, Los studios superiores, para el conju ‘menog.avanzados que en Francia, Pos tHenen, por Jo conrrario, en un grado muy alto, ‘Agremuemes, solamente, que toda esta organizacién pedagdgica esté afirmada en una politica general de las bibl pals donde el libro es caro, ha permitido dotar de col ‘hasta a las aldeas campesinas y a los subusbios de " pear ane ea = Educacién se ccupa de reunir la docue mentacién y de publicar estadisticas, de tal modo que hay en total tantos regimenes escolares como Estados (Le mouvement pédogorique 4a Pétranger, t, IL, Etats-Unis, Paris, 1938, p. 45 y sg.) Sin embargo, ‘pueden desprenderse algunes rasgos comunes. Hay ciones i Jas grandes ciudades, — 106 — tiva que reina en los Estados dde las excuelas, en todos los grat que recibe, asf coma de los gastos de estudios de tes, a los cuales, por lo demés, pueden serles acordadas exenciones. Lat gra- duate schools han side sobre todo Ja creacién del misica. A Jo que se agrera la za de la higiene, y ademis Ia de la segurid mental. Se han fundado escuelas y clases para retardados, ire libre. La aplicacién de los nuevos métodos, que tien- jualizar In ensefianea y adaptarla al caso de cada niso 68 cada vez mas general. El método de las centros de interés, en particular, es de empleo casi universal Las escuclas secundarias comprenden en general tres ramas: clé- sica (con latin), moderna (sin latin) y profesional (con predominio de los curos técnicos). Pero los alumnos son reunidos para las ma- terias communes. Ad * materias de opcié Preocupacio dos por Ta cultura ge school) es el lugar que en ellas ocup: no hay que entender por ss cada programa de ensefianza comprende la eleceién del alumno, tanto que las son frecuencia sobre los cuida- Esos caracteres vuelven a encontrane en los col de ser instituciones de cultura y no establecimi das; “un omnium’ ‘coope- 708, Jos objetes de vestir y de deporte; una hos- por io, es destinada a los padres que vienen iio y més en sidades europeas, Es cierto como se Ia entiende en el Viejo en las graduate schools. Sefial constituir las universidades. A veces, e “Lo que ofrece de més interesante y de més notable americana —concluye Prense Usi— cs la experiencia de las divi. siones y de los grads que Ja constituyen comienza a sefialase fie 12 inquietud de ver formarse un proletariado intelectual, sin suficientes E jalldss. El mismo autor piensa que puede obviarse ese riesgo mediante 1a universalizaci6n de la high school. “El otro problema es conservar f) hoy siete cl —W-, ¥ leninista; ignoraré la enseSanaa Hbre. El bolcheviquisme, queriendo obtener la igualdad en todas sus formas; la escuela serd mixta, gra- tos, estrechamente ligados y accesibles a todos, de grado en grado Seri antirreligiosa y antimetafisiea de un modo mi n, asi como toda separacién de Ia la escuela del trabajo, siendo el pe lenta racionalizacién de la acti rias de ensefianza y métodos, a especulacién y la practica. Estu Como el trabajo ha tomado, mediante el des- industria, una forma colectiva, substituira en todas partes ala ace idual por la accién del grupo, a ar un hom Comple- ducacién social mezclindose a la vida colectiva en todas iciones, No se modelaré solamente sobre ella, reprodu- ciendo en su seno sus formas diversas. Se integrari en el organismo social, sufriendo su accién y reaccionando sobre él. Seri social y vi- vente” (Ibid. 6 8) técnicas y superiores se ha abolido. miversidades, se han fundido en una es- clo completo de los estudi . Un solo programa es previsto para los euatro primeros afios de estudios en las escuelas primarias y medias, El acceso a las escuclas [> secundarias, lo mismo que a las universidades, no depende de ningin caamen © concur, sino de la obtencién de un diploma de escolaridad

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