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EL ALTO-BOLIVIA
2022
La Revolución Federal Boliviana
Introducción.
La Revolución Federal o también llamada Guerra Federal (1898-1899), fue un
conflicto armado, enfrentó a dos regiones de Bolivia, el Norte con los liberales de La
Paz contra el Sur conservadores de Sucre, además conto con una importante
participación del movimiento indígena.
El bando conservador tenían el poder del estado boliviano contaban con el apoyo
de las fuerzas armadas y la elite económica y religiosa, grupos de personas que
manejaban recursos económicos que defendían un modelo de orden unitario.
El bando liberal se oponía a las políticas del estado que eran los conservadores y
pretendía instalar un modelo de orden federativo de que cada departamento sea
independiente autónomo y que puedan administrar sus propios recursos además
que contaban con el apoyo del movimiento indígena.
Antecedentes.
Los antecedentes principales para el estallido de la guerra civil fue que Bolivia se
encontraba en una crisis política y social ante las diferencias que existía entre los
grupos sociales que habitaban el país desde la independencia, el golpe de Estado
contra el presidente Hilarión Daza Groselle por partidarios que posteriormente se
unieron al bando conservador, la disputa por llevar el término de «Ciudad capital»
entre La Paz y Sucre, y por último la pérdida del departamento del Litoral en la
Guerra del Pacífico además de no corresponder al llamado realizado por la
República Peruana de volver a implicar al Ejército boliviano en la guerra a pesar de
la presión de la oposición liberal que exigía volver a la guerra contra Chile.
A pesar de que el bando liberal por medio de la Junta Federal de Gobierno no llegó
a instaurar plenamente sus promesas, su sustento ideológico sirvió para inspirar
posteriores enfrentamientos modernos como la revolución boliviana de 1952 durante
la Guerra Fría.
Alianza liberal-indígena.
La política de alianzas con los sectores de la élite fue una estrategia indígena
utilizada en el pasado; fue posible gracias a la dinámica política que había en el
área rural, que tenía como protagonistas a los vecinos y a las autoridades de los
pueblos rurales, especie de intermediarios entre el mundo indígena y el urbano. En
este contexto intervenían complejas redes clientelares y de compadrazgo que
hicieron posible que los diversos sectores sociales no se hallen totalmente
desvinculados de la política nacional, como comúnmente se cree.
Uno de los principales líderes indígenas fue el apoderado Pablo Zárate, quien será
el protagonista más visible en 1899, por su capacidad de liderazgo y su relación
personal con José Manuel Pando. Pablo Zárate era un indígena originario del ayllu
Collana de Machacamarca (provincia Sica Sica del departamento de La Paz).
Durante los noventa, Pablo Zárate era un jefe indígena que gozaba de prestigio y
realizaba constantes viajes para mediar en los conflictos suscitados en las diversas
comunidades: presentaba peticiones en los juzgados a nombre de los comunarios
agraviados e hilaba redes políticas con otros apoderados; además, se aproximaba a
los miembros de la élite liberal de los pueblos rurales y de las ciudades. Un claro
ejemplo del acercamiento entre liberales e indígenas lo encontramos en las
elecciones del año 1896, cuando el Partido Conservador gana por muy poco al
Partido Liberal, cuyo candidato a la presidencia era José Manuel Pando. En aquella
oportunidad, los indígenas del altiplano se apostaron en El Alto de La Paz para vivar
a Pando. Ese mismo año, Zárate le escribe a Pando una carta para preguntarle
sobre los trámites que supuestamente se estaban realizando en Sucre a beneficio
de los comunarios, con lo que la relación entre Pando y los apoderados se hace
visible.
Volviendo al inicio de la guerra civil, anoticiado por los sucesos de La Paz a raíz de
la constitución de un gobierno federal, el 12 de diciembre de 1898, el Presidente
Severo Fernández Alonso decidió organizar al Ejército Constitucional y marchar
rumbo al Norte a sofocar el conflicto, pensando de manera errónea que se trataba
de una revolución más. En algún momento, presumiblemente el 24 de diciembre,
cuando Pando, como jefe del ejército federal, se dirigió a Sica Sica, invistió a Zárate
con el cargo de General de las fuerzas indígenas, integrándolas oficialmente al
conflicto. Asimismo, la Junta Federal envió comisionados al área rural para poner
sobre aviso a los indígenas de que la hora había llegado. Por ello es posible que
este plan fuera programado con anterioridad a la crisis y los indígenas estuvieran al
tanto de la confabulación liberal para derrotar a los constitucionales.
Para fines de febrero y principios de marzo de 1899, las fuerzas indígenas aliadas a
Pando ya habían cometido dos masacres. Como ya mencionamos, la primera
ocurrió en Ayo Ayo, en el altiplano paceño, y la segunda en la localidad de Mohoza,
situada en la provincia Inquisivi del departamento de La Paz, la noche del 28 de
febrero. En este lugar, los indígenas, pensando que se trataba de un escuadrón
enemigo, masacraron en la iglesia del lugar al llamado "Escuadrón Pando", que
tenía como misión reforzar las filas liberales en Cochabamba. La masacre de
Mohoza fue uno de los momentos más crueles de la Guerra Federal. Al enterarse
Pando de esta situación, pensó que la alianza con los indígenas estaba
quebrándose e intentó un acercamiento con Fernández Alonso, el cual le fue
negado. Por su parte, Pablo Zárate, preocupado por lo acontecido tanto en Coro
Coro como en Mohoza, redactó la famosa Proclama de Caracollo.
El presidente boliviano decidió marchar sobre La Paz con los tres escuadrones
acantonados en la capital (Bolívar, Junín y Húsares). En Challapata se enteró que
los rebeldes habían adquirido más de dos mil armas, por lo que la campaña sería
muy difícil así que pidió el reclutamiento de voluntarios en la capital (14 de
diciembre). Después decidió continuar hasta Oruro. Se formaron dos brigadas, la
primera se componía del batallón 25 de Mayo y el escuadrón Sucre, formadas por
jóvenes de clase alta con caballos y armas de su propiedad, y la segunda se
componía del batallón Olañeta y el escuadrón Monteagudo, integrados por jóvenes
de clases populares. Durante su marcha a reforzar al presidente los
chuquisaqueños saquearon las poblaciones indígenas.
Primero, la guerra había sido una expresión del conflicto entre el norte (La Paz) y el
sur (Sucre), y significó la muerte del sueño de Sucre de ser capital, esta se radicó
de facto y definitivamente en La Paz. Sin embargo, salvo ese cambio el triunfo
liberal no tuvo mayores consecuencias sociales y tampoco se adoptó un modelo de
estado federal. Después de la guerra, indios y mestizos comprendieron que los
liberales no podían (o no querían) devolverles sus tierras y empezaron a
distanciarse de ellos. Ese proceso ya había comenzado durante la guerra, cuando
muchas veces los indios desobedecían a sus comandantes criollos y cometieron
varias atrocidades. Algo muy parecido a lo sucedido durante la guerra de
republiquetas entre 1810 y 1825.
Los indígenas del Altiplano quedaron relegados a ser unos «nuevos yanaconas» en
grandes «latifundios "neofeudales"» creados en nombre de las «ideas "liberales" de
igualdad ciudadana», trabajando sin remuneración 3 a 5 días semanales las tierras
de la hacienda para poder usufructuar en su tiempo libre un pequeño terreno que
antes había sido suyo. Mantuvieron algún tipo de vida comunitaria subordinada al
patrón, pero pasarían décadas hasta verdaderas reformas agrarias. En cuanto a las
tribus del Chaco, empezaron a sufrir la violencia del ejército que apoyaba la
expansión de los grandes ganaderos (los prisioneros pasaban a ser peones que
vivían en peores condiciones que los altiplánicos) o a verse obligadas a trabajar en
las plantaciones de azúcar. Algunos «grandes capitanes» o mburuvicha guasu
intentaron una rápida modernización a imitación de los «blancos» o karai. Las
comunidades buscaron refugio en las antiguas misiones pero pronto los liberales las
secularizaron y se hicieron con sus tierras (1915-1928).27 Por último, la autonomía
de los pueblos amazónicos se acabó con la explotación del caucho, en un proceso
que sucedió en todos los países de la región, muchos acabaron encadenados y
vendidos como trabajadores forzados en la recolección de látex o sufrieron las
consecuencias de la llegada de nuevos colonos.
Como es posible observar en el texto anterior, las causas que originan La Guerra
Civil en Bolivia, son las mismas que en toda Latino América. La rebelión del pueblo
frente a la opresión de, en aquel entonces, los conservadores, los criollos, los
oligarcas, ese grupo de poder que tenía el dominio sobre los recursos, y los grupos
mayoritarios, ocasionando cualquier cantidad de problemas y deficiencias sociales.
El objetivo de la Guerra Civil era dar un mejor estilo de vida, recuperar derechos de
los indígenas, así como tierras. El conflicto entre Conservadores y Liberales llega a
su fin con la derrota de los Conservadores, sin embargo, los mismos Liberales, al
llegar al poder olvidan la esencia de su lucha y pierden la aprobación de la
población.
Pablo Zarate, “El Temible Wilka”, es un líder indígena que organiza a su grupo de
revolucionarios y lucha junto con los liberales por una mejor Patria, logran la derrota
de los Conservadores y es justo cuando el nuevo Gobierno de Liberales incumple
con las promesas realizadas durante la lucha a estos grupos indígenas que Wilka se
convierte en un peligro para estabilidad Estatal por lo que es traicionado, se le
apresa y ejecuta.
Bibliografía
http://www.scielo.org.bo/scielo.
academia.edu/6180545/Guerra_federal_boliviana
https://es.scribd.com/document/338779606/Causas-y-Efectos-de-La-Guerra-
Federal-en-Bolivia