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Redimensionado: Cambiando el tamaño a las fotos

El uso de las técnicas digitales, nos permite no solo cambiar el tamaño superficial de nuestras
fotografías sino también - lo más importante - es saber que podemos hacerlo respetando o variando el
número de píxeles que la componen.

La primera forma es un redimensionado y la segunda un remuestreo

Redimensionado: La foto elástica

Lo principal en el redimensionado es que no varía el número de píxeles y, por lo tanto, la información


cromática. Esto significa que es una operación reversible en la que no perdemos ninguna información.

En el cuadro de control de las dimensiones de la imagen de Photoshop, basta con desactivar la casilla
inferior de remuestreo. Las dimensiones en píxeles que aparecen en la parte superior con el tamaño
informático quedan bloqueadas (anteriormente vinculadas) y en la parte inferior el ancho, el alto y la
resolución encadenadas por una llave. En estas condiciones, un aumento en ancho y en alto produce una
disminución proporcional en la resolución y viceversa.

Una forma de entenderlo es que los píxeles se estiran o encogen con la imagen. Si duplicamos, por
ejemplo, el tamaño de esta en cm, los píxeles se hacen el doble de grandes y la resolución disminuye a la
mitad; en cambio, reduciendo la imagen a la mitad, los píxeles serán el doble de densos y la resolución
se duplicará.

Este proceso de redimensionado es muy útil para saber a que tamaño podemos imprimir nuestra foto.
Con el dato real que el máximo de resolución para impresoras es de 300 ppp sabremos a continuación
cuantos cm cubriremos con ella para una buena impresión fotográfica.

En determinados casos, sin embargo, no conseguiremos con el redimensionado una solución


satisfactoria, simplemente porque la cantidad de información de la imagen no es la adecuada.
Tendremos entonces que habilitar la opción de remuestreo, que permite variar el número de píxeles.

Remuestrear a la baja

Existen dos situaciones típicas, que son la impresión de copias a partir de imágenes de muchos
megapíxeles, y el dimensionado para una visualización en monitores o envío por Internet.

Ejemplo: Con una cámara de 5Mp obtengo una Imagen de 36,58 X 27.43 y 180 de Resolución (2592
x1944 píxeles). Si desactivo Remuestrear la Imagen y la quiero transformar en 15 x 11,25cm, observo
que la resolución sube a casi 439 ppp lo cual sobrepasa el límite de 300 ppp ofreciendo excesiva
información NO aprovechable por la impresora. Habilitando entonces la opción Remuestrear la Imagen,
si bajamos la resolución a 300 ppp el programa mantendrá el tamaño de 15 x 11,25, disminuyendo el
número de píxeles (1772 x 1329 )y por lo tanto el peso informático.
Si lo que se quiere es preparar la foto para que forme parte de una proyección en pantalla o enseñarla en
una página Web, lo único que nos debe preocupar es el tamaño en píxeles, ya que la imagen usará sólo
este parámetro adaptándose a la configuración de la pantalla del espectador, ignorando la resolución y,
por tanto, el tamaño superficial.

Remuestrear al alza: La Interpolación entra en juego

Este método requiere que el programa aumente el número de píxeles de la imagen. Suele decirse que se
calculan una serie de valores nuevos que se insertan entre los originales, pero la realidad es más
compleja: el programa tiene que mapear la imagen con una cuadrícula diferente. La Interpolación
contrarresta el escalonado de los píxeles, pero suaviza y desdibuja las formas. Lógicamente no mejora el
detalle porque no puede aportar nueva información.

El remuestreo no es reversible y sólo hay que recurrir a él cuando sea realmente necesario. De todos
modos duplicar el tamaño de una imagen interpolando es perfectamente admisible y la pérdida de
calidad es casi imperceptible.

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