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Fase: Verificación.
Fase: Control Estadístico.
Fase: Gestión de Calidad y Garantía de Calidad.
Fase: Gestión Total de la Calidad (G.T.C.) o Calidad Total.
https://geoinnova.org/blog-territorio/que-es-la-calidad-total/?gclid=Cj0KCQiAmpyRBhC-
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Así, las decisiones sobre el diseño o rediseño del proceso son necesarias cuando se dan alguna
de las siguientes circunstancias:
- Se pretende ofrecer un bien o servicio nuevo o con modificaciones significativas y que
afectan a la concepción tradicional que la organización tenía sobre el mismo.
- Cambian los gustos de los consumidores y ello inciden claramente en la función de
demanda.
- El rendimiento actual del sistema no es el óptimo y se busca maximizar la eficiencia
del proceso productivo.
- Se produce una variación en las prioridades competitivas de la empresa.
- Los competidores están mejorando su posición competitiva respecto a la empresa dado
que emplean procesos más eficientes.
- Surgen avances tecnológicos importantes que pueden implicar una mejora de la
relación calidad-precio de los productos, posibilitando a la empresa generar ventajas
competitivas en costes-precio así como en calidad.
- Tiene lugar un cambio en el coste de los factores productivos lo que puede implicar la
necesidad de cambiar los inputs del proceso productivo.
Por otra parte, la mayor o menor complejidad del proceso va a estar determinado por dos
factores principales (ver figura 1):
En lo referente a la homogeneidad del contenido del trabajo, también se pueden definir tres
situaciones diferentes que son:
Según Miranda, F.J., se pueden establecer cinco categorías o formas de organizar el flujo de
materiales en la empresa en función de la tecnología disponible. Estas cinco formas son:
1. Procesos por proyecto.
2. Talleres de trabajo.
3. Procesos por lotes.
4. Línea de ensamblaje.
5. Producción continua.
- Se debe diseñar una secuencia de operaciones única para cada uno de los proyectos.
- Se requiere de personal altamente cualificado y polivalente con el fin de que pueda
adaptarse a las distintas necesidades requeridas por cada uno de los proyectos.
- Los proyectos suelen presentar un alto grado de complejidad lo que implica que
requieran de un largo período de tiempo para su realización.
Se caracteriza por fabricar lotes pequeños de una gran variedad de productos que se adaptan de
forma específica a las necesidades requeridas por cada cliente por lo que cada lote exige una
secuencia distinta de operaciones lo que conlleva a la necesidad de que la empresa disponga de
un alto grado de flexibilidad en su fuerza de trabajo. Este tipo de diseño de procesos es
frecuente en hospitales así como en empresas que producen por pedido.
Este tipo de diseño hace referencia a una categoría especial de producción por talleres con un
cierto grado de estandarización. Suele tener lugar cuando existe una línea estable de productos,
con una producción periódica, y los distintos pedidos recorren un flujo de operaciones similar
en la planta. Así, cada lote llega al centro de trabajo para ser incorporado a una de las
actividades del proceso y cuando esta se completa en todas las unidades, se traslada el lote al
siguiente centro de trabajo. Este tipo de diseño de proceso productivo se desarrolla en algunas
empresas dedicadas a la fabricación de dispositivos electrónicos, así como en la industria
química.
La mano de obra que participa en este tipo de diseño de procesos requiere de poca cualificación
puesto que se trata de realizar tareas repetitivas y con una importante automatización, lo que
puede perjudicar la motivación de los recursos humanos.
Por otra parte, el grado de flexibilidad es mucho menor que en los diseños anteriores, dado que
es necesario modificar los equipos productivos cuando la organización pretende producir otro
producto diferente.
En las líneas de ensamblaje los costes fijos son elevados, mientras que los costes variables
suelen ser bastante reducidos.
Alguna de las empresas que presentan este diseño de su proceso productivo son las industrias
químicas, refinerías de petróleo, centrales eléctricas, la fabricación de cerveza, etc.
A la hora de tomar una decisión vinculada con el diseño del proceso productivo de la empresa,
es necesario tener en cuenta los siguientes factores:
El grado de flexibilidad
La mayoría de las empresas desarrollan su actividad en entornos altamente inestables donde los
cambios se suceden de forma rápida y continuada. Con el fin de que la empresa se adapte rápida
y eficientemente a estos cambios, debe manifestar una buena capacidad de respuesta que en
muchos casos vendrá determinada por el diseño de su proceso productivo.
Esta flexibilidad presenta dos manifestaciones importantes:
Para tomar una decisión significativa a la hora de optar por un tipo de diseño de proceso u otro,
el factor coste de fabricación es uno de los más relevantes, de manera que, si la disponibilidad
de capital no es una limitación a la hora de diseñar el proceso, este diseño dependerá
fundamentalmente del volumen de producción. (ver figura número 2).
Con carácter general, el diseño de proceso por taller de fabricación conlleva un coste fijo
reducido mientras que el coste variable es elevado debido al uso de maquinaria poco
especializada y por tanto a la elevada intensidad de mano de obra que se requiere en estos
procesos.
Por otra parte, los diseños de procesos por lotes, implican una inversión inicial mayor lo que
permite que se reduzcan los costes variables unitarios al facilitar la automatización del proceso
y simplificar el proceso de planificación.
Finalmente, el diseño de procesos por línea de ensamblaje, es la que presenta mayores costes
fijos por la necesidad de hacer una inversión inicial muy elevada por requerir equipos de
trabajos altamente especializados, lo que a su vez permite reducir de forma significativa el coste
variable unitario de producción.
Así, para un volumen de producción inferior a X1, la mejor alternativa sería un diseño de
procesos por talleres de trabajo. En un volumen de producción comprendido entre X1 y X2, la
empresa optaría por un diseño de fabricación por lotes. Y para un volumen de producción
superior a X2, sería interesante un diseño de procesos por línea de ensamblaje.
El diseño de fabricación viene determinado por el número de etapas del proceso de creación de
valor que sean realizadas en el interior de la empresa, que incluyen desde el aprovisionamiento
de las materias primas, hasta la distribución del producto terminado a los clientes. En este
sentido se puede hablar de dos tipos de estrategia de integración:
El grado de automatización
Sin embargo, si la calidad no es una prioridad, la empresa puede optar por diseñar procesos
menos automatizados y con un mayor contenido de mano de obra.
El proceso seleccionado debe tener capacidad para producir el volumen estimado de demanda al
tiempo que debe ser lo suficientemente flexible como para que puedan adaptarse a los cambios
que se produzcan en la misma.
El diseño del proceso productivo debe considerar la disponibilidad y el coste de la mano de obra
en el entorno de las instalaciones productivas, así como el grado de cualificación de las mismas,
de manera que si la empresa está ubicada en una localización (país en vías de desarrollo) donde
la mano de obra es abundante, con bajo coste y poca cualificada, deberá optar por diseñar un
proceso de producción por tallares de trabajo donde el grado de automatización es escaso y la
mano de obra es intensiva. Si por el contrario, la empresa está ubicada en una zona (país
desarrollado) donde el coste de la mano de obra es elevado, suele emplearse procesos en los que
la automatización es más intensa con el fin de reducir los costes de producción.
Necesidad de capital
La inversión a realizar va a depender del diseño de proceso seleccionado, por lo que, antes de
tomar dicha decisión, es necesario conocer cuáles son las disponibilidades financieras de la
empresa. En general, la inversión inicial es mayor en los procesos orientados al producto (línea
de ensamblaje) que en los procesos tipo talleres de trabajo. Además, en algunas situaciones la
incorporación de los bienes de equipo puede hacerse de forma gradual periodificando así la
inversión requerida, mientras que en otras opciones es necesaria la adquisición de equipos
completos de elevado coste y que por ello requieren de un importante volumen de recursos
financieros para su adquisición.
Por esta razón, es muy relevante hacer una estimación adecuada de la demanda para este tipo de
empresas, no solo para conocer al número de clientes a los que hay que atender, sino también el
patrón de demanda a lo largo del tiempo con el fin de adecuar la capacidad a la demanda y así
influenciarla con el objetivo de conseguir el mejor aprovechamiento de dicha capacidad.
Así, según Johnston, R., en función del grado de implicación del cliente en el proceso de
prestación del servicio y en función de las actividades a realizar, se pueden diferenciar cuatro
categorías de diseño de procesos en este tipo de empresas de servicio que son:
1. Fábrica de servicios.
2. Autoservicios.
3. Servicios por proyectos.
4. Alianzas de servicio.
Fábrica de servicios
A través de este diseño, la producción de bienes se realiza en una línea de producción en las que
apenas existe una participación del cliente a lo largo del proceso productivo, al tiempo que los
bienes tangibles predominan sobre los bienes intangibles. Por lo general existe un proceso muy
estandarizado y con un alto grado de especialización lo que permite alcanzar un importante
nivel de automatización en la prestación del servicio, que en algunos casos puede resultar
impersonal para el cliente.
Autoservicios
Con este diseño sí que existe una importante participación del cliente en el proceso de
prestación del servicio, pudiéndose establecerse tanto para los servicios estandarizados como
para aquellos servicios que se realizan previo pedido por parte de los clientes.
Alianzas de servicios
El servicio se presta a través de una atención personal al cliente. Se trata de servicios altamente
especializados y con un elevado grado de contacto con el cliente, como pueda ser el caso de una
peluquería, consultoría, etc. en este tipo de servicios es muy importante la percepción de calidad
del servicio por parte del cliente lo que va a depender a su vez de la forma en la que los recursos
humanos le han atendido.
"Desde el punto de vista de los gerentes de negocios, el TQM se resume como una filosofía de
gestión, con la finalidad de lograr el éxito a largo plazo de una compañía a partir de la exitosa
satisfacción del cliente".
Para cumplir con esta meta, todos los miembros de la organización deben trabajar en
conjunto. La totalidad de los empleados y el trabajo integrado impulsará los procesos,
productos y servicios, además de la cultura en la que laboran. Este método señala que
cada colaborador es dueño y responsable de la calidad lograda.
El especialista sostiene que para mejorar la satisfacción del cliente se necesita enfatizar
la comunicación acerca de lo que se le entregará a cambio de sus pagos. "De esta
manera se evitan malos entendidos y se alinean sus expectativas con el producto
ofrecido", señala. Para ello se siguen tres principios:
Cada trabajo realizado en la empresa debe ser considerado como una pieza clave
para la implementación del TQM.
Se involucran a todos los colaboradores en los procesos de ejecución.
Requiere el compromiso total de cada uno, sin distinción de rango.
El Total Quality Management fomenta la participación entre los trabajadores de planta, gerentes
y altos directivos. Para garantizar su éxito, todas las funciones y todos los empleados deben
participar en el proceso de mejora. De este modo, la organización instaurará tanto un sistema de
calidad como una cultura de calidad, garantizando principios como la eficiencia y flexibilidad
para crecer y desarrollarse de manera óptima.
https://www.esan.edu.pe/conexion-esan/total-quality-management-en-que-consiste-esta-
estrategia-de-gestion#:~:text=El%20Total%20Quality%20Management%20(TQM,los
%20sectores%20de%20la%20organizaci%C3%B3n.
racterísticas Procesos
https://blogs.udima.es/administracion-y-direccion-de-empresas/libros/introduccion-a-la-
organizacion-de-empresas-2/unidad-didactica-5-el-sistema-de-produccion-de-la-empresa/2-
clases-de-sistemas-de-produccion-diseno-del-proceso/
Despliegue de la Función de Calidad QFD:
Tiene dos propósitos:
Diagrama de flujo
Se trata de un recurso gráfico utilizado para establecer un orden en las causas de
las pérdidas y como deben ser subsanadas. El diagrama de Pareto, toma datos de
diversas fuentes de información, pero generalmente se nutre de la ocurrencia de
problemas o la evidencia de defectos, ofreciendo una representación gráfica de ellos.
Histogramas
Más que una herramienta más, el Control Estadístico de Procesos es utilizado como una
forma de apoyar el trabajo de las herramientas a las que hemos hecho
referencia, mostrando las tendencias en los puntos de observación, durante un
periodo de tiempo determinado.
Este tipo de informes se utilizan para hacer seguimiento a los procesos,
determinando una franja de tolerancia limitada por una línea superior, una línea
inferior, y una línea media que establece el límite central, para así obtener información
estadística gráfica que permita visualizar tendencias de forma inmediata.
Las siete herramientas de control de calidad ayudan a la organización a elevar sus
niveles de calidad, a través de la identificación de los problemas, y, en consecuencia,
la reducción de estos. De ahí la importancia de ellas, como elemento imprescindible de
mejora del sistema.
ISOTools Excellence
https://www.isotools.cl/herramientas-de-control-de-calidad/
Normas Internacionales de Calidad:
https://www.ambit-bst.com/blog/normas-iso.-qu%C3%A9-son-y-cu%C3%A1les-son-las-m
%C3%A1s-importantes
efinidas sus características, a continuación presentamos algunos de los indicadores más empleados
cuando se trata de medir la calidad de un producto:
1. Cobertura:
Se define como la proporción entre el número de artículos disponibles en los mercados y las
personas que demandan una necesidad que espera ser satisfecha. Este indicador es propio de
proyectos que buscan penetrar de forma masiva entre los consumidores o que están pensados a largo
plazo. Sin embargo, no siempre es así. A veces basta con que una empresa cubra los pocos frentes en
los que suele desempeñarse para obtener un indicador positivo en términos de cobertura.
2. Eficacia:
La eficacia no es otra cosa que la relación entre un producto disponible y la necesidad para la que ha
sido creado. Cuando esta relación es positiva, la eficacia del producto es alta. Pero si la necesidad del
cliente sigue sin ser atendida tras la adquisición de dicho producto, el indicador es negativo. Algo en
el proceso ha fallado.
3. Valoración de ventas:
El volumen de ventas es, sin duda, el elemento más empleado para medir la calidad de un producto.
Vender mucho casi siempre es sinónimo de éxito: indica que el artículo ha tenido una buena acogida
y que ha generado gran interés. No obstante, esta relación no supone en todos los casos un grado alto
de calidad. Se puede vender mucho sin que el producto sea del todo bueno.
De hecho, el siguiente paso tras la venta de un producto es la evaluación del grado de conformidad
de quien lo ha adquirido. La venta no garantiza satisfacción. Numerosos ejemplos dan cuenta de ello.
Al utilizar este indicador, las empresas deben desplegar varias vías de retroalimentación para poder
evaluar con acierto lo que se conoce como la etapa de post-venta, que es crucial de cara a nuevas
líneas de producción.
5. Competitividad:
Hace referencia a la capacidad de las empresas para explotar aquellas cualidades que hacen distintos
a sus productos. También tiene que ver con el nivel de adaptación a las dinámicas del mercado y a la
capacidad de innovación y cambio. Un producto incapaz de competir es, por lo general, un producto
de escasa calidad.