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El 30-15 IFT

Sebastián Del Rosso — 5 Abril, 2013

30-15 INTERMITTENT FITNESS TEST

En esta ocasión tenemos la gran satisfacción de presentarles un material provisto por el Dr.
Martín Buchheit sobre el 30-15IFT, un test cada vez más utilizado para la prescripción del
ejercicio intermitente. A lo largo del presente documento se establecerán diversos aspectos
referidos al desarrollo del test, su validez y su utilización dentro del deporte de prestación
intermitente. Queremos agradecer al Dr. Buchheit por habernos facilitado el presente material
y por habernos permitido su reproducción en nuestra sección temática.

HISTORIA

La Idea

Todo comenzó durante el verano de 1999. Como entrenador de fuerza y acondicionamiento, y


jugador del equipo de hándbol de Estrasburgo de Francia (compitiendo en el 4to nivel francés),
me encontraba utilizando el test de “Léger-Boucher” (también conocido como el Test de la
Universidad de Montreal [29]) para valorar la aptitud cardiovascular de nuestros jugadores, a
la vez que utilizaba la velocidad final (VL-B) para individualizar las distancias durante las
sesiones de entrenamiento intervalado [3,24]. Para programar intervalos largos, el test cumplía
con su función. Cada jugador tenía que cubrir una distancia, basada en su propia capacidad, a
intensidades de entre el 85-90% de la VL-B durante 10-12 y hasta 15 min. Sin embargo, un
poco más tarde durante la fase preparatoria, cuando comenzamos a trabajar a mayores
intensidades en el campo cubierto (i.e., carreras ida y vuelta a intensidades superiores a la VL-
B ) las cosas fueron un poco diferentes. Algunos jugadores se encontraban “luchando” durante
el ejercicio mientras que otros no parecían exhibir dificultad alguna. Esto me sorprendió, ya
que aún me encontraba individualizando la distancia de carrera en base a la capacidad de
cada jugador (i.e., 120% de la VL-B). De hecho, en el equipo, todos los jugadores poseían
diferentes perfiles deportivos y antropométricos: algunos eran altos, otros bajos, algunos
rápidos, otros lentos y algunos caucásicos y otros negros. Por lo tanto, comencé a darme
cuenta de que las respuestas de los jugadores al ejercicio intermitente de alta intensidad con
cambios de dirección (COD) claramente estaban relacionadas con diversos factores
adicionales a los evaluados con el test de “Léger-Boucher” (e.g., capacidad de COD,
capacidad de recuperación inter-esfuerzo, capacidad anaeróbica). Por lo tanto, comencé a
sentir la necesidad de diseñar un nuevo test de campo que pudiera valorar, además de la
aptitud cardiorrespiratoria máxima, estos factores adicionales. Había comenzado a gestarse la
idea de un test de campo incremental e intermitente que incluyera cambios de dirección y que
derive en mayores velocidades máximas de carrera que los protocolos comúnmente utilizados.

El (Buen) Protocolo

Me llevó más de un año de lectura, charlas con colegas y pruebas para establecer el protocolo
del 30-15 IFT (7). Para ello probé más de 30 versiones diferentes del test en diferentes
superficies y campos, con diferentes incrementos, duraciones de las etapas y períodos de
recuperación. Por muchas razones, que se detallan posteriormente, finalmente llegué a la
siguiente fórmula: carreras repetidas (ida y vuelta) sobre 40 m durante 30 s, interespaciadas
con 15 s de recuperación activa (caminando) e incrementos en la velocidad de 0.5 km/h por
etapa. El 30-15 IFT “nació” en Julio de 2002; justo para el comienzo del período de
preparación física. Era tiempo de preparar el audio para probar el test con diversos equipos de
la zona de Estrasburgo (e.g., centros de detección de talentos para el hándbol, clubes de
básquetbol, hándbol y fútbol) antes de evaluar “oficialmente” al Seleccionado Juvenil Francés
de Hándbol en Julio de 2002 y al equipo SC Selestat (1ra liga) en Agosto de 2003. La
validación “científica” se realizó posteriormente, con el primer esquema del manuscrito, hoy
publicado en el “Journal of Strength and Conditioning Research” (JSCR) [7]. La versión final
del artículo fue finalmente aceptada a principios de 2007 y publicada en Diciembre de 2008
(hurra por los retrasos en la publicación). Mientras tanto, para ahorrar tiempo, se enviaron
numerosos datos para ser publicados en el “French Handball Coaching Journal” y en
“Approches du hand” en 2005 [11,12,14].

Revisión acerca de la Utilización del Test

En la actualidad, los equipos de hándbol de Francia son los principales usuarios (en todas las
categorías, niveles, hombres y mujeres). Sin embargo, ya en 2003, su utilización y aceptación
se había incrementado más y más en otros deportes, incluyendo el básquetbol (Strasbourg
Pro A, Federal center en INSEP, Selección Nacional de Francia en 2006), fútbol (Lille, Centro
Nacional en Clairefontain y muchos otros clubes), rugby (Top 14), bádminton (INSEP), tenis
(INSEP, ex equipo de Lagardére), judo (Centro Francés de Entrenamiento en Estrasburgo),
futsal, etc.

En otros países, muchos equipos de los más altos niveles competitivos también se encuentran
utilizando el 30-15 IFT, como por ejemplo en fútbol (Reino Unido, Italia, Alemania, Bélgica,
Qatar, EE.UU., Australia), básquetbol (EE.UU., Talilandia), hándbol (Alemania, Bélgica, Túnez,
Qatar, Croacia, Rumania, Polonia), rugby (Australia, Reino Unido, Irlanda), hockey sobre
césped (Selecciones nacionales femeninas y masculinas de Inglaterra). Los deportes/equipos
previamente mencionados son solo aquellos con los que recientemente he tenido contacto,
por lo cual pido disculpas si no he mencionado alguno ya que actualmente la lista
probablemente sea mayor. Al mismo tiempo, la utilización del test se ha vuelto más popular en
las escuelas [13] ya que es de naturaleza intermitente, lo cual hace que el test sea más
“apropiado” para niños y adolescentes [34] y menos exigente para las poblaciones de sujetos
desentrenados. Por último, el test ha sido presentado en diversos cursos sobre fuerza y
acondicionamiento en Francia y el resto del mundo, y ha sido citado en diversos sitios Web, lo
cual probablemente refleja el interés de los practicantes por el 30-15 IFT.

TESTS DE CAMPO PARA VALORAR LA FUNCIÓN CARDIORRESPIRATORIA

Velocidad Final (o Velocidad Final del Test), Velocidad Aeróbica Máxima y vVO2máx

Para cualquier test continuo (que no incluya períodos de recuperación), tal como los tests de
Léger (con cambios de dirección [30] o sin ellos [29]) y sus variantes (e.g., Vam-Eval [23]), es
importante diferenciar entre la velocidad final alcanzada y lo que debería llamarse “velocidad
aeróbica máxima (VAM)”. Si bien, con frecuencia estos dos términos se utilizan como
sinónimos, los mismos hacen referencia a diferentes entidades fisiológicas. Tal como se ilustra
en la Figura 1, durante un test incremental, el consumo máximo de oxígeno (VO2máx) suele
alcanzarse antes del final del test. La VAM o vVO2máx para ser más explícitos, no es la
velocidad alcanzada al final del test, sino la velocidad de carrera que provocó el VO2máx [4].
En este ejemplo (Figura 1), la velocidad final en el test de Léger-Boucher (VL-B) es de 18 km/h;
sin embargo, la vVO2máx es de 16.5 km/h. Luego de haber alcanzado el VO2máx (16.5 km/h),
el individuo ha utilizado sus fuentes anaeróbicas para finalizar la última etapa. Por lo tanto, si
bien la vVO2máx es un índice verdadero y válido de la función aeróbica máxima, la velocidad
final de un test debe considerarse como una velocidad compuesta, ya que no se relaciona
exclusivamente con el VO2máx. Si bien ambas velocidades están fuertemente
correlacionadas, la diferencia entre la velocidad final y la vVO2máx no es constante y depende
del esfuerzo puesto por el deportista para completar el test (utilizando, por lo tanto, una mayor
fuente anaeróbica). En diversas ocasiones he observado deportistas altamente motivados
presentar una diferencia de hasta 3 km/h. Debido a que la vVO2máx solo pude ser
determinada con la utilización de analizadores de gases (en el laboratorio sobre un tapiz
rodante o en el campo con un dispositivo portátil), la mayoría de los entrenadores y
preparadores físicos debe hacer lo mejor que puede con la velocidad final medida en la pista.
Algunos entrenadores restan 1-1.5 km/h a la velocidad final, para aproximar la vVO2máx,
mientras que otros mantienen la velocidad final pero utilizan porcentajes diferentes (i.e.,
ligeramente menores) cuando programan las sesiones de entrenamiento intervalado.

Todas las Velocidades Derivadas de Test de Campo y de Laboratorio son Protocolo


Dependientes

De hecho, aunque suelen exhibir una buena correlación, las velocidades finales de un test (y
la vVO2máx) obtenidas con diferentes tests incrementales (de campo) difieren unas de otras.
Tal como se ejemplifica en la Figura 1, el costo energético de la carrera es mucho mayor si se
incluyen COD, de manera que la pendiente de la relación VO2/velocidad es mucho mayor. Por
lo tanto, para un VO2máx dado (i.e., valor final), tanto la vVO2máx como la velocidad final
alcanzada serán substancialmente menores durante un test de “ir y volver” [1]. Del mismo
modo, un test con etapas de mayor duración probablemente derive en menores velocidades
finales debido a la fatiga muscular prematura. Por lo tanto, para evitar cualquier confusión, es
preferible nombrar la velocidad final de carrera para un determinado test como “V+nombre del
test” y eventualmente “v+nombre del testVO2máx” para la vVO2máx.
Figura 1. Curso temporal del VO2 durante un test incremental ida y vuelta (azul) o en línea
recta (verde). El costo energético de la carrera es mayor durante el test de ir y volver debido a
los cambios de dirección, y la velocidad alcanzada al VO2máx (vVO2máx) y por lo tanto, la
velocidad final, son substancialmente menores que las observadas durante un test en línea
recta. De este modo, un jugador con una pobre economía de carrera es probable que alcance
bajas velocidades de carrera que un jugador más “económico” con un VO2máx similar.

Terminología

Otro punto importante tiene que ver con la utilización del término “velocidad aeróbica máxima”
[23]. Para mí, este término debería ser utilizado para clasificar velocidades medidas durante
tests continuos en línea recta, tal como el test de “Léger-Boucher” o el “Vam-Eval”. En efecto,
la vVO2máx alcanzada durante un el test de ir y volver en 20 m es mucho menor de la
alcanzada durante un test en línea recta (Figura 1), y es tan dependiente de la capacidad para
realizar cambios de dirección, que utilizar el término VAM para este test es definitivamente
engañoso. Además, el acortamiento de la longitud de las distancias de ida y vuelta
probablemente reduzca adicionalmente la velocidad de carrera [5]. Similarmente, la
naturaleza/duración de los esfuerzos y/o los períodos de recuperación durante tests
intermitentes, tales como el 30-15 IFT o el YO-YO test [2] influencien substancialmente las
velocidades alcanzadas. Nuevamente, no tiene sentido utilizar el término VAM para estas
velocidades, y es mejor utilizar el término “V+nombre del test”. Sin embargo, es importante
considerar las capacidades fisiológicas solicitadas durante un test dado para comprender
completamente lo que representa la velocidad final de un test. Tal como se ejemplificará
posteriormente en este documento, esto justificará los porcentajes de la velocidad final
utilizados para el entrenamiento.

Respuestas Agudas durante Carreras Intermitentes de Alta Intensidad con Cambios de


Dirección

Estos tipos de esfuerzos son considerados “mixtos” ya que solicitan tanto el sistema aeróbico
como el anaeróbico (debido a que la velocidad de carrera es mayor a la vVO2máx). El VO2máx
puede mantenerse durante el 30-70% del tiempo de ejercicio y los niveles de lactato
sanguíneo son generalmente bastante altos (i.e., > 10-12 mmol/L) [3,18,25,35]. Además,
debido a que se utilizan velocidades supramáximas, y particularmente debido a las
aceleraciones y desaceleraciones repetidas en los cambios de dirección, este tipo de ejercicio
probablemente estresará significativamente al sistema neuromuscular [36]. Finalmente, estas
respuestas se verán moduladas por la capacidad de recuperación inter-esfuerzo de los
individuos. Un deportista que presenta ajustes cardiovasculares/metabólicos/neuromusculares
más rápidos durante el período de recuperación, probablemente experimentará una menor
reducción del rendimiento durante las repeticiones (para una revisión ver [26]).

Reserva Anaeróbica de Velocidad


Si bien en la actualidad, los entrenadores no están familiarizados con el concepto de Reserva
Anaeróbica de Velocidad (AVR [22]), esta es una cualidad primordial a evaluar y a tener en
cuenta para la prescripción del entrenamiento. La AVR representa una “reserva” de velocidad
de carrera una vez que un individuo ha alcanzado su vVO2máx (i.e., la diferencia entre la
máxima velocidad de sprint y la vVO2máx, Figura 2). Si bien la literatura indica que la AVR
está exclusivamente limitada por la máxima velocidad de carrera [22], para mí también se
encuentra substancialmente influenciada por la capacidad anaeróbica (como reserva de
energía), la cual determinará el tiempo que puede sostenerse un ejercicio a un determinado
porcentaje de la AVR. Específicamente, si se tienen dos jugadores, el jugador A con una
vVO2máx de 18 km—h-1y una velocidad máxima de sprint de 29 km—h-1 (medida como el mejor
tiempo durante un sprint de 40-50 m), exhibirá una AVR de 29-18 = 11 km—h-1; mientras que el
jugador B con una vVO2máx similar pero con una velocidad máxima de sprint de 33 km—h-
1
tendrá una mayor reserva para utilizar durante carreras de alta intensidad (AVR = 14 km—h-1).
Por ejemplo, para un ejercicio de tipo intermitente (15 s x 15 s) realizado al 120% de la
vVO2máx (21.5 km—h-1) [25], a pesar de una carga cardiorrespiratoria similar (suponiendo que
ambos jugadores tuvieran similares capacidades de COD y de recuperación inter-esfuerzo), es
evidente que el jugador A trabajará a un mayor porcentaje de su AVR (33% vs 24%). Por lo
tanto, la carga de entrenamiento no será equivalente para ambos deportistas. Tal como se
mostrará posteriormente en este documento, la velocidad alcanzada al final del 30-15 IFT
refleja parcialmente, entre otras cualidades fisiológicas, la AVR de un individuo. Su utilización
como velocidad de referencia para programar carreras intermitentes de alta intensidad, y no la
vVO2máx o cualquier velocidad determinada mediante un test continuo, garantiza que todos
los jugadores presenten una carga aeróbica y anaeróbica similar.
Figura 2. Ilustración esquemática de la Reserva Anaeróbica de Velocidad (AVR) de dos
jugadores que poseen una vVO2máx similar pero diferentes velocidades máximas de sprint.
Durante una sesión de entrenamiento intervalado de alta intensidad, el jugador B que posee
una mayor AVR trabajará a un menor porcentaje de su AVR, y por lo tanto una menor carga
de ejercicio en comparación con el jugador A.

El Protocolo

El 30-15IFT consiste de carreras ida y vuelta de 30 s interespaciadas con períodos de


recuperación de 15 s. La velocidad inicial es de 8 km—h-1 y se incrementa en 0.5 km—h-1 en cada
etapa subsiguiente de 30 s (los jugadores bien entrenados pueden comenzar el test con una
velocidad de 10 o incluso de 12 km—h-1). Los jugadores deben correr ida y vuelta entre dos
líneas separadas por una distancia de 40 m (Figura 3) a un ritmo determinado por una señal
auditiva. La señal auditiva pre-grabada permite que los individuos ajusten su velocidad de
carrera al entrar en la zona de 3 m ubicada en el medio y a cada extremo de la zona de
evaluación. Durante el período de 15 s de recuperación pasiva, los jugadores caminan hacia
delante, hacia la línea más cercana (ya sea hacia la línea media o hacia las líneas de los
extremos de la zona de evaluación, dependiendo del lugar en el cual ha finalizado la carrera).
En esta línea dará comienzo la siguiente etapa. Se les debe informar a los jugadores que
deben completar la mayor cantidad posible de etapas, y el test finaliza cuando los jugadores
no pueden mantener la velocidad de carrera requerida o cuando no pueden alcanzar la zona
de 3 m conjuntamente con la señal auditiva en tres ocasiones consecutivas. La velocidad
alcanzada durante la última etapa completada, determina la VIFT del jugador. El VO2máx
puede estimarse a partir de la VIFT de acuerdo con la siguiente ecuación:

VO2max30-15IFT (mL—kg-1—min-1) = 28.3 - 2.15 G - 0.741 A -0.0357 W + 0.0586 A x VIFT +


1.03 VIFT

Donde G es el sexo (mujeres = 2, hombres = 1); A es la edad y W es el peso en kg.

Figura 3. Área preparada para el 30-15IFT mostrando un ejemplo de dos carreras


intermitentes. Para la carrera a 8.5 km—h-1 (aproximadamente 69.2 m en 30 s), los sujetos
comienzan en la línea A, corren hasta la línea C (cruzando la línea B) y retornan. Luego de
cruzar nuevamente la línea B, se detienen a los 8.5 m y caminan hacia la línea A durante los
15 s de recuperación para alistarse para la siguiente etapa. Para la carrera a 11.5 km—h-1
(aproximadamente 91.2 m en 30 s), los sujetos comienzan en la línea A, realizan una vuelta
completa a la zona de evaluación y se detienen a los 9.5 m yendo hacia la línea B, y
caminando hacia la línea B durante los 15 s de recuperación para alistarse para la siguiente
etapa. Obsérvese que el cálculo de las distancias objetivo, tiene en cuenta el tiempo necesario
para el cambio de dirección.
Confiabilidad

La valoración del nivel de confiabilidad de un test es un aspecto primordial para asegurar que
los datos recolectados puedan ser utilizados para monitorear los cambios en la aptitud física
de los individuos a lo largo de una temporada. A partir de los test-retests llevados a cabo con
20 jugadores de hándbol de nivel regional a nacional, hemos calculado que el error típico de
medición es de 0.3 km—h-1 (límites de confianza al 95%, 0.29 – 0.46) [8], lo cual sugiere que un
cambio de aproximadamente 1 etapa (i.e., 0.5 km—h-1) ya es significativo. En efecto, el cálculo
del menor cambio significativo es menor a 1 etapa, y por lo tanto un cambio de 0.5 km—h-1 en la
VIFT puede ser considerado substancial

Validez del 30-15IFT

Validez de Constructo

Debido a que el primer objetivo del 30-15IFT es proveer una velocidad de referencia para
programar sesiones de entrenamiento intervalado de alta intensidad que incluyan cambios de
dirección, es importante verificar que:

• Alcanzar la VIFT implica haber alcanzado el VO2máx (lo cual a su vez implica que durante las
sesiones de entrenamiento, correr a una velocidad próxima a la VIFT permitirá que los
jugadores trabajen en la proximidad del VO2máx). Esto fue confirmado comparando los
valores del VO2 alcanzados durante el 30-15IFT con lo alcanzados durante un test incremental
de referencia (i.e., Léger-Boucher [15]).
• La VIFT es mucho mayor que la vVO2máx y la contribución anaeróbica al test es también
mucho mayor durante el 30-15IFT que durante un test continuo en línea recta (lo que implica
un mayor uso de la AVR). Esto fue verificado, ya que la VIFT es generalmente entre 2 y 5
km—h-1 mayor que la vVO2máx, y los niveles de lactato en sangre han mostrado ser un 40%
mayores luego del 30-15IFT que luego del test de Léger-Boucher [15]
• La VIFT se relaciona, simultáneamente, con la máxima función aeróbica y con la capacidad
anaeróbica (o al menos la proporción de la AVR utilizada), con cualidades neuromusculares y
de COD, con la capacidad de recuperación inter-esfuerzo y con la capacidad para repetir
sprints. Todas estas cualidades son estimuladas al realizar carreras intermitentes de alta
intensidad con cambios de dirección. Esto fue confirmado en 60-118 jugadores de hándbol
(Figura 4) [6,7].
Figura 4. Correlaciones entre la VIFT y el VO2máx, las cualidades neuromusculares (tiempo
de sprint en 10 m y altura del salto vertical [CMJ]), la recuperación de la frecuencia cardíaca
entre los esfuerzos (HRRE) [7] y el rendimiento en un test de sprints repetidos (la
RSATOT corresponde al tiempo total de sprint (6 x [2 x 15]) [6]. Esto ilustra que la VIFT refleja
todas estas capacidades simultáneamente.

La correlación entre la VIFT y las velocidades finales de otros tests populares no es excelente,
lo que sugiere que el 30-15IFT es efectivo para medir algo más que la función
cardiorrespiratoria máxima (i.e., la capacidad anaeróbica, la recuperación inter-esfuerzo y la
capacidad de COD). Si bien la VL-B está casi exclusivamente relacionada con el VO2máx (r =
0.96 [29]) y la VLéger-20m con el VO2máx y la capacidad de COD, la VIFT está simultáneamente
correlacionada con diversos factores fisiológicos. Por lo tanto, si la VIFT es una medida
compuesta válida de todas las cualidades físicas previamente mencionadas, no debería estar
perfectamente correlacionada con la VL-B o con la VLéger-20m. No obstante, si bien se esperan
mayores correlaciones entre la VIFT y la VLéger-20m que entre la VIFT y la VL-B (ya que la VIFT y la
VLéger-20m comparten más factores como el VO2máx + COD), las correlaciones reportadas son
bastante similares (r = 0.80 vs 0.79, Figura 5) [7,14]. Esto probablemente esté relacionado con
el hecho de que el sistema neuromuscular no solo determina la capacidad de COD (VLéger-20m)
sino también la economía de carrera a altas velocidades (y por lo tanto la VL-B alcanzada) [32].
Sin embargo, esto provee respaldo adicional a la validez del 30-15IFT: el sistema
neuromuscular se ve altamente solicitado no solo durante los COD, sino también para
mantener las altas velocidades de carrera durante las últimas etapas del test.
Figura 5. Relación entre la VIFT, la VL-B y la VLéger-20m. Las correlaciones son buenas pero no
perfectas debido a que la VIFT refleja más capacidades fisiológicas que las otras velocidades
[14].
Los valores de la VIFT reflejan el “estándar de juego” de los jugadores (i.e., los jugadores con
mayor aptitud física que se desempeñan a los mayores niveles y en los mejores equipos
deberían presentar los valores más altos). Esto fue confirmado, ya que como se esperaba, los
equipos masculinos que competían en el más alto nivel exhibieron las más altas velocidades,
lo cual nuevamente ejemplifica la validez del test (i.e., “potencia discriminativa” del test)
(Figura 11 al final del documento).

Validez Conceptual ¿Cuán bien Refleja la VIFT, además de la Función Cardiorrespiratoria


Máxima, la Capacidad Anaeróbica, las Cualidades Neuromusculares y la Capacidad de
Recuperación Inter-Esfuerzo?

La contribución de la capacidad anaeróbica y de las cualidades neuromusculares a la VIFT


alcanzada se relaciona tanto con la magnitud como con el porcentaje de la AVR utilizada
durante las últimas etapas del 30-15IFT (especialmente para aquellas etapas cuya velocidad
de carrera es mayor a la vVO2máx, Figura 6, A-B). Como se muestra en la Figura 1, las
carreras con cambio de dirección están asociadas con un mayor costo energético de la carrera
y por lo tanto con una menor vVO2máx; y los jugadores que poseen una pobre capacidad de
COD exhibirán una pobre economía de carrera y por lo tanto alcanzarán una menor vVO2máx
y una menor VIFT (Figura 6, C). Similarmente, la capacidad de recuperación inter-esfuerzo
afecta la pendiente de la relación VO2/velocidad y/o el desarrollo de la fatiga muscular. En
aquellos individuos con una capacidad de recuperación inter-esfuerzo inferior generalmente
exhiben una mayor pendiente VO2/velocidad y por lo tanto un más temprano desarrollo de la
fatiga, y por lo tanto una menor velocidad alcanzada para un potencial metabólico dado (i.e.,
VO2máx y AVR).
Figura 6. Ilustración de la importancia de la Reserva Anaeróbica de Velocidad (AVR), la
capacidad de COD y la capacidad de recuperación inter-esfuerzo respecto de la velocidad
alcanzada en el 30-15IFT. Panel A: una vez que se alcanzó la vVO2máx, la energía adicional
necesaria para las siguientes etapas es provista por las fuentes anaeróbicas. Por lo tanto,
para una vVO2máx dada, la mayor AVR (o al menos la mayor proporción utilizada) permitirá
completar un mayor número de etapas “supra vVO2máx” (y por lo tanto alcanzar una mayor
VIFT). Panel B: Este jugador que posee una mayor AVR es capaz de completar, para una
vVO2máx similar, dos etapas adicionales durante el 30-15IFT (1 km—h-1). Debido a que la AVR
(o la proporción utilizada) influencia también lo que puede hacerse durante carreras
intermitentes de alta intensidad, la utilización de la VIFT y no la vVO2máx, permite programar
una carga similar de trabajo (anaeróbico y neuromuscular) para cada jugador. Panel C: Ilustra
la importancia de la capacidad de COD y/o de la capacidad de recuperación inter-esfuerzo
sobre la VIFT alcanzada, ya que ambos parámetros influencian directamente el costo
energético de la carrera durante el test. Como se mostró en la Figura 1, la economía de
carrera determina la velocidad alcanzada para un VO2máx dado (y también AVR), de manera
que un jugador con una pobre COD tendrá un mayor costo energético de carrera y presentará
una menor vVO2máx y una menor VIFT. Similarmente, una baja capacidad de recuperación
inter-esfuerzo estará asociada con una mayor pendiente de la relación VO2/velocidad y/o con
fatiga prematura, lo cual también derivará en una menor velocidad de carrera. Al igual que con
la AVR, la VIFT tiene en consideración tanto la capacidad de COD como la capacidad de
recuperación inter-esfuerzo y permite una ajuste más preciso de las distancias de
entrenamiento en estas cualidades individuales.

Validez Práctica y Precisión del Test para Individualizar Sesiones de Entrenamiento


Intervalado

La segunda parte del proceso de validación de un test es mostrar que, en comparación con las
velocidades alcanzadas en tests continuos en línea recta, la utilización de la VIFT como
velocidad de referencia para programar sesiones de entrenamiento interválico deriva en
respuestas fisiológicas más precisas y homogéneas. Para realizar esto, hemos comparado las
respuestas de la frecuencia cardíaca (HR) durante carreras intermitentes ida y vuelta (i.e.,
120% de la vVO2máx) sobre distancias establecidas en base a la VIFT o la VL-B. Dadas las
diferencias en las velocidades absolutas de carrera, los porcentajes fueron ajustados
acordemente: 95% de la VIFT o 110/ de la VL-B (Figura 7). Tal como se esperaba, la
variabilidad inter-jugador en las respuestas de la HR fue substancialmente menor cuando se
utilizó la VIFT como velocidad de referencia (3% vs. 9% de variación inter-individual). Esto
nuevamente ejemplifica la validez del test para programar carreras intermitentes de alta
intensidad con cambios de dirección [7].
Figura 7. Respuestas de la frecuencia cardíaca (HR, expresada como porcentaje de la
frecuencia cardíaca de reserva) en tres jugadores de hándbol profesionales durante carreras
intermitentes con cambio de dirección (15’’ x 15’’) completadas a un porcentaje de la VL-B
(panel superior) o de la VIFT (panel inferior) como velocidad de referencia. Puede observarse
claramente que las respuestas de la HR son mucho más homogéneas cuando se utilizó la
VIFT como velocidad de referencia.
APLICACIONES DEL 30-15 IFT PARA JUGADORES DE DEPORTES DE PRESTACIÓN
INTERMITENTE

Como se mencionó en la introducción, y dada la demostración previa (validación), la VIFT


puede utilizarse de la siguiente manera:

Como Velocidad de Referencia para Individualizar Entrenamientos Intervalados de Alta


Intensidad que Incluyan Cambios de Dirección [7]. Debido a que la VIFT está simultáneamente
relacionada con la función aeróbica máxima, la capacidad anaeróbica (o al menos la porción
de la AVR utilizada), las cualidades neuromusculares y de COD, y la capacidad de
recuperación inter-esfuerzo [6,7]; reproduce y valora las capacidades físicas que son
solicitadas durante el entrenamiento interválico de alta intensidad que incluya COD. Por lo
tanto la VIFT es una velocidad compuesta, que incluye todas las variables fisiológicas
solicitadas al realizar carreras intermitentes con cambio de dirección. Por lo tanto, el 30-15IFT
es altamente específico, no del deporte, sino para la programación de sesiones de
entrenamiento en deportes intermitentes. En este sentido, es importante señalar que la
velocidad obtenida durante tests continuos en línea recta (e.g., VL-B) es adecuada para
programar carreras continuas submáximas en línea recta (e.g., 20 min al 80-85% de la VL-B).

Los Porcentajes de la VIFT se Utilizan para Programar Sesiones de Entrenamiento Interválico.


Como se mencionó previamente, la VIFT es 2-5 km—h-1 mayor que las velocidades alcanzadas
al final de otros tests de campo continuos ([11,15]; y por lo tanto, es necesario ajustar loa
porcentajes de la VIFT utilizados para la programación de sesiones de entrenamiento (i.e.,
menores porcentajes, Figura 7). Si bien las carreras intermitentes de alta intensidad se llevan
a cabo por encima de la vVO2máx (i.e., 110-120% para 15’’-15’’ con recuperación pasiva), la
VIFT constituye el límite superior para estos ejercicios (i.e., 100%, excepto para secuencias de
sprints máximos). Por lo tanto, dependiendo de las diversas combinaciones entre intensidad y
duración del ejercicio y los períodos de recuperación, la modalidad de ejercicio (e.g., carreras
con y sin cambios de dirección, superficie de contacto) y la duración de las series, los
entrenamientos pueden incluir intensidades que se encuentran en el rango del 85-100% de la
VIFT (Tabla 1). Para mayor información se encuentran disponibles diversos artículos (la
mayoría en francés pero aún bastante explícitos para lectores que no hablan francés)
en http://www.martin-buchheit.net [9,11,12,31] los cuales proveen una descripción detallada de
las intensidades apropiadas para utilizar durante entrenamientos intermitentes de alta
intensidad en base a la VIFT.

Para Evaluar la Aptitud Física General de los Jugadores a lo Largo de la


Temporada. Nuevamente, debido a que la VIFT refleja simultáneamente la función aeróbica
máxima, la capacidad anaeróbica (o al menos la proporción de la AVR utilizada), las
cualidades neuromusculares y de COD y la capacidad de recuperación inter-esfuerzo [6,7]; el
seguimiento de los cambios en el rendimiento del 30-15IFT a lo largo de la temporada puede
utilizarse para monitorear el nivel de aptitud física específica del deporte de un equipo. La
desventaja de este enfoque es que utilizar solamente el 30-15IFT no permite aislar las
diferentes cualidades físicas; como podría hacerse con una batería de tests (lo que se
denomina realizar el perfil de un atleta). La ventaja es que un único test es suficiente para
obtener una imagen general. En este sentido, hemos observado que en jugadores de hándbol
profesionales, la VIFT se incrementó significativamente entre el comienzo de la fase
preparatoria y el comienzo de la fase competitiva, sin observar alteraciones durante la
temporada competitiva (Figura 8) [10]. En estudios más controlados llevados a cabo con
jugadores de básquetbol jóvenes, la VIFT mostró mejoras del 5% [16] al 9% [21] en 6-10
semanas de entrenamiento intermitente de alta intensidad (¡obviamente con individualización
de las distancias de carrera en base a la VIFT!). Incluso se han observado mejoras del 6%
luego de un entrenamiento en base a juegos (i.e., juegos en espacios reducidos [16]) y del 5%
luego de sprints repetidos cortos [21] y largos [20]. Sin embargo, es importante señalar que
todos estos estudios fueron realizados durante la temporada competitiva, por lo cual pueden
existir otros factores que también hayan contribuido a los cambios observados en la VIFT
(e.g., sesiones de entrenamiento de hándbol, sesiones de entrenamiento de fuerza, partidos
competitivos).
Figura 8. Cambios en la VIFT durante una temporada competitiva en un equipo profesional de
hándbol (primera división francesa). (R = comienzo de la fase preparatoria [fin de Julio]; C =
comienzo de la fase competitiva [Septiembre]; T = luego del receso de Navidad [Enero].
*Significativamente diferente de R (p < 0.05).

Para Mejorar el Perfil de un Jugador en Combinación con los Resultados Obtenidos con Tests
Adicionales.

• Aislar la capacidad de recuperación inter-esfuerzo. La comparación de la VIFT con la


velocidad obtenida en la versión continua modificada del 30-15IFT (i.e., realización del
protocolo original pero sin los períodos de recuperación), permite aislar la capacidad de
recuperación inter-esfuerzo [27]. Simplemente, a mayor diferencia entre velocidades, mayor la
capacidad de recuperación. Se ha observado que la diferencia media en la velocidad en
jugadores de deportes de conjunto moderadamente entrenados fue de + 3.6 ± 0.8 km—h-1.
Posteriormente estimamos que una diferencia mayor a 4 km—h-1 (20%) podría ser un buen
indicador (i.e., magnitud del efecto al menos “grande” en base a la escala de Cohen) de una
buena capacidad de recuperación inter-esfuerzo. A la inversa, una diferencia de velocidad
menor a 3 km—h-1 (15%) podría reflejar una pobre capacidad de recuperación.
• Aislar la capacidad de COD. Al comparar la VIFT con la velocidad alcanzada en la versión
modificada del 30-15IFT en línea recta (i.e., realización del protocolo original pero en una pista
de atletismo y sin cambios de dirección), permite aislar la capacidad de COD [27]. En este
sentido, cuanto menor es la diferencia entre las dos velocidades, mayor es la capacidad de
COD. Se ha observado que la diferencia media en la velocidad en jugadores de deportes de
conjunto moderadamente entrenados fue de – 2.0 ± 1.2 km—h-1. A partir de esto hemos
estimado que los jugadores que exhiben una diferencia de velocidad mayor a 3 km—h-1 (15%)
pueden presentar una pobre capacidad de COD (i.e., mucho peor que el promedio). A la
inversa una diferencia menor a 1 km—h-1 (6%) podría ser indicativa de una buena capacidad de
COD.
• Valoración de la capacidad de resistencia intermitente. El resultado del 30-15IFT completado
hasta el agotamiento con carreras intermitentes a diferentes porcentajes de la VIFT puede ser
utilizado para valorar la capacidad de resistencia intermitente específica. La confiablidad de
dichos ejercicios es buena (15%, resultados no publicados). Como se ha mostrado
previamente para ejercicios submáximos continuos [33], y como se ilustra en la Figura 9, la
pendiente de la relación intensidad vs. tiempo hasta el agotamiento (con transformación
logarítmica para hacer la relación linear) provee un índice denominado “Índice de Resistencia
Intermitente (IEI)” [17] (IEI: a mayor pendiente peor resistencia). Así como la VIFT refleja el
límite de intensidad para ejercicios intermitentes de alta intensidad, el IEI indica la capacidad
de un individuo para sostener esfuerzos intermitentes submáximos a máximos durante un
juego, y puede ser utilizado para optimizar e individualizar la duración de las series de
entrenamiento interválico (Figura 8) [16,17]. Por ejemplo, en lugar de que todos los jugadores
realicen carreras intermitentes durante 8 minutos, aquellos que exhiben un mejor IEI (o
mayores tiempos hasta el agotamiento a un porcentaje dado de la VIFT), podrían correr por
10-12 min; mientras que aquellos que poseen un menor IEI (o menor tiempo hasta el
agotamiento) podrían correr solo 5-6 min. Otra forma práctica de individualizar las series es
utilizar el 70% del tiempo hasta el agotamiento a una intensidad dada (i.e., para un jugador
con un tiempo hasta el agotamiento de 10 min podemos proponer 2 series de 7 min;
observaciones empíricas). Por último, el tiempo hasta el agotamiento y de IEI han mostrado
ser herramientas sensibles para monitorear el estatus de aptitud física de los jugadores;
debido a que tanto el tiempo hasta el agotamiento como el IEI mejoraron luego de un período
de entrenamiento que incluyó juegos en espacios reducidos en jugadores de hándbol jóvenes
(Figura 9) [16].

Figura 9. Cambios observados en el tiempo hasta el agotamiento durante carreras


intermitentes de alta intensidad con cambios de dirección realizadas a diferentes porcentajes
de la VIFT luego de un período de entrenamiento que incluyó juegos en espacios reducidos (2
x 3-4 min por semana, 4 vs. 4) en jugadores de hándbol jóvenes [16]. Si bien el cambio hacia
la derecha de los tiempos hasta el agotamiento indica una mejor capacidad para mantener
esfuerzos intermitentes a una velocidad absoluta dada, la reducción de la pendiente refleja
una mejora en la resistencia general (i.e., una mejor capacidad para mantener una intensidad
de ejercicio a pesar del incremento en la duración del ejercicio).

• Utilización del Protocolo Original para el Básquetbol y el Hockey sobre hielo. Si bien este test
definitivamente no es específico de un deporte (pero si específico para diseñar sesiones de
entrenamiento intervalado), hemos desarrollado dos protocolos que se ajustan a las
demandas del básquetbol y del hockey sobre hielo. Para el básquetbol, hemos restringido la
distancia de recorrido a 28 m, de manera que el test puede llevarse a cabo en una cancha de
básquetbol (utilizando directamente las líneas rojas [28]). Este protocolo también puede ser de
interés para aquellos que desean implementar el 30-15IFT en gimnasios pequeños que no
posean un campo de 40 m. El acortamiento de la distancia de recorrido no modifica las
respuestas fisiológicas ni la VIFT alcanzada [28]. Del mismo modo, también hemos
desarrollado el 30-15 Intermittent Ice Test (30-15IIT) para el hockey sobre hielo. En este caso,
si bien hemos mantenido la distancia de recorrido en 40 m, hemos modificado los incrementos
en la velocidad para hacerlos compatibles con la especificidad del patinaje sobre hielo (Figura
10). Este test también ha mostrado ser válido, confiable y útil para monitorear los cambios en
la aptitud física específica del patinaje sobre hielo [19].

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Figura 10. Área preparada para el 30-15 Intermittent Ice Test (30-15IIT).
Tabla 1. Ejemplos de carreras intermitentes de alta intensidad con la VIFT utilizada como
velocidad de referencia para individualizar las distancias de carrera.
Figura 11. Valores de la VIFT medida en diferentes equipos (masculinos y femeninos [abajo])
de diferentes deportes y diferentes niveles competitivos.

Dr. Martín Buchheit


Physiology Unit, Sport Science Department,
ASPIRE, Academy for Sports Excellence

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