Los cambios en el ingreso de un individuo tienen varios efectos importantes en su
comportamiento de consumo. Estos efectos se pueden analizar utilizando diferentes conceptos y modelos, como la curva de Engel, la curva de demanda de bienes normales e inferiores, y la función de utilidad.
Efecto ingreso: Se refiere al cambio en la cantidad demandada de un bien como
resultado de un cambio en el ingreso del consumidor, manteniendo constantes los precios. El efecto ingreso puede ser positivo o negativo, dependiendo de si el bien es normal o inferior. En el caso de bienes normales, un aumento en el ingreso conlleva a un aumento en la demanda del bien, ya que el consumidor tiene más recursos para gastar. Por otro lado, los bienes inferiores experimentan un efecto ingreso negativo, lo que significa que a medida que el ingreso aumenta, la demanda de esos bienes disminuye, ya que los consumidores tienden a preferir bienes de mayor calidad.
Efecto sustitución: Se refiere al cambio en la cantidad demandada de un bien como
resultado de un cambio en su precio relativo respecto a otros bienes, manteniendo constante el nivel de utilidad. Si el precio de un bien disminuye en relación con otros bienes, el consumidor tiende a sustituir esos bienes más caros por el bien más barato, lo que lleva a un aumento en la demanda del bien con precio más bajo. Por otro lado, si el precio de un bien aumenta en relación con otros bienes, el consumidor tiende a sustituir ese bien por otros más baratos, lo que conlleva a una disminución en la demanda del bien más caro.
Efecto total: El efecto total de un cambio en el ingreso se compone de la combinación
del efecto ingreso y el efecto sustitución. Ambos efectos interactúan para determinar la dirección y la magnitud del cambio en la cantidad demandada de un bien. En general, cuando el ingreso aumenta, el efecto ingreso y el efecto sustitución pueden reforzarse mutuamente, lo que resulta en un aumento en la demanda del bien. Sin embargo, en el caso de bienes inferiores, el efecto ingreso negativo puede dominar sobre el efecto sustitución positivo, lo que conlleva a una disminución en la demanda del bien a medida que el ingreso aumenta.
Es importante destacar que el comportamiento de consumo de los individuos puede
estar influenciado por otros factores, como las preferencias personales, las expectativas futuras y los cambios en los precios de otros bienes relacionados. MAXIMIZACIÓN DE LA SATISFACCIÓN: La maximización de la satisfacción implica encontrar el punto en el que la función de utilidad del consumidor está en su nivel más alto posible, sujeto a la restricción presupuestaria. Este punto se conoce como el equilibrio del consumidor o el punto de óptimo del consumidor. En este punto, el consumidor ha asignado su ingreso de manera que la utilidad marginal de gastar una unidad adicional en cualquier bien sea igual a la relación de precios de esos bienes.
La restricción presupuestaria establece que el consumidor no puede gastar más de lo que
tiene, es decir, su gasto total en bienes y servicios no puede exceder su ingreso. Esta restricción se representa gráficamente mediante una línea presupuestaria, que muestra las diferentes combinaciones de bienes que el consumidor puede comprar dado su ingreso y los precios de los bienes.
Pero también hay tener en cuenta que la maximización de la satisfacción es un concepto
teórico y simplificado de cómo los consumidores toman decisiones. En la práctica, existen limitaciones, sesgos y otros factores que pueden influir en las elecciones de consumo de los individuos.