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Hace dos años, el mundo de los estudiantes se puso patas para arriba.

La Organización Mundial de la Salud informó la


ocurrencia de casos de Infección Respiratoria Aguda Grave (IRAG) causada por un nuevo coronavirus (COVID - 19) en
Wuhan (China), desde la última semana de diciembre de 2019.
Lasescuelas cerraron sus puertas debido a este nuevo y peligroso virus que se propagó rápidamente en las
comunidades de todo el mundo. Desde entonces, hemos aprendido mucho.
Una de las lecciones más importantes es que la escuela presencial es mejor para niños y adolescentes. Los estudiantes
obtienen más que educación en la escuela. Muchos también obtienen recursos vitales que necesitan para prosperar en la
escuela.
Si bien el COVID-19 continúa propagándose ahora tenemos muchas más herramientas para mantenernos seguros en la
escuela. Las medidas de prevención de la COVID-19 son indispensables para asegurar la apertura a la vida académica
de forma semipresencial y presencial.
Cada persona debe ser responsable de su autocuidado y del cuidado colectivo para la prevención de la COVID-19. Los
centros educativos deben ser entornos seguros y saludables en los que los niños y jóvenes puedan desarrollarse
plenamente. Para lograrlo, es necesario que la administración educativa, los profesionales que trabajan a diario en los
centros y la comunidad educativa en general se impliquen activamente mediante el desarrollo de políticas escolares
saludables, garantizando la existencia de entornos físicos adecuados y la creación de un ambiente de bienestar
emocional.
Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de la COVID-19 se transmite principalmente por
contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire social positivo por esto es muy importante mantener e
implementar las medidas generales que han demostrado mayor evidencia para la contención de la transmisión del virus
como:

Lavado e higiene de manos:


En las instituciones educativas se debe disponer de los insumos básicos para la higienización y lavado de manos de toda
la comunidad educativa, teniendo en cuenta que la higienización (desinfección con gel o alcohol) solo debe hacerse en
caso de manos visiblemente limpias.
Limpiar y desinfectar con frecuencia los recipientes que dispensan el alcohol, antes de reponer el producto, evitando
reenvasar sobre residuos.

Distanciamiento físico
Realizar las adecuaciones necesarias para garantizar el distanciamiento físico entre los estudiantes como mínimo de un
metro en todo lugar o entorno incluso en el interior incluidas las aulas de clase que deben reorganizarse para que
mantengan la distancia de 1,5 metros entre cada alumno.
Privilegiar las actividades al aire libre aun en tiempos de descanso, así como la adecuación de otros lugares para llevar a
cabo las actividades educativas como salones de usos múltiples, espacios techados, donde exista la mejor circulación
del aire posible, evitando mezclar diferentes grupos de estudiantes.
Evitar aglomeraciones a la entrada y la salida, en la compra o distribución de alimentos, por lo que se recomienda
continuar escalonando los tiempos de comida y descanso. En los espacios de refrigerios disponer mínimo de 1 metro de
distancia entre los alumnos y privilegiar los espacios al aire libre o con adecuada la ventilación para poder comer.

Uso de tapabocas
La OMS recomienda el uso universal de tapabocas en la escuela, con especial énfasis en los interiores. Las mascarillas
faciales pueden evitar que el virus se propague a aquellos que pueden tener un mayor riesgo de enfermarse. La
propagación del virus se ha observado con mayor frecuencia en las escuelas que no requerían el uso universal de
tapabocas.
Como beneficio adicional, los tapabocas pueden ayudar a detener la propagación de otras infecciones como el resfriado
común o la gripe.
Es importante que las instituciones educativas tengan en cuenta las siguientes recomendaciones específicas para niñas,
niños y adolescentes:

Las niñas y niños menores de 2 años no deben utilizar tapabocas de ningún tipo por el riesgo de asfixia y
sofocación, ni deben usarse protectores faciales tipo visores.
Los tapabocas deben tener un adecuado tamaño y ajuste, evitando dejar espacios entre el tapabocas y
el rostro. Los tapabocas de tela deben tener mínimo 3 capas; para mejorar su ajuste puede utilizarse los
alambres nasales que mejoran su posición sobre la nariz y evitar que se deslice, también se pueden utilizar
ajustadores que se sujetan en la parte de atrás de la cabeza.
Los tapabocas de tela deben lavarse adecuadamente con agua y jabón después de su uso, colgar para
secado espontáneo y deben ser cambiados después de 8 horas de uso continuo.
No se recomienda el uso de doble tapabocas en niñas y niños, por las características anatómicas de su
vía aérea.
Los niños y las niñas que realizan actividad física con el tapabocas requieren acompañamiento para su
uso adecuado.
El uso del tapabocas es obligatorio en todos los lugares y ambientes, debe ajustarse bien y usarse de
manera correcta y constante cubriendo nariz y boca, cuando no esté contraindicado su uso.
Debe quitarse únicamente para consumir alimentos y bebidas.

Ventilación adecuada
Optimizar la circulación natural del aire, en todos los ambientes de trabajo, para lo cual se deben realizar las
adaptaciones necesarias para garantizar una adecuada ventilación, se debe realizar la evaluación y adecuación de las
condiciones de ventilación y aforo máximo de los lugares de trabajo de manera que minimicen el riesgo de contagio.
Contar con una adecuada ventilación en los espacios cerrados y realizar desinfección, abrir puertas y ventanas
exteriores, tanto como sea posible sin poner en riesgo a los integrantes de la comunidad educativa

Limpieza y desinfección
La higiene es el mejor aliado para evitar contagios, además de evitar el contacto es recomendable la limpieza
periódica de los ambientes.
Por lo tanto, todas las superficies como mesas y mostradores deben desinfectarse con frecuencia. Las man ijas
de las puertas, pasamano, también deben someterse a una limpieza en cada uso o período preestablecido . Las
rutinas de aseo, deben realizarse al inicio y final de cada jornada diaria Asimismo, se deben realizar rutinas de aseo y
desinfección en los tiempos de descanso programados en las Instituciones educativas.
Para esta acción, se deben aplicar los productos de limpieza y desinfección por parte del personal de aseo, siguiendo las
instrucciones de las etiquetas.
Los alumnos también deben colaborar desinfectando sus útiles y objetos personales después de cada uso de esta
manera se garantiza que la totalidad de los espacios estén limpios y desinfectados.

Vacunación
Hasta el momento, ni el ministerio de Educación ni de Salud han afirmado que la vacunación sea obligatoria para los
estudiantes, ni que la no aplicación de esta pueda ser motivo para que los menores no puedan asistir a clases. Sin
embargo, ya que la vacunación está habilitada para todos los mayores de 3 años, estos ministerios si han reiterado la
recomendación a los padres y representantes para llevar a sus hijos a que sean inmunizados, ya que esto los protegerá
dentro del ambiente educativo en donde tendrán más interacción y riesgo latente ante un posible contagio.

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