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Universidad Nacional De San Agustín

Facultad De Psicología, Relaciones Industriales Y Ciencias De La

Comunicación

Escuela Profesional De Psicología

Grupo 1

- Aguilar Torres, Analy Dayana

- Enriquez Oviedo, Milagros

- Juárez Sánchez, Karina Vanessa

- Samanez Salazar, Danna Fiona

-Yépez Jara, Jodie Adriana

Curso: Comunicación Integral

Mg. David Sixto Rondón Cáceres

23 de junio de 2021
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¿Normalizamos las relaciones tóxicas?

El ser humano ha buscado establecer siempre relaciones afectivas entre su especie, desde

la antigüedad, el amor se ha expresado de diversas formas basados en códigos morales y sociales

determinados, pero en la actualidad se empezó a desafiar y degenerar los conceptos de amor,

surge la interrogante ¿será que las conductas y actitudes nocivas a gran escala han provocado que

se normalice las relaciones tóxicas? Debido a problemas de autoestima, dependencia, traumas,

inseguridad, miedo e inmadurez emocional, que dan como consecuencia la disfunción en las

relaciones afectivas. En el presente texto, se detallará la tipología de las parejas tóxicas y

explicará los tipos, causas y consecuencias de la toxicidad de las relaciones afectivas, las cuales

se verán a continuación.

Según Mendez.R (2014) en su tesis distingue la existencia de una variedad de patrones o

secuencias conductuales que generan sub-grupos de comportamiento. Por consiguiente, se

ordena en cinco sub-grupos de comportamientos característicos que puede verse en las relaciones

tóxicas, detallados en la tabla.

Tabla 1
Tipología de parejas tóxicas
Grupo de comportamiento 1 y 2: Agobiante y controladora
La forma es el control explicito, elimina cualquier tipo de
amenaza, estableciendo la atención principal en el agente controlador.
Prevalece la contemplación negativa en la pareja, para el controlador el
mundo externo es percibido como una amenaza a la relación. El agente
que es controlado no reconoce la situación.
Grupo de comportamiento 3: Encubridora
La forma es la actitud sarcástica del encubridor, existe
disfunción en la relación. El agente encubridor no suele cumplir con lo
que pide. Existe el temor de que los roles se intercambien. Con este
comportamiento se busca alejar las consecuencias que son generadas
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por el agente encubridor.

Grupo de comportamiento 4: Peleadora
La forma son las agresiones de cualquier tipo. Estas agresiones
se dan como respuesta a acciones intrascendentes, con reciprocidad de
acusaciones. Las personas que los rodean saben que es un momento
“clásico”, algo que ocurre con frecuencia. Al final la pareja alcanza una
reconciliación, pero es efímera y antecede a la próxima pelea.
Grupo de comportamiento 5: Manipuladora
La forma es la intervención mediante la habilidad en
distorsionar la realidad para sus intereses particulares. La comunicación
se da por insinuaciones, de modo sesgado. El fin del agente
manipulador es frustrar los propósitos de la pareja. No existe la lealtad.

Romero (2013) señala que los sujetos que presentan baja autoestima tienden a establecer

relaciones dependientes y que en las mismas tienden a aparecer patrones donde uno de los

miembros posee una actitud pasiva debido a diferentes creencias irracionales, mientras que el

otro ejerce un rol dominante de control y agresión sobre el otro. Mientras tanto Guzmán y

Contreras (2012) nos dicen que el vínculo de apego, que cada miembro de la pareja estableció

durante su infancia con cada uno de sus cuidadores primarios es predictivo de un estilo de

relación concreto, mismo que tendrá efecto sobre la satisfacción marital percibida; y, la

percepción de satisfacción a su vez, es una variable de la cual se discute aún ahora su papel para

valorar una relación como tóxica o no, por lo tanto, los orígenes de las parejas tóxicas se

encuentran desde los primeros años de vida y la dinámica en las relaciones familiares.
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La depresión es una de las principales consecuencias de la toxicidad, debido a la

frustración y el vacío que esta causa, no permite desarrollarse ni enfocarse en otras actividades.

La ansiedad es otra consecuencia que provoca dificultades para concentrarse, eso quiere decir

sobre pensar la situación de pareja, dejando de lado los demás problemas que se pueda tener.

Mantener una relación tóxica puede desarrollar hábitos alimenticios patológicos, poco

saludables, como el aumento o disminución de peso. Si se prioriza la aceptación o validación de

la pareja, es evidente que se tiene un comportamiento problemático, que es la baja autoestima.

Las autolesiones son frecuentes en este tipo de relaciones, se suelen dar como forma de

manipulación o como exteriorización de los conflictos internos de la personalidad. Como lo

explica Arriagada J. (2020) “Este trauma suele llevar a sentimientos de depresión, ansiedad,

trastornos alimenticios, baja autoestima y auto daños físicos”.

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Referencias bibliográficas

Arriagada, J. (2020, septiembre 14). Las secuelas que una relación tóxica puede dejar en

tu vida y cómo aprender a superarlas. Recuperado el 22 de junio de 2021, de

BioBioChile

Guzmán, M., & Contreras, P. (2012). Estilos de apego en relaciones de pareja y su

asociación con la satisfacción marital. Psykhe, 22(1), 69-82.

Romero, M. (2013). Autoestima, dependencia emocional y arte-terapia. Buenos Aires:

Brujas.

Rosal-Méndez,, R (2014). “Creencias Irracionales En Personas Con Relación De Pareja”

(Estudio Realizado En La Parroquia De Nuestra Señora De La Merced De

Quetzaltenango) (Tesis de licenciatura Clínica). Universidad Rafael

Landívar, Quetzaltenango. Recuperado de:

http://biblio3.url.edu.gt/Tesario/2014/05/42/Rosal-Rafael.pdf