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Definición de la Gota

La gota es un trastorno en el que se acumulan en las articulaciones depósitos de cristales de


ácido úrico como consecuencia de las concentraciones elevadas de ácido úrico en sangre
(hiperuricemia). Las acumulaciones de cristales causan brotes (crisis) de inflamación
dolorosa en las articulaciones y a su alrededor.
La gota está causada por niveles altos de ácido úrico en la sangre, una afección llamada
hiperuricemia que suele ser hereditaria. Las concentraciones elevadas de ácido úrico en
sangre se producen cuando los riñones eliminan muy poca cantidad o cuando el organismo
produce demasiado. Aunque algunos alimentos contienen altos niveles de purinas
(compuestos químicos que forman ácido úrico cuando se metabolizan), la mayor parte del
ácido úrico en la sangre no proviene de la dieta.
Etiología de la Gota
El ácido úrico, que es un subproducto de la degradación de los ácidos nucleicos (ácido
ribonucleico [ ARN] y ácido desoxirribonucleico [ ADN]) de las células. Está presente en
pequeñas cantidades en la sangre, porque el cuerpo descompone continuamente las células
y forma nuevas células.
Las concentraciones anormalmente altas de ácido úrico en la sangre se deben a lo siguiente:
1. Con mayor frecuencia, debido a la disminución de la eliminación del ácido úrico por
los riñones o por el sistema gastrointestinal
2. A veces, por el consumo excesivo de alimentos ricos en purinas, como el marisco o
carne roja y/o alcohol, especialmente cerveza
3. En raras ocasiones, por la producción de demasiado ácido úrico
Con frecuencia, la concentración de ácido úrico en sangre se vuelve anormalmente elevada
cuando los riñones no pueden eliminarlo suficientemente a través de la orina, incluso si la
función renal es normal.

 Entre las condiciones que pueden afectar a la capacidad de los riñones para eliminar
el ácido úrico también se encuentran:
1. Algunos tipos de enfermedad renal
2. Ciertos fármacos
3. Saturnismo (intoxicación por plomo)
 Los brotes graves y repentinos de gota (artritis gotosa aguda) pueden aparecer sin
previo aviso. Pueden ser desencadenadas por
1. Una lesión
2. Enfermedad, como la neumonía u otra infección
3. Cirugía
4. Inicio del tratamiento con ciertos medicamentos (como diuréticos, alopurinol,
febuxostat, probenecid y nitroglicerina, particularmente la nitroglicerina de
administración intravenosa, que contiene alcohol) que pueden modificar de forma
brusca los niveles de ácido úrico en la sangre
5. Consumo de grandes cantidades de alcohol o de alimentos ricos en purinas
Manifestaciones clínicas de la Gota

 La gota presenta 4 estadios clínicos:


1. Hiperuricemia asintomática
2. Ataque agudo de artritis gotosa
3. Periodo Intercrisis
4. Artritis tofácea crónica.
La progresión de un estadio a otro es evitable, porque los depósitos de cristales de urato
monosódico son reversibles con un tratamiento adecuado, lo que sugiere que la enfermedad
es curable.

 Hiperuricemia asintomática: Los pacientes no presentan síntomas ni signos y se


diagnostican accidentalmente, cuando se les determinan las concentraciones de
ácido úrico en suero, aunque algunos pacientes con hiperuricemia pueden sufrir un
ataque agudo.
 Ataque agudo de gota: Es generalmente monoarticular, con articulación muy
inflamada con enrojecimiento, calor, dolor, aumento de volumen y pérdida de
función.
En las grandes articulaciones como:
 Rodillas y tobillos, estos signos son infrecuentes, pero la inflamación y el dolor suelen
ser intensos.
 La gota tiene predicción por las extremidades inferiores, como la primera articulación
metatarso falángica, que constituye el sitio más frecuente de ataque agudo
(podagra) (Otras articulaciones afectadas pueden ser el torso medio, los dedos, las
muñecas y los codos.
 Los cristales de urato también se pueden depositar en todo el cuerpo, por ejemplo,
en las vértebras, piel y tejidos blandos, que simulan otros estados de enfermedad. Es
rara la afectación de la cadera y el hombro, pero extremadamente rara en la
columna vertebral.
 La poliartritis es más común en la gota no tratada o en mujeres posmenopáusicas. Se
pueden presentar síntomas generales con fiebre, malestar general y cefalea y en
estos casos se maneja como una artritis séptica
 Periodo Intercrisis : Cuando los pacientes resuelven sus ataques con el tratamiento,
entran en una fase de remisión. Este periodo se caracteriza por la ausencia de
síntomas, que pueden interrumpirse abruptamente por nuevos ataques, si no se
administra tratamiento adecuado para la hiperuricemia. Este periodo puede
prolongarse después del primer ataque.
 Gota tofácea crónica: La enfermedad no tratada progresa hacia la destrucción de las
articulaciones con tofos palpables. Un tofo es una masa formada por grandes
cantidades de cristales acumulados, que aparecen en la gota crónica no tratada,
alrededor de las articulaciones, orejas, tejido celular subcutáneo en la piel.
 Las principales consecuencias clínicas de la gota son:
1. Episodios recurrentes de artritis aguda dolorosa (ataques de gota)
2. Daño irreversible en las articulaciones periféricas
3. Tofos subcutáneos,
4. Nefropatía por uratos
5. Urolitiasis
Diagnóstico de la Gota
La gota suele diagnosticarse clínicamente basándose en la artritis monoarticular
caracterizada por la hinchazón y el enrojecimiento, que generalmente involucra la primera
articulación metatarso falángica. Los criterios del ACR/EULAR, de 2015, son los más
utilizados para el diagnóstico de gota.
Exámenes:
1. Examen microscópico del líquido articular para buscar cristales de ácido úrico
2. A veces, radiografías y/o ecografía o tomografías computarizadas especiales: Las
radiografías muestran la lesión articular y la presencia de tofos. Los médicos también
pueden indicar una ecografía o una tomografía computarizada especial de una o
más articulaciones afectadas para detectar depósitos de ácido úrico.
3. Con frecuencia los médicos sospechan que se trata de gota basándose en sus
síntomas característicos y en una exploración de las articulaciones afectadas.
 Las características siguientes sugieren el diagnóstico de gota:
 Podagra (hinchazón repentina, dolor y enrojecimiento del dedo gordo del pie)
 Inflamación del empeine recurrente
4. Un historial de brotes previos que comenzaron de forma súbita y se resolvieron de
forma espontánea
5. Muchas personas tienen concentraciones elevadas de ácido úrico en la sangre, pero
no presentan síntomas de gota; por lo tanto, un análisis de sangre por sí solo no es
suficiente para establecer el diagnóstico.
6. Se suele confirmar el diagnóstico de gota cuando se identifican cristales de ácido
úrico en una muestra de tofo o de líquido sinovial extraída con una aguja
(artrocentesis) y observada con un microscopio especial de luz polarizada.
Tratamiento de la Gota
 Medicamentos para aliviar el dolor y la hinchazón que resulta de la inflamación
 El reposo, la inmovilización de la articulación dolorosa con una férula y el hielo
 Los cambios en la dieta y la pérdida de peso reducen los niveles de ácido úrico y
ayudan a prevenir nuevos brotes.
 Fármacos que previenen los brotes al evitar la inflamación causada por los cristales
 Fármacos para reducir las concentraciones de ácido úrico y disolver los cristales (la
forma más eficaz de curar la gota y acabar con los brotes, si bien la disolución de
todos los depósitos lleva tiempo)
 Alivio de los brotes agudos de gota
 Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) suelen aliviar de forma eficaz el
dolor y la hinchazón en la articulación durante un brote de gota. A veces, son
necesarios fármacos contra el dolor (llamados analgésicos) adicionales para
controlar el dolor.
 Para prevenir una reaparición de los síntomas (lo que se denomina una recaída), el
tratamiento con AINE debe continuarse durante varios días después de que el dolor y
la inflamación hayan desaparecido.
 El primer paso en el tratamiento de la gota
 Ha sido tradicionalmente la colchicina (también conocida como colquicina), aunque
ya no es el fármaco utilizado con mayor frecuencia de un brote. En algunas personas,
el dolor articular comienza a desaparecer entre 12 y 24 horas después de haber
iniciado el tratamiento con colquicina, y en ocasiones desaparece por completo entre
3 y 7 días más tarde.
 La colchicina (o colquicina) se toma generalmente en forma de 2 pastillas tan pronto
como sea posible después del comienzo de los síntomas de un brote. Se toma una
tercera pastilla 1 hora después. Esta terapia se continúa al día siguiente tomando 1
pastilla 1 o 2 veces al día durante 7 a 10 días. La colchicina (colquicina) puede causar
diarrea y, en raras ocasiones, recuentos sanguíneos más bajos.
 Los Corticoesteroides
 La prednisona a veces es útil para reducir la inflamación articular (incluida la
hinchazón) en caso de intolerancia a los otros fármacos.
 Si solo se ven afectadas una o dos articulaciones, se puede inyectar en una
articulación inflamada un corticoesteroides como el tebutato de prednisolona junto
con un anestésico.
 Al igual que sucede en el tratamiento con AINE y en la terapia con colchicina
(colquicina), el tratamiento con corticoesteroides por vía oral debe continuarse
durante unos cuantos días después de que el brote se haya curado completamente
para evitar una recaída.
 A veces administran combinaciones de estos medicamentos.
 En caso de intolerancia a los corticoesteroides, la colchicina (colquicina) o los AINE:
 Pueden administrarse determinados fármacos inmunodepresores y depresores de los
procesos inflamatorios (como anakinra administrada en forma de inyecciones
diarias).
 Si hay patología de base, como la enfermedad renal crónica o la úlcera gastroduodenal, o si
el sujeto está tomando ciertos medicamentos (como los anticoagulantes), puede que no sea
posible utilizar, o sea necesario modificar, algunos de los tratamientos habituales para la
gota.
 Además de los medicamentos, para reducir el dolor se puede realizar reposo, inmovilización
con una férula y hielo

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