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PLATOS TIPCO DE JAUJA

La Pachamanca Caldo de cabeza Patachi

EL PICANTE DE CUY
Patasca

BAILES TÍPICO DE JAUJA

LA   JIJA EL CORCOVADO

CARNAVAL MARQUEÑO

TUNANTADA
JERGA KUMO
COSTUMBRES Y TRADICIONES
La tunantada es una danza grupal andina, que se baila durante la fiesta del 20
de enero en el distrito de Yauyos, Jauja, y otras regiones del centro del Perú,
celebrando la Festividad de los patronos San Sebastián y
San Fabián. Mediante esta danza los nativos imitan a los españoles, en forma
de sátira con máscaras de malla de alambre, con ojos, bigotes y tez blanca
pintada. Algunos de los danzantes llevan un bastón de mando y pantalones a la
rodilla, como si fueran españoles de pura cepa. La música inicialmente
empieza con sonidos de guitarras, y entre los danzantes se identifica a las
clases sociales de la colonia, al español como máxima autoridad y a los indios
como sometidos a los blancos. Posteriormente se agregan a la música los
sonidos de clarinetes, arpas, saxos, etc.

Con la finalidad de difundir la milenaria historia, el patrimonio cultural y las


tradiciones de la provincia de Jauja, así como promover los destinos turísticos,
folclore y gastronomía de la Primera Capital Histórica del Perú, la Dirección
Regional de Comercio Exterior y Turismo (DIRCETUR) del Gobierno Regional
de Junín, a través de su Proyecto Jauja Monumental, presentó el libro “Jauja,
pedacito de cielo”, edición de 160 páginas que se constituye en un verdadero
libro de colección para los peruanos.

En la ceremonia, que se llevó a cabo en el auditorio de PROMPERÚ, en el


distrito de San Isidro, estuvieron presentes Vladimiro Huaroc Portocarrero, ex
presidente regional de Junín; Pedro Olivera, en representación del ministro de
Cultura; José Luis Álvarez Ramos, director regional de Comercio Exterior y
Turismo (DIRCETUR) de Junín; el jaujino Edgardo Rivera Martínez, coautor del
libro y miembro de la Academia Peruana de la Lengua; el también jaujino
Manuel Miljanovich Castilla, ex director del Instituto de Investigaciones
Psicológicas (IIPSI) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
(UNMSM), entre otras personalidades.

El libro “Jauja, pedacito de cielo” es una edición de colección que muestra las
vivencias de los jaujinos y cómo ellos tratan de recuperar sus tradiciones y
costumbres, con el único fin de que lo suyo sea admirado a nivel nacional e
internacional. El libro recoge con magistral detalle, una vasta información de la
historia, cultura, el variado patrimonio de Jauja y su potencial como destino
turístico.
LUGARES TURÍSTICOS

LAS RUINAS DE
LAGUNA DE PACA TUNANMARCA PLAZA DE ARMAS DE
JAUJA

LAS PUYAS DE
RAIMONDI EN EL
LA IGLESIA CRISTO POBRE DISTRITO DE
CANCHAYLLO

ARTESANIA

MUÑECOS DE JAUJINOS TODO TIPO DE TALLADO DE


Y JAUJINAS, QUE SOUVENIRS JAUJINOS MADERA, HECHO EN
REPRESENTAN AL PARA EL VISITANTE EL DISTRITO DE
CARNAVAL JAUJINO MOLINOS, PROVINCIA
DE JAUJA
ARTISTAS PLÁSTICOS DE JAUJA

MARTIN PEÑA ZOILO BULLON MEJICO PERCY GOMEZ LIZARRAGA

HUGO ESPIRITU ESCOBAR PERCY HERAUD

ESCRITORES JAUJINOS

ERNESTO BONILLA DEL FELIX CAMARENA   CARLOS


VALLE MAYTA HURTADO AMES

LADERA PRIETO,
VICTOR H  MARTÍNEZ
CASTILLA , MARUJA
FUNDACIÓN DE JAUJA
Ubicada en la cabecera norte del Valle del Mantaro, la actual localización de
Jauja acogió en su momento varias expresiones culturales preincaicas. Incluso
durante el Imperio inca existían agrupamientos de indígenas huancas. Durante
el incanato se estableció el poblado de Hatun. Uno de los episodios más
notables que la tradición oral ha rescatado, fue la masacre que el
Inca Pachacútec infligió a los huancas de la zona que se levantaron contra el
imperio. La tradición señala que el inca ordenó la mutilación de las dos manos
a todos los varones y la mutilación de la mano derecha a todas las mujeres.
Ese episodio tuvo lugar en la pampa de Maquinhuayo (actual Muquiyauyo), a
escasos cinco kilómetros al sur de la actual ciudad de Jauja.
Durante el viaje de los conquistadores hacia la ciudad del Cuzco, Francisco
Pizarro decidió la conveniencia de fundar una ciudad que sirviera como
cabecera o capital de los territorios que estaba descubriendo. De esa manera,
el 25 de abril de 1534, Pizarro fundó la ciudad aprovechando el amplio valle en
el que se ubicaba (el más ancho de toda la Cordillera Andina). La fundación se
realizó bajo el nombre de "Santa Fe de Hatun Xauxa" utilizando la
denominación quechua que los incas otorgaron a la localidad.
En cuanto al origen del nombre, a pesar de que las raíces etimológicas de la
palabra "Jauja" se suelen buscar en vocablos quechuas o aymaras, es más
que probable que simplemente se adoptara ese nombre en recuerdo y
homenaje a la ciudad española de Jauja, como sucedió con tantos otros
topónimos en el proceso de colonización. No debe olvidarse que en castellano
antiguo Jauja se escribía "Xauxa" porque la letra X se pronunciaba como una
"J" débil, como aún sucede en México. La cordobesa población española de
ese mismo nombre se halla entre Córdoba y Sevilla, a orillas del río Genil,
dentro del término municipal de Lucena a quien pertenece. La Jauja española
fue fundada por los árabes en el siglo XII sobre poblados mucho más antiguos.
En lengua árabe la palabra jauja se puede traducir como pasillo, pasadizo o
portillo.
Durante el año 1534 Pizarro y su tropa hicieron una prolongada etapa en el
valle de Jauja antes de marchar hacia el Cuzco. Por esa época Jauja con su
ameno clima era sede de enormes tampu o tambos (depósitos) en donde los
incas habían acumulado enormes cantidades de alimentos, vestimentas y
riquezas varias que permitieron a los españoles vivir holgadamente durante
meses. Precisamente esta abundancia fue probablemente lo que les hizo
recordar a la española Jauja, en la cual, según relata con exageración Lope de
Rueda, las calles estaban empedradas con piñones y por ellas corrían arroyos
de leche y de miel. Así se asentó la legendaria magnificencia del valle del
Mantaro, y más en concreto del País de Jauja.
Los españoles establecieron la ciudad como la primera capital de
la Gobernación de Nueva Castilla aunque luego, con la fundación de Lima, se
mudó la capital a dicha localidad debido a la importancia que tenía para los
conquistadores la comunicación marítima con la metrópoli, para aprovechar la
cercanía al puerto (actual puerto de El Callao). Por ello mismo, la capital
del Virreinato del Perú, creado poco después, sería la ciudad de Lima.
Durante la colonia, Jauja pasó a formar un corregimiento dependiente de la
intendencia de Tarma, que era la principal ciudad de la zona. Posteriormente
fue el pueblo de Huancayo que fue tomando importancia. Durante esta época,
Jauja fue reconocida por su clima seco, especialmente beneficioso, según la
medicina de la época, para los enfermos de las vías respiratorias
y tuberculosis. El hospital de Jauja acogió a muchos residentes españoles que
venían desde la capital e incluso la misma metrópolis para atenderse en la
ciudad.

La riqueza que trajeron estos vecinos hizo que Jauja tomara nuevamente
renombre y se reforzara la leyenda del "país de Jauja", donde se afirmaba que
de los ríos manaban leche y de los árboles, buñuelos. De hecho, se hizo
popular la expresión "Esto es Jauja", que persiste en nuestros días y se aplica
cuando en un lugar la riqueza está al alcance de la mano y la vida es fácil y sin
restricciones.

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