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LOS LUGARES ALTOS EN EL REINO DE ASA

2 CRONICAS 14:3 - 15:17


Morthimer Adán Guillermo León Lau

Resumen

¿Existe contradicción en la Biblia? ¿Encontramos textos que difieran históricamente? ¿Hay


inexactitud en los libros históricos y poéticos? En 2 Crónicas 14 se puede observar una
declaración de destrucción para con los lugares altos que había en el reinado de Asa, sin
embargo, un capítulo más adelante se aprecia una declaración, la cual menciona que no
fueron quitados estos lugares altos. ¿Qué nos indica esto? Si no hay contradicciones
doctrinales ni históricas en la Biblia, ¿Por qué aparentemente estas citas se contradice?
¿Los lugares altos eran solamente lugares de culto pagano? El contexto en el cual se
encontraban estos reyes era un contexto idólatra. Sin embargo ¿Podría un “lugar alto” ser
dedicado a Dios? ¿Qué posiciones hay al respecto?, y ¿Cuál es la posición de la Iglesia
Adventista del Séptimo día al respecto?
Abstract

Are there contradictions in the Bible, do we find texts that differ historically, and are there
inaccuracies in the historical and poetic books? In 2 Chronicles 14 we can observe a
declaration of destruction of the high places that existed in the reign of Asa, however, one
chapter later there is a declaration, which mentions that these high places were not taken
away. What does this indicate? If there are no doctrinal or historical contradictions in the
Bible, why do these quotes seem to contradict each other? Were the high places only places
of pagan worship? The context in which these kings were found was an idolatrous context.
However, could a "high place" be dedicated to God, what positions are there on the matter,
and what is the position of the Seventh-day Adventist Church on the matter?
Introducción

La etapa monárquica en el pueblo de Israel es variada e inestable. En los libros de


Crónicas y de Reyes se puede apreciar variedad de gobiernos, los cuales llevaban al pueblo
de Dios a la prosperidad o a la decadencia. La prosperidad o la decadencia del pueblo
israelita dependía mucho del rey quien los gobernara. Esto significa que si un rey
gobernaba en comunión con Dios, el pueblo prosperaba, tanto espiritualmente y como
consecuencia, social y políticamente. Sin embargo si un rey se alejaba de Dios, el pueblo
definitivamente caía en algo muy común, la idolatría. Esto implicaba la construcción de
altares, símbolos idólatras de otros dioses y también lugares altos. De ejemplo se podría
estudiar a Abias, quien desvío el pueblo a la idolatría, por otro lado tenemos a Acas y a
Josafat quienes en principio sirvieron a Dios y trataron de reformar al pueblo.
En 2 Crónicas podemos observar a distintos reyes tanto de Judá como de Israel. El
objeto de estudio en este artículo es el reinado de Asa, más específicamente se estudiará
las reformas que este rey hizo o trató de hacer en su periodo monárquico. Pero ¿Por qué es
necesario estudiar esto? Las reformas que encontramos que Asa hizo en su gobierno son
un poco controversiales. En 2 Crónicas 14:2 (Biblia Hebraica Sttugartencia) podemos
encontrar la siguiente declaración:

2 ‫ַו ָ֛יַּסר ֶאת־ִמְזְבּ֥חוֹת ַהֵנָּ֖כר ְוַהָבּ֑מוֹת ַו ְיַשֵׁבּ֙ר ֶאת־ַהַמֵּצּ֔בוֹת ַו ְיַג ַ֖דּע ֶאת־ָהֲאֵשׁ ִֽרים׃‬
3 Porque quitó los altares del culto extraño, y los lugares altos; quebró las imágenes, y destruyó los
símbolos de Asera.

En esta cita se observa que Asa hace una reforma espiritual, y quita estos altares de
culto extraño de su reino, también quita los lugares altos, junto con las imágenes y
los símbolos de Asera. Esto sin duda es una declaración inequívoca de un reinado
fiel a Dios. Sin embargo, la situación es diferente un capítulo después a este:
1
‫ְוַ֨הָבּ֔מוֹת ל ֹא־ָ֖סרוּ ִמ ִיְּשָׂרֵ֑אל ַ֧רק ְלַבב־ָאָ֛סא ָה ָ֥יה ָשֵׁ֖לם ָכּל־ָי ָ ֽמיו׃‬ 17

17 Con todo esto, los lugares altos no desaparecieron de Israel, aunque el corazón de Asa fue
perfecto en todos sus días.

1
The Lexham Hebrew Bible (Bellingham, WA: Lexham Press, 2012), 2 Cr 15:17.
¿Podría existir algún tipo de contradicción en estos textos presentados?
Presuntamente podemos concluir que existe en efecto, los textos se contradicen, de hecho
todo índica que así es. Algo similar podemos encontrar en el reinado de Josafat, en 2 Cro.
17:6 y 20:33, nuevamente se puede apreciar una presunta contradicción allí. También se
puede apreciar un patrón, estas contradicciones se dan siempre con “los lugares altos”, pero
¿Cuál es el verdadero significado de esto?
En este artículo se estudiará el contexto espiritual del pueblo antes de los reinados
antes de Asa, se investigaran “los lugares altos” que se mencionan en estos versículos y se
plantearan algunas propuestas de solución para esta presunta contradicción. Finalmente se
concluirá con la propuesta de solución adoptada por la Iglesia Adventista del Séptimo día.

¿Cuál es el contexto del pueblo antes del gobierno de Asa?

En 2 Crónicas 14 podemos apreciar que Asa, gobierna después de su padre, Abias,


el cual en 1 Reyes podemos encontrar que “anduvo en todos los pecados de su padre” y
“no tuvo el corazón puro de David su padre”. Sin duda, Abias termina siendo un rey malo
para el pueblo, un rey que no anduvo en los caminos de Dios. Pero ¿Cuáles son esos
pecados que cometió el padre de Abias?. Roboam, padre de Abias anduvo en malos
caminos como se nos muestra en texto bíblico:
22 Judá hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR; y con los pecados que cometieron,
lo provocaron a celos más que todo lo que habían hecho sus padres. 23 También
se edificaron lugares altos, piedras rituales y árboles de Asera, en toda colina alta
y debajo de todo árbol frondoso.”

Como se puede observar en este pasaje, Roboam, hijo de Salomón, fue un rey que
alejó a todo el pueblo judío. De hecho en el texto podemos apreciar que “Judá” hizo lo
malo ante los ojos de Dios, esto implica que en realidad independientemente del rey, el
pueblo se alejó de Dios, Roboam por otra parte no fue firme en sus reformas y dejo que la
apostasía prevaleciera en su reino.1

1
“Judá hizo lo malo” [1Rey 14:22], Comentario bíblico Adventista, ed. Francis D. Nichol,
trad. Víctor Ampuero Matta (Boise: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 2:799
Se puede apreciar también, que desde ese entonces ya existía la idolatría y también
se hace mención de los “lugares altos” (el objeto de estudio de este artículo). Por
consecuencia podemos afirmar que en el reinado de Abiam, también hubo, tanto los lugares
altos que había dejado Roboam, como nuevos lugares altos construidos en su reinado.

En 2 de Crónicas y 1 de Reyes, Abiam, el rey sucesor de Roboam, también


toma algunas tierras y ciudades de Jeroboam, el reino del sur tiene una lucha constante con
el reino del norte. Abiam, lucha contra Jeroboam y logra quitarle las ciudades de Bet-el,
Jesana y Efraín, los cuales eran pertenecientes al reino del norte, cuya situación espiritual
estaba igual de denigrada o peor. Lo cual podría indicarnos una influencia externa
introducida en un reinado pasado al de Asa.

Dada la situación podemos observar que el pueblo de Judá, el reino del sur, poco a
poco va en dirección a la decadencia, “La valoración teológica es una descalificación muy
genérica: anduvo en todos los pecados que su padre (Roboam) había cometido antes de él
y su corazón no estuvo por entero con YHWH como el de David.”1 El texto sugiere que
Abiam realmente no entrego todo su cuerazo a Dios, esto implica que en cierto momento
estuvo y anduvo con Dios, como podemos observar en la apreciación de su reinado en 2
Crónicas 132. Sin embargo “anduvo en los pecados de su padre”

1
Armando J. Levoratti. Comentario Biblico Latinoamericano, Antiguo Testamento, vol.
[1, 2 Reyes 15:1-8](Navarra, Esp: Ed. Verbo Divino, 2005), 749.
2
Mientras que la historia del rey Abías (que gobernó aproximadamente entre 912 y 911/910
a. C.) ocupa solo siete versículos y medio en el texto fuente deuteronomista (1 Rey. 15:1–
8a), la versión del cronista es mucho más extensa (veinte dos versos y medio). La razón de
esta expansión es que el Cronista alteró por completo la representación de este rey. En
Reyes, Abías se describe como alguien que “cometió todos los pecados que su padre había
cometido antes que él; su corazón no estaba totalmente consagrado a Jehová su Dios, como
lo había estado el corazón de David su antepasado” (1 Reyes 15:3). En Crónicas se
convierte en un líder piadoso que pronuncia un discurso notable a Jeroboam cuando Judá
entra en batalla con el reino de Israel. Y lleva a su pueblo a una gran victoria en esta batalla.
C. Jonker, Louis. 1-2 Chronicles, Understanding the Bible Commentary Series (MI: Baker
Books, 2013), 234.
Por lo tanto la situación en la que recibe el reino Asa es complicada, habían pasado dos
reinados donde había prevalecido la idolatría. Textualmente se nos muestra que en el reino
de Roboam, lugares altos fueron alzados. El pueblo ya estaba contaminado de pecado
mucho antes de la soberanía de Asa. Esto indica que el pueblo estaba arraigado a este tipo
de cultos o adoraciones ilícitos hacia Dios o deidades paganas.

¿Qué son los “lugares altos”?

Para poder estudiar y analizar esta presunta contradicción con respecto a si los
lugares altos fueron quitados o no en el reinado de Asa, primero deberíamos entender a que
se hace referencia al mencionarse estos “lugares altos”. ¿Son simples lugares ubicados en
las alturas, como un monte? ¿Son centros de adoración idólatra? ¿Existían lugares altos
dedicados a YHWH?

La palabra hebrea que se usa para describir estos tipos de lugares, es la palabra ‫ָבָּמה‬,
que transliterada quedaría como bamah. Esta palabra es mencionada pro primera vez en la
Biblia en el libro de Levítico 26:30, cuál menciona que el Señor destruirá los lugares altos
de su pueblo, haciendo referencia a lugares de idolatría y culto pagano. R. H. Harrison
comenta: “La mención de lugares altos (30) parece apuntar a una época en la que los
israelitas ocupaban los bāmôt paganos cananeos y los usaban para la adoración idólatra.”1

La palabra bamah puede tener según el contexto al menos tres connotaciones, como
un lugar alto, como montaña, o montañas antiguas (Ez. 36:2); también como “lugares altos,
campos de batalla, los principales lugares de la tierra dando posesión, victoria, dominio”2
o como lugares de idolatría, de culto que en primera instancia estarían alzadas de manera
casi natural en montañas o montes, pero que luego estarían construidas de manera artificial,
lo cual daría paso a posteriormente convertirse en capillas.3

1
R.K. Harrison. Leviticus,an Introduction y Commentary, de Tyndale old testament
commentaries (Eng, Norton Street: Inter-Varsity Press), 233.
2
Francis Brown, Samuel Rolles Driver, y Charles Augustus Briggs, Enhanced Brown-
Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon (Oxford: Clarendon Press, 1977).
3
Ibíd.
Añadido a esto, Lisbeth. Fried menciona lo siguiente, con respecto a los lugares
altos: El término bamah/bamo't aparece en un contexto de culto 97 veces en la Biblia
hebrea. Es evidente a partir de estos pasajes que los bamo'tare no son sitios naturales, sino
hechos por el hombre. Son "edificados" (cf. 1 Reyes 11:7; 14:23; 2 Reyes 17:9; 21:3; 23:13;
Jer.7:31; 19:5; 32:35; 2 Crónicas 33:3, 19) y son "hechos" (2 Reyes 23:15, 19; Ezequiel
16:6; 2 Crónicas 21:11; 28:25). Pueden ser "derribados" (2 Reyes 23:8, 15; 2 Crónicas
31:1), "quemados" (2 Reyes 23:15) y "retirados" (1 Reyes 15:14; 22:44; 2 Reyes 12:4;
14:4, etc.).1

Algunos aspectos quedan claros para con esta palabra, los lugares altos, estudiados
en su contexto quieren da a entender que son lugares dedicados a la idolatría y a la
adoración a dioses extranjeros. Son lugares fácticos, materiales, que pueden ser destruidos,
quedamos o quitados. Teniendo esto en mente, ¿Podría haber lugares altos dedicados a
Jehová? Por lo que sabemos eran lugares donde se realizan cultos, ¿Por qué no podía usarse
para el culto a YHWH?

Y es que en Levítico y Números, vemos la preocupación de Dios para eliminar estos


lugares inclusive antes de que llegara su pueblo a Canaan, porque eran utilizados para
idolatría. Sin embargo encontramos que estos lugares altos puede referirse también a cultos
a Dios. Un tipo de adoración a YHWH que en primera instancia no estaba conforme a las
instrucciones de Moisés. Pero que antes de la construcción del templo por Salomón era
permitido.2

Esto cultos a YHWH se pueden atestiguar en: 1 S. 9:12, 1 Crón. 16:29, 1 Rey. 3:4.
Sin embargo una vez construido el templo, hubo quienes continuaron con estos cultos,
desobedeciendo a Dios. Esto fue evolucionando poco a poco hasta hacer capillas, tener

1
Esto nos da a entender que los lugares altos para cuando Asa empezó a reinar en Juda, ya
no solo eran lugares naturales, sino artificiales dedicados a idolatria. Lisbeth S. Fried, “The
High Places (Bamot) and the Reforms of Hezekia and Josiah: An Archaeological
Investigation”, Journal of the American Oriental Society, no. 3 (2002) 437- 455.
2
Siegfried H. Horn, “Lugar alto”, en Diccionario Bíblico Adventista del Séptimo Día
(Buenos Aires, Arg: Asociación Casa Editora Sudamericana), 725.
otros sacerdotes y otros ministros. De manera que efectivamente puede haber lugares altos
dedicados ilegalmente a una liturgia mal direccionada a Dios.1

La palabra bamah o lugar alto, puede ser utilizada de diferentes maneras, en


diferentes contextos, pero para objeto de este estudio, lo definiremos como un lugar de
adoración, ya sea idólatra o para Dios, que como bien sabemos, en el contexto del reinado
de Asa, era ilegal. Teniendo en cuenta como primera aparición en el Pentateuco y con
mayor incidencia en los libros de Reyes y Crónicas, vislumbrando un mayor problema de
apostasía y desobediencia a Dios.

Propuestas de solución para esta presunta contradicción

Teniendo presente la definición de bamah, ¿Qué propuestas existen


para solucionar esta aparente contradicción? He logrado identificar tres posibles soluciones
para esta complejidad textual, a continuación trataremos de desarrollarlas y mostraré mi
posición al respecto. No hay una solución definitiva para con el texto, sin embargo hay
propuestas que son aceptables en concordancia a la creencia bíblica.

Hay varias posiciones con respecto a este tema, el que Asa no haya eliminado
completamente los lugares altos en su reinado implica varias posibilidades. Rudolf da
algunas posibles posibilidades, como, (1) Efectivamente los lugares altos no terminaron
siendo quitados por Asa, debido a inconsistencias en su reinado, esto apoyado por
Theodoret, o (2) Los lugares altos que fueron retirados en el inicio del reinado de Josafat
en realidad son lugares altos idólatras, mientras que los que son referenciados en el
versículo 15:17, son lugares de culto ilegal a YHWH esto apoyado por Noordtzij. Estas

1
No sólo las Diez Tribus eran tan tenaces con la religión antigua [o más bien corrompida],
sino también los mismos judíos, de modo que incluso después de la construcción del templo
por Salomón, y a pesar de la ley , Deu. 12 (si esto es antiguo [no se debe tolerar esta
expresión dudosa, ningún creyente en la revelación duda de la antigüedad del Pentateuco]),
erigieron tales santuarios en las montañas cercanas a Jerusalén, y allí continuaron
sacrificando. Wilhelm Gesenius y Samuel Prideaux Tregelles, Gesenius’ Hebrew and
Chaldee lexicon to the Old Testament Scriptures (Bellingham, WA: Logos Bible Software,
2003), 124–125.
pueden ser posibles soluciones, pero debemos tener presente que en realidad este patrón
dado en Asa, también se repite en la evaluación Cronista de otros reyes como Josafat.1

Estas posiciones han sido desarrolladas por diversos autores, apoyando a una u otra
posición, Rudolph presenta dos posiciones de las más relevantes menciona: “Se intenta
eliminar la contradicción diciendo "no" en xv 17 como "no completo" una armonización
ilegal o que las alturas de xiv 2, 4 están relacionadas con los lugares de adoración de los
dioses extranjeros, mientras que las de xv 17 están relacionadas con los santuarios de
Yahvé. Él o alguien añadió más tarde en xv 17 a para mitigar la contradicción con xiv 2
"de Israel", lo que significa aquí el reino del norte; dado que Asa no tenía nada que decir
en el reino del norte, es probable que sea a los lugares en su posesión de la Reino del
Norte (xv 8) pensamiento” 2

Israel, no Judá
En primera instancia esta posición esta basada en el mismo texto, “Con todo
esto, los lugares altos no eran quitados de Israel”(2 Cro 15:17). Se alude que este pasaje
está haciendo referencia a los lugares altos que aún prevalecían en el reino del Norte de
Judá. Pero, ¿Por qué se haría referencia a esto si es que es una evaluación del reinado de
Asa? ¿Por qué se tendría que preguntar con respecto a Israel, si Asa fue el rey de Judá?
Aun así hay quienes apoyan esta posición.
A pesar de que se cree que esta posición es un poco dudoso, esta es la teoría que
más incidencia he encontrado. El Cronista trató de agregar esta palabra “Israel” en
referencia al reino del Norte. Asa no tenía poder ahí, por ello es que en el versículo 15:17
se dice que no logró quitar esos lugares altos, así, con la referencia al reino de Israel, es
como se armonizan los textos que en primera instancia parecían contradictorios. 3

1
El autor menciona dos nombres de teologos influyentes, Theodoret de Cesarea y Maarten
Noordtzij. Raymomd B. Dillard. 2 Chronicle, Word Biblical Commentary (Grand Rapids,
Mch: Zondervan, 2018),15.
2
Rudolph, W. “Der Aufbau der Asa-Geschichte.” VT 2 (1952) 367–71.
3
Edwar L. Curtis, Chronicles and Albert Alonzo Madsen, of The International Critical
Commentary on the Holy scriptures of the Old and New Testaments, ed. Charles Augusts
Briggs (NY: Charles Scribner’s Sons, 1910), 367-368.
En primera instancia esta posición es un poco inconsistente, justamente por las
preguntas al principio planteadas, sin embargo, esta posición ha ido evolucionando y se ha,
de cierta manera mejorando. J. A. Thompson en su comentario Bíblico de 2 Crónicas,
aporta lo siguiente:
A lo largo del reinado de Asa, se puede observar y apresiar al reino del sur
capturando o recuperando reinos de Israel del Norte. Además, las palabras “de
Israel” bien podrían referirse al fracaso de Asa en llevar a cabo sus reformas en
las áreas del norte sobre las cuales ejerció auoridad por un tiempo (cf. v. 8).1

Este aporte a la posición es muy útil, ya que tendría sentido el que se mencionara
Israel en la evaluación del reinado de Asa, debido a que efectivamente hubo ciudades de
Israel que anexó a su reinado. Esto podría también armonizar con el hecho de que a pesar
de ello “el corazón de Asa fue fiel en todos sus días”. Esto quiere decir que Asa tenía
control sobre Judá y cierta parte de Israel, ya que conquisto Bet-el, Jesana y Efraín. De los
cuales no pudo quitar los lugares altos, con excepción de Efraín (2 Cron. 15:8).2

Esta posición termina siendo una de las más probable, la adición de Israel a Judá y
como Asa no logra reformar esas ciudades paganas entregadas a la idolatría. El Cronista
logró distinguir estos contextos, y los lugares altos de Judá (14:2-3), que fueron destruidos
y los lugares altos de Israel, Bet-el y Jesana (15:17).3
Inconsistencia del reinado de Asa
El reinado de Asa duró alrededor de 40 años, esto implica muchos cambios en el
reinado. Esta posición va mucho en armonía con la anterior, en un reinado largo, puede
haber diversos cambios, tanto culturales, demográficos, políticos y también espirituales.
Esto nos indica que en primera instancia podría haber ciertas reformas en todo Judá, al

1
J.A. Thompson, 1,2 Chronicles. vol. 9 de The New American Commentary: An Exegetical
and Theological Exposition of Holy Scripture, ed. E. Ray Clendenen (US: Broadman and
Holman Publishers, 1994), 352.
2
Ralph W. Klein, 2 Chronicles, de Hermaneia – A Critical and Historical Commentary on
the Bible, ed. Paul D. Hanson (US: Augsburg Fortress, 2012) 208-234.
3
Martin J. Selmas. 2 Chronicles, de Tyndale Old Testament Commentaries (EG, Norton
Street: Inter-Varsity Press, 2008), 209.
principio de su reinado, y es que podría ser consistente tomando en cuenta el texto.
El que Asa no haya quitado estos lugares altos atestiguados en el verso 17, y que si
en el verso 14:2, podría implicar que al principio Asa, movido por el amor a Dios, hizo
reformas generales, quitando estos lugares altos. Sin embargo la persistencia de estos cultos
podría llegar a perdurar al final de su reinado. El verso 14:2 podría indicar una reforma
temprana de parte del rey, mientras que el texto presuntamente contradictorio, indicaría un
contexto al menos 30 años después en Judá.1

Quien presenta esta posición como válida y adoptable para la interpretación bíblica
es Raymond B. Dillard, quien menciona lo siguiente:
Dado que 15:17 ocurre hacia el final del reinado de Asa, presumiblemente en
cierta proximidad a su trigésimo quinto año desde el punto de vista del narrador
(15:19), y 14:2 se refiere a las primeras reformas, es posible un período intermedio
de hasta treinta años. Las dos declaraciones podrían entenderse como nada más
que evidencia de la resiliencia de los cultos indígenas que plagaron la historia de
Judá y requirieron una reforma repetida.2

La inconsistencia de las reformas de Asa en su reinado tiene que estar de la mano


del mismo pueblo. El texto menciona que Asa fue recto en su corazón, esto indica que el
pueblo era quien estaba arraigado a la idolatría, esto no implica el quitarle responsabilidad
a Asa. Esta reforma presentada y descrita en el 14:3 no tendría un completo éxito.3 El
pueblo debería estar en constante caída a la idolatría. A raíz de esto, a pesar de la reforma,
siguieron adorando en los lugares altos ilícitos.

Esta posición también va de la mano de la decadencia espiritual que sufriría el


pueblo a finales del reinado de Asa. Sabemos que el corazón de Asa estaba entregado al
Señor, de echo el Cronista hace énfasis en que fue fiel toda su vida. Parece ser que esta

1
J.A. Thompson, 352.
2
Raymond B. Dillard, 2 Chronicles, de The word Biblical Commentary, ed David A.
Hubbard (Grand Rapids, Michigan: Zondervan, 1986), 221.
3
Robert L. Sawye, “2 Cronicas”, Josue hasta Ester, ed. A. F. Harper, Comentario Bíblico
Bacon (MO: Casa Nazarena de Publicaciones, 1965).
aparente contradicción termina siendo una confirmación de una reforma no llevada tan a
fondo.1 Esto podría ser congruente si es que tomamos en cuenta los capítulos siguientes y
vemos el reinado de Josafat. En 2 Crónicas 17:6, podemos observar una nueva reforma de
parte del hijo para la destrucción de lugares altos. Esto nos podría indicar que el reinado de
Asa no fue incisivamente determinante para acabar con la idolatría en el reino.

Esta posición armoniza tanto con la primera como con la tercera posición. Ya que
debemos tener presente que en ninguno de los casos la reforma fue completada, los lugares
altos no terminaron de ser quitados. Podría armoniza tanto con el hecho de que fue quitado
superficialmente en algunas ciudades más de otras no a lo largo de su reinado. La tercera
posición por otro lado trata de explicar el hecho de que los lugares altos, no solo eran
dedicados a la idolatría, sino que también existían lugares altos ilícitos para YHWH. Por
lo que también concordaría con esta posición, ya que habría inconsistencia en la reforma
de Asa. Ya que quitaría los lugares altos idólatras y dejaría los lugares altos ilícitos a
YHWH.2
Lugares altos a YHWH
Los lugares altos, tal como lo vimos en la primera sección, son lugares de culto,
tanto idolatras como para YHWH. En 2 Crónicas 33:15, podemos observar a Manases
quien destruye lugares altos a dioses extranjeros ubicados en la casa de YHWH, dándonos
a entender que estos lugares altos terminan siendo lugares de culto donde se practican
liturgias a ídolos paganos. Esto nos indicaría una muy buena solución para la situación
planteada. Podríamos argumentar que Asa, quien fue el primer rey del sur en efectuar este
tipo de reformas, efectivamente quitó lugares altos, pero los que eran dedicados a la
idolatría, más los dedicados a YHWH quedarían en pie.3

En principio los lugares altos de Israel no eran condenados, ya que era para
adoración de Dios, de echo en 1 Sam 9:12, Samuel ofrece sacrificio en un lugar alto. Sin
embargo, Dios quiso centralizar la adoración por lo cual mandó a construir el templo, que

1
Martin J. Selmas, 215.
2
Matthew Henry, Commentary on the whole Bible, vol. 2 (Joshua to Esther) (USA: Inter-
Varsity Press)
3
Ralph W. Klein, 232.
Salomón edificó. A pesar de esto, el pueblo siguió adorando hasta el final de la monarquía.
Hubo muchas reformas en Judá, Asa, Josafat, Ezequias, Josías; quisieron quitar estos
lugares ilegítimos de adoración.1

Pero, ¿Qué de malo tenía hacer culto a Dios en un lugar alto? Bueno, era una
demostración de desobediencia a Dios y al templo instituido. También había mucha
tentación para con la adoración a dioses extranjeros, como Baal, Asera. Estas si eran
prácticas inmorales totalmente desaprobadas por Dios. Los lugares altos llego a ser
instituido hasta con tradición cananea, la cual era muy difícil de corregir. 2

Antes de la monarquia los altos bāmôt eran considerados legítimos a YHWH. Sin
embargo, durante toda la monarquía los lugares altos llegaron a ser ilegales e ilegítimos, se
condenaba su existencia y su uso. Bill T. Arnold y H.G.M Williamson en el Diccionario
del Antiguo Testamento mencionan los diversos tipos de lugares altos hallados: “El texto
menciona cuatro clases de bāmôt: (1) los bāmôt de Jehová; (2) los bāmôt de los dioses
extraños; (3) los “lugares altos de las puertas”, bāmôt haššĕ ̔ārîm; (4) las “casas de los
lugares altos”, bêt bāmôt. Todos estos proyectos de construcción se condenan.”3

Esta parece ser una de las posiciones más fuertes, con más significado y con más
sentido sobre todo contextual. Esto solucionaría no solo la complicación con el texto en el
reinado de Asa, sino también el texto presuntamente contradictorio en el reinado de Josafat
y la reforma de Josías. Esta posición armoniza también con la posición de la inconsistencia
en la reforma de Asa, ya que inconsistentemente, Asa realiza una reforma superficial en el
reino, dejando aun lugares altos ilícitos a Dios.

Finalmente, la Iglesia Adventista del Séptimo día, adopta esta posición en el Comentario
Bíblico Adventista. Afirma que evidentemente estos lugares altos que fueron quitados de
Judá fueron de idolatría a dioses paganos, mientras que los santuarios no autorizados a

1
R. de Vaux, Instituciones del antiguo testamento (Barcelona: Ed. Herder, 1976), 376.
2
Ibíd, 381.
3
Bill T. Arnold y H.G.M Williamson, “Lugares altos”, en “Historicos de Diccionario del
Antiguo Testamento” (US: InterVarsity Press),1798.
Jehová fueron dejados y reportados por el cronista en 2 Crónicas 15:17. En conclusión, la
reforma no fue dada de manera completa, sino solo superficial.1

Conclusion

Los lugares altos en la era monárquica sin duda fueron de perdición para el pueblo
de Dios, para el pueblo de Judá e Israel. Pocos reyes se percataron de ello, Asa, Josafat,
Ezequías, Josías, trataron de solucionar la idolatría derribando estos lugares altos, sin
embargo nunca terminaban por hacer una reforma completa y profunda para con el pueblo
de Dios.
En 2.ª de Crónicas vislumbramos dos textos que aparentemente demostraban
contradicción. Sin embargo, si bien no hay un consenso para la interpretación de dichos
textos, hay muchas alternativas para poder solucionar esta aparente contradicción. Una de
ellas demostraba que en realidad se trataba del reino del norte, donde no fueron quitados
estos lugares altos y otra que en realidad, durante todo su reinado, Asa no pudo sostener
una reforma constante a lo largo de todo su reino. Tenemos por otro lado, la posición con
la que congenio mucho, por el contexto y su desarrollo. Donde el pueblo adoraba a Dios
en lugares altos ilícitos, cuyos altares no fueron destruidos por el rey Asa, sino solo los
lugares altos de idolatría. Esta ultima posición es también adoptada por la IASD,
demostrada en el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día.

Independientemente de la solución que pueda adoptarse con respecto a estos textos,


siempre observamos el patrón de desobediencia de un pueblo que profesaba ser el pueblo
escogido por Dios. Desobediencia que hoy en día muchas veces reflejamos en la forma de
adoración a nuestro Dios. Se quiere adorar como al hombre le parece correcto y no como
Dios manda en su palabra. Si somos el real sacerdocio de Dios, nación santa, debemos
respetar sus mandamientos y también sus estatutos con respecto a liturgia que encontramos
en su palabra.

1
“Lugares Altos” [2 Cro 14:3], Comentario bíblico Adventista, ed. Francis D. Nichol,
trad. Víctor Ampuero Matta (Boise: Publicaciones Interamericanas, 1978-1990), 3:385

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