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La violencia familiar en época de pandemia

Psic. Andrea Paola Escalante Borjas

Centro de Estudios Superiores en Sexualidad

Módulo: Violencia en la pareja

Maestría en Intervención en Violencia

Mtra. Reyna I. Contreras Canto

Mtra. Glendy Y. Santana Echeverría

10 de diciembre del 2021.

La violencia familiar es el acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a

dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica, patrimonial,

económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo agresor

tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio,

concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho (LGAMVLV, 2007,

pg. 3).

Por lo tanto, la violencia familiar se da cuando hay uso de la fuerza física o moral,

así como omisiones graves. Es decir, son actos realizados por un integrante de la familia

contra otro, atentando contra su integridad, cuando ambos viven en el mismo domicilio y

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tienen relación de parentesco, concubinato o matrimonio. Es importante señalar que los

elementos de dicha definición legal son: la fuerza física o moral, dos miembros de la

familia (relación de parentesco, matrimonio o concubinato), habitan en un mismo

domicilio, se atenta contra la integridad del otro (física, psíquica o ambas) y acciones

reiteradas.

En estos últimos meses, los efectos derivados de la pandemia por el COVID-19

han sido ampliamente estudiados desde diferentes ejes, posturas y temáticas. El encierro,

la restricción de movilidad, la incertidumbre, el estrés y la presión por la situación

económica, la educación a distancia de manera improvisada, entre otros factores, causan

situaciones difíciles para los miembros de la familia en distintos contextos.

De manera particular, el incremento de la convivencia familiar a causa del

confinamiento, ha sido lo más mencionado por los medios y autoridades. Las mujeres son

quienes han sido las más afectadas por las agresiones en el interior del hogar derivado

por la pandemia, sin embargo, hay un importante número de segmentos de la población

que también son víctimas de muchos tipos de violencia. En este caso, es importante

mencionar a los niños, las niñas y adolescentes, personas mayores, personas de la

comunidad LGBTQ y otros más.

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad

Pública, de enero a marzo de 2020 existieron 3,963,866 llamadas procedentes al 911. De

las cuales, las de seguridad representaron 60.68%, de tipo médico 14.16%, de asistencia

12.99%, de protección Civil 6.69%, de otros Servicios 4.59% y de Servicios Públicos

0.88%. (Gómez y Sánchez, 2020, pg. 2).

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Como se puede observar, incrementaron en más de 80% las llamadas y mensajes

de solicitud de apoyo a causa de violencias de género. En el primer mes fueron

asesinadas más de 300 mujeres, niñas y adolescentes que cohabitaban con su agresor.

La pandemia por COVID-19 ha aumentado las brechas de desigualdad entre

hombres y mujeres y ha mostrado que el confinamiento incrementa la violencia contra las

mujeres, niñas, niños y adolescentes; miles de mujeres vivieron el confinamiento con

miedo.

En México las violencias que se ejercen dentro de casa contra las mujeres han

sido invisibilizadas por parte del Estado, viéndolas desde una perspectiva totalmente

carente del enfoque de género y derechos humanos. Al contrario, se han abordado desde

la “fraternidad”, haciendo declaraciones que preocupan y que perpetúan no solo la

impunidad sino la naturalización de las violencias hacia las mujeres, niñas y niños,

ignorando datos oficiales que señalan que 40% de los feminicidios se cometen en los

hogares de las víctimas (INEGI, 2020), siendo estos unos de los espacios más inseguros

para estos grupos.

Lo anterior refleja que la violencia familiar no está en cuarentena, al contrario, se

han recrudecido en el contexto de confinamiento provocado por la contingencia sanitaria.

Esto nos conlleva a llamar la atención sobre esta violencia, que requiere de

protocolos discretos de prevención e intervención para penetrar en el ámbito familiar

desde la óptica de fortalecer relaciones sanas intrafamiliares, de resolución de conflictos,

inteligencia emocional en la familia, con aplicación de estilos de comunicación asertiva,

que permita generar respeto, comprensión e interacción social desde la perspectiva de la

armonía familiar y social.

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Es necesario sacar provecho a la pandemia, para intervenir en la sociedad desde

su núcleo principal sin violar su intimidad y dinámica familiar, pero si para fortalecer la

tolerancia y apropien los valores emocionales de familias sanas que harán fuerte a una

sociedad, permitiendo superar las adversidades actuales.

El trabajo articulado de las instituciones, se deben desarrollar para fortalecer la

atención desde los diferentes enfoques de protección, prevención, atención y justicia

como garantes de derecho.

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Referencias bibliográficas

Gómez y Sánchez. (2020). Violencia familiar en tiempos de Covid. Mirada

Legislativa, 2.

Ley General De Acceso De Las Mujeres A Una Vida Libre De Violencia

(LGAMVLV] Artículo 6. 1 de febrero de 2007 (México, D.F.).

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