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CONSTITUCIÓN E INSTRUCCIÓN CÍVICA

DEMOCRACIA Y LAS ADOPCIONES HOMOPARENTALES

TUTOR:
LADY ANDREA BELTRÁN CÁRDENAS

ESTUDIANTE:
JENNIFER ISABEL LÓPEZ PIZA – COD: 100315544

INSTITUCIÓN UNIVERSITARIA POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO

FACULTAD DE INGENIERÍA, DISEÑO E INNOVACIÓN
02 DE MAYO DE 2023
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INTRODUCCIÓN

La importancia de convocar un referendo es con el fin del que el pueblo sea quien decida, para que
se tengan en cuenta las minoría de lo contrario sería inadecuado y anti democrático; Pues por más
que la regla sea democrática no por eso se pueden violar los derechos de quienes numéricamente
no tienen la posibilidad de imponerse las transformaciones jurídicas y sociológicas que ha sufrido
la constitución e integración de la familia así como los factores internos y externos que han
dificultado el identificar qué es la familia y quiénes la integran, así como su regulación y
preservación en el contexto nacional e internacional.
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¿El referendo sobre la adopción homoparental es o no es democrático?

La propuesta resulta inconstitucional e inconveniente pues aspira emplear un mecanismo de

participación ciudadana para incorporar un texto que desconoce derechos fundamentales de
personas cuyas condiciones y situación se encuentran protegidas por la Constitución.
Este planteamiento me parece acertado ya que no se puede someter a la elección de la mayoría, la
determinación delimitar un componente esencial de los derechos fundamentales. Si bien es cierto
que la democracia tiene que ver con la imposición de las mayorías, no puede ser delimitada
únicamente a través de esta propiedad pues hacerlo nos podría llevar a incurrir en la dictadura de
la mayoría lo cual es absolutamente antidemocrático. Es decir, no es aceptable que la mayoría se
imponga en contra de la minoría e incluso de sus intereses, ahí es donde un procedimiento
democrático como el de la elección de la preferencia mayoritaria deja de ser democrático.
Entonces, bajo el concepto de igualdad comprendido como uno de los principios de la democracia
todos los seres humanos somos iguales, tanto dignos como valiosos; Nadie es mejor que otro y
todos debemos recibir el mismo trato ante la ley.

Cabe señalar también que, dentro de los principios democráticos, es un valor democrático defender
la libertad de pensamiento, de conciencia, de autonomía y de expresión que se encuentra
consagrado en el artículo 19 de la Declaración Universal de los derechos Humanos de 1948. Todos
tenemos la potestad de realizar nuestra vida acorde a lo que creemos sujeto a el marco del derecho
y de la defensa de los derechos de los demás y del principio de no generar daño en sí mismos ni
en otros. En este orden de ideas la orientación sexual de un individuo concierne solo a su
esfera privada y en ella ni el estado ni la sociedad tienen cabida.
En eso consiste la autonomía, en esa facultad que posee cada persona, para hacer elecciones tomar
decisiones de su vida, sin que este determinado a la tutela de alguien además de sí mismo. Sin
embargo, cuando se trata de un menor de edad la Constitución y la ley señalan que el sujeto debe
estar en una condición de tutela por parte del Estado y la sociedad. No obstante, es preciso
reconocer que el estado o la población solo pueden operar la acción unipersonal si dicha acción
genera un perjuicio inevitable, y no en el caso de un daño contingente. En efecto, según lo
demuestran estudios científicos realizados por instituciones y entidades reconocidas por su
idoneidad en la pediatría, en la psicología, psiquiatría y seriedad (Sic); la convivencia entre
menores y parejas homoparentales no afecta su desarrollo físico, mental o emocional, pues por un
lado tal situación no tiene ninguna incidencia significativa en la identidad de género de
los menores y, por otro, tampoco tienen un impacto negativo en el comportamiento general de los
niños.
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De modo tal que, por medio de la adopción homoparental, se ampliaría la posibilidad de garantizar
el derecho al menor a crecer, recibir educación, a recibir amor, afecto y apoyo dentro del seno de
una familia, con los mismos derechos que existen entre las familias unidas por lazos de sangre sin
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haber diferencia alguna. Por el contrario, este proyecto pretende limitar los derechos de los niños
al restringir arbitrariamente las posibilidades de materialización del derecho a la familia; Además
de desviar al país de uno de los principios fundamentales, consagrados en la Carta Política de 1991,
referente al pluralismo, al pretender negarle el derecho de adoptar, a grupos tradicionalmente
discriminados; aun sabiendo que es la misma democracia quien supone el reconocimiento de esa
pluralidad. En ese sentido negaría la posibilidad de construir en medio de la variedad, un espacio
de vida pacifico en donde sea posible reconocer y respetar la diversidad de lo que somos los seres
humanos.

Analizando y comparando las columnas de opinión de Carlos Gaviria y Viviana Morales se podría
identificar lo siguiente: ¡La adopción, una controversia en el Marco jurídico en Colombia! Una de
las partes, pretendía llevar a las urnas al pueblo colombiano, para que se decidiera cuáles serían
los parámetros que el estado debía tener en cuenta, a la hora de entregar a un menor en adopción,
la contra parte, estuvo en total desacuerdo porque creía que realizar un referendo era impertinente.
Por lo tanto y en mi concepto, estas argumentaciones nos llevan a entender que la democracia es
la acción más importante en un país, y si nos dan la oportunidad de ir a las urnas para aprobar algo
tan significativo para el futuro de nuestros niños, no se debería desaprovechar o verlo como
insignificante para nuestro interés. La adopción un tema tan importante, que no solo puede debatir
entre los altos magistrados de la Corte Constitucional de Colombia, en mi opinión; los colombianos
podemos tomar la mejor decisión para que nuestros niños y adolescentes desamparados, sean
protegidos y criados por una familia, las creencias religiosas efectivamente juegan un papel
importante, y como Católico que soy, me importan y defiendo los derechos de los niños; pero ir a
las urnas no va en contra de ningún derecho, es más nos dan la oportunidad de que exista y
disfrutemos de la democracia, que desafortunadamente en algunos países este término no existe.
Las personas que tiene orientación sexual hacia el mismo género han luchado durante muchos
años, para que se respeten sus derechos, y no deberíamos pensar en si es correcto o no dar en
adopción a un niño a una pareja homosexual, se debería pensar en lo importante y satisfactorio que
sería para el niño el tener un hogar, y ser amando.
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Conclusiones

Teniendo en cuenta que, según la constitución política de Colombia, la igualdad y la dignidad son
derechos fundamentales, en definitiva, si un derecho fundamental está en manos de la decisión de
la mayoría, dejaría de ser fundamental; por esta razón se concluye que el referendo no es un
mecanismo democrático para definir la adopción homoparental, ya que no se puede someter a voto
popular los derechos de las personas. De acuerdo con la tesis central planteada en este ensayo
se concluye que; En definitiva, No hay nada más contrario a la democracia que el aval de
absolutismos ideológicos que cohíben la pluralidad de pensamiento y expresión, así mismo
constituye un engaño a los principios democráticos de igualdad, libertad y respeto en los que
descansan los pilares del Estado colombiano. Se abriría un riesgoso acceso en el futuro para que,
utilizando cualquiera de los mecanismos de participación ciudadana previstos en la Constitución,
se afecte el reconocimiento de los derechos que históricamente fueron alcanzando las minorías en
Colombia.