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Desde el punto de vista del bien jurídico protegido, es necesario señalar que este tipo de delitos
protege la vida humana, entendido como el principal bien jurídico a proteger (art. 19 número 1 de la
CPR), considerando a la vida desde sus diversas formas (dependiente, e independiente).
Al proteger a la vida, cabe preguntarse desde cuándo y hasta cuando el Derecho Penal debe
intervenir, teniendo presente los diversos avances en la ciencia para considerar el momento preciso
en que comienza la vida, y a su turno, cuando ella termina (ejemplo muertes cerebrales).
Clasificación.
Delitos contra la vida independiente.
1. Homicidio simple: figura base o residual art. 391 número 2 2.
Homicidio calificado: art. 391 número 1.
3. Parricidio Art. 390.
4. Femicidio art. 390 bis
5. Femicidio en razón de género 390Ter.
Homicidio simple.
La figura base es el homicidio simple. Será simple cuando no cumple con los otros tipos penales ya
sea agravadas o calificadas, será homicidio simple cuando no es ni parricidio, ni femicidio.
Requiere que se configure el verbo rector de “matar a otro sin que concurran los elementos que
configuran los delitos de parricidio, homicidio calificado e infanticidio”. Cuando hablamos de esta
figura, nos estamos refiriendo a la forma más básica, siendo la forma residual o base, frente al resto
de ellas.
Este se configura por una sola acción, esto es la de “matar a otro”, por lo que es indiferente para la
configuración de este tipo penal los medios empleados para cometerlo (si hay elementos especiales,
tipificados expresamente por la ley, ya no estamos en la figura básica, sino que enotro ilícito,
ejemplo matar a alguien por medio de veneno, sería un homicidio calificado).
Se debe señalar que es igualmente indiferente emplear medios físicos omorales (como en los
supuestos de autoría mediata, sin embargo, se debe señalar respecto a este tipo de autores, que el
agente debe poder encausar su génesis y consecuencias, de lo contrario, se atravesaría más allá del
umbral de lo imputable objetivamente).
Hay otras en formas de matar una persona, formas que constituyen formas de ejecución mas
gravosas y que por ende el legislador las sanciona mayor pena las que se denominan homicidio
calificado. En el homicidio calificado al igual que el homicidio simple, predomina el verbo rector de
“matar a otro”. Entonces la diferencia con el homicidio simple seria si yo mato a esa persona
mediante formas establecidas por la ley o legislador considere mas gravosas que matar a una
persona de manera simple o común.
En general la teoría del delito queda corta para algunos delitos que no son de la misma forma
comisiva que el homicidio. El homicidio que se estudia para la teoría del delito son delitos de
resultado pero se puede encontrar con otras formas comisivas. Dentro del iter criminis, entre la
ideación y ejecución. Entonces será homicidio calificado porque la ley, el codigo penal establece
calificantes.
Las calificantes del art. 391 del cp. Son similares a las agravantes del art.12 numerales 1 a 5.
Entonces siempre surge esta pregunta.
¿Se puede aplicar una agravante y una calificante al mismo tiempo?
Por ejemplo matar a una persona por medio de veneno es una forma alevosa de matar. Art. 391
numeral 11 circunstancia tercera. ¿se podrá aplicar a su vez el 12 numero 1?
Articulo 12 numeral 1 “cometer delito contra las personas con alevosía, entendiéndose que la hay
cuando se obra a traición o sobre seguro”
El veneno es una forma alevosa de matar, por que en fondo cuando se utiliza el veneno o traiciono o
seguro el resultado. Se dan estas circunstancias calaficantes por un lado y agravantes por otro lado.
Significan que en conjunto.
¿Por qué no se puede valorar una misma circunstancia?
Puede ser por el principio in dubio pro reo o por la pena propiamente tal, ya que el homicidio
calificado es una pena mas alta que el homicidio simple y seria agravar el homicidio simple cuando
el homicidio calificado ya es una mayor penalidad. Con el homicidio calificado se puede llegar a
presidio perpetuo incluso.
El concepto de homicidio exige “matar a otro”, esto hace referencia a que la acción realizada por el
sujeto activo derive necesariamente en la muerte de la víctima, resultado que debe contrastarse en la
realidad material, puesto que, de no producirse la muerte, eventualmente esta figura sería
desplazada a otra, como por ejemplo el delito de lesiones.
Acción y omisión.
El verbo rector de este delito permite que se realice tanto por acción como por omisión, la cual es
penalmente relevante cuando se encuentra acompañada de una posición de garante.
Sujetos.
Al ser un delito de carácter común, admite que cualquier persona pueda ser sujeto activo y sujeto
pasivo. Se debe señalar, que el sujeto pasivo debe ser una persona distinta a la del sujeto activo,
(sino, sería un suicidio)
Dolo en el delito de homicidio
Para la existencia del delito de homicidio, el sujeto activo debe realizar acciones dirigidas a ese
resultado, por lo que éste debe querer o al menos representarse el resultado de muerte, es decir debe
tener la intención específica de matar, pudiendo esta intención tomar distintas modalidades (dolo
directo, indirecto y eventual)
La situación de la intencionalidad es distinta en el caso del homicidio por omisión, en el cual el dolo
no exige una parte volitiva, sino que se satisface con su fase cognitiva, esto es, no es necesario que
la persona sobre la cual pesa el deber de garante quiera que se produzca el resultado de muerte,
bastando con que éste tenga conocimiento del peligro en que se encuentra la persona que debe
proteger para que su omisión tenga carácter de dolosa.
Homicidio Calificado.
Esta figura tiene una penalidad mayor que el homicidio simple, puesto que, debido a las
circunstancias que lo rodean merece una mayor reprochabilidad por tratarse de formas
particularmente odiosas.
Este delito se configura al igual que el homicidio simple por la acción de matar a otro, pero se
diferencia de este último, ya que debe cumplirse con alguna de las hipótesis restantes que exige el
art. 391 numero 1.
Se trata de un delito de hipótesis múltiple que, si bien tiene grandes similitudes con el homicidio
simple, no puede considerarse como una figura agravada de este, por lo que no es posible utilizar la
misma circunstancia para configurar homicidio calificado y, luego emplearla para agravar la pena
que le corresponde, ya que contraviene el art. 63 C.P. (también el principio de non bis in idem).
¿Cuáles son estas circunstancias?
1) Alevosía:
Se puede decir que es una forma traicionera de matar.
No se encuentra definido en el art. 391 circunstancia primera pero varios autores se dirigen a la
definicios del art. 12 numeral 1. Actuar a traición o sobre seguro.
Actuar a traición es básicamente es aprocecharse para cometer el delito de homicidio de una
circunstancia personal de confianza que existe entre el autor y la victima. Por ejemplo yo cito a una
persona a mi casa y la voy a matar pero no sabe que la voy a matar ya sea por vincula de amistad o
trabajo.
Actuar sobre seguro cuando existe una situación de indefensión de la victima, que es conocido y
aprovechado por el sujeto activo y en esa circunstancia comete la conducta dolosa de matar. Por
ejemplo si voy de espalda y me ejecutan con arma de fuego.
Este artículo no define lo que debemos entender, pero teniendo en cuenta una visión sistemática del
Cp., podemos señalar que se entiende por Alevosía “cuando se obra a traición o sobre seguro” (de
acuerdo al art. 12 numero 1 Cp).
Se obra a traición en circunstancias en que el autor oculta su verdadera intención, de manera que se
crea una relación de confianza que permite al sujeto activo actuar sin peligro para el. Esta confianza
puede tener origen tanto en las relaciones que ambos sujetos ya tenían, o en conductas desarrolladas
por el autor con ese fin.
El actuar sobre seguro importa la creación o aprovechamiento de circunstancias materiales que
aumentan la indefensión de la víctima, o que permiten al autor realizar la conducta homicida sin
riesgo para sí mismo, ya sea evitando la posible reacción del sujeto pasivo o por medio de la
distracción de terceros que lo tiene a su cuidado, de modo que queden imposibilitados de socorrer a
la víctima.
Lo que determina la concurrencia de esta calificante consiste en si al autor, tanto si obra a traición
como sobre seguro, actúa de esta manera para asegurar el éxito del delito o su impunidad, aun
cuando los riesgos no hubieren sido completamente descartados.
Cabe señalar que en presencia de un homicidio alevoso, no basta con que el autor crea que esta
actuando de manera tal que los riesgos para su persona se ven disminuidos, es necesario que las
circunstancias efectivamente le otorguen seguridad en su actuar, además, el autor debe haber creado
o aprovechado tales circunstancias de modo tal que la víctima se viera en una especial situación de
indefensión con respecto a su agresor.
2) Premio o recompensa remuneratoria
Premio o recompensa remunearia o cualquier otro medio de animo de lucro Claro
ejemplo del sicario.
Esta calificante, implica matar a otro por lucro, lo cual se refiere a la existencia de una
contraprestación económica por la realización del delito, que, a la vez, es el motivo de su comisión.
Ahora bien, el Código refiere a una “promesa o recompensa”, lo que quiere señalar que esta puede
ser entregada antes de la realización del hecho o simplemente quedar convenida sin que sea
relevante el cumplimento del pago prometido, siendo relevante solo la existencia del acuerdo entre
aquel que comete materialmente el delito (autor material), y aquel que lo ordena (autor inductor o
mandante).
Este acuerdo según lo señalado por la doctrina mayoritaria, debe ser en sentido económico, por lo
que se excluirían aquellos que se dan en razón de otros factores, como lo serían los favores sexuales
por ejemplo.
Al mandante o autor intelectual o el autor mediato o inductor, tenemos dos opciones, la primera no
se le aplica y la segunda y ambos se le aplica al autor directo y al autor inductor
El motivo del autor directo es matar
Este tipo de homicidio requiere la existencia de 3 sujetos: el autor material, el autor inductor y el
sujeto pasivo o víctima.
La doctrina se pregunta si tanto al autor material como al inductor les es aplicable la calificante,
cuestión que no es pacifica:
Parte de la doctrina se inclina en pensar que, ya que la ley no distingue entre ambos, corresponde
aplicar la calificación a ambos. En esta línea, se estaría en presencia de una figura plurisubjetiva en
la que la conducta de ambos es necesaria, por lo que tanto la conducta del sicario como la del
mandante integran el tipo penal.
Politoff, Matus, Ramírez, defienden esta tesis, señalando que ambos tienen el dominio del hecho y,
por lo tanto, podrían evitar el resultado, lo que convierte a ambos en coautores del delito y no en
simples participes.
Otro sector de la doctrina, en la cual se encuentra Etcheberry, estima que no es posible aplicar la
calificante al inductor de este delito, ya que el Código señala que debe actuar por premio o promesa
remuneratoria, siendo esta expectativa la que motiva el delito, lo cual no podría transferirse al
mandante toda vez que el no actúa por el beneficio, sino que lo ofrece.
3) Veneno.
Esta calificante no es igual a la del art. 12 número 3, y se diferencian, en que la agravante exige que
el medio por el cual seco mete el delito contenga la posibilidad de causar estragos, o dañar
apersonas distintas del sujeto pasivo del delito.
El veneno es una forma alevosa de matar --
En la calificante se trata de cualquier sustancia que en poca cantidad, pueda causar la muerte o al
menos daño importante en la salud de la víctima, por lo que cualquier sustancia podría considerarse
veneno, aun cuando para el común de las personas se tratara de un factor inocuo como lo sería el
azúcar para un diabético..
No hay diferencia en cuanto así el daño se produce de forma mecánica o por efectos químicos, lo
importante es el efecto nocivo que pueda ocurrir.
El veneno encuentra su justificación como calificante, ya que se trata de un medio particularmente
insidioso, pues el envenenamiento supone riesgo, para aquel que investiga el delito, ya que
eventualmente no se podría descubrir lo que causó la muerte (ocultando el homicidio), así como a
insidia empleada por el agente, que en concreto se materializa en la indefensión que padece el sujeto
pasivo, que desconoce que esta siendo envenenado.
Esto ha generado que cierto sector de la doctrina considere al veneno como una forma alevosa de
homicidio (Politoff, Matus Ramírez), sin perjuicio de lo cual Garrido Montt, señala que el veneno es
independiente como calificante de la alevosía, ya que no considera al elemento insidioso como
fundamental (veneno), y a su vez el temor social que provoca el empleo de veneno, que complejiza
la determinación de si la muerte fue fruto de un delito o no.
4) Ensañamiento.
La calificante quinta del art. 391 se diferencia del 12 número 4, en que esta última supone la
realización de otros males, mientras que la calificante supone un aumento del mal que naturalmente
conlleva todo homicidio y la modalidad de comisión utilizada por el agente.
El aumento de dolo a que se refiere la calificante supone de condiciones tanto objetivas como
subjetivas.
En primer lugar el dolor debe aumentarse de tal forma que alcance de forma objetiva la calidad de
inhumano, suponiendo así un nivel de crueldad en la comisión que aumenta considerablemente la
reprochabilidad de la conducta homicida del agente (cuestión que debe ser realizada por el Juez,
tomando en consideración las circunstancias concretas del hecho).
En segundo lugar, un aspecto de orden subjetivo se manifiesta en el empleo de la palabra
“deliberada”, es decir, no basta con la sola ocurrencia fortuita de una condición que aumente el
dolor de forma extrema, o que se deba a la impericia del autor al momento de ejecutar el acto, por lo
que este aumento de dolor debe ser pretendido por el sujeto activo, sabiendo y queriéndolo, cuando
ejecuta la acción homicida.
5) Premeditación conocida.
Esta calificante es criticada por la doctrina, principalmente por la complejidad que implica
determinar sus contornos o contenido con precisión, debiendo señalar por ahora, que la
premeditación solo es aplicable a los delitos contra las personas, y en especial al homicidio.
La premeditación es la reflexión que se ha hecho del hecho delictivo por parte del autor, definición
que ha construido la doctrina, ya que no está definido en la ley.
¿Cómo se determina su contenido?
Algunos autores hablan de criterios o factores cronológicos para determinar la mayor
reprochabilidad del sujeto activo, esto es que la intención de cometer el homicidio perdurara en el
tiempo, de manera tal que hubiera una mayor deliberación en cuanto a su comisión.
Problema ¿Cuánto tiempo se requiere para que se configure la agravante?
Otros autores hablan de un criterio psicológico, pero sin prescindir del factor cronológico, y existiría
la premeditación siempre que, junto con la mantención de la intención delictiva en el tiempo,
concurriera una “frialdad de ánimo” en el sujeto activo, en el sentido de que éste pudiere juzgar y
planificar los medios por los cuales se cometería el delito
Finalmente la premeditación debe ser “conocida”, para esto la doctrina ha entendido que debe
probarse por un medio distinto al de la confesión.
Aspecto subjetivo en el homicidio calificado
Este tipo de ilícito requiere, teniendo presente la concurrencia de calificantes para que se configure,
la presencia de dolo directo, por lo que se descartan figuras en las cuales concurra culpa.
¿Dolo eventual?: A mi juicio es plenamente aplicable en el caso del veneno.
Concurrencia de múltiples calificantes o calificantes y agravantes
¿Pueden concurrir múltiples calificantes?. A nuestro juicio si es perfectamente posible (ejemplo
premeditación- veneno, alevosía, ensañamiento). El problema surge en cuanto en a que una sola de
ellas basta para que se configure el tipo penal, por lo que se pregunta la doctrina ¿Qué ocurre con la
otra que eventualmente concurra?.
La doctrina ha resuelto el problema señalando que al ser el homicidio calificado un delito de
hipótesis múltiple, cuando concurre más de una calificante, todas mantienen dicha calidad, por lo
que ninguna puede ser apreciada al mismo tiempo como agravante, sin perjuicio que se tomen en
cuenta para la determinación de la pena de acuerdo al art. 69 Cp. La postura anterior también
encuentra su fundamento en el art. 63 del Cp., el cual se refiere a que las agravantes que son
elementos del tipo, no se consideran agravantes.
¿Pueden concurrir calificantes y agravantes?.
(Artículo 12 número 1 a 5 y calificantes)
La mayoría de la doctrina ha estimado que no es posible aplicar calificantes y agravantes en el caso
en particular, ya que atenta contra el principio de non bis in idem.
PARRICIDIO Y FEMICIDIO.
La ley 21212 que entró en vigencia el 4 de marzo de 2020, vino en modificar el tratamiento que
tenían los delitos de parricidio y Femicidio, agregando nuevas circunstancias por las cuales se
entiende configurado el delito de femicidio. Hasta antes de esta ley, Femicidio y parricidio
compartían los mismos requisitos para que se configuraran, hoy en cambio, agrega otro tipo de
relaciones (como por ejemplo sentimentales y sexuales sin convivencia) y motivaciones (femicidio
por razones de género) en el sujeto activo que de existir, harían aplicable este tipo penal. A su turno,
establece una serie de circunstancias agravantes.
El parricidio castiga a quien mata, conociendo las relaciones que lo ligan a su padre, madre o hijo
(después de las 48 horas de nacido), o a cualquier otro ascendiente descendiente, o a quien es o ha
sido su cónyuge o conviviente.
• Si la víctima es o ha sido la cónyuge o conviviente del autor, el delito tendrá el nombre de
femicidio.
• El bien jurídico protegido, al igual que en el resto delos homicidios ya tratados, es el de la
vida independiente, pero de ciertas personas que ocupan ciertas calidades o estados respecto
del agente y que se encuentran expresamente tipificadas en el art. 390.
Sujetos.
Al ser el parricidio un delito de resultado, se requiere que se verifique la muerte del sujeto pasivo
para que el delito se encuentre en grado de desarrollo de consumado, siendo necesaria una especial
cualidad de la víctima, para configurarse, que son elementos típicos del delito, por lo que se
considera al parricidio como un delito especial impropio.
En cuanto al sujeto pasivo, la doctrina ha distinguido 3 grupos de ellos, a saber:
1) Consanguíneos en línea recta: esto se entiende en la expresión “padre, madre o hijo (después
de las 48 horas de nacido), o a cualquier otro ascendiente o descendente”. Si bien es cierto
que el Código no lo señala, la doctrina ha sido conteste en señalar que las relaciones por
afinidad se encuentran excluidas en este tipo de delitos, teniendo presente la redacción
misma de la norma.
¿Qué sucede en relación con el adoptado?
La mayoría doctrina ha entendido que excluye al adoptado del alcance del tipo penal, toda vez que,
sostiene la doctrina, lo que pretende proteger el legislador en el tipo penal, son los vínculos de
sangre dados por la naturaleza, por lo que no tiene sentido incluir a la adopción por razones obvias.
INTERPRETACÍÓN ERRÓNEA.
A mi juicio la interpretación es errada, ya que lo que pretende el legislador es proteger las relaciones
de parentesco, no solo sanguíneas, sino que también aquellas que se generan por un vínculo
reconocido legalmente como lo serían las relaciones conyugales o de convivencia.
2) Los que se encuentran unidos por vínculo matrimonial: Se debe señalar a este respecto que
el matrimonio se posiciona como un elemento normativo del tipo, el cual debe probarse por
las formas prescritas por las normas civiles.
3) Convivientes: La ley no define que es la convivencia, la doctrina ha desarrollado un
concepto al señalar que es la unión de carácter fáctico que se orienta a la creación de una
vida en común, la cual debe ir acompañada de una cierta estabilidad a través del tiempo, y
además de ser patente o notoria.
¿PARRICIDIO POR OMISIÓN?
La doctrina discute aquello. Politoff, Matus, Ramírez, señalan que no es posible cometerlo por vía
de omisión, ya que las relaciones de parentesco que pretende proteger, serían fuentes que generan la
posición de garante, por lo cual no podría ocuparse nuevamente para agravar y aplicar una mayor
penalidad, ya que infringiría el principio del non bis in idem.
Garrido Montt sostiene que dicho argumento carece de lógica, puesto que la relación entre el agente
y la víctima en la figura de parricidio no es una agravante del tipo, sino que es, en definitiva, parte
del tipo penal, agregando que es distinto la obligación civil de actuar que tiene origen en un contrato
o en la relación parental, en lo cual no interviene la ley penal, y el estado civil mismo como hecho
verificable que conforma el elemento normativo del tipo, por lo que no habría violación al principio
de non bis in idem, porque la fuente de atribución de la muerte al agente incide en la violación del
deber civil que tenía de actuar , no habiendo por tanto una doble valoración penal.
FEMICIDIO
Como se señaló previamente, hasta antes de la reforma de la ley 21212, femicidio y parricidio
compartían los mismos elementos para que se configurara el tipo, variando solo en su nomenclatura
cuando la víctima era o fue la cónyuge o conviviente del autor.
Con la regulación actual podemos distinguir los siguientes tipos de femicidio:
1) Femicidio propiamente tal.
2) Femicidio por razones de relaciones previasya sean sentimentales o sexuales.
3) Femicidio por razones de género.
El inciso segundo del art. 390 Bis señala que “La misma pena se impondrá al hombre que matare a
una mujer en razón de tener o haber tenido con ella una relación de pareja de carácter sentimental o
sexual sin convivencia
En este caso, se repite al igual que el inciso primero el sujeto activo esto es el hombre, la diferencia
radica en el sujeto pasivo, esto es ya que sería la mujer con la cual tuvo una relación de carácter
sentimental o sexual sin convivencia, ejemplo de ello sería un “pololeo”, o encuentros sexuales
casuales. Se debe tener presente que para aplicar este tipo penal el hombre debe tener como
motivación cualquiera de estas circunstancias.
Será materia probatoria acreditar aquello, lo cual seguramente será dificultoso, ya que requerirá
acreditar tanto la motivación (fuero interno) y la relación sentimental o sexual.
Sujetos:
Sujeto activo: padre, madre, ascendientes (abuelos)
Sujeto pasivo: hijo y descendiente, no pudiendo tener más de 48 horas de nacido (después del
parto).
Tipo subjetivo: Requiere siempre dolo directo, también al igual que el parricidio se acepta la figura
del dolo eventual.
Según Garrido Montt, no cabe la comisión de un infanticidio por vía culposa.
Tipo objetivo: La imposibilidad de individualizar al autor del homicidio es una condición esencial
de esta figura, siendo esto una condición objetiva de punibilidad.
A lo anterior se debe unir que esta muerte se produzca en el contexto de una riña o pelea. Etcheberry
señala que una riña es un acontecimiento reciproco que surge mas o menos de forma espontanea y
repentinamente entre 2 o mas personas
Tipo subjetivo: Dolo directo con doble intencionalidad, por una parte debe existir intención de
participar en la riña y por otra la de lesionar a la víctima.
Se excluye la culpa en este tipo de ilícito.
Iter criminis: Para Garrido Montt, solo puede presentarse el delito en su fase de consumación, lo
cual hace imposible apreciar fases imperfectas de ejecución.
En chile existen situaciones complejas que mercen ser analizadas por ejemplo situaciónes de niñas
de 12 años que quedan embarazasas y abortan.
Son situaciones excepcionales, como bastante compresible las dos opciones. La discusión esta si le
damos la libertad de hacer sin existir una penalización .
En el aborto debe haber un dolo directo en el curso causal.
Para que entendamos en inicio y fin de la vida. El tema de la droga no es la salud publica porque ya
el país esta inundado con droga va ser difícil retrocederlo y es un fenonemo no salamente nacional
sino que mundial, el foco es transversado a personas que cohiban con autores que trafican droga.
Sin entrar en el trasfondo de que si la mujer es dueña o no de su cuerpo. La legislación estatal y
poder legislativo que tienen es propender a que las personas tomen desiciones en libertad. Porque si
el estado o el organismo estatal el que toma la decisión por las personas será cuestionara si es una
especie de interdicción que no es capaz de tomar decisiones por si mismo o requiere que alguien
intervenga y tome nuestras decisiones. En todo tipo de ámbito.
Se señala este punto que el estado puede intervenir en esto de tal manera que puede señalar
penalizar el aborto
CONCEPTO DE ABORTO.
El CP., no define lo que es aborto en el art. 342 y ss., sin embargo la doctrina ha desarrollado un
concepto aceptado de aborto al señalar que “es la interrupción del proceso de gestación mediante
la destrucción o muerte del producto de la concepción dentro o fuera del cuerpo de la mujer”
(Garrido Montt).
Para que se configure la doctrina ha señalado que debe existir una destrucción del feto y la
expulsión anticipada de éste desde el vientre materno.
Clasificación.
1. Voluntarios.
a. Autoaborto.
a.1 Aborto honoris causa
b. Consentido.
b.1 causado por terceros.
b.2 Causado por motivo facultativo “abusando de su oficio”
2. No voluntarios
a. Con violencia.
b. Sin violencia.
c. Sin el propósito de causarlo.
1.- Aborto Voluntario o autoaborto: Es aquel que se configura cuando la mujer, fuera de los casos
permitidos por la ley, se lo ha provocado por ella misma (art.344 inc.1 Cp.)
2.- Aborto Voluntario o consentido: Es aquel se configura cuando la mujer, fuera de los casos
permitidos por la ley, ha consentido en que se lo provoquen (art. 344 inc.1, segunda parte Cp.).
En ambos casos el elemento central es el consentimiento de la mujer en causarlo (fuera de los casos
permitidos por la ley), éste debe ser de forma libre (esto es sin vicios y sabiendo que significa dicho
acto), y expreso, esto es, mediante palabras o por medios de hechos concluyentes. Politoff, Matus,
Ramírez, rechazan la posibilidad de considerar el consentimiento tácito como manifestación de
voluntad dela mujer.
La norma del artículo 344 del Código Penal debe relacionarse con el artículo 119 del Código
Sanitario, el cual señala que Mediando la voluntad de la mujer, se autoriza la interrupción de su
embarazo por un médico cirujano, en los siguientes casos:
1) Cuando la mujer se encuentre en riesgo vital, de modo que la interrupción del embarazo
evite un peligro para su vida.
2) El embrión o feto padezca una patología congénita adquirida o genética, incompatible con
la vida extrauterina independiente, en todo caso de carácter letal.
3) Sea resultado de una violación, siempre que no hayan transcurrido más de doce semanas de
gestación.
Si la mujer es menor de 14 años, la interrupción del embarazo podrá realizarse siempre que no
hayan transcurrido más de catorce semanas de gestación.
Aborto con culpa: La doctrina ha señalado que no es posible en la hipótesis de autoaborto, puesto
que no existe un cuasidelito que comprenda este supuesto dentro del Cp., y como regla general solo
se pueden castigar a titulo culposo aquellos delitos en que la ley expresamente ha contemplado a la
culpa.
Aborto Honoris causa: Se encuentra regulado en el art. 344 inciso segundo del Cp., y regula el
auto aborto para “ocultar su deshonra”. Este artículo contempla una atenuación de responsabilidad
de la mujer embarazada, toda vez que se entiende que la deshonra que produciría el nacimiento del
hijo, producto de relaciones sexuales que están fuera de las convenciones sociales, debe disminuir la
reprochabilidad que merece el acto.