Está en la página 1de 142

Serie Manada Gillham

Craig ~ Libro 03

Catherine Lievens
Sinopsis
Algunas veces tienes que dejar ir una vida cómoda para comenzar a vivir
realmente.

Craig ha rescatado a sus últimos shifters de la Compañía Glass


Research. Sabía que no sería capaz de hacerlo durante mucho tiempo, pero
ahora está perdido acerca de qué hacer con su vida. Entonces Kameron le
ofrece un trabajo, pero, ¿realmente puede vivir con una manada de shifters?

Thomas tiene una vida cómoda, al menos hasta que Kameron la


arruinó para él. Sin embargo, eso no quiere decir que tenga que cambiar, y
Thomas está preparado para hacer todo lo posible para que todo siga como
está. Cuando conoce a su pareja, sabe que no será capaz de hacerlo por
mucho más tiempo, y tiene que tomar una decisión que podría poner su
vida del revés. 3

¿Thomas podrá superar la situación que su antiguo alfa creó hace


tantos años y encontrar una manera de ser feliz con Craig? ¿Y Craig será
capaz de ver más allá del escudo que Thomas ha construido alrededor de sí
mismo y darle una oportunidad?
Capítulo 1
—¡Cinco minutos, chicos y chicas!

Craig miró al hombre que había salvado de las garras de la Compañía


Glass Research la noche anterior. Nunca habría pensado que Zach resultara
no sólo ser el amigo de Dominic, sino también la pareja del alfa de su
manada. Simplemente se veía demasiado frágil para tener una posición de
poder, pero entonces Craig no le conocía. Probablemente Zach tuviese una
columna vertebral de hierro, y claramente estaba enamorado del alfa.

—Hey, hombre, ¿no has escuchado? Cinco minutos —dijo Duncan,


dándole un golpecito a Craig en el brazo.

—¿Qué significa eso?


4
—Significa que nuestros invitados estarán aquí en cinco minutos y
tenemos que arrastrar el culo al frente de la casa.

Craig no estaba seguro por qué le querían ahí, pero siguió a Duncan
sin protestar. Realmente quería hablar con Dominic sólo para descubrir qué
demonios había hecho la colonia. Tenían que ser los únicos detrás de la
desaparición de Glass, y Craig no podía esperar para escuchar qué había
sucedido, y sobre todo, dónde estaba el hombre. Cerca de la mitad de los
matones contratados por la compañía le estaban buscando, pero nadie tenía
idea por dónde comenzar, y eso les estaba volviendo locos.

Los shifters que había traído a la manada junto con Zach dudaron un
poco más que Craig para seguirles excepto por Jago, pero por lo que Craig
pudo ver, el pequeño hombre era como dinamita. Nunca se quedaba quieto,
ni en su forma humana ni en su forma de musaraña.

El claro frente al porche ya no estaba vacío. Alguien había reunido


sillas y cojines en la hierba cerca de la casa, y Zach ya estaba ahí con una
bandeja llena de vasos y unas jarras.
—¿Para qué es eso?

—Tendremos la reunión en el exterior. Kam quiere que todos los


shifters que trajiste estén aquí, así como su círculo interno, tú, y la gente
que traerá Dominic. No creo que haya una habitación lo suficientemente
grande para todo el mundo en el interior de la casa del alfa, y hace
demasiado calor para permanecer dentro de todos modos —respondió
Duncan felizmente antes de hacer una línea recta hacia la bandeja que Zach
había puesto sobre una pequeña mesa. Duncan alcanzó uno de los vasos, y
Zach golpeó su mano, regañándole.

Craig sonrió. Se sentía bien estar finalmente alejado de la tensa


atmósfera en el laboratorio para siempre, y se sintió relajado por lo que
tenía que ser la primera vez en meses. Aún no confiaba en la gente a su
alrededor por completo, pero más que en sus viejos colegas, no que eso
fuese algo difícil de hacer. No había confiado en la mayoría de los hombres
con los que había trabajado a lo largo de los años tanto como podría
haberles echado.
5
—¿Qué piensas que sucederá?

Craig bajó la mirada hacia Jago. El intenso cabello rojo del shifter
estaba brillando a la luz del sol y parecía llamas. –No mucho, supongo. Nos
sentaremos, le contaré a todo el mundo cómo os saqué del laboratorio.
Dominic y Kam hablarán con todos vosotros y os ayudarán a ir a casa.

La sonrisa de Jago cayó un poco. —¿Qué pasa si no queremos ir a


casa?

—Entonces no lo haréis. Nadie os obligará a hacer algo que no


queráis hacer. Si les decís que preferís quedaros aquí, estoy seguro que
encontrarán una solución.

—¿Qué hay de ti? ¿Vas a quedarte?

Craig frunció el ceño. Realmente no había pensado acerca de eso.


Sin duda, había hecho planes para después –después que dejase de trabajar
para la compañía, después de dejase de rescatar shifters– pero no estaba
seguro que quisiera ponerles a trabajar por el momento. —Aún no lo sé. Lo
decidiré con el tiempo, una vez estéis instalados.

Jago le dio una gran sonrisa y agarró su mano. Craig la sacudió,


inseguro sobre qué pensar acerca del otro hombre. Tan lindo y agradable
como era Jago, realmente no era el tipo de Craig, pero tampoco quería
hacer daño al hombre, no después de lo que había pasado. Sólo tenía que
estar seguro que Jago entendiese eso sin hacerle daño. Más fácil decir que
hacer. —Jago…

La pequeña mano apretó la de Craig con sorprendente fuerza. —


Lo sé, y no me estoy proponiendo ni nada. Sólo quiero un amigo, y eres lo
más cercano que tengo en este momento. No tengo ninguna intención de
hacer nada más que esto. —Levantó sus manos unidas—. Contigo, nunca.

—Bueno, seguro que eso aumenta mi autoestima —dijo Craig


sonriendo al shifter.

Jago miró el cuerpo de Craig de arriba a abajo, lo que estuvo


suficientemente cerca de hacer enrojecer a Craig. —Oh, no creo que 6
necesites un incremento de nada, chico grande. Créeme, estás bien justo
como estás, sólo que no eres mi tipo. Tiendo a preferir hombres menos…
voluminosos. Eres demasiado alto y grande para mí.

—Demasiado alto y grande, ¿huh? Puedo ver eso, supongo. —Craig


estuvo más que aliviado ante las palabras de Jago, y no le importó que el
shifter sostuviese su mano, ahora que sabía que Jago no esperaba más de él.
No era como si Craig estuviese buscando un novio o incluso un polvo en
este momento. Sin embargo, podía hacerlo como amigo, de manera que
apretó la pequeña mano que estaba anidada en la suya y sonrió.

Más gente estaba comenzando a entrar en el claro y Craig les


observó. Estaba arraigado en él estar siempre atento a su entorno y quién
gravitaba a su alrededor, y no pensaba que alguna vez eso se detuviese. Por
eso notó inmediatamente a un rubio que salía de los bosques y se dirigía en
línea recta hacia Kameron.

Aunque el chico tampoco era exactamente el tipo de Craig, no habría


dicho no a una buena cabalgada. El shifter tenía que ser un poco más alto
que Craig, probablemente alrededor de 1,89 metros, pero donde Craig tenía
cabello castaño, el del shifter era rubio oscuro. Craig no pudo ver sus ojos
por la distancia, pero sofocó una carcajada ante el bigote que estaba sobre
el labio superior. No pegaba con el chico, en absoluto.

—Aaah, ya veo. Tampoco soy exactamente tu tipo, ¿huh?

Craig bajó la mirada hacia Jago. —Sin ofender, pero eres del tamaño
de una pinta. Tendría miedo de romperte.

Jago le sacó la lengua a Craig. —No deberías subestimar a los


shifters, ya sabes. Podría romperte en dos si quisiera, pero me agradas.
—Gracias a Dios por eso.

Jago soltó una risita. —De todos modos, podrías hacerlo peor,
supongo. No estoy seguro acerca del bigote.

—Sí, yo tampoco, pero no es como si fuese a tirarle los tejos al chico


de todos modos. No estoy buscando exactamente una relación en este
momento. Ni siquiera sé dónde estaré mañana. Por lo que sé, los shifters 7
podrían decidir que tengo que ser castigado por trabajar para la compañía
durante todos estos años.

Jago elevó una ceja. —¿Todos estos años? No puedes tener más de
¿qué, veintiocho?

Craig se rio entre dientes. —Gracias por eso. Es bueno saber que me
veo más joven de lo que soy.

—¿Cuántos años tienes?

—Treinta y cuatro.

Jago examinó el rostro de Craig con ojo crítico. —Uh. Supongo que
entonces estás envejeciendo bien.

Craig abrió la boca para responder pero terminó boquiabierto en su


lugar. Dos chicos habían aparecido de la nada justo delante de él, y aunque
reconoció a Dominic, no estaba seguro qué pensar de eso. Cerró la boca
con un chasquido y entrecerró los ojos ante el pequeño hombre que estaba
sosteniendo la mano de Dominic.

El hombre era pequeño y delgado, y Craig pudo ver las puntiagudas


puntas de sus orejas incluso bajo la cascada de rubio cabello.

Eso hico clic. Craig había sabido que había algo más que shifters ahí
fuera, pero aunque había leído acerca de las otras especies, nunca había
estado destinado a un laboratorio que los contuviese.

Otras personas comenzaron a aparecer de la nada, siempre en


pequeños grupos, y Zach hizo un gesto con la mano hacia Craig para que se
acercase a la reunión de sillas. Craig ni siquiera intentó liberar su mano de
Jago antes de dirigirse allí, porque podía ver que el shifter estaba nervioso,
de manera que simplemente eligió un cojín que era lo suficientemente
grande para los dos y tiró de Jago para que se sentase a su lado. Craig
sonrió lo que esperaba fuese una sonrisa tranquilizadora al shifter antes de
girarse para mirar a los demás.

Todos los ojos estaban sobre él y en la mano que Jago aún estaba 8
sosteniendo, y Craig elevó una ceja a su audiencia, preguntando
silenciosamente si alguien tenía un problema.

A Thomas no le gustó eso y ni siquiera sabía por qué. De acuerdo, si


era honesto consigo mismo, sabía por qué, pero también sabía que no tenía
derecho a sentirse celoso del pequeño pelirrojo que estaba sosteniendo la
mano del chico caliente.

Thomas no era ciego, y había notado al hombre tan pronto como


había entrado al claro frente a la casa del alfa. ¿Cómo podría no hacerlo?
Era alto, aunque sólo un poco más bajo que Thomas, y exactamente el tipo
de hombre que le gustaba a Thomas, no que alguien supiera que a Thomas
le gustaban los hombres, por supuesto.

Sin embargo, incluso si el chico era sexy como el pecado, no tenía


sentido para Thomas estar celoso ante la vista del pequeño shifter
sosteniendo la mano del chico, de manera que se acomodó en una de las
sillas a la izquierda de Zach, cruzó los brazos sobre su pecho y puso un
ceño fruncido en su rostro.

—Estoy feliz de ver que estás bien —dijo Dominic, el alfa de la


colonia Whitedell, al hombre que Thomas había notado—. No supimos de
ti durante mucho tiempo.

—Sí, bueno, no es como si pudiera agarrar mi teléfono y llamarte.


Ya desconfiaban de mí, con los shifters desapareciendo de manera regular
en mis turnos. Tuve que pasar desapercibido por un tiempo, y fui
trasladado a otra instalación.

—Gente, dejad que presente a Craig a todo el mundo antes que nos
metamos de lleno, ¿de acuerdo? —dijo Kameron, y Thomas resopló
estando de acuerdo. Lo único que le había sido dicho fue que llevara el culo
a la casa del alfa, pero ni siquiera sabía por qué, aunque tenía una muy
buena idea, con el grupo de shifters ahí reunidos.

—Sin duda. Este es Craig. Es un guardia, o solía ser un guardia, para


la compañía Glass Research. Ha ayudado a muchos de los shifters que 9
ahora viven con la colonia a escapar de las instalaciones de la compañía, y
hemos estado trabajando con él desde Navidad.

La mayoría de las personas alrededor del poco definido círculo


estuvieron dispuestos a asentir con la cabeza o saludar con la mano.
Thomas simplemente mantuvo su ceño con firmeza en su rostro,
entrecerrando los ojos cuando Craig le miró y sonrió con suficiencia.

Un codo golpeó a Thomas en las costillas. —¿Cuál es tu jodido


problema? —preguntó su hermano desde la silla al lado de la suya.

—Ninguno. ¿Vamos a cogernos de las manos y abrazar árboles, o


estamos aquí por una razón específica?

Kevin se rio entre dientes, sin perturbarse en lo más mínimo por el


mal humor de Thomas. —Ni idea.

—Nada de cogerse las manos Thomas, a menos que realmente


quieras hacerlo —dijo Kameron con una risita—. Por supuesto, veo que
algunos de nosotros se están cogiendo de las manos, de manera que podría
no ser un problema.

Oh, sí, Craig aún estaba sujetando la mano del pelirrojo. No es que a
Thomas le importase. En serio.

—Bueno, perdóname por estar nervioso acerca de estar en un grupo


de shifters desconocidos más grandes que yo después de pasar algún
tiempo de calidad en un laboratorio —dijo el pequeño hombre, haciendo
que la mayoría de la gente ahí reunida se riese. Thomas no lo hizo, porque
no fue divertido.

—¿Y tú eres? —preguntó Dominic.

—Soy Jago. Estuve en un laboratorio dedicado a shifters exóticos, al


igual que el resto de los shifters que Craig salvó.

— Qué eres? –preguntó Andy con curiosidad, y Thomas también le


frunció el ceño. ¿A quién le importaba lo que fuese el chico?
10
—Una musaraña.

—Oh, una rata. Que agradable —murmuró Thomas en voz baja,


ganándose otro codazo en las costillas.

—Cualquier problema que tengas con Laura, deberías dejarlo fuera


de esto —susurró Kevin. Incluso con el bajo volumen de su voz, varios
miembros de la manada se giraron para mirar a Thomas, e hizo todo lo
posible por ignorarles.

—… y por supuesto os ayudaremos a todos a regresar a casa —


estaba diciendo Kameron, pero el estrechamiento de sus ojos dejaron claro
que había escuchado lo que Kevin y Thomas habían dicho. Lo que
significaba que Thomas tendría un rapapolvo cuando la reunión hubiese
terminado. Simplemente genial.

—¿Qué pasa con los que no quieran ir a casa? —preguntó Jago, y


Thomas ya sabía a dónde se dirigía esto.

—Os ayudaremos a ir a cualquier lugar que queráis. Esta reunión no


es sólo entre manada y colonia. Dominic y yo somos parte del consejo, y
aunque los otros miembros no pudieron estar hoy aquí, sabemos que están
de acuerdo con nosotros en esto.

—¿Podemos quedarnos aquí? –preguntó Craig, y Thomas


simplemente supo que su maldito rostro se estaba sonrojando. El hombre
tenía un tono de voz que estaba llegando a Thomas, o al menos a su
entrepierna. Era suave y ahumada, como el buen whisky, y Thomas amaba
el buen whisky. Su lobo despertó en su mente y se interesó en lo que estaba
sucediendo alrededor de ellos, tomando inmediato interés en Craig.
Thomas frunció el ceño e intentó alejar a su lobo, pero la maldita bestia ni
siquiera le estaba escuchando.

—Podéis. Podéis quedaros en la casa del alfa hasta que decidáis qué
queréis hacer, y si es lo que queréis, podéis convertíos en parte de la
manada.

—O de la colonia —añadió Dominic.


11
Craig miró al alfa de la colonia. —Sin ofender pero esa casa está un
poco demasiado abarrotada para mi gusto.

—Y deberías verla ahora que los ejecutores viven con nosotros —


añadió un pequeño chico de cabello oscuro con una sonrisa. Craig parecía
conocerle, porque le devolvió la sonrisa.

—¿Aún vives ahí?

—Por supuesto. Te dije que conocí a mi pareja después que me


sacases del laboratorio.

Oh, de manera que era otro de los shifters de Craig. El chico se


perfilaba para ser un salvador, y Thomas no estaba seguro que eso le
gustase. Craig iba a estar enterrado bajo shifters preparados para
agradecerle de cualquier manera que pudieran, si la manera en que Jago
sostenía su mano era alguna indicación. No que eso pusiera celoso a
Thomas, pero, ¿qué cojones pasaba con el humano?

—De acuerdo, entonces —dijo Zach con una brillante sonrisa—. La


oficina de Kameron estará abierta para todos vosotros, y también podéis
venir y hablar conmigo. Dejadme saber cuándo decidáis qué queréis hacer.

La gente alrededor del círculo asintió con la cabeza y los ojos de


Thomas se ensancharon sólo un poco cuando también vio asentir con la
cabeza a un ciervo con lo que parecían malvados colmillos.

La gente comenzó a levantarse, y Thomas también lo hizo. No


entendía por qué demonios Kameron había insistido en tener a todos los
miembros de su círculo interno ahí, ya que no habían dicho nada que
Thomas necesitase saber, pero, ¿quién era él para desobedecer órdenes?

—Thomas, necesito hablar contigo.

Thomas hizo una mueca. Yup, ahí estaban los azotes en el culo que
había sabido estaban viniendo en su dirección. Al menos Kameron no
parecía querer hacerlo delante de todo el mundo ya que se estaba dirigiendo
hacia el interior.
12
Thomas siguió al alfa, ignorando la preocupada mirada de su
hermano y los otros ojos que estaban sobre él. Sin embargo, supo que Craig
le estaba mirando sin ni siquiera mirar hacia atrás –podía sentirlo– casi
como un toque, deslizándose sobre su piel y haciéndole estremecer.

Estuvo más que feliz de entrar en la casa y escapar de esos ojos. El


frío aire acondicionado sobre la piel de Thomas alejó el recuerdo de lo que
le habían hecho los ojos de Craig y Thomas lo alejó con firmeza de su
mente tanto como pudo.

Kameron ya estaba sentado detrás de su escritorio cuando Thomas


entró en la oficina, de manera que tomó asiento al otro lado y cruzó los
brazos sobre su pecho. Thomas no tenía intención de explicarse y hacer la
situación más fácil para Kameron, ni siquiera si el hombre era su alfa, de
manera que mantuvo la boca cerrada.

Unos pocos minutos pasaron en silencio mientras se enfrentaban,


ninguno queriendo ser el que cediese. Finalmente, Kameron suspiró y se
inclinó hacia adelante, poniendo los codos sobre el escritorio y cruzando
sus antebrazos. —Mira, no voy a exigir que expliques qué te está
sucediendo. No soy Erskine, y no quiero entrometerme en tu vida privada.
Como alfa ni siquiera me importa, pero también soy tu amigo, Thomas.
¿Qué pasa?

—Nada.

—Ya, seguro. Nunca has sido exactamente la alegría de la casa, pero


últimamente has sido francamente desagradable. No pienses que no
escuché lo que dijiste sobre Jago.

—Las musarañas son ratas.

Los ojos de Kameron se endurecieron y Thomas supo que había ido


demasiado lejos. —¿No quieres hablar conmigo? Bien, pero no te tendré
insultando a la gente, sean miembros de la manada o invitados. Esas
personas han atravesado el infierno y regresado, y se merecen una vida
pacífica. No me importa qué está sucediendo contigo, no tienes derecho a
hacerles la vida difícil de ninguna manera. Si no sacas pronto la cabeza de
tu culo, tendré que sacarte de mí círculo y de las patrullas, y eso es lo 13
último que quiero hacer.

—¿Qué? Pero...

—No. ¿No quieres ayudar? Bien, pero tranquilízate porque si no


tendré que ocuparme yo.

Thomas se hundió de nuevo en la silla. Sabía que Kameron tenía


razón, incluso si no le gustase. Pocos meses atrás, ni siquiera hubiese
soñado ser tan desagradable, y el hecho que hubiese algo acerca de Jago
que le irritase no era una buena excusa para su comportamiento.
—Muy bien. Mantendré la boca cerrada.

—Espero que sólo hagas eso. Te daré una misión especial de todos
modos, de manera que debería mantenerte fuera de problemas.
El estómago de Thomas cayó en picado. Misión especial
normalmente era un código para cosas que nadie quería hacer, y por buenas
razones. —¿Qué?

—Te convertirás en la sombra de Craig durante un tiempo.


Thomas balbuceó. —¿Qué? ¡No puedes convertirme en la niñera del
chico!

—Puedo, y es exactamente lo que voy a hacer. Quiero que Craig sea


un miembro de la manada. Tiene entrenamiento militar, y Dominic dice
que es de confianza. Podría ser un valioso activo para la manada, de
manera que irás con él por los terrenos de la manada, hablarás con él y
serás agradable. Quiero que le convenzas que la manada podría ser un buen
hogar para él.

—Pero...

—No seas idiota, Thomas. No te estoy pidiendo esto como amigo, te


lo estoy ordenando como tu alfa. —Kameron se sentó más derecho en su
silla, sus ojos desafiando silenciosamente a Thomas para que intentase
desacatarle. El lobo de Thomas lloriqueó y se dio la vuelta en su mente,
exponiendo su vientre a su alfa.
14
Thomas estaba jodido.

Craig sonrió al pequeño gato color beige acurrucado en uno de los


cojines. —¿Qué pasa con él?

—Ese es Justin. Es un shifter gato del desierto1, pero no ha cambiado


en un tiempo. Espero que cambie ahora que estamos a salvo.

Jago aún estaba apretando la mano de Craig, y Craig había notado


que el agarre se hacía más fuerte cada vez que se acercaba alguien que Jago
no conocía. Parecía que el pequeño shifter sólo confiaba en un puñado de
personas presentes en la reunión, y Craig era una de ellas. —¿Qué vas a
hacer? ¿Ya has pensado acerca de eso?

1
Jago deslizó un dedo por el pelaje de Justin y sonrió cuando Justin
comenzó a ronronear ruidosamente. —Simplemente no quiero ir a casa. No
estoy preparado para enfrentar a mi familia.

Craig pudo sentir que ahí había algo, algo que Jago no le estaba
contando y que le había hecho daño, pero no estaba a punto de
entrometerse. Jago se lo contaría cuando estuviese preparado. —Estoy
seguro que puedes quedarte aquí, o quizás mudarte a Whitedell.

Jago se giró hacia él. —¿Qué hay de ti? ¿Te quedarás?

—¿Honestamente? No tengo ni idea, aún no. Tenía un plan, pero las


cosas han cambiado desde que Glass fue capturado. Ya no tendré que
desaparecer.

—De manera que puedes hacer lo que quieras.

—Sí, puedo. —Las posibilidades golpearon a Craig a la vez, y había


muchas. Podría elegir una ciudad al azar y mudarse, podría viajar o podría 15
encontrar un trabajo que no tuviese nada que ver con cosas de guardas y
armas en general. Sin embargo, Craig no estaba seguro que pudiera hacer
algo diferente, pero sabía que tendría que conseguir un trabajo tarde o
temprano—. Pero puedo permitirme tomarme un tiempo para pensarlo.

Una mano aterrizó en su hombro, tan fuerte que tropezó. —Podrías


haber llamado.

Craig se giró hacia Dominic. —Ya hablamos de esto. No pude


llamar, venir aquí y reunirme contigo. Fin de la historia.

—Sí, bueno. Aún así, estoy feliz al ver que estás bien.

Craig asintió con la cabeza. —Así que, ¿ahora qué? ¿Qué vais a
hacer con Glass?

—Vamos a tener una charla con su hijo. Es el único que se ha hecho


cargo de la compañía, y no pareció ser un bastardo como su padre. Ya está
investigando los proyectos secretos de su padre y dándonos listas de
shifters y lugares.
—¿Necesitas ayuda para liberarles?

Dominic sacudió la cabeza. —No te preocupes, tenemos suficientes


ejecutores para hacer eso ahora. Están desarmando laboratorios incluso
ahora, y estamos esperando que el hijo de Glass venga una vez que todos
los shifters sean libres y se haya ocupado de las personas que trabajaban en
los laboratorios.

Craig no estaba seguro que le gustase no ser útil. Estaba perdido


acerca de qué hacer, pero necesitaba hacer algo, cualquier cosa.
—Bueno, déjame saber cómo van las cosas.

Los ojos de Dominic estaban buscando su rostro y tuvo la extraña


impresión que el hombre le estaba leyendo, y haciéndolo de manera más
precisa de lo que le gustaría. —Estoy seguro que Kam te encontrará algo
para hacer.

Craig se encogió de hombros. —No tiene que hacerlo. No es como si


me conociese. 16

—No es estúpido. Te utilizará de cualquier manera que le permitas.

Craig arqueó una ceja y Dominic soltó una carcajada. —De acuerdo,
quizás no de cualquier manera, porque Zach tendría tu pellejo, pero sabes
lo que quiero decir. No sé si estás al tanto de lo que sucedió aquí el año
pasado, pero Kameron necesita gente entrenada para mantener su manada a
salvo, y no tiene suficientes. Su círculo interno es bastante pequeño, y
podría utilizar más gente en las que confíe.

—Ni siquiera soy un shifter. ¿Cómo podría ser de utilidad? ¿Cómo


puede confiar en mí, sabiendo lo que hice para ganarme la vida hasta hace
unos días?

—No seas estúpido.

Craig se giró hacia Jago. —Así que, ¿soy estúpido?

El pequeño hombre puso las manos en sus caderas y miró de manera


penetrante. —O estás intentando tener una fiesta de compasión, no estoy
seguro. Sin embargo, no me gusta ninguna de esas situaciones, de manera
que deberías callarte y permitir que otras personas decidan si eres de
confianza.

Dominic se rio entre dientes. —Escucha al pequeño hombre, Craig.


Podrías haber trabajado para la compañía, pero nos ayudaste. Sacaste a
Nolan, Jayden y los otros de los laboratorios. Estoy bastante seguro que
Kam quiere que te quedes aquí, pero tendrás que hablar con él para
asegurarlo.

Craig asintió con la cabeza y pensó acerca de eso. No era algo que
pudiera haber predicho, pero ahora no era capaz de no pensar en ello. ¿Qué
pasaría si Kameron le pidiera que se quedase? ¿Podría vivir en una manada
de shifters lobo? ¿Realmente podría tener un lugar aquí? Sabía que había
humanos en la colonia de Dominic, pero todos eran parejas. ¿Sería
diferente para él?

No estaba llegando a ninguna parte con esos pensamientos, al menos


no en este momento. Necesitaba pensar acerca de ello, realmente pensar 17
acerca de ello, pero necesitaba estar solo para hacer eso, y había cerca de
veinte shifters dando vueltas en ese momento, de manera que eso estaba
fuera. —Bien, pensaré sobre ello cuando y si Kameron me lo pide.

Dominic asintió con la cabeza y se fue. La reunión se había


convertido en lo que parecía una fiesta al aire libre. Zach había alentado a
alguno de los shifters lobo a hablar con la gente que Craig había rescatado,
había conversaciones en todo el claro. Sin embargo, Craig no vio al chico
que había notado antes, no es como si le importase.

Le había escuchado murmurar acerca de Jago, y aunque no conocía


tan bien a la pequeña musaraña, a Craig no le habían gustado las palabras
del lobo. De manera que cuando dicho shifter salió de la casa con una
furiosa expresión en su rostro, Craig se tensó.

Jago ya no estaba cerca de Craig, y aunque Craig no pensaba que el


lobo atacase a Jago, prefería tener al hombre cerca de él sólo por si acaso.
Craig miró alrededor, sonriendo cuando sus ojos se encontraron con los de
Jago mientras regresaba hacia Craig, con dos vasos en sus manos.
—De manera que ahí es dónde estabas.

—Yup. Pensé que podrías querer una bebida.

Craig permitió que sus ojos se moviesen sobre la pequeña multitud y


apretó los dientes cuando vio al lobo acercándose. Le regresó el vaso a
Jago y se movió delante de su amigo, protegiéndole de los ojos del lobo.
Una pena que no pudiese hacer lo mismo por sus palabras.
El hombre se detuvo delante de Craig, su rostro duro, y Craig sintió a
Jago agarrar la parte de atrás de su camiseta. Cruzó los brazos sobre su
pecho y esperó que el lobo hablase. No parecía querer hacerlo, pero había
sido él quien se había acercado, y Craig no iba a ponérselo fácil.

—Soy Thomas. —El tono de voz del hombre fue un gruñido y habría
asustado a cualquier otro humano, pero Craig mantuvo firme su postura.

—Soy Craig.

Thomas extendió la mano, e incluso si parecía que prefería cortársela 18


en lugar de ofrecérsela a Craig, Craig la agarró. En realidad lo encontró
bastante divertido, y era obvio que Kameron había sido el que le dijo a
Thomas que lo hiciera.

Craig le dio una buena sacudida a la mano antes de dejarla ir y hacer


un gesto con la mano detrás de él. —Ya conoces a Jago.

Thomas casi gruñó a Jago, y aunque Craig pudo ver que su amigo
estaba dudando, Jago dio un paso a un lado y le sostuvo la mirada a
Thomas.

—¿Es tu novio?

Craig arqueó una ceja. —¿Y qué si lo es? ¿Qué te importa?

—No me importa. Puedes ir y follar a todas las pequeñas hadas que


quieras.

Craig gruñó y estuvo bastante impresionado con el sonido casi shifter


que salió. —No me importa lo que quieras decirme, pero deja a Jago fuera
de esto. —Dio un paso hacia adelante, sus puños a sus costados, su cuerpo
tenso ante la anticipación de la pelea. Craig podría no tener una
oportunidad de ganar, con Thomas siendo un shifter, pero conocía algunos
trucos que al menos le darían una oportunidad.

Jago agarró su cintura desde detrás de él. —No lo hagas. No me


importa lo que diga, y no quiero que te hagas daño.

Jago se aplastó contra el costado de Craig, pero Thomas ya se estaba


acercando, tan cerca que Craig pudo ver sus ojos titilar entre el hombre y el
lobo y la punta de sus colmillos asomar desde su labio superior. Thomas
estaba tan cerca que Craig pudo oler su picante y salvaje aroma, y ni
siquiera era un shifter.
Un bajo gruñido se elevó de la garganta de Thomas y Craig se tensó,
preparado para detener al lobo si hiciese amago de ir a por Jago.

No lo hizo. Thomas se congeló repentinamente, sus ojos abiertos


como platos era casi divertido, su boca abierta por la sorpresa. Toda la ira
pareció drenarse del hombre mientras jadeaba y se quedaba boquiabierto 19
ante Craig. Craig frunció el ceño, preguntándose qué estaba sucediendo.
Thomas se dio la vuelta y se alejó tan rápido que casi estaba corriendo.

—¿Qué cojones acaba de suceder?

Thomas no podía creer lo que le estaba sucediendo. No podía ser


real, no era posible. Craig no podía ser su pareja.

Thomas se movió tan rápido como pudo, dejando la reunión y la casa


del alfa detrás de él, ignorando a su lobo cuando lloriqueó en el interior de
su mente, mientras tiraba para regresar a Craig y reclamarle.

Thomas gruñó, intentando conseguir que el lobo se sometiese a él, o


al menos que se detuviera, pero tan terco y dominante como lo era Thomas.
Gruñó de nuevo, y Thomas se obligó a tomar una profunda respiración y al
menos intentar tranquilizarse. No le haría ningún bien contrariar a su lobo,
no cuando no quería nada más que regresar a Craig. El lobo tomaría la
primera oportunidad para hacerlo, yendo tan lejos como para tomar el
control la siguiente vez que Thomas cambiase, y Thomas no podía
permitirlo. No podía permitir que nadie supiese lo que Craig era para él,
mucho menos Craig.

Eso no sería demasiado difícil, o al menos Thomas así lo esperaba.


Craig era humano. Incluso si supiese acerca de las parejas, seguramente no
querría una, mucho menos a Thomas, no después de la manera que Thomas
se había comportado. Además, Craig tenía a Jago.

Thomas apretó los dientes ante el renovado tirón del lobo. Quería
regresar, alejar a Craig del shifter más pequeño. ¡Nadie podía tocar a Craig
excepto Thomas, maldición!

No. No podía pensar de esa manera. Thomas tenía una esposa y dos
niños, y no les abandonaría por un hombre que ni siquiera conocía, por un
hombre que no le quería. Se mantendría lejos de Craig, iría a trabajar e
ignoraría al hombre, y con suerte, Craig tomaría a su novio y pronto se
mudarían.
20
Entonces Thomas recordó la tarea que Kameron le había dado y se
detuvo en seco, extendiendo una mano hacia el árbol más cercano a él,
necesitándolo para sostenerse cuando sus rodillas se doblaron. Tenía que
pasar tiempo con Craig, convencerle para que se quedara. Kameron se lo
había ordenado, y no podía desafiar a su alfa, no si quería quedarse en la
manada. Kameron podría haber sido un amigo, pero no dudaría en poner a
Thomas de patitas en la calle si le desafiase abiertamente de esa manera.

La única solución sería hablar con Kameron y explicarle lo que Craig


era para Thomas. Sin embargo, eso significaría que probablemente también
tuviese que contarle lo que había estado sucediendo recientemente, y
Thomas no estaba seguro que quisiera eso.

—¿Papá? ¿Estás bien?

Thomas levantó la cabeza de golpe. Ni siquiera se había dado cuenta


que había regresado a casa, pero ahí estaba. Su hija estaba de pie a unos
metros de distancia, obvia preocupación en su rostro mientras le miraba. —
Hey, cariño.
—¿Papá? ¿Qué pasa?

Thomas se enderezó y se alejó del árbol. —Nada. Estoy bien, sólo


cansado. Tuve una reunión con Kameron.

Carissa le sonrió, pero pudo ver que la preocupación aún estaba ahí.
Ella sabía que algo estaba mal, y Thomas no pudo culparla por
preocuparse. Había escuchado suficientes peleas entre sus padres
últimamente, incluso si nunca habían hablado acerca de eso. —Si tú lo
dices. ¿Estaban allí los nuevos shifters? ¿Es cierto que algunos son pájaros?

Thomas sonrió. Deslizó un brazo alrededor de los hombros de su hija


y la encaminó hacia su casa. —Sí, es cierto. Hay un águila y dos pájaros
más pequeños, muy coloridos.

—¿Crees que podría verles?

El corazón de Thomas se apretó ante el anhelo en el rostro de


Carissa. Sus hijos habían pasado toda su vida en la manada, nunca 21
conociendo a nadie que no fuese un miembro, al menos no hasta que
Kameron se había convertido en alfa. Carissa tenía miedo de lo que
encontraría si intentase entrar en el mundo, pero aún lo anhelaba. —Estoy
seguro que podrás. Quizás puedas venir conmigo la próxima vez que vaya a
hablar con Kam. Tendré que ir pronto de todos modos.

Carissa asintió felizmente con la cabeza y entró en la casa. El


corazón de Thomas se aceleró de anticipación ante la siguiente pelea que
tendría con su esposa. Se había convertido en algo tan malo que Thomas
pasaba la mayor parte de su tiempo fuera, porque en cuanto entraba en la
casa, Laura comenzaba a pelear. No es que la culpase. Sin embargo,
Thomas sabía que no sería capaz de continuar como lo había estado
haciendo durante mucho tiempo, no cuando eso estaba haciendo daño a
Carissa y Elias tanto como podría hacerlo la verdad.

—¿Dónde está tu hermano?

—Por ahí, en alguna parte.

Thomas frunció el ceño. Elias había comenzado a pasar la mayor


parte de su tiempo en forma de lobo, corriendo por el bosque que rodeaba
su casa. Thomas podía entender por qué estaba haciendo eso, pero estaba
comenzando a preocuparse que Elias estuviese pasando demasiado tiempo
como un lobo. —¿Por qué no vas a ver si puedes encontrarle? Os llevaré
conmigo a la casa de Kameron ahora. —Thomas no sabía qué le daba más
miedo, enfrentar a su alfa o a su esposa.

Carissa corrió al exterior y finalmente Thomas dejó que la falsa


sonrisa cayera de su rostro. Se inclinó contra el mostrador en la cocina y
cerró los ojos, pero sus pensamientos seguían girando demasiado rápido
para que pudiera controlarlos.

—Estás en casa.

Thomas suspiró. Sabía que tenía que mirar a su esposa, pero tenía
miedo de hacerlo, miedo a que peleasen una vez más. Aún así, abrió los
ojos. —Sí, acabo de llegar, pero tengo que regresar. Tengo que hablar con
Kameron.
22
—¿Cuándo regresarás?

—No lo sé. Podría tomar un tiempo para convencerle… de cualquier


manera, podría tomar un tiempo. Me llevaré a Carissa y Elias. Carissa
quiere conocer a los nuevos shifters.

—¿De qué tienes que convencer a Kameron?

—Laura… No puedo decírtelo.

—Querrás decir que no me lo dirás.

Thomas no pudo negarlo. Había muchas cosas que no podía contar a


Laura. Thomas había hecho lo que su padre y su alfa le habían dicho que
hiciese. Se había casado con ella, había tenido hijos con ella. No podía
decirle que no había querido eso, que había querido esperar a su pareja, que
había esperado que su pareja fuese un hombre. La ironía le hizo reír entre
dientes, e incluso ni no fue un sonido feliz, Laura chasqueó.

—¿Bien? ¿No me lo dirás?


—En serio, no es nada. Kameron me dio una misión, pero no creo
que tenga tiempo para hacerla. Sólo voy a pedirle que se la dé a alguien
más.

El dolor que estaba sintiendo Laura fue evidente en su rostro. —


¿Qué nos está pasando, Thomas? Antes no éramos así. No éramos…

—No lo sé. —Pero lo sabía. Thomas sabía por qué estaba poniendo
más y más distancia entre ellos mientras el tiempo pasaba, por qué ya no le
hablaba. Por qué ya no le tocaba, no lo había hecho en más de seis meses,
desde que Erskine había muerto. Algo en su interior se había roto, y no
había sido capaz de arreglarlo.

—No creo que pueda seguir así de esta manera. Te amo, pero esto no
somos nosotros.

El pánico se apoderó de Thomas. Sabía que Laura tenía razón, pero


no podía decidirse a hacer algo al respecto. —Lo intentaré de manera más 23
ardua. Yo… los niños…

—Son lo suficiente mayores para entenderlo. No somos pareja,


Thomas. No tenemos que permanecer juntos, no cuando es de esta manera.

—De manera que, ¿quieres tirar por la borda los últimos veinte años?

—No. No podría tirarlos por la borda aunque quisiera, y no quiero.


Los últimos veinte años han sido buenos, para mí y para nuestra familia,
pero ya no. No tenemos que permanecer juntos si no quieres hacerlo. No
hay nada que diga que tenemos que hacerlo. Erskine se ha ido, y sabes que
Kameron te apoyaría.

—No. Arreglaré esto. Nos las arreglaremos.

Los ojos de Laura estaban tristes cuando respondió: —Eso espero,


Thomas. Eso espero.
Capítulo 2
—¿Ya has hablado con Thomas?

—Sí, podrías decir que lo hice, supongo.

Kameron frunció el ceño. —¿Qué quieres decir?

—Bueno, pensé que iba a comenzar una pelea con Jago, pero
simplemente se fue corriendo. No le he visto desde entonces. —Craig no
pudo evitar preguntarse qué debía decirle Thomas, ya que Kameron parecía
saber algo—. ¿Querías que me dijese algo?

Kameron hizo una mueca y abrió la boca, pero Zach se le adelantó.


—¿Qué vas a hacer ahora? ¿Ya tienes planes?
24
Estaban sentados alrededor de la mesa en la cocina con sándwiches
apilados en un plato en mitad de la mesa. La mayoría de los shifters se
habían marchado, y los que se quedaron no estaban alrededor, de manera
que sólo Craig, Zach, Kameron y Duncan estaban almorzando en este
momento.

Craig extendió las manos sobre la marcada madera y mantuvo los


ojos en ellos. —No lo sé. No tengo familia, y no puedo regresar a mi
apartamento por ahora, no que realmente quiera hacerlo. Sabía que tendría
que dejar mi vida atrás cuando agarré a los últimos shifters, pero pensé que
tendría que esconderme, no que me diesen la bienvenida en una manada de
shifters lobo.

—¿Eso es un problema?

Craig miró a Zach. —¿Cuál, que soy bienvenido aquí?

—Sí. —La expresión de Zach era vigilante, como si esperase que las
siguientes palabras de Craig doliesen.
Craig sacudió la cabeza. —No, en realidad todo lo contrario. Pensé
que serías tú quien me echara de aquí en cuanto te trajese a los shifters,
pero permites que me quede sin demasiadas preguntas acerca del hecho que
fui un guardia para la compañía.

Zach sonrió. —Así que, ¿dónde te deja eso? ¿Considerarías quedarte


aquí? Seré honesto, te queremos. Kameron necesita más gente en la que
pueda confiar por completo para cubrirle la espalda y más personas que
sepan cómo proteger la manada.

Craig vaciló. Quería decir sí, porque sentía como si tuviese que
quedarse. Gillham podría ser un buen hogar para él. Sin embargo,
¿realmente podía mudarse con docenas de shifters sin pensarlo dos veces?
—No lo sé. Supongo que puedo pensar en ello. No estoy seguro que
pudiese encajar.

—Ahora, hay otros humanos en la manada. No muchos, pero los hay,


—señaló Zach.
25
—Pero todos están emparejados con un shifter. Yo no.

Zach arrugó la nariz. —Bueno, pensé que tú y Jago…

—¿Qué? No, no, no hay nada entre nosotros. Sólo somos amigos. No
es mi tipo, y yo no soy el suyo.

—¿Soy tu tipo? –preguntó Duncan con una risa en su tono de voz.

Craig le miró, realmente le miró. Duncan era hermoso, eso era cierto.
Sus ojos brillaban con alegría y sus labios estaban curvados en una amplia
sonrisa, haciéndole hermoso. —¿Estás buscando cumplidos?

—Yup.

—De acuerdo entonces. Eres muy, muy bonito.

Duncan se llevó la mano al corazón. —¿Yo, bonito? ¡Soy demasiado


varonil para ser bonito!
Los hombres alrededor de la mesa se rieron, pero aún así Zach no le
dejó ir. —No tienes que estar emparejado con ninguno de nuestros
miembros para convertirte en parte de la manada. Sin duda, lo haría más
fácil para algunas personas el aceptarlo, pero no es necesario. Estamos
intentando hacer que la manada crezca, y eso incluye aceptar personas que
son diferentes de nosotros, ya sean otro tipo de shifters o humanos.

—Pensaré en ello, ¿de acuerdo? ¿Y qué tiene que ver Thomas con
esto, de todos modos?

—Le ordené que te mostrase los alrededores —dijo Kameron con


una malvada sonrisa en su rostro—. Ha sido un problema durante un
tiempo, y está comenzando a ser molesto. Pensé que le haría bien tener algo
que hacer, y no tengo dudas que puedes encargarte de él si intenta morder.

Se separaron una vez terminó el almuerzo, Kameron y Zach


dirigiéndose hacia la oficina mientras Duncan iba a patrullar las fronteras
de la manada. Craig se quedó solo, y no le importó ni un poco. No estaba
acostumbrado a las multitudes en las que había estado desde el día anterior, 26
y realmente necesitaba tiempo para pensar.

Se dirigió hacia el borde del bosque que rodeaba la casa del alfa y se
deslizó entre los árboles. Caminó durante un rato, teniendo cuidado de
tener la casa a la vista. No quería perderse y tener a los shifters viniendo
tras él para que regresara, especialmente no si iba a convertirse en un
miembro de la manada.

El día era cálido y pronto Craig estuvo sudando y en necesidad de un


descanso. Encontró un pequeño claro con un tocón cerca del borde y se
sentó frente a él, inclinándose hacia atrás e inclinando el rostro hacia el
cielo. Lo único que podía escuchar eran pájaros y pequeño animales
corriendo alrededor. Era pacífico, y Craig pensó que podría acostumbrarse,
acostumbrarse a vivir en Gillham. No estaba seguro que quisiera vivir en
una ciudad, sin importar lo grande que fuese, pero convertirse en un
miembro humano de la manada le asustaba un poco.

No sabía cómo lo tomarían los otros miembros, cómo lo llevarían


trabajando junto a ellos. Sabía que los shifters eran más fuertes y rápidos
que él, y no estaba seguro que aprobasen que respaldase a Kameron.
Un ruido le hizo abrir los ojos y mirar alrededor. Fue demasiado
fuerte para ser una ardilla o incluso un conejo, y Craig se tensó, preparado
para luchar si quienquiera que fuese le atacase. Estar siempre preparado
para defenderse era una segunda naturaleza a estas alturas, y se puso en pie,
sus ojos aún moviéndose alrededor del claro.

Se detuvieron en un hocico que asomaba debajo de un arbusto. Era lo


único que Craig podía ver del animal, pero estaba bastante seguro que
pertenecía a un lobo. No podía ser un lobo entrenado, porque no se estaba
escondiendo tan bien, y eso hizo que Craig quisiera reírse. Sabía que había
niños en la manada, y parecía que uno de ellos había tropezado con él.

—Puedes salir. Te veo.

Un pequeño grito vino del arbusto y se agitó. Craig se sentó de


nuevo, casi completamente seguro que el lobo no iba a atacarle. El arbusto
se agitó de nuevo y un lobo salió, viéndose tímido. Era más grande de lo
que Craig había pensado, claramente no un niño, pero tampoco un lobo 27
adulto.

—Hola, soy Craig.

El lobo se sentó, inclinando la cabeza hacia un lado como hacían los


perros con frecuencia. Era malditamente lindo e hizo sonreír a Craig. El
lobo era definitivamente macho, y rápidamente Craig evitó sus ojos. No
estaba seguro cómo se comportaban normalmente los shifters con la
desnudez, y no estaba seguro si se ofenderían por las personas mirándoles.

El lobo se acercó un poco y olfateó el aire, pero no se fue corriendo.

—Así que, ¿vas a cambiar o voy a tener que hablar solo como un
chiflado?

La boca del lobo se abrió en lo que Craig pudo haber jurado fue una
sonrisa. Hizo que su lengua se deslizase hacia afuera y se balanceara hacia
un lado. Craig no pudo resistir más. Se rio, el sonido ruidoso en los bosques
relativamente silenciosos, y el lobo pareció ofenderse.
Se incorporó y movió hacia los árboles sin mirar a Craig,
desapareciendo en los arbustos. —Hey, ¡no me estaba burlando de ti!

El arbusto se agitó de nuevo, pero en lugar de un lobo, salió un


joven. No podía tener más de diecisiete, quizás dieciocho años, y
afortunadamente estaba vestido. —Hola.

—Hola.

El chico parecía ser tímido, de manera que Craig levantó una mano.
—Como dije antes, soy Craig.

El chico se acercó y de manera vacilante estrechó la mano de Craig.


—Soy Elias.

—Mira, no creo que vaya a funcionar, y dijiste que ya hablaste con él


de todos modos.
28
Kameron no parecía feliz ante las palabras de Thomas. Thomas sabía
que no debería intentar evadir la orden de su alfa, pero también sabía que
no podía pasar tiempo con Craig. Eso haría que su lobo quisiera al hombre
incluso más de lo que ya lo hacía, y Thomas no podía permitirlo.

—Pensé que ya hablamos de esto.

—Lo hicimos, pero sólo dijiste que él iba a pensarlo. No creo que
hablar conmigo le haga tomar una decisión, al menos no la que quieres.

—Podría ayudar si al menos fueses civilizado hacia él, Thomas. No


me retractaré de lo que dije. Vas a mostrarle los alrededores, explicarle
cómo funciona la manada y asegurarte de demostrarle lo bueno que podría
ser para él.

—Pero...

Kameron golpeó el escritorio con su mano. —¡Maldita sea, Thomas!


¿Me estás desafiando?
Thomas bajó la mirada hacia sus manos, asegurándose que el lobo de
Kameron no pensara que realmente estaba desafiando la autoridad de
Kameron. —No, por supuesto que no. —No fue fácil mantener su tono de
voz bajo control, no cuando Thomas se sentía tan desesperado acerca de la
situación—. Sólo… hay algo más, ¿de acuerdo? No puedo decirte qué, pero
no estoy seguro que pueda hacer esto.

No estaba seguro si el hecho que Kameron no estuviese


respondiendo era algo bueno o malo, de manera que Thomas levantó la
mirada y echó un vistazo. Su alfa tenía una pensativa expresión y no
parecía enojado, lo que fue algo bueno. —Puede que no entienda qué pasa,
pero hasta que me lo cuentes, no tengo razones para retirar mi orden. Lo
siento, Thomas, pero vas a tener que obedecer.

Thomas asintió con la cabeza. Había sabido que iba a ser así, por
supuesto, pero había tenido que intentarlo. —Muy bien. —Se levantó de la
silla y se dirigió hacia la puerta. Justo cuando la estaba abriendo, Kameron
habló de nuevo. 29

—Siento todo esto, Thomas, sólo no sé qué hacer. Desearía que


hablases conmigo. Desearía que te dieses cuenta que soy tu amigo tanto
como tu alfa.

Thomas agachó la cabeza. —Lo sé, Kameron. Te lo contaré tan


pronto como esté preparado.

Salió y cerró la puerta, escuchando las últimas palabras de Kameron


justo cuando hizo clic al cerrarse. —Si alguna vez estás preparado, sabes
dónde encontrarme.

Thomas se tomó unos minutos para respirar. Se sentía perdido y


confuso, y no sabía cómo resolverlo, cómo hacerlo sin hacer daño a nadie.
No sabía si Craig le querría, y sobre la posibilidad que el hombre lo hiciese,
Laura y los niños saldrían heridos, pero si Thomas no la dejaba ir, él sería
el único herido. No sabía qué sucedería si negaba a su lobo, pero tendría
que descubrirlo pronto si no hacía nada. De todas maneras, ya sabía que no
podía hacer daño a su familia, de manera que la elección ya estaba hecha.
Simplemente no lo había reconocido hasta entonces.
La risa de Carissa llegó a los oídos de Thomas y sonrió. Sí, haría lo
correcto para sus hijos, incluso si eso significaba que tuviese que rendirse
con Craig. No era como si Craig supiese que Thomas era para él, y nunca
lo descubriría, ya que Thomas no tenía intención de contárselo. El humano
estaría bien. El lobo de Thomas no tanto, pero trabajaría en ello. Tenía que
hacerlo.

Alejándose de la pared en la que había estado apoyado, Thomas se


dirigió hacia la cocina. Carissa estaba ahí, hablando con Zach y acariciando
un pequeño gato color beige. El gato estaba ronroneando
sorprendentemente alto para un cuerpo tan pequeño, y ni siquiera reaccionó
a la presencia de Thomas. Eran los únicos en la habitación en ese momento,
lo que fue sorprendente, con el número de nuevos shifters en la manada.

—¿Dónde está todo el mundo?

Zach se giró y sonrió a Thomas. —Por los alrededores, supongo.


Andy fue con algunos de los shifters nuevos para mostrarles los 30
alrededores, y Craig podría estar fuera en alguna parte, ya que no está en la
casa.

El corazón de Thomas dio una pequeña sacudida ante el sonido del


nombre de su pareja. Se obligó a sonreír a la pareja del alfa, pero por la
mirada en el rostro de Zach, no se las había apañado para hacerla creíble.
—Muy bien. Carissa, despídete de Zach y…

—Justin. Su nombre es Justin —dijo Zach.

—De acuerdo. Entonces diles adiós a Zach y Justin. Voy a salir a


buscar a tu hermano y volveré a por ti. No debería tomar mucho tiempo.
—Elias había sido firme acerca de querer quedarse en su forma de lobo y
afuera. Thomas estaba más que preocupado acerca de eso, pero lo había
dejado pasar por el momento. Sin embargo, tendría que tener una charla
con su hijo. No era saludable para él pasar tanto tiempo como un lobo, no
cuando su mitad humana necesitaba estar fueran tanto como el lobo.

Thomas dejó a su hija con su nuevo amigo y salió al porche. —


¡Elias! Nos vamos a casa.
Thomas esperó, pero Elias no estaba a la vista. Intentó llamarle unas
cuantas veces más, pero cuando su hijo siguió sin aparecer, suspiró y bajó
los escalones. Iba a tener que buscar a Elias.

Thomas se quitó la ropa, sabiendo que tendría mejores posibilidades


para encontrar a Elias en su forma de lobo. Cambió, sacudiendo su pelaje y
elevando la cabeza para disfrutar de la ligera brisa que le acarició. El lobo
lloriqueó y comenzó a trotar, sacando a Thomas de su raro y pacífico
estado mental. Thomas se detuvo, preguntándose qué había hecho moverse
al lobo sin que ni siquiera se hubiese dado cuenta de ello.

El viento volvió a levantarse, y con ello vino el aroma más delicioso


que Thomas había olido. Olía a sándalo y hierba, y Thomas no tuvo que
preguntar por qué su lobo había tomado el control durante unos segundos.
Sólo una cosa podía oler tan bien. Craig estaba en el bosque.

Eso hizo que Thomas vacilase durante un momento, pero tenía que
encontrar a Elias, de manera que intentó olvidar el aroma de Craig y 31
olfateó, intentando encontrar el familiar aroma de su hijo. Fue difícil
concentrarse cuando su lobo quería seguir el rastro de Craig, pero
finalmente se las apañó para encontrar el de Elias.

Thomas agachó la cabeza y tomó una profunda respiración. El aroma


de Elias estaba entrelazado con el de Craig, lo que significaba que
probablemente estuviesen juntos. Thomas tendría que enfrentar a su pareja
para conseguir a su hijo, y eso era lo último que quería hacer.
Aún así, trotó en la dirección que venían los aromas, dejando que su
lobo tomase el control durante el corto paseo. Retomó el control cuando los
aromas se volvieron más fuertes, indicando que estaba cerca. Thomas
escuchó dos voces, sus ojos como platos ante el sonido de su hijo hablando.
Incluso cuando Elias estaba en su forma humana, no hablaba mucho, de
manera que el hecho que se estuviese riendo hizo que Thomas se detuviese
en seco. Sabía que no debería estar espiando, pero quería saber qué estaba
haciendo Craig para que Elias se riese de nuevo.

Thomas se agachó y avanzó lentamente bajo un arbusto, teniendo


cuidado de hacer el menor ruido posible. Se detuvo un momento, y cuando
estuvo seguro que nadie le había notado, echó un vistazo entre las hojas del
arbusto.

Craig estaba sentado, su espalda contra un tocón, mientras Elias


estaba sentado frente a él con las piernas cruzadas.

—Juro que fue lo más divertido que he visto en un tiempo. El tipo se


alejó corriendo, jodidamente asustado, y el shifter lobo simplemente
comenzó a hacer esos extraños ruidos. Pensé que estaba teniendo
problemas para respirar, ya sabes, pero cuando miré mejor, ¡simplemente
se estaba riendo de su culo! Fue malditamente extraño ver reírse a un lobo
de esa manera.

Elias se rio de nuevo entre dientes y la respiración de Thomas se


entrecortó. Podría no querer a su pareja, pero ver a su hijo y a Craig
llevarse bien de esa manera aún hizo algo en él, algo a lo que no pudo
poner nombre.

—Así que, ¿no estás acostumbrado a los shifters?


32
—Ahora lo estoy, pero entonces no.

—¿Vas a quedarte aquí?

—Quizás. No tengo ningún otro lugar donde estar de todos modos, y


aquí podría ser de utilidad.

Elias asintió con la cabeza. —Me gustaría que te quedases. No tengo


muchos amigos, y es agradable hablar contigo. —Thomas vio sonrojarse a
su hijo y bajó la mirada hacia su estómago revuelto. Si no lo supiese mejor,
habría jurado que Elias tenía un enamoramiento por Craig. Pero eso no
podía ser, ¿verdad?

Craig sonrió a Elias y Thomas sintió celos de su hijo. Quería ser el


único al que Craig sonriese. Apretó los dientes contra el impulso de ir ahí y
escuchó de nuevo.

—¿Cómo puedes no tener amigos? Tienes qué, ¿diecisiete?

—Dieciocho. Yo, bueno, siempre he sido de esta manera. Realmente


no soy una persona sociable, pero al menos solía hablar con mi padre.

—¿Solías?

—Sí. Últimamente no ha sido el mismo, y eso es raro. Sé que hay


algo pasando entre él y mi madre, pero no sé qué. Siempre se están
peleando y gritando.

—Quizás están teniendo problemas. Sucede, ya sabes.

—Lo sé. Sólo pienso que si no pueden resolverlos, deberían


separarse.

Thomas se sintió enfermo. Sabía que los niños tenían que haber
notado que algo estaba mal, pero las palabras de Elias le conmovieron.

—Pensé que las parejas no podían separarse.

—No pueden, pero mamá y papá no son pareja. No sé qué está mal, 33
pero sé que viene de papá. Quizás encontró a su pareja y no quiere
contárnoslo.

Thomas observó cómo Craig se inclinó hacia Elias y apretó su


hombro. —Tu padre hará lo correcto. Quizás encontró a su pareja, quizás
no, pero si lo hizo, no puede ser fácil saber que tendrás que hacer daño a tu
esposa e hijos por divorciarse. Quizás no quiera que las cosas cambien.

—Pero tendrá que cambiar algún día. Si se separan porque uno de


ellos encontró a su pareja, entonces yo sería feliz. No es como si papá ya no
me quisiera, y no podría evitarlo, de todos modos. ¿Cuál es el punto en
luchar contra ello?

Thomas no pudo soportarlo más. Se levantó de su posición, teniendo


cuidado de las ramas del arbusto, y salió. Caminó hacia su hijo, que ahora
le estaba mirando, y notó a Craig tensándose. Sin embargo, no fue el único
en verlo. Elias se giró hacia Craig y le sonrió.

—Es mi padre, no te preocupes. —Entonces Elias se giró de nuevo


hacia Thomas y cruzó los brazos sobre su pecho—. Papá, ¿me estabas
espiando?

Craig observó mientras el lobo más grande trotaba hacia el pequeño


claro y se detenía cerca de Elias. Tenía un extraño pelaje moteado y
encontró que le intrigaba, incluso si no fuese tan obvio. Craig también se
preguntó cuánto había escuchado realmente el lobo. Si Elias tenía razón y
su padre había encontrado a su pareja pero no quería hacer daño a su hijo,
quizás fuese algo bueno que el shifter les hubiese escuchado.

El lobo ladró y señaló con su hocico hacia la casa de Kameron, luego


ladró de nuevo. Obviamente quería que Elias le siguiese allí, pero el niño
no le estaba poniendo las cosas fáciles a su padre. Parecía tan terco como
ellos, con los brazos aún cruzados sobre el pecho y su mandíbula apretada,
de manera que sus siguientes palabras no sorprendieron a Craig.

—No voy a ninguna parte contigo, papá, no hasta que finalmente


hablemos acerca de lo que te ha estado molestando.
34
El lobo gruñó un poco y señaló de nuevo con su hocico hacia la casa,
pero Elias no se movió. Craig hizo el intento de levantarse.
—Entonces me iré.

Elias levantó la cabeza de golpe hacia él. —¿Por qué?

—Estoy seguro que tú y tu padre queréis tener esta conversación a


solas.

Elias no se veía feliz, pero Craig se levantó de todos modos. Agarró


el hombro del niño y lo apretó. —Si quieres hablar de nuevo, estoy
viviendo en la casa del alfa por el momento. Ven en cualquier momento
que quieras.

Elias asintió con la cabeza y Craig hizo el intento de alejarse, pero el


lobo se puso en su camino. Craig frunció el ceño e intentó pasarle, pero el
lobo le siguió, nunca alejándose de su punto delante de Craig. Parecía
querer que Craig se quedase ahí, y Craig no entendía por qué. —¿Por qué
está actuando de esta manera?
—Ni idea. Quizás quiera hablar contigo.

—Sí, bueno, eso no va a ser fácil si no cambia de nuevo.

—Papá, ¿dejarás que el hombre se vaya? ¿O quieres que se quede


aquí cuando me digas por qué aún estás con mamá si ya no la amas?

A Craig le dieron escalofríos. Maldita sea, el niño tenía una vena


cruel. Podría haber esperado a que Craig se hubiese ido antes de comenzar
la conversación, pero claramente había llegado al límite de su paciencia.

El lobo lloriqueó y se sentó. Craig observó con asombro cuando el


aire brilló a su alrededor, al igual que lo hacía elevándose del asfalto en un
día demasiado caluroso. El hocico del lobo se acortó, sus orejas
desaparecieron en su cráneo, su pelaje en su piel. Sus patas cambiaron a
fuertes manos bronceadas y Craig contuvo la respiración.

Reconoció al hombre que estaba arrodillado frente a él, ¿cómo 35


podría no hacerlo? Ya había luchado con Thomas unas pocas veces después
de todo. —¿Thomas?

—¿Conoces a papá?

—Supongo que puedes decirlo de esa manera.

Craig intentó mantener los ojos lejos del masculino cuerpo que se
estaba estirando frente a él cuando Thomas se levantó, pero fue algo difícil
de hacer. Thomas era exactamente el tipo de hombre por el que Craig solía
ir, excepto por su menos que amistosa personalidad.

Era más grande que Craig, en altura y corpulencia. Su pecho estaba


cubierto con un poco de vello rubio que brillaba al sol que asomaba entre
los árboles, y el rastro que se dirigía hacia su ingle hizo agua la boca de
Craig.

Dándose cuenta que había estado mirando fijamente, Craig bajó la


mirada, odiándose cuando sintió calientes sus mejillas. No habría tenido
problemas dejando que Thomas supiese que había estado observando si
Elias no hubiese estado ahí con ellos. Pero el chico estaba ahí, y no tenía
intenciones de golpear a su padre, no incluso después que Elias le hubiese
contado acerca de la vida amorosa de Thomas.

—Ahora, ¿finalmente vas a contarme qué está pasando contigo?


—preguntó Elias, haciendo que Craig volviese a su situación actual.

—Entonces me iré. —Craig vio a Thomas abrir la boca y cerrarla de


nuevo. Parecía que el hombre quisiera decir algo, de manera que Craig se
detuvo, teniendo cuidado de mantener los ojos por encima del nivel de la
cintura—. ¿Qué pasa?

—¿Jago y tú estáis juntos?

Las cejas de Craig se elevaron por la sorpresa. No sabía qué había


estado esperando, pero no había sido eso. —¿Y eso que te importa a ti?

Thomas sacudió la cabeza. —Nada. Sólo me lo preguntaba.


36
Craig pudo ver que era importante para Thomas, aunque no pudiese
desentrañar por qué. Tampoco pudo entender por qué tuvo el repentino
impulso de asegurar al hombre que no había nada entre él y Jago y que
estaba libre para hacer cualquier cosa que Thomas quisiera hacerle. —No.

Thomas le miró, sus ojos ardiendo con una emoción que Craig no
pudo identificar. —¿Qué?

—No, no estoy con Jago.

Los ojos de Thomas se abrieron como platos y la tensión que Craig


había notado en él pareció purgarse de su cuerpo. No sabía por qué era tan
importante para Thomas, pero se sintió aliviado ante la reacción del
hombre. Sin embargo, por encima de todo, se sintió confuso. ¿Por qué lo
que Thomas pensara y quisiera era tan importante para él? Ni siquiera
podía soportar al hombre, no después de lo que había sucedido durante sus
anteriores encuentros.

—De acuerdo, uh, supongo que gracias por contármelo.


Craig asintió con la cabeza y finalmente, finalmente se las apañó
para alejarse. Frunció el ceño todo el camino de regreso a la casa, sus
pensamientos pasando por su mente. Ni siquiera notó a Duncan hasta que
literalmente corrió hacia él.
La mano de Craig salió disparada hacia adelante y agarró el codo de
Duncan, enderezándole. —Lo siento, no te vi.

Duncan se rio entre dientes. —Sí, ya lo veo. ¿Qué tienes en mente


para no ser consciente de lo que te rodea?

Duncan tenía razón, no era como si Craig fuese completamente


ajeno. Había sido entrenado para no serlo, e incluso si se sentía seguro en el
territorio de la manada, aún debería haber sabido que Duncan estaba tan
cerca de él. Se pasó una mano por el cabello, las cortas hebras haciendo
cosquillas en la palma de su mano. —Estoy confuso.

—¿Sobre qué?

—Thomas. —El nombre se había escapado de los labios de Craig 37


antes que pudiera evitarlo.

La ceja izquierda de Duncan se elevó en interrogante. —Thomas,


¿huh?

—Sí. Las pocas veces que he hablado con él ha sido un gilipollas,


pero su hijo me dijo unas pocas cosas que me hicieron pensar que podría
haber demasiado en su mente para ser agradable en ese momento.

—Todos somos conscientes que algo está pasando con Thomas, pero
no ha hablado con nadie de ello por lo que sé. No siempre ha sido tan malo.

—Sí, no lo creo. —Pero, ¿por qué saber que Craig no estaba con
Jago era tan importante para Thomas?

—¿Elias te dijo cuál era el problema?

Craig miró a Duncan. —No sé si me lo contó todo, pero supongo que


tengo una muy buena idea sobre qué le está molestando a Thomas ahora, y
no sé qué hacer con la información. —No conocía a Thomas después de
todo, así que, ¿por qué debería molestarse en ayudarle? Si no fuese por la
sensación que tenía de ayudar al shifter lobo, que de alguna manera eso era
importante para el futuro de Craig, probablemente no se hubiese
entrometido.

Los ojos de Duncan eran inquisitivos cuando preguntó: —¿Por qué


quieres ayudarle?

—No tengo ni idea, pero siento como que debería hacerlo, o al


menos intentar hablar con él sin sentir la necesidad de darle un puñetazo.

—Pues bien, si eso es lo que estás sintiendo, entonces deberías darle


una oportunidad. ¿Qué es lo peor que podría suceder?

—¿Thomas enviándome al infierno por meterme en algo que no me


concierne? ¿O quizás arrancarme literalmente la cabeza?

Duncan se rio. —Nah, no te haría demasiado… daño.


38
—Supongo que depende de cuánto es mucho, ¿huh?

Craig podría no entender qué estaba sucediendo, pero sabía una cosa.
Elias era un niño dulce, y había confiado en Craig con algo que era
importante para él. Incluso si Craig no estuviese seguro que ayudase a
Thomas, sabía que estaría ahí para Elias si necesitaba hablar de nuevo con
alguien.

Thomas no estaba seguro por dónde comenzar. Había pensado que


nunca tendría esta conversación con su hijo, e incluso si la tuviese, habría
sido el único en iniciarla. Obviamente no había tenido en cuenta la
inteligencia de su hijo.

—¿Papá?

—¿Por qué piensas que ya no amo a tu madre?

Elias se encogió de hombros. —Es algo obvio. Cuando era un niño,


pasabais mucho tiempo juntos, hablabais y otras cosas, pero últimamente
has estado diferente. Sé que no debería entrometerme en tus asuntos
personales, pero no quiero que seas infeliz.

—¿Carissa lo sabe? –Lo haría más fácil para Thomas si ella supiese,
pero no quería que su pequeña fuese herida.

—No lo creo. Sin duda, ella notó que te estás peleando con mamá
con mucha más frecuencia, pero no me ha dicho nada.

—No puede hablar contigo si pasas más tiempo en forma de lobo que
en tu forma de humano, Elias.

—No pasaría tanto tiempo en forma de lobo si no tuviese que huir de


vuestras luchas y gritos. La atmósfera en casa es difícil para soportarla la
mayor parte del tiempo. Además, también he estado lidiando con algunos
asuntos personales.

El corazón de Thomas se apretó dolorosamente. Había estado tan 39


concentrado en no hacer daño a su esposa e hijos que se había olvidado de
ver que podría hacer daño por cosas no relacionadas con él. —
¿Quieres hablar de ello?

—Sí, pero sólo después que me digas qué está pasando. Ya no soy un
niño, e incluso si soy tu hijo, puedes hablar conmigo. No voy… eres mi
padre, sin importar qué. Incluso con ese ridículo bigote.

Thomas soltó una risita y elevó una mano para pellizcar un lado de
su bigote. —Realmente no entiendo por qué a la gente no le gusta.

—Es feo, por eso.

—¿Qué? —La fingida ira de Thomas trajo recuerdos de jugar con


Elias, y deseó que pudiese tener eso de nuevo. Todo estaba cambiando, y
eso era exactamente lo que Thomas había querido evitar.

El pensamiento cortó la risa que burbujeaba en sus labios y tomó una


temblorosa respiración. Tenía que hablar con Elias, explicar qué estaba
pasando, al menos parte de ello. La otra parte no estaba seguro que aún
estuviese preparado para compartirla con alguien. —Eli…

—Vamos, papá. Habla conmigo.

De manera que Thomas lo hizo. —No creo que sepas esto, pero tu
madre y yo realmente no tuvimos elección acerca de casarnos. Entonces
Erskine ya era el alfa, y ya sabes cuál era su punto de vista acerca del
matrimonio y las apariencias.

—Sí. Casarse y tener tantos hijos como puedas para elevar el número
de miembros de la manada.

—Exactamente. —Thomas se sentó en la hierba, retorciéndose un


poco cuando le hizo cosquillas en lugares donde no debería hacer
cosquillas pero finalmente encontrando una posición lo suficientemente
cómoda. No tenía ningún problema estando desnudo frente a Elias, pero
ojalá tuviese ropa interior a mano. La hierba no fue hecha para entrar en
contacto directo con su polla.
—Sólo tenía diecinueve años en ese momento, pero para Erskine ya 40
era lo suficientemente mayor para casarme. Amaba a tu madre, aún lo
hago, sólo… no creo que nunca la haya amado como debería haberlo
hecho. Aún así, no tuvimos elección, y esperaba que me hubiese
enamorado de ella con el tiempo.

—Pero no lo hiciste.

Thomas abrió la boca para protestar. Estaba arraigado en él para


hacerlo, para intentar convencer a todo el mundo que amaba a Laura, pero
Elias le calló hablando de nuevo. —Hey, sé que amas a mamá, y a
nosotros. Cualquiera puede ver eso. Sólo creo que amarla y estar
enamorado de ella son cosas muy diferentes.

—Sin embargo, durante mucho tiempo pensé que estaba enamorado


de ella. Supongo que eres más inteligente que yo.

Elias sonrió con suficiencia. —Eso no es nada nuevo.

Thomas extendió la mano y revolvió el cabello de su hijo. Elias gritó


y se inclinó hacia atrás, pero la sonrisa en su rostro hizo que Thomas se
sintiese mejor acerca de lo que estaba haciendo. No se había dado cuenta
cómo su negativa a admitir que algo estaba mal había afectado a otras
personas en su vida hasta entonces.

—¿Qué te hizo darte cuenta que no la amabas como un marido


debería?

Thomas vació. Lo que estaba a punto de decir sería lo más difícil de


todo, lo que podría significar que Elias le rechazase. Aún así, se lo debía a
su hijo el ser completamente honesto. —Todo fue perfecto durante años, o
al menos así lo pensé. Entonces, cuando tú tenías nueve o diez años,
Erskine descubrió que un miembro de la manada era gay. El hombre había
encontrado a su pareja y estúpidamente había pensado que el alfa le
permitiría emparejarse con el hombre.

Elias hizo una mueca. —Eso no pudo haber ido bien. Sin embargo,
no recuerdo nada de esto. ¿Qué sucedió?

—Erskine le puso de patitas en la calle, o mejor dicho, huyó. 41


Algunos de nosotros habíamos estado presentes cuando Bill había hablado
con Erskine, y nos aseguramos que supiese que tenía que irse antes que
algo malo sucediese. Le ayudamos a empacar e irse.

—¿Qué le sucedió?

—No tengo idea. No he escuchado de él desde entonces. —Thomas


pensó en ello, acerca de la manera que le había hecho sentir la emoción de
Bill y la admisión que su pareja era un hombre. Le abrió los ojos, y nunca
más había sido capaz de cerrarlos.

—Sin embargo, ¿qué tiene que ver eso contigo?

—Tocó un punto sensible, porque yo sabía cómo se sentía Bill, al


menos hasta cierto punto.

Los ojos de Elias eran enormes, pero no dijo nada. No era estúpido, y
Thomas estaba seguro que su hijo tenía una idea acerca de lo que estaba
intentando decirle. Se alegró que Elias le permitiese hacerlo a su propio
ritmo. No era algo fácil de admitir, especialmente ya que no se lo había
admitido a nadie excepto a él mismo, nunca.

—Yo… supe que era… siempre lo supe, y ojalá pudiera haber hecho
lo mismo que Bill. Podría haber sido rechazado, pero tenía a su pareja, y
era feliz. Me hizo darme cuenta que yo no lo era, al menos no
completamente. Suprimí mis sentimientos tanto como pude durante años,
pero cuando Erskine comenzó a insinuar que quería que tuviésemos otro
hijo, me di cuenta que no podía, ya sabes. Con tu madre. Ya no.

Thomas sabía que sus mejillas estaban rojas, podía sentirlo, y el


hecho que Elias hubiese fijado su mirada firmemente en sus manos y
también estuviese sonrojado fue casi demasiado divertido. Casi.

—Nosotros, ah, no hemos… durante un tiempo ahora. —No había


manera que Thomas estuviese diciendo más de lo que ya había dicho.

—Porque eres gay.

Thomas se aclaró la garganta, abrió la boca, luego se aclaró la 42


garganta de nuevo. —Sí. Sí, porque soy… gay. —La última palabra fue un
susurro y Thomas bajó la mirada hacia la hierba, asustado de cuál fuese la
reacción de su hijo.

Cuando largos brazos se deslizaron alrededor de sus hombros y la


barbilla de Elias se asentó en la parte superior de su cabeza, Thomas dejó
salir una temblorosa respiración. Devolvió el abrazo a su hijo, aún incapaz
de creer que finalmente hubiese admitido la verdad a alguien, a su hijo.

—Está bien, papá. No hay nada malo con ser gay. Debería saberlo,
ya que creo que lo soy.

—¿Crees que eres gay?

Elias se alejó y encogió de hombros. —No lo sé. Eso creo, pero


realmente no tuve la oportunidad de hacer nada acerca de ello hasta hace
poco, entonces hubo la cosa contigo y mamá… ¿qué vas a hacer ahora?

—No lo sé. Intenté tan duro arreglar las cosas con tu madre, pero
obviamente no está funcionando. Quería para ella y vosotros una vida
normal. No quise haceros daño a ninguno de vosotros.

—Pero te estás haciendo daño a ti mismo. ¿Tienes… tienes novio?


¿Quizás ese Jago por el que preguntaste a Craig?

Thomas se rio entre dientes. —No, nada de novios. Nunca… hice


algo con un chico, bueno, en realidad con nadie más que tu madre.

—Tienes que contárselo. Estará herida, pero lo entenderá.

Thomas tuvo un momento difícil creyendo que su hijo de dieciocho


años tuviese más juicio que él, pero la prueba estaba justo frente a él.

—Sí, tengo que hacerlo.

43
Capítulo 3
Craig no estaba muy seguro qué hacer consigo mismo.

No era parte de la manada, de manera que no podía ayudar con las


patrullas y cosas como esas, pero aún no había decidido si quería
convertirse en un miembro. Eso le dejaba atrapado sin nada que hacer, y
odiaba eso con pasión, de manera que fue en busca de Jago, esperando que
al menos pudiese tener una agradable charla.

Los olores flotando alrededor de la casa llevaron a Craig


directamente a la cocina, donde la musaraña estaba cocinando lo que
parecía un guiso y lavando los platos. Craig levantó la tapa de la olla y
tomó una profunda respiración, su estómago gruñendo y dejándole saber
que era hora de comer.
44
Sin embargo, una cuchara de madera golpeó su mano, y dejó caer la
tapa en su lugar. —Ouch, ¿por qué fue eso?

Jago puso los puños en sus caderas y le miró de manera penetrante.


—No pienses que no sé lo que está pasando por esa mente tuya, señor. Sé
que no quieres nada más que comer mi guiso.

—¿No es para eso que lo cocinaste en primer lugar?

—Sí, pero tendrás que esperar como todo el mundo.

Craig intentó ponerle ojitos de cachorro a Jago, pero Jago le hizo un


gesto con la mano para que se marchara, lo que significaba que una vez
más no tenía nada que hacer excepto pensar, de manera que se desplomó en
el sofá en la sala de estar y cerró los ojos.

Craig no tenía familia ni hogar, y quería mucho ambos. La manada


parecía ser un buen lugar para vivir y hacer amigos, e incluso si no se
enamorase, sabía que no obstante tendría una familia.
No estaba seguro cómo reaccionarían los shifters ante él,
especialmente los que habían vivido toda su vida bajo las reglas de Erskine.
Podrían no darle la bienvenida, pero Craig esperaba que simplemente le
evitasen. Podía vivir con eso, y no estaba esperando que todo el mundo
quisiera ser su amigo de todos modos.

Además, estaba el hecho que simplemente podría irse si no le


gustaba eso. A Craig no le gustaba la opción, especialmente desde que supo
que Kameron contaba con él para ayudar, pero si realmente las cosas
fuesen mal, aún tendría esa opción. No era como si necesitase vivir en una
manada por necesidad o porque su naturaleza lo requiriera.

Tomando una profunda respiración, decidió que no ganaría nada


esperando contarle a Kameron lo que había decidido. Necesitaba más
información sobre cuál sería su lugar en la manada de todos modos, de
manera que se dirigió hacia la oficina del alfa.

Llamó a la puerta y esperó, pero nadie respondió. Craig estaba a


punto de darse la vuelta e ir a incordiar a Jago un poco más cuando la 45
puerta se abrió. Sonrió con suficiencia cuando asimiló la apariencia de
Zach. La camiseta del hombre estaba arrugada y retorcida, y Craig pudo
ver que la parte superior de sus vaqueros estaba abierta. Los labios de Zach
estaban enrojecidos y sus ojos enormes y sólo un poco aturdidos.

—¿Sí?

—Puedo volver más tarde si estoy interrumpiendo.

—No, no. Entra. —Zach se movió hacia un lado y Craig le pasó,


apenas evitando la risa que burbujeaba en su pecho cuando vio a Kameron
aún abotonando su camisa—. Oops. No sabía que estabais ocupados.

—No seas listillo y siéntate —ordenó Kameron, y Craig hizo lo que


le pidió. Sin embargo, la sonrisa nunca dejó sus labios, ni siquiera cuando
Kameron levantó la mirada y frunció el ceño.

Se acomodó en la silla y cruzó los brazos sobre su pecho, esperando


que los dos hombres se reuniesen. —De manera que, si acepto convertirme
en un miembro, ¿qué haré exactamente?
—¿En qué eres bueno?

La sonrisa en el rostro de Craig aumentó. —Oh, soy bueno en


muchas cosas.

—No lo dudo, pero no creo que necesitemos tu experiencia en todo.

—Bueno, sabes lo que hice para la compañía. Tenía guardia en su


mayoría, pero también ayudaba a entrenar a los nuevos reclutas. —En
realidad ese era uno de los pocos sueños que Craig aún tenía. Quería ser
profesor, y podría ayudar a Kameron moldeando a los nuevos reclutas que
el hombre podría añadir a la seguridad de la manada.

Kameron se inclinó hacia atrás en su silla y Zach se deslizó en el


espacio que creó, sentándose en su regazo. Se veían tan cómodos uno con
el otro y no tenían problema mostrando a Craig lo mucho que estaban
enamorados, e hizo que Craig quisiera eso. Sabía que probablemente no lo
encontraría con un shifter, no cuando sabía que podían encontrar a sus 46
parejas en cualquier momento y dejarle, pero Gillham no era tan pequeño
que no hubiese humanos gay aquí. Quizás establecerse también le haría
bien a Craig en ese lado. Finalmente sería capaz de tener un amante estable,
alguien con el que quisiera pasar el resto de su vida.

No era algo que hubiese considerado antes, no con el trabajo que


solía tener, pero era una posibilidad que le hacía querer quedarse en
Gillham incluso más.

—Así que, ¿quieres enseñar? ¿Estamos hablando de niños o adultos?

—Niños no. Sin ofender pero no creo que pudiese tratar con ellos.
Dan más miedo que los adultos.

Kameron se rio entre dientes. —Sólo puedo estar de acuerdo con eso.
Podrías ayudar a entrenar a los jóvenes que quieran convertirse en una
parte de la red de seguridad de la manada. Tenemos doce posibles reclutas
en este momento y su rango va desde los dieciocho hasta los veintitrés
años.
—Eso estaría mejor. ¿Ya tienen algún entrenamiento?

—No todos. Les dividiremos por lo que saben y lo buenos que son.
Sin embargo, no todos terminarán en el equipo de seguridad de la manada.
Querrás hablar con Duncan y Maxine para evaluar su nivel.

—¿Eso significa que me estás dando el trabajo?

—Después que hables con Duncan y Maxine y posiblemente les des


una demostración de lo que puedes hacer, sí. Ellos y Nick serán lo que
decidan si eres lo suficientemente hábil para hacerlo.
Craig no había pensado que sería fácil conseguir el trabajo, de
manera que no estuvo sorprendido. —¿Tres profesores no son suficientes?
Sólo tienes doce reclutas.

—Nick no enseña. Tiene suficiente con hacer su trabajo y ser el beta


de la manada. Sólo quiero que esté ahí y me dé su opinión, y si consigues el
trabajo, será capaz de quitar a Duncan. Es bueno, pero tiene la misma edad
que alguno de ellos, y algunos son sus amigos. Realmente no está hecho 47
para la posición de profesor, pero es el único que estuvo de acuerdo en
hacerlo.

Craig asintió con la cabeza. —¿Cuándo será la prueba?

—Llamaré a Nick y comprobaré cuándo es su próximo día libre. Por


supuesto, podría cambiar, ya que es detective, pero comenzaremos desde
ahí. Quiero que te vean luchando y enseñando.

—Sin problema. Sabes dónde encontrarme.

Kameron sonrió. —Sí, en la habitación de al lado.

Craig estaba viviendo en la casa del alfa en este momento, pero si


Kameron decidía darle el trabajo, tendría que encontrar una casa.
—¿Hay alguna casa vacía en el territorio de la manada?

—Las hay. Algunos de los miembros fueron expulsados hace unos


días, y las casas en las que vivían están vacías. Puedo tener a alguien que te
las muestre si quieres. No tendrás que pagar alquiler, pero tendrás que
pagar por cualquier reforma que quieras hacer, y por supuesto la manada te
pagará un salario mensual.

Sonaba demasiado bueno para ser verdad, y Craig se permitió tener


la esperanza de conseguir el trabajo.

—Oh, si pasas las pruebas, quiero que hagas algo por mí.

Craig hizo una mueca. —Sabía que era demasiado bueno para ser
cierto.

—No es nada malo —dijo Kameron, alejando con una mano las
preocupaciones de Craig—. No sé cuánto sabes exactamente acerca de los
experimentos de la compañía, y te contaré más sobre ello más tarde, pero
quiero que evalúes el nivel de tres personas.

Eso no sonaba tan mal, pero Craig no pudo evitar pensar que
Kameron no le estaba contando algo. —¿Eso es todo? ¿Tengo que hacerles
pelear y decirte lo buenos que son? 48

—Eso es todo. Te contaré más sobre ello cuando llegue el momento,


y creo que ya sabes que hay algo más, pero no tienes que preocuparte por
ello en este momento.

—De acuerdo entonces. Así que, ¿cómo me convierto exactamente


en un miembro de la manada?

—Eli, deberías irte, quizás a casa de Jarrett. —Elias abrió la boca,


probablemente para protestar, pero Thomas no estaba teniendo nada de
eso—. Por favor. Sé que tomaste esto bien, mucho mejor de lo que podría
haber esperado, pero no creo que sea tan fácil con tu madre. No es lo
mismo.

—Bien. —Elias dudó antes de dar un paso hacia adelante y deslizar


sus brazos alrededor de Thomas, abrazándole con fuerza. Normalmente
Thomas no era mucho de abrazos y besos, incluso si amaba a sus hijos más
que a nada en el mundo, pero estaba feliz que Elias quisiera estar cerca de
él en este momento.

Sintió arder sus ojos y los cerró, devolviendo el abrazo a Elias con
todas sus fuerzas. Había tenido tanto miedo que sus hijos ya no quisieran
verle después que descubriesen que era gay, pero Elias le había aceptado
sin mucho más que una protesta.

Thomas besó la parte superior de la cabeza de su hijo. —Soy tan


afortunado de tenerte como mi hijo, Eli.

Elias se rio entre dientes en el pecho de Thomas. —Sí, lo sé.

Cuando se separaron Elias bajó la mirada, un ligero sonrojo en sus


mejillas como si estuviese avergonzado. Thomas se rio entre dientes.
También habría estado avergonzado si hubiese sido abrazado por su padre
cuando tenía dieciocho, no que el hombre se lo hubiese permitido. Estaba
feliz que él y Elias no tuviesen la misma relación fría y distante que había
tenido con su propio padre.
49
—Vamos. Pasaré por ti cuando esto termine, ¿de acuerdo? —
Thomas no sabía cómo iría, pero obviamente Laura iba a estar menos que
satisfecha con él. Ojalá no tuviese que hacerle daño de esa manera, pero no
pensaba que hubiese algo más que pudiera hacer, no ahora que Elias lo
sabía. Aunque probablemente no se lo dijese a nadie si Thomas se lo pedía,
Thomas no quería que su hijo tuviese que esconderle cosas a su madre, al
menos cosas que no deberían tener que esconderse.

Carissa ya estaba en la casa de un amigo, de manera que no había


nada que detuviese a Thomas. Ella había estado más que feliz de ir, sin
saber lo que Thomas estaba a punto de hacer. Esperaba que ella reaccionara
tan bien como Elias, pero sabía que sería demasiado bueno para ser cierto.

Thomas esperó que Elias cambiase y desapareciera entre los árboles


antes de cambiar a su forma de lobo y trotar hacia su casa. Una vez allí,
cambió de nuevo, tomó una profunda respiración y abrió la puerta principal
de la casa en la que había vivido durante los últimos diecinueve años. Se
preguntó brevemente cómo se vería Craig sentado en el maltratado y viejo
sofá en la sala de estar y sacudió la cabeza para desvanecer el pensamiento.
Incluso si decidiese contarle la verdad a Craig, no significaba que el
hombre le quisiera, e incluso si por algún milagro lo hiciese, Thomas
estaba seguro que nunca pondría un pie en la casa familiar.

Thomas sabía que esos serían los últimos minutos que pasaría en la
casa que había visto tanto de él y su familia. No estaba a punto de pedirle a
Laura que se mudase, ni siquiera si la casa estaba a su nombre. Debería
haber pensado preguntarle a Kameron si había alguna casa a la que pudiera
mudarse, pero no lo había hecho, lo que significaba que probablemente
pasaría la noche en la casa del alfa. Sería incómodo, con Craig viviendo ahí
en este momento, pero sólo sería una noche.

—¿Laura?

—En la cocina.

Thomas atravesó la sala de estar y siguió el maravilloso aroma de


tomates y ajo hacia la cocina. Laura estaba cocinando, lo que era algo
bueno. Significaba que estaría un poco relajada para su conversación.
50
De acuerdo, de manera que quizás no fuese algo bueno tenerla tan
cerca de cuchillos y otras cosas afiladas que pudiera utilizar para cortar las
pelotas de Thomas, pero era un hombre, maldita sea, y tomaría lo que ella
le tirase como uno. Asintiéndose a sí mismo con la cabeza, entró en la
cocina con una nueva resolución, sólo para vacilar cuando la vio con un
enorme cuchillo en la mano, cortando tomates.

—¿Laura? ¿Podemos hablar?

Ella le miró y bajó lentamente el cuchillo y Thomas dejó salir un


suspiro de alivio. Gracias a Dios.

—¿Finalmente estás preparado para contarme que ha estado pasando


contigo?

—No, no creo que esté preparado, pero es hora de hacerlo de todos


modos.

—Voy a querer sentarme para esto, ¿cierto?


Thomas hizo una mueca. —Probablemente.

Bajó el fuego bajo la olla, dándole un último meneo antes de


limpiarse las manos y salir de la habitación. No miró a Thomas, pero él vio
lo tensa que estaba, como sus labios estaban presionados, en una línea tan
fina que estaban cerca de desaparecer. Su espalda estaba tiesa como un palo
y sus manos apretadas a los costados, y Thomas se maldijo una vez más por
lo que estaba a punto de hacer.

Siguió a su esposa a la sala de estar y se sentó en uno de los sillones


cuando ella se sentó en el sofá. Laura cruzó las manos en su regazo y giró
la mirada hacia Thomas, esperando que finalmente le contase la verdad. Él
no quería nada más que decirle que todo estaría bien, pero no pudo, no
sabiendo que no era cierto.

—¿Así que? ¿Vas a contármelo, o sólo vas a quedarte ahí y


mirarme?

Thomas hizo una mueca de dolor ante la amargura en el tono de voz 51


de Laura. —Voy a contártelo. Sólo… no es fácil para mí, saber que voy a
hacerte daño. Es lo último que quiero hacer, Laura.

—Pero no hay otra manera. Ya me haces daño, Thomas. Me has


estado haciendo daño durante meses, cada vez que te negabas a hablar
conmigo, cada vez que peleábamos. Cada vez que huías en lugar de sólo
decirme qué está pasando.

—Lo sé. Lo siento. —Y lo sentía. Podría no estar enamorado de


Laura, nunca lo había estado, pero eso no quería decir que no la amase.
Habían estado juntos durante años, habían sido amigos y amantes.

—¿Tienes… tienes otra mujer?

La cabeza de Thomas se levantó de golpe. El rostro de Laura estaba


pálido y se estaba mordiendo el labio inferior, esperando que le dijese que
sí, que la estaba dejando por otra mujer. —No. Nunca te engañaría, Laura.
Es… no hay otra mujer.

—Pero aún me estás dejando.


Thomas tomó una profunda respiración. En lugar de confesar la
verdad, estaba permitiendo que Laura le sonsacase todo. —Sí. Te amo,
pero no estoy enamorado de ti. Nunca lo estuve.

La respiración de Laura se entrecortó y Thomas se reprendió por ser


tan brusco. —Sabes que nos lo impusieron hace diecinueve años. Éramos
jóvenes, tan jóvenes, y nunca tuvimos la oportunidad de explorar el mundo.

—¿Eso es lo que quieres hacer? ¿Irte y explorar?

—No, no. No estoy pensando en dejar la manada ni a los niños.


Sólo… entonces tuvimos que casarnos, incluso si sabía que nunca me
hubiese casado con una mujer. Sería lo último que quisiera hacer.

—No entiendo, Thomas.

Thomas se estaba haciendo un lío, y sabía que sólo había una manera
de mantener el daño bajo control. —Soy gay, Laura. Siempre lo he sido. 52

Laura abrió la boca, luego la cerró con un audible chasquido.


—¿Eres… gay?

Thomas asintió con la cabeza. —Lo sabía cuándo nos casamos, pero
no pude negarme, ya lo sabes.

—Podrías habérmelo dicho. —Dios, Thomas se sintió como una


mierda ante la vista de la solitaria lágrima deslizándose por la mejilla de
Laura.

—Debí hacerlo, pero no pensé que incluso tuviese la oportunidad de


ser yo mismo, no aquí en Gillham. Nunca pensé que Erskine sería
desafiado y que el nuevo alfa no tendría problemas con los gay.

—¿Y pensaste que sería una buena razón para... para traicionarme?

—Al principio no sabía cómo reaccionarías. Sabes lo que habría


sucedido si se hubiese descubierto, Laura. Habría tenido que dejarte a ti y a
los niños en el mejor de los casos, pero podría haber sido asesinado.
—¿Y después? ¿Después que supiste que nunca habría dicho nada?
¿Por qué no entonces?

—No quise hacerte daño a ti y a los niños. Pensé que no importaba,


que me quedaría contigo para siempre.

Laura tomó una temblorosa respiración. —¿Qué cambió? Sé que lo


dijiste porque Kameron lo está aceptando, pero has sido un idiota durante
meses. ¿Por qué me lo estás contando ahora?

Thomas se encogió de hombros. —Erskine se ha ido.

—¿Estás seguro que eres…? —La esperanza en el rostro de su


esposa abatió a Thomas. Sabía que no estaba enamorado de ella, pero
quizás ella lo estuviese de él—. Quizás sólo quieras, intentar cosas nuevas
ahora que sientes que puedes. Quizás ni siquiera te guste. Podría… podrías
intentarlo, quizás. Te dejaré.
53
Thomas no estaba seguro que quisiera contarle acerca de Craig, o
cualquier otra persona para el caso, pero le debía a Laura ser
completamente honesto, especialmente ya que ella parecía pensar que sólo
era un capricho para él. —No es temporal, Laura. No puedo ir y probarlo y
luego regresar contigo.

—¿Pero por qué no? Dijiste que me amabas. Si quieres tener sexo
con un hombre, entonces hazlo. Yo… no me gustará, pero te dejaré.
Entonces puedes regresar y dejar eso atrás y aún seremos una familia.

Thomas sacudió la cabeza. Laura estaba llorando abiertamente a


estas alturas, y se sintió más y más como un completo gilipollas. ¿Era tan
malo que finalmente quisiera ser él mismo? —No puedo hacer eso. Sé que
dije que te amaba, y realmente lo hago, pero no como debería amar a mi
esposa.
—Aún no entiendo, Thomas. ¿Cómo puedes tirar por la borda veinte
años porque quieres follar a un hombre?

Thomas se encogió. —No es sólo que quiera, uh, follar a un hombre.


Yo… conocí a mi pareja.
El silencio en la habitación era denso, tan denso que Thomas pudo
haber jurado que lo sintió empujando sus hombros.

—¿Tu pareja?

—Sí.

—¿Es un hombre?

—Sí.

—¿Vas a… vas a reclamarle?

—No lo sé. Nadie sabe que es mi pareja, y no estoy seguro que


quiera que alguien lo sepa, al menos aún no. No tengo idea qué estoy
haciendo, Laura. Sólo sé que no podía seguir haciéndote daño como lo he
estado haciendo en los últimos meses.
54
Thomas contuvo la respiración mientras esperaba que Laura dijese
algo.

—Yo… no sé qué decir. Entiendo por qué lo hiciste, pero eso no


quiere decir que no duela. No… creo que lo mejor sería que te mantuvieses
alejado por un tiempo. Necesito tiempo para perdonarte. —Se le escapó un
sollozo y se puso una mano en la boca como si estuviese intentando
físicamente evitar llorar.

Thomas asintió con la cabeza. Ya había sabido que llegaría a eso, por
supuesto, y no culpaba a Laura. ¿Cómo podría cuando casi la había
traicionado? —¿Puedo venir a ver a los niños?

—Por supuesto. Son tus hijos tanto como míos, Thomas. No estoy
segura cómo contarles esto. No estoy segura que sea la mejor persona para
hacerlo, no cuando estoy tan enojada contigo.

—Se lo contaré a Carissa. Elias ya lo sabe.

—¿Lo sabe?
—Me acorraló y me hizo admitirlo. —Thomas no le contaría a Laura
que Elias pensaba que era gay. No era su secreto para contarlo—. Lo tomó
bien. Sin embargo, no estoy seguro que Carissa lo haga.

—Probablemente vaya a enojarse contigo por un tiempo, pero lo


superará, especialmente si le cuentas que encontraste a tu pareja.

Thomas sólo podía esperar que fuese tan fácil como Laura pensaba
que sería, y que le perdonase un día. Podría no estar enamorado de ella,
pero había sido su mejor amiga durante años, y no quería perder eso.

La mente de Craig aún estaba girando después de su conversación


con Kameron.

Había jurado lealtad a la manada, y fue el primer humano en hacer


eso. Le habían dicho que Xavier no contaba ya que se había convertido en
miembro de la manada a través de su emparejamiento con Andy, de manera
que sí, eso hizo que Craig fuese único en ese momento, y no estaba seguro 55
que le gustase.

No estaba ciego. Había notado que algunas personas que había


conocido no estaban felices de tenerle aquí, y esperaba que nadie causase
problemas cuando descubriesen lo que Kameron había hecho. Aún así,
había tomado su decisión y no se retractaría, ni siquiera ahora que habían
pasado varias horas.

La noche había caído y la casa había quedado en silencio. Craig aún


estaba en la sala de estar, la televisión encendida a bajo volumen, su mente
ya centrada en lo que enseñaría. Tenía la suficiente confianza para saber
que conseguiría el trabajo. Sabía que era bueno enseñando, probablemente
mejor que siendo un guardia siguiendo órdenes. Lo único que le
preocupaba era el hecho que no sabía cómo reaccionarían los jóvenes
shifters ante un profesor humano, uno que ni siquiera estaba emparejado a
un shifter.

Sabía que a Elias parecía gustarle lo suficiente, pero había hablado


sólo durante poco tiempo. Sin embargo, no pareció del tipo que quisiera ser
guardia, de manera que probablemente Craig no fuese a tenerle en el grupo.

Giró la cabeza hacia la puerta principal cuando se abrió. Aún


sorprendía un poco a Craig saber que cualquier miembro de la manada
podía entrar en la casa en cualquier momento que quisieran y pasear por el
piso inferior como si estuviesen en su casa. Eso era algo a lo que tendría
que acostumbrarse, la mentalidad de la manada.

Todos los lobos vivían juntos en la misma parcela de terreno. Sin


duda, era bastante grande por lo que entendió, y algunas de las casas ni
siquiera podían verse desde la casa del alfa, pero aún era extraño de ver
para alguien que había vivido solo la mayor parte de su vida.

La gente entraba y salía, se reunía en la casa del alfa y pasaban


tiempo juntos como una gran familia. No era algo a lo que Craig estuviese
acostumbrado.

Bajó los pies de la mesita de café y se giró de nuevo hacia la


televisión. Quien quiera que fuese podría no querer hablar con él, y no 56
estaba seguro que realmente quisiera hablar, pero tampoco iba a alejar a
nadie si viniesen a él. Sería la manera más fácil y rápida de tener gente que
no le guste, y no era algo que pudiese permitirse en este momento.

—¿Aún despierto?

Craig levantó la cabeza de golpe hacia la voz. De todas las personas


que había pensado vería y que le hablasen de buena gana, Thomas era el
último. De acuerdo, de manera que quizás no fuese el último, ya que
Kameron le había dicho a Craig acerca de la misión de Thomas, pero aún
así, no había esperado ver a Thomas en la casa del alfa casi a medianoche.

—Sí, pero no creo que Kameron esté.

—Oh, sé que no está, e incluso si estuviese, seguro que no quiero ir


ahí e interrumpirle a él y Zach. —Thomas se estremeció—. Quién sabe con
qué podría toparme. —Thomas se dejó caer en el sofá al lado de Craig y
Craig se apartó de su camino.

—¿Qué? ¿Tus pequeños ojos hetero no podrían soportar la vista?


Los puños de Thomas se tensaron y Craig esperó una respuesta
mordaz, pero nunca vino. Thomas pareció relajarse sólo un poco y dijo: —
Nada que ver con ser hetero o gay, simplemente no quiero ver el peludo
culo de Kameron más de lo que ya tengo que hacerlo cuando cambiamos.
Craig estaba sorprendido. No conocía muy bien a Thomas, pero las
pocas interacciones que había tenido con él no le habían dejado una buena
impresión. —No sé… creo que me gustaría la vista. —No pudo evitarlo,
simplemente tenía que burlarse de Thomas. Tenía curiosidad por ver
cuándo se rompería el hombre.

—Podrías, pero he conocido a Kam desde que éramos niños. Es más


como un hermano que un amigo, y eso es lo que lo hace incómodo.

Entonces Craig recordó algo. —¿Qué? ¿Eres más del tipo twink?

Thomas se giró para mirar a Craig y Craig esperó el estallido. —¿Por


qué pensarías eso? —La manera en que estaba mirando el cuerpo de Craig,
sus ojos moviéndose es su totalidad, incomodó a Craig. Sin embargo, no 57
estaba seguro si era una buena o mala incomodidad.

—Preguntaste si estaba con Jago. ¿Por qué harías eso si no estuvieses


interesado en él?

Craig estaba sorprendido que Thomas aún no estuviese atacando.


Sabía que su pequeña conversación habría hecho que al menos más de un
hombre hetero se sintiese incómodo, y uno tan fácilmente irascible como
Thomas incluso más. Craig tuvo un momento difícil creyendo que Thomas
pudiese sentirse tan cómodo consigo mismo que la insinuación que pudiera
ser gay no le enojase.

—¿Quién dijo que estuviese interesado en él?

La boca de Craig se abrió de golpe. Thomas no podía estar diciendo


lo que Craig pensaba que estaba diciendo, ¿cierto? —¿Qué?

Thomas le dio a Craig una maliciosa sonrisa y Craig pudo haber


jurado que el hombre realmente le guiñó un ojo, pero el parpadeo de la luz
proveniente de la televisión no fue suficiente para que estuviese 100%
seguro.

—Quería darte las gracias.

—¿Por? —Craig ya ni siquiera sabía acerca de qué estaban hablando.


Su mente aún estaba atascada en la pista que Thomas le había dado,
preguntándose si habría escuchado bien o si simplemente se estaba
engañando a sí mismo. No que quisiera a Thomas de esa manera. En serio.

—Por hablar con Elias. Últimamente he estado teniendo momentos


difíciles, y sé que no lo tomó bien. No estuve ahí para él cuando debería
haber estado, y me alegra que al menos pudiera abrirse contigo.

Las cejas de Craig se elevaron. Si Thomas no estuviese justo frente a


él, habría pensado que estaba hablando con un hombre completamente
diferente. El hombre no estaba mostrando ningún rastro de su anterior
enojo, y se había abierto a Craig incluso si no le conocía. ¿Podría ser cierto
lo que había dicho antes?
58
Craig permitió que sus ojos recorriesen el cuerpo de Thomas. Ya
había visto al hombre en la pequeña reunión de ayer, pero con la manera en
que había actuado, Craig no le había tomado realmente en consideración
para nada más que una pelea. Sin embargo, ahora su estómago estaba
haciendo volteretas en su vientre y las imágenes pasaban por su mente.

Podía imaginar muy bien cómo se verían las pálidas manos de


Thomas sobre su propia bronceada piel, lo rudas y fuertes que serían
mientras le tocaban.

Craig se estremeció, esperando que Thomas no hubiese notado la


reacción que estaba teniendo. Incluso si Thomas había estado llegando a él,
eso no quería decir que Craig tuviese que caer en la cama del hombre,
especialmente no después de la manera que Thomas le había hablado a
Jago y su jodido comportamiento. Si realmente Thomas quisiera a Craig,
iba a tener que preguntar, sólo entonces Craig pensaría acerca de ello. Sí,
seguro.

—Así que, ¿hablaste con Elias?


—Sí, y con Laura. –Craig le dio a Thomas un confuso fruncimiento
de ceño—. Mi esposa. Bueno, supongo que exmujer.

Thomas suspiró e inclinó hacia atrás en el sofá. Una de sus manos se


elevó y pellizcó su ridículo bigote y Craig pudo ver que era un gesto
inconsciente. Thomas parecía cansado y más viejo de lo que había sido
antes, y Craig no quería nada más que confortar al shifter de alguna manera
y alejar sus preocupaciones.

Craig miró su mano flotando como si no fuese suya. ¿En qué estaba
pensando? ¿Realmente había estado a punto de abrazar a Thomas?
Probablemente eso terminaría con Thomas golpeando su culo en el suelo, y
no de una buena manera, y Craig no podría hacer las pruebas que Kameron
le pidió que hiciese con las extremidades rotas.

Dejó caer su mano de nuevo sobre su pierna, pero Thomas había


notado el movimiento y se giró para mirarle. Sus miradas se encontraron y
una chispa de deseo recorrió la columna vertebral de Craig, haciendo que
su piel hormiguease con la necesidad que Thomas le tocase. 59

No se movió cuando Thomas se giró hacia su lado, ni cuando el


hombre se inclinó lentamente hacia Craig, su intención clara. El cerebro de
Craig le estaba gritando que detuviese a Thomas, descubrir qué quería el
hombre de él antes que Craig le permitiese hacer cualquier cosa, estar
seguro que realmente Thomas se estaba separando de su esposa, pero Craig
no parecía ser capaz de alejarse realmente.

Thomas estaba tan cerca que ahora Craig podía ver cuán dilatadas
estaban ya sus pupilas, y ni siquiera se había besado aún. En lugar de
alejarse, se inclinó hacia el shifter lobo, deteniéndose sólo a unos
milímetros antes que se tocasen. Iba a esperar que Thomas hiciese el último
movimiento, sólo en caso que el hombre cambiase de opinión.

Thomas no lo hizo.

Se abalanzó, cerrando la pequeña distancia entre ellos, y presionó sus


labios juntos.
Thomas estaba eufórico que Craig le hubiese permitido besarle. Sólo
fue una presión de labios, porque estaba malditamente asustado de
presionar demasiado y hacer que Craig huyese. El hombre ni siquiera sabía
que Thomas era gay, y también acababa de admitir que estaba casado con
una mujer, de manera que Thomas estaba consciente que Craig tenía más
razones para alejarle que para animarle a continuar.

Sin embargo, parecía que el vínculo entre ellos ya estaba


funcionando, porque Craig no intentó distanciarse, ni siquiera cuando
Thomas se echó un poco hacia atrás para mirarle antes de besarle de nuevo.
En todo caso, Craig se inclinó incluso más hacia Thomas y Thomas se
sobresaltó cuando sintió dos cálidas manos aterrizando en sus caderas. Fue
suficiente para hacerle jadear, y Craig no tuvo problemas tomando ventaja
de eso.

Empujó su lengua en el interior de la boca de Thomas y Thomas


pasó de ser el activo a someterse a la boca de Craig. Besar a un hombre era
confuso, increíble y tan diferente de besar a Laura, o quizás fuese porque 60
Craig era la pareja de Thomas. Era más duro y más exigente, pero a
Thomas realmente no le importaba qué hacía exactamente la diferencia,
sólo sabía que lo amaba y quería más. Tenía miedo de moverse, miedo que
Craig huyese.

Sus labios permanecieron juntos por lo que pareció tanto un largo


tiempo como uno corto, pero Thomas pudo sentir a Craig retirarse
lentamente. No quería nada más que continuar, pero también sabía que
necesitaban hablar, aunque no sabía si quería que Craig supiese aún que
eran pareja. Eso hizo sentir a Thomas extrañamente vulnerable, y no estaba
seguro que le gustase el poder que Craig tendría sobre él si lo supiese.

Craig se alejó, pero una de sus manos permaneció en la cadera de


Thomas. Quizás no quisiera huir después de todo.

—Así que, ¿qué provocó esto?

Thomas abrió la boca, luego la cerró de nuevo. No estaba seguro


cómo responder la pregunta, pero tenía que hacerlo. —La razón por qué
yo… —Tragó, el sonido se escuchó incluso bajo los ruidos viniendo de la
televisión—. Le dije algo a Laura que debería haberle dicho hace años. Es
por eso que decidimos ir por nuestros propios caminos.

—Estoy suponiendo que tiene algo que ver contigo besándome.

—No exactamente. —Estaba en los labios de Thomas, quería


contarle a Craig que se pertenecían, pero parecía que no pudo hacer que las
palabras saliesen de su boca—. Soy gay.

Craig se rio entre dientes y la calidez que había estado en la cadera


de Thomas desapareció. Ansiaba que las manos de su pareja regresaran
donde habían estado, sentir más de ellas, posiblemente bajo su ropa, pero
estaba patinando sobre fino hielo en este momento. No podía decirle a
Craig que eran pareja porque sabía que el hombre pensaría que él era la
razón que finalmente Thomas hubiese admitido la verdad, y podría no
querer a Thomas después de eso.

—¿Cuánto tiempo lo has sabido? Ese es el por qué has estado 61


actuando de manera extraña últimamente, ¿cierto? ¿Porque te diste cuenta
que eras gay?
Thomas frunció el ceño. —¿Qué sabes acerca de cómo he estado
actuando?

La ceja izquierda de Craig se elevó. —¿Qué? ¿Piensas que no hablo


con los otros miembros de manada? No sólo Kameron me ha contado que
has sido un gilipollas durante los últimos seis meses, sino que Zach,
Duncan y un montón de otras personas respaldaron su historia, no que
pensé que estuviese mintiendo. Vi qué cabrón puedes ser el otro día,
¿recuerdas?

Ira inundó la mente de Thomas. ¿Quién era Craig para decirle que
había estado actuando como un cabrón? ¿Quién era él para juzgar a
Thomas cuando ni siquiera sabía toda la historia? Pareja o no, nadie tenía el
derecho de hacer eso. Nadie sabía cómo Thomas había tenido que esconder
quién era durante los pasados veinte años, cómo había tenido que construir
un caparazón a su alrededor para sobrevivir, para no perder el verdadero yo
que estaba desesperado por no mostrar.
—No tienes derecho a juzgarme. —Thomas apretó las manos
mientras intentaba desesperadamente evitar hacer algo de lo que se
arrepintiese. Hacer daño a Craig no, no, pero gritarle, posiblemente romper
algo. Lo último que necesitaba era tener a Kameron en su culo por romper
su mesita de café de un puñetazo.

—Tienes razón. No lo tengo. No sé si eso es lo que está pasando


contigo, pero incluso yo puedo ver que descuidaste a tu hijo.

Eso fue demasiado para Thomas. —¿Quién cojones te crees que


eres? ¿Quién cojones te da el derecho a decirme que no soy un buen padre?

Se puso en pie más rápido de lo que había pensado fuese posible, ya


dirigiéndose hacia la puerta. No podía permitirse el lujo de quedarse en la
misma habitación que Craig, no cuando su pareja básicamente le estaba
diciendo que era un padre de mierda y un hombre aún peor.

—Hey, lo siento. Eso no es lo que estaba diciendo. No hay necesidad


de hacer un drama, ya sabes. No es como si mi opinión contase de todos 62
modos.

Thomas cerró los ojos y se mantuvo de espaldas a Craig, inseguro si


tendría la fuerza de voluntad para mantenerse alejado si le mirase. A pesar
que no quería nada más que correr, su lobo estaba lloriqueando por su
pareja. Quería decir sí a cualquier cosa que Craig estuviese diciendo sólo
para que estuviese de acuerdo en estar con ellos, pero aunque Thomas
podría haber caído bajo en los pasados meses, no fue tan bajo que le
suplicase a su pareja que estuviese con él.

Aún así. Tenía que saber.

—¿De manera que el beso no significó nada para ti?

—¿Qué debería haber significado? Quieres tener sexo, quiero tener


sexo. No es como si quisieras pasar el resto de tu vida conmigo.

El lobo de Thomas lloriqueó ante el rechazo, y aunque Thomas


quería convencerse a sí mismo que Craig lo estaba haciendo porque no
sabía que eran pareja, no fue capaz de engañarse a sí mismo. Si Craig no le
quería incluso con el vínculo entre ellos, ¿cuáles eran las probabilidades
que estuviese feliz al descubrirlo? ¿Cuáles eran las probabilidades que
quisiera a Thomas?

—Cierto. Por supuesto.

—¿Thomas? No estoy intentando ser un gilipollas.

—Por supuesto que no lo eres. Tengo que irme.

Thomas no esperó que Craig hablase de nuevo. No iba a esperar para


tener a su pareja rechazándole aún más de lo que había hecho, no estaba
seguro que su corazón pudiera tomarlo, no después del día que ya había
tenido. Después de hablar con Laura, había tenido que explicar a Carissa
que ya no iba a vivir con ellos, sin embargo, aún no le había dicho el por
qué, y no estaba seguro que se las hubiese apañado para convencerla que
iba a ser permanente. No sería la primera vez que tenía que dormir en la
casa del alfa en los pasados meses, y sospechaba que su hija pensaba que
regresaría a casa al día siguiente. Algo poco probable. 63

Thomas miró la gráfica en la pared para ver qué habitaciones estaban


vacías. No habría tenido que hacer eso hace unos días, pero los shifters que
Zach y Craig habían traído a casa aún estaban viviendo allí, y Thomas no
quería colarse en ellas, incluso si estuviesen durmiendo.

Hizo una mueca a la gráfica. Sólo era su suerte que todas las
habitaciones estuviesen ocupadas y completas, y por supuesto, el único
punto libre parecía estar en la habitación en la que dormía Craig. Ahora
Thomas tenía que decidir si prefería dormir con el hombre que acababa de
rechazarle o cambiar y dormir en el porche o en el bosque. Honestamente
no sabía que opción era la peor, pero Craig decidió por él cuando Thomas
le escuchó apagar la televisión y dirigirse hacia él.

Corrió hacia la puerta de atrás y la abrió tan silenciosamente como


pudo, deslizándose al exterior. Al menos era mediados de verano y no se le
congelarían las pelotas.
Capítulo 4
Craig no estaba seguro que había sucedido exactamente la noche
anterior, pero sabía que se sentía culpable acerca de ello, y el hecho hizo
todo incluso más complicado. ¿Por qué enojó a Thomas que Craig no
hubiese tomado su beso tan en serio? ¿Y por qué le preocupaba a Craig
cómo se lo había tomado Thomas?

La cosa era que Craig había actuado como si no le importase, pero


nada podía haber estado más lejos de la verdad. Cuando los labios de
Thomas habían tocado los suyos, su corazón se había disparado como si
hubiese estado a punto de saltar fuera de su pecho. Sus manos habían
temblado y su cerebro desconectado, dejando su corazón y su polla al
mando.

Definitivamente no había sido una reacción normal a un simple beso, 64


ni siquiera si Thomas era el hombre más sexy que Craig hubiese visto o
tocado. Craig había ignorado el beso, pensando que Thomas sólo estaba
experimentado o algo parecido, pero el hombre realmente había parecido
tomar su desestimación con demasiada intensidad para que sólo fuese eso.

—Estás pensando demasiado. Creo que puedo ver humo saliendo de


tus orejas.

Craig le sonrió a Jago, pero su mente aún estaba en Thomas, y lo que


ahora pensaba como El Beso. Gimió y se golpeó la frente contra la mesa de
la cocina. Genial, ahora Craig estaba pensando como una niña de trece años
teniendo su primer enamoramiento.

—¿Craig? Sabes que aún estoy aquí, ¿cierto? Quiero decir, sé que no
soy exactamente tu tipo, pero aún estoy buenísimo y no es nada bueno para
mi ego ser ignorado de esa manera.

Quizás por eso Thomas se había visto tan mal. Quizás Craig había
machacado su ego. Quizás debería haberse desmayado y haber dicho que
había sido el mejor beso de su vida, especialmente ya que probablemente lo
había sido. Sin embargo, ¿realmente sólo quería ser un acaricia-ego para
Thomas? Espera, ¿realmente estaba pensando acerca de ser algo para
Thomas?

—¡Craig! ¿Qué mierda?

Los ojos de Craig se abrieron de golpe cuando alguien le dio una


colleja en la parte posterior de la cabeza. Levantó la mirada sólo para
encontrar a un Jago frunciendo el ceño y mirándole.

—¿Me recuerdas? ¿Jago? ¿El shifter musaraña al que salvaste de los


tipos malos?

—Hola, Jago. ¿Qué te trae por aquí en esta hermosa mañana?

Jago le sacó la lengua y levantó su taza. –Café, en realidad, y quería


hablar con un amigo, no es que te veas como uno.

Craig hizo una mueca. Sabía que Jago no había hablado mucho con 65
los otros shifters, ni los que Craig había salvado junto con él ni los lobos.
Sin embargo, no tenía problemas hablando con Craig, por razones que
Craig realmente no entendía. Había pensado que Jago ni siquiera querría
mirarle, con él siendo un ex-guardia para la gente que le había encarcelado.

—Hey, ¿qué te hicieron en el laboratorio? —Los ojos de Jago se


abrieron como platos y Craig cerró la boca de golpe—. Mierda, lo siento.
No quise ser tan, tan...

—¿Insensible? ¿Bruto?

—Sí, ambos.

—Realmente no tengo problemas con contártelo, sólo es extraño que


estés preguntando ahora mismo. No lo vi venir.

—Yo tampoco, para ser honesto. Sólo estaba pensando que no


pareces hablar mucho con los otros shifters, aunque siempre lo haces
conmigo incluso si fui un guardia para la compañía, y pensé que eso era
extraño, eso es todo.
Jago miró a Craig como si fuese estúpido. —En realidad hablo con
los otros shifters. Simplemente prefiero hablar contigo porque me gustas
más.

—Oh.

—Sí, oh. De todos modos, si realmente quieres saber qué sucedió en


el laboratorio...

—No tienes que contármelo.

Jago desestimó a Craig. —No sucedió nada, bueno, no mucho,


aunque me temo que podría tener hijos en algún lugar y no sabee acerca de
ellos.

Craig jadeó. —¿Qué?

—Eso es lo que hacían, al menos en nuestro laboratorio. ¿Por qué 66


piensas que todos los shifters raros estábamos en el mismo? Querían hacer
sus propios shifters bebés, probablemente para venderlos o algo así.
Supongo que leones blancos y pangolines2 son bastante atracción en los
Estados.

—¿Hijos? ¿Tienes hijos? Te hicieron…

Jago soltó una risita. —Lo intentaron, pero como sabes, a la señora le
faltaban algunas partes vitales para que me gustase.

—¿Pero quedó embarazada?

—Nop. Por lo que Kameron me dijo, ya revisaron a los shifters que


no pudiste traer contigo, y la única otra musaraña no estaba embarazada.

Craig pudo ver que aunque Jago estaba siendo trivial acerca de ello,
pareció aliviado. —¿Qué? ¿No querías pequeño Jagos corriendo alrededor?

2
—Dios, no. No quiero niños, nunca. No me malinterpretes, si se las
hubiesen apañado para embarazar a la chica, habría cuidado de los niños,
pero no tengo intención de ser padre de otra manera.

Zach entró en la cocina y se dejó caer en la silla frente a Craig.


—¿Sabes dónde está Thomas? Su hijo llamó, pero no podemos encontrarle.

—¿No está en una de las habitaciones libres?

—¿Qué habitaciones libres? Todas están llenas en este momento,


excepto la tuya.

Craig frunció el ceño. —Vino aquí ayer, me dijo que, bueno, me


contó algo y dijo que iba a dormir en una de las habitaciones libres. Asumí
que había encontrado una y aún estaba ahí.

—Nop.
67
—No pareces preocupado.

—No lo estoy, al menos aún no. Si no tenemos noticias, digamos…


esta noche, entonces comenzaremos a preocuparnos. No es de extrañar que
un shifter necesite correr en su forma animal. —Tomó un sorbo de la taza
que Jago acababa de colocar frente a él y cerró los ojos, suspirando de
placer—. De todas maneras, Thomas no se peleó contigo anoche, ¿verdad?

De repente Craig encontró la marcada madera de la mesa muy


interesante. —Uh, no, no diría que peleamos.

Zach no pareció notar que algo estaba mal, pero Jago le dio una
perpleja mirada. Lo último que Craig quería o necesitaba era a alguien
metiendo la nariz en lo que había sucedido la noche anterior, de manera
que simplemente le ignoró, pero Jago no era de los que dejaban pasarlo.
Jago entrecerró los ojos y señaló hacia su pecho, luego hacia el de Craig, y
murmuró más tarde.

Craig rodó los ojos y se giró de nuevo hacia Zach, que aún estaba
hablando. —¿… hoy está bien contigo?
—Uh, ¿qué? Lo siento, estaba un poco… distraído.

Zach se rio entre dientes. —Sí, de acuerdo. Te pregunté si hoy estaría


bien tener las pruebas de las que hablamos ayer. Sucede que Nick tiene un
día libre, aunque Duncan está de patrulla, pero realmente estamos
interesados en tener a Nick y Maxine probándote de todos modos, de
manera que está bien para nosotros.

—Oh, seguro. No es como si tuviese algo más que hacer en este


momento.

—Muy bien, entonces. Les llamaré y diré que estás de acuerdo con
ellos. Nos encontraremos contigo en el gimnasio a las cuatro de la tarde.
¿Está bien contigo?

Maldita sea, Craig había esperado que fuese capaz de hacerlo justo
en este momento sólo para salir de las garras de Jago. —Perfecto.
68
Se puso en pie y rápidamente enjuagó su taza mientras Jago y Zach
charlaban detrás de él. Si jugaba bien sus cartas, podría estar fuera de la
casa antes que los dos terminasen de hablar y no tendría que mentir a Jago
acerca de lo que había sucedido la noche anterior.

Craig no quería contarle a nadie sobre eso, especialmente a Jago, no


antes que tuviese tiempo para entender por qué estaba actuando como un
adolescente enamorado por primera vez.

—¿Y quién es el lindo cachorro?

Thomas abrió un ojo, luego parpadeó. Le tomó un momento recordar


por qué no estaba en su cama sino más bien en medio del bosque, pero en
el momento que lo hizo deseó no haberlo hecho. Los recuerdos de la
conversación que había tenido con Craig la noche anterior asaltaron su
mente, y no ayudaron a mejorar su estado de ánimo.

—Reconocería ese pelaje en cualquier lugar. ¿Qué cojones estás


haciendo aquí fuera, Thomas?

Thomas le gruñó a Duncan, pero no era estúpido. Sabía que el


hombre no permitiría que eso le asustase, porque sabía que Thomas no le
haría daño. Mucho.

Thomas se desenrolló de la apretada bola en la que había dormido y


se puso en pie. Se estiró, feliz con la manera que el sol calentaba su pelaje.
Era afortunado que fuese verano, o dormir fuera no habría sido tan
divertido. No que lo hubiese sido, dada la razón por la que lo había hecho,
pero Thomas aún lo había disfrutado, al menos hasta que había sido
despertado.

—Así que, ¿vas a contarme por qué estás durmiendo aquí afuera y no
en tu cama con tu dulce y pequeña esposa?

Thomas gruñó de nuevo y casi se estremeció ante el sonido. No


había querido ser tan agresivo, pero Duncan estaba metiendo el dedo en la
llaga. Gimió, pero Duncan no era estúpido. Ya sabía que algo estaba mal. 69

—Hey, no tienes que ser un cabrón.

Thomas gimió de nuevo y se sentó. Presionó su vientre en el frío


suelo y enterró el hocico en sus patas, no estando dispuesto a pensar en qué
le había llevado a donde estaba. Sabía que había hecho lo correcto
contándole la verdad a Laura, pero el rechazo de su pareja escocía como
ninguna otra cosa. No estaba seguro que quisiera levantarse ahora, no
durante un tiempo.

Una mano se deslizó sobre su cabeza, dedos hundiéndose en el pelaje


del cuello de Thomas cuando no reaccionó. —¿Qué pasa?

Thomas lloriqueó. Quería contárselo a alguien de manera


desesperada. La información de él siendo gay, de Craig siendo su pareja y
rechazándole, pesaba en la mente de Thomas, tan pesado que no estaba
seguro que fuese capaz de soportarlo por mucho más tiempo, al menos no
sin arremeter. Sin embargo, Thomas no podía permitirse comportarse
incluso peor de lo que lo había hecho en los últimos meses, y realmente no
quería. A Thomas no le gustaba ser un idiota, pero últimamente las
emociones habían ganado contra el sentido común y amabilidad.

—Puedes contármelo, ya sabes. Sé que últimamente no lo has tenido


fácil, y que no le contarías a nadie sobre ello, pero soy tu amigo. No se lo
contaré a nadie si no quieres que lo haga.

Thomas suspiró. También podría contárselo a Duncan. No era como


si fuese a permanecer en secreto durante mucho tiempo de todos modos, al
menos no la parte que se estaba divorciando de Laura, y sabía que Duncan
no se lo contaría a nadie si se lo pedía.

En esa situación la decisión no fue difícil de tomar, de manera que


cambió rápidamente. Su ropa estaba en un arbusto a su lado y se puso los
vaqueros antes de dejarse caer sobre su culo. Estaba lo suficientemente
cálido para que se quedase sin camisa y disfrutar del sol en su piel durante
el tiempo de la conversación. Al menos eso sería agradable, lo único
agradable, en realidad.

Duncan se sentó a su lado pero no miró a Thomas, como si supiese 70


que Thomas no sería capaz de hablar con él si lo hiciera.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Tuve patrulla esta mañana temprano. Acababa de terminar y me


estaba dirigiendo a casa cuando vi un montón de pelaje brillando a la luz
del sol. Pensé que sería un cachorro, al menos hasta que me acerqué.

—¿No estás tomando demasiadas patrullas?

Duncan se encogió de hombros. —Probablemente, pero es lo que


hago bien.

Thomas no quería nada más que olvidarse de su confesión y contarle


a Duncan que era bueno en muchas cosas, pero sabía que sólo sería una
manera de huir de algo que necesitaba hacer. —Sí, tendremos una charla
sobre eso más tarde.

—Seguro, si eso es lo que quieres. Ahora desembucha.


Thomas permitió que sus ojos vagasen por los alrededores, sin
realmente verlos. —Le dije a Laura que quería el divorcio. —Duncan no
dijo nada, y Thomas sintió una punzada de afecto por su amigo. No le
estaba juzgando ni siquiera presionándole para que confesara más de lo que
Thomas quería o sería capaz de decir—. Ya sabes que nuestro matrimonio
fue arreglado.

—Por Erskine, sí. El vuestro no es el único.

—Pero yo podría ser uno de los pocos que hubiesen preferido casarse
con un hombre.

Thomas contuvo la respiración. Sabía que Duncan no tendría nada


contra él siendo gay, con su hermano estando emparejado con un hombre y
Duncan mismo siendo bisexual, pero aún era una enorme revelación para
alguien que había conocido a un Thomas hetero y casado durante la mayor
parte de su vida.

—Con un hombre, ¿eh? Mierda, ni siquiera puedo imaginar cómo ha 71


sido tu vida durante los pasados veinte años.

Thomas dejó salir el aliento que había estado conteniendo. —No fue
tan malo como podrías pensar. Nunca pensé que nos desharíamos de
Erskine y sus matones, de manera que me resigné a quedarme con Laura.
No es que la odie, y luego los niños nacieron y lo último que quisiera es
hacerles daño. Realmente pensé que sería capaz de quedarme con ella el
resto de mi vida. La amo, sólo que no cómo debería amar a mi esposa. No
como pudiera amar a mi pareja.

Duncan asintió con la cabeza. —Entonces Kam ganó su desafío y se


convirtió en el alfa.

—Sí. De repente fui libre cuando ni siquiera pensé que quisiera serlo.
Me dije a mí mismo que estaba bien con mi vida como era, pero se hizo
cada vez más difícil convencerme de eso, ¿sabes? No cuando tenía la
posibilidad de ser yo mismo por primera vez en mi vida. Aún así, no estaba
a punto de contárselo a Laura, pero algo sucedió, y mi hijo me metió algo
de sentido común.
—Elias, ¿huh? Chico listo.

—Sí. Me dijo que me amaría incluso si dejaba a su madre, pero que


no podía quedarme con ella si eso me hacía tan infeliz. Tenía razón,
supongo. —Thomas tomó una profunda respiración. Nadie excepto él sabía
lo que estaba a punto de decir—. El hecho que conociese a mi pareja ahora
se sintió como el destino, como si estuviese haciendo lo correcto, al menos
hasta que me rechazó.

—De acuerdo, espera, espera. ¿Encontraste a tu pareja?

—Sí.

—¿Lo sabe?

—No.

—Lo que significa que no es un shifter. Sólo tenemos un humano no


emparejado aquí en este momento. 72

Thomas hizo una mueca. —Sí.

—Así que Craig.

—Sí. —Duncan se quedó en silencio, obviamente pensando en ello,


pero el silencio presionó a Thomas—. ¿Entonces?

—No se lo dijiste, pero dices que te rechazó.

—Sí.

—¿Vas a contarme qué sucedió, o tendré que torturarte?

—No hay mucho que decir. Ayer fui a la casa ya que Laura no quería
que me quedase en la nuestra. Craig estaba viendo la televisión de manera
que me senté a su lado y terminamos besándonos, entonces me dijo que yo
era un idiota y que sólo fue un beso, que no era como si fuese a pasar el
resto de su vida conmigo.
—¿Eso es todo? —Thomas asintió con la cabeza y Duncan se rio
entre dientes—. Thomas, no creo que puedas decir que realmente te
rechazase, no si no sabe que es tu pareja. Tienes que admitir que no fuiste
muy agradable con él y su amigo las pocas veces que hablaste con ellos, de
manera que por supuesto que va a decirte que no te quiere. ¿Quién lo haría
con la manera en que has estado actuando?

Lo que Duncan estaba diciendo tenía sentido. Thomas aún no había


sido capaz de mirar más allá del dolor, e incluso si aún dolía mucho, la
situación ya no parecía tan grave. —¿Qué hago?

—Habla con él. Discúlpate con él y Jago, explica que has tenido un
bache. Dile a Craig la verdad acerca de Laura y vuestra boda. Entonces
tienes que ser agradable con él y Jago. Deja que te conozca bajo tu
caparazón. No será capaz de resistirse.

—¿No crees que debería contarle acerca de ser mi pareja?

—No por el momento, pero por supuesto sólo es lo que pienso. Deja 73
que conozca al verdadero tú antes de hacerlo, o se sentirá atrapado, ya que
no le gustas.

—¿Cuándo te volviste tan inteligente?

Duncan se rio y el sonido hizo sentir mejor a Thomas. —Siempre fui


inteligente, simplemente no tuve la oportunidad de demostrarlo. Me siento
como un doctor del amor, conmigo ayudando a todo el mundo y a su madre
a conseguir a su pareja.

Thomas se rio entre dientes. —Creo que te llamaré LD3 de ahora en


adelante.

Duncan hizo un espectáculo hinchando su pecho. —Hazlo.

Quizás la situación de Thomas no fuese tan mala después de todo.


Tenía amigos, y una pareja por la que haría todo lo posible para
convencerle que valía la pena pasar el resto de su vida con él.

3 (Long Dick, lo que puede traducirse como polla larga)


Craig se las había apañado para mantenerse fuera del camino de Jago
hasta que llegase la hora de su prueba. No había sido fácil, especialmente
en la comida, pero aún no estaba con ánimos para responder las preguntas
de Jago, o quizás nunca.

En su lugar, había pasado el tiempo explorando los bosques


alrededor de la casa de Kameron, no que hubiese mucho que ver ahí. Sólo
eran bosques después de todo, pero Kameron le había dado la elección de
dos casas vacías en el territorio de la manada, y había ido a verlas.

Una de ellas era del tamaño adecuado para un hombre soltero, pero
estaba demasiado aislada para el gusto de Craig. La otra sería perfecta para
una pareja con niños, y Craig se sintió ligeramente culpable tomándola para
él, pero realmente no tenía elección. Aún así, preguntaría a Kameron si
nadie más la necesitaba antes de mudarse.

Fue un paseo rápido al gimnasio de la manada, y Craig lo disfrutó. 74


No estaba acostumbrado a estar fuera, ya que su trabajo había sido
realizado mayormente en el interior de los laboratorios, y había echado de
menos sentir el sol en su piel y el viento revolviendo su cabello, no que
hubiese mucho que revolver. En realidad, no podía esperar a que creciera
más allá del estilo militar que había tenido durante los últimos quince años.

La puerta del gimnasio estaba abierta cuando llegó, de manera que


entró. Sólo había tres personas en el interior, Kameron y los que tenían que
ser Nick y Maxine. La mujer era de tamaño bolsillo y parecía fuera de lugar
en el gimnasio, pero Craig sabía que eso no significaba nada. Había visto a
más de una mujer de aspecto frágil derribar a enormes hombres porque
pensaron que ellos eran mucho mejores. Ya que Kameron confiaba en
Maxine, tenía que ser buena. Con suerte, no sería tan buena como Craig,
porque necesitaba el trabajo.

—Hola.

—Hey, Craig. ¿Dónde has estado? Jago ha estado preguntando a


todo el mundo que escuchaba e incluso a algunos que no lo hacían si te
habían visto.

Craig asintió con la cabeza a su alfa, ¿y no fue eso lo más extraño


que había pensado? —Huí de él. No me da miedo pelear, pero Jago me
aterroriza. Me quiere para hablar.

—Oh, ahora quiero estar ahí cuando finalmente te encuentre.

—No me hagas pensar en eso, por favor.

Kameron hizo un gesto con la mano hacia las otras dos personas en
la habitación. —Esos son Nick, mi beta, y Maxine, la entrenadora con la
que trabajarás. —Los dos estaban vestidos acorde a lo que estaban a punto
de hacer, al igual que Craig—. Decidieron que primero irás contra Maxine,
luego Nick, y si lo haces bien, quizás incluso los dos juntos.

—¿Qué? ¿No vas a probarme?

—Nop. Ellos serán más que suficiente para agotarte. No queríamos 75


que estuvieses tan cansado que no puedas comenzar a trabajar mañana.

—Wow, eso es rápido.

Kameron se encogió de hombros. —No me gusta tener a los chicos


libres para que hagan lo que quieran. Necesitan centrarse, o comenzarán a
comportarse mal.

Craig asintió con la cabeza y miró a sus oponentes. Maxine ya estaba


en la colchoneta y torció su dedo índice hacia él en un gesto de “ven aquí”.
Craig asintió con la cabeza al alfa y se quitó los zapatos antes de aceptar su
desafío.

Comenzaron a caminar en círculos entre sí y Craig la observó,


buscando cualquier debilidad que pudiera utilizar contra ella. Aún no había
encontrado ninguna cuando Maxine golpeó. Era rápida, más rápida que
Craig gracias a su pequeño cuerpo, pero Craig tenía la corpulencia y fuerza
para contrarrestarla, y sabía cómo utilizarlo.

Bloqueó su puño a sólo unos milímetros de su rostro, pero ella ya


estaba levantando su rodilla izquierda hacia la ingle de Craig. Craig golpeó
con su otra mano, interceptando su rodilla, luego alejándola. Evitó
golpearla en la cabeza porque sólo era una prueba y no quería hacerle daño
seriamente.

La lucha fue rápida después de eso. Craig no fue capaz de detener


todos los puñetazos y patadas de Maxine, y la fuerza tras ellos le recordó
que no estaba luchando contra un humano, pero había sido entrenado para
hacer eso, después de todo. La dejó agotarse mayormente bloqueando sus
puños y pies, y tan pronto como el pecho de Maxine estuvo agitado, agarró
la muñeca de la mano que estaba viniendo hacia su nariz. Se movió
rápidamente a su alrededor, su mano nunca permitiendo ir la muñeca, y
agarró la otra antes de empujar a Maxine al suelo.

Craig lo hizo tan suavemente como pudo, pero aún sintió el aliento
de Maxine dejar sus pulmones cuando aterrizó sin ser capaz de
amortiguarse con las manos. Una vez ella estuvo abajo, él colocó una
rodilla en su espalda sin dejar ir sus muñecas y levantó la mirada hacia
Kameron. —¿Cómo lo hice? 76

—Bien. No intentaste utilizar fuerza bruta como hubiesen hecho la


mayoría de los hombres y te golpearon la mitad de las veces de que pensé
—respondió Nick antes de sonreír haciendo una mueca—. Eso no significa
que también lo hagas contra mí.

Craig dejó ir a Maxine y extendió su mano hacia ella. Ambos estaban


respirando con dificultad, pero eso no evitó que Nick tomase su lugar
inmediatamente en la colchoneta cuando ella caminó hacia uno de los
bancos que estaban colocados contra la pared. Craig intentó mantener la
respiración bajo control mientras mantenía sus ojos en Nick, pero aún tuvo
un momento difícil deteniendo la patada que fue directamente a su rostro.

Lo que vino después de eso fue un borrón de puñetazos y patadas.


Craig supo que no tendría una oportunidad contra Nick. Ambos podrían
estar muy bien entrenados, pero el beta tenía su fuerza de shifter y
velocidad a su favor. Aún así, eso no quiso decir que Craig cediese
fácilmente. Lo hizo lo mejor que pudo, e incluso con una nariz sangrando y
costillas doloridas, se sintió orgulloso cuando sintió sus nudillos chocar con
las costillas de Nick y escuchó el pequeño grito viniendo del hombre.
—Chicos, creo que estamos bien. No querría que os hirieseis ni nada,
especialmente ya que Craig es sólo un humano.

Craig se giró hacia Kameron. Se sentía completamente drenado y


estaba dolorido en lugares que realmente no quería sentir, pero también se
sentía bien. Era el tipo de buen dolor, el tipo que significaba que Craig
había trabajado duro y se las había apañado para quedar en pie incluso
contra un shifter completamente entrenado.

Le tendió la mano a Nick, el pecho aún agitado, y el beta se rio entre


dientes y la agarró. —Eso fue bueno. Sin duda, no ganarías contra un
shifter, pero puedes mantenerte por ti mismo.

—Si así son tus cumplidos, no puedo imaginar cómo sonarás cuando
insultes a la gente.

—Quédate en mi lado bueno y nunca tendrás que descubrirlo.


77
Ambos agarraron una toalla de una balda y una botella de agua. Nick
se tragó la mitad antes de girarse hacia Kameron. —Creo que lo hará bien
con los chicos mayores. Puede utilizar lo que Maxine les enseña como base
para hacer buenos luchadores de ellos.

—Así que, ¿tengo el trabajo?

—Tienes el trabajo, —dijo Kameron—. Tendrás el grupo de


dieciocho años. Ya entrenaron con Maxine durante dos años, de manera
que no son unos completos principiantes, pero ella enseña mayormente
defensa, mientras que tú tendrás que trabajar para que sean lo
suficientemente buenos para proteger la manada.

—¿De cuántos chicos estamos hablando?

—Doce.

Craig hizo una mueca. —No estaré seguro hasta que me reúna con
ellos, pero podría necesitar una mano. Doce es un gran número,
especialmente si alguno de ellos, ¿cómo dijiste? Se comporta mal.
— Si lo hacen, tienes potestad para echarles del programa, pero si
eso es lo que necesitas, te asignaré a alguien para que te ayude. Sólo
déjame saber.

Craig esperó que Maxine y Nick se fuesen antes de hablar acerca de


las casas que había visto. – Fui a ver las casas vacías.

— ¿Y cuál quieres?
— Una de ellas está demasiado aislada y lejos del centro del
territorio de la manada, pero la otra es demasiado grande sólo para mí. Me
siento culpable tomándola de una familia que pudiera necesitarla.

— No necesitas preocuparte por eso. Hemos tenido varias casas


vacías desde que me convertí en alfa y ya reubicamos a las familias que lo
necesitaban. Si la quieres, es tuya.

— Entonces la tomaré. Sin embargo, necesitaré ayuda para ir a por


mis cosas donde las guardaba. 78

Kameron le dio una palmada a Craig en el hombro. – Ahora eres un


miembro de la manada. Si podemos ayudarte, lo haremos. Sólo di la
palabra.

Eso más que nada hizo que Craig se diese cuenta que había tomado
la decisión correcta. Finalmente tenía una familia.

Ahora que Thomas había tomado la decisión de hablar con Craig y


pedirle perdón, parecía como si no pudiese encontrar al hombre por
ninguna parte. Se había pasado la mayor parte de la mañana empacando sus
cosas, tomando ventaja del hecho que Laura no estaba en casa, y una vez
hubo terminado, se había detenido en la casa del alfa ya que necesitaba
hablar con Kameron de todos modos. Había mirado alrededor, con la
esperanza de echar un vistazo a su pareja, pero no le había visto.

Llamó a la puerta de la oficina, y Zach le dijo que entrase. Aún era


extraño pensar en él como la pareja alfa, pero Kameron y él eran la prueba
viviente que uno podía ser feliz incluso después de esconderse durante
tantos años, y eso hizo sentir mejor a Thomas.

—Thomas, hola. Lo siento, pero Kam no está aquí en este


momento. –Los ojos de Zach eran cautelosos, y eso hizo que Thomas se
sintiese mal. ¿Realmente había sido tan gilipollas que este dulce hombre
frente a él tenía miedo de hablar con él?

—¿Sabes cuándo regresará?

—Está en el gimnasio probando a Craig, de manera que podría tomar


horas hasta donde sé.
—¿Probando a Craig? ¿Para qué? –Thomas sabía que Zach no tenía
motivos para contarle nada, pero esperaba que la pareja del alfa satisficiera
su curiosidad de todos modos. Quería contarle a Zach que Craig era su
pareja, pero necesitaba contárselo primero a Craig. Se lo contaría a todo el
mundo sólo con el visto bueno de Craig.

—Cuando le preguntamos qué trabajo quería hacer en la manada, 79


dijo que era un buen profesor, de manera que Kam le quiere para que tome
la formación del grupo de más edad.

Thomas frunció el ceño. Kameron le daría a Craig un trabajo sólo si


el hombre ya fuese una parte de la manada. —¿Cuándo se convirtió en un
miembro de la manada?

—Ayer.

El estómago de Thomas se sintió agrio. Craig ya había sido un


miembro la noche anterior y no había dicho nada. Sin duda, Thomas ni
siquiera era su amigo, pero aún dolía saber lo poco importante que era para
su pareja. —¿Eso significa que mi misión ha terminado?

—¿La que tenías que ser amigo de Craig? No lo sé. Craig es


miembro ahora, pero no creo que Kam te quiera mano sobre mano.

Thomas cruzó los brazos sobre su pecho. –No es como si pasara los
días haciendo nada, ya sabes.
—Lo sé, pero nadie parece necesitar un fontanero en este momento.
—El rostro de Zach aún estaba apagado, y Thomas decidió que había
tenido suficiente de personas teniéndole miedo porque siempre estaba de
mal humor.

—Tengo clientes fuera de la manada, últimamente tuve mucho en


que pesar, pero no les abandoné.

—Eso no es lo que estaba diciendo.

Thomas asintió con la cabeza. Era el único que se preocupaba de las


tuberías de la manada, pero no era un trabajo a tiempo completo, ni siquiera
con el alto número de miembros que tenían. También solía tomar clientes
humanos, pero después de asustar a demasiadas ancianas con sus
refunfuños, lo había puesto en pausa. Se alegraba que pudiera comenzar a
hacer eso de nuevo, y con suerte sus antiguos clientes no se habrían
olvidado de él. —Lo siento.
Los ojos de Zach se ensancharon un poco antes que pudiera
detenerse y estudiar su expresión. —¿El qué? 80

—Ser un gilipollas durante tanto tiempo. —Thomas aún no podía


contarle a Zach acerca de Craig, pero podía contarle acerca de lo que había
sucedido con Laura. Tenía que contárselo a la pareja del alfa de todos
modos, si quería encontrar otra casa.

—Está… bien. Entiendo que las cosas han sido difíciles después que
Erskine perdiese su desafío, y no todo el mundo tuvo un momento fácil
acostumbrándose a cómo son las cosas ahora.

—¿Qué quieres decir? ¿Piensas que me sentía mejor cuando Erskine


era el alfa? —Ahora Thomas estaba ofendido. De acuerdo, de manera que
era un gilipollas, pero no pensaba que fuese tan gilipollas que la gente
pensara que sentía que Erskine ya no fuese su alfa.

Zach se veía un poco angustiado. Obviamente aún no estaba


acostumbrado a actuar como la pareja del alfa, y Thomas no le estaba
poniendo las cosas fáciles. Otra cosa por la que sentirse culpable. —No, no.
Sólo quise decir que no es fácil acostumbrarse a algo nuevo cuando has
vivido de una manera toda tu vida.
—Tienes razón, no es fácil, especialmente si has estado viviendo una
mentira durante la mayor parte de esa vida.

—¿Qué quieres decir?

Thomas tomó una profunda respiración. Una vez que le contase a


Zach sobre sí mismo, no habría vuelta atrás, nunca. —Laura y yo no
estábamos enamorados cuando nos casamos. Eras demasiado joven para
saber eso, pero cuando Erskine se convirtió en alfa, presionó a mucha gente
para que se casara y tuviesen hijos. Quería más miembros de la manada
para controlar y utilizar, supongo, y no podía tenerlos si no nos
reproducíamos. Laura no es mi pareja, y no me hubiese casado con ella si
no hubiese tenido que hacerlo entonces. La amo, pero como amiga, no
como esposa. De hecho… soy gay.

El rostro de Zach habría sido divertido si Thomas no hubiese tenido


tanto miedo al rechazo. Sabía que Zach era gay como él, pero aún estaba
arraigado en él mantenerlo en secreto y esperar dolor cuando no lo hiciese. 81
Aún así, la casi perfecta “O” de la boca de Zach y sus ojos como platos
eran divertidos, y Thomas se rio entre dientes.

—¿Gay?

—Sí. Por eso estaba tan enojado últimamente. Nunca pensé que
pudiera tener la oportunidad de realmente ser yo mismo, pero Kameron
desafío a Erskine y ganó y de repente tuve que tomar una decisión.

—Salir y hacer daño a tu familia o seguir escondido y hacerte daño a


ti mismo.

—Exactamente.

—Supongo que finalmente lo decidiste.

—Sí, y necesito un lugar para quedarme, posiblemente lo


suficientemente grande para que tenga habitaciones para Elias y Carissa. Sé
que hay unas pocas casas libres pero no creo que la de Stan fuese la
correcta, no con los niños. —Eso, y que no quería vivir en una casa donde
Zach y su hermana habían sido maltratados. No que la otra casa fuese
mejor, siendo la antigua casa de Renaldo, pero no era tan mala.

Zach hizo una mueca. —Craig también necesita un lugar y sé que


quería ver las casas, pero no sé cuál eligió.

El corazón de Thomas se perdió un latido. No conocía muy bien a


Craig, pero no podía imaginar al hombre viviendo en una casa aislada, de
manera que probablemente hubiese elegido la de Renaldo. Thomas podía
verse fácilmente viviendo con su pareja y sus hijos, pero sabía que no iba a
suceder pronto. —Oh, de acuerdo. ¿Crees que podría quedarme aquí por
ahora? ¿Hasta que encuentre un lugar?

—Por supuesto que puedes —dijo Kameron desde la puerta, y


Thomas se giró para mirar a su alfa.

—Escuchaste todo, ¿cierto?

Kameron asintió con la cabeza y caminó hacia su pareja. Besó la 82


parte superior de la cabeza de Zach y Zach se levantó de la silla,
dejándosela a Kameron antes de sentarse en su regazo. —Lamento haber
escuchado a escondidas, pero no quise interrumpir tu confesión, y sabes
que Zach me lo habría contado de todos modos.

—Está bien, te lo habría contado si te hubiese encontrado hoy aquí


en lugar de a Zach.

—Así que, ¿eso es lo que te ha estado molestando durante los


últimos meses? —Thomas asintió con la cabeza—. ¿Por qué no hablaste
conmigo?

—Como le dije a Zach, necesitaba tomar una decisión, y nadie podía


ayudarme, aún no. Ahora que decidí lo que quiero hacer, es diferente.

—Craig ya decidió tomar la casa de Renaldo, de manera que tendrás


que quedarte aquí durante un tiempo, pero encontraremos una solución.

Thomas sólo podía esperar que esa solución incluyese una pareja
reclamada y mucho sexo con dicha pareja, pero no podía decir exactamente
eso a Kameron. —Seguro.

—En cuanto a tu misión… ya que no tienes que convencer a Craig


para que se convierta en un miembro de la manada, puedes ayudarle con
sus cosas. Tiene un almacén en algún lugar y necesita ayuda para vaciarlo.

—Lo haré.

Kameron entrecerró los ojos. —Ya que aclaramos las cosas, espero
que sea más fácil convivir contigo de ahora en adelante. No te estoy
diciendo que salgas frente a toda la manada si no es lo que quieres, pero no
quiero que sigas siendo un gilipollas.

—No lo haré.

—Muy bien. Craig está en la sala de estar. Ve a hablar con él y hacer


planes. —Kameron ignoró a Thomas y supo que estaba siendo despedido.
Probablemente el alfa quisiera algo de tiempo de calidad con su pareja, si la
manera en que estaba mirando a Zach era alguna indicación de ello. 83

Thomas se puso en pie y salió de la habitación, sin ni siquiera


molestarse en decir adiós. Probablemente la pareja ni siquiera le había
escuchado ya que tenían los labios pegados. En su lugar fue a buscar a su
pareja, su lobo aullando felizmente ante la idea en su mente, al menos hasta
que entró en la sala de estar y se congeló.

Craig estaba ahí, pero no estaba solo. Sus brazos estaban envueltos
alrededor de Jago y el shifter más pequeño estaba mirando hacia arriba
mientras Craig miraba hacia abajo. El rostro de Jago estaba enrojecido y
obviamente los dos se habían estado besando.

El lobo de Thomas tomó el control. Oh, Thomas sabía lo que estaba


sucediendo y pudo haberlo evitado, pero no tuvo ningún deseo real de
hacerlo. Se movió rápido, colocándose detrás de Craig y agarrando el corto
cabello a un lado de su cabeza. Escuchó un jadeo y vio los ojos de Jago
abriéndose como platos, pero no le importó.

Thomas echó la cabeza de Craig hacia un lado, teniendo cuidado de


no hacerle daño, ni siquiera cuando comenzó a girarse. Los colmillos de
Thomas perforaron a través de sus encías y golpeó.

Se hundieron fácilmente en el cuello de Craig y un chorro de dulce


sangre golpeó su lengua, haciéndole gemir. Sintió tensarse a Craig, pero
había llegado demasiado lejos para preocuparse, ni siquiera cuando gritos y
chillidos llenaron la habitación a su alrededor. Thomas estaba reclamando a
su pareja, y eso era lo único importante en el mundo en ese momento.

84
Capítulo 5
Craig se congeló cuando sintió los afilados colmillos penetrar su
cuello. No sabía qué estaba sucediendo o cómo detener a Thomas sin
arrancar los dientes de su cuello y hacerse daño él mismo, y esperaba que
Jago reaccionase, gritase por ayuda, pero parecía estar tan congelado como
Craig.

La mano de Thomas dejó la cabeza de Craig para deslizarse


alrededor de su cintura y Craig se tensó. El mordisco dolía, pero el dolor se
estaba desvaneciendo cuando la boca de Thomas permaneció ahí. Lo que
había comenzado como doloroso se estaba convirtiendo en éxtasis, y Craig
no sabía cómo eso era posible. No tenía sentido, y no quería nada más que
alejarse, pero no sabía cómo sin hacerse incluso más daño.

Sintió a Thomas succionar la herida y se dio cuenta que el hombre 85


estaba bebiendo su sangre, pero el hombre le estaba sujetando lo
suficientemente fuerte que Craig no pudo moverse. Su polla se había
puesto dura como una piedra sólo con el mordisco, y eso fue
suficientemente desconcertante para él. Craig frunció el ceño, pero en
realidad no tuvo tiempo para pensar. La mano de Thomas aterrizó en su
ingle y apretó, y eso junto con los tirones en su cuello le estaban acercando
cada vez más al orgasmo a medida que pasaban los segundos.

Craig se estremeció y agarró las muñecas de Thomas, sin


preocuparse acerca de nada más en la habitación. Ya no estaba intentando
alejarse, ni mucho menos. Lo único que quería era derribar al hombre y
tener su camino de perversión con él, de manera que cuando sintió los
colmillos en su cuello retirándose, Craig se dio la vuelta. Gruñó ante la
mirada de felicidad en el rostro de Thomas incluso si rápidamente se
transformó en una mezcla de sorpresa y oh mierda, y claramente no estaba
esperando que Craig lanzase sus brazos a su alrededor y aplastase sus
labios con los suyos.

No que Craig hubiese estado esperando besar de nuevo a Thomas,


pero en ese momento, realmente no le importó. Tuvo ganas de hacerlo, y ni
siquiera le importó que el hombre acabara de morderle como si fuese un
vampiro.

Thomas no reaccionó de inmediato y Craig se empujó contra su


cuerpo, su lengua saliendo y deslizándose sobre los labios de Thomas para
engatusarle a que respondiese. Pareció funcionar, porque Craig sintió dos
fuertes brazos yendo a su alrededor, acercándole más justo cuando Thomas
abrió la boca y sus lenguas se encontraron.

Era el cielo. Craig no había sido capaz de explicar por qué se sentía
tan bueno y correcto, pero sabía que había encontrado algo precioso.
Exploró la boca de Thomas con su lengua, lamió y mordisqueó, y Thomas
no se quedó atrás.

—¿Qué cojones está pasando aquí?

La voz de Kameron fue suficiente para sacar a Craig de cualquier


estado en el que hubiese estado. Abrió los ojos y miró a Thomas, que aún
estaba acunándole tan cerca como podía. Craig supo que algo grande había 86
sucedido, pero no sabía qué. Ya que Thomas había sido el único en
morderle, Craig quería que fuese él quien se explicase, posiblemente antes
que Kameron decidiera arrancarles las cabezas de un mordisco.

—¿Thomas? ¿Te importa explicar por qué cojones le mordiste?

Sintiendo que esto iba a ser difícil para su temperamento, Craig se


desenredó de los brazos de Thomas. Thomas le lanzó una mirada herida
pero no intentó tocar de nuevo a Craig y Craig se giró para enfrentar a
Kameron.

El alfa no era el único ahí, pero definitivamente era el más enojado.


Sus ojos estaban brillando y Craig pudo haber jurado que había visto el
brillo de un colmillo cuando Kameron se movió.

Otras personas habían corrido en ayuda de Craig, y ahora estaba


enfrentando a Zach, Jago, Duncan y una mujer y dos hombres que Craig no
conocía. Todos les miraban sorprendidos e indignados, excepto Duncan,
que estaba sonriendo con suficiencia.
—¿Qué le hiciste? —gruñó Jago, moviéndose hacia Craig. Antes que
realmente pudiera tocarle, Thomas gruñó y agarró la muñeca de Craig,
tirándole detrás de su espalda.

Craig no sabía si debería haber encontrado el gesto de protección


atractivo u ofensivo, pero si era honesto consigo mismo, en realidad fue
bastante divertido. Jago era varios centímetros más bajo que Craig, y
aunque era un shifter, le faltaba la masa muscular que lucía Craig, y el
entrenamiento, pero Thomas aún parecía pensar que tenía que proteger a
Craig de los otros shifters.
Craig le dio una palmadita a Thomas en la espalda y dio un paso a un
lado. —Jago no me hará daño.

—No te escondió porque pensara que Jago te haría daño —señaló


Duncan—. Lo hizo porque no quiere que Jago esté cerca de ti.

—¿Por qué?

—Sí, Thomas. Por favor, explica por qué estás haciendo esto —pidió 87
Kameron, y Craig se sintió irritado. Él era el único al que Thomas había
mordido, y debería ser el único pidiendo explicaciones. Por alguna razón
no quería a toda esa gente con ellos cuando Thomas le dijese qué había
sucedido.

—Es mi pareja.

En realidad, eso lo explicaba todo. Craig sabía lo que eran las


parejas, por supuesto, y no podía creer que no hubiese entendido lo que
estaba sucediendo cuando Thomas le había mordido. En realidad,
simplemente no había esperado ser la pareja de un shifter, mucho menos la
de Thomas. —¿Tu pareja? ¿Estás seguro de eso? ¿Cómo, 100% seguro?

Thomas se giró para enfrentarle. Su rostro era duro y sin expresión, y


Craig no estaba seguro qué hacer. Lo último que quería era tener que lidiar
con un enojado shifter lobo que pensaba que estaba siendo rechazado por
su pareja. —Sí.

—¡Pero estás casado! —exclamó alguien detrás de ellos, y el cerebro


de Craig comenzó a funcionar de nuevo.
—Espera, así que, ¿estás diciendo que has estado casado con una
mujer durante años pero soy tu pareja de todos modos?

—Y acaba de reclamarte —añadió Jago, y Craig se sintió preparado


para explotar. Zach y Duncan no estaban diciendo nada, pero los tres que
Craig no conocía no parecían callarse, y eso no estaba ayudando.

—¿Qué cojones, Thomas?

—¿Cómo pudiste hacerle esto a Laura?

—¿Desde cuándo eres gay?

Ya que Kameron estaba haciendo su mejor imitación de un pez


muerto, Craig se encargó de liberar algo de espacio en la sala de estar. —
¡Callaos! —Se giró hacia los tres—. Esto no tiene nada que ver con
vosotros. Ni siquiera os conozco, de manera que fuera. Lejos.
88
La mujer abrió la boca pero el gruñido de Thomas la detuvo de decir
cualquier cosa. —Ya le escuchaste.

Los ojos de ella se endurecieron. —Me voy con Laura.

Obviamente fue una amenaza, pero Thomas sólo se rio entre dientes,
aunque no fuese un sonido feliz. —Hazlo, Elianor.

Elianor soltó un bufido y se dirigió hacia la puerta dando pisotones,


los dos hombres siguiéndola sin que tuviera que repetirlo. Craig tomó una
profunda respiración. Ahora sólo tenía que lidiar con la gente que conocía.
Qué alegría.

—Duncan, no pareces sorprendido.

Duncan sonrió. —Sabía que eras la pareja de Thomas, pero no estaba


esperando que hiciese esto. —Hizo un gesto con la mano en la dirección de
Craig—. Esto no es lo que quise decir cuando dije que tenía que dejarte
conocerle.
Craig se pellizcó el puente de la nariz. —De acuerdo, ahora, ¿podrías
irte, por favor?

—Por supuesto. Sabes dónde encontrarme si me necesitas. —Se


despidió con la mano y se dirigió hacia la puerta, dejándola cerrar de golpe
detrás de él.

Jago estaba boquiabierto ante él, y Craig suspiró. —Jago, sé que


quieres hablar acerca de esto y esas cosas, pero por favor, ¿podemos
hacerlo más tarde? —No le gustaba el hecho que Thomas estuviese
obviamente celoso del shifter más pequeño, y no quería que Jago saliese
herido, de manera que estuvo aliviado cuando el hombre simplemente
asintió con la cabeza y salió de la habitación.

Ahora sólo quedaban Thomas y la pareja alfa, y Craig se giró hacia


Thomas. —¿Qué cojones, hombre?

Thomas se enfureció y enderezó en toda su estatura. —Le estabas


besando. 89
Craig frunció el ceño. —No le estaba besando.

—¡Te vi!

—No le estaba besando, pero incluso si lo estuviese haciendo, ¡eso


no era asunto tuyo!

—¡Eres mi pareja!

—Oh, sí, ¿y no pudiste simplemente decírmelo? ¿Tuviste que


reclamarme como, como un animal en su lugar?

Thomas retrocedió como si Craig le hubiese golpeado. —Oh, cierto,


olvidé que no tenías intención de pasar el resto de tu vida conmigo. No te
preocupes, aún puedes alejarte y ser feliz con Jago.

Sólo ahora Craig entendió cuánto le había dolido a Thomas lo que le


había dicho el día anterior, y aunque lamentaba haberlo dicho, eso no era
una razón suficientemente buena para lo que Thomas había hecho. —¡Ya te
dije que no le quería! Esto no tiene nada que ver con Jago, ¡tiene que ver
con el hecho que me reclamaste sin ni siquiera preguntarme si estada de
acuerdo con ello!

—Chicos, por favor. No hay necesidad de arrancarse las cabezas a


mordiscos —intervino Zach, y ya que Craig no quería luchar contra
Kameron, se mordió el labio inferior para evitar que sus siguientes palabras
salieran.

—De acuerdo, Thomas. Sé que nos dijiste que eras gay, pero ya
sabías que Craig era tu pareja.

Thomas le dio al alfa un brusco asentimiento de cabeza.

—¿Por qué no me lo dijiste?

—Él tenía que ser el primero en saberlo.

—Sí, y mira lo bien que fue —murmuró Craig.


90
Thomas frunció el ceño y Kameron continuó: —No estoy seguro que
realmente hayas triunfado con eso. ¿Qué sucedió?

—¡Entré y se estaban besando! ¿Qué hubieses hecho si hubieses


encontrado a Zach besando a otro hombre?
—¡No nos estábamos besando, por el amor de Dios! ¿Cuántas veces
tengo que decírtelo?

—¡Seguro que me lo pareció!

Una mano aterrizó en la nuca de Craig y se sobresaltó. Se giró para


enfrentar a Kameron incluso mientras el alfa utilizaba su agarre para
dirigirle hacia la puerta. —Creo que ambos necesitáis algo de tiempo para
enfriar los ánimos si no queréis decir algo de lo que os arrepintáis. Thomas,
ve a patrullar con Andy. —Thomas abrió la boca para protestar y Kameron
entrecerró los ojos—. Harás lo que digo, y no protestarás. Sé que quieres
hablar con Craig, pero sólo terminareis peleando ahora mismo. Te dijo que
no estaba besando a Jago, y deberías creerle. Ahora fuera.

Thomas se veía como si no quisiera irse, pero obedeció a su alfa,


dándole a Craig una última mirada antes de cerrar la puerta detrás de él.
Kameron se giró hacia Craig. —Ahora, tú. Sé que no te gusta mucho
Thomas, pero deberías darle una oportunidad. Eres su pareja.

Craig se burló. —Soy humano. Eso no significa demasiado para mí.

—Pero sí para él. Eres el hombre que debería completarle y


entenderle mejor que nadie, y lo mismo va para él. Nunca encontrarás otro
hombre que te ame tanto como él te ama.

—¿Me ama? ¡Está casado, por el amor de Dios!

—No lo sabes todo —dijo Zach suavemente—. No es mi historia


para contarla, pero Thomas no tuvo elección en su matrimonio. Ahora que
te encontró, ya está intentando hacer algunos cambios. Habló con Laura, y
se está mudando de la casa donde ha vivido durante los pasados veinte
años.

Eso detuvo a Craig. Obviamente Thomas se estaba tomando esto en 91


serio, pero no estaba seguro cómo se sentía acerca de todo el asunto. Aún
así, darle a Thomas una última oportunidad para que se explicase no le
costaría nada excepto un poco de tiempo, y tenía cantidad en este
momento. —Bien. Le daré una oportunidad para hablar.

Zach sonrió. —Eso es todo lo que pedimos.

Thomas había estado de mal humor desde que se fue de la casa del
alfa, y aún no había mejorado. Probablemente no lo hiciese, no, ya que
estaba a punto de entrar en su casa, la casa de Laura. Tomó una profunda
respiración, aferrándose a lo que fuese más cercano a la calma, porque no
quería gritar a Laura o los niños. Eso era lo último que necesitaba.

Miró la puerta principal de la casa que había sido suya durante años,
y saber que no era bienvenido aquí dolió. Ya no podía entrar en la casa
como si fuese suya, de manera que subió los escalones del porche y llamó a
la puerta.
La puerta se abrió después de sólo unos segundos, revelando a
Carissa. —¡Papá! —Se arrojó hacia él y la atrapó, enterrando la nariz en su
cabello. El familiar aroma del champú de fresas le asaltó, haciendo el
anhelo aún peor. Esperaba que la decisión que había tomado valiese la pena
dejar atrás a su familia.

—Hey, cariño. ¿Cómo fue hoy el colegio?

—Tuve un examen de matemáticas, y Annabel me dijo que...

Thomas desconectó mientras miraba alrededor de la sala de estar.


Laura no estaba a la vista, y estaba ansioso ante la idea de verla. No sabía
cómo iba a reaccionar al verle de nuevo. —¿Dónde está tu madre?

—En la cocina.

—Voy a ir a hablar con ella, ¿de acuerdo? ¿Puedes intentar encontrar


a Elias mientras tanto?
92
—Creo que está fuera en alguna parte.

—Bien, ve y llámale, luego esperad aquí por nosotros.

Thomas esperó que Carissa corriese afuera antes de caminar hacia la


cocina. Laura estaba horneando galletas, justo como siempre hacía cuando
estaba estresada. —Hola.

No se dio la vuelta, pero respondió. —Hola, Thomas. ¿Estás aquí


para contarles a los niños acerca de ti?

—Sí, y quería disculparme.

Laura se dio la vuelta. Se veía mejor que el día anterior, pero sus ojos
aún estaban demacrados, el blanco salpicado de rojo como si hubiese
estado llorando recientemente. —¿Por?

—Por hacerte daño. Por no ser el hombre que necesitabas. Por...

—Cállate, Thomas.
Thomas cerró la boca con un audible chasquido.

Laura asintió con la cabeza ante el repentino silencio y continuó:


—No tienes nada por lo que disculparte, excepto por el hecho que deberías
habérmelo contado hace años. No puedes evitar quién eres, y no puedes
evitar a quién amas y quién es tu pareja. No voy a odiarte por eso. No voy a
odiarte, punto.

—Lo siento. Simplemente no sé cómo comportarme ahora que te lo


he contado.

—Compórtate como lo hiciste los pasados años. Pensé acerca de lo


que me dijiste toda la noche. Simplemente no podía dormir, y… aún duele
muchísimo, no creas que no, pero me doy cuenta que siempre fuimos más
amigos que amantes, incluso si tuvimos sexo.

Thomas se encogió. Amaba a Laura y era cierto que habían dormido


juntos, pero no era algo con lo que se sintiese cómodo hablando de ello, 93
especialmente no en este momento. —Sí, de acuerdo.

—Bien. Ya tengo las maletas y algunas cajas.

Esas palabras hicieron que la marcha de Thomas fuese incluso más


real, pero antes que pudiera añadir algo más, escuchó a Carissa llamándole
desde la sala de estar. —¿Papá? ¡Eli está aquí!

Thomas no quería nada más que huir, y se giró hacia su esposa.


—¿Qué debería decirle?

—La verdad.

—¿Toda?

—Cuéntales lo que te haga sentir cómodo, Thomas, aunque si no


cuentas todo, tendrás que pasar por esto de nuevo, y no creo que Carissa
esté feliz al saber que la mentiste incluso más de lo que ya has hecho.
—¿Pero qué pasa si se enoja conmigo? ¿Qué pasa si no quiere verme
más después de esto?
—Eres su padre, y te ama. Probablemente se enoje, quizás te evite
durante un tiempo, pero lo superará.

—De acuerdo. Puedo hacer esto. Puedo hacer esto. —Thomas se


desplomó contra el mostrador—. No puedo hacer esto Laura.

Laura le fulminó con la mirada. —Sólo sal ahí y se un hombre.

—¿Vas a venir conmigo?

—Sí, pero serás el único en hablar con ellos. Simplemente estoy aquí
para asegurarles que seguimos amándoles sin importar qué.

Thomas asintió con la cabeza. Sin importar lo enojado que había


estado con Craig más temprano, deseaba desesperadamente que el hombre
estuviese con él en este momento. Necesitaba el apoyo de su pareja, y no lo
tenía. Eso no hacía las cosas más fáciles.
94
Cuando Thomas entró en la sala de estar, Carissa estaba viendo la
televisión, pero Elias le sonrió en cuanto le vio. El hecho que Elias ya
supiese la mayoría de lo que Thomas estaba a punto de confesar hizo que
su corazón estuviese un poco más ligero, porque sabía que su hijo le
aceptaba sin importar qué. —¿Puedes apagar la televisión, por favor?
Tengo que hablar con vosotros.

Carissa no estuvo particularmente feliz de obedecer, pero después de


quejarse unas cuantas veces lo hizo y se giró para enfrentar a Thomas. Se
sentó en el sofá al lado de Elias y frente a Carissa antes de tomar una
profunda respiración. —De acuerdo, tengo que contaros algo, y no es fácil
para mí hacer esto.

Thomas sintió una cálida mano en su omóplato y le dio a su hijo una


agradecida sonrisa por el apoyo. —Os amo y a vuestra madre mucho, pero,
bueno, fuimos obligados a casarnos hace veinte años.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Elias, y Thomas echó un vistazo a


su hija. Los ojos de Carissa estaban como platos y sus puños en sus
rodillas, pero estaba escuchando.
—Bueno, sabéis cómo era Erskine. Todos teníamos que obedecerle,
y si no lo hacíamos, sucedían cosas malas. Él… quería que la manada
tuviese más niños, y pensaba que todos los miembros de una cierta edad
deberían haber estado casados. Yo tenía diecinueve años en ese momento,
y mi padre quería que obedeciese, de manera que lo hice. Vuestra madre y
yo éramos amigos, y pensamos que casarnos sería mejor que lo que podría
haber sucedido si alguien más hubiese elegido por nosotros.

—Así que, ¿no os amabais? —preguntó Carissa, y Thomas pudo ver


el comienzo de un temperamento explosivo.

—No, nos amábamos, sólo que no de manera romántica.

—Pero no querías casarte.

—No. No me arrepiento que lo hiciésemos, porque nuestro


matrimonio me dio a ti y a tu hermano, pero ahora Erskine se ha ido y
finalmente ambos podemos hacer lo que queramos. 95

Carissa abrió la boca, pero Laura le agarró la mano y entrecerró sus


ojos hacia Thomas.

Sabía que se estaba haciendo un lío, pero realmente no sabía cómo


podría hacerlo mejor.

—Lo que vuestro padre está intentando decir es que ahora ya no


tenemos que permanecer juntos, y podemos encontrar a alguien a quien
realmente amemos. Eso no quiere decir que os amemos menos, sólo
significa que finalmente podemos ser nosotros mismos.

Thomas se alegró de escuchar que Laura se estaba incluyendo en su


decisión de separarse, incluso si realmente dependía de él.

—¿Os estáis divorciando? ¿Qué? ¿Papá ya tiene a alguien más? —


preguntó Carissa. Parecía estar tambaleándose entre las lágrimas y la ira, y
Thomas no estaba seguro cuál sería mejor.

—Yo, bueno, no tengo a alguien más, no exactamente, pero...


—¿Cómo pudiste engañar a mamá? —Carissa estaba de pie y
enfrentando a Thomas. Claramente había ganado la ira. Maldición.

—Papá no engañó a mamá. Deberías saber que nunca haría algo


como eso —intervino Elias—. Papá, simplemente deberías contárselo. Te
estás haciendo un lío.
Thomas le frunció el ceño a su hijo, pero sabía que Elias tenía razón.
—Cary, cariño, tanto como amo a tu madre, realmente nunca podría estar
con ella. Soy gay, cariño. Siempre lo he sido.

Eso derritió la ira de Carissa de inmediato. Se sentó de nuevo,


mirándole boquiabierta como si le estuviese viendo por primera vez.
—¿Eres… gay?

—Lo soy. Nunca se lo dije a nadie porque pensé que me quedaría


con tu madre para siempre, pero… he encontrado a mi pareja, y es un
hombre. —Thomas no añadió que ya había reclamado a Craig. Quería darle
a su hija unos minutos para digerir su revelación, pero sabía que tenía que 96
contárselo. Lo descubrirían de todos modos, ya que Elianor le había visto
haciéndolo. Toda la manada iba a saberlo en tan solo unas horas –si no lo
sabían ya– y se merecían escuchar la verdad de él.

—Sólo… ¡no quiero que os divorciéis! ¿No hay alguna manera de


que os quedéis juntos? —Los ojos de Carissa estaban suplicando, y el
corazón de Thomas se rompió. No quería nada más que darle lo que ella
quería, pero no podía, esta vez no.

—Eso no significa que ya no te ame, Cary, lo prometo.

—¡No te creo! Si realmente me amases, ¡te quedarías con mamá!

—¿Quién es? —intercedió Elias.

—Es Craig. —Los ojos de Elias se abrieron como platos, pero Laura
y Carissa no reaccionaron.

—¿En serio? —Elias inclinó la cabeza hacia un lado—. Uh, supongo


que puedo ver la atracción. Os vais a ver bien juntos.
Thomas vio agrandarse los ojos de Laura, y ya que quería terminar
su confesión antes que Elias pudiese hacer la suya, dijo: —Eso no es todo.
Yo, bueno, como que hoy le reclamé.

—¿Reclamaste a Craig?

—¿Hiciste qué?

—¿Ya? –Carissa saltó del sofá y salió de estampida. Unos minutos


más tarde, Thomas escuchó una puerta cerrarse de golpe en el piso de
arriba.
—¿Ya l...le reclamaste? —preguntó Laura, y Thomas pudo ver más
dolor en sus ojos.

Se encogió ante la idea que estaba haciendo daño a todo el mundo


que amaba. —Pensé que estaba viendo a alguien más, y mi lobo tomó el
control. Le mordí.
97
Laura sacudió la cabeza. —Nunca piensas en las cosas antes de
hacerlas.

Thomas se sintió más ligero, pero a peor. Contarle la verdad a su


familia era lo correcto, y debería haberlo hecho hacía años, pero eso no
significaba que no doliese. Ahora tenía que encontrar una manera de hacer
que Carissa le perdonase, y tenía que lidiar con su pareja. De alguna
manera, Thomas no pensaba que fuese tan fácil como había sido decírselo a
su familia.

Había tomado la mayor parte del día vaciar el contenedor de


almacenamiento de Craig y transferir todo a una de las camionetas que
había logrado encontrar, y Craig estaba agotado. Ni siquiera quería pensar
acerca de cuánto tiempo iba a llevarle desmantelar todo y meterlo en su
nueva casa, pero al menos no estaba trabajando solo.

Kameron le había enviado a varios de los chicos que iban a estar en


su grupo de entrenamiento, y estaba utilizando el trabajo y tiempo que
estaban pasando juntos para valorar sus personalidades. Eran un grupo
mixto, pero parecían estar bien hasta ahora.

—¡Agarra el otro lado, Tami! —gritó Scott, uno de los chicos más
mayores del grupo.

Ella soltó un bufido y respondió: —¿Por qué no le preguntas a


David?

—¿Qué? ¿Asustada que se te rompa una uña?

Craig escuchaba a Tami y Scott mientras discutían. Parecía que lo


hacían mucho, y Craig estaba preparado para apostar que había algo
cocinándose entre ellos. —Vamos, gente. Casi terminamos aquí, y me
gustaría ser capaz de dormir en mi cama esta noche.

—Sí, no pensé que quisieras dormir en la cama de Renaldo —dijo


Merle con un fruncimiento de ceño. Craig sabía lo que había sucedido con
el chico, y no le culpaba por gritar y fruncir el ceño la mayor parte del 98
tiempo.

—Kameron me dijo que podría hacer cualquier cosa que quisiera con
las cosas en la casa. ¿Quieres ayudarme a romperlas en pedazos?

Los ojos de Merle se abrieron como platos. —¿Por qué harías eso?

Craig se encogió de hombros. —Aparte de algunos muebles, la


mayoría de las cosas irán directamente a un contenedor de basura. Podrías
encontrar que destruir las cosas de Renaldo te ayudarán con la ira. No será
tan bueno como golpear al mismo hombre, pero es mejor que mantenerlo
dentro.

Merle no parecía convencido que Craig realmente le permitiese


hacerlo, pero asintió con la cabeza de todos modos antes de agarrar una de
las cajas aún en el contenedor de almacenamiento y arrastrarla hacia el
vehículo. Tami y Scott aún estaban discutiendo, de manera que Craig
agarró un lado del aparador y llamó a David.

—Vamos, toma ese lado y vamos. —Craig había notado que David
era un poco solitario en el grupo y estaba intentando tentarle, hacerle
interactuar con los otros chicos y él mismo.

Hicieron unos pocos viajes más entre el contenedor de


almacenamiento y los vehículos, y una vez todo estuvo cargado y el
contenedor abonado, se dirigieron de nuevo a casa. Casa. Craig casi no
podía creer que finalmente tuviese un hogar después de pasarse años
mudándose de laboratorio en laboratorio y trabajando para la Compañía
Glass Research. Por supuesto, había sido el único en pedir trabajo en
Wyoming, que estaba tan cerca de casa como podría estarlo, aunque el
lugar donde Craig había crecido ya no era un hogar. No lo había sido
durante años.

El viaje al territorio de la manada fue corto, pero la noche ya estaba


cayendo cuando Craig aparcó delante de lo que sería su nueva casa. Salió,
decidiendo que se despediría de los chicos. —Muy bien, gracias a todos por
venir, y os veré mañana para nuestra primera sesión de entrenamiento.

—¿Necesitas ayuda para descargar? —preguntó Merle. 99

—Nop. Me ocuparé de eso mañana, no te preocupes. Dormir en el


sofá por una noche no me matará.

Scott se rio. —De manera que, ¿así es como se llama ahora?


¿Dormir?

Craig frunció el ceño. —¿De qué estás hablando?

—Está aludiendo al hecho que tu pareja te está esperando en el


porche —clarificó Merle, y la cabeza de Craig se giró hacia la casa. No lo
había notado antes, pero era cierto. Thomas Estaba sentado en una de las
sillas en el otro extremo del porche, mirándoles.

—¿Cómo es que ya sabéis que soy la pareja de Thomas?

—Creo que toda la manada lo sabe a estas alturas. Thomas, um, te


reclamó delante de uno de los chismosos de la manada.

Craig gimió. Lo último que quería esta noche era pelearse con
Thomas, y las noticias que todo el mundo sabía acerca del reclamo no
estaban ayudando a mantenerle en calma. —Podéis iros ahora. Os veré a
todos mañana.

Craig esperó hasta que todo el mundo se hubo alejado antes de subir
los escalones hacia la casa. Podía sentir la mirada de Thomas sobre él, y su
sangre pareció correr más rápido en sus venas. Ahora que sabía
exactamente lo que había entre ellos, entendía mejor la manera en que
había reaccionado Thomas, incluso si no estaba seguro que le gustase. —
Espero que no vinieses aquí a pelear, porque no creo que tenga la energía
en este momento.

—Debería haber ido contigo a conseguir tus cosas.

—Sí, Kameron me lo dijo, pero está bien. Tuve ayuda de todos


modos.

—Vi eso. Sin embargo, es la segunda vez que no obedecí las órdenes
de mi alfa. 100

El primer impulso de Craig fue ser sarcástico. Thomas sacaba ese


lado de él como nadie más, pero sabía que si alguna vez quisiera tener una
relación normal con el hombre, tenía que frenar su impulso de ser agresivo.
Si arremetía, eso causaría que Thomas hiciese lo mismo y nunca
resolverían nada de esa manera. —Aún puedes ayudar con la descarga y el
desembalaje. Hay mucho que hacer.

—¿Y me quieres para ayudar?

Craig se encogió de hombros. —Seguro. Será una manera de


conocernos mutuamente, al menos si nos las apañamos para tener una
conversación normal. Sin embargo, no estoy seguro que lo hagamos.

Thomas se rio entre dientes y el sonido fue directamente a la ingle de


Craig. Su polla se retorció y sus vaqueros se volvieron repentinamente más
ajustados, sorprendiéndole. Ya no tenía dieciocho años, y normalmente
tomaba más que una risita hacerle reaccionar.

—¿Estás dispuesto a darme una oportunidad?


Craig dudó. Esta no era una conversación para tener sentados afuera
en la oscuridad, de manera que abrió la puerta con la llave antes de buscar
el interruptor de la luz que sabía estaba a su derecha. Maldiciendo porque
no podía encontrarlo, Craig alcanzó el teléfono en su bolsillo de manera
que al menos tuviese un poco de luz, pero Thomas estuvo de repente ahí,
inclinándose sobre él, su mano frotando la de Craig mientras palpaba los
alrededores por el interruptor.

El rostro de Thomas estaba tan cerca que Craig pudo ver su sonrisa
incluso en la oscuridad. Sus calideces se entremezclaron y le hizo querer
cosas que no estaba seguro que pudiese manejar en ese momento. De
manera que estuvo aliviado cuando Thomas hizo un pequeño sonido de
victoria y la luz se encendió, inundando el porche a través de la puerta
abierta. Craig atravesó la puerta con prisas, pero no antes que Thomas
pudiese poner un beso en su mejilla. El gesto fue tan tierno y tan en
desacuerdo con el hombre que sorprendió a Craig, e intentó esconderlo. —
¿Qué fue eso?
101
Thomas se encogió de hombros y miró al suelo. —Sólo se sintió
bien.

Craig se rio entre dientes. —¿Cómo es que me siento de la misma


edad que los chicos a los que tengo que enseñar cuando estoy contigo?

—Ni idea.

—Sí, bueno, espero que no siempre será de esa manera, porque no


creo que pudiese llevar toda una vida actuando como un adolescente.

La mirada de Thomas fue al rostro de Craig. —¿Toda una vida?

Craig suspiró. —Vamos, entra. Tenemos que hablar, y no quiero


hacerlo en el porche.

—¿Quieres meter algunas cosas antes que lo hagamos? Te escuché


decir que dormirás en el sofá, pero podemos meter tu cama y colchón.
Estarás más cómodo.
Craig se sintió extrañamente conmovido por la propuesta de Thomas,
y eso le hizo sentir tonto. Tonto, pero también cálido en su interior. —De
acuerdo, seguro. Si no tienes ningún otro lugar en el que estar esta noche,
supongo que estaré agradecido por tu ayuda.

—El único lugar esperando por mí es una de las camas de invitados


en la casa de Kameron, y por mucho que no me importen, la casa aún está
demasiado llena para mi gusto.

Craig recordó a Zach diciéndole que Thomas y su esposa se estaban


divorciando, y añadió eso a la lista cada vez mayor de cosas de las que
tenían que hablar.

Iba a ser una larga noche.

No llevó mucho tiempo meter la cama de Craig en la casa y llevarla


al dormitorio, pero una vez colocada y el colchón encima, Thomas no pudo
quitar los ojos de ella. ¿Sería la cama en la que Craig y Thomas harían el 102
amor por primera vez? ¿Sería la cama en la que Thomas dormiría con su
pareja durante el resto de sus vidas?

Thomas sabía que estaba un poco en el lado dramático en este


momento, pero últimamente su vida había sido tal locura que sentía sus
sentimientos fuera de control. No quería nada más que gatear en la cama y
acurrucarse con su pareja. Ni siquiera le importaba la charla que tenían que
tener o si pasaba de primera base. Sólo necesitaba un ancla hasta que la
locura se desvaneciese.

—Encontré las sábanas.

Thomas se dio la vuelta, y efectivamente, Craig tenía un par de


sábanas en sus manos. Trabajaron juntos para hacer la cama, y la necesidad
de Thomas de hundirse en ella se intensificó, pero apretó los dientes y
regresó a la sala de estar.

La casa no estaba tan mal, pero obviamente necesitaba hacerse más


acogedora. Thomas no pudo evitar que su mente se precipitase sobre los
cambios que haría si alguna vez viviese ahí, y había llegado a cómo
cambiaría la piedra de la chimenea cuando Craig entró en la habitación, dos
cervezas en su mano.

—Aquí. Nos merecemos una cerveza fría después de lo que hicimos.

—Sólo metimos una cama y colchón en la casa.

—Y pusiste la cama en su lugar, y si mi memoria es buena, también


patrullaste toda la mañana. —Craig se sentó en el sofá lleno de bultos,
haciendo una mueca mientras intentaba encontrar una posición cómoda.
Thomas optó por el sillón más cercano a la chimenea. Quería ser capaz de
mirar a Craig cuando hablasen.

—Quizás durmiese esta tarde.

—¿Lo hiciste?

—Nop. 103

—No lo pensé.

Thomas bebió de su botella, pensando acerca de lo que vendría.


Craig no parecía querer comenzar la conversación incluso si ambos sabían
que era hora. —Le dije a mis hijos que me estaba divorciando de su madre
y me estaba mudando.

—Eso es… Ni siquiera sé qué decir. ¿Puedes, no sé, contarme más


acerca de tu familia? Sé que estabas casado y conozco a Elias, pero eso es
todo.

Thomas sonrió. —Sí, parece que le gustas. También les conté acerca
de ti, y no pareció importarle.

—¿Qué soy tu pareja?

—Uh huh. —Thomas tomó un trago antes de continuar—: ¿Alguien


te contó acerca de nuestro antiguo alfa?
—¿El gilipollas? Sí. Zach no tuvo palabras amables para él.

—Eso es porque fue un cabrón. Fue el que le dijo a mi padre que


necesitaba casarme y tener hijos, y supe que era eso o ser rechazado. Sólo
tenía diecinueve años, no conocía a nadie fuera de la manada y mis padres
aún estaban vivos en ese momento.

—De manera que dijiste sí.

—Amo a Laura, desde que éramos niños, pero ya sabía que era gay.
No es esa clase de amor. Enterré mi sexualidad tan profundo como pude y
me casé con ella de todos modos. Juré que iba a ser un buen marido y
padre, y no tuve demasiados problemas manteniendo esa promesa hasta que
Kameron ganó el desafío por la posición de alfa. Una vez lo hizo, es como
si algo hizo clic en mí. Supe que finalmente podría ser yo mismo, y pareció
que no sería capaz de seguir como lo he hecho durante tantos años.

—Eso no significa que seas un mal marido o padre.


104
Thomas sonrió a su pareja. Estaba un poco sorprendido que aún no
estuviesen en la garganta del otro, pero Craig le estaba escuchando en
silencio, de manera que continuó—: Intenté continuar como siempre, pero
el único resultado fue que fui una perra malhumorada con todo el mundo.

Craig soltó un bufido. —Lo noté.

Thomas miró su botella y se rascó el cuello. —Sí, lo siento por eso.

—Siempre y cuando te disculpes con Jago, no me importa.

Thomas asintió con la cabeza y vació su cerveza. Estaba esperando


que Craig dijese algo, pero el hombre no parecía querer hacerlo, y eso puso
nervioso a Thomas. —Así que, um, ¿ahora qué?

Craig se tomó su tiempo para responder. Estaba mirando la botella en


sus manos, girándola de esta manera, sus fuertes dedos jugando sobre el
húmedo vidrio. Thomas deseaba alcanzarla y quitársela, dejarla y tener los
dedos de Craig sobre su piel en lugar de sobre el frío vidrio, pero sabía que
necesitaba esperar a que Craig diese el siguiente paso. Con lo que ya le
había hecho al hombre, la manera en que había tratado a Craig y su amigo,
no podía permitirse hacer el movimiento equivocado.

—No soy un shifter.

—Lo sé, y no me importa. A nadie le importará, o al menos no


debería, ya no más.

—Eso no es lo que quise decir. Soy humano, y aunque trabajé con


shifters durante los pasados años, realmente no tuve oportunidad de hablar
con ellos y aprender acerca de ellos. Sé que la mordida que me diste
significa que me reclamaste, pero no sé qué significa, no exactamente.

Ahora fue el turno de Thomas de bajar la mirada. Había pensado que


Craig se había tomado la reclamación un poco demasiado bien, y ahora
sabía por qué. No tenía idea lo que significaba. —Así es como los shifters
reclaman a sus parejas. Les mordemos y bebemos su sangre, y ellos hacen
lo mismo. Eso es lo que nos vincula, y te permitirá vivir tanto como yo,
envejecer más lento e incluso sanar más rápido. 105

Thomas vio como los dedos de Craig se tensaron alrededor de su


botella, y supo que finalmente el hombre entendió. —Sin embargo, no bebí
tu sangre.

—No.

—¿Qué significa eso? Para nuestro… emparejamiento, quiero decir.

—Los shifters sólo tienen una pareja, y una vez les hemos
encontrado y reclamado, nuestro animal no nos permitirá alejarnos nunca
más.

—No serás capaz de engañarme.

—Es más que eso. Incluso si decides que no me quieres, mi lobo aún
te verá como su pareja, y no me permitirá tener a nadie más.

—Así que desde que me reclamaste, estás jodido.


—No lo veo de esa manera. Sin duda, no puedo tener a otro hombre,
pero lo que podría tener contigo lo compensa con creces.

—¿Y qué sería eso? Cada vez que hablamos terminamos


arrancándonos la cabeza a mordiscos, de manera que no estoy seguro qué
tan buena podría ser una relación permanente entre nosotros.

Ese era uno de los miedos de Thomas. Sabía que las parejas eran
perfectas uno para el otro, pero parecía como si Craig y él chocasen más
que cualquier otra cosa. —Ni siquiera intentamos ser respetuosos con el
otro, o al menos yo no. Estaba enojado acerca de lo que estaba sucediendo
con mi familia incluso antes de que te conociese y me diese cuenta que eras
para mí. Entonces cuando lo hice, pensé que estabas en una relación con
Jago, y no lo tomé bien. No estoy diciendo que vaya a ser fácil, y supongo
que bajo tu punto de vista es extraño, pero crecí sabiendo que mi pareja
sería el hombre perfecto para mí.

—Tengo un momento difícil creyendo eso, pero te lo concedo, no


nos conocimos exactamente de una manera normal. Tienes cosas 106
sucediendo en tu vida y yo acaba de perderlo todo. Realmente estoy feliz
acerca de eso, pero aún es un gran paso. Obviamente nunca viví con
shifters, y aunque ya puedo ver que me gustará, aún llevará algo de tiempo
adaptarse.

El corazón de Thomas se hundió. —¿Me estás… rechazando?

Craig se tomó tanto tiempo en responder que el lobo de Thomas


lloriqueó y se enroscó en la parte posterior de su mente, ya de luto por la
pérdida de su pareja. Thomas no quería nada más que huir y evitar la
inevitable respuesta que sabía estaba en camino, pero se quedó justo donde
estaba y se preparó cuando Craig abrió la boca.

—No, no exactamente. —Thomas dejó salir un suspiro de alivio que


fue tan sonoro que supo que Craig le escuchó. Le dio a Thomas una
pequeña sonrisa, y eso fue casi suficiente para que Thomas corriese a
abrazarle, pero se quedó en el sillón y esperó las siguientes palabras de su
pareja.

—He estado aquí sólo durante un día, pero vi como Zach y Kameron
están juntos, y no puedo decir que no quiera eso. No tuve tiempo para una
vida amorosa en los pasados años, pero estoy comenzando por el principio
de nuevo, y esta vez puedo vivir como quiera, y definitivamente quiero a
alguien con el que compartir mi vida. Simplemente… no estoy seguro si
realmente podamos hacerlo bien juntos.

—¿Qué puedo hacer?

—Habla conmigo. Se mi amigo, pasa tiempo conmigo, y a ver si


podemos evitar matarnos entre nosotros.

Sería una tortura, especialmente si Craig continuaba pasando tiempo


con Jago, y Thomas sabía que lo haría. Aún así, era un paso hacia adelante,
aunque fuese pequeño, pero estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por ser
capaz de estar con su pareja. Aunque su lobo quería a Craig justo en este
instante, la parte humana de Thomas estaba de acuerdo con el hombre.
Quería conocer a Craig, no sólo para ceder en el impulso de apareamiento,
incluso si ya le había mordido.
107
Asintió con la cabeza, calidez extendiéndose en su interior cuando
Craig le devolvió la sonrisa. —Puedo hacer eso.

—Bien.

—Sólo… sé que dijiste que Jago sólo es un amigo, pero realmente


parecía como si le estuvieses besando esta mañana. ¿Puedo preguntar qué
sucedió? ¿Por qué estabais abrazados?

—Se estaba sintiendo nostálgico. No me ha dicho cómo llegó al


laboratorio, aún no, pero sé que algo le sucedió a su familia, y les echa de
menos. Realmente no tiene a nadie aquí, y soy lo más cercano a un amigo
para él. Sólo estaba reconfortando a Jago.

Thomas asintió con la cabeza. Sabía que tendría que confiar en Craig
si quería que las cosas funcionasen, pero era difícil, especialmente después
de verle en los brazos de otro hombre, incluso un amigo. —
Gracias. No tenías que contármelo, pero gracias por hacerlo. —Se levantó
del sillón—. Mejor me voy ahora. No quiero despertar a quien quiera con el
que esté compartiendo una habitación esta noche.
—Sí, la casa de Kameron aún está bastante abarrotada. —Thomas
vio dudar a Craig y esperó a que se levantase del sofá y se acercase,
tomando la botella vacía de Thomas—. Podrías quedarte aquí si quieres. El
sofá no es exactamente cómodo, pero tendrías la habitación para ti mismo.

—He dormido en sitios peores. —Thomas estaba sorprendido por la


proposición. Justo habían decidido tomarse las cosas lentamente ¿y Craig le
estaba pidiendo que durmiese en el sofá? Quizás no dudase tanto de
Thomas como Thomas había pensado—. Entonces creo que tomaré el sofá.
Gracias.

La sonrisa que Craig le dio le compensó con creces la incómoda


noche por delante. —Bien. Te veré mañana.

Se quedaron de esa manera durante unos segundos y Thomas no


quería nada más que darle un beso de buenas noches a su pareja, pero Craig
le dio una última sonrisa antes de darse la vuelta y dirigirse hacia la cocina.
Thomas le observó irse, deseo ardiendo a través de él ante la vista, 108
sabiendo que soñaría con su pareja esa noche.
Capítulo 6
—¡Thomas!

Craig gimió y rodó hacia un lado, empujando la cabeza bajo la


almohada para suprimir el ruido.

—¡Thomas! ¡Sé que estás aquí!

La almohada no sería suficiente. Craig sabía que no sería capaz de


volver a dormir, no con quien fuese gritando en el exterior. Alejó la
almohada y miró el reloj, jurando cuando vio que sólo eran las siete de la
mañana. Thomas y él se habían ido tarde a la cama la noche anterior y no
tenía que enseñar su primera lección hasta la tarde. Podría haber dormido al
menos unas pocas horas más sin el gilipollas que estaba golpeando la 109
puerta de su casa.

—Tho...

El golpeteo se detuvo de manera abrupta y Craig suspiró. Thomas


debía haberse levantado y abierto la puerta, pero eso no quería decir que
volviese a dormir. No ahora que estaba despierto, Craig estaba un poco más
que curioso por descubrir quién estaba en la puerta.

Se levantó y agarró una camiseta limpia de la bolsa que había


abandonado en una esquina de su habitación la noche anterior.
Poniéndosela, se deslizó al cuarto de baño, aún escuchando por gritos, pero
no escuchó nada. Aparentemente abrir la puerta había sido suficiente para
callar a quien fuese que había estado al otro lado.

Cinco minutos más tarde, estaba bajando las escaleras, y pudo


escuchar voces viniendo de la sala de estar.

—¿Qué cojones estás haciendo? ¿Cómo pudiste?


—Kevin, sólo te dije lo que sucedió. —La voz de Thomas estaba un
poco cansada, y Craig de repente quiso estrangular al hombre que le estaba
dando a su pareja un momento difícil. Wow. Aún era extraño pensar en
Thomas como su pareja, o que tuviese una pareja en absoluto.

—No entiendo como esto... esto puede ser lo que quieras, no después
de todos estos años con Laura.

—Mira, entiendo que te llevará algo de tiempo acostumbrarte, pero...

—¿Algo de tiempo? ¿Algo de tiempo? ¡No sé si alguna ver seré


capaz de acostumbrarme a ti estando con un hombre, Tom! Y si mentiste
sobre algo tan grande, ¿cómo puedo saber que no tienes otros secretos? Me
siento como si ya no te conociese.

Craig había tenido suficiente. Podría no estar preparado para aceptar


aún un vínculo completo con Thomas, pero tampoco quería que el hombre
fuese herido. Entró en su sala de estar, preparado para enfrentarse al
hombre que le estaba dando un momento difícil a su pareja. 110

Thomas estaba de pie al lado del sofá, enfrentando a un hombre que


tenía que ser un miembro de su familia, probablemente su hermano, aunque
con los shifters era difícil decirlo. Se parecían mucho, excepto que el otro
hombre no llevaba el ridículo bigote que tenía Thomas, y era ligeramente
más bajo. Sin embargo, el cabello rubio era el mismo, al igual que los ojos
marrones y la nariz. La mandíbula de Thomas era más en ángulo recto y
era más corpulento, pero sí, tenían que ser hermanos.

Craig extendió su mano hacia el hermano de Thomas. —Hola, soy


Craig. No creo que te conociese antes.

El hombre miró la mano de Craig como si fuese a morderle, de


manera que Craig la dejó caer a su lado.

—Este es Kevin, mi hermano pequeño —le dijo Thomas, y Craig


asintió con la cabeza—. Siento que te despertásemos.

—Está bien, mientras tenga café. Entonces, os dejaré a los dos.


A Craig no le gustó la manera que Kevin miró a Thomas como si
nunca antes le hubiese visto, pero la situación no tenía mucho que ver con
él, al menos no en este momento, de manera que desapareció en la cocina
antes de recordar que aún no tenía máquina de café. Miró en los armarios,
jurando cuando lo único que pudo encontrar fueron unas pocas bolsitas de
té. ¿Quién demonios no bebía café?

Sin embargo, no tenía ninguna intención de salir a compra algo y


dejar solo a Thomas con su hermano, de manera que agarró una cacerola y
la llenó con agua antes de ponerla en el fogón. Al menos funcionaba y
pronto tendrían agua hirviendo.
—No sé qué más decirte, Kev. Este soy yo, y tendrás que aceptarlo.

—¿Qué pasa si no puedo? —El tono de voz de Kevin era más suave
que antes, pero aún estaba siendo un cabrón en opinión de Craig. El hecho
que Thomas fuese gay no tenía nada que ver con Kevin, y aunque pudiese
entender que podría ser difícil ver a tu hermano bajo una nueva luz después
de cuarenta y tantos años, aún no podría ser más difícil de lo que Thomas
había pasado. 111

—Entonces no podrás. Créeme, no decidí hacer esto sin pensar,


infiernos, he pensado en ello durante meses. Ya no podía mentirme a mí
mismo, y ahora que encontré a Craig…

—¿Estás seguro que es tu pareja? Quizás cometieses un error o algo


así.

Thomas se burló y Craig llenó dos tazas con agua caliente antes de
hundir las bolsitas en ellas. No tuvo la paciencia de esperar que el agua
hirviese. Sólo esperaba que el agua estuviese suficientemente caliente. —
Por favor. Sabes tan bien como yo que no podemos no reconocer a nuestra
pareja. ¿Cómo te sentiste cuando conociste a Theresa?

La pregunta de Thomas se encontró con silencio y Craig decidió que


era hora de unirse a su pareja. Agarró las dos tazas, esperando que Thomas
no pidiese azúcar porque no tenía nada. Cuando entró en la sala de estar,
ambos hermanos estaban sentados en el sofá y el rostro de Kevin llevaba
una serie de expresiones, desde dolor a preocupación y traición.
Craig le tendió una de las tazas a Thomas y se quedó con la otra, con
suerte dejando claro lo que pensaba de Kevin apareciendo en su casa a las
siete de la mañana. Se sentó en el sillón en el que había estado Thomas la
noche anterior y tomó un sorbo, haciendo una mueca ante el sabor. Sí,
definitivamente no era un fan del té, y el agua tibia no ayudaba. —Siento lo
del té, aún no tengo máquina de café.

Thomas le sonrió. —Está bien, gracias. Yo, uh, supongo que


deberíamos irnos.

Craig elevó una ceja. —¿Por qué? ¿No estabais hablando acerca de
mí? —Kevin se veía como si quisiera que el sofá se le tragase y Craig
sonrió con suficiencia—. ¿Qué? ¿Pensaste que no podría escucharte?
Podría no ser un shifter, pero tampoco estoy sordo.

—Kevin no quiso decir nada con eso, está teniendo un momento


difícil lidiando conmigo siendo gay.

—Apuesto a que no un momento tan difícil como el que tuviste 112


jugando al hetero durante veinte años.

Kevin entrecerró sus ojos a Craig. —¿Crees que conoces a mi


hermano sólo porque le estás follando?

Craig se rio entre dientes y dejó que su mirada viajase sobre el


cuerpo de Thomas, teniendo cuidado de mostrar exactamente lo que estaba
pensando acerca de la idea de follarle. Si Kevin quería jugar, Craig no iba a
echarse atrás. —No tendría nada en contra de follar a Thomas, pero
desgraciadamente aún no hemos llegado tan lejos. Sólo creo que deberías
intentar ponerte en su lugar durante unos minutos. Estás emparejado,
¿cierto? —Kevin asintió con la cabeza, y Craig continuó—: De acuerdo, de
manera que imagina que fueses obligado a casarte con un hombre y vivir
con él durante veinte años. Entonces encuentras a tu pareja. ¿Qué habrías
hecho de manera diferente?

Craig no se estaba engañando a sí mismo que Kevin repentinamente


entendiese y abrazase a su hermano como si nada hubiese sucedido, pero
esperaba que al menos hubiese sembrado algo de duda en la mente de
Kevin, por el bien de Thomas. Podría no estar seguro aún qué quería del
hombre, pero no pensaba que Thomas se mereciese ser herido cuando no
había hecho nada malo. Infiernos, había hecho tanto intentando no herir a
nadie que había terminado siendo el único haciéndose daño mayormente.

No le llevó mucho tiempo a Kevin irse después de eso, viéndose tan


enojado y confuso como lo estaba cuando Craig le había visto por primera
vez. Craig se quedó en su asiento y observó a Thomas acompañar a su
hermano a la puerta, esperando que las cosas fuesen mejor entre ellos. No
tenía ningún familiar, pero pudo ver cuánto significaba para Thomas.

—Gracias.

Craig levantó la mirada. Thomas estaba de pie frente a él y


mirándole. Se levantó, acercando tanto sus cuerpos que pudo sentir la
calidez de Thomas. —¿Por?

—Por dar la cara por mí e intentar explicarlo. Mi hermano puede ser


un idiota algunas veces, pero aún es mi hermano. No sé qué haría si…
Craig se inclinó y puso su taza aún llena en la mesita de café. Quería 113
alejar las preocupaciones de Thomas a besos, y no había nada que le
detuviese de hacer eso. Thomas era su pareja, después de todo.

Alcanzó la muñeca de Thomas y le acercó más, dándole un besito en


los labios. –De nada. —Craig arrugó la nariz—. ¿Por qué llevas esto?

Thomas deslizó sus brazos alrededor de Craig antes de responder, —


¿Qué cosa?

—El bigote. Te hace ver como Tom Selleck4, y no te pega nada. No


creo que sea adecuado para nadie que no sea Tom Selleck, para ser
honesto, y los ochenta son cosa del pasado.

Thomas se rio a carcajadas. —¿Quieres que me deshaga de él?

—Haría que besarte fuese mucho más placentero para mí.

4
—¿Cómo puedo decir no a eso?

Thomas juntó sus labios de nuevo, y Craig se olvidó de todo acerca


del bigote.

Thomas se acarició su desnudo labio superior con la punta de su


dedo. Aún se sentía extraño, y sobre todo aún se veía raro. Había tenido el
bigote durante años, pero su pareja lo había querido fuera, y Thomas se
había ocupado de ello al día siguiente que Craig se lo había pedido. No era
como si fuese un gran sacrificio para Thomas de todos modos, y tuvo que
admitir que no se veía mal sin ello. Sólo le estaba tomando un poco de
tiempo acostumbrarse.

Limpió el lavabo y reunió sus cosas, un suspiro escapándosele. No le


gustaba mucho vivir en la casa del alfa, especialmente con todas las
personas aún allí. Sin duda, se estaban mudando lentamente, pero Thomas
no sabía cuándo iba a ser su turno. Ni siquiera había comenzado a buscar
una casa, porque el único lugar al que quería mudarse era la casa en la que 114
Craig estaba viviendo. Sin embargo, era demasiado pronto para hacer eso,
incluso si los dos se habían estado llevando bien recientemente.

Thomas sabía que estaba sintiendo más que lujuria por su pareja a
estas alturas, pero no tenía idea si Craig se sentía de la misma manera. El
hombre era difícil de leer la mayor parte del tiempo, y era imposible para
Thomas saber qué pensaba acerca de su actual situación. Sin duda, Craig
había sido el que quiso que llegasen a conocerse mutuamente, pero Thomas
no estaba seguro si a su pareja le gustaba lo que estaba descubriendo, y eso
le ponía más que un poco nervioso.

Alguien llamó a la puerta y Thomas se dio cuenta que había estado


soñando despierto en el cuarto de baño y acaparándolo. Agarró su neceser y
abrió la puerta, sonriendo a Reed. El hombre era uno de los shifters que
Craig había rescatado del último laboratorio, y aún estaba viviendo en la
casa del alfa. —Hola. Lo siento por tomar tanto tiempo.

—Está bien. Tenía dos hermanas, de manera que estoy


acostumbrado.
Thomas se sintió un poco incómodo ante el tiempo pasado que Reed
había utilizado, pero antes que pudiese decir algo, el hombre ya se había
deslizado en el cuarto de baño y cerró la puerta, dejando a Thomas de pie
ahí solo.

Thomas se encogió de hombros y regresó a la habitación que


compartía con Kanan. El shifter panda rojo5 no estaba en ese momento,
pero eso no era una sorpresa. Thomas casi nunca le veía, y sospechaba que
Kanan pasaba mucho tiempo en su forma de panda, y aunque era
preocupante, no era asunto de Thomas decir nada. Tenía más que suficiente
en su propio plato en este momento, y Craig sólo era una de esas cosas,
incluso si era la más importante.

—¿Papá?

Thomas se dio la vuelta y sonrió a su hijo. Desde que habían


hablado, Elias había comenzado a pasar más tiempo en su forma humana, y
eso era algo muy bueno. También estaba pasando más tiempo con Thomas 115
y estaba aceptando las cosas que ahora averiguaba acerca de Thomas.
Incluso le gustaba Craig, y eso era muy importante para Thomas.

Lo que le sorprendió fue ver que Carissa estaba con Elias. –Cary. –
Thomas no estaba seguro qué decir. Su hija se había negado a hablar con él
desde que había confesado la verdad, y no quería que huyese de nuevo.

Elias le dio a su hermana un suave empujón hacia Thomas. –Ella


quería hablar contigo.

—¿Quieres sentarte?

Carissa sacudió la cabeza. —Anabel me está esperando. Sólo… sólo


quería decirte que ya no estoy enojada contigo.

La respiración de Thomas se entrecortó. —¿En serio?

5
Carissa asintió con la cabeza. —Elias habló conmigo. Ahora
entiendo mejor las cosas que antes, y, bueno, estoy bien con eso. Las cosas
son extrañas, pero aún eres mi padre, y te amo.

Thomas se abalanzó hacia su hija y la abrazó. Carissa gritó, pero sus


brazos se envolvieron alrededor de Thomas cuando le devolvió el abrazo.
—¡Vamos, papá!

—Mira esto, ¡ni siquiera puedo abrazar a mi hija cuando nadie está
alrededor! —gruñó Thomas juguetonamente, pero se alejó un paso. Carissa
estaba en una fase en la que no estaba muy a favor de las muestras de
afecto, al menos no viniendo de sus padres, y respetaba eso. Era suficiente
que le hubiese perdonado por ahora.

—Ahora me voy, ¿de acuerdo?

Thomas asintió con la cabeza. –Te veré mañana.

Carissa asintió con la cabeza y le dio un besito a Thomas en la 116


mejilla antes de despedirse con la mano de su hermano y salir de la
habitación. Thomas se giró hacia su hijo, su corazón tan lleno de amor por
sus hijos que pensó que podría estallar. —¿Preparado?

—Debería ser el único preguntando eso. Pasaste mucho tiempo en el


cuarto de baño. ¿Es porque Craig aún no te está dando la hora del día?

Thomas jadeó. Aunque le había dejado claro a Elias que podía hablar
con él de cualquier cosa, no estaba esperando que su vida sexual fuese
parte de ello. —Preferiría no hablar acerca de esto.

—Bien. —Elias cruzó los brazos sobre su pecho—. ¿Podemos irnos


ahora?

—¿Por qué estás tan ansioso por ir a ver a Craig entrenando a sus
estudiantes? ¿Estás pensando acerca de convertirte en un recluta?

Elias se burló. –Sí, como no. No tengo lo necesario para hacer daño a
la gente, incluso con entrenamiento.
Eso era cierto. Elias nunca iba a ser parte del sistema de defensa de
la manada, pero a Thomas realmente no le importaba. Prefería tener a su
hijo feliz, y Kameron no esperaba que todos los niños ayudasen con eso de
todos modos. Elias era libre para hacer lo que quisiera con su vida de una
manera que Thomas nunca había sido, y Thomas quería que su hijo
disfrutase eso.

—Vamos.

No les tomó mucho tiempo caminar hacia el gimnasio, y Thomas


estaba cerca de saltar por la emoción ante el pensamiento de ver a su
pareja. Se veían cada día, pero el lobo de Thomas se estaba poniendo
ansioso por no poder reclamar a Craig por completo, y estar cerca de él
ayudaba a mantenerle bajo control tanto como hacía la situación frustrante.

Sin embargo, Thomas no era el único emocionado. Elias estaba igual


de ansioso que él por llegar al gimnasio, y eso le hizo preguntarse cuál sería
la razón. Cuando vio la radiante sonrisa que su hijo le dio a Zane, uno de
los aprendices, supo que tenía su respuesta. 117

Una ola de proteccionismo se elevó en él, pero la aplastó tan rápido


como pudo. Elias tenía dieciocho años y era más que capaz de elegir con
quién quería estar. Además, Zane no era una mala elección, incluso si era
cinco años mayor que Elias. Quizás Thomas pudiese tener una charla con el
chico, sólo para asegurarse que Zane sabía qué le sucedería si hiciese daño
a Elias.
—Ni siquiera pienses en eso —siseó Elias al lado de Thomas.

—¿En qué?

—En tener la charla con Zane.

—¿Qué charla?

Elias se burló. –Por favor. Vi la manera en que le estabas mirando,


papá. Sólo somos amigos, de manera que no ha necesidad de decirle
exactamente cómo le harás daño si me hiere.

—¿Sólo amigos?
—Sí, sólo amigos.

Thomas simplemente supo que su hijo quería más que una amistad,
pero no iba a señalar eso. No estaba buscando problemas, y esa sería la
manera más fácil y rápida de crear uno.

—¡Vamos, gente! ¡Otras diez flexiones y habréis terminado por hoy!

Gemidos dieron la bienvenida al anuncio de Craig, y le dio a Thomas


una diabólica sonrisa antes de comenzar a contar. —Uno. Dos. Tres.
Cuatro. Cinco. Seis. Siete. Ocho. Nueve. Diez. ¡Sois libres de iros! Buen
trabajo a todo el mundo, y nos vemos mañana.

Unos pocos alumnos se dejaron caer hacia atrás sobre las esteras y
Craig se rio entre dientes. Se despidió con la mano de ellos y se dirigió
hacia Thomas, deteniéndose frente a él. Craig se inclinó y le dio a Thomas
un besito en los labios antes de girarse hacia Elias. —¿Pensando en unirte?
118
Elias gimió. —No estoy tan loco. Deberías escuchar lo que algunos
chicos dicen acerca de ti.

—Oh, estoy seguro que soy descrito como un negrero.

—Eso es cierto, y es por eso que no tengo intenciones de pasar por


esto.

Craig miró a Thomas. —¿Tienes planes para hoy?

—Nop, soy todo tuyo.

Elias se rio. —No tengo nada contra ti, Craig, pero preferiría no
imaginar qué podría significar eso.

—¿No eras el que estaba preguntando sobre mi vida sexual antes?


—bromeó Thomas, ganándose un fruncimiento de ceño de su hijo.

—¿Qué vas a hacer hoy, listillo? —preguntó Craig.


—Pasar tiempo con Zane.

—Oooh, ¿hay algo que deberíamos saber?

—Métete en tus asuntos —contestó Elias con una sonrisa—. Os veré


más tarde.

—Ven a casa esta noche —dijo Craig—. Cenaremos juntos. Tendré a


tu padre preguntando a Carissa y Laura si quieren venir, y también puedes
pedírselo a Zane.

—Ugh, no lo creo. Ya puedo imaginar lo que le diréis acerca de no


hacerme daño y esas cosas. Era suficientemente malo cuando sólo tenía un
padre, pero con dos, ¡nunca encontraré a alguien con el suficiente valor
para pedirme una cita!

Thomas jadeó. Sabía que Elias había aceptado a Craig sin problemas,
pero era la primera vez que se había referido a él como ser otro padre. Miró
a Craig, nervioso por cuál sería su reacción, y aunque el hombre parecía tan 119
atónito como Thomas se sentía, no parecía estar enojado.

Observaron como Elias se despedía con la mano de ellos y caminaba


hacia Zane, y sólo cuando estuvo demasiado lejos para escucharles incluso
con su audición shifter, Craig habló: —Wow. Nunca pensé que nadie me
considerase un padre.

—¿Está bien para ti? —No es que Thomas pudiese hacer algo si no
lo estuviese.

—Supongo que me llevará un poco de tiempo acostumbrarme, pero


no, no me importa. No es como si tuviese que cambiar pañales o algo. En
realidad se siente agradable, saber que tengo algo como una familia.

El gimnasio estaba vacío para entonces y Thomas esperó que Craig


apagase las luces y cerrase todas las puertas. Salieron y Thomas hizo una
mueca hacia el cielo. Oscuras nubes se estaban reuniendo rápidamente y
sólo sabía que iba a comenzar a llover en cuanto estuviesen lo
suficientemente lejos del gimnasio que no tendría sentido para ellos
regresar en lugar de terminar yendo a casa. Era afortunado de esa manera.
Efectivamente, en cuanto el gimnasio desapareció de su vista, el
cielo se abrió y la lluvia comenzó a caer, empapando a Thomas en cuestión
de segundos. Maldijo y comenzó a correr sobre la hierba mojada, teniendo
cuidado de mantener el ritmo lo suficientemente lento para que Craig
pudiera seguirle.

Craig se estaba riendo mientras corría al lado de Thomas, el sonido


yendo directamente a la polla de Thomas. No se arriesgaría a mirar a su
pareja, sabiendo que la vista de un Craig mojado probablemente le hiciese
detenerse en seco. Simplemente corrió, agradeciendo al destino que ya
pudiera ver la casa en la distancia.

Thomas saltó sobre las escaleras en cuanto llegó a la casa, pero se


dio cuenta que Craig no le estaba siguiendo. Se dio la vuelta, casi
tragándose la lengua ante la vista frente a él.

Los pantalones cortos y la camiseta que Craig estaba llevando


estaban pegados a su cuerpo, haciendo obvio que no estaba llevando nada 120
debajo, ni siquiera ropa interior. También hizo evidente el estado semiduro
de su polla, y Thomas sintió que su boca se hacía agua. Nunca había
chupado una polla, y era algo que estaba deseando, incluso si sabía que se
sentiría extraño. Sin embargo, este era Craig, su pareja, y no tendría
problemas poniéndose de rodillas y haciendo eso aquí y ahora.

Craig era hermoso. El agua escurría por su cuerpo mientras la lluvia


continuaba cayendo, y Thomas no pudo evitar seguir el camino de algunas
de las gotas con su mirada, todo el tiempo deseando poder hacerlo con la
lengua y los labios.

Sin embargo, no podía hacer eso. Craig aún no le había dado ninguna
señal que quisiera hacer algo más que besarse, de manera que mantuvo su
distancia incluso el anhelo llenaba su corazón y su mente.

Entonces Craig sonrió y levantó la mano hacia Thomas. —Ven aquí.

Dios, Craig había querido hacer eso desde que había visto a Thomas
por primera vez, incluso si no se hubiese dado cuenta de eso al principio.
Cada vez que veía a Thomas, cada vez que le besaba, Craig no quería nada
más que hacer el amor con él, pero se había contenido porque sabía que
tenía que estar seguro. Tenía que estar seguro que realmente quería estar
con Thomas el resto de su vida porque sabía que eso es lo que Thomas
quería y lo que le esperaba si Craig decía sí.

Craig había pasado lo que se sintieron como noche interminables


pensando acerca de eso, pero nunca parecía ser suficiente tiempo de todos
modos. ¿Realmente quería estar con un solo hombre para siempre, sin
importar el tiempo que pudiera ser? ¿Quería lo que venía con el
emparejamiento; la posesividad, los celos, pero más importante, el amor y
la dedicación? ¿Quería a Thomas con todo lo que implicaba; su
cabezonería, la manera en que se enojaba tan fácilmente, su desorden? ¿Sus
hijos?

Craig había tomado su decisión y cambiado de opinión cientos de


veces. Sabía que si no hacía algo, se cuestionaría para siempre, de manera
que esperó bajo la lluvia, su mano estirada hacia Thomas, haciendo 121
silenciosamente la pregunta. Su corazón estaba latiendo con fuerza incluso
si ya sabía lo que Thomas iba a responder, o al menos así lo esperaba.

Thomas le miró, sus ojos como platos como si no pudiese creer lo


que Craig estaba ofreciendo, y Craig frunció el ceño. ¿Había esperado tanto
tiempo? ¿Thomas había cambiado de opinión?

Estaba a punto de dejar caer su mano cuando Thomas bajó corriendo


las escaleras. Agarró la muñeca de Craig y le acercó, chocando sus labios.
Craig jadeó y mordió el labio inferior de su pareja, deteniendo de manera
efectiva el beso. —Pensé que habías cambiado de opinión.

Un gruñido se elevó de la garganta de Thomas, y Craig lo encontró


malditamente sexy. —De ninguna manera. Sólo estaba sorprendido.
Supongo que no estaba esperando que hicieses esto justo en este momento.

—¿Quieres decir bajo la lluvia? —Si era honesto consigo mismo,


Craig realmente no había pensado acerca de cuándo y dónde hacer esto,
pero, ¿realmente importaba?
—Bueno, eso también, pero lo que quise decir es que pensé que aún
estabas dudando. No has dado pistas de lo que realmente estabas pensando
acerca de esto.

Esto no estaba yendo como Craig había pensado. —¿Qué? ¿Piensas


que no pasé noche tras noche despierto en mi cama pensando acerca de
esto?

—No dije eso. Sólo pensé que necesitarías más tiempo.

—¿Tú necesitas más tiempo?

Thomas sacudió la cabeza y Craig decidió que habían hablado


suficiente. Tomó los labios de su pareja en un aplastante beso, y supo que
había ganado cuando Thomas no protestó más. Gotas de agua se estaban
deslizando entre sus labios y en el interior de sus bocas mientras la lluvia
continuaba cayendo, pero a ninguno le importó.

Cuando las manos de Thomas bajaron para agarrar el culo de Craig, 122
Craig se dio cuenta que realmente estaba a punto de reclamar al hombre
frente a él, y en lugar de la ansiedad que sentía cada vez que pensaba
acerca de eso, todo lo que ahora sintió fue felicidad. Estaba haciendo la
elección correcta, y lo sabía.

Craig levantó la camiseta de Thomas y se la quitó a su pareja,


luchando contra el agua en cada centímetro del camino. La dejó caer antes
de pasar sus manos sobre la caliente carne que había descubierto. La
húmeda camiseta le había dado una buena idea de lo que Thomas había
estado escondiendo bajo ella, pero era incluso más increíble sin la tela, y
Craig anhelaba algo de contacto piel con piel.

Movió sus labios hacia la mandíbula de Thomas, alternando besos y


pequeños mordiscos, amando la manera en que Thomas permitió que su
cabeza cayese hacia atrás y expusiera su cuello. Aparentemente el hombre
no tenía problemas dejando a Craig en su garganta, y eso le dijo lo mucho
que confiaba en él.

Cuando Craig llegó a la parte carnosa donde el cuello se unía al


hombro, la parte donde ahora llevaba la cicatriz de un mordisco, mordió, lo
suficientemente fuerte para dejar una señal visible pero no lo suficiente
para romper la piel. Craig sabía que tendría que beber la sangre de Thomas
para completar el vínculo entre ellos, pero era demasiado pronto. Sabía que
el momento sería especial para Thomas, al igual que sabía que
normalmente los shifters reclamaban a sus parejas durante el sexo.

Movió sus manos, rozándolas a lo largo de los abdominales de


Thomas y siguiendo el velludo sendero que encontraron sus dedos hasta
que llegó al botón de los vaqueros de Thomas. Sacudiendo el dedo, lo abrió
y bajó lentamente la cremallera, elevando una ceja cuando carne caliente
golpeó en su mano.

Craig levantó la cabeza y miró a su pareja. —¿Sin ropa interior?

Las manos de Thomas apretaron el culo de Craig y le acercó incluso


más. —No llevo. Hace que desnudarse para cambiar sea más rápido.

—¿Sí? No estoy seguro acerca de eso, pero no puedo decir que me


esté quejando, cualquiera que sea la razón. —Craig puntuó sus palabras 123
agarrando la polla de Thomas y dándole un tirón, sonriendo cuando
Thomas gimió.

No le tomó mucho tiempo bajarle los vaqueros a Thomas, y luego


Craig giró de nuevo hacia el cuello de su pareja y lamió el mordisco de
amor que había dejado allí.

—¿Vamos a hacer esto aquí?

—¿Quieres entrar?

—No particularmente, pero incluso yo sé que necesitamos lubricante.

Craig sonrió y alcanzó su bolsillo, donde había deslizado un paquete


de lubricante esa mañana. Se había acostumbrado a llevar uno con él
siempre desde que provisionalmente había decidido que quería estar con
Thomas, y ahora estaba feliz de haberlo hecho. Se lo tendió a Thomas,
haciéndole reír entre dientes.

—No sé si debería estar agradecido u ofendido.


—Puedo decirte que definitivamente estoy agradecido por ello en
este momento.

Thomas se alejó un paso e inmediatamente Craig quiso de regreso la


calidez de su pareja contra él. Sin embargo, no protestó, no cuando vio la
razón por la que Thomas se había alejado. El hombre se estaba quitando los
zapatos y sacando los pantalones por completo, dejándolos caer en la
pequeña pila de cosas que ya se había quitado.

Era la primera vez que Craig veía a Thomas completamente desnudo,


y le gustó lo que veía. Thomas era un poco más alto que él, pero no tan
bien construido. Sus músculos no eran tan definidos, pero estaban ahí, y
Craig no podía esperar para poner sus manos en ellos, sentirlos moverse
bajo las palmas de sus manos. Se apresuró y siguió el ejemplo de Thomas,
quitándose la ropa, luchando contra la camiseta que estaba pegada a su
pecho, pero pronto la unió a la ropa de Thomas en el suelo.

—Espero que nadie pase por aquí. 124

—Es una posibilidad. A los lobos no les importa la lluvia.

En realidad, a Craig no le importaba mucho que alguien les viese. No


estaba esperando a nadie, pero si alguien viniese, sólo esperaba que no
fuese ningún miembro de la familia de Thomas. A Kevin ya no le gustaba y
probablemente no mejoraría si atrapaba a Craig follando a su hermano bajo
la lluvia en el patio delantero.

Craig estiró una mano hacia Thomas y su pareja vino, pero pudo ver
algo de duda. —¿Qué pasa?

—Nunca hablamos acerca de la dinámica.

—¿De qué?

—De esto. —Thomas hizo un gesto con la mano entre ellos—.


¿Quién va arriba?

Craig se rio entre dientes. —En realidad yo hago ambos, pero pensé
que ya que aún tengo que reclamarte, podría ser quien lo hiciese hoy. —
Thomas no parecía convencido—. Sé que es tu primera vez con un hombre,
de manera que iré tan lento como necesites, y puedes decirme si quieres
que me detenga.

Thomas asintió con la cabeza y Craig se arrastró más cerca, hasta


que finalmente sus cuerpos se tocaron desde el cuello hasta los muslos. La
erección de Thomas era intensa y caliente contra el vientre bajo de Craig y
no podía esperar para saborearla, para sentirla en su mano, en su cuerpo.

Sus labios se encontraron de nuevo. La lengua de Thomas


invadiendo la boca de Craig y mapeándola. Craig permitió que su pareja
tomase el control, sabiendo que lo necesitaba, y se centró en tocar tanto
como pudo la mayor parte del cuerpo de Thomas.

Enterró sus dedos en el rubio vello del pecho de Thomas antes de


hacer círculos en sus pezones con las puntas de sus dedos, deteniéndose
para pellizcar uno de ellos. Se ganó un gemido de Thomas, de manera que
intentó pellizcar el otro, sonriendo en la boca de su pareja cuando Thomas 125
gimió a todo volumen.

El suelo desapareció bajo los pies de Craig. Gritó, pero Thomas le


tenía, y Craig se sintió siendo bajado hacia la hierba mojada. Thomas se
cernía sobre él, evitando que la lluvia cayese sobre Craig y presionando sus
cuerpos, la presión y las sensaciones enloquecedoras y tan, tan buenas.

Craig se arqueó en el cuerpo de su pareja, jadeando de placer, y


lanzó su mano hacia un lado, buscando a ciegas el lubricante que sabía
había dejado caer. Lo encontró y arrastró más cerca con la punta de sus
dedos, agarrándolo y llevándolo hacia su boca. Rasgó una esquina con los
dientes mientras Thomas hacía todo lo posible por volver loco a Craig
utilizando sólo su lengua para tentar la mordida en el cuello de Craig.

Craig sostuvo el lubricante con una mano mientras bajaba la otra


para dirigir a Thomas a una mejor posición. Una vez Thomas estuvo
sentado a horcajadas en la cintura de Craig, Craig se roció unos dedos con
el lubricante y estiró la mano detrás de su pareja, sonriendo ante las
miradas ligeramente nerviosas que el hombre le estaba dando.
Siguió la grieta de Thomas, encontrando rápidamente lo que estaba
buscando. Hizo círculos en la entrada de Thomas con la punta de un dedo,
teniendo cuidado de extender el lubricante tan bien como pudo antes de
empujar lentamente. El agujero de Thomas se resistió brevemente, luego el
dedo de Craig se estaba deslizando en su interior, su mirada nunca dejando
el rostro de su pareja, observando su reacción.

Thomas se tensó. Sabía lo que estaba viniendo, pero saberlo y


realmente sentirlo era muy diferente. No dolía, aún no, pero se sentía
extraño, como si el dedo de Craig no perteneciese al interior de Thomas.
Pensando en ello, definitivamente no pertenecía al culo de Thomas, pero ya
que muchos hombres gay tenían sexo anal, Thomas estaba seguro que tenía
que haber algo placentero en ello. Infiernos, había escuchado a Zach y
Kameron yendo a ello las suficientes veces desde que se habían reunido
para saber que Zach lo encontraba increíblemente bueno.

Dejó que su cabeza cayese hacia adelante contra el hombro de Craig


mientras intentaba acostumbrarse al movimiento del dedo. Entonces Craig 126
hizo una pausa y Thomas supo lo que estaba viniendo.

—Relájate.

Thomas se rio entre dientes. —Fácil para ti decirlo.

El dedo de Craig salió del cuerpo de Thomas, pero no por mucho


tiempo. Esta vez pudo sentir otro dedo junto con el primero, y dolió un
poco. Thomas apretó los dientes ante la sensación de quemazón pero no
intentó alejarse. No quería nada más que hacer justo eso, en este momento,
pero su pareja quería reclamarle.

Thomas se sobresaltó cuando sintió los labios de Craig en su cuello,


succionando sobre el chupetón que ya había dejado ahí. —Me pregunto
cuánto tiempo tomará para que tu marca de mordida se desvanezca.

—Mucho, mucho tiempo, especialmente ya que estoy planeando


marcarte una y otra vez.
Thomas se elevó un poco, queriendo ver el rostro de su pareja. El
tono de voz de Craig estaba lleno con una oscura posesión que Thomas no
había esperado, no en un humano, pero estaba ahí, y se sintió extrañamente
emocionado por eso. Nunca había pensado que se encontraría en esta
posición, nunca pensó que sería el que estuviese siendo follado, no después
de veinte años con su esposa.

Los dedos de Craig le dejaron de nuevo, luego regresaron, haciendo


que Thomas hiciese una mueca de dolor. Se sentía casi demasiado lleno y
tuvo el impulso de sacar los dedos de Craig, pero cuando intentó moverse,
Craig apretó la mano que tenía en la cadera de Thomas y le mantuvo en su
lugar.

Thomas se retorció, sintiéndose demasiado expuesto, demasiado


abierto, pero Craig se estaba tomando su tiempo, y pronto Thomas estuvo
acostumbrado a la sensación de ser penetrado. La lluvia aún seguía
cayendo sobre ellos, y pudo sentir las gotas deslizándose a lo largo de su
espalda, añadiendo una sensación completamente diferente a la
experiencia. Casi fue demasiado, la mezcla de los labios de Craig en el 127
cuello de Thomas, los dedos en su interior, su fuerte agarre manteniéndole
inmóvil, todo eso contrastado con la ahora suave caída de la lluvia sobre su
espalda.

Craig le dio a Thomas un último beso y gentilmente le empujó hacia


arriba cuando Thomas sintió sus dedos dejarle de nuevo. —Vamos.

Craig le empujó hacia atrás y Thomas sintió la polla de su pareja


chocar contra su grieta. Tomando una profunda respiración, él mismo estiró
la mano detrás suyo y la agarró, sorprendido por la sensación de tocar la
polla de otro hombre. Se sentía tan dura y sedosa como la suya, pero era
ligeramente más pequeña, no que Thomas estuviese preocupado acerca de
eso en este momento. De hecho, estaba bastante agradecido por ello, si era
honesto consigo mismo.

Movió su mano arriba y abajo, sonriendo con suficiencia cuando


Craig gimió y le expuso su cuello. Craig no era de los que se dejaban
superar, y le dio a Thomas una diabólica sonrisa cuando alcanzó su polla.

Thomas gimió y lanzó la cabeza hacia atrás. Permitió que la lluvia se


deslizase por su cuello, su mano deteniéndose mientras disfrutaba de la
paja. Craig frotó su pulgar en la cabeza de la polla de Thomas, extendiendo
el pre-semen y gentilmente empujando hacia abajo el prepucio, exponiendo
más de ello. El ritmo de la mano de Craig era lo suficientemente lento para
volver loco a Thomas y sentir como si necesitase más. También sabía que
podía tenerlo. Sólo tenía que moverse un poco hacia atrás y empalarse en la
polla de Craig, y sabía que su pareja se aseguraría que estuviese satisfecho.

Simplemente no estaba seguro que pudiese hacerlo, no cuando la


mano de Craig se sentía tan bien sobre él. Pero cuando los dedos de Craig
dejaron su polla para deslizarse debajo de ella, dándoles a sus testículos una
rápida caricia mientras Craig alcanzaba la sensible área entre los testículos
y el agujero de Thomas, Thomas alcanzó su límite.

Tiró hacia atrás, tensando su agarre en la polla de su pareja y


manteniéndola en posición vertical mientras se hundía en ella. Entonces se
congeló. —Oh mierda, mierda, mierda.
—¿Por qué hiciste eso?
128
Realmente no había pensado acerca de ello, y había tomado a Craig
hasta la empuñadura sin detenerse o incluso aminorar la velocidad. Ahora
su culo quemaba como nunca antes lo había hecho y Thomas estaba
luchando contra el instinto de sacar al intruso y simplemente huir.

Apretó los dientes e hizo el intento de levantarse, pero las manos de


Craig en sus caderas le detuvieron. —Espera. Mejorará.

—¿Estás seguro? Porque deja que te diga, no se siente como algo


que valga la pena hacerse en este momento.

Craig sonrió. —Créeme, sé lo que estás sintiendo, pero prometo que


vale la pena.

Thomas tuvo que admitir que el dolor se estaba desvaneciendo


lentamente, y aunque su erección se había desinflado ligeramente, Craig
estaba más que preparado para ocuparse de hacer que la polla de Thomas se
endureciese de nuevo.

Su mano era fuerte y tensa cuando apretó a Thomas y se deslizó


sobre la sensible piel, jugando con la cabeza antes de moverse de nuevo
hacia abajo, y pronto Thomas estuvo jadeando de nuevo. Casi se había
olvidado acerca del dolor en su culo, incluso si no había desaparecido por
completo. No pensaba que lo hiciese, hoy no, y sabía que iba a estar
adolorido después, pero ahora que podía pensar de nuevo, quería completar
el vínculo con su pareja.

Se empujó hacia arriba con sus piernas, sólo para probar, y una
corriente de placer le atravesó. La polla de Craig se arrastró contra algo que
Thomas supo era su próstata, aunque nunca se había imaginado se sintiese
tan bien. Era casi suficiente para olvidar acerca del persistente dolor, y se
empujó hacia abajo contra la ingle de su pareja, intentando recrear la
sensación.

No se las apañó para hacerlo cada vez que se movía hacia arriba o
hacia abajo, pero aún fue suficiente para hacer la experiencia placentera, y
su ritmo se incrementó, su empuje hacia abajo volviéndose más rápido y
duro. Las manos de Craig aún estaban sobre las caderas de Thomas, pero
en lugar de mantenerle inmóvil, le estaba ayudando a seguir el ritmo, 129
especialmente cuando Craig comenzó a embestir en el interior de Thomas y
estuvo cerca ce derribarle.

Thomas no tenía idea de lo que estaba haciendo, y estaba agradecido


por la pequeña ayuda. Estaba en territorio desconocido, y eso le hacía sentir
aterrorizado y eufórico. El cuerpo de Craig estaba duro debajo de él, magro
y absoluta y gloriosamente masculino, tan diferente a lo que estaba
acostumbrado, aún así tan bueno.

Thomas miró el cuello de Craig. Quería morderle de nuevo,


reafirmar su vínculo con el hombre. La manera en que había reclamado a
Craig podría haber sido suficiente para su lobo, pero la parte humana de
Thomas quería algo más significativo que una mordida rápida, sin
consentimiento.

Thomas vio a Craig registrar dónde estaba mirando Thomas, luego


inclinó la cabeza. Thomas esperaba que Craig supiese lo que estaba
ofreciendo, porque no había manera que fuese capaz de detenerse, no
cuando Craig estaba tumbado debajo de él, su piel húmeda por la lluvia, su
boca ligeramente abierta mientras jadeaba, sus ojos como platos y las
pupilas dilatadas.

Thomas cambió la uña de un dedo, sólo lo suficiente para que


pudiese hacer un corte en su propio cuello, justo donde normalmente estaba
el mordisco de apareamiento. No dejaría una marca, pero sería suficiente
por ahora.

Se inclinó hacia su pareja, ofreciendo su propio cuello a Craig


cuando mordió la carne en la cual su marca ya estaba impresa. La sangre de
Craig fluyó en su boca, haciendo que el lobo de Thomas aullase de placer.
Tomó sólo un poco, porque su lado del vínculo ya estaba en su lugar, pero
antes que pudiera alejarse y sellar la herida, Craig presionó sus labios
contra el cuello de Thomas y succionó.

El movimiento de succión resonó directamente en la ingle de


Thomas, placer corriendo a lo largo de su columna vertebral, y su espalda
se arqueó. Las manos de Craig le estaban manteniendo cerca mientras sus
labios pasaban sobre la piel de Thomas y su lengua lamía la herida. Sus
caderas aún estaban bombeando en Thomas, y cuando Thomas sintió los 130
dientes de Craig hundirse en su piel, aulló y se corrió. Calientes chorros
salpicaron entre sus estómagos, mezclándose con la lluvia, y Thomas se
permitió caer sobre su pareja, seguro que Craig era lo suficientemente
fuerte para sostener su peso.

Lamió la mordida de apareamiento en el cuello de Craig limpiándola


justo cuando sintió a Craig tensarse debajo de él, sus manos apretando el
culo de Thomas casi dolorosamente. Ambos estaban respirando con
dificultad, mojados y pegajosos, pero Thomas se tomó unos segundos para
disfrutar de la calidez de su nuevo vínculo.

Pudo sentir que Craig estaba haciendo lo mismo, alegría y


satisfacción viniendo a través del vínculo. Thomas respondió con una risita
y se sentó, bajando la mirada hacia su pareja. Había dejado de llover
mientras estaban haciendo el amor, y ni siquiera lo habían notado.

—¿Estás bien?

—Debería ser el que preguntase eso.


Thomas flexionó sus músculos. Lo único que estaba herido era
obviamente su culo. —Estaré adolorido, pero tenías razón, esto valió
totalmente la pena.

Un crujido vino de detrás de ellos y Thomas se dio la vuelta y se


alejó de su pareja, haciendo una mueca cuando el movimiento tiró de la
polla de Craig de su interior pero preparado para defender a su pareja si
necesitase hacerlo.

Elias estaba ahí de pie, sus manos presionadas contra sus ojos, su
boca retorcida en una mueca mientras Zane les estaba mirando con temor y
más que un poco avergonzado. —Eli, ¿qué estás haciendo aquí?

Thomas se apresuró a por su ropa mientras Craig se partía el culo de


la risa, pero estaban demasiado empapadas para ponérsela, de manera que
Thomas las sostuvo delante de su polla. —Zane, espabila —gritó,
satisfecho cuando Zane enrojeció y apartó la mirada.

—Lo siento, papá. No queríamos, uh, veros, ya sabes. Sólo es que 131
nos estábamos preguntando si podíamos quedarnos aquí durante la tarde ya
que todo está mojado, y ugh, esto es demasiado vergonzoso.

—Confía en mí, nunca quise que vieses esto.

—No me importa —dijo Zane con voz aguda, y Thomas entrecerró


sus ojos hacia él. Craig deslizó su brazo alrededor de la cintura de Thomas
y Thomas estuvo aliviado al ver que su pareja se las había apañado para
ponerse los pantalones cortos.

Craig besó la sien de Thomas e hizo un gesto con la mano hacia la


casa. —Vamos, chicos. Tengo cerveza y palomitas de maíz.

El rostro de Elias se iluminó y Thomas le detuvo rápidamente. —No


lo creo. Puedes tener palomitas de maíz, pero no cerveza.

—Aww, vamos, papá. Puedes ser tan aburrido algunas veces.

—Parecía de todo menos aburrido hace unos segundos —dijo Zane,


y aunque Thomas le frunció el ceño, fue agradable ver a su hijo y su pareja
reír juntos.

132
Capítulo 7
Craig observó a los tres chicos de pie frente a él con ojo crítico.
Sabía que Kameron no le había mentido, y sabía mejor que la mayoría lo
que la Compañía Glass Research era capaz de hacer, pero aún tuvo un
momento difícil creyendo que realmente habían creado a estos chicos
desde cero. El hecho que alguien pudiese hacer algo como eso, pudiese
crear lo que esencialmente era una especie y criar a los niños como
asesinos de sangre fría, le daba escalofríos. La manera en que dos de los
chicos le estaban mirando no le estaba ayudando a sentirse mejor.

De los tres, Nathan era el único mostrando cualquier tipo de


emoción, mientras que Amy y Luke estaban evaluando a Craig. Sabía que
estaban pensando acerca de la mejor manera de derribarle, y sabía que
Kameron tenía razón. Eran pequeñas máquinas de matar, y si realmente
tenían la velocidad y fuerza de un shifter, Craig tendría un momento difícil 133
derrotándoles, incluso con su experiencia y el hecho que fuese un adulto.

—¿Cómo hacemos esto?

—Quiero que luchen contra ti. Necesito evaluar cuán buenos son
contra un humano, —dijo Kameron.

—¿Qué pasa si les hago daño?

—Confía en mí, no serás capaz de hacerles daño. Sin embargo,


probablemente ellos te hagan daño a ti. —Oh, Craig se estaba sintiendo
mucho mejor ahora.

—De acuerdo, niños. Hagamos esto. Nada letal ni armas, ¿de


acuerdo?

En realidad Luke le puso mala cara a eso, e hizo que Craig sintiese
escalofríos, especialmente ya que al estar emparejado con Thomas
básicamente se había convertido en el nuevo tío del chico. Luke vivía con
Kevin y su pareja, y Craig sólo podía imaginar qué perversos planes
estaban haciendo para él, el chico y su padre adoptivo. Seguro que haría su
futura comida de Navidad interesante.

Craig asintió con la cabeza a Amy y la observó mientras se unía a él


en la estera. Sus padres adoptivos estaban allí, y Craig esperaba que no
intentasen intervenir. Sólo estaba haciendo lo que su alfa le había dicho que
hiciese, y wow, no sonó tan extraño como para incluso pensarlo. Kevin
también estaba ahí, y realmente Craig no necesitaba dar al hombre otra
razón para no gustarle.

—Comenzad cuando estéis preparados —dijo Kameron, y Craig


sintió aumentar la tensión en la habitación.

Apenas tuvo tiempo de tomar una posición defensiva cuando Amy ya


estaba sobre él, apuntando a su estómago. Craig bloqueó el golpe sólo para
tener otro viniendo hacia su rostro. Sin embargo, no había sido un guardia
para la compañía por nada.

Bloqueaba los puñetazos y patadas de Amy con bastante facilidad, 134


pero ella aún se las apañó para darle unos pocos golpes. Era cierto, tenía la
velocidad y fuerza de un shifter, pero afortunadamente para Craig, a su
edad quería decir que ella golpeaba como un macho humano adulto, y
Craig había pasado por muchas peleas con otros tipos, de manera que sabía
cómo se sentía eso.

Alcanzó a Amy con la intención de bloquear su brazo, pero ella se


dio la vuelta y se escabulló. Quienquiera que la hubiese entrenado había
hecho un buen trabajo, y aunque Craig se las estaba apañando para
aguantar, no fue tan fácil como había pensado que sería.

Amy se agachó e intentó barrer los pies de Craig de debajo de él,


pero la vio venir. Saltó, aterrizando en cuclillas y arremetiendo contra ella.
Agarrando una de sus muñecas, la tiró al suelo, dándole la vuelta y
atrapando su otra mano cuando ella intentó darle un puñetazo en el rostro.
Aseguró ambos brazos detrás de su espalda y puso una rodilla sobre ellos,
intentando mantenerse tan ligero como pudo sin realmente dejarla ir.

—Muy bien, eso es suficiente —gritó Kameron.


Craig se levantó de un salto, liberando a la chica y tendiéndole una
mano para ayudarla a ponerse de nuevo en pie. Ella le miró como si no
entendiese muy bien por qué estaba siendo amable, pero al final, agarró la
mano de Craig y dejó que la levantase. —Hiciste un buen trabajo.

—No lo suficientemente bueno, ya que me derrotaste.

Craig elevó una ceja. —Soy un adulto, y entrené más años que tú.

Amy asintió con la cabeza y caminó de regreso hacia su madre


adoptiva. Isabel la arrulló y pasó las manos sobre el cuerpo de la chica
como si intentas encontrar heridas, pero Craig había sido cuidadoso para no
hacer daño a Amy. Se giró hacia Kameron. —¿Debo decírtelo ahora o
quieres que primero luche con los chicos?

—Termina las peleas y hablaremos.

Nathan fue el siguiente, y Craig se alegró al ver que actuaba más que
un niño que los otros dos. Sabía que Nathan era un año más joven, de 135
manera que su entrenamiento y condicionamiento no serían tan avanzados,
y se alegró por eso. Estos chicos necesitaban vivir una vida normal, no salir
y pelear.

No fue difícil sujetar a Nathan en el suelo, pero Craig sabía que el


chico no había intentado golpearle tan fuerte. —¿Por qué me dejaste ganar
tan fácilmente? —preguntó Craig silenciosamente. No estaba seguro que
Kameron y los otros pudiesen escucharle, pero quería que Nathan fuese
honesto.

Nathan levantó la mirada hacia él. —No quiero pelear más. Pensé
que si perdía, no tendría que hacerlo.

Craig revolvió el oscuro cabello rubio del chico y le ayudó a


levantarse. —No tendrás que hacerlo, lo prometo.

Observó mientras Nathan corría hacia sus padres, sonriendo cuando


Andy atrapó al chico y le dio vueltas. Sabía que ser rescatado por la
manada era lo mejor que les había sucedido a estos chicos. Serían capaces
de elegir qué querían hacer cuando llegasen a la madurez, y si Nathan no
quería ser un luchador para la manada, no tendría que serlo.

El único que quedaba era Luke, y asustaba a Craig más que un poco.
Era el único de los tres que aún no le había dado ninguna indicación acerca
de cuán profundo era su condicionamiento. —Es tu turno.

El chico atacó sin darle tiempo a Craig para que preguntase a


Kameron si podían comenzar. Se las apañó para asestarle un golpe a Craig
en el estómago antes de patear sus piernas por debajo de él, y Craig cayó
como un saco de patatas. Dolió muchísimo, pero claramente Luke no iba a
intentar perder como había hecho Nathan.

Craig rodó hacia un lado y se levantó de nuevo de un salto, apenas


evitando el pequeño puñetazo que vino en su dirección. Estaba teniendo un
momento más difícil defendiéndose de lo que había tenido con los otros
dos, y sabía que si no contratacaba, Luke tendría una oportunidad de
derrotarle.

Iba contra todo lo que Craig había estado enseñando y contra su 136
ética, pero no tenía otra elección. Atacó, intentando no poner demasiada
fuerza detrás de su puño, y golpeó a Luke en un lado de su rostro. Alguien
gritó desde el lateral del gimnasio, pero no tuvo tiempo de ver quién fue,
porque Luke apenas reaccionó.

Tenía que haber hecho daño, pero no le dio a Craig ninguna


indicación de ello. En su lugar, giró la pierna tan alto como pudo y hundió
su pie en el estómago de Craig, con fuerza. Todo el aliento de Craig salió
de sus pulmones y juró.

Los siguientes minutos fueron casi una repetición del comienzo de la


pelea. Luke se las apañaba para golpear a Craig más y más a medida que
pasaba el tiempo, y Craig supo que tendría que depender de la fuerza bruta
si quería ganar. Su velocidad no estaba a la altura, no cuando Luke era más
rápido. También tuvo que olvidarse acerca de no pasarse con el chico,
porque definitivamente Luke no se lo estaba tomando con calma con él.

Craig se lanzó, agarrando la cintura de Luke y utilizando su peso


para empujarle hacia la estera y mantenerle ahí. Tomó otro puñetazo
directo hacia su ojo pero no se movió, incluso cuando Luke intentó hundir
su pequeño dedo en el ojo de Craig. Simplemente agarró la muñeca que
venía en su dirección y la sujetó en la estera al lado de sus cuerpos.

—Hey, dije nada letal —dijo Craig.

Luke aún se estaba revolviendo debajo de él, pero se detuvo cuando


Craig habló. Respondió en un plano tono de voz, —No fue letal. Habrías
estado ciego de un ojo, pero no habrías muerto.

Mierda, el chico era más que espeluznante, ¡era francamente


psicótico!

—De acuerdo, podéis parar. No más sacar ojos de sus cuencas —dijo
Kameron, y Craig se levantó lentamente. Mantuvo un ojo en Luke, sin
confiar que el pequeño chico jugase bajo las reglas, pero Luke no intentó
darle más puñetazos. Theresa corrió hacia él, dándole a Craig una dura
mirada. Él se encogió de hombros. Sólo había obedecido sus órdenes, y el
chico había estado cerca de conseguirlo de todos modos. Claramente Luke
no era una delicada flor. 137

Una toalla apareció frente al rostro de Craig y la tomó, dándole a su


pareja una sonrisa de agradecimiento. Estaba jadeando, y la lucha había
tomado más de él de lo que había pensado. Al menos no tendría que
enseñar más tarde ese día, ya que era sábado.

—Así que, ¿qué piensas? —preguntó Kameron.

—Luke es letal. Si no hubiese tenido peso y altura sobre él, habría


ganado. Amy también está bien entrenada, y creo que Nathan no es malo,
pero claramente no quiso pelear contra mí. Creo que si Luke y Amy
quieren seguir entrenando, deberías darles la oportunidad de hacerlo.
Podrían ser un activo para la manada una vez que alcancen los dieciocho
años.

Craig no quería nada más que ir a casa y tener una ducha en ese
punto, de manera que asintió con la cabeza al alfa y beta y agarró la mano
de Thomas. —¿Preparado para irnos?

Thomas miró a su hermano, pero el hombre estaba concentrado en


Luke. Suspiró y Craig se sintió mal por él. No era culpa de Thomas si era
gay, tampoco lo fue que tuviese que ocultarlo durante veinte años, sin
embargo Kevin se comportaba como si Thomas le hubiese hecho una
ofensa personal.

Craig apretó la mano de su pareja. —Vamos, vámonos.

Estaban cerca de casa cuando Thomas le preguntó a Craig.


—¿Cómo te estás sintiendo?

—Eh. Honestamente he estado mejor, y no sólo porque el chico sólo


tenga seis años. Tiene un maldito buen puñetazo.

Thomas apretó la mano de Craig. —No te reproches nada. Luke fue


entrenado durante años y es parte shifter.

—Sí, lo sé, pero aún así. No se siente bien, y no me gusta el hecho


que tuve que darle un puñetazo a la pequeña mierda.
138
—Bueno, no sucederá de nuevo. —Thomas abrió la puerta de la que
ahora era la casa de ambos e introdujo a Craig al interior—. ¿Qué podemos
hacer para hacerte sentir mejor?

Craig elevó una ceja. —¿Qué estás ofreciendo?

Thomas cerró la puerta y empujó a Craig contra ella antes de


arrodillarse. Agarró la cinturilla de los pantalones cortos de entrenamiento
de Craig y tiró, bajando tanto los pantalones como los calzoncillos que
Craig llevaba debajo. La polla de Craig aún no estaba dura, pero sólo ver a
Thomas de rodillas frente a él, a punto de darle a Craig la primera mamada
que había dado, fue suficiente para despertar la excitación en la ingle de
Craig.

Thomas se inclinó hacia adelante y enterró su rostro en la unión entre


el muslo y la cadera de Craig, y Craig supo que le estaba oliendo. —Quizás
debería tomar una ducha. Estoy sudado.

Thomas levantó la mirada. —No vas a ninguna parte. Sucede que me


gusta tu aroma. —Sacó la lengua y lamió una franja a lo largo de la
longitud de la polla de Craig. Craig gimió y dejó que su cabeza cayese
hacia atrás contra la puerta.

Thomas hurgó un poco, tomando la longitud de Craig en su mano


antes de lamer la cabeza. Tatareó y Craig no pudo evitar bajar la mirada de
nuevo. La pequeña sonrisa en el rostro de Thomas indicó que no le
importaba, y Craig nunca había estado tan feliz.

Entonces Thomas abrió la boca y tomó a Craig. Craig gimió cuando


calidez y humedad le rodearon y Thomas comenzó a succionar. Comenzó
gentilmente, pero cuando sintió que Craig se estaba poniendo duro
rápidamente, succionó más y más fuerte. Craig apretó los puños,
determinado a no correrse aún.

Thomas se zambulló e inmediatamente se atragantó. Se apartó,


permitiendo que la polla de Craig saliese, y le frunció el ceño. Craig se rio
entre dientes. —No la mires de esa manera, o me dará miedo que intentes
morderla.
139
Thomas le dio una diabólica sonrisa. —Oh, nunca haría eso, no ahora
que sé exactamente lo que puede hacer.

Tomando de nuevo a Craig, Thomas bajó la boca, esta vez ni siquiera


intentando tomar toda la longitud. La mamada era descuidada y Thomas
hurgó más de una vez, pero tan tonto como sonaba, fue la mejor que Craig
había recibido, porque era Thomas quien la estaba haciendo. Saber lo
mucho que significaba para el hombre y cuánto estaba comenzando
Thomas a significar para Craig, la hizo mejor que cualquier otra cosa, y
Craig se dejó ir.

Permitió que Thomas hiciese lo que quisiera, y Thomas no vaciló.


Lamió y succionó, e incluso mordisqueó unas pocas veces, aunque Craig
no estaba seguro que fuese a propósito. Sin embargo, no importó, porque
estaba a punto de correrse. Hundió los dedos en el cabello de Thomas e
intentó alejarle, pero Thomas no se movió, y Craig terminó corriéndose en
su boca.

Thomas se atragantó y retrocedió, una desconcertada mirada en su


rostro y una gota de semen en su labio inferior. Craig se arrodilló al lado de
su pareja y le besó, lamiendo la gota.

—¿Estás bien?

—Sí, simplemente no estaba esperando que fuese tanto, quiero decir,


se sintió como si fuese más esperma de lo que pensé.

Craig se rio y empujó a su pareja al suelo. —Ahora es mi turno.

Fin

140
Sobre el autor

Catherine vive en Italia, país de buena comida y hombres guapos.


Solía escribir género fantástico cuando era niña, pero fue el leer su
primera novela homoerótica lo que le hizo darse cuenta de lo que ella
realmente quería escribir.
141
Después de graduarse en la Universidad de Inglaterra de filología
inglesa y traducción, divide sus días entre escribir, leer, cuidar de su
hijo y leer un poco más.
Nuestro agradecimiento al Staff de

142
Creditos

Chibineko
Nunadina
Clau
Pervy

También podría gustarte