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Según el poeta surrealista André Bretón, principal portavoz del movimiento, el surrealismo
era un medio para reunir el reino consciente con el inconsciente. De esta manera, sería
posible unir el mundo racional con el mundo de los sueños y las fantasías en una realidad
absoluta o “surrealidad”.
Por este motivo, los surrealistas se interesaron en fundar un movimiento que liberara al
arte de las limitaciones que tenía hasta ese momento. Sin embargo, su interés
revolucionario buscaba realizar cambios extremos pero de forma positiva y creativa.
Por otra parte, a pesar de que se oponían al orden político de la época, sus intereses eran
de naturaleza netamente artística, no política.
Este movimiento pretendía liberar las personas en el ámbito psicológico y espiritual. Sin
embargo, la Segunda Guerra Mundial estalló y tomó a los escritores surrealistas como
parte de su blanco político y militar.
Por este motivo, durante el nacimiento y desarrollo del nazismo y el fascismo, los
escritores surrealistas tuvieron que exiliarse, buscando refugio en América. Este hecho
hizo permitió que sus ideas se extendieran y tuvieran trascendencia en este continente.
Características
Etimología
El término surrealismo se compone del prefijo su- (por encima) y el sustantivo realismo, es
decir, todo aquello que está por encima de lo real. El término se debe al poeta y ensayista
francés Guillaume Apollinaire.
Antecedentes
El surrealismo literario nació en la Francia de la década de los años 20 del siglo pasado.
Existe el consenso de que fue una evolución del dadaísmo, aunque ya se pueden
enumerar representantes surrealistas de años anteriores e incluso siglos como Rimbaud,
Giuseppe Arcimboldo, Heráclito, Alfred Jarry, el Marqués de Sade o Chirico y el Bosco.
Negación de lo racional
El surrealismo literario buscaba reunir la realidad con la imaginación. En este esfuerzo, los
escritores de esta corriente buscaban superar las contradicciones que se presentaban
entre las ideas conscientes e inconscientes, creando historias extrañas o irreales.
Recurría a imágenes
La literatura surrealista ofrecía imágenes o ideas contrastantes. Esto tenía el objetivo de
llevar a los lectores a hacer nuevas conexiones entre las diferentes ideas y de esta
manera ampliar la concepción de la realidad de los lectores.
En este género, los autores creaban imágenes, historias oníricas y fantásticas que
desafiaban la lógica. Ignoraban todas las estructuras establecidas y propiciaban saltos en
la linealidad e ideas abstractas que permitieran crear nuevas asociaciones de ideas.
Representantes
André Bretón
André Bretón nació en Francia en febrero de 1896 y falleció en septiembre de 1966.
Después de la Primera Guerra Mundial se trasladó a París, donde se vinculó a las
vanguardias literarias que se desarrollaban entonces en la ciudad.
Durante la Primera Guerra Mundial se unió a los artistas del movimiento dadaísta. Sin
embargo, con el tiempo él mismo sería el fundador del surrealismo a partir de la
publicación de su manifiesto surrealista.
Louis Aragón
Louis Aragon nació en París en 1897 y murió en 1982. En 1917 se inscribió en la Facultad
de Medicina de París donde se reunió con André Bretón.
Sin embargo, más adelante Aragón centró su atención en el surrealismo, dentro del cual
se caracterizó por su defensa de la escritura automática. Explicaba que esta era una
forma de llevar al papel sus pensamientos de forma natural y fluida.
Aragón estaba comprometido con las ideas comunistas, lo cual se hace visible en su serie
“Le Monde Reel”. Esta era una serie de libros de política surrealista que usa el realismo
social con el fin de atacar las normas literarias y culturales burguesas.
Después de la guerra, Aragón escribió una serie de obras de no ficción, monografías,
traducciones y libros de historia, política, arte y cultura. En total publicó más de 100 libros
a lo largo de su vida, aparte de las publicaciones póstumas.
Philippe Soupault
Philippe Soupault nació en Chaville en 1897 y falleció en París en 1990. Participó en el
movimiento dadaísta con Tristán Tzara y posteriormente, junto a Bretón y Aragón, fue uno
de los fundadores del movimiento Surrealista.
Sin embargo, rompió su relación con Bretón en 1927 cuando éste se vinculó al Partido
Comunista. En adelante, su obra se distanció del surrealismo.
Antonin Artaud
Dramaturgo, actor, poeta y uno de los mayores teóricos del surrealismo. Reemplazó el
teatro clásico, por lo que elaboró sorprendentes obras como El teatro de la crueldad y El
teatro y su doble, donde sus escritos tomaban vida a través de la interacción con el
público.
Octavio Paz
En un principio, el Premio Nobel mexicano rechazó por completo al surrealismo. Sin
embargo, a partir de su obra Libertad bajo palabra (1949) la influencia del movimiento
empieza a manifestarse en sus escritos.
Referencias
1. Licciardi, B. (S.F.). What is Surrealism in Literature? – Definition, Characteristics & Examples.
Recuperado de: study.com
2. Poetry Foundation. (S.F.). Louis Aragon. Recuperado de: poetryfoundation.org
3. The Biography. (S.F.). Biography of Philippe Soupault. Recuperado de: thebiography.us
4. The editors of Enciclopaedia Britannica. (2016). Surrealism. Recuperado de: britannica.com
En este sentido, el estilo tuvo como inspiración el movimiento cubista de las artes visuales
encabezado por Pablo Picasso y Georges Braque (1907-25), que también influyó en la
arquitectura y la cinematografía.
En el caso del cubismo literario, significó un cambio en los puntos de vista del narrador.
Los eventos y las personas se describían desde un determinado personaje, luego a través
de los ojos de otro, y luego desde otro.
En general, los escritores del cubismo literario eran un grupo variopinto con diversos
orígenes, unidos en su amor por la innovación y la búsqueda de un lenguaje que acercara
más la poesía y las artes.
Entonces, el pintor Henri Matisse, que formaba parte del jurado, los describió como
“caprichos cúbicos”. Se cree que de allí deriva el término cubismo, aplicado inicialmente a
la pintura y, más tarde, a la literatura.
Otros atribuyen este nombre a las observaciones hechas por el crítico Louis Vauxcelles a
la obra de Braque Casas en L’Estaque (1908). Este la habría descrito burlonamente como
casas compuestas de cubos.
Más tarde, en el año 1911, el Salón de los Independientes (París, 1911) se convirtió en el
escenario donde los cubistas hacen su primera aparición colectiva. En el año siguiente,
Gleizes y Metzinger presentan el libro teórico sobre el tema.
Subjetiva y multidimensional
Los avances innovadores en las ciencias sociales, particularmente las teorías de Sigmund
Freud, tuvieron un gran impacto en el cubismo literario.
De este modo, los cubistas mostraban más interés en el panorama interno del individuo
que en los eventos que ocurrían en el panorama externo del mundo objetivo.
Igualmente, como una reacción al retrato más objetivo y unidimensional del período
victoriano, el cubismo en la literatura dirige su atención a la psique, el subconsciente, el
intelecto consciente y la abstracción creativa.
Flujo de conciencia
En un esfuerzo por emular la exploración cubista de la mente a través de las artes
visuales, muchos escritores del cubismo literario usaban las palabras y la estructura de
las oraciones para capturar el pensamiento.
Perspectivas múltiples
En las artes visuales, las obras cubistas presentan varios planos y ángulos de percepción.
De igual manera, el cubismo literario emplea esta técnica con gran efecto.
Fragmentación y dispersión
Las técnicas cubistas presentaban al individuo como un conjunto de imágenes rotas. Esta
fragmentación se tradujo, dentro del cubismo literario, en el empleo de una nueva sintaxis
caracterizada por su discontinuidad.
Por otro lado, el llamado, el cubismo analítico utilizaba técnicas como la destrucción de la
gramática, puntuación extraña o ausente, verso libre, entre otros.
En el caso de Guillaume Apollinaire, quien se encontraba más cerca del cubismo sintético,
era muy común la fusión de la poesía y el dibujo en caligramas. Otros poetas creaban
collages con tarjetas postales, letras y similares.
Es importante señalar que la poesía cubista, a menudo, se superpone con el surrealismo,
el dadaísmo, el futurismo y otros movimientos vanguardistas.
Representantes y obras
Guillaume Apollinaire
Guillaume Apollinaire
Apollinaire es considerado una de las figuras literarias más importantes de principios del
siglo XX. Su uso del lenguaje directo y la estructura poética no convencional tuvieron una
gran influencia en la teoría poética moderna.
Blaise Cendrars
Este poeta y ensayista de habla francesa nació en Suiza con el nombre de Frédéric
Sauser en 1887. Creó un nuevo y poderoso estilo poético para expresar una vida de
acción y peligro.
Algunos de sus poemas, como Pascua en Nueva York (1912) y La prosa del
Transiberiano y de la pequeña Juana de Francia (1913), son carteles de viaje y lamentos
combinados.
Max Jacob
Gertrude Stein
Stein fue una escritora, poeta y coleccionista de arte estadounidense. Sus conocidos
libros, The Making of Americans (1925) y La autobiografía de Alice B. Toklas (1933) le
ganaron muchos méritos y protagonismo
Futurismo literario: origen, características y
autores
Este manifiesto, según su nombre se caracteriza, por poner como base central los
avances tecnológicos de la época. Para comienzos del siglo XX hubo una gran
evolución en la tecnología para esa época y básicamente esta corriente tarta de
poner en alto lo moderno de la época.
Dadaísmo
Andrea Imaginario
Especialista en Artes, Literatura Comparada e Historia
Este movimiento formó parte de las llamadas vanguardias históricas y tuvo una gran
influencia en el desarrollo del arte contemporáneo. Pero ¿cuáles fueron sus
características, sus aportes y sus principales representes? ¿Qué variables históricas lo
hicieron posible? ¿En qué aspectos se expresa su importancia para las siguientes
generaciones?
Durante la Primera Guerra Mundial, acaecida entre 1914 y 1919, Suiza actuaba como un
país neutro, razón por la cual muchas personas vieron en ese país un refugio
privilegiado. Entre esas personas se contaban artistas, músicos y escritores venidos de
todas partes de Europa.
Aquella joven generación de creadores estaba en contra del caos bélico producido por
la guerra de trincheras, a la que interpretaron como un signo de la decadencia de
Occidente. En efecto, lo que lucía como una promesa de desarrollo y progreso durante
la segunda revolución industrial (signada por el matrimonio entre ciencia y tecnología),
pronto se convirtió en muerte masiva.
Animados por sus valores antibelicistas y su profundo sentido crítico social, un grupo de
artistas y escritores fundó un movimiento literario y artístico que expresaba su
desacuerdo y decepción frente a la incapacidad demostrada por los discursos oficiales
como la ciencia-tecnología, la religión, la filosofía (el idealismo) y las ciencias sociales (el
positivismo) para evitar la destrucción de Europa. A este movimiento le pusieron el
nombre de “dadá” o “dadaísmo”.
El dadaísmo fue desgastándose, y las idas de André Breton fueron ganando terreno. La
idea del escándalo o del gesto provocador como hecho estético en sí mismo fue
dejándose de lado, y virar la atención a la eficacia del hecho artístico volvió a ser un
objetivo de los artistas. Fue así como con el tiempo, el dadaísmo favoreció el nacimiento
del surrealismo en 1924.
Por ello, el dadaísmo también creció abrazado a los manifiestos y, de hecho, a lo largo
del movimiento se llegaron a redactar unos siete manifiestos en total.
Aborrecimiento frente al concepto de belleza
Para los dadaístas, el concepto tradicional del arte perdía sentido frente a la realidad de
la violencia desatada en Europa. Frente al horror de la guerra, la búsqueda de la belleza
y la idea de un arte para complacer los sentidos eran absolutamente inadmisible.
El artista dejará de ser el que pinta o esculpe, el que genera belleza, y pasará a ser aquel
que escoge un objeto sin pretensiones estéticas y le otorga un significado por el sólo
hecho de haberlo seleccionado. De esta manera, se instaura la era en que el gesto del
artista será lo realmente estimado como “artístico”.
El dadaísmo se propuso así una burla feroz del arte –no solo del arte tradicional sino
incluso de las vanguardias como el cubismo y el futurismo, este último glorificador de la
guerra-, una burla de la burguesía capitalista, finalmente, un desafío a la estética.
Al quedar al descubierto que la razón moderna no traía consigo una mejor vida sino
destrucción masiva, los dadaístas entendieron que el arte y la literatura ya no se
justificaban en nombre de la razón. Dieron paso así a la reivindicación de lo irracional en
el arte y de lo absurdo. Esta manera de operar en la creación hizo posible un desarrollo
creativo sin precedentes, aunque no exento de polémica y rechazo.
Creación de nuevas técnicas artísticas
En artes plásticas, el dadaísmo trajo consigo la creación de nuevas técnicas artísticas
como fotomontaje y ready made, y aprovechamiento de técnicas como el collage,
creada por el cubismo.
El fotomontaje fue una técnica creada por los dadaístas que consistía en superponer
diversos fragmentos de fotografías para crear una obra única. Estos fragmentos a veces
se interconectaban por recursos adicionales como las ilustraciones.
Apegado a los valores del movimiento, el dadaísmo prefirió el uso de palabras por
sucesión sin que estuvieran hiladas por un significado evidente o un sentido discursivo
lógico.
Tomaron también como materia prima las letras en sí y los sonidos, lo que permitía
evitar la asociación con un sentido racional. Lo aleatorio jugó en ello un importante
papel.
Asimismo, implementaron técnicas como el caligrama, que ya había sido utilizado por
Guillaume Apollinaire, escritor a quien se relacionaba con el cubismo.
Escribió el que es considerado como verdadero primer manifiesto dadá, en el año 1918,
así como los siguientes. En su conjuto fueron llamados los siete manifiestos dadaístas.
Fue autor de obras como La primera aventura celeste del señor Antipirina (1916)
y Veinticinco poemas (1919).
Francis Picabia: Réveil matin. 31,8 x 23 cm. Tate Modern, Londres (Reino Unido).
Pintor y escritor francés. Incursionó en el cubismo, el surrealismo y el dadaísmo. A partir
de 1916 se concentró en el dadaísmo, especialmente en obras de ingenio mecánico.
Marcel Duchamp (1887-1968)
Marcell
Duchamp: L.H.O.O.Q. 1918. 19 x 12 cm. Centro Pompidou, París.
Pintor y cineasta de origen alemán. Aunque fue uno de los fundadores del movimiento
dadá como pintor, estuvo dedicado por mucho tiempo a la investigación
cinematográfica, a la que logró relacionar con la pintura y la poesía. Fue
particularmente conocido por la obra Rhythmus 21.
El ready made, por su parte, abrió el camino no solo para el arte conceptual en sí, sino
para el arte de instalación que hoy en día juega un papel tan importante.
A diferencia de los tiempos que corren, estos elementos en su época representaron una
auténtica ruptura con la tradición. Los dadaístas fomentaron la idea de que el artista no
era solo el creador de un objeto y que el arte no era solo un asunto de museo. Para ellos
y con ellos nace la idea del arte como actitud cotidiana, como estilo de vida, como
performancia permanente, infinita.
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